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LUC001001 Excelentísimo Teófilo: Muchos han tratado de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, LUC001002 siguiendo lo que nos han transmitido los que fueron testigos oculares desde el principio y luego se hicieron predicadores del mensaje. LUC001003 Por eso yo también, después de investigarlo todo cuidadosamente desde los orígenes, he resuelto escribírtelo por su orden, LUC001004 para que compruebes la solidez de las enseñanzas que has recibido. LUC001005 En tiempos de Herodes, rey del país judío, hubo un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Habías, casado con una descendiente de Aarón que se llamaba Isabel. LUC001006 Los dos eran rectos a los ojos de Dios y procedían sin falta según todos los mandamientos y leyes del Señor. LUC001007 No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y eran ya los dos de edad avanzada. LUC001008 Una vez que estaba de servicio en el templo con el grupo de su turno, LUC001009 según el ritual de los sacerdotes, le tocó a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; LUC001010 la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso. LUC001011 Se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso; LUC001012 al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó asustado. LUC001013 Pero el ángel le dijo: Tranquilízate, Zacarías, que tu ruego ha sido escuchado: Isabel, tu mujer, te dará un hijo y le pondrás de nombre Juan. LUC001014 Será para ti una grandísima alegría, y serán muchos los que se alegren de su nacimiento, LUC001015 porque va a ser grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; y además se llenará de Espíritu Santo ya en el vientre de su madre, LUC001016 y convertirá a muchos israelitas al Señor su Dios. LUC001017 El irá por delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, para reconciliar a los padres con los hijos, y enseñar a los rebeldes la sensatez dé los justos, preparándole al Señor un pueblo bien dispuesto. LUC001018 Zacarías replicó al ángel: ¿Qué garantía me das de eso? Porque yo ya soy viejo, y mi mujer, de edad avanzada. LUC001019 El ángel le contestó: Yo soy Gabriel, que estoy a las órdenes inmediatas de Dios: él me ha enviado a que te hable para darte esta buena noticia. LUC001020 Pues mira, te vas a quedar mudo, y no podrás hablar hasta el día que esto suceda, por no haber dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento LUC001021 El pueblo estaba aguardando a Zacarías, y se extrañaba de que tardara tanto en el santuario. LUC001022 Cuando salió, no podía hablarles, y ellos comprendieron que en el santuario había tenido una visión. El les hacía gestos, y seguía mudo. LUC001023 Al terminar sus días de servicio volvió a casa. LUC001024 Poco después concibió Isabel, su mujer, y estuvo cinco meses sin salir, diciéndose: LUC001025 Esto se lo debo al Señor, que ahora se ha preocupado de librarme de esta vergüenza mía ante la gente. LUC001026 A los seis meses envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, que se llamaba Nazaret, LUC001027 a una joven prometida a un hombre del linaje de David, de nombre José; la joven se llamaba María. LUC001028 El ángel, entrando a donde estaba ella, le dijo: Alégrate, favorecida, el Señor está contigo. LUC001029 Ella se turbó al oír estas palabras, preguntándose qué saludo era aquél. LUC001030 El ángel le dijo: Tranquilízate, María, que Dios te ha concedido su favor. LUC001031 Pues, mira, vas a concebir, darás a luz un hijo y le pondrás de nombre Jesús. LUC001032 Será grande, se llamará Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David su antepasado; LUC001033 reinará para siempre en la casa de Jacob y su reinado no tendrá fin. LUC001034 María dijo al ángel: ¿Cómo sucederá eso, si no vivo con un hombre? LUC001035 El ángel le contestó: El Espíritu Santo bajará sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso al que va a nacer lo llamarán 'Consagrado', Hijo de Dios. LUC001036 Ahí tienes a tu pariente Isabel: a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y la que decían que era estéril está ya de seis meses; LUC001037 para Dios no hay nada imposible. LUC001038 María contestó: Aquí está la esclava del Señor, cúmplase en mí lo que has dicho. Y el ángel la dejó. LUC001039 Unos días después María se puso en camino y fue a toda prisa a la sierra, a la provincia de Judea; LUC001040 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. LUC001041 En cuanto oyó Isabel el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre. Llena de Espíritu Santo, LUC001042 dijo Isabel con fuerte voz: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! LUC001043 ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? LUC001044 En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. LUC001045 Y ¡dichosa tú, que has creído! Porque lo que te han dicho de parte del Señor se cumplirá. LUC001046 Entonces dijo María: Proclama mi alma la grandeza del Señor, LUC001047 se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, LUC001048 porque se ha fijado en su humilde esclava'. Pues, mira, desde ahora me felicitarán todas las generaciones LUC001049 porque el Poderoso ha hecho tanto por mí: él es santo LUC001050 y su misericordia llega a sus fieles generación tras generación. LUC001051 Su brazo interviene con fuerza, desbarata los planes de los soberbios, LUC001052 derriba del trono a los poderosos y exalta a los humildes, LUC001053 a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide de vacío. LUC001054 Auxilia a Israel, su siervo, acordándose, LUC001055 como lo había prometido a nuestros padres, de la misericordia en favor de Abrahán y su descendencia, por siempre. LUC001056 María se quedó con ella unos tres meses y después volvió a su casa. LUC001057 A Isabel se le cumplió el tiempo y dio a luz un hijo. LUC001058 Se enteraron sus vecinos y parientes de lo bueno que había sido el Señor con ella, y la felicitaban. LUC001059 A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre. LUC001060 Pero la madre intervino: ¡No! Se va a llamar Juan. LUC001061 Le replicaron: Ninguno de tus parientes se llama así. LUC001062 Por señas le preguntaban al padre cómo quería que se llamara. LUC001063 El pidió una tablilla y escribió: 'Juan es su nombre'. Todos se quedaron sorprendidos. LUC001064 En el acto se le soltó la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. LUC001065 Toda la vecindad quedó impresionada; corrió la noticia por toda la sierra de Judea LUC001066 y todos los que lo oían se quedaban pensando: ¿Qué irá a ser este niño? Porque la mano de Dios lo acompañaba. LUC001067 Zacarías, su padre, lleno de Espíritu Santo, habló inspirado: LUC001068 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido él a liberar a su pueblo, LUC001069 suscitándonos una fuerza salvadora en la casa de David, su siervo. LUC001070 El lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas: LUC001071 que nos salvaría de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; LUC001072 manteniéndose leal a nuestros padres y teniendo presente su santa alianza, LUC001073 la promesa que hizo a nuestro padre Abrahán LUC001074 de concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos LUC001075 con santidad y rectitud en su presencia, todos nuestros días. LUC001076 Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo porque irás delante del Señor, a preparar sus caminos, LUC001077 anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. LUC001078 Por la tierna misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, LUC001079 para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte , para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. LUC001080 El niño iba creciendo y su personalidad se afirmaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel. LUC002001 Por entonces salió un decreto del emperador Augusto, mandando hacer un censo del mundo entero. LUC002002 Este fue el primer censo que se hizo siendo Quirino gobernador de Siria. LUC002003 Todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad. LUC002004 También José, que era del linaje y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David que se llama Belén, en Judea, LUC002005 para inscribirse con su esposa, María, que estaba encinta. LUC002006 Estando allí, le llegó el tiempo del parto LUC002007 y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no encontraron sitio en la posada. LUC002008 En las cercanías había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando el rebaño por turno. LUC002009 Se les presentó el ángel del Señor: la gloria del Señor los envolvió de claridad, y se asustaron mucho. LUC002010 El ángel les dijo: Tranquilícense, miren que les traigo una buena noticia, una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: LUC002011 hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un salvador: el Mesías, el Señor. LUC002012 Y les doy esta señal: Encontrarán un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. LUC002013 De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: LUC002014 Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres, que él quiere tanto. LUC002015 Al marcharse los ángeles al cielo, los pastores se decían unos a otros: Vamos derechos a Belén a ver eso que ha pasado y que nos ha anunciado el Señor. LUC002016 Fueron corriendo y encontraron a María, a José y al niño acostado en el pesebre. LUC002017 Al verlo, les contaron lo que les habían dicho del niño. LUC002018 Todos los que lo oyeron se admiraban de lo que les decían los pastores. LUC002019 María, por su parte, conservaba el recuerdo de todo esto, meditándolo en su interior. LUC002020 Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por lo que habían visto y oído; tal y como se lo habían dicho. LUC002021 Al cumplirse los ocho días, cuando tocaba circuncidar al niño, le pusieron de nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción. LUC002022 Cuando llegó el tiempo de que se purificaran, conforme a la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor LUC002023 (así lo prescribe la Ley del Señor: 'Todo primogénito varón será consagrado al Señor') LUC002024 y para entregar la oblación (conforme a lo que dice la Ley del Señor: 'Un par de tórtolas o dos pichones”. LUC002025 Vivía entonces en Jerusalén un cierto Simeón, hombre honrado y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; el Espíritu Santo estaba con él LUC002026 y le había avisado que no moriría sin ver al Mesías del Señor. LUC002027 Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando los padres de Jesús entraban para cumplir con el niño lo previsto por la Ley, LUC002028 Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: LUC002029 Ahora, Señor, según tu promesa, despides a tu servidor en paz, LUC002030 porque mis ojos han visto a tu Salvador; LUC002031 lo has colocado ante todos los pueblos LUC002032 como luz para alumbrar a las naciones, y gloria de tu pueblo, Israel. LUC002033 Su padre y su madre estaban admirados por lo que decía del niño. LUC002034 Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: Mira: éste está puesto para que todos en Israel caigan o se levanten; será una bandera discutida, LUC002035 mientras que a ti una espada te traspasará el corazón; así quedará patente lo que todos piensan. LUC002036 Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana: de jovencita había vivido siete años casada, LUC002037 y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo y servía a Dios día y noche con ayunos y oraciones. LUC002038 Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén. LUC002039 Cuando cumplieron todo lo que prescribía la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad, Nazaret. LUC002040 El niño iba creciendo y fortaleciéndose, y adelantaba en saber; y el favor de Dios lo acompañaba. LUC002041 Sus padres iban cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. LUC002042 Cuando Jesús cumplió doce años subieron a las fiestas, según la costumbre, LUC002043 y cuando éstas terminaron, al volverse ellos, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. LUC002044 Estos, creyendo que iba en la caravana, al terminar la primera jornada se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; LUC002045 y, como no lo encontraban, volvieron a Jerusalén en su busca. LUC002046 A los tres días lo encontraron, por fin, en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas LUC002047 y todos los que lo oían quedaban desconcertados de su talento y de las respuestas que daba. LUC002048 Al verla se quedaron extrañados, y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué te has portado así con nosotros? ¡Mira con qué angustia te buscábamos tu padre y yo! LUC002049 El les contestó: ¿Por que me buscaban? ¿No sabían que yo tenía que estar en la casa de mi Padre LUC002050 Ellos no comprendieron lo que quería decir. LUC002051 Jesús bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba en su interior el recuerdo de todo aquello. LUC002052 Jesús iba creciendo en saber, en estatura y en favor de Dios y de los hombres'. LUC003001 El año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, Herodes virrey de Galilea; su hermano Filipo, virrey de Iturea y Traconítida, y Lisanio, virrey de Abilene, LUC003002 bajo el sumo sacerdocio de Anas y Caifas, le llegó un mensaje de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. LUC003003 Recorrió entonces toda la región del Jordán proclamando un bautismo, en señal de arrepentimiento, para el perdón de los pecados, LUC003004 como está escrito en el libro del profeta Isaías: Una voz grita desde el desierto: Prepárenle el camino al Señor, enderecen sus senderos; LUC003005 que los valles se rellenen, que los montes y colinas se abajen; que lo torcido se enderece, lo accidentado se iguale. LUC003006 Y todos verán la salvación de Dios. (Is 40,3-5) LUC003007 Iba un gran gentío a que los bautizara; y Juan les decía: ¡Carnada de víboras! ¿Quién les ha enseñado a ustedes a escapar del castigo inminente? LUC003008 Pues entonces, den el fruto que corresponde al arrepentimiento y no empiecen a decirse que Abrahán es su padre; porque les digo que de las piedras éstas es capaz Dios de sacarle hijos a Abrahán. LUC003009 Además, el hacha está ya tocando la base de los árboles: y todo árbol que no dé fruto será cortado y echado al fuego. LUC003010 La gente le preguntaba: ¿Qué tenemos que hacer? LUC003011 El contestó: El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene, y el que tenga de comer, que haga lo mismo. LUC003012 Fueron también a bautizarse unos recaudadores', que le preguntaron: Maestro, ¿qué tenemos que hacer? LUC003013 El les contestó: No exijan más de lo que tienen establecido. LUC003014 Unos guardias le preguntaron: Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer? El les contestó: No hagan violencia a nadie, ni saquen dinero; confórmense con su paga. LUC003015 El pueblo estaba expectante preguntándose si no sería Juan el Mesías; LUC003016 él declaró delante de todos: Yo los bautizo con agua, pero está para llegar el que es más fuerte que yo, y yo no soy bastante para desatarle la correa de las sandalias. Ese los va a bautizar con Espíritu Santo y fuego, LUC003017 porque trae el rastrillo en la mano para aventar su parva y reunir el trigo en su granero; la paja, en cambio, la quemará en un fuego que no se apaga. LUC003018 'Con estas y otras muchas exhortaciones anunciaba al pueblo la buena noticia. LUC003019 El virrey Heredes, a quien Juan reprendía por el asunto de su cuñada Herodías y por sus demás crímenes, LUC003020 para remate de todo encerró en la cárcel a Juan. LUC003021 Después de un bautismo del pueblo en masa y de bautizarse también Jesús, mientras oraba, se abrió el cielo, LUC003022 bajó sobre él el Espíritu Santo en forma de paloma y se oyó una voz del cielo: Tú eres mi Hijo, a quien yo quiero, mi predilecto. LUC003023 Este era Jesús, que al empezar tenía treinta años, y se pensaba que era hijo de José, que a su vez lo era de Helí, LUC003024 el de