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2SM001001 Al volver de su victoria sobre los amalecitas, David se detuvo dos mas en Sicelag. 2SM001002 Al tercer día de la muerte de Saúl, llegó uno del ejército con la ropa hecha jirones y polvo en la cabeza; cuando llegó cayó en tierra, postrándose ante David. 2SM001003 David le preguntó: ¿De dónde vienes? Respondió: Me he escapado del campamento israelita. 2SM001004 David dijo: ¿Qué ha ocurrido? Cuéntame. El respondió: Pues que la tropa ha huido de la batalla, y ha habido muchas bajas entre la tropa y muchos muertos, y hasta han muerto Saúl y su hijo Jonatán. 2SM001005 David preguntó entonces al muchacho que le informaba: ¿Cómo sabes que han muerto Saúl y su hijo Jonatán? 2SM001006 Respondió: Yo estaba casualmente en el monte Gelboé, cuando encontré a Saúl apoyado en su lanza, con los carros y los jinetes persiguiéndolo de cerca; 2SM001007 se volvió, y al verme me llamó, y yo dije: '¡A la orden!'. 2SM001008 Me preguntó: '¿Quién eres?' Respondí: 'Soy un amalecita'. 2SM001009 Entonces me dice: 'Échate encima y remátame, que estoy en la agonía y no acabo de morir'. 2SM001010 Me acerqué a él y lo rematé, porque vi que, una vez caído, no viviría. Luego le quité la diadema de la cabeza y el brazalete del brazo y se los traigo aquí a mi señor. 2SM001011 Entonces David agarró sus vestiduras y las rasgó, y sus acompañantes hicieron lo mismo. 2SM001012 Hicieron duelo, lloraron y ayunaron hasta el atardecer por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del Señor, por la casa de Israel, porque habían muerto a espada. 2SM001013 David preguntó al que le había dado la noticia: ¿De dónde eres? Respondió: Soy hijo de un emigrante amalecita. 2SM001014 Entonces David le dijo: ¿Y cómo te atreviste a alzar la mano para matar al ungido del Señor? 2SM001015 Llamó a uno de los oficiales y le ordenó: ¡Acércate y mátalo! El oficial lo hirió y lo mató. 2SM001016 Y David sentenció: ¡Eres responsable de tu muerte! Pues tu propia boca te acusó cuando dijiste: 'Yo he matado al ungido del Señor' . 2SM001017 David entonó este lamento por Saúl y su hijo Jonatán, 2SM001018 para que lo aprendieran los de Judá (así consta en los Cantares de Gesta): 2SM001019 '¡Ay la flor de Israel, herida en tus alturas! ¡Cómo cayeron los valientes! 2SM001020 No lo cuenten en Gat, no lo pregonen en las calles de Ascalón; que no se alegren las muchachas filisteas, no lo celebren las hijas de los incircuncisos. 2SM001021 ¡Montes de Gelboé, altas mesetas, ni rocío ni lluvia caiga sobre ustedes! Que allí quedó manchado el escudo de los valientes, escudo de Saúl, no untado con aceite, 2SM001022 sino con sangre de heridos y enjundia de valientes. ¡Arco de Jonatán, que no volvía atrás! ¡Espada de Saúl, que no tornaba en vano! 2SM001023 Saúl y Jonatán, mis amigos queridos: ni vida ni muerte los pudo separar: más ágiles que águilas, más bravos que leones. 2SM001024 Muchachas de Israel, lloren por Saúl, que las vestía de púrpura y de joyas, que enjoyaba con oro sus vestidos. 2SM001025 ¡Cómo cayeron los valientes en medio del combate! ¡Jonatán, herido en tus alturas! 2SM001026 ¡Cómo sufro por ti, Jonatán, mi camarada! ¡Ay, cómo te quería! Tu amor era para mí más maravilloso que el amor de mujeres. 2SM001027 ¡Cómo cayeron los valientes, los rayos de la guerra perecieron!'. 2SM002001 Después consultó David al Señor: ¿Puedo ir a alguna ciudad de Judá? El Señor le respondió: Sí. David preguntó: ¿A cuál debo ir? Respondió: A Hebrón: 2SM002002 Entonces subieron allá David y sus dos mujeres, Ajinoán, la yezraelita, y Abigail, la mujer de Nabal, el de La Vega. 2SM002003 Llevó también a todos sus hombres con sus familias y se establecieron en los alrededores de Hebrón. 2SM002004 Los de Judá vinieron a ungir allí a David rey de Judá y le informaron: Los de Yabés de Galaad han dado sepultura a Saúl. 2SM002005 David mandó unos emisarios a los de Yabés de Galaad a decirles: El Señor los bendiga por esa obra de misericordia, por haber dado sepultura a Saúl, su señor. 2SM002006 El Señoríos trate con misericordia y lealtad, que yo también les recompensaré esa acción. 2SM002007 Ahora tengan ánimo, sean valientes; Saúl, su señor, ha muerto, pero Judá me ha ungido a mí rey de ustedes. 2SM002008 Abner, hijo de Ner, general del ejército de Saúl había recogido a Isbaal, hijo de Saúl, lo había trasladado a Los Castros ???? 2SM002009 y lo había nombrado rey de Galaad, de los de Aser, de Yezrael, Efraín, Benjamín y todo Israel; 2SM002010 sólo Judá siguió a David. Isbaal, hijo de Saúl, tenía cuarenta años cuando empezó a reinar en Israel, y reinó dos años. 2SM002011 David fue rey de Judá, en Hebrón, siete años y medio. 2SM002012 Abner, hijo de Ner, y los súbditos de Isbaal, hijo de Saúl, fueron desde Los Castros hasta Gabaón. 2SM002013 Por su parte, Joab, hijo de Seruyá, y los de David salieron de Hebrón, se los encontraron junto a la alberca de Bagaón y se detuvieron, unos a un lado de la alberca y otros al otro. 2SM002014 Abner propuso a Joab: Que los jóvenes se desafíen ante nosotros. Joab dijo: ¡Muy bien! 2SM002015 Se prepararon y desfilaron doce benjaminitas por Isbaal, hijo de Saúl, y doce de los de David. 2SM002016 Cada uno agarró por la cabeza a su contrario, hundió la espada en las costillas del otro y cayeron todos a una. Por eso a aquel sitio lo llaman Campo del Costillar; queda junto a Gabaón. 2SM002017 Aquel día la batalla fue muy violenta. Los de David derrotaron a Abner y a los de Israel. 2SM002018 Estaban allí los tres hijos de Seruyá: Joab, Abisay y Asael. 2SM002019 Asael corría como un venado y persiguió a Abner derecho, sin desviarse a un lado ni a otro. 2SM002020 Abner volvió la cabeza y preguntó: ¿Eres Asael? Respondió: Sí. 2SM002021 Abner le dijo: Desvíate a derecha o izquierda, agarra a alguno de los muchachos y quítale las armas. Pero Asael no quiso dejar de seguirlo. 2SM002022 Abner le repitió: Deja de perseguirme, que voy a tener que aplastarte, y ¿con qué cara me presento luego ante tu hermanó Joab? 2SM002023 Pero como Asael no quiso apartarse, Abner dio hacia atrás con la lanza, se la clavó en la ingle y la lanza le salió por detrás. Allí cayó y allí mismo murió. Todos los que llegaban al sitio donde Asael había muerto se paraban. 2SM002024 Joab y Abisay persiguieron a Abner. Al ocultarse el sol, llegaron a la colina de Ammá, frente al valle, en el camino del páramo de Gabaón. 2SM002025 Los benjaminitas se concentraron tras Abner en pelotón cerrado, y aguantaron firmes en lo alto de la loma. 2SM002026 Entonces Abner le gritó a Joab: ¿Va a estar siempre devorando la espada? ¿No piensas que luego acaba amargando? ¿Cuándo vas a decir a tu gente que deje de perseguir a sus camaradas? 2SM002027 Joab respondió: ¡Vive Dios, si no hubieras hablado, mi gente habría estado persiguiendo a sus camaradas hasta por la mañana! 2SM002028 Entonces sonó la trompa y todos se detuvieron, dejando de perseguir a los de Israel; no reanudaron la batalla. 2SM002029 Abner y los suyos caminaron por el páramo toda aquella noche, cruzaron el Jordán, caminaron toda la mañana y llegaron a Los Castros. 2SM002030 Joab, por su parte, dejó de perseguir a Abner, congregó toda la tropa y se vio que de los de David faltaban diecinueve hombres, más Asael. 2SM002031 En cambio, habían hecho trescientas sesenta bajas a los de Benjamín y Abner. 2SM002032 Llevaron el cadáver de Asael y lo enterraron en Belén, en la sepultura de la familia. Joab y los suyos estuvieron caminando toda la noche, y les amaneció en Hebrón. 2SM003001 La guerra entre las familias de Saúl y David se prolongó. David iba afianzándose, mientras la familia de Saúl iba debilitándose. 2SM003002 David tuvo varios hijos en Hebrón: el primero fue Amnón, de Ajinoán, la yezraelita; 2SM003003 el segundo fue Quilab, de Abigail, la mujer de Nabal, el de La Vega; el tercero, Absalón, de Maacá, hija de Talmay, rey de Guesur; 2SM003004 el cuarto, Adonías, de Jaguit; el quinto, Safatías, de Abital; 2SM003005 el sexto, Yitreán, de su esposa Eglá. Esos fueron los hijos que tuvo David en Hebrón. 2SM003006 Abner fue afianzándose en la casa de Saúl, mientras ésta estuvo en guerra con la de David. 2SM003007 Saúl había tenido una concubina llamada Rispa, hija de Aya. Isbaal dijo a Abner: ¿Por qué te has acostado con la concubina de mi padre? 2SM003008 A Abner le molestó mucho aquella pregunta de Isbaal y le contestó: ¡Ni que fuera yo un perro! De modo que estoy' trabajando lealmente por la casa de tu padre, Saúl, sus hermanos y compañeros y no te entrego en poder de David, ¡y ahora me echas en cara un asunto de mujeres! 2SM003009 Que Dios me castigue si no trabajo yo para que se cumpla el juramento del Señor a David: 2SM003010 'Le pasaré el reino de Saúl, afianzaré el trono de David sobre Israel y Judá, desde Dan hasta Berseba'. 2SM003011 Isbaal, de puro miedo, no fue capaz de replicarle. 2SM003012 Entonces Abner despachó unos emisarios a Hebrón, para hacer a David esta propuesta: El país, ¿para quién es? (Quería decir: 'Haz un pacto conmigo y te ayudaré a poner a todo Israel de tu parte'). 2SM003013 David respondió: Está bien. Yo haré un pacto contigo. Sólo te exijo una cosa: cuando vengas a verme, no te recibiré si no me traes a Mical, hija de Saúl. 2SM003014 David despachó también emisarios a Isbaal, hijo de Saúl, pidiéndole: Devuélveme a mi mujer Mical, con la que me casé pagando por ella cien prepucios de filisteos. 2SM003015 Entonces Isbaal mandó quitársela a su marido, Paltiel, hijo de Lais. 2SM003016 Paltiel la siguió hasta Bajurín, llorando detrás de ella. Abner le dijo: ¡Anda vuélvete! Y se volvió. 2SM003017 Abner había hablado a los concejales de Israel: Hace algún tiempo pretendían que David fuera su rey. 2SM003018 Pues bien, ha llegado el momento ; porque el Señor dijo acerca de David: 'Por medio de mi siervo David salvaré a mi pueblo, Israel, del poder de los filisteos y de todos sus enemigos'. 2SM003019 Abner habló también a los de Benjamín. Después fue también a Hebrón a hablar personalmente con David y comunicarle lo que habían acordado Israel y Benjamín. 2SM003020 Cuando Abner, con veinte hombres, llegó a Hebrón para hablar con David, éste los convidó. 2SM003021 Abner le dijo: Voy a ir a reunir a todo Israel ante el rey, mi señor, para que hagan un pacto contigo y seas rey según tus aspiraciones. David lo despidió y él marchó en paz. 2SM003022 Pero los soldados de David venían con Joab de una correría y traían un gran botín. Abner no estaba ya en Hebrón, porque David lo había despedido y había marchado en paz. 2SM003023 Cuando entraron Joab y su ejército, les dieron la noticia: Ha venido Abner, hijo de Ner, a visitar al rey, y el rey lo ha despedido y se ha marchado en paz. 2SM003024 Entonces Joab se presentó al rey y le dijo: ¿Qué has hecho? Ahora que se te había presentado Abner, ¿por qué lo has despedido dejándolo marchar sin más? 2SM003025 ¿No sabes que Abner, hijo de Ner, vino a engañarte para averiguar tus movimientos y enterarse de lo que piensas? 2SM003026 Joab salió de palacio, y sin contar con David, despachó emisarios tras Abner, que lo hicieron volver desde el Pozo de Sirá. 2SM003027 Cuando Abner volvió a Hebrón, Joab lo llevó aparte, a un lado de la entrada, para hablar con él a solas, y allí lo hirió en la ingle y lo mató, para vengar la muerte de su hermano Asael. 2SM003028 David se enteró muy pronto y dijo: Ante el Señor y para siempre, yo y mi reino somos inocentes de la sangre de Abner, hijo de Ner. 2SM003029 ¡Respondan de ella Joab y su casa! No falten nunca en tu familia tinosos ni gonorreicos, castrados, muertos a espada y muertos de hambre. 2SM003030 Joab y su hermano Abisay asesinaron a Abner porque éste les había matado a su hermano Asael en la guerra junto a Gabaón. 