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PRV001001 Parábolas de Salomón, hijo de David, rey de Israel, PRV001002 para aprender la sabiduría y la disciplina, PRV001003 entender los consejos prudentes, y recibir la instrucción de la buena doctrina, la justicia, la rectitud y la equidad; PRV001004 a fin de que los pequeñuelos adquieran sagacidad, y los mozos saber y entendimiento. PRV001005 El sabio que escuchare estas parábolas se hará más sabio; y al que las entendiere le servirán de timón. PRV001006 Atinará su significación, y la interpretación de ellas; comprenderá los dichos de los sabios y sus enigmas. PRV001007 El temor del Señor es el principio de la sabiduría. Los insensatos desprecian la sabiduría y la doctrina. PRV001008 Tú, ¡oh hijo mío!, escucha las correcciones de tu padre, y no deseches las advertencias de tu madre: PRV001009 ellas serán para ti como una corona para tu cabeza, y como un collar precioso para tu cuello. PRV001010 Hijo mío, por más que te halaguen los pecadores, no condesciendas con ellos. PRV001011 Si te dijeren: Ven con nosotros, pongámonos en acecho para matar al prójimo, armemos por mero antojo ocultos lazos al inocente, PRV001012 traguémosle vivo, como traga el sepulcro los cadáveres, y todo entero, como si cayese en una sima; PRV001013 y encontraremos con su ruina toda suerte de riquezas, y henchiremos de despojos nuestras casas; PRV001014 une tu suerte con la nuestra, sea una sola la bolsa de todos nosotros: PRV001015 No sigas, hijo mío, sus pasos; guárdate de andar por sus sendas; PRV001016 porque sus pies corren hacia la maldad y van apresurados a derramar la sangre inocente. PRV001017 Mas en vano se tiende la red ante los ojos de los pájaros voladores. PRV001018 Las asechanzas que arman los impíos se convierten también a veces contra su propia vida, y sus engaños sirven para perderse a sí mismos. PRV001019 Así es que el camino que siguen todos los avarientos, lleva arrebatadamente sus almas a la perdición. PRV001020 La sabiduría enseña en público: levanta su voz en medio de las plazas: PRV001021 hácese oír en los concursos de gente: expone sus útiles documentos en las puertas de la ciudad, y dice: PRV001022 ¿Hasta cuándo, a manera de párvulos, habéis de amar las niñerías? ¿Hasta cuándo, necios, apeteceréis las cosas que os son nocivas; e imprudentes aborreceréis la sabiduría? PRV001023 Convertios a la fuerza de mis reprensiones: mirad que os comunicaré mi espíritu, y os enseñaré mi doctrina. PRV001024 Mas ya que estuve yo llamando y vosotros no respondisteis; os alargué mi mano y ninguno se dio por entendido; PRV001025 menospreciasteis todos mis consejos y ningún caso hicisteis de mis reprensiones: PRV001026 yo también miraré con risa vuestra perdición, y me mofaré de vosotros cuando os sobrevenga lo que temíais. PRV001027 Cuando de improviso os asalte la calamidad y la muerte se os arroje encima como un torbellino; cuando os acometa la tribulación y la angustia; PRV001028 entonces me invocarán los impíos y no los oiré; madrugarán a buscarme, y no me hallarán: PRV001029 en pena de haber aborrecido la instrucción y abandonado el temor de Dios, PRV001030 desatendiendo mis consejos y burlándose de todas mis correcciones. PRV001031 Comerán, pues, los frutos de su conducta, y se saciarán de los productos de sus perversos consejos. PRV001032 La indocilidad causará a los ignorantes su perdición; y aquella que neciamente creen ser su felicidad, será su ruina. PRV001033 Mas el que me escuchare, reposará exento de todo temor, y nadará en la abundancia, libre de todo mal. PRV002001 Hijo mío, ¡si recibieses mis consejos y depositases mis mandamientos en tu corazón! PRV002002 Para que tus oídos estén siempre atentos a la voz de la sabiduría, aplica tu ánimo al estudio de la prudencia. PRV002003 Que si tú invocas la sabiduría, y se aficiona tu corazón a la prudencia; PRV002004 si la buscas con el ardor con que se buscan las riquezas, y la procuras desenterrar como se hace con un tesoro, PRV002005 entonces aprenderás el temor del Señor, y alcanzarás el conocimiento de Dios; PRV002006 pues el Señor es quien da la sabiduría, y de su boca sale la discreción y la ciencia. PRV002007 Él guarda la vida de los buenos, y es el escudo de los que caminan en la inocencia; PRV002008 como que es el que defiende las sendas de los justos y dirige los pasos de los santos. PRV002009 Entonces entenderás tú la justicia, la rectitud y la equidad, y todos los buenos caminos. PRV002010 Si entrare la sabiduría en tu corazón y se complaciere tu alma en la ciencia, PRV002011 el buen consejo será tu salvaguardia y la prudencia te conservará, PRV002012 librándote de todo mal camino y de los hombres de lengua perversa, PRV002013 de aquellos que abandonan la senda recta y andan por veredas tenebrosas; PRV002014 que se gozan en el mal que han hecho, y hacen gala de su maldad; PRV002015 cuyos caminos son torcidos e infames todos sus pasos. PRV002016 Asimismo te librará de mujer ajena o adúltera; y de la extraña, que usa de palabras melosas; PRV002017 y que bandona al esposo que la guió en su juventud, PRV002018 y se olvida del contrato hecho en nombre de su Dios, por lo que su casa camina a la ruina, y se dirigen sus pasos hacia el infierno. PRV002019 Todos los que tratan con ella no volverán atrás, ni tornarán a la senda de la vida. PRV002020 Anda tú, pues, hijo mío, por el buen camino y no salgas del carril de los justos. PRV002021 Porque los buenos poseerán la tierra, y los inocentes permanecerán en ella. PRV002022 Mas los impíos serán exterminados de la tierra, y los malhechores arrancados de ella. PRV003001 Hijo mío, no te olvides de mi ley, y guarda en tu corazón mis mandamientos; PRV003002 porque ellos te colmarán de largos días, y de años de vida, y de paz. PRV003003 No se aparte de ti la misericordia y la verdad: ponlas como collar en tu garganta, y estámpalas en las telas de tu corazón, PRV003004 y hallarás gracia y buena opinión delante de Dios y de los hombres. PRV003005 Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu prudencia. PRV003006 En todas tus empresas tenle presente, y Él sea quien dirija todos tus pasos, PRV003007 No te tengas a ti mismo por sabio. Teme a Dios y huye del mal: PRV003008 de este modo gozará tu carne de salud robusta, y estarán llenos de jugo tus huesos. PRV003009 Honra al Señor con tu hacienda, y ofrécele las primicias de todos sus frutos. PRV003010 Con eso tus trojes se colmarán de granos, y rebosará el vino en tus lagares. PRV003011 No rehuses, hijo mío, la corrección del Señor; ni desmayes cuando Él te castigue. PRV003012 Porque el Señor castiga a los que ama, y en los cuales tiene puesto su afecto, como lo tiene un padre en sus hijos. PRV003013 Dichoso el hombre que ha adquirido la sabiduría, y es rico en prudencia: PRV003014 cuya adquisición vale más que la de la plata; y sus frutos son más preciosos que el oro acendrado. PRV003015 Es más aprecíable que todas las riquezas; y no pueden parangonarse con ellas las cosas de mayor estima. PRV003016 En su mano derecha trae la larga vida, y riquezas y la gloria en su izquierda. PRV003017 Sus caminos son caminos deliciosos, y llenas de paz todas sus sendas. PRV003018 Es el árbol de la vida para los que echaren mano de ella; y bienaventurado el que la tiene asida. PRV003019 Por la sabiduría fundó el Señor la tierra, y por medio de ella, o de la prudencia, estableció los cielos. PRV003020 Por su sabiduría brotan copiosas aguas los manantiales, y las nubes destilan el rocío. PRV003021 Hijo mío, nunca pierdas de vista estas cosas: observa la ley y mis consejos; PRV003022 que ellas serán la vida de tu alma y como un precioso collar para tu adorno. PRV003023 Entonces seguirás lleno de confianza tu camino, y no tropezará tu pie. PRV003024 Te acostarás sin zozobra: te echarás a dormir, y tu sueño será tranquilo. PRV003025 No receles ningún susto repentino, ni que venga sobre ti la desolación o violencia de los impíos; PRV003026 pues el Señor estará a tu lado, y guiará tus pasos, a fin de que no seas presa de ellos. PRV003027 No impidas el bien al que pueda hacerle: hazlo tú también, si puedes. PRV003028 No digas a tu amigo: Anda y vuelve: mañana te daré lo que pides, pudiendo dárselo luego. PRV003029 No maquines ningún mal contra tu amigo, puesto que él se fía de ti. PRV003030 No litigues sin razón contra el que no te ha hecho mal ninguno. PRV003031 No envidies al hombre injusto, ni imites sus procederes; PRV003032 porque todos los tramposos o perversos son abominados del Señor; el cual sólo conversa con los sencillos. PRV003033 El Señor introduce la miseria en la casa del impío; pero echará su bendición sobre las casas de los justos. PRV003034 Él se burlará de los burladores y dará su gracia a los humildes. PRV003035 La gloria será la herencia de los sabios; pero a los necios se les convertirá su exaltación en ignominia. PRV004001 Oíd, hijos míos, las instrucciones de un padre y estad atentos para aprender la prudencia. PRV004002 Yo quiero daros un rico don; no abandonéis mis preceptos. PRV004003 Porque también yo fui un hijo querido de mi padre, y amado tiernamente, como único, de mi madre, PRV004004 y él, instruyéndome, me decía: Reciba tu corazón mis palabras, observa mis preceptos, y vivirás feliz. PRV004005 Procura adquirir la sabiduría, veas de alcanzar la prudencia, y no te olvides ni apartes de las palabras de mi boca. PRV004006 No abandones la sabiduría, porque ella será tu protectora: ámala, y ella será tu salvación. PRV004007 El principio de la sabiduría es trabajar por adquirirla. Y así, a costa de cuanto posees, procura adquirir la prudencia; PRV004008 aplica todos tus esfuerzos para alcanzarla, y ella te ensalzará: te llenará de gloria cuando la estreches en tus brazos PRV004009 añadirá adornos graciosos a tu cabeza, y ceñirá tus sienes con esclarecida diadema. PRV004010 ¡Oh hijo mío!, escucha y recibe mis documentos, para que logres muchos años de vida: PRV004011 yo te mostraré el camino de la sabiduría, te guiaré por la senda de la justicia; PRV004012 y entrado que hayas en ella, no se verán tus pies en estrechuras, ni hallarás tropiezo alguno en su carrera. PRV004013 Mantente adicto a la instrucción: nunca la abandones; guárdala bien, pues ella es tu vida. PRV004014 No te aficiones a los caminos de los impíos; ni te agrade la senda de los malvados; PRV004015 huyela, no pongas el pie en ella; desvíate, y abandónala. PRV004016 Porque los impíos no duermen si antes no han hecho algún mal; y si primero no han causado la ruina de alguno, no pueden conciliar el sueño. PRV004017 Como de pan, se alimentan de la impiedad, y beben como vino la injusticia. PRV004018 La senda de los justos es como una luz brillante, que va en aumento y crece hasta el mediodía. PRV004019 Al contrario, el camino de los impíos está lleno de tinieblas: no advierten el precipicio en que van a caer. PRV004020 Escucha, hijo mío, mis razonamientos, y atiende a mis palabras; PRV004021 jamás las pierdas de vista; deposítalas en lo íntimo de tu corazón, PRV004022 porque son vida para los que las reciben y salud para todo hombre. PRV004023 Guarda tu corazón con toda vigilancia, porque de él mana la vida. PRV004024 Arroja de tu lengua la malignidad; y lejos esté de tus labios la detracción. PRV004025 Dirige tus ojos rectamente, y adelántese tu vista a los pasos que des. PRV004026 Examina la senda en que pones tus pies y serán firmes todos tus pasos. PRV004027 No tuerzas ni a la diestra ni a la siniestra; retira tu pie de todo mal paso; porque ama el señor los caminos que están a la derecha, pero los que caen a la siniestra son caminos de perdición. Mas él hará que sea recto tu camino y que avances felizmente en tu viaje. PRV005001 Atiende, hijo mío, a lo que te enseña mi sabiduría e inclina tus oídos a los documentos de mi prudencia, PRV005002 para que observes mis consejos y no se aparten de tus labios mis instrucciones. No te dejes llevar de las lisonjas de la mujer, PRV005003 porque los labios de la ramera son como un panal que destila miel, y son más suaves que el aceite sus palabras. PRV005004 Pero sus dejos son amargos como ajenjos, y penetrantes como espadas de dos filos. PRV005005 Sus pies se encaminan hacia la muerte, y sus pasos van a parar al infierno; PRV005006 andan descarriados; incierta e incomprensible es su conducta. PRV005007 Ahora, pues, hijo mío, escúchame y no te apartes de los documentos