Matat, el de Leví, el de Melquí, el de Janaí, el de José, LUC003025 el de Matatías, el de Amos, el de Nahún, el de Eslí, el de Nagai, LUC003026 el de Maat, el de Matatías, el de Semeín, el de Josec, el de Jodá, LUC003027 el de Joanán, el de Resá, el de Zorobabel, el de Salatiel, el de Nerí, LUC003028 el de Melquí, el de Addí, el de Cosan, el de Elmadán, el de Er, LUC003029 el de Jesús, el de Eliezer, el de Jorín, el de Matat, el de Leví, LUC003030 el de Simeón, el de Judá, el de José, el de Joná, el de Eliacín, LUC003031 el de Meleá, el de Mena, el de Matatá, el de Natán, el de David, LUC003032 el de Jesé, el de Jobed, el de Boaz, el de Sala, el de Naasón, LUC003033 el de Aminadab, el de Admín, el de Arní, el de Esrón, el de Fares, el de Judá, LUC003034 el de Jacob, el de Isaac, el de Abrahán, el de Tara, el de Nacor, LUC003035 el de Seruc, el de Ragau, el de Fálec, el de Eber, el de Sala, LUC003036 el de Cainán, el de Arfaxad, el de Sem, el de Noé, el de Lámec, LUC003037 el de Matusalén, el dé Henoc, el de Járet, el de Maleleel, el de Cainán, LUC003038 el de Enós, el de Set, el de Adán, el de Dios. LUC004001 Jesús, volvió del Jordán, lleno de Espíritu Santo; durante cuarenta días el espíritu lo fue llevando por el desierto, LUC004002 mientras el diablo lo ponía a prueba. Todo aquel tiempo estuvo sin comer y al final sintió hambre. LUC004003 Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan. LUC004004 Jesús le contestó: Está escrito: 'No de solo pan vive el hombre”. LUC004005 Después, llevándolo a una altura, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo LUC004006 y le dijo: Te daré todo ese poder y esa gloria, porque me lo han dado a mí y yo lo doy a quien quiero; LUC004007 si me rindes homenaje, todo será tuyo. LUC004008 Jesús le contestó: Está escrito: 'Al Señor tu Dios rendirás homenaje y a él solo prestarás servicio' LUC004009 Entonces lo llevó a Jerusalén, lo puso en lo alto del templo y le dijo; Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, LUC004010 porque está escrito: 'Encargará a sus ángeles que cuiden de ti y te guarden', LUC004011 y también: 'Le llevarán en sus manos, para que pie no tropiece con piedras' LUC004012 Jesús le contestó: Está mandado: 'No tentaras al Señor tu Dios' LUC004013 El diablo, acabadas sus pruebas, se marchó hasta su momento. LUC004014 Con la fuerza del Espíritu, Jesús volvió a Galilea, y llegó noticia de él a toda la región. LUC004015 Enseñaba en sinagogas de ellos y todos se hacían lenguas de él. LUC004016 Fue a Nazaret, donde se había criado, y, según su costumbre, entró el sábado en la sinagoga y se puso en pie para tener la lectura. LUC004017 Le entregaron el volumen del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde está escrito: LUC004018 'El Espíritu del Señor está sobre mi, porque él me ha ungido para que dé la buena noticia a los pobres. Me ha enviado para anunciar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos LUC004019 para proclamar el año de gracia del Señor', (Is 61,1-3 LUC004020 Enrolló el volumen, lo devolví al sacristán y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. LUC004021 Y empezó a hablarles: Hoy se cumple este pasaje entre ustedes que me escuchan. LUC004022 Todos se declaraban en contra, extrañados de que mencionara sólo las palabras sobre la gracia y decían: Pero ¿no es éste el hijo de José? LUC004023 El les dijo: Seguro qué; me aplicarán el proverbio aquél: 'Médico, cúrate tú'; todo lo que, según hemos oído, se ha hecho para esa Cafarnaún, hazlo también aquí en tu tierra. LUC004024 Pero añadió: Les aseguro que a ningún profeta lo aceptan en su tierra. LUC004025 Además, no les quede duda de que en tiempo de Elías, cuando no llovió en tres años y medio y hubo una gran hambre en todo el país, había muchas viudas en Israel; LUC004026 y, sin embargo, a ninguna de ellas enviaron a Elías; lo enviaron a una viuda de Sarepta en el territorio de Sidón. LUC004027 Y en tiempo del profeta Eliseo había muchos leprosos en Israel y, sin embargo, a ninguno de ellos curó; sólo a Naamán el sirio. LUC004028 Al oír esto todos en la sinagoga se pusieron furiosos LUC004029 y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del cerro donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. LUC004030 Pero Jesús se abrió paso entre ellos y emprendió su camino. LUC004031 Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente. LUC004032 Estaban asombrados de su enseñanza, porque hablaba con autoridad. LUC004033 Había en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar a voces: LUC004034 '¡Vamos! ¿Quién te mete a ti en esto, Jesús Nazareno? Has venido a destruirnos; sé quien eres: el Consagrado por Dios. LUC004035 Jesús le ordenó: ¡Cállate la boca y sal de ese hombre! El demonio tiró al hombre por tierra en medio de la gente, pero salió de él sin hacerle ningún daño. LUC004036 Todos comentaban asombrados: ¿Qué tendrá su palabra?, pues, ¿no da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen? LUC004037 Noticias de él iban llegando a todos los lugares de la región. LUC004038 Al salir de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron que hiciera algo por ella. LUC004039 El se inclinó a la cabecera, dio una orden imperiosa a la fiebre y se le pasó; ella, levantándose al momento, se puso a servirles. LUC004040 Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de lo que fuera, se los llevaron; y él, aplicándole las manos a cada uno, los fue curando. LUC004041 De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban: Tú eres el Hijo de Dios. El los reprendía y no los dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías. LUC004042 Al hacerse de día salió y se marchó a un lugar despoblado. El gentío lo andaba buscando; dieron con él e intentaron retenerlo para que no se les fuera. LUC004043 Pero él les dijo: También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios; para eso me han enviado. LUC004044 Y anduvo predicando por las sinagogas del país judío. LUC005001 Una vez que la gente se amontonaba- alrededor de Jesús para oír el mensaje de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret, LUC005002 vio dos barcas junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. LUC005003 Subió a una de las bateas, la de Simón, y le pidió que la retiraran un poco de tierra. Desde la barca, sentado, estuvo enseñando a la gente. LUC005004 Cuando acabó de hablar dijo a Simón: Sácala lago adentro, y echen las redes para pescar. LUC005005 Simón contestó: Maestro, nos hemos pasado la noche esforzándonos y no hemos sacado nada; pero, ya que lo dices tú, echaré las redes. LUC005006 Así lo hicieron, y atraparon tal cantidad de peces, que reventaba la red. LUC005007 Hicieron señas a los socios de la otra barca para que vinieran a echarles una mano; se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. LUC005008 Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, que soy un pecador. LUC005009 'El y sus compañeros se habían quedado asombrados al ver la redada de peces que habían conseguido; LUC005010 y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. LUC005011 Jesús dijo a Simón: No temas: desde ahora lo que pescarás serán hombres. LUC005012 Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron. LUC005013 Una vez, estando Jesús en un pueblo, se presentó un hombre todo lleno de lepra; al ver a Jesús se echó rostro en tierra y le rogó: Señor, si quieres puedes limpiarme. LUC005014 Jesús extendió la mano y lo tocó diciendo: Quiero, queda limpio. Y en seguida se le quitó la lepra. LUC005015 Jesús le mandó que no se lo dijera a nadie, pero añadió: Ve a presentarte al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que prescribió Moisés, para que les conste. LUC005016 Se hablaba de él cada vez más, y mucha gente acudía a oírlo y a que los curara de sus enfermedades. LUC005017 El, en cambio, acostumbraba retirarse a lugares despoblados para orar. LUC005018 Un día estaba enseñando y estaban allí sentados unos fariseos y letrados, venidos de los pueblitos de Galilea, de Judea y de Jerusalén. El curaba con el poder del Señor. LUC005019 Se presentaron unos hombres llevando un paralítico en una camilla y trataban de introducirlo para colocárselo delante. LUC005020 No encontrando por donde meterlo, por causa del gentío, subieron a la azotea, y, abriendo un agujero, lo bajaron con la camilla hasta el centro, delante de Jesús. LUC005021 El, viendo la fe que tenían, dijo: Hombre, tus pecados están perdonados. LUC005022 Los letrados y los fariseos se pusieron a pensar: ¿Quién es éste que dice tales blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados fuera de Dios? LUC005023 Pero Jesús, dándose cuenta de cómo razonaban, les contestó: ¿Qué andan pensando? LUC005024 ¿Qué es más fácil: decir 'tus pecados están perdonados' o decir 'levántate y echa a andar'? LUC005025 Pues para que sepan que el hombre está autorizado para perdonar pecados en la tierra... -le dijo al paralítico-: A ti te hablo, ponte en pie, carga con tu camilla y márchate a tu casa. LUC005026 Se levantó en el acto delante de todos, tomó la camilla donde estaba tendido y se marchó a su casa alabando a Dios. LUC005027 Todos quedaron asombrados y alababan a Dios, diciendo espantados: Hoy hemos visto cosas increíbles. LUC005028 Más tarde, al salir, vio a un recaudador llamado Leví sentado al mostrador de los impuestos y le dijo: Sígueme. LUC005029 El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. LUC005030 Leví le ofreció en su casa un gran banquete, y estaban recostados a la mesa con ellos un gran número de recaudadores y otra gente. LUC005031 Los fariseos y los letrados de su partido protestaban diciendo a los discípulos: ¿Se puede saber por qué comen y beben con los recaudadores y descreídos?'. LUC005032 Jesús les replicó: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. LUC005033 No he venido a invitar a justos, sino á pecadores, a que se arrepientan. LUC005034 Entonces le dijeron ellos: Los discípulos de Juan tienen sus ayunos frecuentes y sus rezos, y los de los fariseos también; en cambio, los tuyos, a comer y a beber. LUC005035 Jesús les contestó: ¿Quieren que ayunen los amigos del novio mientras dura la boda?' LUC005036 Llegará el día en que se lleven al novio, y entonces, aquel día, ayunarán. LUC005037 Y les añadió esta comparación: Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para echársela a un manto viejo; porque el nuevo se queda roto, y al viejo la pieza del nuevo no le pega. LUC005038 Nadie echa tampoco vino nuevo en cueros viejos, porque, si no, el vino nuevo revienta los cueros; el vino se derrama, y los cueros se echan a perder. LUC005039 No, el vino nuevo hay que echarlo en cueros nuevos. LUC005040 Pero nadie acostumbrado al antiguo quiere uno nuevo, pues dice: 'Bueno está el antiguo'. LUC006001 Un sábado atravesaba él por unos sembrados; sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano. LUC006002 Unos fariseos les dijeron: ¡Cómo!, ¿hacen lo que no está permitido en sábado? LUC006003 Jesús les replicó: ¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando él y sus hombres sintieron hambre? LUC006004 Entró en la casa de Dios, tomó los panes dedicados -que sólo a los sacerdotes les está permitido comer-, comió él y les dio a sus hombres. LUC006005 Y añadió: Dueño del sábado es el hombre. LUC006006 Otro sábado entró en la sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenía el brazo derecho paralizado. LUC006007 Los letrados y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado y encontrar de qué acusarlo. LUC006008 Pero él, conociendo sus intenciones, dijo al hombre del brazo paralizado. Levántate y ponte ahí en medio. El hombre se levantó y se quedó en pie. LUC006009 Jesús les dijo: Una pregunta: ¿Qué es lo que está permitido en sábado, hacer el bien o hacer el mal, salvar una vida o acabar con ella? LUC006010 Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre: Extiende el brazo. Lo hizo, y su brazo quedó normal. LUC006011 Ellos se pusieron furiosos y discutían qué podrían hacer con Jesús. LUC006012 Por aquel entonces se fue a la montaña a orar y se pasó la noche orando a Dios. LUC006013 Cuando se hizo de día llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: LUC006014 Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, LUC006015 Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón apodado el Fanático LUC006016 Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. LUC006017 Al bajar Jesús del monte con ellos, se detuvo en un llano con un buen grupo de discípulos y una muchedumbre del pueblo, procedente de todo el país judío, de Jerusalén y de la costa de Tiró y Sidón. LUC006018 Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, LUC006019 y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos. LUC006020 Jesús, dirigiendo la mirada a sus discípulos, dijo: Dichosos ustedes los pobres, porque tienen a Dios por Rey. LUC006021 Dichosos ustedes los que ahora pasan hambre, porque van a ser satisfechos. Dichosos ustedes los que ahora lloran, porque van a reír. LUC006022 Dichosos ustedes cuando los odien los nombres y los expulsen y los insulten y difundan mala fama de ustedes por causa de este Hombre'. LUC006023 Alégrense ese día y salten de gozo, miren que les va a dar Dios una gran recompensa; porque así es como los padres de éstos trataban a los profetas. LUC006024 Pero, ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen su consuelo! LUC006025 ¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque van a pasar hambre! ¡Ay de ustedes los que ahora ríen, porque van a lamentarse y a llorar! LUC006026 ¡Ay si todo el mundo habla bien de ustedes! Porque así es como los padres de éstos trataban a los falsos profetas. LUC006027 Pero, en cambio, a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, LUC006028 bendigan a los que los maldicen, recen por los que los injurian, LUC006029 Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. LUC006030 A todo el que te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. LUC006031 Así, pues, traten a los demás como quieren que ellos los traten. LUC006032 Si quieren a los que los quieren, ¿qué generosidad es ésa? También los descreídos quieren a quien los quiere. LUC006033 Y si hacen el bien al que les hace el bien, ¿qué generosidad es ésa? También los descreídos lo hacen, LUC006034 Y si prestan sólo cuando esperan cobrar, ¿qué generosidad es ésa? También los descreídos se prestan unos a otros con intención de cobrarse. LUC006035 ¡No! Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada; así tendrán una gran recompensa y serán hijos del Altísimo, porque él es bondadoso con los malos y desagradecidos, LUC006036 Sean generosos como su Padre es generoso. LUC006037 Además, no juzguen y no los juzgarán; no condenen y no los condenarán; perdonen y los perdonarán; LUC006038 Den y les darán: les verterán una medida generosa, colmada, apretada, rebosante. La medida que usen la usarán con ustedes. LUC006039 Y añadió una comparación: ¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? LUC006040 Un discípulo no es más que su maestro, aunque, terminado el aprendizaje, le llegará a su maestro, LUC006041 ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? LUC006042 ¿Cómo te permites decirle a tu hermano: 'Hermano, déjame que te saque la mota del ojo', sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano, LUC006043 Cierto, no hay árbol sano que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto sano. LUC006044 Cada árbol se conoce por su fruto: ¡no se sacan higos de las zarzas ni se cosecha uva de los espinos! LUC006045 El hombre bueno, de la bondad que almacena en su corazón saca el bien, y el malvado, de la maldad saca el mal; porque lo que rebosa del corazón lo habla la boca. LUC006046 ¿Por qué me andan llamando: 'Señor, Señor', y no hacen lo que digo? LUC006047 Todo el que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra, les voy a indicar a quién se parece: LUC006048 Se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y asentó los cimientos sobre roca; vino una crecida, rompió el río contra aquella casa y no se tambaleó porque estaba bien construida. LUC006049 El que las escucha y no las pone por obra se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento; rompió contra ella el río, y en seguida se derrumbó; y ¡hay que ver qué ruina la de aquella casa! LUC007001 Cuando terminó de hablar al pueblo, entró en Cafarnaún. LUC007002 Un capitán tenía un sirviente a quien estimaba mucho y que estaba enfermo, a punto de morir. LUC007003 Oyendo hablar de Jesús, le envió unos judíos importantes para rogarle que fuera a curar a su servidor. LUC007004 Se presentaron a Jesús y le rogaron encarecidamente: Merece que se lo concedas, LUC007005 porque quiere a nuestra nación y es él quien nos ha construido la sinagoga. LUC007006 Jesús se fue con ellos. No estaba ya lejos de la casa, cuando el capitán le envió unos amigos a decirle: Señor, no te molestes, que yo no soy quién para que entres bajo mi techo. LUC007007 Por eso tampoco me atreví a ir en persona; pero con una palabra tuya se curará mi sirviente. LUC007008 Porque yo, que soy un simple subordinado, tengo soldados a mis órdenes; y si le digo a uno que se vaya, se va; o a otro que venga, viene; y si le digo a mi sirviente que haga algo, lo hace. LUC007009 Al oír esto, Jesús se quedó admirado de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo: Les digo que ni siquiera en Israel he encontrado tanta fe. LUC007010 Al volver a casa, los enviados encontraron al servidor sano. LUC007011 Después de esto fue a un pueblo llamado Naín, acompañado de sus discípulos y de mucha gente. LUC007012 Cuando se acercaba a la entrada del pueblo, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; un gentío considerable del pueblo la acompañaba. LUC007013 Al verla el Señor, le dio lástima de ella y le dijo: No llores. LUC007014 Acercándose al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: ¡A ti, te hablo, muchacho, levántate! LUC007015 El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús, se lo entregó a su madre. LUC007016 Todos quedaron atemorizados y alababan a Dios, diciendo: Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. LUC007017 'La noticia del hecho se extendió por todo el país judío y las regiones vecinas. LUC007018 'Los discípulos de Juan le contaron todo aquello. Entonces él, llamando a dos de ellos, LUC007019 los envió al Señor a preguntarle: ¿Eres tú el que tenía que venir o esperamos a otro? LUC007020 Los hombres se presentaron a Jesús y le dijeron: Juan Bautista nos ha mandado a preguntarte: '¿Eres tú el que tenia que venir o esperamos a otro?'. LUC007021 Entonces mismo curó Jesús a muchos de enfermedades, ataques y malos espíritus, y a muchos ciegos les devolvió la vista. LUC007022 Después contestó a los enviados: Vayan a contarle a Juan lo que han visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, a los pobres se les anuncia la buena noticia'. LUC007023 Y ¡dichoso el que no se escandalice de mí! LUC007024 Cuando se marcharon los mensajeros se puso Jesús a hablar de Juan a la gente. ¿Qué salieron a contemplar en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? LUC007025 ¿Qué salieron a ver si no? ¿Un hombre vestido con elegancia? Los que se visten con lujo y viven entre placeres ahí están, en los palacios. LUC007026 Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿Un profeta? Sí, desde luego, y más que profeta. LUC007027 Es él de quien está escrito: 'Mira, te envío mi mensajero por delante: él preparará tu camino ante ti'. (Mal 3,1) LUC007028 Les digo que de los nacidos de mujer ninguno es más grande que Juan. Aunque el más pequeño en el reino de Dios es más grande que él. LUC007029 El pueblo entero que escuchaba a Juan, incluso los recaudadores, dieron la razón a Dios recibiendo su bautismo; LUC007030 en cambio, los fariseos y los juristas frustraron el designio de Dios al rehusar su bautismo. LUC007031 Entonces, ¿a quién diré que se parece esa clase de individuos? ¿Y de hecho a quién se parecen? LUC007032 Se parecen a unos niños sentados en la plaza que se gritan unos a otros: 'Tocamos la flauta y no bailan, cantamos lamentaciones y no lloran'. LUC007033 Porque ha venido Juan Bautista, que ni comía ni bebía, y dijeron ustedes: 'Tiene un demonio dentro'; LUC007034 ha venido este Hombre, que come y bebe, y dicen ustedes: '¡Vaya un comilón y un borracho, amigo de recaudadores y descreídos!'. LUC007035 Pero la Sabiduría de Dios ha quedado justificada por todos sus discípulos. LUC007036 Un fariseo lo invitó a comer con él. Jesús entró en casa del fariseo y se recostó a la mesa. LUC007037 En esto una mujer, conocida como pecadora en la ciudad, al enterarse de que comía en casa del fariseo, llegó con un frasco de perfume; LUC007038 se colocó detrás de él junto a sus pies, llorando, y empezó a regarle los pies con sus lágrimas; se los secaba con el pelo, los cubría de besos y se los ungía con el perfume. LUC007039 Al ver esto, el fariseo que lo había invitado dijo para sí mismo: Este, si fuera profeta, sabría quién es y qué clase de mujer la que lo está tocando: una pecadora. LUC007040 Jesús tomó la palabra y le dijo: Simón, tengo algo que decirte. El respondió: Dímelo, Maestro. LUC007041 Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía veinte mil pesos y el otro dos mil. LUC007042 Como no tenían con qué pagar, se lo perdonó a los dos. ¿Cuál de los dos le estará más agradecido? LUC007043 Simón le contestó: Supongo que aquél a quien le perdonó más. Jesús le dijo: Has acertado. LUC007044 Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Cuando yo entré en tu casa no me ofreciste agua para los pies; ella, en cambio, me ha regado los pies con sus lágrimas y me los ha secado con su pelo. LUC007045 Tú no me besaste: ella, en cambio, desde que entré no ha dejado de besarme los pies. LUC007046 Tú no me echaste ungüento en la cabeza; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. LUC007047 Por eso te digo: cuando muestra tanto agradecimiento es que le han perdonado sus pecados, que eran muchos; en cambio, al que poco se le perdona, poco tiene que agradecer. LUC007048 Y a ella le dijo: Tus pecados están perdonados. LUC007049 Los demás convidados empezaron a decirse: ¿Quién es éste que hasta perdona pecados? LUC007050 Pero Jesús le dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, vete en paz. LUC008001 Después de esto fue caminando de pueblo en pueblo y de aldea en aldea proclamando la buena noticia del reino de Dios; lo acompañaban los Doce LUC008002 y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María Magdalena, de la que había echado siete demonios; LUC008003 Juana, mujer de Cusa, administrador de Herodes; Susana, y otras muchas que le ayudaban con sus bienes. LUC008004 Como se le juntaba mucha gente y en cada pueblo se iban añadiendo más, les dijo esta parábola: LUC008005 Salió el sembrador a sembrar su semilla. Al sembrar, algo cayó en el camino, lo pisaron y los pájaros se lo comieron. LUC008006 Otra parte cayó en las rocas, y al brotar se secó por falta de humedad. LUC008007 Otra parte cayó entre espinos, y los espinos, brotando al mismo tiempo, la ahogaron. LUC008008 Otra parte cayó en tierra buena, brotó y dio fruto al ciento por uno. Dicho esto, exclamó: ¡Quien tenga oídos para oír, que escuche! LUC008009 Entonces le preguntaron los discípulos: ¿Qué significa esa parábola? LUC008010 El les respondió: Ustedes están ya capacitados para comprender los secretos del reinado de Dios; a los demás, en cambio, se les habla en parábolas; así, viendo no ven y oyendo no entienden. [(Is 6,9) LUC008011 La parábola significa esto: La semilla es el mensaje de Dios. LUC008012 'Los del camino' son los que escuchan, pero luego viene el diablo y les quita el mensaje del corazón, para que no crean y se salven. LUC008013 Los de las rocas' son los que, al escucharlo, reciben el mensaje con alegría, pero éstos no tienen' raíces; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba desertan. LUC008014 Lo que cayó entre espinos' son esos que escuchan, pero con los afanes y riquezas y placeres de la vida, poco a poco se ahogan y no maduran. LUC008015 'Lo de la tierra buena' son los que escuchan, guardan el mensaje en un corazón noble y generoso y dan fruto con su constancia. LUC008016 Nadie enciende una vela para taparla con una olla o meterla debajo de la cama; la pone en el candelero para que los que entran vean la luz. LUC008017 Porque nada hay oculto que no deba descubrirse, ni nada secreto que no deba saberse o hacerse público. LUC008018 Por eso a ver cómo escuchan: porque al que produzca se le dará, pero al que no produzca se le quitará hasta lo que cree tener. LUC008019 Fueron a verlo su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él. LUC008020 Entonces le avisaron: Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte. LUC008021 Pero él les contestó: Mi madre y mis hermanos son los que escuchan el mensaje de Dios y lo ponen por obra. LUC008022 Un día subió a una barca con sus discípulos y les dijo: Crucemos a la otra orilla del lago. Y zarparon. LUC008023 Mientras navegaban, él se quedó dormido. Se abatió sobre el lago un remolino de viento; la barca se les anegaba y corrían peligro. LUC008024 Los discípulos se acercaron y lo despertaron gritándole: ¡Maestro, Maestro, que nos hundimos! El se despertó y dio una orden al viento y al oleaje; se apaciguaron y vino la calma. LUC008025 Entonces les dijo: ¿Dónde está la fe de ustedes? Ellos comentaban con miedo y admiración: Pero entonces, ¿quién será éste? Da órdenes al viento y al agua, y le obedecen. LUC008026 Llegaron a la región de los gerasenos, que está enfrente de Galilea. LUC008027 Al saltar a tierra, un hombre de la aldea, que estaba endemoniado, le salió al encuentro; hacía tiempo que no usaba vestido ni vivía en una casa, sino en los sepulcros. LUC008028 Al ver a Jesús empezó a dar gritos, se postró ante él y le dijo a voces: ¿Quién te mete a ti en esto, Jesús, Hijo de Dios Soberano? Por favor no me atormentes. LUC008029 (Es que Jesús le estaba mandando al espíritu inmundo que saliera del hombre, pues a menudo le producía ataques, y aunque lo sujetaban atándolo con cadenas y grillos, él rompía las ataduras, y el demonio lo empujaba a lugares despoblados). LUC008030 Jesús le preguntó: ¿Cómo te llamas? El respondió: Legión. De hecho eran muchos los demonios que habían entrado en él LUC008031 y le rogaban que no los mandara al Abismo. LUC008032 Había allí cerca un buen rebaño de cerdos pastando en la falda del cerro; los demonios le rogaron que les permitiera entrar en ellos. El se lo permitió. LUC008033 Los demonios salieron del hombre y se metieron en los cerdos; el rebaño se lanzó por el precipicio al lago y se ahogó. LUC008034 Al ver lo ocurrido, los cuidadores de los cerdos salieron huyendo y lo contaron por el pueblo y por los ranchos. LUC008035 La gente salió a ver lo que había pasado, se acercaron a Jesús y encontraron al hombre del que habían salido los demonios sentado a los pies de Jesús, vestido y en su juicio, y les entró miedo. LUC008036 Los que lo habían visto les contaron cómo se había curado el endemoniado. LUC008037 Toda la población de la comarca de los gerasenos, muerta de miedo, le pidió que se marchara de allí. Jesús se embarcó y se volvió. LUC008038 El hombre librado de los demonios le suplicaba que lo admitiera en su compañía. Pero Jesús lo despidió diciéndole: LUC008039 Vuelve a tu casa y refiere lo que Dios ha hecho por ti. El hombre fue proclamando por toda la provincia lo que Jesús había hecho por él. LUC008040 Al volver Jesús la gente le dio la bienvenida, pues todos estaban esperándolo. LUC008041 En esto llegó un tal Jairo, jefe de sinagoga, y se echó a los pies de Jesús rogándole que fuera a su casa, LUC008042 porque su hija única, que tenía unos doce años, se estaba muriendo. Mientras iba de camino la gente lo asfixiaba. LUC008043 Una mujer que padecía hemorragias desde hacía doce años y que había malgastado toda su fortuna en médicos sin que ninguno pudiera curarla, LUC008044 se acercó por detrás y le tocó el borde del manto; en el acto se le cortaron las hemorragias. LUC008045 Jesús preguntó: ¿Quién me ha tocado? Mientras todos decían que ellos no, le replicó Pedro: Pero, Maestro, si la gente te aprieta y te oprime. LUC008046 Jesús dijo: Alguno me ha tocado, porque yo he sentido que una fuerza ha salido de mí. LUC008047 La mujer, al verse descubierta, , se acercó temblorosa, se le echó a los pies y explicó delante de todo el pueblo por qué lo había tocado y cómo se había curado en el acto LUC008048 El le dijo: Hija, tu fe te ha curado; vete en paz. LUC008049 Aún estaba hablando, cuando' llegó uno de casa del jefe de sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto;; no molestes más al Maestro. LUC008050 Pero Jesús lo oyó y le dijo: No temas: basta que tengas fe, y se salvará. LUC008051 Al llegar a la casa no dejó entrar con él más que a Pedro, Juan y Santiago y a los padres de la niña. LUC008052 Todos lloraban y hacían duelo; por ella. Pero Jesús dijo: No lloren, que no ha muerto, está dormida. LUC008053 Ellos se reían de él, sabiendo que había muerto. LUC008054 Pero él la tomó de la mano y la llamó diciendo: Niña, ponte en pie. LUC008055 Le volvió el aliento y se levantó al instante; él mandó que le dieran de comer. LUC008056 Sus padres se quedaron atónitos, pero Jesús les mandó que no contaran a nadie lo sucedido. LUC009001 Convocó a los Doce y les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades. LUC009002 Luego los envió a proclamar el reinado de Dios y a curar a los enfermos LUC009003 diciéndoles: No tomen nada para el camino: ni bastón ni morral, ni pan ni dinero, ni lleven cada uno dos vestidos. LUC009004 Quédense en la casa donde se alojen hasta que se vayan de aquel lugar. LUC009005 Y en caso de que no los reciban, al salir de aquel pueblo sacúdanse el polvo de los pies, para echárselo en cara. LUC009006 'Ellos se pusieron en camino y fueron de pueblito en pueblito, anunciando la buena noticia y curando en todas partes. LUC009007 El virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; LUC009008 otros, en cambio, que había aparecido Elías, y otros que un profeta de los antiguos había vuelto a la vida. LUC009009 Pero Herodes se decía: A Juan le corté yo la cabeza. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas? Y tenía ganas de verlo. LUC009010 Al volver los apóstoles le contaron a Jesús todo lo que habían hecho. Entonces se los llevó y se retiró con ellos en dirección a un pueblo llamado Betsaida, LUC009011 pero el gentío se dio cuenta y lo siguió. El los acogió, estuvo hablándoles del reinado de Dios, y curó a los que lo necesitaban. LUC009012 Caía la tarde y los Doce se le acercaron a decirle: Despide a la gente; que vayan a los Pueblitos y ranchos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque esto es un lugar descampado. LUC009013 El les contestó; Denles de comer ustedes. Replicaron ellos: ¡Si no tenemos más que cinco panes y dos peces! A menos que vayamos nosotros a comprar de comer para todo el pueblo éste. LUC009014 (Eran unos cinco mil hombres). Jesús dijo a los discípulos: Díganles que se echen en grupos de cincuenta. LUC009015 Así lo hicieron, diciendo que se echaran todos. LUC009016 Y tomando él los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, los bendijo, los partió en trozos y se los fue dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. LUC009017 Comieron hasta quedar satisfechos todos, y recogieron los trozos que les habían sobrado: doce canastas. LUC009018 Una vez que estaba orando solo en presencia de sus discípulos, les preguntó: ¿Quién dice la gente que soy yo? LUC009019 Contestaron ellos: Juan Bautista; otros, en cambio, que Elías, y otros un profeta de los antiguos que ha vuelto a la vida. LUC009020 El les preguntó: Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? Pedro tomó la palabra y dijo: El Mesías de Dios. LUC009021 El les prohibió terminantemente decírselo a nadie. LUC009022 Y añadió: Este Hombre tiene que sufrir mucho, tiene que ser rechazado por los senadores, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar al tercer día. LUC009023 Y dirigiéndose a todos, dijo: El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue cada día con su cruz y me siga; LUC009024 porque si uno quiere salvar su vida, la perderá; en cambio, el que pierda su vida por mí, la salvará. LUC009025 Y luego, ¿de qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se malogra él mismo? LUC009026 Además, si uno se avergüenza de mí y de mis palabras, también este Hombre se avergonzará de él cuando venga con su gloria, con la del Padre y la de los ángeles santos. LUC009027 En cambio, les aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin ver antes el reinado de Dios. LUC009028 Unos ocho días después de este discurso tomó á Pedro, a Juan y a Santiago y subió a la montaña a orar. LUC009029 Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, y sus vestidos brillaban de blancos. LUC009030 De pronto hubo dos hombres conversando con él: eran Moisés y Elías, LUC009031 que aparecieron resplandecientes y hablaban de su éxodo, que iba a completar en Jerusalén. LUC009032 Pedro y sus compañeros se caían de sueño; pero se despertaron, y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. LUC009033 Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: Maestro, viene muy bien que estemos aquí nosotros; podríamos hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. No sabía lo que decía. LUC009034 Mientras hablaba se formó una nube que los cubría. Al entrar en la nube se asustaron. LUC009035 Y salió de la nube una voz que decía: Este es mi Hijo, el Elegido. Escúchenlo a él. LUC009036 Cuando cesó la voz, Jesús se encontraba solo. Los discípulos guardaron el secreto y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto. LUC009037 'Al día siguiente, al bajar del monte, le salió al encuentro mucha gente LUC009038 y, de pronto, entre la gente un hombre gritó: ¡Maestro, por favor, atiende a este hijo mío, que es el único que tengo! LUC009039 Mira, lo agarra un espíritu y de pronto da un grito, lo retuerce entre espumarajos, y a duras penas se va, dejándolo molido. LUC009040 He rogado a tus discípulos que lo echen, pero no han sido capaces. LUC009041 Jesús contestó: ¡Gente sin fe y pervertida! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes y soportarlos? Tráeme aquí a tu hijo. LUC009042 Mientras se acercaba lo derribó el demonio y empezó a retorcerlo: Jesús increpó al espíritu inmundo, curó al niño y se lo devolvió a su padre. LUC009043 Todos quedaron espantados de lo grande que es Dios. Entre la admiración general por todo lo que hacía, dijo Jesús a sus discípulos: LUC009044 'Ustedes métanse bien esto en la cabeza: a este Hombre lo van a entregar en manos de los hombres. LUC009045 Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro, que no captaban el sentido, y tenían miedo de preguntarle sobre: el asunto. LUC009046 Pero les entró la idea de cuál, de ellos sería el más grande. LUC009047 Jesús, adivinando lo que pensaban, tomó de la mano a un criadito y lo puso a su lado LUC009048 y les dijo: El que; acoge a este niño por causa mía, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado; es decir, el que es de hecho más pequeño de todos ustedes, ése es grande. LUC009049 Intervino Juan y dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y hemos intentado impedírselo, porque no anda con nosotros. LUC009050 Jesús le respondió: Nada de impedir, que el que no está contra ustedes, está a favor de ustedes. LUC009051 Cuando iba llegando el tiempo de que se lo llevaran, Jesús decidió irrevocablemente ir a Jerusalén. LUC009052 Envió mensajeros por delante; yendo de camino entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento, LUC009053 pero se negaron a recibirlo porque se dirigía a Jerusalén. LUC009054 Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le propusieron: Señor, si quieres, decimos que caiga un rayo y acabe' con ellos. LUC009055 El se volvió y les regaño. LUC009056 Y se marcharon a otra aldea. LUC009057 Por el camino le dijo uno: Te seguiré vayas adonde vayas. LUC009058 Jesús le respondió: Los zorros tienen cuevas y los pájaros nidos, pero este Hombre no tiene donde reclinar la cabeza. LUC009059 A otro dijo: Sígueme. El respondió: Permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre. LUC009060 Jesús le replicó: Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar por ahí el reinado de Dios. LUC009061 A otro le dijo: Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia. LUC009062 Jesús le contestó: El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el reino de Dios. LUC010001 Algún tiempo después designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. LUC010002 Y les dijo: La cosecha es abundante y los trabajadores pocos; por eso, rueguen al dueño que mande trabajadores a su cosecha. LUC010003 ¡En marcha! Miren que los mando como corderos entre lobos. LUC010004 No lleven bolsa, ni morral, ni sandalias; y no se paren a saludar a nadie por el camino. LUC010005 Cuando entren en una casa, lo primero saluden: 'Paz a esta casa'; LUC010006 si hay allí gente de paz, la paz que les desean descenderá sobre ellos; si no, volverá a ustedes. LUC010007 Quédense en esa casa, coman y beban de lo que tengan, que el obrero merece su salario. No anden cambiando de casa. LUC010008 Si entran en un pueblo y los reciben bien, coman de lo que les pongan, LUC010009 curen a los enfermos que haya, y digan: 'Ya les llega el reinado de Dios'. LUC010010 Cuando entren en un pueblo y no los reciban, salgan a las calles y digan: LUC010011 Hasta el polvo de este pueblo que se nos ha pegado a los pies nos lo limpiamos, ¡para ustedes! De todos modos, sepan que ya llega el reinado de Dios'. LUC010012 Les digo que el día aquél le será más soportable a Sodoma que a ese pueblo. LUC010013 ¡Ay de ti, Corazín; ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros realizados en ti, hace tiempo que habrían hecho penitencia cubiertas de sacos y sentadas en ceniza. LUC010014 Por eso el juicio les será más soportable a Tiro y a Sidón que a las dos. LUC010015 Y tú, Cafarnaún, ¿piensas encumbrarte hasta el cielo? Bajarás al abismo'. LUC010016 Quien los escucha a ustedes, me escucha a mí; quien los rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y quien me rechaza a mi, rechaza al que me ha enviado. LUC010017 Los setenta y dos volvieron muy contentos y le dijeron: Señor, hasta los demonios se nos someten por tu nombre, LUC010018 El les contestó: ¡Ya veía yo que caería Satanás de lo alto como un rayo! LUC010019 Miren: Les he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y sobre todo el ejército del enemigo: y nada podrá hacerles daño. LUC010020 Sin embargo, no sea su alegría que se les someten los espíritus; sea su alegría que sus nombres están escritos en el cielo. LUC010021 En aquel momento, con la alegría del Espíritu Santo, exclamó: Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque si has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, bendito seas, por haberte parecido eso bien. LUC010022 Mi Padre me lo ha enseñado todo; quién es el Hijo, lo sabe sólo el Padre: quién es el Padre, lo sabe sólo el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. LUC010023 Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: ¡Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven! LUC010024 Porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ven ustedes y no lo vieron, y oír lo que oyen ustedes y no lo oyeron. LUC010025 En esto se levantó un jurista y le preguntó para ponerlo a prueba: Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar vida eterna? LUC010026 El le dijo: ¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo es eso que recitas? LUC010027 El jurista contestó: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente. Y a tu prójimo como a ti mismo''. LUC010028 El le dijo: Bien contestado. Haz eso y tendrás la vida. LUC010029 Pero el otro, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: Y ¿quién es mi prójimo? LUC010030 Jesús le contestó: Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y lo asaltaron unos bandidos; lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon dejándolo medio muerto. LUC010031 Coincidió que bajaba un sacerdote por aquel camino; al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. LUC010032 Lo mismo hizo un clérigo que llegó a aquel sitio; al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. LUC010033 Pero un samaritano, que iba de viaje, llegó a donde estaba el hombre y, al verlo, le dio lástima; LUC010034 se acercó a él y le vendó las heridas echándoles aceite y vino; luego lo puso en su propia montura, lo llevó a una posada y lo cuidó. LUC010035 Al día siguiente sacó cuarenta pesos y, dándoselos al dueño de la posada, le dijo: 'Cuida de él, y lo que gastes de más te lo pagaré a la vuelta'. LUC010036 ¿Qué te parece? ¿Cuál de estos tres se hizo prójimo del que cayó en manos de los bandidos? LUC010037 'El letrado contestó: El que tuvo compasión de él. Jesús le dijo: Pues anda, haz tú lo mismo. LUC010038 Por el camino entró Jesús en un Pueblito, y una mujer de nombre Marta lo recibió en su casa. LUC010039 Esta tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies del Señor para escuchar sus palabras. LUC010040 Marta, en cambio, se distraía con el mucho trajín; hasta que se paró delante, y dijo: Señor, ¿no se te da nada de que mi hermana me deje trajinar sola? Dile que me eche una mano. LUC010041 Pero el Señor le contestó: Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas: LUC010042 sólo una es necesaria. Sí, María ha escogido la parte mejor, y ésa no se le quitará. LUC011001 Una vez estaba él orando en cierto lugar; al terminar, uno de sus discípulos le pidió: Señor, enséñanos una oración, como Juan les enseñó a sus discípulos. LUC011002 El les dijo: Cuando recen digan: 'Padre, proclámese que tú eres santo, llegue tu reinado, LUC011003 nuestro pan del mañana dánoslo cada día LUC011004 y perdónanos nuestros pecados, que también nosotros perdonamos a todo deudor nuestro; y no nos dejes ceder a la tentación', LUC011005 Y añadió: Supongan que uno de ustedes tiene un amigo y que llega a mitad de la noche diciendo: Amigo, préstame tres panes, LUC011006 que un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle. LUC011007 Y que, desde dentro, el otro le responde: Déjame en paz; la puerta está ya cerrada, los niños y yo estamos acostados: no puedo levantarme a dártelos. LUC011008 Les digo que acabará por levantarse y darle lo que necesita, si no por ser amigos, al menos para librarse de su importunidad. LUC011009 Por mi parte les digo yo: Pidan y se les dará, busquen y encontraran, llamen y les abrirán; LUC011010 porque todo el que pide recibe, el que busca encuentra, y al que llama le abren. LUC011011 ¿Quién de ustedes que sea padre, si su hijo le pide pescado, en vez de pescado le va a ofrecer una culebra?; LUC011012 y, si le pide un huevo, ¿le va a ofrecer un alacrán? LUC011013 Pues si ustedes, malos como son, saben dar cosas buenas a sus niños, ¿cuánto más su Padre del cielo dará Espíritu Santo a los que se lo piden? LUC011014 Estaba Jesús echando un demonio que dejaba mudo y, apenas salió el demonio, el mudo habló. La multitud se quedó admirada, LUC011015 Pero algunos de ellos dijeron: Echa los demonios con poder de Belzebú, el jefe de los demonios. LUC011016 Otros, con mala idea, le exigían una señal que viniera del cielo. LUC011017 El, penetrando sus intenciones, les dijo: Todo reino dividido queda asolado y se derrumba casa tras casa. LUC011018 Pues si también Satanás se ha dividido, ¿cómo va a mantenerse en pie su reino?..., ya que dicen que yo echo los demonios con poder de Belzebú. LUC011019 Ahora, si yo echo los demonios con poder de Belzebú, los discípulos de ustedes ¿con poder de quién los echan? Por eso, ellos mismos los juzgarán a ustedes. LUC011020 En cambio, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, señal que el reinado de Dios les ha llegado a ustedes. LUC011021 Mientras un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. LUC011022 Pero cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas en que confiaba y después reparte el botín. LUC011023 El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama. LUC011024 Cuando al espíritu inmundo lo echan de un hombre, va atravesando lugares resecos buscando alojamiento; y al no encontrarlo dice: Me vuelvo a mi casa, de donde me echaron. LUC011025 Al llegar se la encuentra barrida y arreglada. LUC011026 Entonces va a buscar otros siete espíritus peores que él y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio. LUC011027 Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la gente le dijo gritando: ¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron! LUC011028 Pero él repuso: Mejor: ¡Dichosos los que escuchan el mensaje de Dios y lo cumplen! LUC011029 El gentío se apiñaba a su alrededor y él se puso a decirles: Esa clase de gente es mala gente. Pide una señal, y señal no se le dará excepto la señal de Jonás; LUC011030 porque igual que Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, así va a serlo este Hombre para la gente ésa. LUC011031 La reina del Sur se pondrá en pie para confrontarse con esa clase de gente y la condenará; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y hay más que Salomón aquí. LUC011032 Los habitantes de Nínive se alzarán a confrontarse con esa clase de hombres y los condenarán, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás, y hay más que Jonás aquí. LUC011033 No se enciende una lámpara para meterla en el sótano; se pone en el candelero para que los que entran vean la luz LUC011034 La esplendidez da el valor a tu persona. Cuando eres desprendido, toda tu persona vale; en cambio, si eres tacaño, tu persona es miserable. LUC011035 Por eso, cuidado con que tu valer no sea solo miseria. LUC011036 Si eres generoso de arriba abajo, sin tener ni tanto así de miseria, entonces vales todo entero. Así es cuando la esplendidez te ilumina con su brillo. LUC011037 Apenas terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. El entró y se puso a la mesa. LUC011038 El fariseo se extrañó al ver que no se lavaba antes de comer, LUC011039 y el Señor le dijo: De modo que ustedes, los fariseos, limpian por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están repletos de robos y maldades. LUC011040 ¡Insensatos! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? LUC011041 En vez de eso, den lo de dentro en limosnas y así lo tendrán limpio todo. LUC011042 Pero ¡ay de ustedes, fariseos! Pagan el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda verdura, y pasan por alto la justicia y el amor de Dios. ¡Esto había que practicar!, y aquello..., no descuidarlo. LUC011043 ¡Ay de ustedes, fariseos, que gustan de los asientos de honor en las sinagogas y de las reverencias por la calle! LUC011044 ¡Ay de ustedes! Son como tumbas sin señal que la gente pisa sin saberlo. LUC011045 Un jurista intervino y le dijo: Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros. LUC011046 Jesús replicó: ¡Ay de ustedes también, juristas, que oprimen a la gente con cargas insoportables, mientras ustedes ni las rozan con el dedo! LUC011047 ¡Ay de ustedes, que edifican mausoleos a los profetas, después que los padres de ustedes los mataron! LUC011048 Así dan testimonio de lo que hicieron sus padres, y lo aprueban; porque ellos los mataron y ustedes edifican los sepulcros. LUC011049 Por algo dijo la sabiduría de Dios: 'Les enviaré profetas y apóstoles; a unos los matarán, a otros los perseguirán', LUC011050 para que a tal clase de gente se le pida cuenta de la sangre de los profetas derramada desde que empezó el mundo; LUC011051 desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario. Sí, se lo repito: Se le pedirá cuenta a tal clase de gente. LUC011052 ¡Ay de ustedes, juristas, que se han guardado la llave del saber! Ustedes no han entrado y a los que querían entrar les han cerrado el paso. LUC011053 Al salir de allí, los letrados y fariseos empezaron a acosarlo y a tirarle de la lengua insidiosamente sobre muchas cuestiones, LUC011054 estando atentos para atraparlo con sus propias palabras. LUC012001 Mientras tanto, miles y miles de personas se habían aglomerado hasta pisarse unos a otros. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose en primer lugar a sus discípulos: Mucho cuidado con la levadura de los fariseos, o sea, con la hipocresía. LUC012002 Pero nada hay encubierto que no deba descubrirse, ni nada escondido que no deba saberse, LUC012003 porque lo que dijeron de noche se escuchará en pleno día, y lo que dijeron al oído en la despensa, se proclamará desde las azoteas. LUC012004 Escúchenme ahora ustedes, amigos míos: No les tomen miedo a los que matan el cuerpo y después no pueden hacer más. LUC012005 Les voy a indicar a quién tienen que temer: Teman al que tiene poder para matar y después echar en el fuego. Sí, a ése témanlo, desde luego. LUC012006 ¿No se venden cinco pajaritos por cuatro centavos? Y, sin embargo, ni de uno solo de ellos se olvida Dios. LUC012007 Es más: en cuanto a ustedes, hasta los pelos de su cabeza están todos contados. No tengan miedo: valen ustedes más que todos los pajaritos juntos. LUC012008 Y les digo que, por todo el que se pronuncie por mí ante los hombres, también este Hombre se pronunciará ante los ángeles de Dios. LUC012009 Y si uno me niega ante los hombres, será negado él ante los ángeles de Dios. LUC012010 A todo el que hable en contra del hombre se le podrá perdonar, pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón. LUC012011 Cuando los conduzcan a la sinagoga, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o de qué van a decir, LUC012012 porque lo que hay que decir se lo enseñará el Espíritu Santo en aquel momento. LUC012013 Uno del público le pidio: Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia. LUC012014 Le contestó Jesús: Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o arbitro entre ustedes? LUC012015 Entonces les dijo: Cuidado: Guárdense de toda codicia, que aunque uno tenga de sobra, la vida no depende de los bienes. LUC012016 Y les propuso una parábola. Las tierras de un hombre rico dieron una gran cosecha. LUC012017 El estuvo echando cálculos: '¿Qué hago? No tengo donde almacenarla'. LUC012018 Y entonces se dijo: Voy a hacer lo siguiente: derribaré mis graneros, construiré otros más grandes y almacenaré allí el grano y las demás provisiones. LUC012019 Luego podré decirme: 'Amigo, tienes muchos bienes almacenados para muchos años: túmbate, come, bebe y date la buena vida'. LUC012020 Pero Dios le dijo: Insensato, esta noche te van a reclamar la vida. Lo que te has preparado, ¿para quién será? LUC012021 Eso le pasa al que amontona riquezas para sí y para Dios no es rico. LUC012022 Y a sus discípulos les dijo: Por eso les digo: No anden angustiados por la vida, pensando qué van a comer, ni por el cuerpo, pensando con qué se van a vestir; LUC012023 porque la vida vale más que el alimento y el cuerpo más que el vestido. LUC012024 Fíjense en los cuervos: ni siembran ni cosechan, no tienen despensa ni granero y, sin embargo, Dios los alimenta. Y ¡cuánto más valen ustedes que los pájaros! LUC012025 Y ¿quién de ustedes a fuerza de preocuparse podrá añadir una hora al tiempo de su vida? LUC012026 Entonces, si no son capaces ni siquiera de lo pequeño, ¿por qué se angustian por lo demás? LUC012027 Fíjense cómo crecen los lirios: ni hilan ni tejen, y les digo que ni Salomón en todo su fasto estaba vestido como cualquiera de ellos. LUC012028 Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe? LUC012029 No estén con el alma en un hilo buscando qué comer y qué beber. LUC012030 Son los paganos quienes ponen su empeño en esas cosas; ya sabe el Padre que tienen ustedes necesidad de eso. LUC012031 En cambio, busquen que él reine y eso se les dará por añadidura. LUC012032 Tranquilícense, rebaño pequeño, que es decisión de su Padre reinar de hecho sobre ustedes. LUC012033 Vendan sus bienes y denlo en limosnas; háganse bolsas que no se estropeen, un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni echa a perder la polilla. LUC012034 Porque donde tengan su riqueza tendrán el corazón. LUC012035 Tengan el delantal puesto y encendidas las lámparas: LUC012036 parézcanse ustedes a los que aguardan a que su patrón vuelva de la boda para, cuando llegue, abrirle en cuanto llame. LUC012037 Dichosos esos servidores si el patrón al llegar los encuentra en vela: les aseguro que él se pondrá el delantal, los hará recostarse y les servirá uno a uno; LUC012038 si llega entrada la noche o incluso de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos. LUC012039 Esto ya lo comprenden: que si el dueño de la casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no le dejaría forzar la entrada. LUC012040 Por eso, estén también ustedes preparados, pues cuando menos lo piensen llegará este Hombre. LUC012041 Pedro le preguntó: Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos en general? LUC012042 El Señor continuó: Así, pues, ¿dónde está ese administrador fiel y cuidadoso a quien el patrón va a encargar de repartir a los sirvientes la ración a sus horas? LUC012043 Dichoso el tal empleado si el patrón al llegar lo encuentra cumpliendo con su obligación. LUC012044 Les aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. LUC012045 Pero si el tal empleado, pensando que su patrón tardará, empieza a maltratar a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse, LUC012046 el día que menos se lo espera, y a la hora que no ha previsto llegará el patrón y lo pondrá en la calle, mandándolo a donde se manda a los que no son fieles. LUC012047 El empleado ése que, conociendo el deseo de su señor, no prepara las cosas o no las hace como su señor desea, recibirá muchos palos; LUC012048 en cambio, el que no lo conoce, pero hace algo que merece palos, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le pedirá. LUC012049 Fuego he venido a encender en la tierra y ¡qué más quiero si ya ha prendido! LUC012050 Pero tengo que ser sumergido' en las aguas y no veo la hora de que eso se cumpla. LUC012051 ¿Piensan que he venido a traer paz a la tierra? Les digo que no, división y nada más; LUC012052 porque de ahora en adelante una familia de cinco estará dividida; se dividirán tres contra dos y dos contra tres; LUC012053 padre contra hijo e hijo contra padre, madre contra hija e hija contra madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra. LUC012054 Y añadió, también para la gente: Cuando ven subir una nube por el poniente dicen ustedes en seguida: 'Aguacero tenemos', y así sucede. LUC012055 Cuando sopla el sur dicen: 'Va a hacer bochorno', y lo hace. LUC012056 Hipócritas: si saben interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo es que no saben interpretar el momento presente? LUC012057 Y ¿por qué no juzgan ustedes mismos lo que se debe hacer? LUC012058 Por ejemplo, cuando vas con tu contrincante a ver al magistrado, haz lo posible por librarte de él mientras vas de camino; no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel. LUC012059 Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último centavo. LUC013001 En aquel momento se presentaron algunos a contarle que Pilato había mezclado la sangre de unos galileos con la de las víctimas que ofrecían. LUC013002 Jesús les contestó: ¿Piensan que esos galileos eran más pecadores que los demás, porque acabaron así? LUC013003 Les digo que no; y si no se enmiendan, todos ustedes perecerán también. LUC013004 Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan ustedes que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? LUC013005 Les digo que no, y si no se enmiendan, todos ustedes perecerán también. LUC013006 Y añadió esta parábola: Un hombre tenía una higuera plantada en su viña, fue a buscar higos y no los encontró. LUC013007 Entonces dijo al viñador: Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué, además, va a esquilmar el terreno? LUC013008 Pero el viñador le contestó: Señor, déjala todavía este año; entretanto yo cavaré y le echaré abono; LUC013009 si en adelante diera fruto..., si no, la cortas. LUC013010 Un sábado enseñaba en una sinagoga. LUC013011 Había allí una mujer que desde hacia dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar del todo. LUC013012 Al verla, la llamó Jesús y le dijo: Mujer, quedas libre de tu enfermedad. LUC013013 Y le aplicó las manos. En el acto se puso derecha y empezó a alabar a Dios. LUC013014 Intervino el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, y le dijo a la gente: Hay seis días de trabajo: vengan esos días a que los curen, y no los sábados. LUC013015 Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: Hipócritas: cualquiera de ustedes, ¿no desata del pesebre al buey o al burro, y lo lleva a abrevar aunque sea sábado? LUC013016 Y a ésta que es hija de Abrahán, y que Satanás ató hace ya dieciocho años, ¿no había que soltarla de su cadena en sábado? LUC013017 Según iba diciendo esto se avergonzaban sus adversarios, mientras toda la gente se alegraba de tantas maravillas como hacía. LUC013018 Continuó: ¿A qué se parece el reinado de Dios? ¿Con qué lo compararé? LUC013019 Se parece al grano de mostaza que un hombre sembró en su huerta: creció, se hizo un árbol y los pájaros hicieron nidos en sus ramas. LUC013020 Y repitió: ¿Con qué compararé el reinado de Dios? LUC013021 Se parece a la levadura que metió una mujer en veinticinco libras de harina y todo acabó por fermentar. LUC013022 Camino de Jerusalén, enseñaba en los pueblos y aldeas que iba atravesando. LUC013023 Uno le preguntó: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Jesús dio esta respuesta: LUC013024 Forcejeen para abrirse paso por la puerta estrecha, porque les digo que muchos intentarán entrar y no podrán. LUC013025 Una vez que el dueño de casa se levante y cierre la puerta, por mucho que golpeen la puerta desde fuera gritando: 'Señor, ábrenos', él les replicará: 'No sé quiénes son'. LUC013026 Entonces se pondrán a decirle: 'Si hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras calles'; LUC013027 pero les responderá: 'No sé quiénes son; ¡lejos de mí todos los que practican la injusticia!'. LUC013028 Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando vean a Abrahán, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, mientras a ustedes los echan fuera. LUC013029 Y también de oriente y de occidente, del norte y del sur, habrá quienes vengan a sentarse en el banquete del reino de Dios. LUC013030 Miren: Hay últimos que serán primeros y hay primeros que serán últimos. LUC013031 En aquella ocasión se acercaron unos fariseos a decirle: Vete, márchate de aquí, que Herodes quiere matarte. LUC013032 El contestó: Vayan a decirle a ese don nadie: 'Mira, hoy y mañana seguiré curando y echando demonios; al tercer día acabo'. LUC013033 Pero hoy, mañana y pasado tengo que seguir mi viaje, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén. LUC013034 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina a sus pollitos bajo las alas, pero no han querido! LUC013035 'Pues miren, su casa se les quedará vacía. LUC013036 Y les digo que no me volverán a ver hasta el día que exclamen: 'Bendito el que viene en nombre del Señor' LUC014001 Sucedió que un sábado fue a comer a casa de uno de los jefes fariseos, y ellos lo estaban espiando. LUC014002 Jesús se encontró delante un hombre enfermo de hidropesía, LUC014003 y dirigiéndose a los juristas y fariseos, preguntó: ¿Está permitido curar los sábados o no? LUC014004 Ellos se quedaron callados. Jesús tomó la mano al enfermo, lo curó y lo despidió. LUC014005 Y a ellos les dijo: Si a uno de ustedes se le cae al pozo el burro o el buey, ¿no lo saca en seguida aunque sea sábado? LUC014006 Y se quedaron sin respuesta. LUC014007 Notando que los invitados escogían los primeros puestos, les propuso estas máximas: LUC014008 Cuando alguien te invita a una boda, no te sientes en el puesto principal, que a lo mejor ha invitado a otro de más categoría que tú, LUC014009 se acercará el que te invitó a ti y a él y te dirá: 'Déjale el puesto a éste'. Entonces, avergonzado, tendrás que ir bajando hasta el último puesto. LUC014010 Al revés, cuanto te inviten, vete derecho a sentarte en el último puesto, para que cuando venga el que te invitó te diga: 'Amigo, sube más arriba'. Así quedarás muy bien ante los que estén contigo a la mesa. LUC014011 Porque a todo el que se encumbra lo abajarán y al que se abaja lo encumbrarán. LUC014012 Y al que lo había invitado le dijo: Cuando des una comida o una cena no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; no sea que te inviten ellos para corresponder y quedes pagado. LUC014013 Cuando des un banquete invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; LUC014014 y dichoso tú entonces porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos. LUC014015 'Al oír esto, uno de los invitados le dijo: ¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de Dios! LUC014016 Jesús le dijo a él: Un hombre daba un gran banquete e invitó a mucha gente; LUC014017 a la hora del banquete mandó al encargado a avisar a los invitados: Vengan, que ya está preparado. LUC014018 'Pero todos, en seguida,'empezaron a excusarse. El primero le dijo: He comprado un campo y tengo que ir a verlo. Dispénsame, por favor. LUC014019 Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor. LUC014020 Otro dijo: Me acabo de casar y, naturalmente, no puedo ir. LUC014021 El encargado volvió a contárselo al patrón. Entonces el dueño de la casa, indignado, le dijo: Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos. LUC014022 El encargado dijo: Señor, se ha hecho lo que mandaste y todavía queda sitio. LUC014023 Entonces el patrón le dijo: Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se me llene la casa, LUC014024 porque les digo que ninguno de aquellos invitados probará mi banquete. LUC014025 Por el camino lo acompañaba un gran gentío; él se volvió y les dijo: LUC014026 Si uno quiere ser de los míos y no me prefiere' a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a sí mismo, no puede ser discípulo mío. LUC014027 Quien no carga con su cruz y se viene detrás de mí, no puede ser discípulo mío. LUC014028 Ahora bien, si uno de ustedes quiere construir una torre, ¿no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? LUC014029 Para evitar que, si echa los cimientos y no puede acabarla, los mirones se pongan a burlarse de él a coro, diciendo: LUC014030 'Este empezó a construir y no ha sido capaz de acabar'. LUC014031 Y si un rey va a dar batalla a otro, ¿no se sienta primero a deliberar si le bastarán diez mil hombres para hacer frente al que viene contra él con veinte mil? LUC014032 Y si ve que no , cuando el otro está todavía lejos, le envía legados para pedir condiciones de paz. LUC014033 Esto supuesto, todo aquel de ustedes que no renuncia a todo lo que tiene, no puede ser discípulo mío. LUC014034 Sí, buena cosa es la sal, pero si hasta la sal pierde su sabor, ¿con qué se sazonará? LUC014035 No sirve ni para abono ni para el estercolero. Hay que tirarla. ¡Quien tenga oídos para oír, que escuche! LUC015001 Recaudadores y descreídos acostumbraban a acercarse en masa para escucharlo. LUC015002 Los fariseos y los letrados lo criticaban diciendo: Ese acoge a los descreídos y come con ellos. LUC015003 Entonces les propuso Jesús esta parábola: LUC015004 Si uno de ustedes tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la descarriada hasta encontrarla? LUC015005 Cuando la encuentra, se la carga en los hombros, muy contento; LUC015006 al llegar a casa reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: ¡Alégrense conmigo! He encontrado la oveja que se me había perdido. LUC015007 Les digo que lo mismo pasa en el cielo; da más alegría un pecador que se enmienda, que noventa