2SM003031 David ordenó a Joab y a sus acompañantes: Rásguense las vestiduras y cíñanse un sayal y hagan duelo por Abner. El rey David caminaba detrás del féretro. 2SM003032 Y cuando enterraron a Abner en Hebrón, el rey gritó y lloró junto a su tumba. Todos lloraron, 2SM003033 y el rey entonó este lamento por Abner: '¿Tenía que morir Abner como muere un insensato? 2SM003034 Sus manos no conocieron las cadenas ni sus pies los grilletes. Caíste como se cae a manos de traidores'. 2SM003035 Todos siguieron llorándolo y luego se llegaron a David para obligarlo a comer mientras fuera de día, pero David juró: ¡Que Dios me castigue si antes de ponerse el sol pruebo pan o lo que sea! 2SM003036 Cuando la gente lo supo, a todos les pareció bien, como todo lo que hacía el rey. 2SM003037 Aquel día supieron todos, y lo supo todo Israel, que el asesinato de Abner, hijo de Ner, no había sido cosa del rey. 2SM003038 El rey dijo a sus cortesanos: Ya ven que hoy ha caído en Israel un gran general. 2SM003039 Yo he sido hoy blando, aunque ungido como rey, mientras que esa gente, los hijos de Seruyá, han sido más duros que yo. Que el Señor pague al malhechor su merecido. 2SM004001 Cuando Isbaal, hijo de Saúl, oyó que Abner había muerto en Hebrón, se acobardó, y todo Israel se alarmó. 2SM004002 Isbaal, hijo de Saúl, tenía dos jefes de guerrillas: uno se llamaba Baaná y el otro Recab, hijos de Rimón, el de Pozos, benjaminitas (porque también Pozos se consideraba perteneciente a Benjamín; 2SM004003 los de Pozos huyeron a Dos Lagares y allí siguen todavía residiendo como emigrantes). 2SM004004 Por otra parte, Jonatán, hijo de Saúl, tenía un hijo tullido de ambos pies: tenía cinco años cuando llegó de Yezrael la noticia de la muerte de Saúl y Jonatán; la niñera se lo llevó en la huida, pero con las prisas de escapar el niño cayó y quedó cojo; se llamaba Meribaal. 2SM004005 Baaná y Recab, hijos de Rimón, el de Pozos, iban de camino, y cuando calentaba el sol llegaron a casa de Isbaal, que estaba durmiendo la siesta. 2SM004006 La portera se había quedado dormida mientras limpiaba el trigo. 2SM004007 Recab y su hermano Baaná entraron libremente en la casa, llegaron a la alcoba donde estaba echado Isbaal y lo hirieron de muerte; luego le cortaron la cabeza, la recogieron y caminaron toda la noche a través de la estepa. 2SM004008 Llevaron la cabeza de Isbaal a David, a Hebrón, y dijeron al rey: Aquí está la cabeza de Isbaal, hijo de Saúl, tu enemigo, que intentó matarte. El señor ha vengado hoy al rey, mi señor, de Saúl y su estirpe. 2SM004009 Pero David dijo a Recab y Baaná, hijos de Rimón, el de Pozos: ¡Vive Dios, que me ha salvado la vida de todo peligro! 2SM004010 Si al que me anunció 'ha muerto Saúl', creyendo darme una buena noticia, lo agarré y lo ajusticié en Sicelag, pagándole así la buena noticia, 2SM004011 con cuánta más razón cuando unos malvados han asesinado a un inocente, en su casa, en su cama, vengaré la sangre que han derramado, extirpándolos de la tierra. 2SM004012 David dio una orden a sus oficiales, y los mataron. Luego les cortaron manos y pies y los colgaron junto a la Alberca de Hebrón; en cambio, la cabeza de Isbaal la enterraron en la sepultura de Abner, en Hebrón. 2SM005001 Todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a decirle a David: Aquí nos tienes. Somos de la misma sangre. 2SM005002 Ya antes, cuando todavía era Saúl nuestro rey, tú eras el verdadero general de Israel. El Señor te dijo: 'Tú pastorearás a mi pueblo, Israel; tú serás jefe de Israel' . 2SM005003 Fueron, pues, a Hebrón todos los concejales de Israel para visitar al rey. El rey David hizo un pacto con ellos, en Hebrón, ante el Señor, y ellos ungieron a David rey de Israel. 2SM005004 Tenía treinta años cuando empezó a reinar y reinó cuarenta años; 2SM005005 en Hebrón reinó sobre Judá siete años y medio, y en Jerusalén reinó treinta y tres años sobre Israel y Judá. 2SM005006 El rey y sus hombres marcharon sobre Jerusalén, contra los jebuseos que habitaban el país. Los jebuseos dijeron a David: No entrarás aquí. Te rechazarán los ciegos y los cojos. (Era una manera de decir que David no entraría). 2SM005007 Pero David conquistó la fortaleza de Sión, o sea, la llamada Ciudad de David. 2SM005008 David había dicho aquel día: Al que mate a un jebuseo y se cuele por el túnel...' A esos cojos y ciegos los detesta David. (Por eso se dice: 'Ni cojo ni ciego entren en el templo'). 2SM005009 David se instaló en la fortaleza y la llamó Ciudad de David. Después edificó una muralla en torno, desde el terraplén hacia adentro. 2SM005010 David iba creciendo en poderío y el Señor de los ejércitos estaba con él. 2SM005011 Jirán, rey de Tiro, mandó una embajada a -David con madera de cedro, carpinteros y canteros para construirle un palacio. 2SM005012 Así comprendió David que el Señor lo establecía como rey de Israel y que engrandecía su reino por amor a su pueblo, Israel. 2SM005013 Después que vino de Hebrón, David tomó en Jerusalén otras concubinas y esposas, que le dieron más hijos e hijas. 2SM005014 Los nombres de los hijos que tuvo en Jerusalén son: Samúa, Sobab, Natán, Salomón, 2SM005015 Yibjar, Elisúa, Néfeg, Yafía, 2SM005016 Elisamá, Baalyadá y Elifálet. 2SM005017 Cuando los filisteos oyeron que habían ungido a David rey de Israel, subieron todos contra él. David se enteró y bajó al refugio de Adulan. 2SM005018 Los filisteos habían llegado y se habían desplegado en Valrefaín. 2SM005019 David consultó al Señor: ¿Puedo atacar a los filisteos? ¿Me los entregarás? El Señor le respondió: Atácalos, que yo te los entrego. 2SM005020 David fue a Las Brechas, y allí los derrotó. Y comentó: El Señor ha abierto una brecha en el frente enemigo, como brecha de agua en un dique. (Por eso aquel sitio se llama Las Brechas). 2SM005021 Los filisteos dejaron abandonados allí sus ídolos; David y sus hombres los recogieron. 2SM005022 Los filisteos hicieron otra incursión y se desplegaron en Valrefaín. 2SM005023 David consultó al Señor, que respondió: No ataques. Rodéalos por detrás, y luego atácalos frente a las moreras. 2SM005024 Cuando sientas rumor de pasos en la copa de las moreras, lánzate al ataque, porque entonces el Señor sale delante de ti a derrotar al ejército filisteo. 2SM005025 David hizo tal como le mandó el Señor, y derrotó a los filisteos desdé Gob hasta la entrada de Guézer. 2SM006001 David reunió nuevamente a los jóvenes israelitas: treinta mil hombres. 2SM006002 Con todo su ejército emprendió la marcha a Baalá de Judá, para trasladar de allí el arca de Dios, que lleva la inscripción: 'Señor de los ejércitos', entronizado sobre querubines. 2SM006003 Pusieron el arca de Dios en un carro nuevo y la sacaron de casa de Abinadab, en El Cerro. 2SM006004 Uzáy Ajió, hijos de Abinadab, guiaban el carro con el arca de Dios; Ajió marchaba delante del arca. 2SM006005 David y los israelitas iban danzando ante el Señor con todo entusiasmo, cantando al son de cítaras y arpas, panderos, sonajas y platillos. 2SM006006 Cuando llegaron a la era de Nacón, los bueyes tropezaron y Uzá alargó la mano al arca de Dios para sujetarla. 2SM006007 El Señor se encolerizó contra Uzá por su atrevimiento, lo hirió y murió allí mismo, junto al arca de Dios. 2SM006008 David se enfadó porque el Señor había arremetido contra Uzá, y puso a aquel sitio el nombre de Arremetida de Uzá, y así se llama ahora. 2SM006009 Aquel día David temió al Señor, y dijo: ¿Cómo va a venir a mi casa el arca del Señor? 2SM006010 Y no quiso llevar a su casa, a la Ciudad de David, el arca del Señor, sino que la trasladó a casa de Obededom, el de Gat. 2SM006011 El arca del Señor estuvo tres meses en casa de Obededom, el de Gat, y el Señor bendijo a Obededom y su familia. 2SM006012 Informaron a David: El Señor ha bendecido a la familia de Obededom y toda su hacienda, en atención al arca de Dios. Entonces fue David y llevó el arca de Dios desde la casa de Obededom a la Ciudad de David, haciendo fiesta. 2SM006013 Cuando los portadores del arca del Señor avanzaron seis pasos, sacrificó un toro y un ternero cebado. 2SM006014 E iba danzando ante el Señor con todo entusiasmo, vestido sólo con un roquete de lino. 2SM006015 Así iban llevando David y los israelitas el arca del Señor entre vítores y al sonido de las trompetas. 2SM006016 Cuando el arca del Señor entraba en la Ciudad de David, Mical, hija de Saúl, estaba mirando por la ventana, y al ver al rey David haciendo piruetas y cabriolas delante del Señor, lo despreció en su interior. 2SM006017 Metieron el arca del Señor y la instalaron en su sitio, en el centro de la tienda que David le había preparado. David ofreció holocaustos y sacrificios de comunión al Señor; 2SM006018 y cuando terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en el nombre del Señor de los ejércitos; 2SM006019 luego repartió a todos, hombres y mujeres de la multitud israelita, un bollo de pan, una tajada de carne y un pastel de uvas pasas a cada uno. Después se marcharon todos, cada cual a su casa. 2SM006020 David se volvió para bendecir a su casa, y Mical, hija de Saúl, salió a su encuentro y dijo: ¡Cómo se ha lucido el rey de Israel, desnudándose a la vista de las sirvientas de sus ministros, como lo haría un bufón cualquiera! 2SM006021 David le respondió: Ante el Señor, que me prefirió a tu padre y a toda tu familia y me eligió como jefe de su pueblo, yo bailaré 2SM006022 y todavía me rebajaré más; si a ti te parece despreciable ante las sirvientas que dices, ante ésas ganaré prestigio. 2SM006023 Mical, hija de Saúl, no tuvo hijos en toda su vida. 2SM007001 Cuando David se estableció en su casa y el Señor le dio paz con sus enemigos de alrededor, 2SM007002 dijo el rey al profeta Natán: Mira, yo estoy viviendo en una casa de cedro, mientras el arca de Dios vive en una tienda. 2SM007003 Natán le respondió: Anda, haz lo que tienes pensado, que el Señor está contigo. 2SM007004 Pero aquella noche recibió Natán esta palabra del Señor: 2SM007005 Ve a decir a mi siervo David: Así dice el Señor: '¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella? 2SM007006 Desde el día en que saqué a los israelitas de Egipto hasta hoy no he habitado en una casa, sino que he viajado de acá para allá en una tienda que me servía de santuario. 2SM007007 Y en todo el tiempo que viajé de acá para allá con los israelitas, ¿encargué acaso a algún juez de Israel, a los que mandé pastorear a mi pueblo, Israel, que me construyera una casa de cedro?'. 2SM007008 Pues bien, di esto a mi siervo David: Así dice el Señor de los ejércitos: 'Yo te saqué de los apriscos, de andar tras ovejas, para ser jefe de mi pueblo, Israel. 2SM007009 Yo he estado contigo en todas tus empresas; he aniquilado a todos tus enemigos; te haré famoso como a los más famosos de la tierra; 2SM007010 daré un puesto a mi pueblo, Israel: lo plantaré, para que viva en él sin sobresaltos, sin que vuelvan a humillarlo los malvados como antaño, 2SM007011 cuando nombré jueces en mi pueblo, Israel; te daré paz con todos tus enemigos, y, además, el Señor te comunica que te dará una dinastía. 2SM007012 Y cuando hayas llegado al término de tu vida y descanses con tus antepasados, estableceré después de ti a una descendencia tuya, nacida de tus entrañas, y consolidaré tu reino. 2SM007013 El edificará un templo en mi honor y yo consolidaré su trono real para siempre. 2SM007014 Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo; si se tuerce, lo corregiré con varas y golpes, como suelen los hombres; 2SM007015 pero no le retiraré mi lealtad como se la retiré a Saúl, al que aparté de mi presencia. 2SM007016 Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre'. 2SM007017 Natán comunicó a David toda la visión y todas estas palabras. 