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LUC001001 Muchos han tratado de relatar ordenadamente los acontecimientos que se cumplieron entre nosotros, LUC001002 tal como nos fueron transmitidos por aquellos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra. LUC001003 Por eso, después de informarme cuidadosamente de todo desde los orígenes, yo también he decidido escribir para ti, excelentísimo Teófilo, un relato ordenado, LUC001004 a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido. LUC001005 En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, de la clase sacerdotal de Abías. Su mujer, llamada Isabel, era descendiente de Aarón. LUC001006 Ambos eran justos a los ojos de Dios y seguían en forma irreprochable todos los mandamientos y preceptos del Señor. LUC001007 Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; y los dos eran de edad avanzada. LUC001008 Un día en que su clase estaba de turno y Zacarías ejercía la función sacerdotal delante de Dios, LUC001009 le tocó en suerte, según la costumbre litúrgica, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso. LUC001010 Toda la asamblea del pueblo permanecía afuera, en oración, mientras se ofrecía el incienso. LUC001011 Entonces se le apareció el Ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. LUC001012 Al verlo, Zacarías quedó desconcertado y tuvo miedo. LUC001013 Pero el Ángel le dijo: "No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu esposa, te dará un hijo al que llamarás Juan. LUC001014 Él será para ti un motivo de gozo y de alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento, LUC001015 porque será grande a los ojos del Señor. No beberá vino ni bebida alcohólica; estará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre, LUC001016 y hará que muchos israelitas vuelvan al Señor, su Dios. LUC001017 Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con sus hijos y atraer a los rebeldes a la sabiduría de los justos, preparando así al Señor un Pueblo bien dispuesto". LUC001018 Pero Zacarías dijo al Ángel: "¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy anciano y mi esposa es de edad avanzada". LUC001019 El Ángel le respondió: "Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia. LUC001020 Te quedarás mudo, sin poder hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, por no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo". LUC001021 Mientras tanto, el pueblo estaba esperando a Zacarías, extrañado de que permaneciera tanto tiempo en el Santuario. LUC001022 Cuando salió, no podía hablarles, y todos comprendieron que había tenido alguna visión en el Santuario. Él se expresaba por señas, porque se había quedado mudo. LUC001023 Al cumplirse el tiempo de su servicio en el Templo, regresó a su casa. LUC001024 Poco después, su esposa Isabel concibió un hijo y permaneció oculta durante cinco meses. Ella pensaba: LUC001025 "Esto es lo que el Señor ha hecho por mí, cuando decidió librarme de lo que me avergonzaba ante los hombres". LUC001026 En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, LUC001027 a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. LUC001028 El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". LUC001029 Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. LUC001030 Pero el Ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. LUC001031 Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; LUC001032 él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, LUC001033 reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin". LUC001034 María dijo al Ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?". LUC001035 El Ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. LUC001036 También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, LUC001037 porque no hay nada imposible para Dios". LUC001038 María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Ángel se alejó. LUC001039 En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. LUC001040 Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. LUC001041 Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, LUC001042 exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! LUC001043 ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? LUC001044 Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. LUC001045 Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor". LUC001046 María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor, LUC001047 y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, LUC001048 porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, LUC001049 porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:¡su Nombre es santo! LUC001050 Su misericordia se extiende de generación en generaciónsobre aquellos que lo temen. LUC001051 Desplegó la fuerza de su brazo,dispersó a los soberbios de corazón. LUC001052 Derribó a los poderosos de su tronoy elevó a los humildes. LUC001053 Colmó de bienes a los hambrientosy despidió a los ricos con las manos vacías. LUC001054 Socorrió a Israel, su servidor,acordándose de su misericordia, LUC001055 como lo había prometido a nuestros padres,en favor de Abraham y de su descendencia para siempre". LUC001056 María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa. LUC001057 Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo. LUC001058 Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella. LUC001059 A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; LUC001060 pero la madre dijo: "No, debe llamarse Juan". LUC001061 Ellos le decían: "No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre". LUC001062 Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. LUC001063 Este pidió una pizarra y escribió: "Su nombre es Juan". Todos quedaron admirados. LUC001064 Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. LUC001065 Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea. LUC001066 Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: "¿Qué llegará a ser este niño?". Porque la mano del Señor estaba con él. LUC001067 Entonces Zacarías, su padre, quedó lleno del Espíritu Santo y dijo proféticamente: LUC001068 "Bendito sea el Señor, el Dios de Israel,porque ha visitado y redimido a su Pueblo, LUC001069 y nos ha dado un poderoso Salvador en la casa de David, su servidor, LUC001070 como lo había anunciado mucho tiempo antespor boca de sus santos profetas, LUC001071 para salvarnos de nuestros enemigosy de las manos de todos los que nos odian. LUC001072 Así tuvo misericordia de nuestros padresy se acordó de su santa Alianza, LUC001073 del juramento que hizo a nuestro padre Abraham LUC001074 de concedernos que, libres de temor, arrancados de las manos de nuestros enemigos, lo sirvamos LUC001075 en santidad y justicia bajo su mirada, durante toda nuestra vida. LUC001076 Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor preparando sus caminos, LUC001077 para hacer conocer a su Pueblo la salvación mediante el perdón de los pecados; LUC001078 gracias a la misericordiosa ternura de nuestro Dios, que nos traerá del cielo la visita del Sol naciente, LUC001079 para iluminar a los que están en las tinieblasy en la sombra de la muerte, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz". LUC001080 El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que se manifestó a Israel LUC002001 En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. LUC002002 Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. LUC002003 Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. LUC002004 José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, LUC002005 para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. LUC002006 Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; LUC002007 y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue. LUC002008 En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebañosdurante la noche. LUC002009 De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, LUC002010 pero el Ángel les dijo: "No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: LUC002011 Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. LUC002012 Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre". LUC002013 Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: LUC002014 "¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él!". LUC002015 Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: "Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado". LUC002016 Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. LUC002017 Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, LUC002018 y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores. LUC002019 Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. LUC002020 Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido. LUC002021 Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción. LUC002022 Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, LUC002023 como está escrito en la Ley: Todo varón primogénito será consagrado al Señor. LUC002024 También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor. LUC002025 Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él LUC002026 y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor. LUC002027 Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley, LUC002028 Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo: LUC002029 "Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz,como lo has prometido, LUC002030 porque mis ojos han visto la salvación LUC002031 que preparaste delante de todos los pueblos: LUC002032 luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel". LUC002033 Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él. LUC002034 Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: "Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, LUC002035 y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos". LUC002036 Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud, había vivido siete años con su marido. LUC002037 Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. LUC002038 Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. LUC002039 Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea. LUC002040 El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él. LUC002041 Sus padres iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. LUC002042 Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, LUC002043 y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta. LUC002044 Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. LUC002045 Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. LUC002046 Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. LUC002047 Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas. LUC002048 Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados". LUC002049 Jesús les respondió: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?". LUC002050 Ellos no entendieron lo que les decía. LUC002051 Él regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón. LUC002052 Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres. LUC003001 El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Filipo tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene, LUC003002 bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto. LUC003003 Este comenzó entonces a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados, LUC003004 como está escrito en el libro del profeta Isaías: Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. LUC003005 Los valles serán rellenados, las montañas y las colinasserán aplanadas. Serán enderezados los senderos sinuosos y nivelados los caminos desparejos. LUC003006 Entonces, todos los hombres verán la Salvación de Dios. LUC003007 Juan decía a la multitud que venía a hacerse bautizar por él: "Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca? LUC003008 Produzcan los frutos de una sincera conversión, y no piensen: "Tenemos por padre a Abraham". Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham. LUC003009 El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; el árbol que no produce buen fruto será cortado y arrojado al fuego". LUC003010 La gente le preguntaba: "¿Qué debemos hacer entonces?". LUC003011 Él les respondía: "El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene; y el que tenga qué comer, haga otro tanto". LUC003012 Algunos publicanos vinieron también a hacerse bautizar y le preguntaron: "Maestro, ¿qué debemos hacer?". LUC003013 Él les respondió: "No exijan más de lo estipulado". LUC003014 A su vez, unos soldados le preguntaron: "Y nosotros, ¿qué debemos hacer?". Juan les respondió: "No extorsionen a nadie, no hagan falsas denuncias y conténtense con su sueldo". LUC003015 Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías, LUC003016 él tomó la palabra y les dijo a todos: "Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias; él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. LUC003017 Tiene en su mano la horquilla para limpiar su era y recoger el trigo en su granero. Pero consumirá la paja en el fuego inextinguible". LUC003018 Y por medio de muchas otras exhortaciones anunciaba al pueblo la Buena Noticia. LUC003019 Mientras tanto el tetrarca Herodes, a quien Juan censuraba a causa de Herodías –la mujer de su hermano– y por todos los delitos que había cometido, LUC003020 cometió uno más haciendo encarcelar a Juan. LUC003021 Todo el pueblo se hacía bautizar, y también fue bautizado Jesús. Y mientras estaba orando, se abrió el cielo LUC003022 y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma corporal, como una paloma. Se oyó entonces una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección". LUC003023 Cuando comenzó su ministerio, Jesús tenía unos treinta años y se lo consideraba hijo de José. José era hijo de Elí; LUC003024 Elí, hijo de Matat; Matat, hijo de Leví; Leví, hijo de Melquí; Melquí, hijo de Janai; Janai, hijo de José; LUC003025 José, hijo de Matatías; Matatías, hijo de Amós; Amós, hijo de Naúm; Naúm, hijo de Eslí; Eslí, hijo de Nagai; LUC003026 Nagai, hijo de Maat; Maat, hijo de Matatías; Matatías, hijo de Semein; Semein, hijo de Iosec; Iosec, hijo de Iodá; LUC003027 Iodá, hijo de Joanán; Joanán, hijo de Resá; Resá, hijo de Zorobabel. Zorobabel era hijo de Salatiel; Salatiel, hijo de Nerí; LUC003028 Nerí, hijo de Melquí; Melquí, hijo de Adí; Adí, hijo de Cosám; Cosám, hijo de Elmadám; Elmadám, hijo de Er; LUC003029 Er, hijo de Jesús; Jesús, hijo de Eliezer; Eliezer, hijo de Jorím; Jorím, hijo de Matat; Matat, hijo de Leví; LUC003030 Leví, hijo de Simeón; Simeón, hijo de Judá; Judá, hijo de José; José, hijo de Jonám; Jonám, hijo de Eliaquím; LUC003031 Eliaquím, hijo de Meleá; Meleá, hijo de Mená; Mená, hijo de Matatá; Matatá, hijo de Natán; Natán, hijo de David. LUC003032 David era hijo de Jesé; Jesé, hijo de