que te doy; PRV005008 huye lejos de ella; jamás te acerques a las puertas de su casa, PRV005009 a fin de que no entregues tu honra a gente extraña, ni tus floridos años a una cruel, PRV005010 a no ser que quieras que los extraños se enriquezcan con tus bienes, y que vaya a parar en casa de otro el fruto de tus sudores; PRV005011 por donde tengas al fin que gemir, cuando habrás consumido tus carnes y tu cuerpo, y hayas de decir: PRV005012 ¿Por qué detesté yo la corrección, y no se rindió mi corazón a las reprensiones, PRV005013 ni quise escuchar la voz de los que me amonestaban, ni la instrucción de mis maestros? PRV005014 En toda suerte de males o vicios me vi casi engolfado en medio de la congregación y del pueblo. PRV005015 Bebe, pues, el agua de tu aljibe, y de los manantiales de tu pozo. PRV005016 Rebosen por fuera tus manantiales y espárzanse tus aguas o tus hijos e hijas por las plazas. PRV005017 Sé tú solo el dueño de ellas, y no entren a la parte contigo los extraños. PRV005018 Bendita sea esa tu vena de aguas, y vive alegre y contento con la esposa que tomaste en tu juventud. PRV005019 Sea ella tus delicias, como hermosísima cierva y como gracioso cervatillo; sus cariños sean tu recreo en todo tiempo; busca siempre tu placer en su amor. PRV005020 ¿Por qué te dejas, hijo mío, embaucar de mujer ajena, y reposas en el regazo de la extraña? PRV005021 El Señor está mirando atentamente los caminos del hombre, y nota todos sus pasos. PRV005022 El impío será presa de sus mismas iniquidades, y quedará enredado en los lazos de su pecado. PRV005023 Al fin, él morirá infelizmente, porque desechó la amonestación; y se hallará engañado por el exceso de su locura. PRV006001 Hijo mío, si incautamente saliste por fiador de tu amigo, y has ligado tu mano con un extraño, PRV006002 tú te has enlazado mediante las palabras de tu boca, y ellas han sido el lazo en que has quedado preso. PRV006003 Haz, pues, hijo mío, lo que te digo y líbrate a ti mismo, ya que has caído en manos de tu prójimo; corre de una a otra parte; apresúrate, despierta a tu amigo. PRV006004 no concedas sueño a tus ojos, ni dejes que se cierren tus párpados; PRV006005 sálvate como el gamo que escapa de la trampa, y como el pájaro de las manos del cazador. PRV006006 Anda, ¡oh perezoso!, ve a la hormiga y considera su obrar, y aprende a ser sabio. PRV006007 Ella, sin tener guía, ni maestro, ni caudillo, PRV006008 se provee de alimento durante el verano, y recoge su comida al tiempo de la siega. PRV006009 ¿Hasta cuándo has de dormir tú, oh perezoso? ¿Cuándo despertarás de tu sueño? PRV006010 Tú dormirás un poquito, otro poquito dormitarás, otro cruzarás tus manos para dormir, PRV006011 y he aquí que vendrá sobre ti la indigencia como un salteador de camino, y la pobreza como un hombre armado. Al contrario, si fueres diligente, tus cosechas serán como un manantial y huirá lejos de ti la miseria. PRV006012 El hombre apóstata es un hombre perniciosísimo, no habla más que iniquidades; PRV006013 guiña los ojos, hace señas con el pie, habla con los dedos, PRV006014 maquina el mal en su depravado corazón y en todo tiempo siembra discordias. PRV006015 De repente le vendrá a éste su perdición, y súbitamente quedará hecho añicos, sin que tenga ya remedio. PRV006016 Seis son las cosas que abomina el Señor y otra además le es detestable. PRV006017 Los ojos altaneros, la lengua mentirosa, las manos que derraman la sangre inocente, PRV006018 el corazón que maquina perversos designios, los pies ligeros para correr al mal, PRV006019 el testigo falso que forja embustes, y el que siembra discordia entre hermanos. PRV006020 Observa, hijo mío, los preceptos de tu padre, y no abandones la ley o los documentos de tu madre. PRV006021 Tenlos siempre grabados en tu corazón, y sírvante como de collar precioso. PRV006022 Cuando caminares vayan contigo, guárdente cuando durmieres, y en despertando conversa con ellos, PRV006023 pues el mandamiento de tu padre es a manera de antorcha, y la ley como una luz, y la corrección que conserva a los jóvenes en la disciplina, es el camino de la vida; PRV006024 para que te libren de la mala mujer y del lenguaje zalamero de la extraña. PRV006025 No codicie tu corazón la hermosura de éstas, ni te cautiven sus miradas, PRV006026 porque el precio de la meretriz apenas es el precio de un pan; y esa mujer cautiva la preciosa alma del hombre. PRV006027 ¿Por ventura puede un hombre esconder el fuego en su seno sin que ardan sus vestidos? PRV006028 ¿O andar sobre las ascuas sin quemarse las plantas de los pies? PRV006029 Así, el que se llega a la mujer ajena, en tocándola quedará manchado. PRV006030 No es tan grande culpa el que uno hurte, pues que hurta para saciar su hambre. PRV006031 Con todo eso, si le cogen, lo pagará con las setenas, y tendrá que dar todos los haberes de su casa. PRV006032 Pero el adúltero acarrea con su insensatez la perdición de su alma; PRV006033 va acumulando para sí oprobios e ignominias y jamás se borrará su infamia, PRV006034 porque los celos y furor del marido no le perdonarán en hallando coyuntura de venganza; PRV006035 ni se aplacará por súplicas de nadie, ni aceptará en satisfacción dones por muchos que sean. PRV007001 Hijo mío, guarda mis consejos, y deposita en tu corazón mis preceptos. PRV007002 Observa, ¡oh hijo mío!, mis mandamientos, y vivirás; y guarda mi ley como las niñas de tus ojos. PRV007003 Póntela como sortija en tus dedos; escríbela en las telas de tu corazón. PRV007004 Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana: y llama amiga tuya a la prudencia, PRV007005 para que te defienda de la mujer extraña, y de la ajena, y de sus lisonjeras palabras. PRV007006 Pues estando yo observando desde la ventana de mi casa, por detrás de las celosías, PRV007007 vi a unos incautos mancebos; y fijé mis ojos en un joven sin seso PRV007008 que pasaba por la plaza junto a la esquina, y se paseaba por cerca de la casa de aquella mujer mala, PRV007009 allá entre dos luces, después de anochecido, en medio de las tinieblas; PRV007010 cuando he aquí que le sale al encuentro dicha mujer con atavíos de ramera, apercibida para cazar almas; habladora y callejera, PRV007011 incapaz de sosiego, cuyos pies no pueden parar en casa; PRV007012 y así se pone en acecho, ya fuera de la ciudad, ya en las plazas, ya en las esquinas. PRV007013 Esta mujer, pues, le echa sus brazos al incauto mozo, lo besa, y con semblante descarado, requebrándole, le dice: PRV007014 Había hecho voto de ofrecer víctimas pacíficas por tu salud; cabalmente hoy lo he cumplido; PRV007015 por cuyo motivo he salido a tu encuentro, ansiosa de verte, y al fin te hallo. PRV007016 Tengo tendida mi cama sobre cordones, la he cubierto con colchas recamadas de Egipto; PRV007017 he rociado mi alcoba con mirra, y óleo, y cinamomo; PRV007018 ven, pues, empapémonos en deleites, y gocemos de los amores tan deseados hasta que amanezca. PRV007019 Porque mi marido se halla ausente de casa, y ha ido a un viaje muy largo; PRV007020 un talego de dinero llevó consigo; piensa regresar a su casa para el día del plenilunio. PRV007021 De ese modo la mujer, a fuerza de requiebros, le mete en la red y le arrastra a su casa con caricias, PRV007022 Al punto la va siguiendo, como buey que llevan al matadero, y cual corderito que va retozando, y el mentecato no conoce que es conducido a una prisión, PRV007023 hasta que la saeta le traspasa las entrañas; como vuela el ave hacia las redes, así va él, sin advertir que corre a perder la vida. PRV007024 Ahora, pues, hijo mío, escúchame y atiende bien a lo que te digo. PRV007025 No dejes arrastrar tu corazón de sus atractivos, ni sigas seducido sus caminos; PRV007026 porque son muchos los que ella ha herido y derribado; y han muerto a sus manos los varones más fuertes. PRV007027 Su casa es el camino del infierno, camino que remata en la muerte más funesta. PRV008001 ¿Por ventura la sabiduría no está clamando, y no levanta su voz la prudencia? PRV008002 Puesta en pie en las más altas y elevadas cimas, en medio de las carreteras, en las encrucijadas de los caminos, PRV008003 junto a las puertas de la ciudad, en la misma entrada, da voces, diciendo: PRV008004 ¡Oh varones!, a vosotros es a quienes estoy continuamente clamando, y a vosotros todos, hijos de los hombres, dirijo mis palabras. PRV008005 Aprended, hombres incautos, la prudencia, y estadme atentos, vosotros necios. PRV008006 Escuchad, porque yo voy a hablar de cosas grandes, y van a abrirse mis labios para anunciar la justicia. PRV008007 Publicará mi boca la verdad que he estado meditando, y mis labios abominarán la impiedad. PRV008008 Justos son todos mis discursos; no hay en ellos cosa torcida ni perversa; PRV008009 son rectos para aquellos que tienen inteligencia, y fáciles para los que han hallado la ciencia. PRV008010 Recibid mis instrucciones, con mayor gusto que si recibieseis dinero; anteponed al oro la ciencia; PRV008011 puesto que vale más la sabiduría que todas las joyas preciosísimas, y nada de cuanto puede apetecerse es comparable con ella. PRV008012 Yo, la sabiduría, habito o presido en los buenos consejos, y me hallo presente en los sabios y discretos pensamientos. PRV008013 El temor del Señor aborrece el mal; yo detesto la arrogancia y la soberbia, todo proceder torcido y toda lengua dolosa. PRV008014 A mí me pertenece el don de consejo, y la equidad; mía es la prudencia, mía la fortaleza; PRV008015 por mí reinan los reyes, y decretan los legisladores leyes justas; PRV008016 por mí los príncipes mandan, y los jueces administran la justicia. PRV008017 Yo amo a los que me aman; y me hallarán los que madrugaren a buscarme. PRV008018 En mi mano están las riquezas y la gloria, la opulencia y la justicia. PRV008019 Pues más valen mis frutos que el oro y las piedras preciosas; y mis producciones que la más acendrada plata. PRV008020 Yo camino por las sendas de la justicia, por la carretera de la rectitud, PRV008021 a fin de enriquecer a los que me aman y henchir sus tesoros. PRV008022 El Señor me tuvo consigo al principio de sus obras, desde el principio, antes que criase cosa alguna. PRV008023 Desde la eternidad tengo yo el principado de todas las cosas, desde antes de los siglos, primero que fuese hecha la tierra. PRV008024 Todavía no existían los abismos o mares, y yo estaba ya concebida; aún no habían brotado las fuentes de las aguas, PRV008025 no estaba sentada la grandiosa mole de los montes, ni aun había collados, cuando yo había ya nacido; PRV008026 aún no había criado la tierra, ni los ríos, ni los ejes del mundo. PRV008027 Cuando extendía él los cielos estaba yo presente; cuando con ley fija encerraba los mares dentro de su ámbito, PRV008028 cuando establecía allá en lo alto las regiones etéreas y ponía en equilibrio los manantiales de las aguas, PRV008029 cuando circunscribía al mar en sus términos, e imponía ley a las aguas para que no traspasasen sus límites; PRV008030 con él estaba yo disponiendo todas las cosas; y eran mis diarios placeres el holgarme continuamente en su presencia, PRV008031 el holgarme en la creación del universo; siendo todas mis delicias el estar con los hijos de los hombres. PRV008032 Ahora, pues, ¡oh hijos!, escuchadme; Bienaventurados los que siguen mis caminos. PRV008033 Oíd mis documentos, y sed sabios, y no queráis desecharlos. PRV008034 Bienaventurado el hombre que me escucha, y que vela continuamente a las puertas de mi casa, y está de observación en los umbrales de ella. PRV008035 Quien me hallare hallará la vida, y alcanzará del Señor la salvación; PRV008036 mas quien pecare contra mí, dañará a su propia alma. Todos los que me aborrecen a mí, aman la muerte. PRV009001 La sabiduría se fabricó una casa o palacio, a cuyo fin labró siete columnas. PRV009002 Inmoló sus víctimas para el convite; compuso el vino, y preparó la mesa; PRV009003 envió sus criadas a convidar que viniesen al alcázar; y desde las murallas de la ciudad gritaba; PRV009004 Quien sea párvulo o sencillo, véngase a mí. Y a los que no tienen juicio les dijo: PRV009005 Venid a comer de mi pan y a beber el vino que os tengo preparado. PRV009006 Dejad las niñerías; y vivid y caminad por las sendas de la prudencia. PRV009007 El que instruye al mofador o impío, se acarrea ignominia; el que corrige al desalmado, se adquiere infamia. PRV009008 No quieras redargüir al mofador, para que no te aborrezca. Corrige al sabio, y te