2SM007018 Entonces el rey David fue a presentarse ante el Señor, y dijo: ¿Quién soy yo, mi Señor, y qué es mi familia para que me hayas hecho llegar hasta aquí? 2SM007019 ¡Y por si fuera poco para ti, mi Señor, has hecho a la casa de tu siervo una promesa para el futuro, mientras existan hombres, mi Señor! 2SM007020 ¿Qué más puede añadirte 2SM007021 David, si tú, mi Señor, conoces a tu siervo? Por tu palabra, y según tus designios, has sido magnánimo con tu siervo, revelándole estas cosas. 2SM007022 Por eso eres grande, mi Señor, como hemos oído; no hay nadie como tú, no hay Dios fuera de ti. 2SM007023 ¿Y qué nación hay en el mundo como tu pueblo, Israel, a quien Dios ha venido a librar para hacerlo suyo, y a darle renombre, y a hacer prodigios terribles en su favor, expulsando a las naciones y a sus dioses ante el pueblo que libraste de Egipto? 2SM007024 Has establecido a tu pueblo, Israel, como pueblo tuyo para siempre, y tú, Señor, eres su Dios. 2SM007025 Ahora, pues, Señor Dios, mantén siempre la promesa que has hecho a tu siervo y su familia, cumple tu palabra. 2SM007026 Que tu nombre sea siempre famoso. Que digan: '¡El Señor de los ejércitos es Dios de Israel!'. Y que la casa de tu siervo David permanezca en tu presencia. 2SM007027 Tú, Señor de los ejércitos, Dios de Israel, has hecho a tu siervo esta revelación: 'Te edificaré una casa'; por eso tu siervo se ha atrevido a dirigirte esta plegaria. 2SM007028 Ahora, mi Señor, tú eres el Dios verdadero, tus palabras son dignas de fe, y has hecho esta promesa a tu siervo. 2SM007029 Dígnate, pues, bendecir a la casa de tu siervo, para que esté siempre en tu presencia; ya que tú, mi Señor, lo has dicho, sea siempre bendita la casa de tu siervo. 2SM008001 Más adelante David derrotó a los filisteos y los sometió, arrebatándoles la capital, Gat. 2SM008002 Derrotó a Moab: los hizo echarse en tierra y los midió a cordel; midió dos cuerdas de condenados a muerte, y dejó con vida a otra cuerda. Moab pasó a David en calidad de vasallo tributario. 2SM008003 Derrotó también a Adadhézer, hijo de Rejob, rey de Soba, cuando iba a restablecer su soberanía en la región del Eufrates. 2SM008004 David le capturó mil setecientos jinetes y veinte mil soldados de infantería, y desjarretó los caballos de tiro, dejando el tiro de cien carros. 2SM008005 Los sirios de Damasco acudieron en auxilio de Adadhézer, rey de Soba, pero David les mató veintidós mil hombres, 2SM008006 e impuso gobernadores a los sirios de Damasco, que quedaron vasallos tributarios de David. El Señor dio a David la victoria en todas sus campañas. 2SM008007 Tomó las insignias de oro que llevaban los oficiales de Adadhézer, y las llevó a Jerusalén. 2SM008008 Y en Tébaj y Berotay, poblaciones de Adadhézer, tomó una cantidad enorme de bronce. 2SM008009 Tou, rey de Jamat, oyó que David había derrotado al ejército de Adadhézer, 2SM008010 y despachó a su hijo Adoran para saludar al rey David y darle la enhorabuena por el combate y la derrota de Adadhézer, porque Adadhézer atacaba a Tou con frecuencia. Adoran llevó una vajilla de plata, oro y bronce. 2SM008011 El rey David consagró al Señor estos regalos, añadiéndolos a la plata y al oro que había tomado a las naciones sometidas 2SM008012 (Edom, Moab, los amonitas, filisteos y Amalee) y había consagrado al Señor. 2SM008013 Cuando David, victorioso de Damasco, derrotó a Edom en Vallelasal, matándole ocho mil hombres, y aumentó su fama, 2SM008014 impuso gobernadores a Edom, que quedó como vasallo de David. El Señor dio a David la victoria en todas sus campañas. 2SM008015 David reinó sobre todo Israel y gobernó con justicia a su pueblo. 2SM008016 Joab, hijo de Seruyá, era general en jefe del ejército; Josafat, hijo de Ajilud, heraldo; 2SM008017 Sadoc, hijo de Ajitob, y Abiatar, hijo de Ajimelec, sacerdotes; Sisa, cronista; 2SM008018 Benayas, hijo de Yehoyadá, jefe de los quereteos y pelteos. Los hijos de David oficiaban en el culto. 2SM009001 David preguntó: ¿Queda alguno de la familia de Saúl a quien yo pueda favorecer por amor a Jonatán? 2SM009002 La familia de Saúl había tenido un sirviente que se llamaba Sibá; lo mandaron venir y el rey le preguntó: ¿Eres Sibá? Respondió: Servidor. 2SM009003 El rey le preguntó: ¿Y no queda ya nadie de la familia de Saúl a quien yo pueda favorecer por amor de Dios? Sibá le respondió: Queda todavía un hijo de Jonatán, tullido de ambos pies. 2SM009004 El rey le preguntó: ¿Dónde está? Sibá le contestó: En Pocacosa, en casa de Maquir, hijo de Amiel. 2SM009005 El rey David mandó que lo trajeran de allí. 2SM009006 Así se presentó a David Meribaal, hijo de Jonatán, hijo de Saúl. Cayó sobre su rostro, prosternándose, y David dijo: ¿Eres Meribaal? El respondió: Servidor. 2SM009007 David le dijo: No temas, porque estoy decidido a favorecerte por amor a Jonatán, tu padre; te devolveré todas las tierras de tu abuelo, Saúl, y comerás siempre a mi mesa. 2SM009008 Meribaal se postró y dijo: ¿Qué soy yo para que te fijes en un perro muerto como yo? 2SM009009 El rey llamó entonces a Sibá, sirviente de Saúl, y le dijo: Todas las posesiones de Saúl y su familia se las entrego al hijo de tu señor. 2SM009010 Tú, tus hijos y tus siervos le cultivarán las tierras y le entregarán las cosechas para su sustento. Meribaal, hijo de tu señor, comerá siempre a mi mesa. Sibá, que tenia quince hijos y veinte esclavos, 2SM009011 contestó: Tu siervo hará todo lo que el rey le mande. Meribaal comía a la mesa de David, como uno de los hijos del rey. 2SM009012 Tenía un hijo pequeño, llamado Mica, y toda la casa de Sibá estaba al servicio de Meribaal, 2SM009013 que se trasladó a Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey. Estaba impedido de ambos pies. 2SM010001 Murió después el rey de los amonitas, y su hijo Janún le sucedió en el trono. 2SM010002 David dijo: Voy a devolverle a Janún, hijo de Serpiente, los favores que me hizo su padre. Y por medio de unos embajadores le envió el pésame por la muerte de su padre. Pero cuando los embajadores de David entraron en territorio amonita. 2SM010003 Los generales amonitas dijeron a su señor Janún: ¿Crees que David te da el pésame para mostrarte su estima por tu padre? ¿No será para examinar la ciudad, explorarla y después destruirla? 2SM010004 Janún tomó a los embajadores de David, les afeitó media barba, les cortó la ropa por la mitad, a la altura de las nalgas, y los despidió. Ellos volvieron avergonzados. 2SM010005 Se lo avisaron a David y les envió este mensaje: Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba, y luego vengan. 2SM010006 Cuando los amonitas cayeron en la cuenta de que habían provocado a David, mandaron gente a contratar veinte mil mercenarios de infantería de los sirios de Casa Grande y los de Soba, mil hombres del rey de Maacá y doce mil del rey de Tob. 2SM010007 Al saberlo David, mandó a Joab con todo el ejército y sus campeones. 2SM010008 Los amonitas salieron a la guerra y formaron para la batalla a la entrada de la ciudad, mientras que los sirios de Soba, Casa Grande y la gente de Tob y Maacá se quedaban aparte, en el campo. 2SM010009 Joab se vio envuelto por delante y por detrás; entonces escogió un grupo de soldados israelitas y los formó frente a los sirios. 2SM010010 A la tropa restante la formó frente a los amonitas, al mando de su hermano Abisay, 2SM010011 con esta consigna: Si los sirios me vencen, ven a librarme, y si los amonitas te vencen a ti, yo iré a librarte. 2SM010012 ¡Animo! Por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios luchemos valientemente, y que el Señor haga lo que le agrade. 2SM010013 Joab y los suyos trabaron combate con los sirios y los pusieron en fuga. 2SM010014 Los amonitas, al ver que los sirios huían, huyeron también ellos ante Abisay, y se metieron en la ciudad. Joab se volvió a Jerusalén, suspendiendo el ataque a los amonitas. 2SM010015 Viéndose derrotados por Israel, los sirios se coaligaron. 2SM010016 Adadhézer. ordenó movilizar a los sirios de la otra parte del río, y vinieron a Jelán, a las órdenes de Sobac, general en jefe del ejército de Adadhézer. 2SM010017 Cuando informaron a David, concentró todo el ejército de Israel, cruzaron el Jordán y marcharon hacia Jelán. Los sirios formaron frente a David y se entabló, la batalla. 2SM010018 Los sirios huyeron ante los israelitas; David les mató setecientos caballos de tiro y cuarenta! mil hombres, e hirió a Sobac, general del ejército, que murió allí mismo. 2SM010019 Al ver los reyes vasallos de Adadhézer que éste había sido derrotado por Israel, hicieron las paces con Israel, sometiéndose; en adelante, los sirios no se atrevieron a auxiliar a los amonitas. 2SM011001 Al año siguiente, en la época en que los reyes van a la guerra, David envió a Joab con sus oficiales y todo Israel a devastar la región de los amonitas y sitiar a Raba. David, mientras tanto, se quedó en Jerusalén, 2SM011002 y un día, a eso del atardecer, se levantó de la cama y se puso a pasear por la azotea del palacio, y desde la azotea vio a una mujer bañándose, una mujer muy bella. 2SM011003 David mandó a preguntar por la mujer, y le dijeron: Es Betsabé, hija de Alian, esposa de Urías, el hitita. 2SM011004 David mandó a unos para que se la trajeran; llegó la mujer, y David se acostó con ella, que estaba purificándose de sus reglas. Después Betsabé volvió a su casa; 2SM011005 quedó embarazada y mandó este aviso a David: Estoy embarazada. 2SM011006 Entonces David mandó esta orden a Joab: Mándame a Urías, el hitita. Joab se lo mandó. 2SM011007 Cuando llegó Urías, David le preguntó por Joab, el ejército y la guerra. 2SM011008 Luego le dijo: Anda a casa a lavarte los pies. Urías salió de palacio y detrás de él le llevaron un regalo del rey. 2SM011009 Pero Urías durmió a la puerta de palacio, con los guardias de su señor; no fue a su casa. 2SM011010 Avisaron a David que Urías no había ido a su casa, y David le dijo: Has llegado de viaje, ¿por qué no vas a casa? 2SM011011 Urías le respondió: El arca, Israel y Judá viven en tiendas; Joab, mi jefe, y sus oficiales acampan al aire libre; ¿y voy yo a ir a mi casa a banquetear y a acostarme con mi mujer? ¡Vive Dios, por tu vida, no haré tal! 2SM011012 David le dijo: Quédate aquí hoy, que mañana te dejaré ir. Urías se quedó en Jerusalén aquel día. Al día siguiente 2SM011013 David lo invitó a un banquete y lo emborrachó. Al atardecer, Urías salió para acostarse con los guardias de su señor, y no fue a su casa. 2SM011014 A la mañana siguiente David escribió una carta a Joab y se la mandó por medio de Urías. 2SM011015 El texto de la carta era: 'Pon a Urías en primera línea, donde sea más dura la lucha, y retírense dejándolo solo, para que lo hieran y muera'. 2SM011016 Joab, que tenía cercada la ciudad, puso a Urías donde sabía que estaban los defensores más aguerridos. 2SM011017 Los de la ciudad hicieron una salida, trabaron combate con Joab, y hubo algunas bajas en el ejército entre los oficiales de David; murió también Urías, el hitita. 2SM011018 Joab mandó a David el parte de guerra, 2SM011019 ordenando al mensajero: Cuando acabes de dar el parte al rey, 2SM011020 si el rey monta en cólera y te pregunta: '¿Por qué se acercaron a la ciudad a combatir? ¿No sabían que los arqueros disparan de lo alto de la muralla? 2SM011021 ¿Quién hirió a Abimelec, hijo de Yerubaal? ¡Una mujer, desde lo alto de la muralla, le dejó caer encima una piedra de moler, y así murió en Tebes! ¿Por qué se acercaron a la muralla?', tú entonces añades: 'Ha muerto también tu siervo Urías, el hitita'. 2SM011022 Marchó el mensajero, se presentó a David y le comunicó el mensaje de Joab. David se enfadó, pero 2SM011023 el mensajero le dijo: Es que el enemigo se lanzó contra nosotros, haciendo una salida a campo abierto; nosotros lo rechazamos hasta la entrada de la ciudad, 2SM011024 y entonces los arqueros nos dispararon desde la muralla; murieron algunos de los soldados del rey y también murió tu siervo Urías, el hitita. 