Jobed; Jobed, hijo de Booz; Booz, hijo de Sela; Sela, hijo de Naasón; LUC003033 Naasón, hijo de Aminadab; Aminadab, hijo de Admín; Admín, hijo de Arní; Arní, hijo de Esróm; Esróm, hijo de Fares; Fares, hijo de Judá; LUC003034 Judá, hijo de Jacob; Jacob, hijo de Isaac; Isaac, hijo de Abraham. Abraham era hijo de Tera; Tera, hijo de Najor; LUC003035 Najor, hijo de Serúj; Serúj, hijo de Ragau; Ragau, hijo de Péleg; Péleg, hijo de Eber; Eber, hijo de Sela; LUC003036 Sela, hijo de Cainán; Cainán, hijo de Arfaxad; Arfaxad, hijo de Sem. Sem era hijo de Noé; Noé, hijo de Lamec; LUC003037 Lamec, hijo de Matusalén; Matusalén, hijo de Henoc; Henoc, hijo de Jaret; Jaret, hijo de Malaleel; Malaleel, hijo de Cainán; LUC003038 Cainán, hijo de Enós; Enós, hijo de Set; Set, hijo de Adán; Adán, hijo de Dios. LUC004001 Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto, LUC004002 donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días. No comió nada durante esos días, y al cabo de ellos tuvo hambre. LUC004003 El demonio le dijo entonces: "Si tú eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan". LUC004004 Pero Jesús le respondió: "Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan". LUC004005 Luego el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante todos los reinos de la tierra LUC004006 y le dijo: "Te daré todo este poder y el esplendor de estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a quien quiero. LUC004007 Si tú te postras delante de mí, todo eso te pertenecerá". LUC004008 Pero Jesús le respondió: "Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto". LUC004009 Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo: "Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, LUC004010 porque está escrito: Él dará órdenes a sus ángeles para que ellos te cuiden. LUC004011 Y también: Ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra". LUC004012 Pero Jesús le respondió: "Está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios". LUC004013 Una vez agotadas todas las formas de tentación, el demonio se alejó de él, hasta el momento oportuno. LUC004014 Jesús volvió a Galilea con el poder del Espíritu y su fama se extendió en toda la región. LUC004015 Enseñaba en sus sinagogas y todos lo alababan. LUC004016 Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. LUC004017 Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: LUC004018 El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos,a dar la libertad a los oprimidos LUC004019 y proclamar un año de gracia del Señor. LUC004020 Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él. LUC004021 Entonces comenzó a decirles: "Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír". LUC004022 Todos daban testimonio a favor de él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: "¿No es este el hijo de José?". LUC004023 Pero él les respondió: "Sin duda ustedes me citarán el refrán: "Médico, cúrate a ti mismo". Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaún". LUC004024 Después agregó: "Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. LUC004025 Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. LUC004026 Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón. LUC004027 También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio". LUC004028 Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron LUC004029 y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. LUC004030 Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino. LUC004031 Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y enseñaba los sábados. LUC004032 Y todos estaban asombrados de su enseñanza, porque hablaba con autoridad. LUC004033 En la sinagoga había un hombre que estaba poseído por el espíritu de un demonio impuro; y comenzó a gritar con fuerza: LUC004034 "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios". LUC004035 Pero Jesús lo increpó, diciendo: "Cállate y sal de este hombre". El demonio salió de él, arrojándolo al suelo en medio de todos, sin hacerle ningún daño. LUC004036 El temor se apoderó de todos, y se decían unos a otros: "¿Qué tiene su palabra? ¡Manda con autoridad y poder a los espíritus impuros, y ellos salen!". LUC004037 Y su fama se extendía por todas partes en aquella región. LUC004038 Al salir de la sinagoga, entró en la casa de Simón. La suegra de Simón tenía mucha fiebre, y le pidieron que hiciera algo por ella. LUC004039 Inclinándose sobre ella, Jesús increpó a la fiebre y esta desapareció. En seguida, ella se levantó y se puso a servirlos. LUC004040 Al atardecer, todos los que tenían enfermos afectados de diversas dolencias se los llevaron, y él, imponiendo las manos sobre cada uno de ellos, los curaba. LUC004041 De muchos salían demonios, gritando: "¡Tú eres el Hijo de Dios!". Pero él los increpaba y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que era el Mesías. LUC004042 Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar desierto. La multitud comenzó a buscarlo y, cuando lo encontraron, querían retenerlo para que no se alejara de ellos. LUC004043 Pero él les dijo: "También a las otras ciudades debo anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado". LUC004044 Y predicaba en las sinagogas de toda la Judea. LUC005001 En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. LUC005002 Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. LUC005003 Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. LUC005004 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: "Navega mar adentro, y echen las redes". LUC005005 Simón le respondió: "Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes". LUC005006 Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. LUC005007 Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. LUC005008 Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: "Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador". LUC005009 El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; LUC005010 y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. LUC005011 Pero Jesús dijo a Simón: "No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres". LUC005012 Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron. LUC005013 Mientras Jesús estaba en una ciudad, se presentó un hombre cubierto de lepra. Al ver a Jesús, se postró ante él y le rogó: "Señor, si quieres, puedes purificarme". LUC005014 Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Lo quiero, queda purificado". Y al instante la lepra desapareció. LUC005015 Él le ordenó que no se lo dijera a nadie, pero añadió: "Ve a presentarte al sacerdote, y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio". LUC005016 Su fama se extendía cada vez más y acudían grandes multitudes para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. LUC005017 Pero él se retiraba a lugares desiertos para orar. LUC005018 Un día, mientras Jesús enseñaba, había entre los presentes algunos fariseos y doctores de la Ley, llegados de todas las regiones de Galilea, de Judea y de Jerusalén. La fuerza del Señor le daba poder para curar. LUC005019 Llegaron entonces unas personas transportando a un paralítico sobre una camilla y buscaban el modo de entrar, para llevarlo ante Jesús. LUC005020 Como no sabían por dónde introducirlo a causa de la multitud, subieron a la terraza y, separando las tejas, lo bajaron con su camilla en medio de la concurrencia y lo pusieron delante de Jesús. LUC005021 Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo: "Hombre, tus pecados te son perdonados". LUC005022 Los escribas y los fariseos comenzaron a preguntarse: "¿Quién es este que blasfema? ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?". LUC005023 Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: "¿Qué es lo que están pensando? LUC005024 ¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados están perdonados", o "Levántate y camina"? LUC005025 Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados –dijo al paralítico– yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa". LUC005026 Inmediatamente se levantó a la vista de todos, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios. LUC005027 Todos quedaron llenos de asombro y glorificaban a Dios, diciendo con gran temor: "Hoy hemos visto cosas maravillosas". LUC005028 Después Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: "Sígueme". LUC005029 Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. LUC005030 Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. LUC005031 Los fariseos y sus escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: "¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?". LUC005032 Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. LUC005033 Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan". LUC005034 Luego le dijeron: "Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y hacen oración, lo mismo que los discípulos de los fariseos; en cambio, los tuyos comen y beben". LUC005035 Jesús les contestó: "¿Ustedes pretenden hacer ayunar a los amigos del esposo mientras él está con ellos? LUC005036 Llegará el momento en que el esposo les será quitado; entonces tendrán que ayunar". LUC005037 Les hizo además esta comparación: "Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque se romperá el nuevo, y el pedazo sacado a este no quedará bien en el vestido viejo. LUC005038 Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres; entonces el vino se derramará y los odres ya no servirán más. LUC005039 ¡A vino nuevo, odres nuevos! LUC005040 Nadie, después de haber gustado el vino viejo, quiere vino nuevo, porque dice: El añejo es mejor". LUC006001 Un sábado, en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas entre las manos, las comían. LUC006002 Algunos fariseos les dijeron: "¿Por qué ustedes hacen lo que no está permitido en sábado?". LUC006003 Jesús les respondió: "¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, LUC006004 cómo entró en la Casa de Dios y, tomando los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de comer a sus compañeros?". LUC006005 Después les dijo: "El Hijo del hombre es dueño del sábado". LUC006006 Otro sábado, entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. LUC006007 Los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si curaba en sábado, porque querían encontrar algo de qué acusarlo. LUC006008 Pero Jesús, conociendo sus intenciones, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: "Levántate y quédate de pie delante de todos". Él se levantó y permaneció de pie. LUC006009 Luego les dijo: "Yo les pregunto: ¿Está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?". LUC006010 Y dirigiendo una mirada a todos, dijo al hombre: "Extiende tu mano". Él la extendió y su mano quedó curada. LUC006011 Pero ellos se enfurecieron, y deliberaban entre sí para ver qué podían hacer contra Jesús. LUC006012 En esos días, Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios. LUC006013 Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: LUC006014 Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, LUC006015 Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, LUC006016 Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. LUC006017 Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, LUC006018 para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; LUC006019 y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos. LUC006020 Entonces Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: "¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece! LUC006021 ¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados! ¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán! LUC006022 ¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y proscriban su nombre, considerándolo infame, a causa del Hijo del hombre! LUC006023 ¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo. De la misma manera los padres de ellos trataban a los profetas! LUC006024 Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo! LUC006025 ¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas! LUC006026 ¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los falsos profetas! LUC006027 Pero yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian. LUC006028 Bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los difaman. LUC006029 Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le niegues la túnica. LUC006030 Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames. LUC006031 Hagan por los demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes. LUC006032 Si aman a aquellos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a aquellos que los aman. LUC006033 Si hacen el bien a aquellos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores. LUC006034 Y si prestan a aquellos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo. LUC006035 Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los malos. LUC006036 Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. LUC006037 No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. LUC006038 Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes". LUC006039 Les hizo también esta comparación: "¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un pozo? LUC006040 El discípulo no es superior al maestro; cuando el discípulo llegue a ser perfecto, será como su maestro. LUC006041 ¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? LUC006042 ¿Cómo puedes decir a tu hermano: "Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo", tú, que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano. LUC006043 No hay árbol bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé frutos buenos: LUC006044 cada árbol se reconoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas. LUC006045 El hombre bueno saca el bien del tesoro de bondad que tiene en su corazón. El malo saca el mal de su maldad, porque de la abundancia del corazón habla la boca. LUC006046 ¿Por qué ustedes me llaman: "Señor, Señor", y no hacen lo que les digo? LUC006047 Yo les diré a quién se parece todo aquel que viene a mí, escucha mis palabras y las practica. LUC006048 Se parece a un hombre que, queriendo construir una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre la roca. Cuando vino la creciente, las aguas se precipitaron con fuerza contra esa casa, pero no pudieron derribarla, porque estaba bien construida. LUC006049 En cambio, el que escucha la Palabra y no la pone en práctica, se parece a un hombre que construyó su casa sobre tierra, sin cimientos. Cuando las aguas se precipitaron contra ella, en seguida se derrumbó, y el desastre que sobrevino a esa casa fue grande". LUC007001 Cuando Jesús terminó de decir todas estas cosas al pueblo, entró en Cafarnaún. LUC007002 Había allí un centurión que tenía un sirviente