amará. PRV009009 Da al sabio ocasión de aprender, y crecerá en sabiduría; enseña al justo, y se apresurará a aprender. PRV009010 El principio de la sabiduría es el temor del Señor; y la ciencia de los santos es la verdadera prudencia. PRV009011 Porque por mí se multiplicarán tus días, y se te añadirán años de vida. PRV009012 Si fueres sabio, para tu provecho lo serás; mas si eres un mofador, tú solo pagarás la pena. PRV009013 Una mujer loca y vocinglera, y rebosando caricias, y que no sabe nada, PRV009014 se sentó en una silla a la puerta de su casa, se sentó en un lugar alto de la ciudad, PRV009015 para llamar a los que pasaban por la calle, a los que van en derechura por su camino, diciéndoles: PRV009016 El que es mozuelo o simple, tuerza hacia mí su paso; y al mentecato le dijo: PRV009017 Las aguas hurtadas o deleites prohibidos son más dulces, y el pan tomado a escondidas es más sabroso. PRV009018 Y no sabe el mentecato que allí con ella están los gigantes o demonios; y que sus convidados caen en lo más profundo del infierno. PRV010001 El hijo sabio es la alegría del padre; así como el necio es la aflicción de su madre. PRV010002 Nada aprovecharán los tesoros mal habidos; pero la justicia, en todas las acciones, librará de la muerte. PRV010003 El Señor no afligirá con hambre la persona del justo, y desbaratará las tramas de los impíos. PRV010004 La mano desidiosa produce la mendicidad; pero la mano activa acumula riquezas. Quien se apoya en mentiras, ese tal se alimenta de viento, y corre neciamente tras las aves que vuelan. PRV010005 El que recoge en tiempo de la siega, es hombre cuerdo; mas quien duerme y ronca en verano, es un insensato. PRV010006 La bendición del Señor descansa sobre la cabeza del justo; mientras la faz de los impíos está cubierta de maldad. PRV010007 La memoria de los justos será celebrada; pero el nombre de los impíos será abominable. PRV010008 El que es sabio de corazón, recibe bien los avisos: mas para el mantecato cada palabra es un azote. PRV010009 Quien anda con sencillez, anda seguro; pero el de proceder taimado, vendrá a ser descubierto. PRV010010 El que guiña el ojo, acarreará dolor; y el necio padecerá por sus habladurías. PRV010011 Vena de vida es la boca del justo; mas la boca de los impíos encierra la iniquidad. PRV010012 El odio mueve rencillas; pero la caridad cubre todas las faltas. PRV010013 En los labios del sabio se halla la sabiduría; y el azote en la espalda del que no tiene juicio. PRV010014 Ocultan su saber los sabios; mas la boca del necio cerca está de la confusión. PRV010015 El caudal le sirve al rico de plaza fuerte: a los pobres los llena de pavor o timidez su misma miseria. PRV010016 El justo trabaja para poder vivir; las ganancias del impío son para pecar. PRV010017 Quien recibe la corrección, va por el camino de la vida; quien no hace caso de ella, descarriado anda. PRV010018 Los sabios mentirosos disimulan la malevolencia: quien profiere contumelias es un insensato. PRV010019 En el mucho hablar no faltará pecado; mas quien sus labios refrena, es hombre muy prudente. PRV010020 Plata finísima es la lengua del justo; pero el corazón de los impíos no vale nada. PRV010021 Los labios del justo instruyen a muchísimos; mas los que no quieren recibir la instrucción, morirán en su ingnorancia. PRV010022 La bendición del Señor hace ricos a los hombres; sin que padezcan aflicción. PRV010023 El insensato comete los crímenes como jugando; mas la sabiduría del hombre está en su cordura. PRV010024 Le sobrevendrá al impío el mal que está temiendo: a los justos se les concederá lo que desean. PRV010025 Como el turbión que pasa, así desaparecerá el impío; pero el justo subsistirá como un fundamento que permanece eternamente. PRV010026 Como el agraz entorpece los dientes, y el humo los ojos, así es el perezoso para los que le envían. PRV010027 El temor del Señor alarga la vida: mas los años de los impíos serán acortados. PRV010028 La expectación de los justos parará en contento; pero la esperanza de los impíos parará en humo. PRV010029 El seguir la senda del Señor hace fuerte al justo; pero aquellos que obran mal están llenos de pavor. PRV010030 El justo jamás será conmovido; mas los impíos no durarán sobre la tierra. PRV010031 De la boca del justo manará sabiduría: la lengua de los malvados será cortada. PRV010032 Los labios del justo se emplean en hablar cosas agradables a Dios, y en hablar cosas perversas la boca de los impíos. PRV011001 La balanza falsa es abominable a los ojos del Señor; el peso cabal es lo que le agrada. PRV011002 Donde hay soberbia, allí habrá ignominia; mas donde hay humildad habrá sabiduría. PRV011003 La sencillez servirá como de guía a los justos; y la doblez acarreará a los pecadores su perdición. PRV011004 Nada servirán las riquezas en el día de la venganza: mas la justicia librará de la muerte. PRV011005 La justicia del hombre sencillo dirigirá sus pasos; y al impío le hará caer en el precipicio su impiedad. PRV011006 A los hombres buenos su justicia los salvará, pero los malos quedarán cogidos en sus mismos lazos. PRV011007 Muerto el impío, muere también su esperanza; y la expectación de los codiciosos parará en humo. PRV011008 El justo es libertado de la tribulación; y en su lugar será el impío atribulado. PRV011009 El hombre falso engaña con palabras a su amigo: mas los justos le librarán con el don de la ciencia. PRV011010 En la prosperidad de los justos se alegrará la ciudad; y la perdición de los impíos se celebrará con canciones. PRV011011 Por la bendición de los justos será ensalzada la ciudad; mas por la lengua de los impíos quedará arruinada. PRV011012 El que desprecia a su amigo, es de corazón menguado; pero el varón prudente callará sus defectos. PRV011013 El que va de mala fe, descubre los secretos; pero el corazón leal, calla lo que el amigo le confió. PRV011014 Por falta de gobierno se arruina el pueblo: donde abunda el consejo, allí hay prosperidad. PRV011015 Padecerá desastres el que sale incautamente por fiador de un extraño; pero el que no se enrede en fianzas vivirá tranquilo. PRV011016 La mujer de bellas prendas adquirirá gloria; y los hombres de valor obtendrán riquezas. PRV011017 El varón misericordioso se hace bien a sí propio, así como el hombre cruel hasta a sus próximos parientes desecha. PRV011018 El impío trabaja en vano: mas el que siembra obras de justicia, tiene segura la cosecha. PRV011019 La clemencia es camino para la vida; y la afición al mal, conduce a la muerte. PRV011020 Abominado es del Señor el corazón perverso; y se complace en aquellos que proceden con sinceridad. PRV011021 Aunque se esté mano sobre mano, no será inocente el hombre malvado; pero la descendencia de los justos será puesta a salvo. PRV011022 La belleza en una mujer fatua, es como sortija de oro en el hocico de un cerdo. PRV011023 Todo deseo de los justos se dirige al bien: los malos no anhelan sino el desfogar su furor. PRV011024 Unos reparten sus propios bienes, y se hacen más ricos; otros roban los ajenos, y están siempre en miseria. PRV011025 El alma benéfica será colmada de bienes; y será como embriagada de ellos la que a otros embriaga. PRV011026 Quien esconde los granos será maldito de los pueblos; mas la bendición descenderá sobre la cabeza de los que lo sacan al mercado. PRV011027 En buen hora madruga el que busca cómo hacer el bien; mas el que busca cómo hacer el mal, será del mal oprimido. PRV011028 Quien confía en sus riquezas, caerá por tierra: al paso que los justos florecerán como árbol de verdes ramas. PRV011029 Quien trae en desorden su propia casa, no poseerá más que aire; y el necio habrá de servir al sabio. PRV011030 El fruto del obrar del justo, es como del árbol de la vida; y aquel que gana almas para Dios es hombre sabio. PRV011031 Si el justo es castigado en la tierra por sus defectos, ¿cuánto más lo serán el impío y el pecador? PRV012001 Quien ama la corrección, ama la ciencía; mas el que aborrece las reprensiones, es un insensato. PRV012002 El hombre de bien alcanzará el favor del Señor; pero el que pone la confianza en sus propias ideas, obra como impío. PRV012003 No logrará el hombre consistencia por medio de la impiedad; mas la raíz de los justos permanecerá inmoble. PRV012004 Corona de su marido es la mujer hacendosa; así como es carcoma de sus huesos la de malas costumbres. PRV012005 Rectos y sinceros son los pensamientos de los justos: fraudulentos los consejos de los impíos. PRV012006 Las palabras de los impíos son asechanzas puestas a la vida de los prójimos; mas a estos los librará la boca de los justos. PRV012007 Da un vuelco a los impíos, y no quedará rastro de ellos; pero la casa de los justos será permanente. PRV012008 Por su doctrina se dará a conocer el hombre; pero el vano y sin cordura será objeto de desprecio. PRV012009 Más apreciable es un pobre que sabe ganarse su vida, que un fanfarrón que ni pan tiene que comer. PRV012010 El justo mira hasta por la vida de sus bestias; pero las entrañas de los impíos son crueles. PRV012011 El que labra su tierra, se saciará de pan: mas el que se entrega al ocio, es sumamente necio. El que pasa el tiempo saboreándose en el vino, deja estampada la infamia en su familia. PRV012012 El deseo del impío es que se hagan fuertes los hombres peores; más, con todo, la raíz de los justos irá retoñando cada vez más. PRV012013 Por los pecados de la lengua se acarrea el malo su ruina; pero el justo escapará de la angustia. PRV012014 El hombre será colmado debiene conforme fueren los frutos de su boca; y según las obras de sus manos será su galardón. PRV012015 Al necio se le figura acertado su proceder; pero el sabio toma los consejos de otro. PRV012016 Muestra luego su ira el fatuo; pero el varón circunspecto disimula la injuria. PRV012017 El que afirma lo que sabe, ése es fiel testigo; mas el que miente luego deja conocer que es un testigo fraudulento. PRV012018 Hay quien hace inconsideradamente una promesa; y al instante, como herido de una espada, se ve estimulado de su conciencia; mas la lengua de los sabios acarrea la salud y bienestar. PRV012019 La boca que habla verdad está siempre firme; pero el testigo inconsiderado zurce una jerga de mentiras. PRV012020 Lleno está de engaño el corazón de los que maquinan el mal; pero los que se ocupan en designio de paz, se bañarán en gozo. PRV012021 Ningún acontecimiento podrá contristar al justo: los impíos, al contrario, estarán llenos de pesadumbres. PRV012022 Abomina el Señor los labios mentirosos; los que obran fielmente, ésos le son gratos. PRV012023 El hombre cauto encubre lo que sabe; mas el corazón de los imprudentes descubre su necedad. PRV012024 La mano de los fuertes dominará; pero la mano perezosa será tributaria. PRV012025 Abate al hombre la melancolía del corazón; y con la buena conversación se alegrará. PRV012026 El que por amor del amigo no repara en sufrir algún daño, es hombre justo: mas a los impíos el proceder contrario los dejará burlados. PRV012027 No sacará ganancia el tramposo; al paso que el caudal del hombre de bien será oro precioso. PRV012028 En la senda de la justicia está la vida; mas el camino extraviado conduce a la muerte. PRV013001 El hijo sabio atiende la doctrina del padre: el perverso no hace caso de sus reprensiones. PRV013002 El hombre justo se saciará de los bienes que son fruto de sus labios; mas el alma de los prevaricadores saciarse ha de iniquidad. PRV013003 Quien guarda su boca guarda su alma; pero el inconsiderado en hablar sentirá los perjuicios. PRV013004 El perezoso quiere y no quiere; mas las personas laboriosas se llenarán de bienes. PRV013005 Detesta el justo la mentira o calumnia; mas el impío que infama, será infamado. PRV013006 La justicia protege los pasos del inocente; pero la impiedad suplanta al pecador. PRV013007 Hay quien hace de rico, no teniendo nada; y quien parece pobre, teniendo muchas riquezas. PRV013008 Con sus riquezas rescata el rico su propia vida; pero aquel que es pobre está exento de amenazas. PRV013009 La luz o prosperidad de los justos causa sólida alegría: pero la lámpara de los impíos se apagará. PRV013010 Entre los soberbios hay continuas reyertas; mas los que obran siempre con consejo, se gobiernan prudentemente. PRV013011 Los bienes que se adquieren muy aprisa, luego se menoscaban, así como van en aumento los que se juntan poco a poco a fuerza de trabajo. PRV013012 La esperanza qué se dilata, aflije el alma: pero es como árbol de vida el buen deseo que se cumple. PRV013013 Quien vitupera una cosa que manda la ley, se hace reo para en adelante; pero quien respeta el precepto, vivirá en paz. Las almas taimadas andan perdidas de pecado en pecado: mas los justos son benignos y ejercitan la misericordia. PRV013014 La ley del sabio es una fuente de vida para evitar la ruina de la muerte. PRV013015 La buena doctrina hará amable al hombre; pero aquellos que la desprecian hallan el precipicio en el camino que siguen. PRV013016 El hombre cuerdo todo lo hace con consejo; mas el insensato descubre su necedad. PRV013017 El enviado del impío carea en mil desastres; pero el mensajero fiel acarrea la salud a los pueblos. PRV013018 Miseria e ignominia experimentará el que huye la corrección: mas el que obedece a quien le corrige será coronado de gloria. PRV013019 El deseo, cuando se cumple, recrea el ánimo: detestan los necios a los que huyen del mal. PRV013020 Quien anda con sabios, sabio será; el amigo de los necios se asemeja a ellos. PRV013021 El mal persigue a los pecadores; pero los justos serán recompensados con bienes. PRV013022 El hombre de bien deja por herederos a sus propios hijos y nietos; mas la hacienda del pecador está reservada para el justo. PRV013023 En los barbechos que se heredan de los padres nacen abundantes frutos; pero por falta de juicio se recogen para otros. PRV013024 Quien escasea el castigo, quiere mal a su hijo: mas quien le ama le corrige continuamente. PRV013025 Come el justo, y satisface su apetito; pero el vientre de los impíos no se saciará. PRV014001 La mujer prudente edifica o realza su casa: la necia, aun la ya edificada la destruirá con sus manos. PRV014002 El que va por el camino derecho y teme a Dios, es despreciado por el que anda en malos pasos. PRV014003 En la boca del insensato está la vara o el castigo de su soberbia: mas a los sabios les sirve de guarda la modestia de sus labios. PRV014004 Donde faltan los bueyes para arar, están vacías las trojes y sin paja los pesebres: donde abundan las mieses, allí se ve claramente la fuerza y trabajo del buey. PRV014005 No miente el testigo fiel: el testigo falso no profiere más que mentiras. PRV014006 Busca el mofador la sabiduría, y no la encuentra: el hombre prudente se instruye fácilmente. PRV014007 Toma tú un rumbo opuesto al que sigue el insensato: no conoce éste los dictámenes de la prudencia. PRV014008 La sabiduría del varón prudente está en conocer bien su camino: la imprudencia de los insensatos anda descaminada. PRV014009 El necio se burlará o jugará con el pecado; mas la gracia morará entre los justos. PRV014010 El corazón de cada uno es el que siente la amargura de su alma; así como en sus placeres no tiene parte el extraño. PRV014011 La casa de los impíos será arrasada: al contrario, estará floreciente la morada de los justos. PRV014012 Un camino hay que al hombre le parece camino real y derecho; y no obstante le conduce a la muerte. PRV014013 Mezclada anda la risa con el llanto: el término del gozo es el dolor. PRV014014 El necio saciará sus pasiones; mas el hombre virtuoso lo pensará mejor que él. PRV014015 El hombre sencillo e inexperto cree cuanto le dicen; pero el hombre cauto mira dónde asienta su pie. Al hijo doloso nada le saldrá bien; pero el siervo prudente será afortunado en todo, y caminará felizmente. PRV014016 Teme el sabio y se desvía del mal; pero el insensato pasa adelante, y se presupone seguro. PRV014017 El hombre impaciente obra como loco; y el solapado se hará odioso. PRV014018 Los imprudentes tendrán por herencia la necedad; y los juiciosos la esperanza de la ciencia. PRV014019 A los pies de los buenos yacerán algún día los malos, y los impíos ante las puertas de los justos. PRV014020 El pobre es enojoso aun a sus mismos deudos; mas los ricos tienen muchos amigos. PRV014021 Peca quien a su prójimo menosprecia; pero el que del pobre se compadece, será bienaventurado. Quien cree en el Señor, ama la misericordia. PRV014022 Errados van los que obran el mal: la misericordia y la verdad son las que acarrean bienes. PRV014023 De toda ocupación se saca provecho; pero del mucho hablar, sólo miseria. PRV014024 Las riquezas les sirven a los sabios de corona: la sandez de los necios es imprudencia. PRV014025 El testigo fiel salva las vidas de los calumniados: el doloso profiere mentiras, y pierde a los hombres. PRV014026 En el temor del Señor se halla la firme esperanza: en ella vivirán sus hijos. PRV014027 El temor del Señor es una fuente de vida para librarse de la ruina de la muerte. PRV014028 En la muchedumbre de pueblo está la gloria de un rey: la escasez de gente es deshonor del príncipe. PRV014029 Quien es sufrido, se gobierna con mucha prudencia; pero el impaciente pone de manifiesto su necedad. PRV014030 El corazón sano da vida al cuerpo: mas la envidia es carcoma de los huesos. PRV014031 Quien insulta al necesitado, insulta a su Criador: así como le honra quien se compadece del pobre. PRV014032 Desechado de Dios será el impío por causa de su malicia: mas el justo aun en su muerte conserva la esperanza. PRV014033 La sabiduría reside en el corazón del hombre prudente, y ella iluminará a todo ignorante. PRV014034 La justicia es la que engrandece las naciones; pero el pecado hace desdichados los pueblos. PRV014035 El ministro entendido se gana la voluntad del rey; mas el inepto incurrirá en su enojo. PRV015001 La respuesta suave quebranta la ira: las palabras duras excitan el furor. PRV015002 La lengua de los sabios da lustre a la sabiduría: hierve en necedades la boca de los fatuos. PRV015003 En todo lugar están los ojos del Señor contemplando a los buenos y a los malos. PRV015004 La lengua pacífica es árbol de vida; pero la desenfrenada quebrantará el corazón. PRV015005 El necio se mofa de la amonestación de su padre: mas el que hace caso de la corrección se hará más avisado. Donde abunda la justicia, se halla suma fortaleza; pero los designios de los impíos serán arrancados de cuajo. PRV015006 La casa del justo está bien arraigada; pero en las ganancias del impío no hay más que inquietudes. PRV015007 Los labios de los sabios difundirán la sabiduría: no así el corazón de los necios. PRV015008 Detesta el Señor las victimas de los impíos: aplácanle los votos de los justos. PRV015009 Abominable es al Señor el proceder del impío; es amado de él aquel que sigue la justicia. PRV015010 Al que abandona el camino de la vida le es ingrata la enseñanza: quien aborrece la corrección, perecerá. PRV015011 El profundo infierno y lugar de perdición están patentes al Señor: ¿cuánto más los corazones de los hombres? PRV015012 El hombre corrompido no ama al que le corrige, ni va en busca de los sabios. PRV015013 El corazón contento hace rebosar la alegría en el semblante: con la tristeza del ánimo se abate el espíritu. PRV015014 El corazón del sabio procura ser instruido: la boca de los necios se alimenta de sandeces. PRV015015 Todos los días del pobre son trabajosos; mas la buena conciencia es como un banquete continuo. PRV015016 Más vale poquito con temor de Dios, que grandes riquezas, las cuales nunca sacian. PRV015017 Vale más ser convidado a comer unas verduras en la casa del que nos ama, que comer un ternero cebado en la del que nos odia. PRV015018 El hombre iracundo suscita riñas: el sufrido apacigua las que se han excitado. PRV015019 A los perezosos les parece el camino un vallado de espinas: los justos no hallan en él embarazo alguno. PRV015020 Es la alegría de su padre el hijo sabio: el necio vilipendia a su propia madre. PRV015021 El insensato halla placer en sus sandeces: mas el hombre prudente mide sus pasos. PRV015022 Donde falta el consejo, disípanse los proyectos; pero donde hay muchos consejeros adquieren firmeza. PRV015023 Aficiónase el hombre al dictamen que ya ha manifestado; mas aquella es óptima palabra que es la mas oportuna. PRV015024 El varón instruido se dirige hacia lo alto por la senda de la vida, a fin de desviarse del abismo del infierno. PRV015025 Derribará el Señor la casa de los soberbios, y mantendrá segura la heredad de la viuda. PRV015026 Abominables son al Señor los malos pensamientos: las palabras castas y decentísimas son las que Él aprueba. PRV015027 El que se deja llevar de la avaricia, mete el desorden en su casa: el que aborrece los sobornos, vivirá feliz. Mediante las obras de misericordia y la viva fe se purgan los pecados, y por medio del temor del Señor evitará todo hombre el mal. PRV015028 El justo pone todo su estudio en la obediencia: mas la boca de los impíos rebosa maldades. PRV015029 Lejos está el Señor de oír a los impíos; pero serán oídas las oraciones de los justos. PRV015030 Así como la luz de los ojos es la alegría del alma, así la buena reputación llena de jugo los huesos. PRV015031 El que escucha las reprensiones saludables, conversará entre los sabios. PRV015032 Quien desecha la instrucción, menosprecia su propia alma; pero el que se somete a las correcciones, se enseñorea de su corazón. PRV015033 El temor del Señor enseña la sabiduría; y a la gloria ha de preceder la humildad. PRV016001 Del hombre es preparar su alma; y del Señor el gobernar la lengua. PRV016002 Todas las acciones del hombre están patentes a la humana vista; mas el Señor pesa los espíritus o juzga los interiores. PRV016003 Dirige hacia el Señor tus obras, y tendrán buen éxito tus designios. PRV016004 Todas las cosas las ha hecho el Señor para gloria de sí mismo; y también al impío, al cual reserva para el día aciago. PRV016005 Es abominado del Señor todo arrogante: aunque parezca que nada hace, no es inocente. El principio o lo principal del buen camino consiste en practicar las obras de justicia; la cual es más agradable a Dios que el inmolar víctimas. PRV016006 Con la misericordia y la verdad se expía el pecado, y con el temor del Señor se evita el mal. PRV016007 Si fuere grato al Señor el proceder del hombre, aun a sus enemigos los reducirá a pedir la paz. PRV016008 Vale más poco con justicia, que muchos bienes con injusticia. PRV016009 El corazón del hombre forma sus designios; mas del Señor es el dirigir sus pasos. PRV016010 Las palabras del rey son como unos oráculos; y no errará su boca al pronunciar el juicio. PRV016011 Pesados están en fiel balanza los juicios del Señor; y todas sus obras son justas como las piedras que se llevan en el saquito para servir de pesas. PRV016012 Son abominables al rey los que obran injustamente: porque la justicia es el apoyo del trono. PRV016013 Son gratos al rey los labios que hablan siempre lo justo: amado será quien hable lo recto. PRV016014 La indignación del rey anuncio es de muerte; pero el varón sabio sabrá aplacarla. PRV016015 El semblante alegre del rey da la vida; y su clemencia es como la lluvia tan deseada del otoño. PRV016016 Procura adquirir la sabiduría, pues vale más que el oro; y poseer la prudencia, que es mejor que toda la plata. PRV016017 La senda de los justos está apartada del mal: no se desvía de ella quien guarda su alma. PRV016018 A la caída precede la soberbia, y antes de la ruina se remonta el espíritu. PRV016019 Mejor es ser humillado con los mansos o modestos, que repartir despojos con los soberbios. PRV016020 El inteligente en un negocio saldrá felizmente de él: mas el que espera en el Señor, siempre será dichoso. PRV016021 El que es sabio de corazón, será llamado prudente; y el que tiene dulzura en el hablar, conseguirá mayor fruto. PRV016022 Fuente de vida es la sabiduría para quien la posee; la doctrina de los necios es fatuidad. PRV016023 El corazón del sabio amaestrará su lengua, y añadirá gracias a sus labios PRV016024 Son un panal de miel las palabras elegantes, dulzura del alma y vigor de los huesos. PRV016025 Un camino hay que al hombre le parece recto; pero su paradero es la muerte. PRV016026 El hombre que trabaja, para sí trabaja; que a esto le fuerza su boca. PRV016027 El hombre desalmado cava hasta desenterrar el mal; y de sus labios sale el fuego de la discordia. PRV016028 Suscita pleitos el hombre perverso; y el chismoso siembra la discordia entre los príncipes. PRV016029 El hombre inicuo halaga a su amigo, y le guía por malos caminos. PRV016030 El que con ojos atónitos está maquinando maldades, mordiéndose los labios de puro furor, ejecuta el mal. PRV016031 Corona de gloria y de dignidad es la vejez del que ha seguido los caminos de la justicia. PRV016032 Mejor es el varón sufrido