2SM011025 Entonces David dijo al mensajero: Dile a Joab que no se preocupe por lo que ha pasado; porque así es la guerra: un día cae uno y otro día cae otro; que insista en dar el asalto a la ciudad hasta arrasarla. Y tú anímalo. 2SM011026 La mujer de Urías oyó que su marido había muerto e hizo duelo por él. 2SM011027 Cuando pasó el luto, David mandó a por ella y la recogió en su casa; la tomó por esposa, y le dio a luz un hijo. Pero el Señor reprobó lo que había hecho David. 2SM012001 El Señor envió a Natán. Entró Natán ante el rey y le dijo: Había dos hombres en un pueblo: uno rico y otro pobre. 2SM012002 El rico tenía muchos rebaños de ovejas y bueyes; 2SM012003 el pobre sólo tenía una corderita que había comprado; la iba criando, y ella crecía con él y con sus hijos, comiendo de su pan, bebiendo de su vaso, durmiendo en su regazo; era como una hija. 2SM012004 Llegó una visita a casa del rico, y no queriendo perder una oveja o un buey, para invitar a su huésped, tomó la cordera del pobre y convidó a su huésped. 2SM012005 David se puso furioso contra aquel hombre, y dijo a Natán: ¡Vive Dios, que el que ha hecho eso es reo de muerte! 2SM012006 No quiso respetar lo del otro, pues pagará cuatro veces el valor de la cordera. 2SM012007 Entonces Natán dijo a David: ¡Eres tú! Así dice el Señor, Dios de Israel: Yo te ungí rey de Israel, te libré de Saúl, 2SM012008 te di la hija de tu señor, puse en tus brazos sus mujeres, te di la casa de Israel y Judá, y por si fuera poco te añadiré otros favores. 2SM012009 '¿Por qué te has burlado del Señor haciendo lo que él reprueba? Has asesinado a Orias, el hitita, para casarte con su mujer. 2SM012010 Pues bien, no se apartará jamás la espada de tu casa, por haberte burlado de mí casándote con la mujer de Urías, el hitita, y matándolo a él con la espada amonita. 2SM012011 Así dice el Señor: Yo haré que de tu propia casa nazca tu desgracia; te arrebataré tus mujeres y ante tus ojos se las daré a otro, que se acostará con ellas a la luz del sol que nos alumbra. 2SM012012 Tú lo hiciste a escondidas, yo lo haré ante todo Israel, en pleno día. 2SM012013 David dijo a Natán: ¡He pecado contra el Señor! Natán le respondió: El Señor ha perdonado ya tu pecado, no morirás. 2SM012014 Pero por haber despreciado al Señor con lo que has hecho, el hijo que te ha nacido morirá. 2SM012015 Natán marchó a su casa. El Señor hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y cayó gravemente enfermo. 2SM012016 David pidió a Dios por el niño, prolongó su ayuno y de noche se acostaba en el suelo. 2SM012017 Los ancianos de su casa intentaron levantarlo, pero él se negó, ni quiso comer nada con ellos. 2SM012018 El séptimo día murió el niño. Los cortesanos de David temieron darle la noticia de que había muerto el niño, pues se decían: Si cuando el niño estaba vivo le hablábamos al rey y no atendía a lo que decíamos, ¿cómo le decimos ahora que ha muerto el niño? ¡Hará un disparate! 2SM012019 David notó que sus cortesanos andaban cuchicheando y adivinó que había muerto el niño. Les pregunto: ¿Ha muerto el niño? Ellos dijeron: Sí. 2SM012020 Entonces David se levantó del suelo, se perfumó y se cambió; fue al templo a adorar al Señor; luego fue a palacio, pidió la comida, se la sirvieron y comió. 2SM012021 Sus cortesanos le dijeron: ¿Qué manera es ésta de proceder? ¡Ayunabas y llorabas por el niño cuando estaba vivo, y en cuanto ha muerto te levantas y te pones a comer! 2SM012022 David respondió: Mientras el niño estaba vivo ayuné y lloré, pensando que quizá el Señor se apiadaría de mí y el niño se curaría. 2SM012023 Pero ahora ha muerto; ¿Qué saco con ayunar? ¿Podré hacerlo volver? Soy yo quien irá donde él, él no volverá a mí. 2SM012024 Luego consoló a su mujer, Betsabé, fue y se acostó con ella. Betsabé dio a' luz un hijo, y David le puso el nombre de Salomón; el Señor lo amó, 2SM012025 y envió al profeta Natán, que le puso el nombre de Yedidías por orden del Señor. 2SM012026 Mientras tanto, Joab había atacado a la capital de los amonitas y se había apoderado de ella. 2SM012027 Despachó unos mensajeros que dijeran a David: He atacado Raba. He conquistado el barrio de los aljibes. 2SM012028 Moviliza a los reservistas, acampa contra la ciudad y ocúpala tú; si no, la conquistaré yo y le pondrán mi nombre. 2SM012029 David llamó a filas a los reservistas, marchó a Raba, la atacó y la conquistó. 2SM012030 Le quitó a Moloc la corona (que pesaba treinta kilos de oro), con una piedra preciosa que David puso en su diadema, y se llevó un botín inmenso de la ciudad.. 2SM012031 Hizo salir a todos los habitantes y los puso a trabajar en las canteras, a labrar sillares, a serrar madera y a trabajar en las tejeras. Hizo lo mismo con todas las poblaciones de los amonitas. Después David volvió a Jerusalén con todo el ejército. 2SM013001 Pasó cierto tiempo. Absalón, hijo de David, tenía una hermana muy bonita, llamada Tamar, y Amnón, hijo de David, se enamoró de ella 2SM013002 tan apasionadamente, que se puso enfermo por ella, pues su hermana Tamar era soltera, y a Amnón le parecía imposible intentar nada con ella. 2SM013003 Amnón tenía un amigo llamado Jonadab, hijo de Sama, hermano de David. Jonadab era muy hábil, 2SM013004 y le dijo: ¿Qué te pasa, príncipe, que cada día tienes peor cara? ¿Por qué no me lo cuentas? Amnón respondió: Tamar, la hermana de mi hermano Absalón; estoy enamorado de ella. 2SM013005 Entonces Jonadab le propuso: Acuéstate fingiendo que estás enfermo, y cuando tu padre vaya a verte, le pides que vaya tu hermana Tamar a darte de comer: que te prepare algo allí delante, para que tú lo veas, y te lo sirva ella misma. 2SM013006 Amnón se acostó y se fingió enfermo. El rey fue a verlo y Amnón le dijo: Por favor, que venga mi hermana Tamar y me fría aquí delante dos buñuelos y que me los sirva ella misma. 2SM013007 David envió un mensaje a casa de Tamar: Vete a casa de tu hermano Amnón y prepárale algo de comer. 2SM013008 Tamar fue a casa de su hermano Amnón, que estaba acostado; tomó harina, la amasó, la preparó y frió los buñuelos delante de Amnón. 2SM013009 Luego los sacó de la sartén delante de él, pero Amnón no quiso comer, y ordenó: ¡Salgan todos! Cuando salieron todos, 2SM013010 Amnón dijo a Tamar: Trae la comida a la alcoba y dame tú misma de comer. Tamar tomó los buñuelos y se los llevó a su hermano a la alcoba; 2SM013011 pero -al acercarse a él para darle de comer, Amnón la sujetó y le dijo: Ven, hermana mía, acuéstate conmigo. 2SM013012 Ella replicó: No, hermano mío; no me fuerces, que eso no se hace en Israel, no hagas esa infamia. 2SM013013 ¿Dónde iré yo con mi deshonra? Tú quedarás como un infame en Israel. Por favor, díselo al rey, que no se opondrá a que yo sea tuya. 2SM013014 Pero Amnón no quiso hacerle caso, la forzó violentamente y se acostó con ella. 2SM013015 Después sintió un terrible aborrecimiento hacia ella, un aborrecimiento mayor que el amor que le había tenido, y le dijo: ¡Levántate, vete! 2SM013016 Pero ella le suplicó: ¡No, hermano; despacharme ahora sería una maldad más grave que la que acabas de hacer conmigo! Pero él no le hizo caso; 2SM013017 llamó a un sirviente y ordenó: ¡Échame a ésa a la calle! ¡Y ciérrale la puerta! 2SM013018 (Ella llevaba una túnica con mangas, porque así vestían tradicionalmente las hijas solteras del rey). El sirviente la sacó a la calle y le cerró la puerta. 2SM013019 Tamar se echó polvo a la cabeza, se rasgó la túnica y se fue gritando por el camino, con las manos en la cabeza. 2SM013020 Su hermano Absalón le preguntó: ¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Bueno, hermana, tú calla; es tu hermano, no te atormentes por eso. Tamar se quedó, desolada, en casa de su hermano Absalón. 2SM013021 El rey David oyó lo que había pasado y se indignó, pero no quiso dar un disgusto a su hijo Amnón, a quien amaba por ser su primogénito. 2SM013022 Absalón no dirigió una palabra ni buena ni mala a Amnón, pero le guardó rencor por haber violado a su hermana Tamar. 2SM013023 Dos años después, estando Absalón de esquileo en Baal Jasor, junto a Efrón, invitó a todos los hijos del rey. 2SM013024 Se presentó al rey y le dijo: Un servidor está ahora en el esquileo. Dígnese venir conmigo el rey y su corte. 2SM013025 El rey respondió: No, hijo; no vamos a ir todos a serte una carga. El insistió, pero David no quiso ir, y lo despidió con su bendición. 2SM013026 Absalón le dijo: Que venga con nosotros por lo menos mi hermano Amnón. El rey preguntó: ¿Para qué va a ir contigo? 2SM013027 Pero Absalón insistió, y entonces David mandó con él a Amnón y a todos los hijos del rey. Absalón preparó un banquete regio 2SM013028 y ordenó a sus sirvientes: Fíjense. Cuando Amnón esté ya borracho y yo les dé la orden de herirlo, lo matan, sin miedo ninguno; se lo mando yo. Animo, sean valientes. 2SM013029 Los sirvientes de Absalón cumplieron sus órdenes. Entonces todos los hijos del rey emprendieron la huida, cada uno en su muía. 2SM013030 Iban todavía de camino, y ya le llegó a David la noticia: ¡Absalón ha matado a todos los hijos del rey y no queda ninguno! 2SM013031 El rey se levantó, se rasgó las vestiduras y se echó por tierra. Todos los ministros se rasgaron las vestiduras. 2SM013032 Pero Jonadab, hijo de Sama, hermano de David, dijo: No piense su majestad que han matado a todos los hijos del rey. Sólo ha muerto Amnón. Absalón lo decidió el día que Amnón violó a su hermana Tamar. 2SM013033 Así que no se preocupe su majestad pensando que han muerto todos los hijos del rey, porque sólo ha muerto Amnón. 2SM013034 El centinela, alzando la vista, vio un gran gentío por el camino de Joronaín, en la cuesta, y avisó al rey: He visto gente por el camino de Joronaín, por la ladera del monte. 2SM013035 Jonadab dijo al rey: Son los hijos del rey que llegan. Pasa lo que decía tu servidor. 2SM013036 Acababa de hablar, cuando entraron los hijos del rey gritando y llorando. También el rey y toda su corte se echaron a llorar inconsolables. 2SM013037 Absalón fue a refugiarse en el territorio de Talmay, hijo de Amihud, rey de Guesur, 2SM013038 donde permaneció tres años. El rey David guardó luto por su hijo todo aquel tiempo. 2SM013039 Pero después de calmar su dolor por la muerte de Amnón, el rey cesó en su cólera contra Absalón. 2SM014001 Joab, hijo de Seruyá, comprendió que el rey volvía a querer a Absalón. 2SM014002 Entonces mandó a Tecua unos hombres para que trajeran de allí a una mujer habilidosa. Joab le dijo: Haz como que estás de luto, ponte ropa de luto y no te perfumes; tienes que parecer una mujer que ya de mucho tiempo lleva luto por un difunto. 2SM014003 Te presentas al rey y le dices esto (Joab le ensayó la escena): 2SM014004 Mujer de Tecua.-(Presentándose al rey y cayendo rostro en tierra). Majestad, ¡sálvame! 2SM014005 Rey.-iQué te pasa? Mujer.-¡Ay de mí! Una viuda soy, murió mi marido. 2SM014006 Y una servidora tenía dos hijos; riñeron los dos en el campo, sin nadie que los separara, y uno de ellos hirió al otro y lo mató. 2SM014007 Y ahora resulta que toda la familia se ha puesto en contra de tu servidora; dicen que les entregue al homicida para matarlo, para vengar la muerte de su hermano, y acabar así con el heredero. ¡Así me apagarán la última brasa que me queda, y mi marido se quedará sin apellido ni descendencia sobre la tierra! 2SM014008 Rey Vete a casa, que yo me encargo de tu asunto. 2SM014009 Mujer.-Majestad, yo y mi casa cargaremos con la responsabilidad; el rey y su trono no serán responsables. 2SM014010 Rey.-Si alguno se mete contigo, tráemelo y no te molestará más. 2SM014011 Mujer.-Que el rey pronuncie el nombre del Señor, su Dios, para que el vengador de la sangre no aumente el daño acabando con mi hijo! Rey.