enfermo, a punto de morir, al que estimaba mucho. LUC007003 Como había oído hablar de Jesús, envió a unos ancianos judíos para rogarle que viniera a curar a su servidor. LUC007004 Cuando estuvieron cerca de Jesús, le suplicaron con insistencia, diciéndole: "El merece que le hagas este favor, LUC007005 porque ama a nuestra nación y nos ha construido la sinagoga". LUC007006 Jesús fue con ellos, y cuando ya estaba cerca de la casa, el centurión le mandó decir por unos amigos: "Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres en mi casa; LUC007007 por eso no me consideré digno de ir a verte personalmente. Basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. LUC007008 Porque yo –que no soy más que un oficial subalterno, pero tengo soldados a mis órdenes– cuando digo a uno: "Ve", él va; y a otro: "Ven", él viene; y cuando digo a mi sirviente: "¡Tienes que hacer esto!", él lo hace". LUC007009 Al oír estas palabras, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la multitud que lo seguía, dijo: "Yo les aseguro que ni siquiera en Israel he encontrado tanta fe". LUC007010 Cuando los enviados regresaron a la casa, encontraron al sirviente completamente sano. LUC007011 En seguida, Jesús se dirigió a una ciudad llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. LUC007012 Justamente cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, llevaban a enterrar al hijo único de una mujer viuda, y mucha gente del lugar la acompañaba. LUC007013 Al verla, el Señor se conmovió y le dijo: "No llores". LUC007014 Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron y Jesús dijo: "Joven, yo te lo ordeno, levántate". LUC007015 El muerto se incorporó y empezó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre. LUC007016 Todos quedaron sobrecogidos de temor y alababan a Dios, diciendo: "Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo". LUC007017 El rumor de lo que Jesús acababa de hacer se difundió por toda la Judea y en toda la región vecina. LUC007018 Juan fue informado de todo esto por sus discípulos y, llamando a dos de ellos, LUC007019 los envió a decir al Señor: "¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?". LUC007020 Cuando se presentaron ante él, le dijeron: "Juan el Bautista nos envía a preguntarte: "¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?"". LUC007021 En esa ocasión, Jesús curó a mucha gente de sus enfermedades, de sus dolencias y de los malos espíritus, y devolvió la vista a muchos ciegos. LUC007022 Entonces respondió a los enviados: "Vayan a contar a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los paralíticos caminan, los leprosos son purificados y los sordos oyen, los muertos resucitan, la Buena Noticia es anunciada a los pobres. LUC007023 ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!". LUC007024 Cuando los enviados de Juan partieron, Jesús comenzó a hablar de él a la multitud, diciendo: "¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? LUC007025 ¿Qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que llevan suntuosas vestiduras y viven en la opulencia, están en los palacios de los reyes. LUC007026 ¿Qué salieron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta. LUC007027 Él es aquel de quien está escrito: Yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino. LUC007028 Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan, y sin embargo, el más pequeño en el Reino de Dios es más grande que él. LUC007029 Todo el pueblo que lo escuchaba, incluso los publicanos, reconocieron la justicia de Dios, recibiendo el bautismo de Juan. LUC007030 Pero los fariseos y los doctores de la Ley, al no hacerse bautizar por él, frustraron el designio de Dios para con ellos. LUC007031 ¿Con quién puedo comparar a los hombres de esta generación? ¿A quién se parecen? LUC007032 Se parecen a esos muchachos que están sentados en la plaza y se dicen entre ellos: "¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!". LUC007033 Porque llegó Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino, y ustedes dicen: "¡Ha perdido la cabeza!". LUC007034 Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: "¡Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores!". LUC007035 Pero la Sabiduría ha sido reconocida como justa por todos sus hijos". LUC007036 Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en la casa y se sentó a la mesa. LUC007037 Entonces una mujer pecadora que vivía en la ciudad, al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco de perfume. LUC007038 Y colocándose detrás de él, se puso a llorar a sus pies y comenzó a bañarlos con sus lágrimas; los secaba con sus cabellos, los cubría de besos y los ungía con perfume. LUC007039 Al ver esto, el fariseo que lo había invitado pensó: "Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: ¡una pecadora!". LUC007040 Pero Jesús le dijo: "Simón, tengo algo que decirte". "Di, Maestro", respondió él. LUC007041 "Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta. LUC007042 Como no tenían con qué pagar, perdonó a ambos la deuda. ¿Cuál de los dos lo amará más?". LUC007043 Simón contestó: "Pienso que aquel a quien perdonó más". Jesús le dijo: "Has juzgado bien". LUC007044 Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no derramaste agua sobre mis pies; en cambio, ella los bañó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos. LUC007045 Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entré, no cesó de besar mis pies. LUC007046 Tú no ungiste mi cabeza; ella derramó perfume sobre mis pies. LUC007047 Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados porque ha demostrado mucho amor. Pero aquel a quien se le perdona poco, demuestra poco amor". LUC007048 Después dijo a la mujer: "Tus pecados te son perdonados". LUC007049 Los invitados pensaron: "¿Quién es este hombre, que llega hasta perdonar los pecados?". LUC007050 Pero Jesús dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado, vete en paz". LUC008001 Después, Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce LUC008002 y también algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; LUC008003 Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas otras, que los ayudaban con sus bienes. LUC008004 Como se reunía una gran multitud y acudía a Jesús gente de todas las ciudades, él les dijo, valiéndose de una parábola: LUC008005 "El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrar, una parte de la semilla cayó al borde del camino, donde fue pisoteada y se la comieron los pájaros del cielo. LUC008006 Otra parte cayó sobre las piedras y, al brotar, se secó por falta de humedad. LUC008007 Otra cayó entre las espinas, y estas, brotando al mismo tiempo, la ahogaron. LUC008008 Otra parte cayó en tierra fértil, brotó y produjo fruto al ciento por uno". Y una vez que dijo esto, exclamó: "¡El que tenga oídos para oír, que oiga!". LUC008009 Sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola, LUC008010 y Jesús les dijo: "A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de Dios; a los demás, en cambio, se les habla en parábolas, para que miren sin ver y oigan sin comprender. LUC008011 La parábola quiere decir esto: La semilla es la Palabra de Dios. LUC008012 Los que están al borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el demonio y arrebata la Palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. LUC008013 Los que están sobre las piedras son los que reciben la Palabra con alegría, apenas la oyen; pero no tienen raíces: creen por un tiempo, y en el momento de la tentación se vuelven atrás. LUC008014 Lo que cayó entre espinas son los que escuchan, pero con las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, se van dejando ahogar poco a poco, y no llegan a madurar. LUC008015 Lo que cayó en tierra fértil son los que escuchan la Palabra con un corazón bien dispuesto, la retienen, y dan fruto gracias a su constancia. LUC008016 No se enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente o para ponerla debajo de la cama, sino que se la coloca sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. LUC008017 Porque no hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado. LUC008018 Presten atención y oigan bien, porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que cree tener". LUC008019 Su madre y sus hermanos fueron a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud. LUC008020 Entonces le anunciaron a Jesús: "Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte". LUC008021 Pero él les respondió: "Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican". LUC008022 Un día, Jesús subió con sus discípulos a una barca y les dijo: "Pasemos a la otra orilla del lago". Ellos partieron, LUC008023 y mientras navegaban, Jesús se durmió. Entonces se desencadenó sobre el lago un fuerte vendaval; la barca se iba llenando de agua, y ellos corrían peligro. LUC008024 Los discípulos se acercaron y lo despertaron, diciendo:"¡Maestro, Maestro, nos hundimos!". Él se despertó e increpó al viento y a las olas; estas se apaciguaron y sobrevino la calma. LUC008025 Después les dijo: "¿Dónde está la fe de ustedes?". Y ellos, llenos de temor y admiración, se decían unos a otros: "¿Quién es este que ordena incluso al viento y a las olas, y le obedecen?". LUC008026 Después llegaron a la región de los gerasenos, que está situada frente a Galilea. LUC008027 Jesús acababa de desembarcar, cuando salió a su encuentro un hombre de la ciudad, que estaba endemoniado. Desde hacía mucho tiempo no se vestía, y no vivía en una casa, sino en los sepulcros. LUC008028 Al ver a Jesús, comenzó a gritar, cayó a sus pies y dijo con voz potente: "¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo de Dios, el Altísimo? Te ruego que no me atormentes". LUC008029 Jesús, en efecto, estaba ordenando al espíritu impuro que saliera de aquel hombre. Muchas veces el espíritu se había apoderado de él, y aunque lo ataban con cadenas y grillos para sujetarlo, él rompía sus ligaduras y el demonio lo arrastraba a lugares desiertos. LUC008030 Jesús le preguntó: "¿Cuál es tu nombre?". "Legión", respondió, porque eran muchos los demonios que habían entrado en él. LUC008031 Y le suplicaban que no les ordenara precipitarse al abismo. LUC008032 Había allí una gran piara de cerdos que estaba paciendo en la montaña. Los demonios suplicaron a Jesús que les permitiera entrar en los cerdos. Él se lo permitió. LUC008033 Entonces salieron de aquel hombre, entraron en los cerdos, y desde lo alto del acantilado, la piara se precipitó al mar y se ahogó. LUC008034 Al ver lo que había pasado, los cuidadores huyeron y difundieron la noticia en la ciudad y en los poblados. LUC008035 En seguida la gente fue a ver lo que había sucedido. Cuando llegaron adonde estaba Jesús, vieron sentado a sus pies, vestido y en su sano juicio, al hombre del que habían salido los demonios, y se llenaron de temor. LUC008036 Los que habían presenciado el hecho les contaron cómo había sido curado el endemoniado. LUC008037 Todos los gerasenos pidieron a Jesús que se alejara de allí, porque estaban atemorizados; y él, subiendo a la barca, regresó. LUC008038 El hombre del que salieron los demonios le rogaba que lo llevara con él, pero Jesús lo despidió, diciéndole: LUC008039 "Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti". Él se fue y proclamó en toda la ciudad lo que Jesús había hecho por él. LUC008040 A su regreso, Jesús fue recibido por la multitud, porque todos lo estaban esperando. LUC008041 De pronto, se presentó un hombre llamado Jairo, que era jefe de la sinagoga, y cayendo a los pies de Jesús, le suplicó que fuera a su casa, LUC008042 porque su única hija, que tenía unos doce años, se estaba muriendo. Mientras iba, la multitud lo apretaba hasta sofocarlo. LUC008043 Una mujer que padecía de hemorragias desde hacía doce años y a quien nadie había podido curar, LUC008044 se acercó por detrás y tocó los flecos de su manto; inmediatamente cesó la hemorragia. LUC008045 Jesús preguntó: "¿Quién me ha tocado?". Como todos lo negaban, Pedro y sus compañeros le dijeron: "Maestro, es la multitud que te está apretujando". LUC008046 Pero Jesús respondió: "Alguien me ha tocado, porque he sentido que una fuerza salía de mí". LUC008047 Al verse descubierta, la mujer se acercó temblando, y echándose a sus pies, contó delante de todos por qué lo había tocado y cómo fue curada instantáneamente. LUC008048 Jesús le dijo entonces: "Hija, tu fe te ha salvado, vete en paz". LUC008049 Todavía estaba hablando, cuando llegó alguien de la casa del jefe de la sinagoga y le dijo: "Tu hija ha muerto, no molestes más al Maestro". LUC008050 Pero Jesús, que había oído, respondió: "No temas, basta que creas y se salvará". LUC008051 Cuando llegó a la casa no permitió que nadie entrara con él, sino Pedro, Juan y Santiago, junto con el padre y la madre de la niña. LUC008052 Todos lloraban y se lamentaban. "No lloren, dijo Jesús, no está muerta, sino que duerme". LUC008053 Y se burlaban de él, porque sabían que la niña estaba muerta. LUC008054 Pero Jesús la tomó de la mano y la llamó, diciendo: "Niña, levántate". LUC008055 Ella recuperó el aliento y se levantó en el acto. Después Jesús ordenó que le dieran de comer. LUC008056 Sus padres se quedaron asombrados, pero él les prohibió contar lo que había sucedido. LUC009001 Jesús convocó a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar a toda clase de demonios y para curar las enfermedades. LUC009002 Y los envió a proclamar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos, LUC009003 diciéndoles: "No lleven nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni tampoco dos túnicas cada uno. LUC009004 Permanezcan en la casa donde se alojen, hasta el momento de partir. LUC009005 Si no los reciben, al salir de esa ciudad sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos". LUC009006 Fueron entonces de pueblo en pueblo, anunciando la Buena Noticia y curando enfermos en todas partes. LUC009007 El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que pasaba, y estaba muy desconcertado porque algunos decían: "Es Juan, que ha resucitado". LUC009008 Otros decían: "Es Elías, que se ha aparecido", y otros: "Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado". LUC009009 Pero Herodes decía: "A Juan lo hice decapitar. Entonces, ¿quién es este del que oigo decir semejantes cosas?". Y trataba de verlo. LUC009010 Al regresar, los Apóstoles contaron a Jesús todo lo que habían hecho. Él los llevó consigo, y se retiró a solas con ellos hacia una ciudad llamada Betsaida. LUC009011 Pero la multitud se dio cuenta y lo siguió. Él los recibió, les habló del Reino de Dios y devolvió la salud a los que tenían necesidad de ser curados. LUC009012 Al caer la tarde, se acercaron los Doce y le dijeron: "Despide a la multitud, para que vayan a los pueblos y caseríos de los alrededores en busca de albergue y alimento, porque estamos en un lugar desierto". LUC009013 Él les respondió: "Denles de comer ustedes mismos". Pero ellos dijeron: "No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente". LUC009014 Porque eran alrededor de cinco mil hombres. Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: "Háganlos sentar en grupos de cincuenta". LUC009015 Y ellos hicieron sentar a todos. LUC009016 Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que se los sirvieran a la multitud. LUC009017 Todos comieron hasta saciarse y con lo que sobró se llenaron doce canastas. LUC009018 Un día en que Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con él, les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?". LUC009019 Ellos le respondieron: "Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los antiguos profetas que ha resucitado". LUC009020 "Pero ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy yo?". Pedro, tomando la palabra, respondió: "Tú eres el Mesías de Dios". LUC009021 Y él les ordenó terminantemente que no lo dijeran a nadie. LUC009022 "El Hijo del hombre, les dijo, debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día". LUC009023 Después dijo a todos: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga. LUC009024 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá y el que pierda su vida por mí, la salvará. LUC009025 ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde y arruina su vida? LUC009026 Porque si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras, el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria y en la gloria del Padre y de los santos ángeles. LUC009027 Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de ver el Reino de Dios". LUC009028 Unos ocho días después de decir esto, Jesús tomó a Pedro, Juan y Santiago, y subió a la montaña para orar. LUC009029 Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se volvieron de una blancura deslumbrante. LUC009030 Y dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, LUC009031 que aparecían revestidos de gloria y hablaban de la partida de Jesús, que iba a cumplirse en Jerusalén. LUC009032 Pedro y sus compañeros tenían mucho sueño, pero permanecieron despiertos, y vieron la gloria de Jesús y a los dos hombres que estaban con él. LUC009033 Mientras estos se alejaban, Pedro dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". Él no sabía lo que decía. LUC009034 Mientras hablaba, una nube los cubrió con su sombra y al entrar en ella, los discípulos se llenaron de temor. LUC009035 Desde la nube se oyó entonces una voz que decía: "Este es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo". LUC009036 Y cuando se oyó la voz, Jesús estaba solo. Los discípulos callaron y durante todo ese tiempo no dijeron a nadie lo que habían visto. LUC009037 Al día siguiente, cuando bajaron de la montaña, una multitud vino a su encuentro. LUC009038 De pronto, un hombre gritó: "Maestro, por favor, mira a mi hijo, el único que tengo. LUC009039 Cada tanto un espíritu se apodera de él y se pone a gritar; lo sacude con violencia y le hace echar espuma por la boca. A duras penas se aparta de él, dejándolo extenuado. LUC009040 Les pedí a tus discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron". LUC009041 Jesús le respondió: "Generación incrédula y perversa, ¿hasta cuándo estaré con ustedes y tendré que soportarlos? Trae aquí a tu hijo". LUC009042 El niño se estaba acercando, cuando el demonio lo arrojó al suelo y lo sacudió violentamente. Pero Jesús increpó al espíritu impuro, curó al niño y lo entregó a su padre. LUC009043 Todos estaban maravillados de la grandeza de Dios. El segundo anuncio de la Pasión Mientras todos se admiraban por las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: LUC009044 "Escuchen bien esto que les digo: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres". LUC009045 Pero ellos no entendían estas palabras: su sentido les estaba velado de manera que no podían comprenderlas, y temían interrogar a Jesús acerca de esto. LUC009046 Entonces se les ocurrió preguntarse quién sería el más grande. LUC009047 Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, tomó a un niño y acercándolo, LUC009048 les dijo: "El que recibe a este niño en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe a aquel que me envió; porque el más pequeño de ustedes, ese es el más grande". LUC009049 Juan, dirigiéndose a Jesús, le dijo: "Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros". LUC009050 Pero Jesús le dijo: "No se lo impidan, porque el que no está contra ustedes, está con ustedes". LUC009051 Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén LUC009052 y envió mensajeros delante de él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento. LUC009053 Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén. LUC009054 Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: "Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?". LUC009055 Pero él se dio vuelta y los reprendió. LUC009056 Y se fueron a otro pueblo. LUC009057 Mientras iban caminando, alguien le dijo a Jesús: "¡Te seguiré adonde vayas!". LUC009058 Jesús le respondió: "Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza". LUC009059 Y dijo a otro: "Sígueme". Él respondió: "Permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre". LUC009060 Pero Jesús le respondió: "Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios". LUC009061 Otro le dijo: "Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos". LUC009062 Jesús le respondió: "El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios". LUC010001 Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir. LUC010002 Y les dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. LUC010003 ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. LUC010004 No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino. LUC010005 Al entrar en una casa, digan primero: "¡Que descienda la paz sobre esta casa!". LUC010006 Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. LUC010007 Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa. LUC010008 En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; LUC010009 curen a sus enfermos y digan a la gente: "El Reino de Dios está cerca de ustedes". LUC010010 Pero en todas las ciudades donde entren y no los reciban, salgan a las plazas y digan: LUC010011 "¡Hasta el polvo de esta ciudad que se ha adherido a nuestros pies, lo sacudimos sobre ustedes! Sepan, sin embargo, que el Reino de Dios está cerca". LUC010012 Les aseguro que en aquel Día, Sodoma será tratada menos rigurosamente que esa ciudad. LUC010013 ¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros realizados entre ustedes, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y sentándose sobre ceniza. LUC010014 Por eso Tiro y Sidón, en el día del Juicio, serán tratadas menos rigurosamente que ustedes. LUC010015 Y tú, Cafarnaún, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. LUC010016 El que los escucha a ustedes, me escucha a mí; el que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza, rechaza a aquel que me envió". LUC010017 Los setenta y dos volvieron y le dijeron llenos de gozo: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre". LUC010018 Él les dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. LUC010019 Les he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos. LUC010020 No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo". LUC010021 En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. LUC010022 Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar". LUC010023 Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: "¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! LUC010024 ¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!". LUC010025 Y entonces, un doctor de la Ley se levantó y le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?". LUC010026 Jesús le preguntó a su vez: "¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?". LUC010027 Él le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo". LUC010028 "Has respondido exactamente, le dijo Jesús; obra así y alcanzarás la vida". LUC010029 Pero el doctor de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta pregunta: "¿Y quién es mi prójimo?". LUC010030 Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: "Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto. LUC010031 Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de largo. LUC010032 También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino. LUC010033 Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió. LUC010034 Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo. LUC010035 Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: "Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver". LUC010036 ¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?". LUC010037 "El que tuvo compasión de él", le respondió el doctor. Y Jesús le dijo: "Ve, y procede tú de la misma manera". LUC010038 Mientras iban caminando, Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. LUC010039 Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra. LUC010040 Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude". LUC010041 Pero el Señor le respondió: "Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas. LUC010042 Sin embargo, una sola es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada". LUC011001 (TEXTO OMITIDO) LUC011002 Él les dijo entonces: "Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino; LUC011003 danos cada día nuestro pan cotidiano; LUC011004 perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación". LUC011005 Jesús agregó: "Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: "Amigo, préstame tres panes, LUC011006 porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle", LUC011007 y desde adentro él le responde: "No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos". LUC011008 Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario. LUC011009 También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. LUC011010 Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá. LUC011011 ¿Hay algún padre entre ustedes que dé a su hijo una serpiente cuando le pide un pescado? LUC011012 ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión? LUC011013 Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan!". LUC011014 Jesús estaba expulsando a un demonio que era mudo. Apenas salió el demonio, el mudo empezó a hablar. La muchedumbre quedó admirada, LUC011015 pero algunos de ellos decían: "Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios". LUC011016 Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo. LUC011017 Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: "Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra". LUC011018 Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque – como ustedes dicen– yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul. LUC011019 Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces. LUC011020 Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. LUC011021 Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras, LUC011022 pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bienes. LUC011023 El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama. LUC011024 Cuando el espíritu impuro sale de un hombre, vaga por lugares desiertos en busca de reposo, y al no encontrarlo, piensa: "Volveré a mi casa, de donde salí". LUC011025 Cuando llega, la encuentra barrida y ordenada. LUC011026 Entonces va a buscar a otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí. Y al final, ese hombre se encuentra peor que al principio". LUC011027 Cuando Jesús terminó de hablar, una mujer levantó la voz en medio de la multitud y le dijo: "¡Feliz el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron!". LUC011028 Jesús le respondió: "Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican". LUC011029 Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: "Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás. LUC011030 Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación. LUC011031 El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay alguien que es más que Salomón. LUC011032 El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay alguien que es más que Jonás. LUC011033 Cuando uno enciende una lámpara, no la esconde ni la cubre, sino que la pone sobre el candelero, para que los que entran vean la claridad. LUC011034 La lámpara del cuerpo es tu ojo. Cuando tu ojo está sano, todo tu cuerpo está iluminado; pero si tu ojo está enfermo, también tu cuerpo estará en tinieblas. LUC011035 Ten cuidado de que la luz que hay en ti no se oscurezca. LUC011036 Si todo tu cuerpo está iluminado, sin nada de sombra, tendrá tanta luz como cuando la lámpara te ilumina con sus rayos". LUC011037 Cuando terminó de hablar, un fariseo lo invitó a cenar a su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa. LUC011038 El fariseo se extrañó de que no se lavara antes de comer. LUC011039 Pero el Señor le dijo: "¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia. LUC011040 ¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro? LUC011041 Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro. LUC011042 Pero ¡ay de ustedes, fariseos, que pagan el impuesto de la menta, de la ruda y de todas las legumbres, y descuidan la justicia y el amor de Dios! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello. LUC011043 ¡Ay de ustedes, fariseos, porque les gusta ocupar el primer asiento en las sinagogas y ser saludados en las plazas! LUC011044 ¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven y sobre los cuales se camina sin saber!". LUC011045 Un doctor de la Ley tomó entonces la palabra y dijo: "Maestro, cuando hablas así, nos insultas también a nosotros". LUC011046 Él le respondió: "¡Ay de ustedes también, porque imponen a los demás cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni siquiera con un dedo! LUC011047 ¡Ay de ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes sus mismos padres han matado! LUC011048 Así se convierten en testigos y aprueban los actos de sus padres: ellos los mataron y ustedes les construyen sepulcros. LUC011049 Por eso la Sabiduría de Dios ha dicho: Yo les enviaré profetas y apóstoles: matarán y perseguirán a muchos de ellos. LUC011050 Así se pedirá cuenta a esta generación de la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la creación del mundo: LUC011051 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. Sí, les aseguro que a esta generación se le pedirá cuenta de todo esto. LUC011052 ¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia! No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden". LUC011053 Cuando Jesús salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarlo, exigiéndole respuesta sobre muchas cosas LUC011054 y tendiéndole trampas para sorprenderlo en alguna afirmación. LUC012001 Mientras tanto se reunieron miles de personas, hasta el punto de atropellarse unos a otros. Jesús comenzó a decir, dirigiéndose primero a sus discípulos: "Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. LUC012002 No hay nada oculto que no deba ser revelado, ni nada secreto que no deba ser conocido. LUC012003 Por eso, todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad, será escuchado en pleno día; y lo que han hablado al oído, en las habitaciones más ocultas, será proclamado desde lo alto de las casas. LUC012004 A ustedes, mis amigos, les digo: No teman a los que matan el cuerpo y después no pueden hacer nada más. LUC012005 Yo les indicaré a quién deben temer: teman a aquel que, después de matar, tiene el poder de arrojar a la Gehena. Sí, les repito, teman a ese. LUC012006 ¿No se venden acaso cinco pájaros por dos monedas? Sin embargo, Dios no olvida a ninguno de ellos. LUC012007 Ustedes tienen contados todos sus cabellos: no teman, porque valen más que muchos pájaros. LUC012008 Les aseguro que a aquel que me reconozca abiertamente delante de los hombres, el Hijo del hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios. LUC012009 Pero el que no me reconozca delante de los hombres, no será reconocido ante los ángeles de Dios. LUC012010 Al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará. LUC012011 Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir, LUC012012 porque el Espíritu Santo les enseñará en ese momento lo que deban decir". LUC012013 Uno de la multitud le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia". LUC012014 Jesús le respondió: "Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes?". LUC012015 Después les dijo: "Cuídense de toda avaricia, porque aun en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas". LUC012016 Les dijo entonces una parábola: "Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho, LUC012017 y se preguntaba a sí mismo: "¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha". LUC012018 Después pensó: "Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes, LUC012019 y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida". LUC012020 Pero Dios le dijo: "Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?". LUC012021 Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios". LUC012022 Después dijo a sus discípulos: "Por eso les digo: No se inquieten por la vida, pensando qué van a comer, ni por el cuerpo, pensando con qué se van a vestir. LUC012023 Porque la vida vale más que la comida, y el cuerpo más que el vestido. LUC012024 Fíjense en los cuervos: no siembran ni cosechan, no tienen despensa ni granero, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que los pájaros! LUC012025 ¿Y quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un instante al tiempo de su vida? LUC012026 Si aun las cosas más pequeñas superan sus fuerzas, ¿por qué se inquietan por las otras? LUC012027 Fíjense en los lirios: no hilan ni tejen; sin embargo, les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. LUC012028 Si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana es echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe! LUC012029 Tampoco tienen que preocuparse por lo que van a comer o beber; no se inquieten, LUC012030 porque son los paganos de este mundo los que van detrás de esas cosas. El Padre sabe que ustedes las necesitan. LUC012031 Busquen más bien su Reino, y lo demás se les dará por añadidura. LUC012032 No temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino. LUC012033 Vendan sus bienes y denlos como limosna. Háganse bolsas que no se desgasten y acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no se acerca el ladrón ni destruye la polilla. LUC012034 Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón. LUC012035 Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas. LUC012036 Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta. LUC012037 ¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos. LUC012038 ¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así! LUC012039 Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa. LUC012040 Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada". LUC012041 Pedro preguntó entonces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?". LUC012042 El Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno? LUC012043 ¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo! LUC012044 Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. LUC012045 Pero si este servidor piensa: "Mi señor tardará en llegar", y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, LUC012046 su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles. LUC012047 El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo. LUC012048 Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más. LUC012049 Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! LUC012050 Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente! LUC012051 ¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división. LUC012052 De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres: LUC012053 el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra". LUC012054 Dijo también a la multitud: "Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede. LUC012055 Y cuando sopla viento del sur, dicen que hará calor, y así sucede. LUC012056 ¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente? LUC012057 ¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo? LUC012058 Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel. LUC012059 Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo". LUC013001 En ese momento se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios. LUC013002 Él les respondió: "¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás? LUC013003 Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera. LUC013004 ¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? LUC013005 Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera". LUC013006 Les dijo también esta parábola: "Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos y no los encontró. LUC013007 Dijo entonces al viñador: "Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no los encuentro. Córtala, ¿para qué malgastar la tierra?". LUC013008 Pero él respondió: "Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré. LUC013009 Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás"". LUC013010 Un sábado, Jesús enseñaba en una sinagoga. LUC013011 Había allí una mujer poseída de un espíritu, que la tenía enferma desde hacía dieciocho años. Estaba completamente encorvada y no podía enderezarse de ninguna manera. LUC013012 Jesús, al verla, la llamó y le dijo: "Mujer, estás curada de tu enfermedad", LUC013013 y le impuso las manos. Ella se enderezó en seguida y glorificaba a Dios. LUC013014 Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la multitud: "Los días de trabajo son seis; vengan durante esos días para hacerse curar, y no el sábado". LUC013015 El Señor le respondió: "¡Hipócritas! Cualquiera de ustedes, aunque sea sábado, ¿no desata del pesebre a su buey o a su asno para llevarlo a beber? LUC013016 Y esta hija de Abraham, a la que Satanás tuvo aprisionada durante dieciocho años, ¿no podía ser librada de sus cadenas el día sábado?". LUC013017 Al oír estas palabras, todos sus adversarios se llenaron de confusión, pero la multitud se alegraba de las maravillas que él hacía. LUC013018 Jesús dijo entonces: "¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo? LUC013019 Se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció, se convirtió en un arbusto y los pájaros del cielo se cobijaron en sus ramas". LUC013020 Dijo también: "¿Con qué podré comparar el Reino de Dios? LUC013021 Se parece a un poco de levadura que una mujer mezcló con gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa". LUC013022 Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén. LUC013023 Una persona le preguntó: "Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?". Él respondió: LUC013024 "Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán. LUC013025 En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos". Y él les responderá: "No sé de dónde son ustedes". LUC013026 Entonces comenzarán a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas". LUC013027 Pero él les dirá: "No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!". LUC013028 Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera. LUC013029 Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios. LUC013030 Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos". LUC013031 En ese momento se acercaron algunos fariseos que le dijeron: "Aléjate de aquí, porque Herodes quiere matarte". LUC013032 Él les respondió: "Vayan a decir a ese zorro: hoy y mañana expulso a los demonios y realizo curaciones, y al tercer día habré terminado. LUC013033 Pero debo seguir mi camino hoy, mañana y pasado, porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén. LUC013034 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste! LUC013035 Por eso, a ustedes la casa les quedará vacía. LUC013036 Les aseguro que ya no me verán más, hasta que llegue el día en que digan: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!". LUC014001 Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. LUC014002 Delante de él había un hombre enfermo de hidropesía. LUC014003 Jesús preguntó a los doctores de la Ley y a los fariseos: "¿Está permitido curar en sábado o no?". LUC014004 Pero ellos guardaron silencio. Entonces Jesús tomó de la mano al enfermo, lo curó y lo despidió. LUC014005 Y volviéndose hacia ellos, les dijo: "Si a alguno de ustedes se le cae en un pozo su hijo o su buey, ¿acaso no lo saca en seguida, aunque sea sábado?". LUC014006 A esto no pudieron responder nada. LUC014007 Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola: LUC014008 "Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú, LUC014009 y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: "Déjale el sitio", y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar. LUC014010 Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: "Amigo, acércate más", y así quedarás bien delante de todos los invitados. LUC014011 Porque todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado". LUC014012 Después dijo al que lo había invitado: "Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa. LUC014013 Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos. LUC014014 ¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!". LUC014015 Al oír estas palabras, uno de los invitados le dijo: "¡Feliz el que se siente a la mesa en el Reino de Dios!". LUC014016 Jesús le respondió: "Un hombre preparó un gran banquete y convidó a mucha gente. LUC014017 A la hora de cenar, mandó a su sirviente que dijera a los invitados: "Vengan, todo está preparado". LUC014018 Pero todos, sin excepción, empezaron a excusarse. El primero le dijo: "Acabo de comprar un campo y tengo que ir a verlo. Te ruego me disculpes". LUC014019 El segundo dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos. Te ruego me disculpes". LUC014020 Y un tercero respondió: "Acabo de casarme y por esa razón no puedo ir". LUC014021 A su regreso, el sirviente contó todo esto al dueño de casa, y este, irritado, le dijo: "Recorre en seguida las plazas y las calles de la ciudad, y trae aquí a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los paralíticos". LUC014022 Volvió el sirviente y dijo: "Señor, tus órdenes se han cumplido y aún sobra lugar". LUC014023 El señor le respondió: "Ve a los caminos y a lo largo de los cercos, e insiste a la gente para que entre, de manera que se llene mi casa. LUC014024 Porque les aseguro que ninguno de los que antes fueron invitados ha de probar mi cena"". LUC014025 Junto con Jesús iba un gran gentío, y él, dándose vuelta, les dijo: LUC014026 "Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo. LUC014027 El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. LUC014028 ¿Quién de ustedes, si quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? LUC014029 No sea que una vez puestos los cimientos, no pueda acabar y todos los que lo vean se rían de él, diciendo: LUC014030 "Este comenzó a edificar y no pudo terminar". LUC014031 ¿Y qué rey, cuando sale en campaña contra otro, no se sienta antes a considerar si con diez mil hombres puede enfrentar al que viene contra él con veinte mil? LUC014032 Por el contrario, mientras el otro rey está todavía lejos, envía una embajada para negociar la paz. LUC014033 De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. LUC014034 La sal es una cosa excelente, pero si pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? LUC014035 Ya no sirve ni para la tierra ni para abono: hay que tirarla. ¡El que tenga oídos para oír, que oiga!". LUC015001 Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. LUC015002 Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: "Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos". LUC015003 Jesús les dijo entonces esta parábola: LUC015004 "Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla? LUC015005 Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, LUC015006 y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido". LUC015007 Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse". LUC015008 Y les dijo también: "Si una mujer tiene diez dracmas y pierde una, ¿no enciende acaso la lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla? LUC015009 Y cuando la encuentra, llama a sus amigas y vecinas, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la dracma que se me había perdido". LUC015010 Les aseguro que, de la misma manera, se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte". LUC015011 Jesús dijo también: "Un hombre tenía dos hijos. LUC015012 El menor de ellos dijo a su padre: "Padre, dame la parte de herencia que me corresponde". Y el padre les repartió sus bienes. LUC015013 Pocos días después, el hijo menor recogió todo lo que tenía y se fue a un país lejano, donde malgastó sus bienes en una vida licenciosa. LUC015014 Ya había gastado todo, cuando sobrevino mucha miseria en aquel país, y comenzó a sufrir privaciones. LUC015015 Entonces se puso al servicio de uno de los habitantes de esa región, que lo envió a su campo para cuidar cerdos. LUC015016 Él hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. LUC015017 Entonces recapacitó y dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí muriéndome de