que el valiente; y quien domina sus pasiones, que un conquistador de ciudades. PRV016033 Métense en el cántaro las suertes: pero el Señor es quien dispone de ellas. PRV017001 Más vale bocado de pan seco, con paz y alegría, que una casa en que hay pendencias, aunque esté llena de víctimas, o viandas. PRV017002 El siervo que tiene juicio será el que gobernará los hijos necios de su amo, y repartirá entre los hermanos la herencia. PRV017003 Como la plata se prueba en la fragua y el oro en el crisol, así prueba el Señor los corazones con la tribulación. PRV017004 El malvado se deja llevar de las sugestiones de lenguas inicuas, y el embustero se atempera a los labios mentirosos. PRV017005 Quien menosprecia al pobre, insulta a su Criador; y el que se goza en la ruina de otro, no quedará impune. PRV017006 Corona son de los viejos los hijos de los hijos; y gloria de los hijos son sus padres. PRV017007 No le está bien al necio el lenguaje sentencioso: ni al príncipe unos labios mentirosos. PRV017008 Estimada es como perla la dádiva con ansia esperada; doquiera que el hombre ponga su mano, obrará con prudencia a fin de conseguirla. PRV017009 Quien oculta las faltas ajenas, se concilia amistades; el que las cuenta y repite, desune a los que están unidos. PRV017010 Más aprovecha una reprensión prudente, que cien azotes al insensato. PRV017011 El malvado anda siempre armando pendencias; pero el ángel cruel será enviado contra él para castigarle. PRV017012 Mejor es encontrarse con una osa a quien robaron los hijos, que con un fauto presumido en sus necedades. PRV017013 Quien retorna mal por bien, jamás verá su casa libre de desgracias. PRV017014 El que comienza la pendencia, es como el que suelta el dique de las aguas; y si es prudente, retírese de la querella antes de ser afrentado. PRV017015 Quien absuelve al impío y quien condena al justo, ambos son igualmente abominables a Dios. PRV017016 ¿Qué le aprovecha al necio tener riquezas, no pudiendo con ellas comprar la sabiduría? Quien levanta muy alta su casa busca su ruina; y el que rehusa aprender caerá en desdichas. PRV017017 Quien es amigo verdadero lo es en todo tiempo; y el hermano se conoce en los trances apurados. PRV017018 El hombre necio palmotea y hace gala de haber salido por fiador de su amigo. PRV017019 Amigo es de discordias el que hace nacer pleitos. Busca la ruina quien alza demasiado su portada. PRV017020 Quien es de corazón perverso, nunca lo pasará bien; y experimentará desastres aquel que es doble de lengua. PRV017021 Nacido parece el necio para ignominia suya: ni aun el mismo padre hallará gozo en el hijo fatuo. PRV017022 El ánimo alegre mantiene la edad florida: deseca los huesos la tristeza de espíritu. PRV017023 El impío recibe regalos ocultamente, para pervertir los trámites de la justicia. PRV017024 En el rostro del varón prudente brilla la sabiduría; los ojos de los insensatos vagan por los cabos de la tierra. PRV017025 El hijo insensato es la indignación del padre, y la amargura de la madre que le engendró. PRV017026 Cosa mala es ofender al justo y dañar al príncipe o juez que hace justicia. PRV017027 El varón sabio y prudente mide sus palabras; y el hombre entendido es de ánimo reservado. PRV017028 Aun el ignorante si calla, será reputado por sabio; y pasará por entendido si no despliega sus labios. PRV018001 El que anda buscando pretextos para separarse del amigo, será cubierto de oprobio en todo tiempo. PRV018002 El insensato no recibe los avisos de la prudencia, si no se le habla al gusto de su corazón. PRV018003 De nada hace ya caso el impío cuando ha caído en el abismo de los pecados; pero se cubre de ignominia y de oprobio. PRV018004 Son como una agua profunda e inagotable las palabras que salen de la boca del varón sabio; y esta fuente de la sabiduría es un caudaloso torrente. PRV018005 Cosa mala es tener miramientos a la persona del impío, para torcer la rectitud del juicio. PRV018006 Mézclanse en las reyertas los labios del necio; y su boca provoca a contiendas. PRV018007 Al tonto la boca es lo que le pierde; y sus labios son la ruina suya. PRV018008 Las palabras del hombre doble parecen sencillas: mas ellas penetran hasta lo más íntimo de las entrañas. El temor abate al perezoso; y las almas de los afeminados hambrearán. PRV018009 Quien es flojo y desmadejado, en sus labores, hermano es del que disipa sus bienes. PRV018010 Es el nombre del Señor una torre fortísima; a Él se acoge el varón justo, y será ensalzado. PRV018011 El caudal es para el rico como una plaza fuerte, y como un muro firme que le rodea. PRV018012 Engríese el corazón del hombre antes de ser abatido; y humíllase antes de ser glorificado. PRV018013 Quien responde antes de oír, muestra ser un insensato y digno de confusión. PRV018014 El espíritu o vigor del hombre sostiene su flaqueza; pero, ¿quién podrá aguantar un ánimo fácil de irritarse? PRV018015 El corazón del varón prudente adquiere la ciencia: buscan la instrucción los oídos de los sabios. PRV018016 Las dádivas le allanan al hombre el camino para conseguir sus intentos, y hácenle lugar para presentarse a los príncipes. PRV018017 El justo es el primero en acusarse a sí mismo; viene después su amigo, y le sondea. PRV018018 La suerte acaba las contiendas, y las decide aun entre los poderosos. PRV018019 El hermano que es ayudado de su hermano, es corno una plaza fuerte; y los juicios rectos son como los cerrojos de las ciudades. PRV018020 El vientre del hombre se henchirá de los frutos de su boca; y saciarse ha del producto de sus labios. PRV018021 La muerte y la vida están en poder de la lengua: los que tendrán cuenta de ella comerán de sus frutos. PRV018022 Quien halla una mujer buena, ha hallado un gran bien, y recibió del Señor un manantial de alegría. Echa de su casa el bien quien repudia la mujer virtuosa; mas el que retiene a la adúltera, es un insensato e impío. PRV018023 Habla el pobre suplicante, el rico responde ásperamente. PRV018024 El hombre amable en el trato será más estimado que un hermano. PRV019001 Más apreciable es el pobre que procede con sencillez, que el rico de labios perversos e insensato. PRV019002 Donde no hay prudencia, que es la ciencia del alma, no hay nada bueno; y quién anda precipitado, tropezará. PRV019003 La imprudencia del hombre es la que le empuja hacia el precipicio; y en su corazón se irrita contra Dios. PRV019004 Las riquezas aumentan mucho el número de los amigos; pero del pobre se retiran aun los que tuvo. PRV019005 No quedará impune el testigo falso, y no escapará del castigo quien habla la mentira. PRV019006 Son siempre muchos los que hacen la corte al poderoso, y los que son amigos de quien distribuye dones. PRV019007 Aborrecen al pobre sus mismos hermanos; y hasta los amigos se van alejando de él. Nunca tendrá nada quien sólo busca palabras; PRV019008 mas el varón cuerdo y sensato, ése ama su alma; y quien conserva la prudencia, logrará abundancia de bienes. PRV019009 El testigo falso no quedará sin castigo, y perecerá el que habla la mentira. PRV019010 No corresponden al insensato las delicias; ni al siervo el mandar a los príncipes. PRV019011 La doctrina del hombre se conoce por la paciencia, y su gloria es no hacer caso de las injurias. PRV019012 Como el rugido del león, tal es la ira del rey; mas su rostro placentero es cual rocío que desciende sobre la yerba. PRV019013 Dolor es del padre un hijo insensato; y la mujer rencillosa es como un tejado en continuas goteras. PRV019014 Casa y riquezas se heredan de los padres; mas la mujer prudente la da sólo el Señor. PRV019015 La pereza hace venir el sueño; y el alma negligente padecerá hambre. PRV019016 Quien observa los mandamientos de Dios, guarda su vida; pero quien descuida de su obligación, corre peligro de muerte. PRV019017 Quien se compadece del pobre, da prestado al Señor, y éste se lo pagará con ganancias. PRV019018 Corrige a tu hijo: no pierdas las esperanzas; pero no llegue tu severidad hasta ocasionarle la muerte. PRV019019 Quien es impaciente lo pasará mal; y si se usa de violencias, añadirá nuevos males. PRV019020 Escucha el consejo y recibe la corrección, para que seas sabio en tu edad postrera. PRV019021 Muchos pensamientos se forjan en el corazón del hombre; pero la voluntad del Señor es siempre la que se cumple. PRV019022 El hombre necesitado es compasivo, y así mejor es ser pobre que mentiroso. PRV019023 El temor del Señor conduce a la vida, y el justo nadará en abundancia libre de todo mal. PRV019024 Mete el perezoso su mano debajo del sobaco, sin querer tomarse el trabajo de llevarla hasta la boca. PRV019025 Azotado el hombre impío o escandaloso, el necio será más cuerdo; mas si corriges al varón sabio, luego se aprovechará éste del aviso. PRV019026 Infame es y desventurado aquel que da pesadumbres a su padre, y echa de sí o de casa a la madre. PRV019027 No te canses, hijo mío, de escuchar las advertencias, ni quieras ignorar las máximas juiciosas. PRV019028 Mofase de la justicia el testigo falso, y la boca de los impíos se traga la iniquidad. PRV019029 Pero aparejados están los terribles juicios de Dios para castigar a los mofadores, y los mazos para machacar los cuerpos de los insensatos. PRV020001 Lujuriosa cosa es el vino, y llena está de desórdenes la embriaguez: no será sabio quien a ella se entrega. PRV020002 Como el rugido del león, así infunde terror la ira del rey; peca contra su propia vida quien le irrita. PRV020003 Es honor del hombre el huir de contiendas; pero todos los necios se mezclan en los altercados. PRV020004 No quiso arar el perezoso por miedo del frío; mendigará, pues, en el verano, y no le darán nada. PRV020005 Como las aguas profundas, así son los designios en el corazón de un hombre; mas el varón sabio los llegará a conocer. PRV020006 Muchos son los hombres llamados misericordiosos; mas un hombre fiel, ¿quién le hallará? PRV020007 El justo que procede con sencillez, dejará después de sí hijos dichosos. PRV020008 El rey sentado en el trono, donde administra justicia, con una sola mirada disipa toda maldad. PRV020009 ¿Quién es el que decir pueda: Mi corazón está limpio, puro soy de todo pecado?. PRV020010 Un peso y medida para dar, y otro peso y medida para recibir, son dos cosas que Dios abomina. PRV020011 De las inclinaciones del niño se deduce si sus obras serán puras y rectas. PRV020012 El oído que escucha y el ojo que mira obras son del Señor. PRV020013 No seas amigo del sueño, para que no te veas oprimido de la indigencia: abre tus ojos, desvélate, y te sobrará pan. PRV020014 Esto es malo, esto no vale nada, dice todo comprador; y después de haberse llevado la cosa, entonces se gloria de la compra. PRV020015 Es cosa apreciable el oro, y la abundancia de pedrerías; mas la alhaja preciosa es la boca del sabio. PRV020016 Tómate el vestido de aquel que salió por fiador de un extraño, y llévate de su casa alguna prenda por la deuda del extranjero. PRV020017 A primera vista grato es al hombre el pan de mentira; mas en hincando el diente, se llena la boca de arena, o de chinitas. PRV020018 Corrobóranse las empresas con los consejos; y las guerras se han de dirigir con la prudencia. PRV020019 No te familiarices con el hombre que revela los secretos, y que es solapado, y hace grandes ofertas. PRV020020 A aquel que maldice a su padre o a su madre, apagársele ha la candela en medio de las tinieblas. PRV020021 El patrimonio adquirido desde el principio malamente y aprisa, al fin carecerá de bendición. PRV020022 No digas: Yo me vengaré; sino espera en el Señor, y Él te librará. PRV020023 Abominables son al Señor las pesas falsas; malísima cosa es la balanza infiel. PRV020024 El Señor sólo es quien dirige los pasos de los hombres; y ¿qué hombre hay que pueda por si conocer el camino que debe llevar? PRV020025 Es la ruina del hombre devorar los santos, o hurtar los bienes de los santos, y después ofrecer éstos para votos a Dios. PRV020026 El rey sabio disipa los impíos, y levanta encima de ellos un arco triunfal. PRV020027 El espíritu del hombre es una antorcha divina que penetra todos los secretos del corazón. PRV020028 La misericordia y la justicia guardan al rey; y hace estable su trono la clemencia. PRV020029 Es la gala de los mozos su fortaleza; y son las canas la dignidad de los ancianos. PRV020030 Púrganse los males por las heridas y con incisiones que penetran hasta las entrañas. PRV021001 El corazón del rey está en la mano de