-¡Vive Dios, no caerá atierra un pelo de tu hijo! 2SM014012 Mujer.-¿Puedo añadir una palabra al rey, mi señor? Rey.-Habla. 2SM014013 Mujer.-Con lo que acabas de decir, te condenas a ti mismo, porque al no dejar que vuelva el desterrado estás atentando contra el pueblo de Dios. 2SM014014 Todos hemos de morir; somos agua derramada en tierra, que no se puede recoger. Dios no dará muerte al que toma medidas para que no siga en el destierro el desterrado. 2SM014015 He venido a decir esto al rey porque algunos me han metido miedo, y una servidora pensó: 'Voy a hablarle al rey, a lo mejor sigue mi consejo; 2SM014016 el rey comprenderá y librará a una servidora de los que intentan extirparnos de la heredad de Dios a mí y a mi hijo a la vez'. 2SM014017 Tu servidora pensó: 'La palabra del rey, mi señor, me servirá de alivio, porque el rey es como un enviado de Dios, que sabe distinguir el bien y el mal. ¡El Señor, tu Dios, esté contigo!'. 2SM014018 Rey.-No me ocultes nada de lo que voy a preguntarte. Mujer.-Habla, majestad. 2SM014019 Rey.-¿Has andado de por medio la mano de Joab en todo esto? Mujer.- ¡Majestad, por tu vida! Las palabras de su majestad han dado en el blanco. Tu siervo Joab es quien me mandó y me ensayó toda la escena. 2SM014020 Ideó esto para no presentar el asunto de frente; pero mi señor posee la sabiduría de un enviado de Dios y conoce todo lo que pasa en la tierra. 2SM014021 El rey dijo a Joab: Ya ves que he dado mi palabra. Anda a traer al muchacho Absalón. 2SM014022 Joab se postró rostro en tierra, haciendo una reverencia, y dio las gracias al rey. Majestad, hoy he visto que estás bien dispuesto conmigo, pues has accedido a la petición de tu siervo. 2SM014023 Se levantó y marchó a Guesur y trajo a Absalón a Jerusalén. 2SM014024 El rey ordenó: Que se vaya a su casa, porque no quiero recibirlo. Absalón volvió a su casa, sin ser recibido por el rey. 2SM014025 No había en todo Israel hombre más apuesto ni tan admirado como Absalón: de pies a cabeza no tenía un defecto. 2SM014026 Cuando se cortaba el pelo -acostumbraba hacerlo de año en año, porque le pesaba mucho- el pelo cortado pesaba más de dos kilos en la balanza del rey. 2SM014027 Tuvo tres hijos y una hija, llamada Tamar, una muchacha muy hermosa. 2SM014028 Absalón residió dos años en Jerusalén sin ser recibido por el rey. 2SM014029 Entonces llamó a Joab, para que fuera al rey como enviado suyo, pero Joab no quiso ir; lo llamó por segunda vez y tampoco quiso. 2SM014030 Absalón dijo a sus sirvientes: Miren, Joab tiene sembrada cebada en la tierra junto a la mía. Vayan a quemársela. Los sirvientes de Absalón la incendiaron. 2SM014031 Entonces fue Joab a casa de Absalón y le dijo: ¿Por qué han quemado tus sirvientes mi tierra? 2SM014032 Absalón contestó: Mira, mandé a decirte que vinieras para enviarte al rey con este mensaje: '¿Para qué he vuelto de Guesur? ¡Mejor estaba allí! Quiero que el rey me reciba, y si soy culpable, que me mate'. 2SM014033 Joab fue a decírselo al rey. El rey llamó a Absalón, que se presentó ante él y le hizo una reverencia rostro en tierra, y el rey abrazó a Absalón. 2SM015001 Absalón se hizo inmediatamente con una carroza, caballos y cincuenta hombres de escolta. 2SM015002 Se ponía temprano junto a la entrada de la ciudad, llamaba a los que iban con algún pleito al tribunal del rey y les decía: ¿De qué población eres? El otro respondía: Tu servidor es de tal tribu israelita. 2SM015003 Entonces Absalón decía: Mira, tu caso es justo y está claro; pero nadie te va a atender en la audiencia del rey. 2SM015004 Y añadía: ¡Ah, si yo fuera juez en el país! Podrían acudir a mí los que tuvieran pleitos o asuntos y yo les haría justicia. 2SM015005 Y cuando se le acercaba alguno postrándose ante él, Absalón le tendía la mano, lo alzaba y lo besaba. 2SM015006 Así hacía con todos los israelitas que iban al tribunal del rey, y así se los iba ganando. 2SM015007 Al cabo de cuatro años, Absalón dijo al rey: Déjame ir a Hebrón, a cumplir una promesa que hice al Señor, 2SM015008 porque cuando estuve en Guesur de Jarán hice esta promesa: 'Si el Señor me deja volver a Jerusalén, le ofreceré un sacrificio en Hebrón'. 2SM015009 El rey le dijo: Vete en paz. Absalón emprendió la marcha hacia Hebrón, 2SM015010 pero despachó agentes por todas las tribus de Israel con este encargo: Cuando oigan el sonido de la trompa, digan: '¡Absalón es rey en Hebrón!'. 2SM015011 Desde Jerusalén marcharon con Absalón doscientos invitados; caminaban inocentemente, sin sospechar nada. 2SM015012 Durante los sacrificios, Absalón mandó gente a Guiló para hacer venir del pueblo a Ajitófel, el guílonita, consejero de David. La conspiración fue tomando fuerza, porque aumentaba la gente que seguía a Absalón. 2SM015013 Pero uno llevó esta noticia a David: Los israelitas se han puesto de parte de Absalón. 2SM015014 Entonces David dijo a los cortesanos que estaban con él en Jerusalén: ¡Ea, huyamos! Que si se presenta Absalón, no nos dejará escapar. Salgamos a toda prisa, no sea que él se adelante, nos alcance y precipite la ruina sobre nosotros y pase a cuchillo la población. 2SM015015 Los cortesanos le respondieron: Lo que su majestad decida. ¡A tus órdenes! 2SM015016 El rey dejó diez concubinas para cuidar del palacio 2SM015017 y salió acompañado de toda su corte. Se detuvieron junto a la última casa de la ciudad; 2SM015018 los ministros se colocaron a su lado y los quereteos, los pelteos, Itay y los de Gat (seiscientos hombres que lo habían seguido desde Gat) fueron pasando ante el rey. 2SM015019 El rey dijo a Itay, el de Gat: ¿Por qué vas a venir tú también con nosotros? Vuélvete y quédate con el rey, que también tú eres un extranjero, lejos de tu tierra. 2SM015020 Llegaste ayer, ¿cómo voy a permitir que salgas hoy errante con nosotros, cuando yo mismo marcho sin rumbo? Vuélvete y llévate a tus paisanos. ¡Que el Señor sea bueno y fiel contigo! 2SM015021 Pero Itay respondió: ¡Vive Dios, y vive el rey, mi señor! Donde esté el rey, mi señor, allí estaré yo, en vida y en muerte. 2SM015022 Entonces el rey le dijo: Anda pasa. Y pasó Itay, el de Gat, con sus hombres y sus niños. 2SM015023 Toda la gente lloraba y gritaba. El rey estaba junto al torrente Cedrón, mientras todos iban pasando ante él por el camino del páramo. 2SM015024 Sadoc, con los levitas, llevaban el arca de la alianza de Dios y la depositaron junto a Abiatar, hasta que toda la gente salió de la ciudad. 2SM015025 Entonces el rey dijo a Sadoc: Vuélvete con el arca de Dios a la ciudad. Si alcanzo el favor del Señor, me dejará volver a ver el arca y su morada. 2SM015026 Pero si dice que no me quiere, aquí me tiene, haga de mí lo que le parezca bien. 2SM015027 Luego añadió al sacerdote Sadoc: Vuélvanse en paz a la ciudad, tú con tu hijo Ajimás y Abiatar con su hijo Jonatán. 2SM015028 Miren, yo me detendré por los pasos del desierto, hasta que me llegue algún aviso de ustedes. 2SM015029 Sadoc y Abiatar volvieron con el arca de Dios a Jerusalén y se quedaron allí. 2SM015030 David subió la Cuesta de los Olivos; la subía llorando, la cabeza cubierta y los pies descalzos. Y todos sus acompañantes llevaban cubierta la cabeza, y subían llorando. 2SM015031 Dijeron a David:, Ajitófel se ha unido a la conspiración de Absalón. David oró: ¡Señor, que fracase el plan de Ajitófel! 2SM015032 Cuando David llegó al humilladero que había en la cima, salió a su encuentro Jusay, el arquita rasgada la túnica y con polvo en la cabeza. 2SM015033 David le dijo: Si vienes; conmigo, me vas a ser una carga. 2SM015034 Pero puedes hacer fracasar el plan de Ajitófel, si vuelves a la ciudad y le dices a Absalón: 'Majestad, soy tu esclavo; antes lo fui de tu padre, ahora lo soy tuyo'. 2SM015035 Allí tienes a los sacerdotes Sadoc y Abiatar; todo lo que oigas en palacio díselo a los sacerdotes Sadoc y Abiatar. 2SM015036 Con ellos estarán allí Ajimás, hijo de Sadoc, y Jonatán, hijo de Abiatar, y por medio de ellos me comunican ustedes todo lo que averigüen. 2SM015037 Jusay, amigo de David, se fue a la ciudad. Y Absalón entró en Jerusalén. 2SM016001 David había remontado la cima, cuando se encontró con Sibá, sirviente de Meribaal, con un par de burros aparejados, cargados con doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien panes de higos y un pellejo de vino. 2SM016002 El rey le dijo: ¿Qué significa esto? Sibá respondió: Los burros son para que monte la familia del rey; el pan y la fruta, para que coman los sirvientes, y el vino, para que beban los que desfallezcan en el desierto. 2SM016003 El rey preguntó: ¿Y dónde está el hijo de tu señor? Sibá respondió: Queda en Jerusalén, porque espera que la casa de Israel le devuelva ahora el reino de su padre. 2SM016004 Entonces el rey dijo a Sibá: Todo lo de Meribaal es tuyo. Sibá dijo: A tus pies, majestad. ¡Gracias por el favor que me otorgas! 2SM016005 Al llegar el rey David a Bajurín, salió de allí uno de la familia de Saúl, llamado Semeí, hijo de Guerá, insultándolo según venía. 2SM016006 Y empezó a tirar piedras a David y a sus cortesanos -toda la gente y los militares iban a derecha e izquierda del rey- 2SM016007 y lo maldecía: ¡Vete, vete, asesino, canalla! 2SM016008 El Señor te paga la matanza de la familia de Saúl, cuyo trono has usurpado. El Señor ha entregado el reino a tu hijo Absalón, mientras tú has caído en desgracia, porque eres un asesino. 2SM016009 Abisay, hijo de Seruyá, dijo al rey: Ese perro muerto, ¿se pone a maldecir a mi señor? ¡Déjame ir allá y le corto la cabeza! 2SM016010 Pero el rey dijo: ¡No se metan en mis asuntos, hijo de Seruyá! Déjale que maldiga, que si el Señor le ha mandado que maldiga a David, ¿quién va a pedirle cuentas? 2SM016011 Luego dijo David a Abisay y a todos sus cortesanos: Ya ven. Un hijo mío, salido de mis entrañas, intenta matarme, ¡y les extraña ese benjaminita! Dejen que me maldiga, porque se lo ha mandado el Señor. 2SM016012 Quizá el Señor se fije en mi humillación y me pague con bendiciones estas maldiciones de hoy. 2SM016013 David y los suyos siguieron su camino, mientras Semeí iba en dirección paralela por la loma del monte, echando maldiciones según caminaba, tirando piedras y levantando polvo. 2SM016014 El rey y sus acompañantes llegaron rendidos al Jordán y allí descansaron. 2SM016015 Mientras tanto, Absalón y los israelitas entraban en Jerusalén; Ajitófel iba con él. 2SM016016 Cuando Jusay, el arquita, amigo de David, se presentó a Absalón, le dijo: ¡Viva el rey! ¡Viva el rey! 2SM016017 Absalón contestó: ¿Esa es tu lealtad para con tu amigo? ¿Por qué no te has ido con él? 2SM016018 Jusay le respondió: ¡No, de ninguna manera! Con el que han elegido el Señor, y este pueblo, y todo Israel, yo estaré y con él viviré. 2SM016019 Y, además, ¿a quién voy a servir yo sino a su hijo? ¡Como serví a tu padre, te serviré a ti! 2SM016020 Entonces Absalón preguntó: ¿Qué me aconsejan hacer? 2SM016021 Ajitófel le respondió: Acuéstate con las concubinas que dejó tu padre al cuidado del palacio. Todo Israel sabrá que has roto con tu padre, y tus partidarios cobrarán confianza. 2SM016022 Entonces le instalaron a Absalón una tienda en la azotea, y se acostó con las concubinas de su padre, a la vista de todo Israel. 2SM016023 En aquella época los consejos de Ajitófel se recibían como oráculos, lo mismo cuando aconsejaba a David que cuando aconsejaba a Absalón. 2SM017001 Ajitófel propuso a Absalón: Voy a seleccionar doce mil hombres para salir en persecución de David esta misma noche. 2SM017002 Lo alcanzaré, estará fatigado y acobardado; le daré un susto, y todos los que lo acompañan huirán. Entonces, cuando quede solo, lo mataré y te traeré a todos como una esposa vuelve al marido. 