y nueve justos que no necesitan enmendarse. LUC015008 Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una vela, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla? LUC015009 Y cuando la encuentra reúne a las amigas y a las vecinas para decirles: ¡Alégrense conmigo! He encontrado la moneda que se me había perdido. LUC015010 Les digo que la misma alegría sienten los ángeles de Dios por un solo pecador que se enmienda. LUC015011 'Y añadió: Un hombre tenía dos hijos; LUC015012 el menor le dijo a su padre: Padre, dame la parte de la fortuna que me toca. El padre les repartió los bienes. LUC015013 No mucho después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo como un perdido. LUC015014 Cuando se lo había gastado todo vino un hambre terrible en aquella tierra y empezó él a pasar necesidad. LUC015015 Fue entonces y se puso al servicio de uno de los naturales de aquel país, que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. LUC015016 Le entraban ganas de llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos, pues nadie le daba de comer. LUC015017 Recapacitando entonces, se dijo: Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras yo estoy aquí muriéndome de hambre. LUC015018 Voy a volver a casa de mi padre y le voy a decir: “Padre, he ofendido a Dios y te he ofendido a ti; LUC015019 ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros'. LUC015020 Entonces se puso en camino para casa de su padre: su padre lo vio de lejos y se enterneció; salió corriendo, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. LUC015021 El hijo empezó: Padre, he ofendido a Dios y te he ofendido a ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. LUC015022 Pero el padre les mandó a los sirvientes: saquen en seguida el mejor traje y vístanlo; pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies; LUC015023 traigan el ternero engordado y mátenlo; celebremos un banquete, LUC015024 porque este hijo mío se había muerto y ha vuelto a vivir; se había perdido y se le ha encontrado. Y empezaron el banquete. LUC015025 El hijo mayor estaba en el campo. A la vuelta, cerca ya de la casa, oyó la música y el baile; LUC015026 llamó a Uno de los mozos y le preguntó qué pasaba. LUC015027 Este le contestó: Ha vuelto tu hermano, y tu padre ha mandado matar el ternero engordado, porque ha recobrado a su hijo sano y salvo. LUC015028 El se indignó y se negó a entrar; pero el padre salió e intentó persuadirlo. LUC015029 El hijo replicó: Mira: a mí, en tantos años como te sirvo sin desobedecer nunca una orden tuya, jamás me has dado un cabrito para comérmelo con mis amigos; LUC015030 y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, matas para él el ternero engordado. LUC015031 El padre le respondió: Hijo mío, ¡si tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo! LUC015032 Además, había que hacer fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo se había muerto y ha vuelto a vivir, se había perdido y se le ha encontrado. LUC016001 Jesús dijo también a sus discípulos: Un hombre rico tenía un administrador y le fueron con el cuento de que éste derrochaba sus bienes. LUC016002 Entonces lo llamó y le dijo: ¿Qué es eso que oigo decir de ti? Dame cuenta de tu gestión, porque quedas despedido. LUC016003 El administrador se puso a echar cálculos: ¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar, me da vergüenza. LUC016004 Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, haya quien me reciba en su casa. LUC016005 Fue llamando uno por uno a los deudores de su patrón, y preguntó al primero: ¿Cuánto debes a mi patrón? LUC016006 Aquél respondió: Cien barriles de aceite. El le dijo: Aquí está tu recibo: date prisa, siéntate y escribe 'cincuenta' LUC016007 Luego preguntó a otro: Y tú, ¿cuánto le debes? Este contestó: Cien costales de trigo. Le dijo: Aquí está tu recibo: escribe 'ochenta'. LUC016008 El patrón felicitó a aquel administrador de lo injusto por la habilidad con que había procedido, pues los que pertenecen a este mundo son más astutos con su gente que los que pertenecen a la luz. LUC016009 Ahora les digo yo: Gánense amigos dejando el injusto dinero: así, cuando esto se acabe, los recibirán en las moradas eternas. LUC016010 Quien es fiel en lo de nada, también es fiel en lo importante; quien no es honrado en lo de nada, tampoco es honrado en lo importante. LUC016011 Por eso, si no han sido fieles con el injusto dinero, ¿quién les va a confiar lo que vale de veras? LUC016012 Si no han sido fieles en lo ajeno, lo suyo, ¿quién se lo va a entregar? LUC016013 Ningún sirviente puede estar al servicio de dos señores; porque aborrecerá a uno y querrá al otro o bien se apegará a uno y despreciará al otro. No pueden servir a Dios y al dinero. LUC016014 Oyeron todo esto los fariseos, que son amigos del dinero, y se burlaban de él. LUC016015 Jesús les dijo: Ustedes son los que se las dan de intachables ante la gente, pero Dios los conoce por dentro, y ese encumbrarse entre los hombres le repugna a Dios. LUC016016 La Ley y los Profetas llegaron hasta Juan; desde entonces se anuncia el reinado de Dios y todo el mundo usa la violencia contra él; LUC016017 pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra que no que caiga una coma de la Ley. LUC016018 Todo el que despide a su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la despedida comete adulterio. LUC016019 Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino, y banqueteaba todos los días espléndidamente. LUC016020 Un mendigo llamado Lázaro estaba echado en el portal, cubierto de llagas; LUC016021 habría querido llenarse el estómago con lo que tiraban de la mesa del rico; más aún, hasta se le acercaban los perros a lamerle las llagas. LUC016022 Se murió el mendigo, y los ángeles lo pusieron a la mesa al lado de Abrahán. Se mudó también el rico, y lo enterraron; LUC016023 Estando en el abismo, en medio de los tormentos, levantó los ojos, vio de lejos a Abrahán con Lázaro echado a su lado, LUC016024 y gritó: Padre Abrahán, ten piedad de mí; manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, que me atormentan estas llamas. LUC016025 Pero Abrahán le contestó: Hijo, recuerda que en vida te tocó a ti lo bueno y a Lázaro lo malo; por eso ahora él encuentra consuelo y tú padeces. LUC016026 Además, entre nosotros y ustedes se abre un abismo inmenso; por más que quiera, nadie puede cruzar de aquí para allá, ni de allí para acá. LUC016027 El rico insistió: Entonces, padre, por favor, manda a Lázaro a mi casa, LUC016028 porque tengo cinco hermanos: que los prevenga, no sea que acaben también ellos en este lugar de tormento. LUC016029 Abrahán le contestó: Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen. LUC016030 El rico insistió: No, no, padre Abrahán; pero si un muerto fuera a verlos, se enmendarían. LUC016031 Abrahán le replicó: Sino escuchan a Moisés y a los profetas, no le harán caso ni a un muerto que resucite. LUC017001 Jesús dijo a sus discípulos: Es inevitable que sucedan escándalos; pero ¡ay del que los provoca! LUC017002 Más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños. LUC017003 Ándense con cuidado. Si tu hermano te ofende, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. LUC017004 Si te ofende siete veces al día y vuelve siete veces a decirte ¡lo siento!, lo perdonarás. LUC017005 Los apóstoles le pidieron al Señor: Auméntanos la fe. LUC017006 El Señor contestó: Si tuvieran una fe como un grano de mostaza, le dirían a esa morera: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', y les obedecería. LUC017007 Supongan que un sirviente suyo trabaja de labrador o de pastor. Cuando vuelve del campo, ¿quién de ustedes le dice: 'Pasa corriendo a la mesa'? LUC017008 No, le dicen: 'Prepárame de cenar, ponte el delantal y sírveme mientras yo como; después comerás tú'. LUC017009 ¿Tienen que estarle agradecidos porque hace lo que se le manda? LUC017010 Pues ustedes lo mismo: cuando hayan hecho todo lo mandado, digan:'No somos más que unos pobres servidores,' hemos hecho lo que teníamos que hacer'. LUC017011 Yendo camino de Jerusalén, atravesó Jesús por entre Samaria y Galilea. ' LUC017012 Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron hacia él diez leprosos que se pararon a lo lejos LUC017013 y le dijeron a gritos: ¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros! LUC017014 Al verlos,- les dijo: Vayan a presentarse a los sacerdotes. Mientras iban de camino quedaron limpios. LUC017015 Uno de ellos, notando que estaba curado, se volvió alabando a Dios a voces, LUC017016 y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole las gracias: era un samaritano. LUC017017 Jesús preguntó: ¿No han quedado limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? LUC017018 ¿No ha habido quien vuelva para agradecérselo a Dios excepto este extranjero? LUC017019 Y le dijo: Levántate, vete, tu fe te ha salvado. LUC017020 A unos fariseos que le preguntaban cuándo iba a llegar el reinado de Dios les contestó: La llegada del reinado de Dios no está sujeta a cálculos, LUC017021 ni podrán decir: míralo aquí o allí; porque, miren, ¡dentro de ustedes' está el reinado de Dios! LUC017022 En cambio a sus discípulos les dijo: Llegará un tiempo en que desearán vivir siquiera un día con este Hombre y no podrán. LUC017023 Les dirán: míralo aquí, míralo allí; no vayan, no corran detrás; LUC017024 porque igual que el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del horizonte, así ocurrirá con este Hombre en su día. LUC017025 Pero antes tiene que sufrir mucho y ser rechazado por esa clase de gente. LUC017026 Lo que pasó en tiempo de Noé pasará también en el tiempo de este Hombre: LUC017027 comían, bebían y se casaban ellos y ellas hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio LUC017028 y acabó con todos. LUC017029 Lo mismo sucedió en tiempo de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban y construían; LUC017030 pero el día que Lot salió de Sodoma llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos. LUC017031 Así sucederá el día que se manifieste este Hombre. LUC017032 Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas, si uno está en el campo, lo mismo, que no se vuelva para atrás. LUC017033 Acuérdense de la mujer de Lot. LUC017034 El que pretenda poner su vida al seguro, la perderá; y en cambio, el que la pierda, la recobrará. LUC017035 Esto les digo: Aquella noche estarán dos en una cama, a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; LUC017036 estarán dos moliendo juntas, a una se la llevarán y a la otra la dejarán'. LUC017037 Ellos le preguntaron: ¿Dónde será, Señor? LUC017038 El contestó: Donde se reúnen los buitres, allí está el cuerpo. LUC018001 Para explicarles que tenían que orar siempre y no desanimarse, les propuso esta parábola: LUC018002 En una ciudad había un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre. LUC018003 En la misma ciudad había una viuda que iba a decirle: 'Hazme justicia frente a mi adversario'. LUC018004 Por bastante tiempo no quiso, pero después pensó: 'Yo no temo a Dios ni respeto a hombre, LUC018005 pero esa viuda me está amargando la vida; le voy a hacer justicia para que no venga a reventarme sin parar'. LUC018006 Y el Señor añadió: Fíjense en lo que dice el juez injusto; LUC018007 pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos si ellos le gritan día y noche?, o ¿les hará esperar? LUC018008 Les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando vuelva este Hombre, ¿qué?, ¿va a encontrar esa fe en la tierra? LUC018009 A algunos que, pensando estar a bien con Dios, se sentían seguros de sí y despreciaban a los demás, les dirigió esta parábola: LUC018010 Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro recaudador. LUC018011 El fariseo se plantó y se puso a orar en voz baja de esta manera: 'Dios mió, te doy gracias de no ser como los demás: ladrón, injusto o adúltero; ni tampoco como ese recaudador. LUC018012 Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que compro'. LUC018013 El recaudador, en cambio, se quedó a distancia y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; no hacía más que darse golpes de pecho diciendo: '¡Dios mío!, ten compasión de este pecador'. LUC018014 Les digo que éste bajó a su casa a bien con Dios y aquél no. Porque a todo el que se encumbra lo abajarán y al que se abaja lo encumbrarán. LUC018015 Le acercaban también niños pequeños para que los tocara. Al verlo los discípulos les regañaban. LUC018016 Jesús invitó a que se los trajeran, diciendo: Dejen que se me acerquen los niños y no se lo impidan, porque los que son como ellos tienen a Dios por Rey. LUC018017 Les aseguro que quien no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él. LUC018018 Un magistrado le preguntó: Maestro insigne, ¿qué tengo que hacer para heredar vida eterna? LUC018019 Jesús le contestó: ¿Por qué me llamas a mi insigne? Nadie tan insigne como el único Dios. LUC018020 Ya sabes los mandamientos: No cometas adulterio, no mates, no robes, no des falso testimonio, sustenta a tu padre y a tu madre'. LUC018021 El replicó: Todo eso lo he cumplido desde joven. LUC018022 Al oírlo Jesús le dijo: Aún te queda una cosa: vende todo lo que tienes y repártelo a los pobres, que Dios será tu riqueza; y, anda, sígueme a mí. LUC018023 Al oír aquello se puso muy triste, porque era riquísimo. LUC018024 Viéndolo tan triste, dijo Jesús: ¡Con qué dificultad entran en el reino de Dios los que tienen el dinero! LUC018025 Porque es más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja, que no que entre un rico en el reino de Dios. LUC018026 Los presentes exclamaron: Entonces, ¿quién puede subsistir? LUC018027 El les contestó: Lo imposible humanamente es posible para Dios. LUC018028 Replicó Pedro: Pues mira, nosotros hemos dejado lo que teníamos y te hemos seguido. LUC018029 Jesús les dijo: Se lo aseguro: No hay ninguno que haya dejado casa, o mujer o hermanos, o padres o hijos por el reinado de Dios, LUC018030 que no reciba en este tiempo mucho más y en la edad futura vida eterna. LUC018031 Se llevó aparte a los Doce y les dijo: Miren, estamos subiendo a Jerusalén y se va a cumplir todo lo que escribieron los profetas acerca de este Hombre: LUC018032 Lo entregarán a los paganos, se burlarán de él, lo insultarán, le escupirán; LUC018033 después de azotarlo, lo matarán, pero al tercer día resucitará. LUC018034 Ellos no entendieron nada de aquello; aquel lenguaje seguía siendo un misterio para ellos y no comprendían lo que quería decir. LUC018035 Cuando se acercaban a Jericó había un ciego sentado junto al camino, pidiendo. LUC018036 Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello, LUC018037 y le explicaron; Está pasando Jesús el Nazareno. LUC018038 Entonces empezó a dar voces diciendo: ¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí! LUC018039 Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten compasión dé mí! LUC018040 Jesús se paró y mandó que se lo trajeran. Cuando lo tuvo cerca le preguntó: LUC018041 ¿Qué quieres que haga por ti? El dijo: Señor, que vea otra vez. LUC018042 Jesús le contestó: Recobra la vista: tu fe te ha curado. LUC018043 En el acto recobró la vista y lo siguió bendiciendo a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios. LUC019001 Entró Jesús en Jericó y empezó a atravesar la ciudad. LUC019002 En esto un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de recaudadores y muy rico, LUC019003 trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. LUC019004 Para verlo se adelantó corriendo y se subió a una higuera, porque tenía que pasar por allí. LUC019005 Al llegar a aquel sitio, levantó Jesús la vista y le dijo: Zaqueo, baja en seguida, que hoy tengo que alojarme en tu casa. LUC019006 El bajó en seguida y lo recibió muy, contento. LUC019007 Al ver aquello murmuraban todos: ¡Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador! LUC019008 Zaqueo se puso en pie y le dijo al Señor: Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres, y si a alguien le he sacado dinero