Dios, como el agua que se reparte desde un depósito: Él le inclinará hacia cualquier parte que le pluguiere. PRV021002 Parécenle rectos al hombre todos sus procederes; pero el Señor examina los corazones. PRV021003 El ejercitar la misericordia y la justicia, place más al Señor que las víctimas. PRV021004 La altanería de los ojos es efecto de la hinchazón del corazón; el esplendor de los impíos es el fruto del pecado. PRV021005 Los pensamientos del hombre activo y diligente siempre traen la abundancia; pero todos los perezosos viven siempre en miseria. PRV021006 Quien allega tesoros a fuerza de mentir con su lengua es un tonto e insensato, y caerá en los lazos de la muerte. PRV021007 Las rapiñas de los impíos serán su ruina, por no haber querido obrar según justicia. PRV021008 El proceder del hombre perverso es desordenado; mas si el hombre es puro o recto, es también recto su proceder. PRV021009 Mejor es vivir al descubierto en un rincón del terrado, que dentro de la misma casa con una mujer rencillosa. PRV021010 Desea el mal el alma del impío; no tendrá compasión de su prójimo. PRV021011 Castigado el escandaloso, el párvulo o simple se hará más avisado; y si se arrimare al sabio, aprenderá la ciencia. PRV021012 Pónese el justo a discurrir acerca de la casa del impío, para ver cómo podrá retraer del mal a los pecadores. PRV021013 Quien cierra sus oídos al clamor del pobre, clamará también, y no será oído. PRV021014 La dádiva secreta calma los enojos; y el don, metido oportunamente en el seno de otro, aplaca la mayor cólera. PRV021015 Halla su gozo el justo en practicar la virtud; pero los que obran la iniquidad, están en continuo susto. PRV021016 El hombre que se desviare del camino de la doctrina, irá a morar con los gigantes o condenados. PRV021017 Quien gusta de dar banquetes, parará en mendigo; no será jamás rico el aficionado al vino y a los manjares regalados. PRV021018 El impío es entregado en expiación del justo; y el hombre perverso en lugar de los buenos. PRV021019 Más vale morar en un desierto, que con una mujer rencillosa y colérica. PRV021020 Hay en la casa del justo un tesoro inestimable y pingüe; pero el hombre sin juicio lo disipará todo. PRV021021 El que ejercita la justicia y la misericordia, hallará vida, justicia y gloria. PRV021022 El varón sabio se ha hecho dueño de una ciudad llena de guerreros, y ha destruido las fuerzas en que ella confiaba. PRV021023 Guarda de angustias su alma el que guarda su boca y lengua. PRV021024 El soberbio y presumido es verdaderamente tonto; pues, arrebatado de la cólera, comete mil insolencias. PRV021025 Los deseos consumen al perezoso: pues sus manos no quieren trabajar poco ni mucho. PRV021026 Todo el día se le va en apetitos y antojos; el justo, empero, da a los otros, y no está nunca sin obrar. PRV021027 Abominables son las víctimas de los impíos, pues son frutos de iniquidad. PRV021028 El testigo falso perecerá, el hombre obediente a. la ley cantará la victoria sobre su calumniador. PRV021029 El impío descarado no desiste jamás de su intento; pero el hombre de bien corrige sus extravíos. PRV021030 Contra el Señor no hay sabiduría, no hay prudencia, no hay consuelo que valga PRV021031 Aparéjanse los caballos para el día déla batalla; mas quien da la victoria es el Señor. PRV022001 Vale más el buen nombre que muchas riquezas; la buena reputación es más estimable que el oro y la plata. PRV022002 Se encontraron y se necesitaron mutuamente el rico y el pobre; a entrambos los ha criado el Señor. PRV022003 El varón prudente vio venir el mal, y se precavió; el simple o incauto tiró adelante, y tuvo que padecer. PRV022004 El fruto de la humildad es el temor de Dios, las riquezas, la gloria y la vida. PRV022005 Armas y espadas hay en el camino del hombre perverso; mas el que guarda su alma se alejará de ellas. PRV022006 Dice el proverbio; La senda por la cual comenzó el joven a andar desde el principio, esa misma seguirá también cuando viejo. PRV022007 El rico manda al pobre; y quien toma prestado se hace siervo de aquel que le presta. PRV022008 Males segará quien siembre maldades; y será destrozado con la misma vara de su furor. PRV022009 Quien es compasivo, será bendito; porque ha partido su pan con los pobres. Quien es dadivoso conseguirá victorias y honores; pues arrebata el corazón de los que reciben. PRV022010 Echa fuera al mofador impío; y saldrán las discordias, y cesarán los pleitos y contumelias. PRV022011 Quien ama la candidez del corazón, gozará la amistad del rey por causa de su hablar dulce y agradable. PRV022012 Los ojos del Señor están custodiando a los sabios; mas los discursos de los malos van por el suelo. PRV022013 Dice el perezoso: Fuera hay un león; y si salgo seré muerto en medio de la calle. PRV022014 La boca de la adúltera, cuando halaga, es una profunda fosa, en la cual caerá aquel que tiene merecida la ira del Señor. PRV022015 Pegada está la necedad al corazón del muchacho; mas la vara del castigo la arrojará fuera. PRV022016 Quien oprime al pobre a trueque de acrecentar sus riquezas, tendrá que cederlas a otro más rico, y vendrá a quedar miserable. PRV022017 Presta atento oído, y escucha las palabras de los sabios; aplica tu corazón a mis instrucciones; PRV022018 las cuales te serán dulces y amables en depositándolas en tu pecho, de donde rebosarán por tus labios; PRV022019 y pon en el Señor tu confianza, porque para eso te las he enseñado hoy. PRV022020 Ya ves que de tres maneras te dejo expuesta mi doctrina, con muchas reflexiones y sentencias; PRV022021 para hacerte conocer su certidumbre, y las razones verdaderas con que puedas responder a los que te han enviado. PRV022022 No uses de prepotencia con el pobre, por lo mismo que es pobre; ni atropelles en juicio al deudor que nada tiene; PRV022023 porque el Señor le hará justicia, y traspasará a los que traspasaron el alma de aquel pobre. PRV022024 No tengas amistad con el hombre iracundo, ni te acompañes con el furioso; PRV022025 no sea que imites sus procederes, y des a tu alma ocasión de ruina. PRV022026 No te asocies con aquellos que contraen obligaciones alargando su mano, ofreciéndose por fiadores de deudas; PRV022027 porque si no tienes con qué pagar, ¿a qué fin exponerte a que te lleven la cubierta de tu cama? PRV022028 No traspases los términos antiguos que pusieron tus padres. PRV022029 ¿Viste algún hombre puntual y expedito en sus negocios? Ése tendrá cabida con los reyes, y no quedará entre la plebe. PRV023001 Cuando te sentares a comer con un príncipe, repara con atención lo que te ponen delante; PRV023002 y si es que dominas tu apetito, aplica el cuchillo como para tapar tu garganta; PRV023003 no apetezcas sus exquisitas viandas, pues son un manjar engañoso. PRV023004 No te afanes por enriquecerte; antes bien, pon coto a tu industria. PRV023005 No pongas tus ojos en las riquezas que no puedes adquirir; porque ellas tomarán alas como de águila, y se irán volando por el aire. PRV023006 No vayas a comer con el hombre envidioso, ni desees su mesa; PRV023007 puesto que, a manera de adivino y astrólogo, está calculando lo que aún no sabe que le gastarás. Come y bebe, te dirá él, mas su corazón no está contigo. PRV023008 Vomitarás cuanto comiste, y habrás desperdiciado tu amena conversación. PRV023009 No te metas a discurrir en presencia de los necios; porque despreciarán tus juiciosos razonamientos. PRV023010 No mudes los cotos o mojones de los menores de edad; ni te metas en la herencia de los huérfanos; PRV023011 porque es su curador el Todopoderoso, y defenderá contra ti la causa de ellos. PRV023012 Apliqúese tu corazón a la doctrina, y tus oídos a las máximas de la sabiduría. PRV023013 No escasees la corrección al muchacho; pues aunque le des algún castigo, no morirá. PRV023014 Aplícale la vara del castigo, y librarás su alma del infierno. PRV023015 Hijo mío, si tu alma poseyere la sabiduría, mi corazón se regocijará con el tuyo; PRV023016 y saltarán de júbilo mis entrañas cuando proferirán tus labios razonamientos rectos. PRV023017 No envidie tu corazón a los pecadores; sino mantente siempre firme en el temor del Señor, PRV023018 con lo que al fin lograrás cuanto esperas; no quedarán burladas tus esperanzas. PRV023019 Escucha, ¡oh hijo mío!, y serás sabio, y enderezarás tu corazón por el camino recto. PRV023020 No asistas a los convites de los beodos, ni a las comilonas de aquellos que contribuyen a escote para los banquetes; PRV023021 porque con la frecuencia de beber y de pagar escotes vendrán a arruinarse, y su soñolienta desidia los reducirá a ser unos andrajosos. PRV023022 Escucha a tu padre que te dio la vida, y no desprecies a tu madre cuando se hallare en la vejez. PRV023023 Procura adquirir a toda costa la verdad, y nunca te desprendas de la sabiduría, de la doctrina, ni de la inteligencia. PRV023024 Salta de júbilo el padre del justo; quien engendró un hijo sabio, hallará en él su consuelo. PRV023025 Tengan este gozo tu padre y tu madre, y salte de placer la que te engendró. PRV023026 Dame, ¡oh hijo mío!, tu corazón, y fija tus ojos en mis caminos; PRV023027 visto que la ramera es una sima profunda, y un estrecho pozo la adúltera. PRV023028 Ella acecha en el camino, como un salteador, y a cuantos incautos pasan les quita la vida. PRV023029 ¿Para quién son los ayes? ¿Para qué padre son las desdichas? ¿Contra quién serán las riñas? ¿Para quién los precipicios? ¿Para quién las heridas sin motivo alguno? ¿Quién trae los ojos encendidos? PRV023030 ¿No son éstos los dados al vino, y los que hallan sus delicias en apurar copas? PRV023031 No mires al vino cuando bermejea; cuando resalta su color en el vidrio; él entra suavemente; PRV023032 mas a la postre muerde como culebra, y esparce veneno como el basilisco. PRV023033 Se irán después tus ojos tras de la mujer de otro, y prorrumpirá tu corazón en palabras perversas, PRV023034 Y vendrás a ser como el que está dormido en medio del borrascoso mar, y como el piloto soñoliento que ha perdido el timón; PRV023035 y al cabo dirás: Me han azotado; pero no me han dolido los azotes; arrastráronme, mas yo nada he sentido; ¿cuándo quedaré despejado para volver a beber? PRV024001 No envidies a los hombres malos, ni desees estar en su compañía; PRV024002 porque su ánimo está meditando robos, y hablando embustes sus labios. PRV024003 Con la sabiduría se edificará la casa, y se consolidará con la prudencia. PRV024004 Por medio de la ciencia se henchirán las recámaras de toda suerte de bienes y preciosidades. PRV024005 El varón sabio está llenode fortaleza, y es esforzado y vigoroso el ánimo del que tiene ciencia: PRV024006 puesto que la guerra se dirige con el buen orden y disciplina, y donde hay muchos y sabios consejeros allí habrá prosperidad. PRV024007 Ardua cosa es para el insensato la sabiduría; no abrirá él su boca en público o en los tribunales. PRV024008 Insensato será quien se propone el hacer mal. PRV024009 Peca el necio hasta en lo que piensa; abominado es de los hombres todo hombre detractor. PRV024010 Si en tiempo de la adversidad desmayares, perdiendo la esperanza, descaecerá tu fuerza. PRV024011 Procura salvar a los justos que son condenados a muerte, y haz lo posible por librar a los inocentes que van a ser arrastrados al suplicio. PRV024012 Si dijeres: No alcanzan a ello mis fuerzas: sábete que Aquel que ve los corazones, lo conoce; y nada se le pasa por alto al Salvador de tu alma, el cual ha de remunerar al hombre según sus obras. PRV024013 Come, hijo mío, la miel, que es cosa buena; gusta el panal, pues será dulcísimo a tu paladar. PRV024014 Tal será también para tu alma la doctrina de la sabiduría, con cuya adquisición tendrás esperanza en los últimos días, y esperanza que no será frustrada. PRV024015 No andes acechando, ni buscando delitos en casa del justo, no perturbes su reposo; PRV024016 porque siete veces caerá el justo, y siempre volverá a levantarse; al contrario, los impíos se despeñarán más y más en el mal. PRV024017 No te alegres de la caída de tu enemigo, ni se regocije tu corazón en su ruina; PRV024018 para que el Señor, que lo está viendo, no se ofenda, y aparte de él y traslade a tí su enojo. PRV024019 No porfíes con los malvados, ni tengas envidia de los impíos; PRV024020 porque los malos no tienen esperanza alguna para lo venidero; y la lámpara o el esplendor de los impíos se apagará. PRV024021 Teme, hijo mío, al Señor y al rey; y no te acompañes con los