2SM017003 Tú quieres matar sólo a una persona, y que todo el pueblo quede en paz. 2SM017004 La propuesta le pareció bien a Absalón y a todos los concejales de Israel. 2SM017005 Absalón ordenó: Llamen también a Jusay, el arquita, a ver qué opina él. 2SM017006 Jusay se presentó ante Absalón, y éste le dijo: Ajitófel propone esto. ¿Lo hacemos? En caso contrario, ¿qué propones tú? 2SM017007 Jusay respondió: Por esta vez el consejo de Ajitófel no es acertado. 2SM017008 Tú conoces a tu padre y a sus hombres: son valientes y están furiosos como una osa a la que han robado las crías en el campo, y tu padre es práctico en la guerra y no va a pasar la noche mezclado con la tropa. 2SM017009 Ahora lo tendrán escondido en una quebrada o en cualquier parte. Si las primeras bajas son de los tuyos, se correrá la noticia de que han derrotado a la tropa de Absalón, 2SM017010 e incluso los mejores de los tuyos, valientes como leones, se acobardarán, porque todo Israel sabe que tu padre es todo un soldado y los suyos unos valientes. 2SM017011 Yo aconsejo lo siguiente: concentra aquí a todo Israel, desde Dan hasta Berseba, numerosos como la arena de la playa, y tú en persona sal con ellos. 2SM017012 Iremos a donde esté David, caeremos sobre él como rocío sobre la tierra y no le dejaremos vivo a uno solo de los que lo acompañan. 2SM017013 Y si se mete en una población, todo Israel llevará cuerdas y arrastraremos la ciudad hasta el río, hasta que no quede allí ni una piedra. 2SM017014 Entonces Absalón y los israelitas exclamaron: ¡El consejo de Jusay, el arquita, vale más que el de Ajitófel! (Es que el Señor había determinado hacer fracasar el plan de Ajitófel, que era el bueno, para acarrearle la ruina a Absalón). 2SM017015 Jusay informó a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: Ajitófel ha aconsejado esto a Absalón y a los concejales de Israel, y yo les he aconsejado esto otro. 2SM017016 Así que manden este recado urgente a David: 'No pases la noche en la paramera; pasa a la otra parte, para que no te aniquilen con toda tu gente'. 2SM017017 Jonatán y Ajimás estaban en Fuente del Explorador, porque no podían dejarse ver en la ciudad; una sirvienta iría a pasarles los avisos, y ellos marcharían a comunicárselos al rey David. 2SM017018 Pero entonces los vio un muchacho y se lo dijo a Absalón; ellos marcharon a toda prisa y entraron en casa de un hombre en Bajurín. Aquel hombre tenía un pozo en el corral y se metieron en él. 2SM017019 La mujer tomó una manta, la extendió sobre la boca del pozo y echó encima grano, de modo que no se notara nada. 2SM017020 Los sirvientes de Absalón llegaron a la casa de aquella mujer y preguntaron: ¿Dónde están Ajimás y Jonatán? Ella contestó: Se fueron hacia el río. Los buscaron, pero al no encontrarlos se volvieron a Jerusalén. 2SM017021 En cuanto marcharon los de Absalón, salieron del pozo y fueron a avisar al rey David. Le dijeron: Vamos, crucen rápidamente el río, porque Ajitófel ha propuesto este plan contra ustedes. 2SM017022 David y los que lo acompañaban pasaron el Jordán; estuvieron pasando toda la noche, hasta que lo pasaron todos. 2SM017023 Mientras tanto, Ajitófel, viendo que no se había aceptado su consejo, aparejó el burro y se marchó a casa, a su pueblo; hizo testamento, se ahorcó y murió. Lo enterraron en la sepultura familiar. 2SM017024 Cuando David llegaba a Los Castros, Absalón pasaba el Jordán con todo Israel. 2SM017025 Absalón había nombrado a Amasa jefe del ejército en sustitución de Joab; Amasa era hijo de un tal Yitrá, ismaelita, que vivía con Abigal, hija de Jesé, hermana de Seruyá, madre de Joab. 2SM017026 Israel y Absalón acamparon en tierra de Galaad. 2SM017027 Cuando David llegó a Los Castros, Sobí, hijo de Serpiente, de Raba de Amón; Maquir, hijo de Amiel, de Pocacosa, y Barzilay, el galaadita, de Roguelín, 2SM017028 trajeron colchones, calderos y vasijas; trigo, cebada, harina y grano tostado; fríjoles, lentejas, 2SM017029 miel-, requesón de ovejas y quesos de vaca; se lo ofrecieron a David y a la gente que lo acompañaba para que comieran, diciendo: La gente estará cansada, hambrienta y sedienta de caminar por el páramo. 2SM018001 David revistó sus tropas y les nombró jefes y oficiales; 2SM018002 luego dividió el ejército en tres cuerpos: uno al mando de Joab; el segundo al mando de Abisay, hijo de Seruyá, hermano de Joab, y el tercero al mando de Itay, el de Gat. Y dijo a los soldados: Yo también iré con ustedes. 2SM018003 Le respondieron: No vengas. Que si nosotros tenemos que huir, eso no nos importa; si morimos la mitad, no nos importa. Tú vales por mil de nosotros; es mejor que nos ayudes desde la ciudad. 2SM018004 El rey les dijo: Haré lo que mejor les parezca. Y se quedó junto a las puertas, mientras todo el ejército salía al combate, por compañías y batallones. 2SM018005 El rey dio este encargo a Joab, Abisay e Itay: ¡Cuídenme al muchacho, a Absalón! Y todos oyeron el encargo del rey a sus generales. 2SM018006 El ejército de David salió al campo para hacer frente a Israel. Se entabló la batalla en la espesura de Efraín, 2SM018007 y allí fue derrotado el ejército de Israel por los de David; fue una gran derrota la de aquel día: veinte mil bajas. 2SM018008 La lucha se extendió a toda la zona, y la espesura devoró aquel día más gente que la espada. 2SM018009 Absalón fue a dar en un destacamento de David. Iba montado en una muía, y al meterse la muía bajo el ramaje de una encina frondosa, se le enganchó a Absalón la cabeza en la encina y quedó colgando entre el cielo y la tierra, mientras la muía que cabalgaba se le escapó. 2SM018010 Lo vio uno y avisó a Joab: ¡Acabo de ver a Absalón colgado de una encina! 2SM018011 Joab dijo al que le daba la noticia: Pues si lo has visto, ¿por qué no lo clavaste en tierra, y ahora yo tendría que darte diez monedas de plata y un cinturón? 2SM018012 Pero el hombre le respondió: Aunque sintiera yo en la palma de la mano el peso de mil monedas de plata, no atentaría contra el hijo del rey; estábamos presentes cuando el rey te encargó a ti, a Abisay y a Itay que le cuidaran a su hijo Absalón. 2SM018013 Si yo hubiera cometido por mi cuenta tal infamia, como el rey se entera de todo, tú te pondrías contra mí. 2SM018014 Entonces Joab dijo: ¡No voy a andar con contemplaciones por tu culpa! Agarro tres venablos y se los clavó en el corazón a Absalón, todavía vivo en el ramaje de la encina. 2SM018015 Los diez asistentes de Joab se acercaron a Absalón y lo acribillaron, rematándolo. 2SM018016 Joab tocó la trompa para detener a la tropa, y el ejército dejó de perseguir a Israel. 2SM018017 Luego agarraron a Absalón y lo tiraron a un hoyo grande en la espesura, y echaron encima un montón enorme de piedras; Los israelitas huyeron todos a la desbandada. 2SM018018 Absalón se había erigido envida una estela en Valderrey, pensando: 'No tengo un hijo que lleve mi apellido'. Grabó su nombre en la estela; hasta hoy se la llama 'Monumento de Absalón'. 2SM018019 Ajimás, hijo de Sadoc, dijo: Voy corriendo a llevarle al rey la buena noticia de que el Señor lo ha librado de sus enemigos. 2SM018020 Pero Joab le dijo: No lleves tú hoy la buena noticia, porque ha muerto el hijo del rey. Ya lo harás otro día. 2SM018021 Luego ordenó a un nubio: Vete a comunicarle al rey lo que has visto. El nubio hizo una inclinación a Joab y echó a correr. 2SM018022 Ajimás, hijo de Sadoc, le insistió a Joab: Pase lo que pase, voy corriendo yo también detrás del nubio. Joab le dijo: ¿A qué vas a correr tú, hijo? ¡Si no te van a dar una propina por esa noticia! 2SM018023 Ajimás repuso: Pase lo que pase, voy corriendo. Entonces Joab le dijo: Vete. Ajimás echó a correr, y atajando por el valle adelantó al nubio. 2SM018024 David estaba sentado entre las dos puertas. El centinela subió al mirador, encima de la puerta, sobre la muralla, levantó la vista y miró: un hombre venía corriendo solo. 2SM018025 El centinela gritó y avisó al rey. El rey comentó: Si viene solo, trae buenas noticias. El hombre seguía acercándose. 2SM018026 Y entonces el centinela divisó a otro hombre corriendo detrás, y gritó desde encima de la puerta: Viene otro hombre corriendo solo. Y el rey comentó: También ése trae buenas noticias. 2SM018027 Luego dijo el centinela: Estoy viendo cómo corre el primero: corre al estilo de Ajimás, el de Sadoc. El rey comentó: Es buena persona, viene con buenas noticias. 2SM018028 Cuando Ajimás se aproximó, dijo al rey: ¡Paz! Y se postró ante el rey, rostro en tierra. Luego dijo: ¡Bendito sea el Señor, tu Dios, que te ha entregado los que se habían sublevado contra el rey, mi señor! 2SM018029 El rey preguntó: ¿Está bien el muchacho, Absalón? Ajimás respondió: Cuando tu siervo Joab me envió, yo vi. un gran alboroto, pero no sé lo que era. 2SM018030 El rey dijo: Retírate y espera ahí. Se retiró y esperó allí. 2SM018031 Y en aquel momento llegó el nubio y dijo: ¡Albricias, majestad! ¡El Señor te ha hecho hoy justicia de los que se habían rebelado contra ti! 2SM018032 El rey le preguntó: ¿Está bien mi hijo Absalón? Respondió él: ¡Acaben como él los enemigos de su majestad y cuantos se rebelen contra ti! 2SM018033 Entonces el rey se estremeció, subió al mirador de encima de la puerta y se echó a llorar, diciendo mientras subía: ¡Hijo mío, Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón! ¡Ojalá hubiera muerto yo en vez de ti, Absalón, hijo mío, hijo mío! 2SM019001 A Joab le avisaron: El rey está llorando y lamentándose por Absalón. 2SM019002 Así, la victoria de aquel día fue duelo para el ejército, porque los soldados oyeron decir que el rey estaba afligido a causa de su hijo. 2SM019003 Y el ejército entró aquel día en la ciudad a escondidas, como se esconden los soldados avergonzados cuando han huido del combate. 2SM019004 El rey se tapaba el rostro y gritaba: ¡Hijo mío, Absalón! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío! 2SM019005 Joab fue a palacio y dijo al rey: Tus soldados, que han salvado hoy tu vida y la de tus hijos e hijas, mujeres y concubinas, están hoy avergonzados de ti, 2SM019006 porque quieres a los que te odian y odias a los que te quieren. Hoy has dejado en claro que para ti no existen generales ni soldados. Hoy caigo en la cuenta de que aunque hubiéramos muerto todos nosotros, con que Absalón hubiera quedado vivo, te parecería bien. 2SM019007 Levántate, sal a dar ánimo a tus soldados, que, ¡juro por el Señor!, si no sales, esta noche te quedas sin nadie, y te pesará esta desgracia más que todas las que te han sucedido desde joven hasta ahora. 2SM019008 El rey se levantó, se sentó a la puerta y avisaron a todos: ¡El rey está sentado a la puerta! Todos acudieron allá. Los israelitas de Absalón habían huido a la desbandada. 2SM019009 Y por todas las tribus de Israel la gente discutía: El rey nos libró de nuestros enemigos y nos salvó de los filisteos. Si ahora huyó del país fue por culpa de Absalón. 2SM019010 Absalón, al que ungimos rey, ha muerto en la batalla; así que ¿por qué están ustedes cruzados de brazos y no traen al rey a su palacio? 2SM019011 La propuesta de todo Israel llegó a oídos del rey, que envió esta orden a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: Digan a los concejales de Judá: 'No se queden los últimos en llamar al rey. 2SM019012 Son mis parientes, de mi carne y sangre. No se queden los últimos en llamar al rey'. 2SM019013 A Amasa díganle: 'Eres de mi carne y sangre. Que Dios me castigue si no te nombro de por vida general en jefe de mi ejército en vez de Joab'. 2SM019014 David se ganó a todos los de Judá, que lo siguieron como un solo hombre, y le mandaron este ruego: Vuelve con todos tus hombres. 2SM019015 El rey volvió y bajó al Jordán, mientras los de Judá iban a Guilgal al encuentro del rey, para acompañarlo en el paso del Jordán. 