hambre! LUC015018 Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; LUC015019 ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros". LUC015020 Entonces partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente; corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó. LUC015021 El joven le dijo: "Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo". LUC015022 Pero el padre dijo a sus servidores: "Traigan en seguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. LUC015023 Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, LUC015024 porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado". Y comenzó la fiesta. LUC015025 El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, ya cerca de la casa, oyó la música y los coros que acompañaban la danza. LUC015026 Y llamando a uno de los sirvientes, le preguntó qué significaba eso. LUC015027 Él le respondió: "Tu hermano ha regresado, y tu padre hizo matar el ternero engordado, porque lo ha recobrado sano y salvo". LUC015028 Él se enojó y no quiso entrar. Su padre salió para rogarle que entrara, LUC015029 pero él le respondió: "Hace tantos años que te sirvo, sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y nunca me diste un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos. LUC015030 ¡Y ahora que ese hijo tuyo ha vuelto, después de haber gastado tus bienes con mujeres, haces matar para él el ternero engordado!". LUC015031 Pero el padre le dijo: "Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo. LUC015032 Es justo que haya fiesta y alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado"". LUC016001 Decía también a los discípulos: "Había un hombre rico que tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar sus bienes. LUC016002 Lo llamó y le dijo: "¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no ocuparás más ese puesto". LUC016003 El administrador pensó entonces: "¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. LUC016004 ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar el puesto, haya quienes me reciban en su casa!". LUC016005 Llamó uno por uno a los deudores de su señor y preguntó al primero: "¿Cuánto debes a mi señor?". LUC016006 "Veinte barriles de aceite", le respondió. El administrador le dijo: "Toma tu recibo, siéntate en seguida, y anota diez". LUC016007 Después preguntó a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?". "Cuatrocientos quintales de trigo", le respondió. El administrador le dijo: "Toma tu recibo y anota trescientos". LUC016008 Y el señor alabó a este administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de este mundo son más astutos en su trato con los demás que los hijos de la luz. LUC016009 Pero yo les digo: Gánense amigos con el dinero de la injusticia, para que el día en que este les falte, ellos los reciban en las moradas eternas. LUC016010 El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco, también es deshonesto en lo mucho. LUC016011 Si ustedes no son fieles en el uso del dinero injusto, ¿quién les confiará el verdadero bien? LUC016012 Y si no son fieles con lo ajeno, ¿quién les confiará lo que les pertenece a ustedes? LUC016013 Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero". LUC016014 Los fariseos, que eran amigos del dinero, escuchaban todo esto y se burlaban de Jesús. LUC016015 Él les dijo: "Ustedes aparentan rectitud ante los hombres, pero Dios conoce sus corazones. Porque lo que es estimable a los ojos de los hombres, resulta despreciable para Dios. LUC016016 La Ley y los Profetas llegan hasta Juan. Desde entonces se proclama el Reino de Dios, y todos tienen que esforzarse para entrar en él. LUC016017 Es más fácil que dejen de existir el cielo y la tierra, antes que desaparezca una coma de la Ley. LUC016018 El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio, y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio. LUC016019 Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes. LUC016020 A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro, LUC016021 que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas. LUC016022 El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado. LUC016023 En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. LUC016024 Entonces exclamó: "Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan". LUC016025 "Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. LUC016026 Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí". LUC016027 El rico contestó: "Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, LUC016028 porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento". LUC016029 Abraham respondió: "Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen". LUC016030 "No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán". LUC016031 Abraham respondió: "Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán"". LUC017001 Después dijo a sus discípulos: "Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona! LUC017002 Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños. LUC017003 Por lo tanto, ¡tengan cuidado! La corrección fraterna Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo. LUC017004 Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: "Me arrepiento", perdónalo". LUC017005 Los Apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe". LUC017006 Él respondió: "Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: "Arráncate de raíz y plántate en el mar", ella les obedecería. LUC017007 Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: "Ven pronto y siéntate a la mesa"? LUC017008 ¿No le dirá más bien: "Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después"? LUC017009 ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó? LUC017010 Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: "Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber"". LUC017011 Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pasaba a través de Samaría y Galilea. LUC017012 Al entrar en un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos, que se detuvieron a distancia LUC017013 y empezaron a gritarle: "¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!". LUC017014 Al verlos, Jesús les dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes". Y en el camino quedaron purificados. LUC017015 Uno de ellos, al comprobar que estaba curado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta LUC017016 y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano. LUC017017 Jesús le dijo entonces: "¿Cómo, no quedaron purificados los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? LUC017018 ¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero?". LUC017019 Y agregó: "Levántate y vete, tu fe te ha salvado". LUC017020 Los fariseos le preguntaron cuándo llegaría el Reino de Dios. Él les respondió: "El Reino de Dios no viene ostensiblemente, LUC017021 y no se podrá decir: "Está aquí" o "Está allí". Porque el Reino de Dios está entre ustedes". LUC017022 Jesús dijo después a sus discípulos: "Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán. LUC017023 Les dirán: "Está aquí" o "Está allí", pero no corran a buscarlo. LUC017024 Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su Día. LUC017025 Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación. LUC017026 En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé. LUC017027 La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, LUC017028 que los hizo morir a todos. LUC017029 Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía. LUC017030 Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos. LUC017031 Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre. LUC017032 En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás. LUC017033 Acuérdense de la mujer de Lot. LUC017034 El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará. LUC017035 Les aseguro que en esa noche, de dos hombres que estén comiendo juntos, uno será llevado y el otro dejado; LUC017036 de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada". LUC017037 Entonces le preguntaron: "¿Dónde sucederá esto, Señor?". LUC017038 Jesús les respondió: "Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres". LUC018001 Después Jesús les enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: LUC018002 "En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; LUC018003 y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciendole: "Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario". LUC018004 Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: "Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, LUC018005 pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme"". LUC018006 Y el Señor dijo: "Oigan lo que dijo este juez injusto. LUC018007 Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar? LUC018008 Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?". LUC018009 Y refiriéndose a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, dijo también esta parábola: LUC018010 "Dos hombres subieron al Templo para orar: uno era fariseo y el otro, publicano. LUC018011 El fariseo, de pie, oraba en voz baja: "Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos y adúlteros; ni tampoco como ese publicano. LUC018012 Ayuno dos veces por semana y pago la décima parte de todas mis entradas". LUC018013 En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se animaba siquiera a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador!". LUC018014 Les aseguro que este último volvió a su casa justificado, pero no el primero. Porque todo el que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado". LUC018015 También le presentaban a los niños pequeños, para que los tocara; pero, al ver esto, los discípulos los reprendían. LUC018016 Entonces Jesús los hizo llamar y dijo: "Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. LUC018017 Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él". LUC018018 Un hombre importante le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?". LUC018019 Jesús le dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. LUC018020 Tú conoces los mandamientos: No cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre". LUC018021 El hombre le respondió: "Todo esto lo he cumplido desde mi juventud". LUC018022 Al oírlo, Jesús le dijo: "Una cosa te falta todavía: vende todo lo que tienes y distribúyelo entre los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo. Después ven y sígueme". LUC018023 Al oír estas palabras, el hombre se entristeció, porque era muy rico. LUC018024 Viéndolo así, Jesús dijo: "¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios! LUC018025 Sí, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios". LUC018026 Los que escuchaban dijeron: "Pero entonces, ¿quién podrá salvarse?". LUC018027 Jesús respondió: "Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios". LUC018028 Pedro le dijo: "Nosotros hemos dejado todo lo que teníamos y te hemos seguido". LUC018029 Jesús respondió: "Les aseguro que el que haya dejado casa, mujer, hermanos, padres o hijos, por el Reino de Dios, LUC018030 recibirá mucho más en este mundo; y en el mundo futuro, recibirá la Vida eterna". LUC018031 Después, Jesús llevó aparte a los Doce y les dijo: "Ahora subimos a Jerusalén, donde se cumplirá todo lo que anunciaron los profetas sobre el Hijo del hombre. LUC018032 Será entregado a los paganos, se burlarán de él, lo insultarán, lo escupirán LUC018033 y, después de azotarlo, lo matarán. Pero al tercer día resucitará". LUC018034 Ellos no comprendieron nada de todo esto; les resultaba oscuro y no captaban el sentido de estas palabras. LUC018035 Cuando se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. LUC018036 Al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué sucedía. LUC018037 Le respondieron que pasaba Jesús de Nazaret. LUC018038 El ciego se puso a gritar: "¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!". LUC018039 Los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!". LUC018040 Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando lo tuvo a su lado, le preguntó: LUC018041 "¿Qué quieres que haga por ti?". "Señor, que yo vea otra vez". LUC018042 Y Jesús le dijo: "Recupera la vista, tu fe te ha salvado". LUC018043 En el mismo momento, el ciego recuperó la vista y siguió a Jesús, glorificando a Dios. Al ver esto, todo el pueblo alababa a Dios. LUC019001 Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. LUC019002 Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos. LUC019003 Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. LUC019004 Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. LUC019005 Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: "Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa". LUC019006 Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. LUC019007 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Se ha ido a alojar en casa de un pecador". LUC019008 Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: "Señor, ahora mismo voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más". LUC019009 Y Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, LUC019010 porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido". LUC019011 Como la gente seguía escuchando, añadió una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el Reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro. LUC019012 Él les dijo: "Un hombre de familia noble fue a un país lejano para recibir la investidura real y regresar en seguida. LUC019013 Llamó a diez de sus servidores y les entregó cien monedas de plata a cada uno, diciéndoles: "Háganlas producir hasta que yo vuelva". LUC019014 Pero sus conciudadanos lo odiaban y enviaron detrás de él una embajada encargada de decir: "No queremos que este sea nuestro rey". LUC019015 Al regresar, investido de la dignidad real, hizo llamar a los servidores a quienes había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. LUC019016 El primero se presentó y le dijo: "Señor, tus cien monedas de plata han producido diez veces más". LUC019017 "Está bien, buen servidor, le respondió, ya que has sido fiel en tan poca cosa, recibe el gobierno de diez ciudades". LUC019018 Llegó el segundo y le dijo: "Señor, tus cien monedas de plata han producido cinco veces más". LUC019019 A él también le dijo: "Tú estarás al frente de cinco ciudades". LUC019020 Llegó el otro y le dijo: "Señor, aquí tienes tus cien monedas de plata, que guardé envueltas en un pañuelo. LUC019021 Porque tuve miedo de ti, que eres un hombre exigente, que quieres percibir lo que no has depositado y cosechar lo que no has sembrado". LUC019022 Él le respondió: "Yo te juzgo por tus propias palabras, mal servidor. Si sabías que soy un hombre exigente, que quiero percibir lo que no deposité y cosechar lo que