detractores; PRV024022 porque de repente se desplomará sobre ellos la perdición. ¿Y quién sabe los suplicios que padecerán? PRV024023 También estas cosas pertenecen a los sabios: Es cosa mala, cuando se juzga, el tener miramiento a personas. PRV024024 Aquellos jueces que dicen al malvado: Tú eres justo; serán malditos de los pueblos, y detestados de todas las tribus; PRV024025 al contrario, los que le condenan, serán alabados y colmados de bendiciones. PRV024026 El que responde conforme a lo recto y justo, es como quien da al amigo un beso en la boca. PRV024027 Arregla tus labores de afuera, y cultiva con esmero tu campo, para poder después formar tu casa. PRV024028 No seas, sin motivo, testigo contra tu prójimo; ni adules a nadie con tu hablar. PRV024029 Tampoco digas: Como él me trató a mí, así le trataré yo a él; pagaré a cada uno según sus obras. PRV024030 Pasé por el campo de un perezoso, y por la viña de un tonto; PRV024031 y vi que todo estaba lleno de ortigas, y la superficie cubierta de espinas, y arruinada la cerca de piedras, PRV024032 A vista de esto, entré dentro de mí, y con este ejemplo aprendí a gobernarme. PRV024033 Duerme poco, dije, no bosteces mucho, estáte poco tiempo parado con las manos cruzadas; PRV024034 porque te alcanzará como una posta la indigencia; y la mendiguez como un salteador armado. PRV025001 También son de Salomón estas parábolas siguientes, que copiaron los varones encargados de Ezequías, rey de Judá. PRV025002 Gloria es de Dios el cubrir con un velo su palabra; y gloria es de los reyes el investigar el sentido de ella. PRV025003 Como la altura del cielo y la profundidad de la tierra, así es difícil de penetrar el corazón de los reyes. PRV025004 Quita la escoria a la plata, y saldrá purísima la alhaja; PRV025005 quita los impíos de la presencia del rey, y se afirmará su trono sobre la justicia. PRV025006 No hagas del grande delante del rey, ni te sientes en el lugar de los magnates; PRV025007 porque más vale que te digan: Sube más arriba, que no el que seas humillado en presencia del príncipe. PRV025008 No corras luego a contar, con motivo de alguna riña, lo que han visto tus ojos; no sea que después de haber infamado a tu amigo, no puedas remediarlo. PRV025009 Tus cosas trátalas con tu amigo, y no descubras tus secretos a un extraño; PRV025010 no sea que éste después de haberlos sabido te insulte, y no cese de sonrojarte. El favor y la amistad libertan al hombre; procura conservar uno y otro para no caer en desprecio. PRV025011 Como manzanas de oro en lecho o canastillo de plata, así es la palabra dicha a su debido tiempo. PRV025012 La reprensión dada al sabio, y al hombre de dócil oído, es un zarcillo de oro y perla reluciente. PRV025013 Como la frescura de la nieve en tiempo de la siega, así el mensajero fiel refrigera el alma de aquel que le envió. PRV025014 Nubes de viento, que no traen lluvia, es el hombre fanfarrón que no cumple sus promesas. PRV025015 Con la paciencia se aplacará el príncipe, y la lengua blanda quebrantará la dureza de un peñasco. PRV025016 ¿Hallaste miel? Come lo que te baste, y no más; no sea que harto de ella tengas que vomitarla. PRV025017 No frecuentes demasiado la casa de tu vecino, si no quieres que harto de ti te cobre aversión. PRV025018 El hombre que atestigua falsamente contra su prójimo, es un rejón, un estoque, una aguda saeta. PRV025019 El que confía en un hombre pérfido en el día de la tribulación, es un diente podrido, una pierna rota, PRV025020 o como el que pierde su capa cuando hace frío. El cantar letrillas a un corazón afligido o melancólico, es echar vinagre en el nitro; como la polilla al vestido, y la carcoma al madero; así la melancolía daña al corazón del hombre. PRV025021 Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber; PRV025022 que con eso amontonarás ascuas sobre su cabeza, y el Señor te recompensará. PRV025023 El viento norte disipa las lluvias, y un semblante severo reprime la lengua murmuradora. PRV025024 Mejor es habitar en un ángulo del terrado, que vivir en una misma casa con una mujer rencillosa. PRV025025 Es como agua fresca para el sediento una buena nueva que viene de lejos. PRV025026 El justo que cae, viéndolo el impío, es una fuente enturbiada con los pies, y un manantial corrompido. PRV025027 Como la miel daña a los que comen de ella en demasía, así el que se mete a escudriñar la majestad de Dios será oprimido del peso de su gloria. PRV025028 Como ciudad abierta y sin muros, tal es el hombre que ofreciéndose hablar, no puede reprimir su verbosidad. PRV026001 Así como la nieve es inoportuna y nociva en el verano, y las lluvias durante la siega, así lo es la gloria en el necio. PRV026002 La maldición pronunciada sin causa contra alguno, pasará por encima de él, como el ave que pasa volando a otro clima, y el pájaro que gira a su placer. PRV026003 El látigo es para el caballo, el cabestro para el asno, y la vara para las costillas de los necios. PRV026004 No respondas al necio imitando su necedad, para que no te hagas semejante a él. PRV026005 Contéstale como su necedad se merece; a fin de que no se crea él que es un sabio. PRV026006 Quien despacha para sus negocios un mensajero tonto, se corta los pies y se bebe la pena de su pecado. PRV026007 Así como en vano tiene un cojo hermosas piernas, así desdicen de la boca del necio las palabras sentenciosas. PRV026008 El que honra a un insensato, obra del mismo modo que quien tira su piedra en el montón dedicado a Mercurio. PRV026009 La parábola o sentencia en boca del necio, hace lo que un espino, que clava al hombre borracho que le maneja. PRV026010 La sentencia del juez decide los pleitos; y quien impone silencio al necio aplaca los enojos. PRV026011 Como el perro que vuelve a lo que ha vomitado, así es el imprudente que repite su necedad. PRV026012 ¿Has visto a un hombre que se precia de sabio? Pues más que del tal puede esperarse el acierto de un hombre que es, y se reconoce, ignorante. PRV026013 El perezoso dice: Hay un león en el camino; está una leona en los desfiladeros. PRV026014 Como la puerta se vuelve sobre su quicio, así se revuelve el perezoso en su cama. PRV026015 Esconde la mano debajo de su sobaco el perezoso; siendo para él gran fatiga tener que llevarla a la boca. PRV026016 Imagínase el perezoso ser más sabio que siete varones que no hablan sino sentencias. PRV026017 El que yendo de paso se mezcla acalorado en riñas de otros, corre peligro que le suceda lo que a quien agarra por las orejas a un perro. PRV026018 Así como es reo quien arroja saetas y dardos que matan, PRV026019 así lo es el hombre que, fraudulentamente, hace daño a su amigo, y que cuando viene a ser descubierto da por excusa: Yo lo hacía por chanza. PRV026020 Como en faltando la leña se extingue el fuego, así también, apartado el chismoso, cesarán las contiendas. PRV026021 Como la brasa enciende el carbón, y el fuego las astillas, así el hombre iracundo enciende las riñas. PRV026022 Parecen sencillas las palabras del chismoso, mas penetran hasta lo más íntimo de las entrañas. PRV026023 Los labios hinchados y coléricos acompañados de un corazón pésimo, son como plata muy tomada, con que quisieras adornar una vasija de barro. PRV026024 Por sus labios se da a conocer el enemigo cuando está maquinando engaños en su corazón. PRV026025 Por más que te hable con tono sumiso, no hay que fiarse de él; porque no hay maldad que no abrigue en su pecho. PRV026026 Mas la malicia del que con fingidas apariencias oculta su odio, será descubierta algún día en pública asamblea. PRV026027 Quien abre una hoya, caerá en ella; y la piedra caerá encima del que la remueve. PRV026028 No gusta de la verdad la lengua embustera, y la boca aduladora es causa de ruina. PRV027001 No te jactes de cosa que has de hacer el día de mañana; pues no sabes lo que dará de sí el día siguiente. PRV027002 La boca de otro, no la tuya, sea la que te alabe; el extraño, y no tus propios labios. PRV027003 Pesada es la piedra y pesada es la arena; pero más pesada todavía que estas cosas la ira del necio. PRV027004 La ira y el furor exaltado no dejan lugar a la misericordia; pero el ímpetu de un hombre arrebatado, ¿quién podrá soportarle? PRV027005 Mejor es una corrección manifiesta que el amor que no se muestra con obras. PRV027006 Mejores son las heridas que vienen del amigo que los besos fingidos del enemigo. PRV027007 El que está bien comido, aun de la miel hace ascos; pero al hambriento le parece dulce aun lo amargo. PRV027008 Así como peligra el pájaro que sale de su nido, así el hombre que abandona su lugar. PRV027009 El perfume y los varios olores recrean el corazón; con los buenos consejos del amigo se halla el alma en dulzura. PRV027010 No te deshagas de tu amigo, ni del amigo de tu padre; y cuando te vieres en aflicción, no vayas a la casa de tu hermano, pues más sirve el vecino que está cerca que un hermano desviado. PRV027011 Aplícate, hijo mío, a la sabiduría, y alegra mi corazón; para que puedas responder con acierto al que te vituperare. PRV027012 Retírase el varón prudente al ver venir el mal; pero los incautos pasan adelante y sufren el daño. PRV027013 Coge el vestido de aquel que salió por fiador de un extraño, y sácale la prenda que ha dado por los forasteros. PRV027014 El que con grandes voces se pone a alabar a su prójimo intempestivamente, es como si dijere mal de él. PRV027015 Casa con goteras en tiempo de invierno y mujer rencillosa son dos cosas que van a la par; PRV027016 quien quiere contenerla a ésta, es como el que intentare detener al viento o trabajara para estrechar el aceite dentro de su mano, PRV027017 El hierro con hierro se agudiza, y el hombre aguza el ingenio de su amigo. PRV027018 Quien cuida de la higuera comerá sus frutos; y el que cuida bien de su amo, será honrado. PRV027019 Como en las aguas se representan los semblantes de los que se miran en ellas, así los corazones humanos son manifiestos a los prudentes. PRV027020 El infierno y la muerte nunca dicen basta; así también son insaciables los ojos de los hombres. PRV027021 Como en el crisol se prueba la plata, y en la hornaza el oro, así se prueba el hombre por la boca del que le alaba. Va en busca de males el corazón del inicuo; pero el buen corazón inquiere la ciencia. PRV027022 Aun cuando majases al necio en un mortero, como se maja la cebada con el mazo, no desprenderías de él su necedad. PRV027023 Ten exacto conocimiento de tus ovejas, y no pierdas de vista tus rebaños; PRV027024 porque no siempre tendrás el poder o fuerza para hacerlo, pero recibirás por ello una corona eterna. PRV027025 Tienes a tu disposición los prados; brotaron las verdes hierbas, y recogióse ya el heno de los montes. PRV027026 Los corderos te darán el vestido, y los cabritos servirán para la paga del campo. PRV027027 Conténtate con la leche de tus cabras para tu alimento, y para la subsistencia de tu familia, y para mantener a tus criadas. PRV028001 Huye el impío sin que nadie le persiga; mas el justo se mantiene a pie firme como el león, sin asustarse de nada. PRV028002 Por los pecados de la tierra hay muchos príncipes en ella de corto reinado; pero será más larga la vida del príncipe si es sabio y adquiere la inteligencia de las cosas que aquí se enseñan. PRV028003 El hombre pobre que oprime a otros pobres para hacerse poderoso, es semejante a un recio aguacero que acarrea la carestía. PRV028004 Los que abandonan la ley de Dios alaban al impío; pero los que la guardan se enardecen contra él, PRV028005 Los malvados no se cuidan de lo que es justo; pero los que buscan al Señor, miran todas las cosas con atención. PRV028006 Más apreciable es el pobre que procede con sencillez, que un rico que anda por caminos perversos. PRV028007 El que guarda la ley, hijo sabio es; pero el que mantiene a glotones avergüenza a su padre. PRV028008 Quien amontona riquezas con usuras e intereses injustos, las allega para el que ha de ser liberal con los pobres. PRV028009 Quien cierra sus oídos para no escuchar la ley, execrada será de Dios su oración. PRV028010 Aquel que seduce a los justos guiándolos por el mal camino, caerá en el mismo precipicio, y los inocentes poseerán sus bienes. PRV028011 llénese por sabio el hombre rico; pero el pobre dotado de prudencia sabrá quitarle la máscara. PRV028012 En la exaltación o prosperidad de los justos está la mayor gloria de los estados; el reinado de los impíos es la ruina de los