se lo restituiré cuatro veces. LUC019009 Jesús le contestó: Hoy ha llegado la salvación a esta casa; pues también él es hijo de Abrahán. LUC019010 Porque este Hombre ha venido a buscar lo que estaba perdido y a salvarlo. LUC019011 Como la gente lo escuchaba, añadió una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y se pensaba que el reinado de Dios iba a manifestarse de un momento a otro: LUC019012 Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey y volver después. LUC019013 Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas dé oro, encargándoles: Negocien mientras vuelvo. LUC019014 Sus conciudadanos, que lo aborrecían, enviaron detrás de él una delegación que dijera: 'No queremos a éste por rey'. LUC019015 Cuando volvió con el título real mandó llamar a los empleados a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno. LUC019016 El primero se presentó y dijo: Señor, tu onza ha producido diez. LUC019017 El le contestó: Muy bien, eres un empleado cumplidor; como has sido fiel en lo de nada, tendrás autoridad sobre diez ciudades. LUC019018 El segundo llegó y dijo: Tu onza, señor, ha producido cinco. LUC019019 A éste le dijo también: Pues toma tú el mando de cinco ciudades. LUC019020 El otro llegó y dijo: Señor, aquí está tu onza; la he tenido guardada en un pañuelo; LUC019021 te tenía miedo porque eres hombre exigente, que reclamas lo que no prestas y cosechas lo que no siembras. LUC019022 El contestó: Por tu boca te condeno, empleado inútil. ¿Entonces sabías que soy exigente, que reclamo lo que no presto y cosecho lo que no siembro? LUC019023 Pues razón de más para poner mi dinero en el banco. Al volver yo lo habría cobrado con los intereses. LUC019024 Entonces dijo a los presentes: Quítenle a éste la onza y dénsela al que tiene diez. LUC019025 Le replicaron: Señor, si ya tiene diez onzas. LUC019026 Les digo que a todo el que produce, se le dará, y que al que no produce, se le quitará hasta lo que tiene. LUC019027 Ya esos enemigos míos que no me querían por rey, tráiganlos acá y mátenlos en mi presencia. LUC019028 Y dicho esto, Jesús echó a andar delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén. LUC019029 Al acercarse a Betfagé y Betania, junto al monte que llaman de los Olivos, mandó a dos de sus discípulos LUC019030 diciéndoles: Vayan a esa aldea de enfrente: al entrar encontrarán un burro atado en el que nadie se ha montado nunca. Desátenlo y tráiganlo. LUC019031 Y si alguien les pregunta por qué razón lo desatan, contéstenle que el Señor lo necesita. LUC019032 Ellos fueron y encontraron lo que les había dicho. LUC019033 Mientras desataban el burro, los dueños le preguntaron: ¿Por qué desatan el burro? LUC019034 Contestaron ellos: El Señor lo necesita. LUC019035 Se lo llevaron a Jesús, aparejaron el burro con sus mantos y ayudaron a Jesús a montarse. LUC019036 Según iba él avanzando, alfombraban el camino con los mantos. LUC019037 Cuando ya se acercaba, en la bajada del monte de los Olivos, los discípulos en masa, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos por todos los milagros que habían visto, LUC019038 diciendo: ¡Bendito el que viene como rey en nombre del Señor!' ¡Del cielo paz y a Dios gloria! LUC019039 De entre la gente, unos fariseos le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. LUC019040 El replicó: Les digo que si éstos se callan gritarán las piedras. LUC019041 Al acercarse y ver la ciudad, le dijo llorando: LUC019042 ¡Si también tú comprendieras en este día lo que lleva a la paz! Pero no, no tienes ojos para verlo. LUC019043 Y la prueba es que va a llegar un día en que tus enemigos te rodeen de trincheras, te sitien, aprieten el cerco, LUC019044 te arrasen con tus hijos dentro, y no dejen piedra sobre piedra, porque no reconociste la oportunidad que Dios te daba. LUC019045 Después entró en el templo y se puso a echar a los vendedores, LUC019046 diciéndoles: Escrito está: 'Será mi casa casa de oración”, pero ustedes la han convertido en una cueva de bandidos. LUC019047 Todos los días enseñaba en el templo. Por su parte los sumos sacerdotes y los letrados intentaban quitarlo de en medio, y lo mismo los notables del pueblo, LUC019048 pero no encontraban modo de hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios. LUC020001 Uno de aquellos días, mientras enseñaba al pueblo en el templo anunciándoles la buena noticia, se presentaron los sumos sacerdotes y los letrados con los senadores, LUC020002 y le hablaron así: Dinos con qué autoridad actúas así; ¿quién es el que te ha dado esa autoridad? LUC020003 Jesús les replicó: Les voy a hacer también yo una pregunta. Díganme: LUC020004 el bautismo de Juan, ¿era cosa de Dios o cosa humana? LUC020005 Ellos se pusieron a deliberar entre sí: si decimos 'de Dios', dirá que por qué no le creímos, LUC020006 y si decimos 'humana', el pueblo entero nos apedreará, porque están convencidos de que Juan era un profeta. LUC020007 Y contestaron que no sabían. LUC020008 Entonces Jesús les replicó: Pues tampoco les digo yo con qué autoridad actúo así. LUC020009 Entonces se puso a decirle al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, la arrendó a unos labradores y se marchó al extranjero para una buena temporada. LUC020010 A su tiempo envió un sirviente a los labradores para que le entregaran su tanto dé la cosecha de uva, pero los labradores lo apalearon y lo despidieron con las manos vacías. LUC020011 A continuación mandó un segundo sirviente, pero también a éste lo apalearon, lo insultaron y lo despidieron con las manos vacías. LUC020012 Entonces mandó un tercero; pero también a éste lo malhirieron y lo echaron. LUC020013 El dueño de la viña se dijo entonces: ¿Qué hago? Voy a mandar a mi hijo querido, seguro que a él lo respetarán. LUC020014 Pero los labradores al verlo razonaron entre ellos: Este es el heredero, lo matamos y será nuestra la herencia. LUC020015 Lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. Vamos a ver, ¿qué hará con ellos el dueño de la viña? LUC020016 Irá, acabará con los labradores aquellos, y dará la viña a otros. Al oír esto exclamaron: ¡No lo permita Dios! LUC020017 El se les quedó mirando y les dijo: ¿Qué significa entonces ese texto de la Escritura: 'La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular' LUC020018 Todo el que cae sobre esa piedra se estrellará, y si ella cae sobre alguno, lo hará pedazos. LUC020019 Los letrados y los sumos sacerdotes, dándose cuenta de que la parábola iba por ellos, intentaron echarle mano en aquel mismo momento, pero tuvieron miedo del pueblo. LUC020020 Entonces, poniéndose a acecharlo, le enviaron unos espías que aparentaban ser hombres íntegros, para sorprenderlo en alguna expresión y poderlo entregar a la autoridad y jurisdicción del gobernador. LUC020021 Le preguntaron: Maestro, sabemos que lo que dices y enseñas está bien y que no te preocupa lo que la gente sea. No, enseñas de verdad el camino de Dios. LUC020022 ¿Nos está permitido pagar impuesto al César o no? LUC020023 Jesús, advirtiendo su mala intención, les dijo: LUC020024 Muéstrenme una moneda. ¿De quién son la imagen y la leyenda que lleva? Le contestaron: Del César. LUC020025 Les replicó: Pues entonces lo que es del César devuélvanselo al César y lo que es de Dios, a Dios. LUC020026 No lograron atraparlo en nada delante del pueblo y, sorprendidos por su respuesta, se callaron. LUC020027 Se acercaron entonces unos saduceos, los que negaban la resurrección, y le propusieron este caso: LUC020028 Maestro, Moisés nos dejó escrito: 'Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero no hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano'. LUC020029 Bueno, pues había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. LUC020030 El segundo, el tercero LUC020031 y así hasta el séptimo se casaron con la viuda, y murieron también sin dejar hijos. LUC020032 Finalmente murió también la mujer. LUC020033 Pues bien, esa mujer, cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos va a ser mujer, si ha sido mujer de los siete? LUC020034 Jesús les respondió: En esta vida los hombres y las mujeres se casan; LUC020035 en cambio, los que sean dignos de la vida futura y de la resurrección, sean hombres o mujeres, no se casarán; LUC020036 porque ya no pueden morir, puesto que serán como ángeles, y, por haber nacido de la resurrección, serán hijos de Dios. LUC020037 Y que resucitan los muertos lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: 'El Dios de Abrahán y Dios de Isaac y Dios de Jacob' LUC020038 Y Dios no lo es de muertos, sino de vivos: es decir, que para él todos ellos están vivos. LUC020039 Intervinieron unos letrados: Bien dicho, Maestro. LUC020040 Porque ya no se atrevían a hacerle más preguntas. LUC020041 Pero Jesús les preguntó: ¿Cómo dicen que el Mesías es sucesor de David?, LUC020042 si David mismo dice en el libro de los Salmos: 'Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, LUC020043 que voy a hacer de tus enemigos tarima de tus pies'. LUC020044 De modo que David lo llama Señor; entonces, ¿cómo puede ser sucesor suyo? LUC020045 En presencia de todo el pueblo dijo a los discípulos: LUC020046 ¡Atención con los letrados!, esos que gustan de pasearse con sus amplias vestiduras y son amigos de que les hagan reverencias por la calle, de los asientos de honor en las sinagogas y de los primeros puestos en los banquetes; LUC020047 los que se comen los bienes de las viudas con pretexto de largos rezos. Esos tales recibirán una sentencia severísima. LUC021001 Alzando los ojos vio a los ricos que echaban sus donativos en la caja del templo; LUC021002 vió también a una viuda necesitada que echaba unos centavos, LUC021003 y dijo: Esa viuda, que es pobre, ha echado más que nadie, se lo aseguro, LUC021004 porque todos ésos han echado como donativo de lo que les sobra, mientras ella ha echado lo que le hace falta, todo lo que tenía para vivir. LUC021005 Como algunos comentaban la belleza del templo por la calidad de la piedra y las ofrendas votivas, dijo: LUC021006 Eso que contemplan llegará un día en que lo derribarán hasta que no quede piedra sobre piedra. LUC021007 Ellos le preguntaron: Maestro, y ¿cuándo va a ocurrir eso?, y ¿cuál será la señal de que está para suceder? LUC021008 El respondió: Cuidado con dejarse extraviar; porque van a venir muchos usando mi titulo, diciendo 'ése soy yo' y que el momento está cerca; no los sigan. LUC021009 Cuando oigan ruidos de batallas y de revoluciones no tengan pánico, porque eso tiene que suceder primero, pero el final no será inmediato. LUC021010 Y añadió: Se alzará nación contra nación y reino contra reino, LUC021011 y habrá grandes terremotos, y en diversos lugares hambre y epidemias; sucederán cosas espantosas y se verán grandes señales en el cielo. LUC021012 Pero antes los perseguirán a ustedes, les echarán mano, llevándolos a las sinagogas y a la cárcel, y los conducirán ante reyes y gobernadores por causa mía; LUC021013 así tendrán ocasión de dar testimonio. LUC021014 Por tanto, métanse en la cabeza que no tienen que preparar su defensa, LUC021015 porque yo les daré palabras tan acertadas, que ningún adversario les podrá hacer frente o contradecirles. LUC021016 Hasta sus padres y hermanos, parientes y amigos los entregarán y los harán morir a algunos. LUC021017 Todos los odiarán por causa mía, LUC021018 pero no perderán ni un pelo de la cabeza; LUC021019 con su constancia conseguirán la vida. LUC021020 Cuando vean a Jerusalén sitiada por ejércitos sepan que está cerca su devastación. LUC021021 Entonces los que estén en Judea, que huyan a la sierra; los que estén en la ciudad, que se alejen; los que estén en el campo, que no entren en la ciudad; LUC021022 porque serán días de escarmiento en que se cumplirá todo lo que está escrito. LUC021023 ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! Porque habrá una necesidad tremenda en esta tierra y un castigo para este pueblo. LUC021024 Caerán a filo de espada, los llevarán cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que la época de los paganos llegue a su término. LUC021025 Aparecerán señales en el sol, la luna y las estrellas; y en la tierra se angustiarán las gentes, enloquecidas por el rugido del mar y el oleaje. LUC021026 Los hombres quedarán sin aliento por el miedo, pensando en lo que se le viene encima al mundo, porque hasta los astros se tambalearán. LUC021027 Y entonces verán a este Hombre venir en una nube', con gran poder y majestad. LUC021028 Cuando empiece a suceder esto, pónganse derechos y alcen la cabeza, que se acerca su liberación. LUC021029 Y les puso una comparación: Fíjense en la higuera o en cualquier árbol: LUC021030 cuando echan brotes, les basta verlos para saber que el verano está ya cerca. LUC021031 Pues lo mismo, cuando vean ustedes que suceden estas cosas, sepan que está cerca el reinado de Dios. LUC021032 Les aseguro que antes que pase esta generación todo se cumplirá. LUC021033 El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán. LUC021034 'Anden con cuidado, que no se les nuble la mente con el vicio, la bebida y las preocupaciones de la vida, y el día aquél se les eche encima de repente; LUC021035 porque caerá como un lazo sobre todos los que habitan la faz de la tierra. LUC021036 Estén despiertos y pidan fuerza en todo momento para escapar de todo lo que va a venir y poder así mantenerse en pie ante este Hombre. LUC021037 De día estaba enseñando en el templo, y salía a pasar la noche al monte de los Olivos. LUC021038 El pueblo en masa madrugaba para acudir al templo a escucharlo. LUC022001 Se acercaba la fiesta de los Ázimos, llamada la Pascua. LUC022002 Los sumos sacerdotes y los letrados andaban buscando la manera de acabar con él, pues tenían miedo del pueblo. LUC022003 Pero entró Satanás en Judas Iscariote, que pertenecía al grupo de los Doce, LUC022004 y éste fue a tratar con los sumos sacerdotes y los oficiales la manera de entregárselo. LUC022005 Ellos se alegraron y se comprometieron a darle dinero. LUC022006 Judas aceptó y andaba buscando ocasión propicia para entregárselo sin que la gente se enterara. LUC022007 Llegó el día de los Ázimos, en que había que sacrificar el cordero pascual. LUC022008 Entonces envió a Pedro y a Juan diciéndoles: Vayan a prepararnos la cena de Pascua. LUC022009 Le preguntaron: ¿Dónde quieres que la preparemos? LUC022010 El les contestó: Miren: al entrar en la ciudad se encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo hasta la casa adonde se dirige, LUC022011 y díganle al dueño: 'El Maestro te pregunta que dónde está la habitación donde va a comer el cordero con sus discípulos'. LUC022012 El les mostrará una sala grande con divanes en el piso de arriba. Prepárenlo allí. LUC022013 Ellos se fueron, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua. LUC022014 Cuando llegó la hora se puso Jesús a la mesa con los apóstoles LUC022015 y les dijo: ¡Cuánto he deseado cenar con ustedes esta Pascua antes de mi Pasión! LUC022016 Porque les digo que nunca más la comeré hasta que tenga su cumplimiento en el reino de Dios. LUC022017 Tomando una copa, dio gracias y dijo: Tomen, repártanla entre ustedes; LUC022018 porque les digo que desde ahora no beberé más del fruto de la vid hasta que llegue el reinado de Dios. LUC022019 Tomando un pan, dio gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes; hagan lo mismo en memoria mía. LUC022020 Después de cenar, hizo igual con la copa diciendo: Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes. LUC022021 Ahora que, miren, la mano del que me entrega está en la mesa, a mi lado; LUC022022 porque este Hombre se va según lo establecido. Pero ¡ay del que lo entrega! LUC022023 Ellos empezaron a preguntarse unos a otros quién podría ser el que iba a hacer aquello. LUC022024 Surgió además entre ellos una disputa sobre cuál de ellos debía ser considerado el más grande. LUC022025 Jesús les dijo: Los reyes de las naciones las dominan, y los que ejercen el poder se hacen llamar bienhechores. LUC022026 Pero ustedes nada de eso; al