no sembré, LUC019023 ¿por qué no entregaste mi dinero en préstamo? A mi regreso yo lo hubiera recuperado con intereses". LUC019024 Y dijo a los que estaban allí: "Quítenle las cien monedas y dénselas al que tiene diez veces más". LUC019025 "¡Pero, señor, le respondieron, ya tiene mil!". LUC019026 Les aseguro que al que tiene, se le dará; pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. LUC019027 En cuanto a mis enemigos, que no me han querido por rey, traíganlos aquí y mátenlos en mi presencia". LUC019028 Después de haber dicho esto, Jesús siguió adelante, subiendo a Jerusalén. LUC019029 Cuando se acercó a Betfagé y Betania, al pie del monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos, LUC019030 diciéndoles: "Vayan al pueblo que está enfrente y, al entrar, encontrarán un asno atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo; LUC019031 y si alguien les pregunta: "¿Por qué lo desatan?", respondan: "El Señor lo necesita". LUC019032 Los enviados partieron y encontraron todo como él les había dicho. LUC019033 Cuando desataron el asno, sus dueños les dijeron: "¿Por qué lo desatan?". LUC019034 Y ellos respondieron: "El Señor lo necesita". LUC019035 Luego llevaron el asno adonde estaba Jesús y, poniendo sobre él sus mantos, lo hicieron montar. LUC019036 Mientras él avanzaba, la gente extendía sus mantos sobre el camino. LUC019037 Cuando Jesús se acercaba a la pendiente del monte de los Olivos, todos los discípulos, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios en alta voz, por todos los milagros que habían visto. LUC019038 Y decían: "¡Bendito sea el Rey que viene en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!". LUC019039 Algunos fariseos que se encontraban entre la multitud le dijeron: "Maestro, reprende a tus discípulos". LUC019040 Pero él respondió: "Les aseguro que si ellos callan, gritarán las piedras". LUC019041 Cuando estuvo cerca y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, LUC019042 diciendo: "¡Si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. LUC019043 Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te sitiarán y te atacarán por todas partes. LUC019044 Te arrasarán junto con tus hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios". LUC019045 Y al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, LUC019046 diciéndoles: "Está escrito: Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones". LUC019047 Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo. LUC019048 Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras. LUC020001 Un día en que Jesús enseñaba al pueblo en el Templo y anunciaba la Buena Noticia, se le acercaron los sumos sacerdotes y los escribas con los ancianos, LUC020002 y le dijeron: "Dinos con qué autoridad haces estas cosas o quién te ha dado esa autoridad". LUC020003 Jesús les respondió: "Yo también quiero preguntarles algo. Díganme: LUC020004 El bautismo de Juan, ¿venía del cielo o de los hombres?". LUC020005 Ellos se hacían este razonamiento: "Si respondemos: "Del cielo", él nos dirá: "¿Por qué no creyeron en él?". LUC020006 Y si respondemos: "De los hombres", todo el pueblo nos apedreará, porque está convencido de que Juan es un profeta". LUC020007 Y le dijeron que no sabían de dónde venía. LUC020008 Jesús les respondió: "Yo tampoco les diré con qué autoridad hago esto". LUC020009 Y luego dijo al pueblo esta parábola: "Un hombre plantó una viña, la arrendó a unos viñadores y se fue por largo tiempo al extranjero. LUC020010 Llegado el momento, les envió a un servidor para que le entregaran la parte de los frutos que le correspondía. Pero los viñadores lo golpearon y lo echaron con las manos vacías. LUC020011 Envió a otro servidor, y también a este lo golpearon, lo ultrajaron y lo echaron con las manos vacías. LUC020012 Mandó después a un tercero, y a él también lo hirieron y lo arrojaron afuera. LUC020013 El dueño de la viña pensó entonces: "¿Qué haré? Voy a enviar a mi hijo muy querido: quizá tengan consideración con él". LUC020014 Pero los viñadores, al verlo, se dijeron: "Este es el heredero, vamos a matarlo, y la herencia será nuestra". LUC020015 Y arrojándolo fuera de la viña, lo mataron. ¿Qué hará con ellos el dueño de la viña? LUC020016 Vendrá, acabará con esos viñadores y entregará la viña a otros". Al oír estas palabras, dijeron: "¡Dios no lo permita!". LUC020017 Pero fijando en ellos su mirada, Jesús les dijo: "¿Qué significa entonces lo que está escrito: La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular? LUC020018 El que caiga sobre esta piedra quedará destrozado, y aquel sobre quien ella caiga, será aplastado". LUC020019 Los escribas y los sumos sacerdotes querían detenerlo en ese mismo momento, porque comprendían que esta parábola la había dicho por ellos, pero temieron al pueblo. LUC020020 Ellos comenzaron a acecharlo y le enviaron espías, que fingían ser hombres de bien, para lograr sorprenderlo en alguna de sus afirmaciones, y entregarlo al poder y a la autoridad del gobernador. LUC020021 Y le dijeron: "Maestro, sabemos que hablas y enseñas con rectitud y que no tienes en cuenta la condición de las personas, sino que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios. LUC020022 ¿Nos está permitido pagar el impuesto al César o no?". LUC020023 Pero Jesús, conociendo su astucia, les dijo: LUC020024 "Muéstrenme un denario. ¿De quién es la figura y la inscripción que tiene?". "Del César", respondieron. LUC020025 Jesús les dijo: "Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios". LUC020026 Así no pudieron sorprenderlo en ninguna palabra delante del pueblo y, llenos de admiración por su respuesta, tuvieron que callarse. LUC020027 Se le acercaron algunos saduceos, que niegan la resurrección, LUC020028 y le dijeron: "Maestro, Moisés nos ha ordenado: Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda. LUC020029 Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. LUC020030 El segundo se casó con la viuda, y luego el tercero. LUC020031 Y así murieron los siete sin dejar descendencia. LUC020032 Finalmente, también murió la mujer. LUC020033 Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?". LUC020034 Jesús les respondió: "En este mundo los hombres y las mujeres se casan, LUC020035 pero los que son juzgados dignos de participar del mundo futuro y de la resurrección, no se casan. LUC020036 Ya no pueden morir, porque son semejantes a los ángeles y, al ser hijos de la resurrección, son hijos de Dios. LUC020037 Que los muertos van a resucitar, Moisés lo ha dado a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. LUC020038 Porque él no es un Dios de muertos, sino de vivientes; todos, en efecto, viven para él". LUC020039 Tomando la palabra, algunos escribas le dijeron: "Maestro, has hablado bien". LUC020040 Y ya no se atrevían a preguntarle nada. LUC020041 Jesús les dijo entonces: "¿Cómo se puede decir que el Mesías es hijo de David, LUC020042 si el mismo David ha dicho en el Libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, LUC020043 hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies? LUC020044 Si David lo llama "Señor", ¿cómo puede ser hijo suyo?". LUC020045 Y dijo a los discípulos, de manera que lo oyera todo el pueblo: LUC020046 "Tengan cuidado de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y en los banquetes; LUC020047 que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones. Esos serán juzgados con más severidad". LUC021001 Después, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que ponían sus ofrendas en el tesoro del Templo. LUC021002 Vio también a una viuda de condición muy humilde, que ponía dos pequeñas monedas de cobre, LUC021003 y dijo: "Les aseguro que esta pobre viuda ha dado más que nadie. LUC021004 Porque todos los demás dieron como ofrenda algo de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que tenía para vivir". LUC021005 Y como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo: LUC021006 "De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido". LUC021007 Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?". LUC021008 Jesús respondió: "Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: "Soy yo", y también: "El tiempo está cerca". No los sigan. LUC021009 Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin". LUC021010 Después les dijo: "Se levantará nación contra nación y reino contra reino. LUC021011 Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo. LUC021012 Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, LUC021013 y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí. LUC021014 Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, LUC021015 porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir. LUC021016 Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. LUC021017 Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. LUC021018 Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. LUC021019 Gracias a la constancia salvarán sus vidas. LUC021020 Cuando vean a Jerusalén sitiada por los ejércitos, sepan que su ruina está próxima. LUC021021 Los que estén en Judea, que se refugien en las montañas; los que estén dentro de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no vuelvan a ella. LUC021022 Porque serán días de escarmiento, en que todo lo que está escrito deberá cumplirse. LUC021023 ¡Ay de las que estén embarazadas o tengan niños de pecho en aquellos días! Será grande la desgracia de este país y la ira de Dios pesará sobre este pueblo. LUC021024 Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que el tiempo de los paganos llegu1 a su cumplimiento. LUC021025 Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. LUC021026 Los hombres desfallecerán de miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. LUC021027 Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. LUC021028 Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación". LUC021029 Y Jesús les hizo esta comparación: "Miren lo que sucede con la higuera o con cualquier otro árbol. LUC021030 Cuando comienza a echar brotes, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. LUC021031 Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el Reino de Dios está cerca. LUC021032 Les aseguro que no pasará esta generación hasta que se cumpla todo esto. LUC021033 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. LUC021034 Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes LUC021035 como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra. LUC021036 Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre". LUC021037 Durante el día Jesús enseñaba en el Templo, y por la noche se retiraba al monte llamado de los Olivos. LUC021038 Y todo el pueblo madrugaba para ir al Templo a escucharlo. LUC022001 Estaba cerca la fiesta de los Ácimos, llamada Pascua. LUC022002 Los sumos sacerdotes y los escribas buscaban la manera de eliminar a Jesús, porque tenían miedo del pueblo. LUC022003 Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, que era uno de los Doce. LUC022004 Este fue a tratar con los sumos sacerdotes y los jefes de la guardia sobre el modo de entregárselo. LUC022005 Ellos se alegraron y convinieron en darle dinero. LUC022006 Judas aceptó y buscaba una ocasión propicia para entregarlo sin que se enterara el pueblo. LUC022007 Llegó el día de los Ácimos, en el que se debía inmolar la víctima pascual. LUC022008 Jesús envió a Pedro y a Juan, diciéndoles: "Vayan a prepararnos lo necesario para la comida pascual". LUC022009 Ellos le preguntaron: "¿Dónde quieres que la preparemos?". LUC022010 Jesús les respondió: "Al entrar en la ciudad encontrarán a un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo hasta la casa donde entre, LUC022011 y digan a su dueño: El Maestro manda preguntarte: "¿Dónde está la sala en que podré comer la Pascua con mis discípulos?". LUC022012 Él les mostrará en el piso alto una pieza grande, arreglada con almohadones: preparen allí lo necesario". LUC022013 Los discípulos partieron, encontraron todo como Jesús les había dicho y prepararon la Pascua. LUC022014 Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los Apóstoles y les dijo: LUC022015 "He deseado ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión, LUC022016 porque les aseguro que ya no la comeré más hasta que llegue a su pleno cumplimiento en el Reino de Dios". LUC022017 Y tomando una copa, dio gracias y dijo: "Tomen y compártanla entre ustedes. LUC022018 Porque les aseguro que desde ahora no beberé más del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios". LUC022019 Luego tomó el pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía". LUC022020 Después de la cena hizo lo mismo con la copa, diciendo: "Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre, que se derrama por ustedes. LUC022021 La mano del traidor está sobre la mesa, junto a mí. LUC022022 Porque el Hijo del hombre va por el camino que le ha sido señalado, pero ¡ay de aquel que lo va a entregar!". LUC022023 Entonces comenzaron a preguntarse unos a otros quién de ellos sería el que iba a hacer eso. LUC022024 Y surgió una discusión sobre quién debía ser considerado como el más grande. LUC022025 Jesús les dijo: "Los reyes de las naciones dominan sobre ellas, y los que ejercen el poder sobre el pueblo se hacen llamar bienhechores. LUC022026 Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que es más grande, que se comporte como el menor, y el que gobierna, como un servidor. LUC022027 Porque, ¿quién es más grande, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es acaso el que está a la mesa? Y sin embargo, yo estoy entre ustedes como el que sirve. LUC022028 Ustedes son los que han permanecido siempre conmigo en medio de mis pruebas. LUC022029 Por eso yo les confiero la realeza, como mi Padre me la confirió a mí. LUC022030 Y en mi Reino, ustedes comerán y beberán en mi mesa, y se sentarán sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. LUC022031 Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido poder para zarandearlos como el trigo, LUC022032 pero yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, después que hayas vuelto, confirma a tus hermanos". LUC022033 "Señor, le dijo Pedro, estoy dispuesto a ir contigo a la cárcel y a la muerte". LUC022034 Pero Jesús replicó: "Yo te aseguro, Pedro, que hoy, antes que cante el gallo, habrás negado tres veces que me conoces". LUC022035 Después les dijo: "Cuando los envié sin bolsa, ni alforja, ni sandalia, ¿les faltó alguna cosa?". "Nada", respondieron. LUC022036 Él agregó: "Pero ahora el que tenga una bolsa, que la lleve; el que tenga una alforja, que la lleve también; y el que no tenga espada, que venda su manto para comprar una. LUC022037 Porque les aseguro que debe cumplirse en mí esta palabra de la Escritura: Fue contado entre