hombres. PRV028013 Quien encubre sus pecados no podrá ser dirigido; mas el que los confesare y se arrepintiere de ellos, alcanzará misericordia, PRV028014 Bienaventurado el hombre que está siempre temeroso de ofender a Dios; pero el de corazón duro y descuidado se precipitará en la maldad. PRV028015 León rugiente y oso hambriento es un príncipe impío que reina sobre un pueblo pobre. PRV028016 Oprimirá a muchos con vejaciones el principe falto de prudencia; y así perecerá luego; mas el que aborrece la avaricia vivirá largos días. PRV028017 Al hombre que, valiéndose de calumnias, derrama la sangre de una persona, aunque huyendo llegare hasta el borde de un abismo, nadie acudirá a detenerle. PRV028018 Quien procede con sencillez, será salvo; el que anda por caminos torcidos, al fin caerá. PRV028019 El que labra su tierra, tendrá pan de sobra; pero el que ama la ociosidad, estará lleno de miseria. PRV028020 El hombre leal será muy alabado; mas quien se afana por enriquecerse, no estará exento de culpa. PRV028021 Obra muy mal quien, cuando juzga, hace distinción de personas; éste por un bocado de pan venderá la justicia. PRV028022 El hombre que tiene afán por enriquecerse y envidia a los otros, no se hace cargo de que le sobrevendrá la pobreza. PRV028023 Quien corrige a una persona, será al fin más grato a ella que otro que la engaña con palabras lisonjeras. PRV028024 El que hurta algo a su padre y á su madre, y dice no ser eso pecado, es semejante en el crimen al homicida. PRV028025 Aquel que se jacta y se hincha de soberbia, excita contiendas; mas a quien espera en el Señor, todo le saldrá bien. PRV028026 El que confía en su propio consejo, es un insensato; mas quien procede sabiamente, ése se salvará. PRV028027 El que da al pobre, nunca estará necesitado; pero quien menosprecia al que pide rogando, padecerá indigencia. PRV028028 Cuando los impíos alzaren cabeza, se esconderán los hombres de bien; mas cuando perecieren aquéllos, los justos se multiplicarán. PRV029001 Al hombre de dura cerviz, que desprecia al que le corrige, le sorprenderá de repente su total ruina; y no tendrá remedio. PRV029002 Cuando se multiplican los justos, se llena de gozo el pueblo; cuando los impíos toman las riendas del gobierno, el pueblo tendrá que gemir. PRV029003 El hombre que ama la sabiduría, es el consuelo de su padre; mas aquel que mantiene prostitutas, disipará su hacienda. PRV029004 El rey justo hace felices sus estados; el hombre avariento los arruina. PRV029005 El que hablando con su amigo usa de palabras halagüeñas y fingidas, le tiende una red a sus pies. PRV029006 El hombre pecador e inicuo caerá en su mismo lazo; y el justo cantará himnos y se regocijará. PRV029007 El varón justo se informa de la causa de los pobres; el impío de nada de esto se cuida. PRV029008 Los hombres malvados son la ruina de la ciudad; mas los sabios la salvan del furor. PRV029009 El varón sabio que disputare con el insensato, ora se enoje contra él, ora se ría, no logrará estar con sosiego. PRV029010 Aborrecen al sencillo los hombres sanguinarios; mas los justos procuran salvarle la vida. PRV029011 El insensato habla luego cuanto en su pecho tiene; pero el que es sabio no se apresura, sino que reserva algunas cosas para en adelante. PRV029012 El príncipe que escucha con gusto las mentiras, no tendrá sino ministros perversos. PRV029013 Encontráronse el pobre y su acreedor: a entrambos alumbra el Señor. PRV029014 El rey que hace justicia a los pobres según la verdad, afianza su trono para siempre. PRV029015 El castigo y la reprensión acarrean sabiduría; pero el muchacho abandonado a sus antojos, es la confusión de su madre. PRV029016 Multiplicándose los impíos, se multiplicarán las maldades; mas los justos verán la ruina de los inicuos. PRV029017 Instruye bien a tu hijo, y será tu consuelo y las delicias de tu alma. PRV029018 En faltando la profecía, será disipado el pueblo; pero bienaventurado será el que guardare la ley. PRV029019 No bastan las palabras para corregir a un ánimo que sólo obra por temor; porque conoce bien lo que tú dices, mas no quiere darse por entendido. PRV029020 ¿Viste algún hombre que se precipita para hablar? Antes se puede esperar la enmienda del necio que del locuaz. PRV029021 Quien cría en el orgullo desde la niñez a su siervo, después le experimentará contumaz. PRV029022 Levanta quimeras el hombre colérico, y quien fácilmente se enoja estará más expuesto a pecar. PRV029023 Sigue al soberbio, la humillación; mas el humilde de espíritu será glorificado. PRV029024 Quien con un ladrón se asocia, a su alma aborrece; oye al que le toma juramento y nada declara. PRV029025 El que al hombre teme, presto caerá; el que espera en el Señor, será exaltado. PRV029026 Buscan muchos el favor del príncipe; mas del Señor ha de venir el juicio de cada uno. PRV029027 Los justos abominan a los impíos, y los impíos abominan a los que siguen el buen camino. El hijo que observa esta doctrina,, seguro está de no perderse. PRV030001 Palabras de Agur, hijo de Jaque. Revelación que expuso el varón a Itiel y a Ucal. PRV030002 Yo soy el más ignorante de los hombres; ni tengo sabiduría humana. PRV030003 No he aprendido la sabiduría, ni he entendido por mí mismo la ciencia de los santos. PRV030004 ¿Quién ha subido al cielo y bajado de allá? ¿Quién sujetó el viento con sus manos? ¿Quién envolvió en densas nubes las aguas como en un envoltorio? ¿Quién ha dado estabilidad a todas las partes de la tierra? ¿Cuál es el nombre de este que tal hizo? Y ¿qué nombre tiene su hijo? Dilo tú, si es que lo sabes. PRV030005 Toda palabra de Dios está acrisolada al fuego; en un escudo para los que en Él confían. PRV030006 No añadas una tilde a sus palabras; de lo contrario serás redargüido y convencido de falsario. PRV030007 Dos cosas te he pedido, ¡oh Señor!, no me las niegues en lo que me resta de vida. PRV030008 Aleja de mí la vanidad y las palabras mentirosas. No me des mendiguez ni riquezas; dame solamente lo necesario para vivir: PRV030009 no sea que viéndome sobrado, me vea tentado a renegar de Ti y diga lleno de arrogancia: ¿Quién es el Señor? O bien que, acosado de la necesidad, me ponga a robar y a perjurar el nombre de mi Dios. PRV030010 No acuses al siervo ante su amo; no sea que te maldiga, y tú te pierdas. PRV030011 Hay una casta de gente que maldice a su padre, y también a su madre, en vez de bendecirla. PRV030012 Otra casta de gente que se tiene por pura, y no se ha lavado de sus manchas. PRV030013 Otra casta hay de gente que tiene altivos sus ojos y erguidos sus párpados. PRV030014 Otra casta de hombres que tienen unos dientes como cuchillos, y despedazan con sus quijadas, y se tragan los desvalidos de la tierra, y los pobres de entre los hombres PRV030015 La sanguijuela de la concupiscencia tiene dos hijas, las cuales están diciendo siempre: Dame, dame. Tres cosas hay insaciables, o más bien, cuatro, que jamás dicen: Basta. PRV030016 El infierno, la matriz de la estéril o la lasciva, y la tierra que nunca se sacia de agua; además, el fuego, el cual nunca dice: Basta. PRV030017 A quien hace mofa de su propio padre, y desprecia los dolores que al parirle padeció su madre, sáquenle los ojos los cuervos que viven a lo largo de los torrentes, y cómanselos los aguiluchos. PRV030018 Tres cosas me son difíciles de entender, o más bien, cuatro; las cuales ignoro totalmente: PRV030019 el rastro del águila en la atmósfera, el rastro de la culebra sobre la peña, el rastro de la nave en alta mar y el proceder del hombre en la mocedad. PRV030020 Tal es también el camino de la mujer adúltera; la cual después de haber comido, limpiándose la boca dice con descaro: Yo no he cometido mal ninguno. PRV030021 Por tres cosas se perturba la tierra, o más bien, por cuatro; las cuales ella no puede sufrir: PRV030022 por un esclavo que llega a reinar; por un tonto harto de comida; PRV030023 por una mujer que se casa con el que la aborrece; y por la esclava que es heredera de su ama. PRV030024 Cuatro cosas hay de las más pequeñas o ruines sobre la tierra; las cuales superan en saber a los sabios: PRV030025 las hormigas, ese pueblo débilísimo, el cual al tiempo de las mieses se provee de víveres; PRV030026 los conejos, tímidos animales, que colocan su madriguera entre las peñas; PRV030027 las langostas, que, sin tener rey, se mueven todas ordenadas en escuadrones; PRV030028 la araña, que trepa con sus pies y se aposenta en los mismos palacios de los reyes. PRV030029 Tres cosas hay que andan con mucho garbo, o más. bien, cuatro, las cuales marchan con gran gallardía. PRV030030 El león, que, como el más fuerte de todos los animales, no teme el encuentro de nadie; PRV030031 el gallo, que anda erguido; el carnero y el rey, con quien nadie puede medir sus fuerzas. PRV030032 Hay quien pasaba por sabio, que descubrió ser un insensato, luego de elevado a un alto puesto: si hubiese tenido entendimiento, no hubiera desplegado sus labios para pedir al destino. PRV030033 Quien exprime fuertemente la ubre para sacar leche, hace salir de ella un jugo espeso; y quien se suena con vehemencia saca sangre: así aquel que provoca cólera enciende discordias. PRV031001 Palabras del rey Lamuel. Profecía o doctrina inspirada con que le instruyó su madre. PRV031002 ¡Qué te diré, oh amado mío!, ¡qué te recomendaré, oh hijo de mis entrañas!, ¡qué, oh dulce objeto de todos mis deseos! PRV031003 No entregues tus bienes a las mujeres, ni emplees tus riquezas en lo que es la ruina de los reyes. PRV031004 No quieras, ¡oh Lamuel!, no quieras dar vino a los reyes; porque no hay secreto seguro donde reina la embriaguez, PRV031005 porque no suceda que bien bebidos se olviden de administrar justicia, y hagan traición a la causa de los hijos del pobre. PRV031006 Dad la cerveza o los licores a los afligidos, y el vino a los que tienen el corazón lleno de amargura: PRV031007 beban, éstos para echar en olvido su miseria y no acordarse más de su dolor. PRV031008 Abre tu boca a favor del que es mudo, o no puede defenderse, y en defensa de todos los pasajeros. PRV031009 Abre tu boca, decide lo que es justo, y haz justicia al desvalido y al pobre. PRV031010 ¿Quién hallará una mujer fuerte?. De mayor estima es que todas las preciosidades traídas de lejos, y de los últimos términos del mundo. PRV031011 En ella pone su confianza el corazón de su marido; el cual no tendrá necesidad de botín o despojos para vivir. PRV031012 Ella le acarrea el bien todos los días de su vida, y nunca el mal. PRV031013 Busca lana y lino, de que hace labores con la industria de sus manos. PRV031014 Viene a ser como la nave de un comerciante, que trae de lejos el sustento. PRV031015 Se levanta antes que amanezca, y distribuye las raciones a sus domésticos, y el alimento a sus criadas. PRV031016 Puso la mira en unas tierras, y las compró: de lo que ganó con sus manos plantó una viña. PRV031017 Revistióse de fortaleza, y esforzó su brazo. PRV031018 Probó, y echó de ver que su trabajo le fructificaba: por lo tanto, tendrá encendida la luz toda la noche. PRV031019 Aplica sus manos a los quehaceres fatigosos, y sus dedos manejan el huso. PRV031020 Abre su mano para socorrer al mendigo, y extiende sus brazos para amparar al necesitado. PRV031021 No temerá para los de su casa los fríos ni las nieves: porque todos sus domésticos traen vestidos forrados. PRV031022 Se labró ella misma para sí un vestido acolchado: de lino finísimo y de púrpura es de lo que se viste. PRV031023 Su esposo hará un papel brillante en las puertas o asambleas públicas, sentado entre los senadores del país. PRV031024 Ella teje finísimas telas, y las vende, y entrega también ricos ceñidores, o fajas, a los negociantes cananeos. PRV031025 La fortaleza y el decoro son sus atavíos; y estará alegre y risueña en los últimos días. PRV031026 Abre su boca con sabios discursos, y la ley de la bondad gobierna su lengua. PRV031027 Vela sobre los procederes de su familia; y no come ociosa el pan. PRV031028 Levantáronse sus hijos, y aclamáronla dichosísimos: su marido también, y la alabó, diciendo: PRV031029 Muchas son las hijas o esposas que han allegado riquezas: mas a todas has aventajado tú. PRV031030 Engañoso es el donaire, y vana la hermosura: la mujer que teme al Señor, ésa será la celebrada. PRV031031 Dadle alabanza para que goce del fruto de sus manos, y celébrense sus obras en la asamblea de los jueces.
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