contrario, el más grande entre ustedes iguálese al más joven, y el que dirige, al que sirve. LUC022027 Vamos a ver, ¿quién es más grande, el que está a la mesa o el que sirve? El que está a la mesa, ¿verdad? Pues yo estoy entre ustedes como quien sirve. LUC022028 Ustedes se han mantenido a mi lado en mis pruebas, LUC022029 y yo les confiero la realeza como mi Padre me la confirió a mí. LUC022030 Cuando yo sea rey comerán y beberán a mi mesa, y se sentarán en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. LUC022031 ¡Simón, Simón! Mira que Satanás los ha reclamado a ustedes para sacudirlos como trigo. LUC022032 Pero yo he pedido por ti para que no pierdas la fe, Y tú, cuando te arrepientas, afirma a tus hermanos. LUC022033 Le contestó Pedro: Señor, contigo estoy dispuesto a ir incluso a la cárcel y a la muerte. LUC022034 Replicó Jesús: Te digo, Pedro, que hoy, antes que cante el gallo, negarás tres veces que me conoces. LUC022035 Y dijo a todos: Cuando los envié sin bolsa ni morral ni sandalias, ¿les faltó algo? Contestaron: Nada. LUC022036 El añadió: Pues ahora, el que tenga bolsa, que la tome, y lo mismo el morral; y el que no tenga, que venda el manto y se compre un machete. LUC022037 Porque les digo que tiene que cumplirse en mí lo que está escrito: 'Lo tuvieron por un criminal”. Pues, de hecho, lo que a mí se refiere toca a su fin. LUC022038 Ellos dijeron: Señor, aquí hay dos machetes. Les contestó: Basta ya. LUC022039 Salió entonces y se dirigió, como de costumbre, al monte de los Olivos; pero lo siguieron también los discípulos. LUC022040 Al llegar al sitio, les dijo: Pidan no ceder en la prueba. LUC022041 El se arrancó de ellos, alejándose como un tiro de piedra. y se puso a orar de rodillas LUC022042 diciendo: Padre, si quieres, aparta de mí este trago; sin embargo, que no se realice mi designio, sino el tuyo. LUC022043 Se le apareció un ángel del cielo, que lo animaba. LUC022044 Al entrárte la angustia se puso a orar con más insistencia. Le chorreaba hasta el suelo el sudor parecido a goterones de sangre. LUC022045 Levantándose de la oración fue a donde estaban los discípulos, los encontró dormidos por la pena, LUC022046 y les dijo: ¡Así que durmiendo ! Levántense y pidan no ceder en la prueba. LUC022047 Aún estaba hablando cuando apareció gente: el llamado Judas, uno de los Doce, iba en cabeza y se acercó a besar a Jesús. LUC022048 Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas a este Hombre? LUC022049 Dándose cuenta de lo que iba a pasar, los que estaban con él dijeron: Señor, ¿golpeamos con el machete? LUC022050 Y uno de ellos, de un tajo, le cortó la oreja derecha al servidor del sumo sacerdote. LUC022051 Jesús intervino diciendo: Dejen que lleguen hasta eso. Y, tocándole la oreja, lo curó. LUC022052 Entonces dijo a los sumos sacerdotes, a los oficiales del templo y a los senadores que habían venido a prenderlo: ¡Han salido ustedes con machetes y palos, como si fuera un bandido! LUC022053 A diario estaba en el templo con ustedes y no me echaron mano. Pero ésta es su hora, cuando mandan las tinieblas. LUC022054 Lo prendieron, se lo llevaron y lo condujeron a casa del sumo sacerdote. Pedro lo seguía de lejos. LUC022055 Encendieron fuego en medio del patio, se sentaron alrededor, y Pedro se sentó con ellos. LUC022056 Una sirvienta, al verlo sentado a la lumbre, lo miró fijamente y le dijo: También éste estaba con él. LUC022057 Pero él lo negó diciendo: No lo conozco, mujer. LUC022058 Poco después lo vio otro y le dijo: Tú también eres uno de ellos. Pedro replicó: No, hombre: yo, no. LUC022059 Pasada cosa de una hora, otro insistía: Seguro, también éste estaba con él, ¡si es galileo! LUC022060 Pedro contestó: ¡Hombre!, ¡no sé de qué hablas! Todavía estaba hablando cuando de pronto cantó un gallo. LUC022061 El Señor, volviéndose, le echó una mirada a Pedro, y Pedro se acordó de lo que el Señor le había dicho: 'Antes que cante hoy el gallo renegarás de mí tres veces'. LUC022062 Y, saliendo fuera, lloró amargamente: LUC022063 Los hombres que tenían preso a Jesús le daban golpes burlándose de él. LUC022064 Tapándole los ojos, le preguntaban: Adivina, profeta, ¿quién te ha pegado? LUC022065 Y lo insultaban de otras muchas maneras. LUC022066 Cuando se hizo de día se reunió en junta el senado del pueblo, los sumos sacerdotes con los letrados, y, haciéndolo comparecer ante su Consejo, LUC022067 le dijeron: Si eres tú el Mesías, dínoslo. El les contestó: Si se lo digo, no lo van a creer, LUC022068 y si les hago preguntas, no me van a contestar. LUC022069 Pero de ahora en adelante este Hombre estará sentado a la derecha de Dios todopoderoso'. LUC022070 Dijeron todos: Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios? El les declaró: Ustedes lo están diciendo, yo soy. LUC022071 Ellos dijeron: ¿Qué falta hacen más testigos? Nosotros mismos lo hemos oído de su boca. LUC023001 Se levantó toda la asamblea, condujeron a Jesús a presencia de Pilato LUC023002 y empezaron la acusación diciendo: Hemos comprobado que éste anda agitando a nuestra nación, oponiéndose a que se paguen tributos al César y diciendo que él es Mesías y rey. LUC023003 Pilato lo interrogó: ¿Tú eres el rey de los judíos? El le contestó declarando: Tú lo estás diciendo. LUC023004 Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la turba: No encuentro ninguna culpa en este hombre. LUC023005 Ellos insistían: Alborota al pueblo con su enseñanza por todo el país judío; empezó en Galilea y ha llegado hasta aquí. LUC023006 Pilato, al oírlo, preguntó si era galileo; LUC023007 al enterarse de que pertenecía a la jurisdicción de Herodes, se lo remitió a éste, que precisamente estaba en Jerusalén por aquellos días. LUC023008 Herodes, al ver a Jesús, se puso muy contento; hacía ya tiempo que estaba deseoso de verlo por lo que oía de él, y esperaba verle hacer algún milagro. LUC023009 Le hizo numerosas preguntas, pero Jesús no le contestó palabra. LUC023010 Estaban allí los sumos sacerdotes y los letrados acusándolo con vehemencia. LUC023011 Herodes, con su guardia, lo trató con desprecio, le hizo poner un manto espléndido para burlarse de él y se lo remitió a Pilato. LUC023012 Aquel día se hicieron amigos Herodes y Pilato, que antes se llevaban muy mal. LUC023013 Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los jefes y al pueblo, LUC023014 y les dijo: Me han traído ustedes a este hombre, alegando que alborota al pueblo; pues bien, yo lo he interrogado delante de ustedes y no he encontrado en él ninguna de las culpas de que lo acusan; LUC023015 Herodes tampoco, porque nos lo ha devuelto. Ya ven que no ha cometido nada que merezca la muerte, LUC023016 así que le daré un escarmiento y lo soltaré. LUC023017 (TEXTO OMITIDO) LUC023018 Pero ellos gritaron todos a una: ¡Fuera ése! Suéltanos a Barrabás. LUC023019 (A este último lo habían metido en la cárcel por cierta rebelión acaecida en la ciudad y un homicidio). LUC023020 Pilato volvió a dirigirles la palabra con intención de soltar a Jesús. LUC023021 Pero ellos seguían gritando: ¡A la cruz, a la cruz con él! LUC023022 El les dijo por tercera vez: Y ¿qué ha hecho éste de malo? No he encontrado en él ninguna culpa que merezca la muerte, así que le daré un escarmiento y lo soltaré. LUC023023 Ellos insistían a gritos en que lo crucificara, y el griterío iba creciendo. LUC023024 Pilato decidió que se hiciera lo que pedían: LUC023025 soltó al que reclamaban (al que habían metido en la cárcel por revuelta y homicidio) y a Jesús lo entregó a la voluntad de ellos. LUC023026 Mientras lo conducían, echaron mano de un tal Simón de Cirene que volvía del campo, y le cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús. LUC023027 Lo seguía gran gentío del pueblo y muchas mujeres que se golpeaban el pecho y gritaban lamentándose por él. LUC023028 Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: Mujeres de Jerusalén, no lloren por mí; lloren mejor por ustedes y por sus hijos, LUC023029 porque miren que van a llegar, días en que digan: 'Dichosas las estériles, los vientres que no han parido y los pechos que no han criado'. LUC023030 Entonces pedirán a los montes: 'Desplómense sobre nosotros', y a las colinas: 'Sepúltennos''; LUC023031 porque si con el leño verde hacen esto, con el seco, ¿qué irá a pasar? LUC023032 Conducían también a otros dos malhechores para ajusticiarlos con él. LUC023033 Cuando llegaron al lugar llamado 'La Calavera', los crucificaron allí, a él y a los malhechores, uno a su derecha y otro a su izquierda. LUC023034 Jesús decía: Padre, perdónalos, que no saben lo que se hacen. Se repartieron sus ropas echando suertes' LUC023035 El pueblo lo presenciaba. Los jefes, por su parte, comentaban con ironía: A otros ha salvado; que se salve él si es el Mesías de Dios, el Elegido. LUC023036 También los soldados se acercaban para burlarse de él y le ofrecían vinagre LUC023037 diciendo: si eres tú el rey de los judíos sálvate. LUC023038 Además, tenía puesto encima un letrero: el rey de los judíos es éste. LUC023039 Uno de los malhechores crucificados lo escarnecía diciendo: ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti y a nosotros. LUC023040 Pero el otro lo reprendió: ¿Ni siquiera tú, sufriendo la misma pena, tienes temor de Dios? LUC023041 Y la nuestra es justa, nos dan nuestro merecido; en cambio, éste no ha hecho nada mal. LUC023042 Y añadió: Jesús, acuérdate de mí cuando vuelvas como rey. LUC023043 Jesús le respondió: Te lo aseguro: Hoy estarás conmigo en el paraíso. LUC023044 Era ya eso de mediodía, cuando se oscureció el sol y toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde. LUC023045 La cortina del santuario se rasgó por medio. LUC023046 Jesús gritó muy fuerte: Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu. Y dicho esto, expiró. LUC023047 Viendo lo que sucedía, el capitán confesó: Realmente este hombre era inocente. LUC023048 La muchedumbre que había acudido al espectáculo, al presenciar lo ocurrido, se volvió a la ciudad dándose golpes de pecho. LUC023049 Sus conocidos se mantenían a distancia, y también las mujeres que lo habían seguido desde Galilea, y que estaban mirando. LUC023050 Un senador de nombre José, persona buena y honrada, LUC023051 No se había adherido ni a la decisión ni a la acción de los judíos; era natural de Arimatea, pueblo de Judea, y aguardaba él reinado de Dios. LUC023052 Este acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús. LUC023053 Lo descolgó, lo envolvió en una sábana y lo puso en un sepulcro cavado en la roca, donde no habían puesto a nadie todavía. LUC023054 Era día de preparativos y ya comenzaba el sábado. LUC023055 Las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea fueron detrás para ver el sepulcro y cómo colocaban el cuerpo. LUC023056 A la vuelta prepararon aromas y ungüentos. El sábado guardaron el descanso de precepto, LUC024001 pero el primer día de la semana, de madrugada, fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado. LUC024002 Encontraron corrida la piedra, LUC024003 entraron y no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. LUC024004 No sabían qué pensar de aquello, cuando se les presentaron dos hombres con vestidos resplandecientes; LUC024005 muy asustadas, miraban al suelo, y ellos les dijeron: ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? LUC024006 No está aquí, ha resucitado. Acuérdense de lo que les dijo estando todavía en Galilea: LUC024007 'Este Hombre tiene que ser entregado en manos de gente pecadora y ser crucificado, pero al tercer día resucitará'. LUC024008 Recordaron entonces sus palabras, LUC024009 volvieron del sepulcro y anunciaron todo esto a los Once y a los demás. LUC024010 Eran María Magdalena, Juana y María la de Santiago; también las demás que habían ido con ellas les decían lo mismo a los apóstoles, LUC024011 pero ellos lo tomaron por una fantasía y se negaban a creerlas. LUC024012 Pedro, sin embargo, se levantó y fue corriendo al sepulcro. Asomándose vio sólo las vendas por el suelo y se volvió a su casa extrañándose de lo ocurrido. LUC024013 Aquel mismo día hubo dos discípulos que iban camino de un pueblito llamado Emaús, distante unos diez kilómetros de Jerusalén, LUC024014 y comentaban lo sucedido. LUC024015 Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. LUC024016 Pero estaban cegados y no podían reconocerlo. LUC024017 Jesús les dijo: ¿Qué conversación es esa que se traen por el camino? Se detuvieron, con la cara triste, LUC024018 y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó: ¿Eres tú el único de paso en Jerusalén que no se ha enterado de lo ocurrido estos días en la ciudad? LUC024019 El les preguntó: ¿De qué? Contestaron: De lo de Jesús Nazareno, que resultó ser un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y ante todo el pueblo; LUC024020 de cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron, LUC024021 cuando nosotros esperábamos que él fuera el liberador de Israel. Pero, además de todo eso, con hoy son ya tres días que ocurrió. LUC024022 Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han dado un susto: fueron muy de mañana al sepulcro LUC024023 y, no encontrando su cuerpo, volvieron contando incluso que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. LUC024024 Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro, y lo encontraron tal y como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron. LUC024025 Entonces Jesús les dijo: ¡Qué torpes son ustedes y qué lentos para creer lo que anunciaron los profetas! LUC024026 ¿No tenía el Mesías que sufrir todo eso para entrar en su gloria? LUC024027 Y comenzando por Moisés y siguiendo por los Profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura. LUC024028 Cerca ya de la aldea adonde iban, hizo ademán de seguir adelante; LUC024029 pero ellos le insistieron diciendo: Quédate con nosotros, que está atardeciendo y el día va ya de caída. El entró para quedarse. LUC024030 Recostado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo ofreció. LUC024031 Se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció. LUC024032 Entonces comentaron: ¿No estábamos en ascuas mientras nos hablaba por el camino explicándonos las Escrituras? LUC024033 Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, LUC024034 que decían: Era verdad: ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón. LUC024035 Ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. LUC024036 Mientras hablaban se presentó Jesús en medio y les dijo: Paz con ustedes. LUC024037 Se asustaron y, llenos de miedo, pensaban que era un fantasma. LUC024038 El les dijo: ¿Por qué están asustados? ¿Por qué les vienen esas dudas? LUC024039 Miren mis manos y mis pies: soy yo en persona. Tóquenme, miren, un fantasma no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo. LUC024040 Dicho esto les mostró las manos y los pies. LUC024041 Como todavía no acababan de creer de pura alegría y no salían de su asombro, les dijo: ¿Tienen algo de comer? LUC024042 Le ofrecieron un trozó de pescado asado; LUC024043 él lo tomó y comió delante de ellos. LUC024044 Después les dijo: A esto me refería cuando, estando todavía con ustedes, les dije que todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí tenía que cumplirse. LUC024045 Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras. LUC024046 Y añadió: Así estaba escrito: El Mesías sufrirá, resucitará al tercer día, LUC024047 y en su nombre se predicará el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. LUC024048 Ustedes son testigos de todo esto. LUC024049 Y ahora les voy a enviar lo que mi Padre tiene prometido; ustedes quédense en la ciudad hasta que de lo alto los revistan de fuerza. LUC024050 Después los sacó hacia Betania y, levantando las manos, los bendijo. LUC024051 Mientras los bendecía se separó de ellos y se lo llevaron al cielo. LUC024052 Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén llenos de alegría. LUC024053 Y se pasaban el día en el templo bendiciendo a Dios.
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