los malhechores. Ya llega a su fin todo lo que se refiere a mí". LUC022038 "Señor, le dijeron, aquí hay dos espadas". Él les respondió: "Basta". LUC022039 En seguida Jesús salió y fue como de costumbre al monte de los Olivos, seguido de sus discípulos. LUC022040 Cuando llegaron, les dijo: "Oren, para no caer en la tentación". LUC022041 Después se alejó de ellos, más o menos a la distancia de un tiro de piedra, y puesto de rodillas, oraba: LUC022042 "Padre, si quieres, aleja de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya". LUC022043 Entonces se le apareció un ángel del cielo que lo reconfortaba. LUC022044 En medio de la angustia, él oraba más intensamente, y su sudor era como gotas de sangre que corrían hasta el suelo. LUC022045 Después de orar se levantó, fue hacia donde estaban sus discípulos y los encontró adormecidos por la tristeza. LUC022046 Jesús les dijo: "¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren para no caer en la tentación". LUC022047 Todavía estaba hablando, cuando llegó una multitud encabezada por el que se llamaba Judas, uno de los Doce. Este se acercó a Jesús para besarlo. LUC022048 Jesús le dijo: "Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del hombre?". LUC022049 Los que estaban con Jesús, viendo lo que iba a suceder, le preguntaron: "Señor, ¿usamos la espada?". LUC022050 Y uno de ellos hirió con su espada al servidor del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja derecha. LUC022051 Pero Jesús dijo: "Dejen, ya está". Y tocándole la oreja, lo curó. LUC022052 Después dijo a los sumos sacerdotes, a los jefes de la guardia del Templo y a los ancianos que habían venido a arrestarlo: "¿Soy acaso un bandido para que vengan con espadas y palos? LUC022053 Todos los días estaba con ustedes en el Templo y no me arrestaron. Pero esta es la hora de ustedes y el poder de las tinieblas". LUC022054 Después de arrestarlo, lo condujeron a la casa del Sumo Sacerdote. Pedro lo seguía de lejos. LUC022055 Encendieron fuego en medio del patio, se sentaron alrededor de él y Pedro se sentó entre ellos. LUC022056 Una sirvienta que lo vio junto al fuego, lo miró fijamente y dijo: "Este también estaba con él". LUC022057 Pedro lo negó, diciendo: "Mujer, no lo conozco". LUC022058 Poco después, otro lo vio y dijo: "Tú también eres uno de aquellos". Pero Pedro respondió: "No, hombre, no lo soy". LUC022059 Alrededor de una hora más tarde, otro insistió, diciendo: "No hay duda de que este hombre estaba con él; además, él también es galileo". LUC022060 "Hombre, dijo Pedro, no sé lo que dices". En ese momento, cuando todavía estaba hablando, cantó el gallo. LUC022061 El Señor, dándose vuelta, miró a Pedro. Este recordó las palabras que el Señor le había dicho: "Hoy, antes que cante el gallo, me habrás negado tres veces". LUC022062 Y saliendo afuera, lloró amargamente. LUC022063 Los hombres que custodiaban a Jesús lo ultrajaban y lo golpeaban; LUC022064 y tapándole el rostro, le decían: "Profetiza, ¿quién te golpeó?". LUC022065 Y proferían contra él toda clase de insultos. LUC022066 Cuando amaneció, se reunió el Consejo de los ancianos del pueblo, junto con los sumos sacerdotes y los escribas. Llevaron a Jesús ante el tribunal LUC022067 y le dijeron: "Dinos si eres el Mesías". Él les dijo: "Si yo les respondo, ustedes no me creerán, LUC022068 y si los interrogo, no me responderán. LUC022069 Pero en adelante, el Hijo del hombre se sentará a la derecha de Dios todopoderoso". LUC022070 Todos preguntaron: "¿Entonces eres el Hijo de Dios?". Jesús respondió: "Tienen razón, yo lo soy". LUC022071 Ellos dijeron: "¿Acaso necesitamos otro testimonio? Nosotros mismos lo hemos oído de su propia boca". LUC023001 Después se levantó toda la asamblea y lo llevaron ante Pilato. LUC023002 Y comenzaron a acusarlo, diciendo: "Hemos encontrado a este hombre incitando a nuestro pueblo a la rebelión, impidiéndole pagar los impuestos al Emperador y pretendiendo ser el rey Mesías". LUC023003 Pilato lo interrogó, diciendo: "¿Eres tú el rey de los judíos?". "Tú lo dices", le respondió Jesús. LUC023004 Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la multitud: "No encuentro en este hombre ningún motivo de condena". LUC023005 Pero ellos insistían: "Subleva al pueblo con su enseñanza en toda la Judea. Comenzó en Galilea y ha llegado hasta aquí". LUC023006 Al oír esto, Pilato preguntó si ese hombre era galileo. LUC023007 Y habiéndose asegurado de que pertenecía a la jurisdicción de Herodes, se lo envió. En esos días, también Herodes se encontraba en Jerusalén. LUC023008 Herodes se alegró mucho al ver a Jesús. Hacía tiempo que deseaba verlo, por lo que había oído decir de él, y esperaba que hiciera algún prodigio en su presencia. LUC023009 Le hizo muchas preguntas, pero Jesús no le respondió nada. LUC023010 Entre tanto, los sumos sacerdotes y los escribas estaban allí y lo acusaban con vehemencia. LUC023011 Herodes y sus guardias, después de tratarlo con desprecio y ponerlo en ridículo, lo cubrieron con un magnífico manto y lo enviaron de nuevo a Pilato. LUC023012 Y ese mismo día, Herodes y Pilato, que estaban enemistados, se hicieron amigos. LUC023013 Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los jefes y al pueblo, LUC023014 y les dijo: "Ustedes me han traído a este hombre, acusándolo de incitar al pueblo a la rebelión. Pero yo lo interrogué delante de ustedes y no encontré ningún motivo de condena en los cargos de que lo acusan; LUC023015 ni tampoco Herodes, ya que él lo ha devuelto a este tribunal. Como ven, este hombre no ha hecho nada que merezca la muerte. LUC023016 Después de darle un escarmiento, lo dejaré en libertad". LUC023017 (TEXTO OMITIDO) LUC023018 Pero la multitud comenzó a gritar: "¡Que muera este hombre! ¡Suéltanos a Barrabás!". LUC023019 A Barrabás lo habían encarcelado por una sedición que tuvo lugar en la ciudad y por homicidio. LUC023020 Pilato volvió a dirigirles la palabra con la intención de poner en libertad a Jesús. LUC023021 Pero ellos seguían gritando: "¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!". LUC023022 Por tercera vez les dijo: "¿Qué mal ha hecho este hombre? No encuentro en él nada que merezca la muerte. Después de darle un escarmiento, lo dejaré en libertad". LUC023023 Pero ellos insistían a gritos, reclamando que fuera crucificado, y el griterío se hacía cada vez más violento. LUC023024 Al fin, Pilato resolvió acceder al pedido del pueblo. LUC023025 Dejó en libertad al que ellos pedían, al que había sido encarcelado por sedición y homicidio, y a Jesús lo entregó al arbitrio de ellos. LUC023026 Cuando lo llevaban, detuvieron a un tal Simón de Cirene, que volvía del campo, y lo cargaron con la cruz, para que la llevara detrás de Jesús. LUC023027 Lo seguían muchos del pueblo y un buen número de mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. LUC023028 Pero Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: "¡Hijas de Jerusalén!, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos. LUC023029 Porque se acerca el tiempo en que se dirá: ¡Felices las estériles, felices los senos que no concibieron y los pechos que no amamantaron! LUC023030 Entonces se dirá a las montañas: ¡Caigan sobre nosotros!, y a los cerros: ¡Sepúltennos! LUC023031 Porque si así tratan a la leña verde, ¿qué será de la leña seca?". LUC023032 Con él llevaban también a otros dos malhechores, para ser ejecutados. LUC023033 Cuando llegaron al lugar llamado "del Cráneo", lo crucificaron junto con los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda. LUC023034 Jesús decía: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". Después se repartieron sus vestiduras, sorteándolas entre ellos. LUC023035 El pueblo permanecía allí y miraba. Sus jefes, burlándose, decían: "Ha salvado a otros: ¡que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el Elegido!". LUC023036 También los soldados se burlaban de él y, acercándose para ofrecerle vinagre, LUC023037 le decían: "Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!". LUC023038 Sobre su cabeza había una inscripción: "Este es el rey de los judíos". LUC023039 Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: "¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros". LUC023040 Pero el otro lo increpaba, diciéndole: "¿No tienes temor de Dios, tú que sufres la misma pena que él? LUC023041 Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras culpas, pero él no ha hecho nada malo". LUC023042 Y decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino". LUC023043 Él le respondió: "Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso". LUC023044 Era alrededor del mediodía. El sol se eclipsó y la oscuridad cubrió toda la tierra hasta las tres de la tarde. LUC023045 El velo del Templo se rasgó por el medio. LUC023046 Jesús, con un grito, exclamó: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". Y diciendo esto, expiró. LUC023047 Cuando el centurión vio lo que había pasado, alabó a Dios, exclamando: "Realmente este hombre era un justo". LUC023048 Y la multitud que se había reunido para contemplar el espectáculo, al ver lo sucedido, regresaba golpeándose el pecho. LUC023049 Todos sus amigos y las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea permanecían a distancia, contemplando lo sucedido. LUC023050 Llegó entonces un miembro del Consejo, llamado José, hombre recto y justo, LUC023051 que había disentido con las decisiones y actitudes de los demás. Era de Arimatea, ciudad de Judea, y esperaba el Reino de Dios. LUC023052 Fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. LUC023053 Después de bajarlo de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó en un sepulcro cavado en la roca, donde nadie había sido sepultado. LUC023054 Era el día de la Preparación, y ya comenzaba el sábado. LUC023055 Las mujeres que habían venido de Galilea con Jesús siguieron a José, observaron el sepulcro y vieron cómo había sido sepultado. LUC023056 Después regresaron y prepararon los bálsamos y perfumes, pero el sábado observaron el descanso que prescribía la Ley. LUC024001 El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado. LUC024002 Ellas encontraron removida la piedra del sepulcro LUC024003 y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. LUC024004 Mientras estaban desconcertadas a causa de esto, se les aparecieron dos hombres con vestiduras deslumbrantes. LUC024005 Como las mujeres, llenas de temor, no se atrevían a levantar la vista del suelo, ellos les preguntaron: "¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? LUC024006 No está aquí, ha resucitado. Recuerden lo que él les decía cuando aún estaba en Galilea: LUC024007 "Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores, que sea crucificado y que resucite al tercer día"". LUC024008 Y las mujeres recordaron sus palabras. LUC024009 Cuando regresaron del sepulcro, refirieron esto a los Once y a todos los demás. LUC024010 Eran María Magdalena, Juana y María, la madre de Santiago, y las demás mujeres que las acompañaban. Ellas contaron todo a los Apóstoles, LUC024011 pero a ellos les pareció que deliraban y no les creyeron. LUC024012 Pedro, sin embargo, se levantó y corrió hacia el sepulcro, y al asomarse, no vio más que las sábanas. Entonces regresó lleno de admiración por lo que había sucedido. LUC024013 Ese mismo día, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén. LUC024014 En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido. LUC024015 Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos. LUC024016 Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. LUC024017 Él les dijo: "¿Qué comentaban por el camino?". Ellos se detuvieron, con el semblante triste, LUC024018 y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos días!". LUC024019 "¿Qué cosa?", les preguntó. Ellos respondieron: "Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo, LUC024020 y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y lo crucificaron. LUC024021 Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas. LUC024022 Es verdad que algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado: ellas fueron de madrugada al sepulcro LUC024023 y, al no hallar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les habían aparecido unos ángeles, asegurándoles que él está vivo. LUC024024 Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron". LUC024025 Jesús les dijo: "¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas! LUC024026 ¿No era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?". LUC024027 Y comenzando por Moisés y continuando con todos los Profetas, les interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a él. LUC024028 Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. LUC0245029 Pero ellos le insistieron: "Quédate con nosotros, porque ya es tarde y eldía se acaba". Él entró y se quedó con ellos. LUC024030 Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio. LUC024031 Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su vista. LUC024032 Y se decían: "¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?". LUC024033 En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que estaban con ellos, LUC024034 y estos les dijeron: "Es verdad, ¡el Señor ha resucitado y se apareció a Simón!". LUC024035 Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. LUC024036 Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". LUC024037 Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, LUC024038 pero Jesús les preguntó: "¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas? LUC024039 Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo". LUC024040 Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. LUC024041 Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: "¿Tienen aquí algo para comer?". LUC024042 Ellos le presentaron un trozo de pescado asado; LUC024043 él lo tomó y lo comió delante de todos. LUC024044 Después les dijo: "Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos". LUC024045 Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras, LUC024046 y añadió: "Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, LUC024047 y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. LUC024048 Ustedes son testigos de todo esto. LUC024049 Y yo les enviaré lo que mi Padre les ha prometido. Permanezcan en la ciudad, hasta que sean revestidos con la fuerza que viene de lo alto". LUC024050 Después Jesús los llevó hasta las proximidades de Betania y, elevando sus manos, los bendijo. LUC024051 Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. LUC024052 Los discípulos, que se habían postrado delante de él, volvieron a Jerusalén con gran alegría, LUC024053 y permanecían continuamente en el Templo alabando a Dios.
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