2SM019016 Semeí, hijo de Guerá, benjaminita, de Bajurín, con mil de su tribu, se apresuro a bajar al encuentro del rey David y los de Judá. 2SM019017 Por su lado, Sibá, mayordomo de la familia de Saúl, con sus quince hijos y sus veinte servidores, atravesaron la corriente del Jordán frente al rey, 2SM019018 y puestos a disposición del rey, ayudaron a pasar a la familia real. Semeí, hijo de Guerá, se postró ante el rey cuando éste iba a pasar el Jordán 2SM019019 y le dijo: No me tome cuentas, majestad, de mi delito; no recuerde la mala acción de un servidor cuando su majestad salía de Jerusalén; no me lo guarde. 2SM019020 Un servidor reconoce su pecado; pero, de toda la casa de José, he venido yo hoy el primero para bajar al encuentro de su majestad. 2SM019021 Abisay, hijo de Seruyá, intervino: ¿Y vamos a dejar vivo a Semeí, que maldijo al ungido del Señor? Semeí maldijo al ungido del Señor, ¿vamos a dejarlo vivo por esto que ha hecho hoy? 2SM019022 Pero David habló: ¡No te metas en mis asuntos, hijo de Seruyá! No me tientes. Siento que hoy vuelvo a ser rey de Israel. ¿Vamos a matar hoy a un hombre en Israel? 2SM019023 Luego dijo a Semeí: No morirás. Y se lo juró. 2SM019024 Meribaal, nieto de Saúl, bajó al encuentro del rey. No se había lavado los pies, ni arreglado la barba, ni lavado la ropa desde que tuvo que irse el rey hasta el día en que volvía victorioso. 2SM019025 Y cuando desde Jerusalén llegó a donde el rey, éste le dijo: Meribaal, ¿por qué no viniste conmigo? 2SM019026 Respondió: Majestad, mi siervo me traicionó. Porque yo me dije: 'Voy a aparejar la burra para montar y marcharme con el rey' (porque tu servidor está cojo). 2SM019027 Pero mi siervo me calumnió ante su majestad. Con todo, su majestad es como un enviado de Dios; haz; pues, lo que te parezca bien. 2SM019028 Que no son reos de lesa majestad todos los de la familia de mi padre, sino sólo unos cuantos. Además, me sentaste a tu mesa, y eso que ¿qué derecho puedo yo reclamar ante el rey? 2SM019029 El rey le dijo: ¿Por qué estás hablando sin parar? Lo digo: tú y Sibá se repartirán las tierras. 2SM019030 Meribaal respondió: Puede llevárselo él todo, una vez que su majestad vuelve a casa victorioso. 2SM019031 Por su parte, Barzilay, el galaadita, bajó desde Roguelín y siguió hasta el Jordán para escoltar al rey en el río. 2SM019032 Barzilay era muy viejo, tenía ochenta años; había sido proveedor real mientras David residía en Los Castros, porque Barzilay era de muy buena posición. 2SM019033 El rey le dijo: Tú pasa conmigo, que yo voy a ser tu proveedor en Jerusalén. 2SM019034 Barzilay repuso: Pero ¿cuántos años tengo para subir con el rey hasta Jerusalén? 2SM019035 ¡Cumplo hoy ochenta años! Cuando tu servidor come o bebe, ya no distingue lo bueno de lo malo, no saborea lo que come o bebe ni tampoco si oye a los cantores o a las cantoras. ¿Para qué voy a ser una carga más de su majestad? 2SM019036 Pasaré un poco más allá acompañando al rey; no hace falta que el rey me lo pague. 2SM019037 Déjame volver a mi pueblo, y que al morir me entierren en la sepultura de mil padres. Aquí está mi hijo Quimeán: que vaya él, y lo tratas como te parezca bien. 2SM019038 Entonces dijo el rey: Que venga conmigo Quimeán, y yo lo trataré como te parezca bien. Y todo lo que quieras encomendarme, yo lo haré. 2SM019039 La gente pasó el Jordán. Lo pasó también el rey; luego abrazó a Barzilay, lo bendijo y Barzilay se volvió a su pueblo. 2SM019040 El rey siguió hasta Guilgal. Quimeán iba con él. Todo Judá y medio Israel acompañaban al rey. 2SM019041 Y los israelitas fueron al rey a decirle: ¿Por qué te han acaparado nuestros hermanos de Judá y han ayudado al rey, a su familia y a toda su gente a pasar el Jordán? 2SM019042 Pero todo Judá respondió a los de Israel: ¡Es que el rey es más pariente nuestro! ¿Por qué se molestan? Ni hemos comido nosotros a costa del rey ni hemos sacado provecho. 2SM019043 Los de Israel respondieron a los de Judá: ¡Nos tocan diez partes del rey, y además somos el primogénito! ¡No nos desprecien ! ¿No hemos sido los primeros en hacer volver al rey? Pero los de Judá les respondieron todavía más fuerte. 2SM020001 Estaba allí por casualidad un desalmado llamado Sebá, hijo de Bicrí, benjaminita, que tocó la trompa, y dijo: ¿Qué nos repartimos nosotros con David? ¡No heredamos juntos con el hijo de Jesé! ¡A tus tiendas, Israel! 2SM020002 Los israelitas, dejando a David, siguieron a Sebá-, hijo de Bicrí, mientras que los de Judá, desde el Jordán hasta Jerusalén, siguieron fieles al rey. 2SM020003 Cuando David llegó a su palacio de Jerusalén, encerró en el harén a las diez concubinas que había dejado al cuidado del palacio; las mantenía, pero no se acostó con ellas; quedaron como viudas de por vida. 2SM020004 Luego ordenó a Amasa: Moviliza a los hombres de Judá. Tienes tres días. Luego preséntate aquí. 2SM020005 Amasa marchó para reclutar a los de Judá, pero se retrasó del plazo señalado. 2SM020006 David dijo entonces a Abisay: Sebá, hijo de Bicrí, nos va a ser ahora más peligroso que Absalón, Vete con los soldados a perseguirlo; que no llegue a las plazas fuertes y se nos escape. 2SM020007 Salieron, pues, con Abisay, Joab, los quereteos, los pelteos y todos los campeones de David; salieron de Jerusalén en persecución de Sebá, hijo de Bicrí. 2SM020008 Cuando estaban junto a la piedra grande que hay en Gabaón, apareció Amasa. Joab llevaba sobre el uniforme un tahalí con la espada envainada, ceñida al muslo: la espada se le salió y cayó. 2SM020009 Joab saludó a Amasa: ¿Qué tal estás, amigo? Y mientras lo besaba, le agarró la barba con la mano derecha 2SM020010 (Amasa no se guardó de la espada que aún tenía Joab en la izquierda) y le clavó la espadaren la ingle, le salieron fuera los intestinos y, sin necesidad de otro golpe, Amasa murió. Joab y su hermano Abisay persiguieron a Sebá, hijo de Bicrí. 2SM020011 Uno de los soldados de Joab se colocó junto a Amasa y dijo: ¡Los de Joab y los de David, que sigan a Joab! 2SM020012 Amasa seguía bañado en su sangre, en medio del camino. Aquel hombre, viendo que todos los que llegaban junto al cadáver se paraban, retiró a Amasa del camino al campo y le echó encima un paño. 2SM020013 Cuando el cadáver quedó fuera del camino, todos siguieron a Joab en persecución de Sebá, hijo de Bicrí. 2SM020014 Sebá pasó por todas las tribus de Israel. Después se fue a Prado de Casa Maacá, y todo el clan de Bicrí se metió allí detrás de él. 2SM020015 Llegó Joab y cercó a Prado de Casa Maacá; levantó un terraplén contra la ciudad y los soldados de Joab comenzaron a socavar la muralla. 2SM020016 Una mujer hábil salió de la ciudad, se detuvo en la empalizada y gritó: ¡Oigan, oigan! Digan a Joab que se acerque, que tengo que hablar con él. 2SM020017 Joab se le acercó y ella preguntó: ¿Eres tú Joab? El dijo: Sí. Y ella entonces: Escucha las palabras de tu servidora. Joab respondió: Te escucho. 2SM020018 Y la mujer habló así: Solían decir antiguamente: 'Que pregunten en Prado, y asunto concluido'. 2SM020019 Somos israelitas cabales. Tú intentas destruir una capital de Israel. ¿Por qué quieres aniquilar la heredad del Señor? 2SM020020 Joab respondió: ¡Líbreme, líbreme Dios de aniquilar y destruir! 2SM020021 No se trata de eso, sino que uno de la serranía de Efraín, llamado Sebá, hijo de Bicrí, se ha sublevado contra el rey David. Entréguennoslo a él solo y me alejaré de la ciudad. La mujer dijo entonces a Joab: Ahora te echamos su cabeza por la muralla. 2SM020022 Con su ingenio convenció a la gente. Decapitaron a Sebá, hijo de Bicrí, y le tiraron a Joab la cabeza. Joab tocó la trompa, y dejando el asedio, marcharon cada cual a su casa. Joab volvió a Jerusalén, al palacio real. 2SM020023 Joab era general en jefe del ejército; Benayas, hijo de Yehoyadá, mandaba a los quereteos y pelteos; 2SM020024 Adoran estaba encargado de las brigadas de trabajadores; Josafat, hijo de Ajilud, heraldo; 2SM020025 Sisa, cronista, y Sadoc y Abiatar, sacerdotes. 2SM020026 También Irá, el de Yaír, era capellán real. 2SM021001 En el reinado de David hubo hambre durante tres años consecutivos, y David consultó al Señor. El Señor respondió: Saúl y su familia están todavía manchados de sangre por haber matado a los gabaonitas. 2SM021002 Los gabaonitas no pertenecían a Israel, sino que eran un resto de los amorreos; los israelitas habían hecho un pacto con ellos, pero Saúl, en su celo por Israel y Judá, intentó exterminarlos. 2SM021003 El rey David los convocó y les dijo: ¿Qué puedo hacer por ustedes y cómo puedo indemnizarlos, de modo que bendigan la heredad del Señor? 2SM021004 Los gabaonitas contestaron: Nosotros no queremos plata ni oro de Saúl y su familia, ni queremos que muera nadie de Israel. David les dijo: Haré lo que me pidan. 2SM021005 Entonces dijeron: Un hombre quiso exterminarnos, y pensó destruirnos y expulsarnos del territorio de Israel. 2SM021006 Que nos entreguen siete de sus hijos varones, y los colgaremos en honor del Señor, en Gabaón, en la montaña del Señor. David respondió: Yo se los entregaré. 2SM021007 Perdonó la vida de Meribaal, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, por el pacto sagrado que unía a David y Jonatán; 2SM021008 pero a Armoní y Meribaal, los dos hijos de Saúl y Rispa, hija de Aya, y a los cinco hijos de Adriel, hijo de Barzilay, el de Bailen, y de Merab, hija de Saúl, 2SM021009 se los entregó a los gabaonitas, que los colgaron en el monte, ante el Señor. Murieron los siete a la vez; fueron ajusticiados durante la siega, al comienzo de la siega de la cebada. 2SM021010 Rispa, hija de Aya, tomó un saco, lo extendió sobre la peña y desde el comienzo de la siega hasta que llegaron las lluvias estuvo allí espantando día y noche a las aves y a las fieras. 2SM021011 Cuando le contaron a David lo que hacía Rispa, hija de Aya, concubina de Saúl, 2SM021012 fue a pedir a los de Yabés de Galaad los huesos de Saúl y de su hijo Jonatán (los habían recogido a escondidas en la plaza de Beisán, donde los colgaron los filisteos después de la derrota de Saúl en Gelboé), 2SM021013 trajo de allí los huesos de Saúl y los de su hijo Jonatán y los juntaron con los huesos de los ajusticiados. 2SM021014 Los enterraron todos en el territorio de Benjamín, en Selá, en la sepultura de Quis. Hicieron todo lo que mandó el rey y Dios se aplacó con el país. 2SM021015 Estalló de nuevo la guerra entre los filisteos e Israel. David bajó con sus oficiales, acamparon en Gob y dieron batalla a los filisteos. 2SM021016 Se adelantó uno de la raza de los gigantes, con una lanza de bronce de tres kilos y una espada nueva, diciendo que iba a matar a David. 2SM021017 Pero Abisay, hijo de Seruyá, defendió a David, hirió al filisteo y lo mató. Entonces los de David le exigieron: ¡Por Dios, no salgas más con nosotros a la batalla, para que no apaguen la lámpara de Israel! 2SM021018 Después se reanudó en Gob la batalla contra los filisteos. Sibcay, el husita, hirió a Asaf, uno de la raza de los gigantes. 2SM021019 Después se reanudó en Gob la batalla contra los filisteos, y Eljanán, hijo de Yaír, el de Belén, mató a Goliat, el de Gat, que llevaba una lanza larga como percha de tejedor. 2SM021020 Después se reanudó la batalla en Gat. Había un gigantón con seis dedos en manos y pies, veinticuatro en total, que también era de la raza de los gigantes; 2SM021021 desafió a Israel, pero Jonatán, hijo de Sama, hermano de David, lo mató. 2SM021022 Esos cuatro hombres de la raza de los gigantes eran de Gat, y cayeron a manos de David y sus oficiales. 2SM022001 Cuando el Señor lo libró de sus enemigos y de Saúl, David entonó este canto: 2SM022002 Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. 2SM022003 Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte, mi refugio, que me salvas de los violentos. 2SM022004 Invoco al Señor de mi alabanza y quedo libre de mis enemigos. 2SM022005 Cuando me cercaban olas mortales, torrentes destructores me aterraban, 2SM022006 me envolvían los lazos del Abismo, me alcanzaban los lazos de la muerte, 2SM022007 en el peligro invoqué al Señor, invoqué a mi Dios: Desde su templo él escuchó mi voz, mi grito llegó a sus oídos. 2SM022008 Tembló y retembló la tierra, vacilaron los cimientos del cielo, sacudidos por su cólera. 2SM022009 De su nariz se alzaba una humareda, de su boca un fuego voraz, y lanzaba ascuas al rojo. 2SM022010 Inclinó el cielo y descendió con nubarrones bajo los pies; 2SM022011 volaba a caballo de un querubín, se cernía sobre las alas del viento, 2SM022012 envuelto en un toldo de oscuridad, denso aguacero y nubes espesas; 2SM022013 al fulgor de su presencia se encendían centellas; 2SM022014 el Señor retumbaba desde el cielo, el Soberano hacía oír su voz. 2SM022015 Disparando sus saetas los dispersaba, su relámpago los enloquecía. 2SM022016 Apareció el fondo del mar y se vieron los cimientos del orbe, al bramido del Señor, con su nariz resoplando de cólera. 2SM022017 Desde el cielo alargó la mano y me agarró, para sacarme de las aguas caudalosas, 2SM022018 me libró de un enemigo poderoso, de adversarios más fuertes que yo. 2SM022019 Me hacían frente el día funesto, pero el Señor fue mi apoyo: 2SM022020 me sacó a un lugar espacioso, me libró porque me amaba. 2SM022021 El Señor me pagó mi rectitud, retribuyó la pureza de mis manos, 2SM022022 porque seguí los caminos del Señor, y no me rebelé contra mi Dios; 2SM022023 porque tuve presentes sus mandatos, y no me aparté de sus preceptos; 2SM022024 estuve enteramente de su parte, guardándome de toda culpa; 2SM022025 el Señor retribuyó mi rectitud, mi pureza en su presencia. 2SM022026 Con el leal tú eres leal, con el íntegro tú eres íntegro, 2SM022027 con el sincero tú eres sincero, con el taimado tú eres sagaz. 2SM022028 Tú salvas al pueblo afligido, tu mirada humilla a los soberbios. 2SM022029 Señor, tú eres mi lámpara; Señor, tú alumbras mis tinieblas. 2SM022030 Fiado en ti me meto en la refriega, fiado en mi Dios asalto la muralla. 2SM022031 El Dios de conducta perfecta, el Señor de promesa acendrada, es escudo para los que a él se acogen. 2SM022032 ¿Quién es Dios fuera del Señor? ¿Qué roca hay fuera de nuestro Dios? 2SM022033 Dios es mi fuerte refugio, me enseña un camino perfecto; 2SM022034 él me da pies de ciervo y me coloca en las alturas; 2SM022035 él adiestra mis manos para la guerra y mis brazos para tensar la ballesta. 2SM022036 Me prestaste el escudo de tus victorias, multiplicaste tus cuidados conmigo. 2SM022037 Ensanchaste el camino ante mis pasos, y no flaquearon mis tobillos. 2SM022038 Perseguiré al enemigo hasta extirparlo, y no volveré sin haberlo aniquilado. 2SM022039 Los destruiré, los derrotaré, no podrán rehacerse: ¡cayeron bajo mis pies! 2SM022040 Me ceñiste de valor para la lucha. Doblegaste a los que se me resistían; 2SM022041 hiciste volver la espalda a mis enemigos, reduje al silencio a mis adversarios. 2SM022042 Pedían auxilio, nadie los salvaba; gritaban al Señor, no les respondía. 2SM022043 Los reduje a polvo de la tierra, los desmenucé como barro de la calle. 2SM022044 Me libraste de las contiendas de mi pueblo, me reservaste para cabeza de naciones. Un pueblo extraño fue mi vasallo, 2SM022045 los extranjeros me adulaban, me escuchaban y me obedecían. 2SM022046 Los extranjeros ¡laqueaban y salían temblando de sus baluartes. 2SM022047 ¡Viva el Señor, bendita sea mi Roca! Sea ensalzado mi Dios, Roca salvadora: 2SM022048 el Dios que me dio el desquite y me sometió los pueblos; 2SM022049 que me sacó de entre los enemigos, me levantó sobre los que me resistían, y me salvó del hombre cruel. 2SM022050 Por eso te daré gracias en medio de las naciones, y tañeré, Señor, en tu honor: 2SM022051 Tú diste gran victoria a tu rey, fuiste leal con tu ungido, con David y su linaje por siempre. 2SM023001 Oráculo de David, hijo de Jesé, oráculo del hombre enaltecido, ungido del Dios de Jacob, favorito de los cantores de Israel. 2SM023002 El espíritu del Señor habla por mí, su palabra está en mi lengua. 2SM023003 Me dijo el Dios de Jacob, me habló la Roca de Israel: 'El que gobierna a los hombres con justicia, el que gobierna respetando a Dios, 2SM023004 es como la luz del alba al salir el sol, mañana sin nubes tras la lluvia, que hace brillar la hierba del suelo'. 2SM023005 Mi casa está firme junto a Dios, que me dio un pacto eterno, bien formulado y mantenido. ¡El hará prosperar mis deseos de salvación! 2SM023006 Pero los malvados serán como cardos, que se tiran y nadie recoge; 2SM023007 nadie se acerca a ellos sino con el hierro y leño de la lanza y con fuego que los abrase. 2SM023008 Nombres de los campeones de David': Isbaal, el jaquemonita, primero de la terna, que blandió el hacha y mató a ochocientos en una sola acometida. 2SM023009 Segundo, Eleazar, hijo de Didías, el ajojita. Estuvo con David en Fesdamín, cuando los filisteos se concentraron allí para el combate; los israelitas se retiraban, 2SM023010 pero él estuvo matando filisteos hasta que se le rindió el brazo y la mano se le pegó a la espada. El Señor dio a Israel aquel día una gran victoria; detrás de él el ejército se volvió para saquear. Tercero, Sama, hijo de Ajé, el ararita. Los filisteos se concentraron en La Quijada, donde había una tierra toda sembrada de lentejas; el ejército huyó ante los filisteos, 2SM023011 pero Sama se plantó en medio de la tierra y la recuperó; mató a los filisteos, y el Señor concedió una gran victoria. 2SM023012 Estas fueron las hazañas de los tres campeones. 2SM023013 Tres de los treinta fueron a David, al comienzo de la siega, al refugio de Adulan, cuando una banda de filisteos acampaba en Valrefaín. 2SM023014 David estaba entonces en el refugio y la guarnición filistea estaba en Belén. 2SM023015 David sintió sed y exclamó: ¡Quién me diera agua, la del pozo junto a la puerta de Belén! 2SM023016 Los tres campeones irrumpieron en el campamento filisteo, sacaron agua del pozo, junto a la puerta de Belén, y se la llevaron a David. 2SM023017 Pero David no quiso bebería, sino que la derramó como obsequio al Señor, diciendo: iLíbreme Dios! ¡Sería beber la sangre de estos hombres, que han ido allá exponiendo la vida! Y no quiso bebería. 2SM023018 Abisay, hermano de Joab, hijo de Seruyá, era jefe de los treinta. Blandiendo su lanza mató a trescientos, ganando renombre entre los treinta; 2SM023019 destacó entre ellos; fue su jefe, pero no les llegó a los tres. 2SM023020 Benayas, hijo de Yehoyadá, natural de Cabseel, era un tipo aguerrido, pródigo en hazañas. Mató a los dos moabitas, hijos de Ariel, y bajó a matar al león en la cisterna el día de la nieve. 2SM023021 Mató también a un egipcio de gran estatura, que empuñaba una lanza: Benayas fue hacia él con un palo, le arrebató la lanza y con ella lo mató. 2SM023022 Esa fue la hazaña de Benayas, hijo de Yehoyadá, con la cual ganó renombre entre los treinta campeones. 2SM023023 Destacó entre ellos, pero no les llegó a los tres. David lo puso al frente de su escolta personal. 2SM023024 Asael, hermano de Joab, era de los treinta. Pertenecían al grupo de los treinta: Eljanán, hijo de Dodó, de Belén; 2SM023025 Sama, el de Jarod; Elicá, el de Jarod; 2SM023026 Jeles, el pelteo; Irá, hijo de Iqués, de Tecua; 2SM023027 Abiézer, de Anatot; Sibecay, el husita; 2SM023028 Salmón, el ajojita; Mahray, de Netof; 2SM023029 Jéleb, hijo de Baná, de Netof; Itay, hijo de Ribay, de Loma de Benjamín; 2SM023030 Benayas, de Piratón; Hiday, de Río Gaas; 2SM023031 Abialbón, de Araba; Azmaut, de Bajurín; 2SM023032 Elyajbá, el saalbonita; Yasán; Jonatán, 2SM023033 hijo de Sama, el ararita; Ajián, hijo de Sarar, el ararita; 2SM023034 Elifélet, hijo de Ajasbay, de Maacá; Elián, hijo de Ajitófel, guilonita; 2SM023035 Jesray, de La Vega; Paray, de Arab; 2SM023036 Yigal, hijo de Natán, de Soba; Baní, el gadita; 2SM023037 Sélec, el amonita; Najeray, de Pozos, escudero de Joab, hijo de Seruyá; 2SM023038 Irá, de Yatir; Gareb, de Yatir; 2SM023039 Urías, el hitita. Total, treinta y siete. 2SM024001 El Señor volvió a encolerizarse contra Israel e instigó a David contra ellos: Anda, haz el censo de Israel y Judá. 2SM024002 El rey ordenó a Joab y a los jefes del ejército que estaban con él: Vayan por todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Berseba, a hacer el censo de la población, para que yo sepa cuánta gente tengo. 2SM024003 Joab le respondió: ¡Que el Señor, tu Dios, multiplique por cien la población y que tú, oh rey, lo veas con tus propios ojos! Pero ¿qué pretendes con este censo? 2SM024004 La orden del rey se impuso al parecer de Joab y de los jefes del ejército, y salieron de palacio para hacer el censo de la población israelita. 2SM024005 Pasaron el Jordán y empezaron por Aroer y por la población que hay en medio de la vaguada, hacia Gad y hasta Yazer. 2SM024006 Llegaron a Gatead y al territorio hitita, a Cades. Llegaron a Dan y de allí rodearon hacia Sidón. 2SM024007 Llegaron a la fortaleza de Tiro y todas las poblaciones de los heveos y cananeos; luego salieron al sur de Judá, hacia Berseba. 2SM024008 Así recorrieron todo el territorio, y al cabo de nueve meses y veinte días volvieron a Jerusalén. 2SM024009 Joab entregó al rey los resultados del censo: en Israel había ochocientos mil hombres aptos para el servicio militar, y en Judá, quinientos mil. 2SM024010 Pero después de haber hecho el censo del pueblo, a David le remordió la conciencia y dijo al Señor: He cometido un grave error. Ahora, Señor, perdona la culpa de tu siervo, porque he hecho una locura. 2SM024011 Antes de que David se levantara por la mañana, el profeta Gad, vidente de David, recibió la palabra del Señor: 2SM024012 Vete a decir a David: 'Así dice el Señor: Te propongo tres castigos; elige uno y yo lo ejecutaré'. 2SM024013 Gad se presentó a David y le notificó: ¿Qué castigo escoges? Tres años de hambre en tu territorio, tres meses huyendo perseguido por tu enemigo o tres días de peste en tu territorio. ¿Qué le respondo al Señor, que me ha enviado? 2SM024014 David contestó: ¡Estoy en un gran apuro! Mejor es caer en manos de Dios, que es compasivo, que caer en manos de hombres. 2SM024015 El Señor mandó entonces la peste a Israel, desde la mañana hasta el tiempo señalado. Y desde Dan hasta Berseba murieron setenta mil hombres del pueblo. 2SM024016 El ángel extendió su mano hacia Jerusalén para asolarla. 2SM024017 Entonces David, al ver al ángel que estaba hiriendo a la población, dijo al Señor: ¡Soy yo el que ha pecado! ¡Soy yo el culpable! ¿Qué han hecho estas ovejas? Carga la mano sobre mí y sobre mi familia. El Señor se arrepintió del castigo, y dijo al ángel, que estaba asolando ala población: ¡Basta! ¡Detén tu mano! El ángel del Señor estaba junto a la era de Arauná, el jebuseo. 2SM024018 Y Gad fue aquel día a decir a David: Vete a edificar un altar al Señor en la era de Arauná, el jebuseo. 2SM024019 Fue David, según la orden del Señor que le había comunicado Gad, 2SM024020 y cuando Arauná se asomó y vio acercarse al rey con toda su corte, salió a postrarse ante él, rostro en tierra. 2SM024021 Y dijo: ¿Por qué viene a mí su majestad? David respondió: Vengo a comprarte la era para construir un altar al Señor y que cese la mortandad en el pueblo. 2SM024022 Arauná le dijo: Tómela su majestad, y ofrezca en sacrificio lo que le parezca. Ahí están los bueyes para el holocausto y los trillos y los yugos para leña. 2SM024023 Tu servidor se lo entrega todo al rey. Y añadió: ¡El Señor, tu Dios, acepte tu sacrificio ! 2SM024024 Pero el rey le dijo: No, no. Te la compraré pagándola al contado. No voy a ofrecer al Señor, mi Dios, víctimas que no me cuestan. Así, compró David la era y los bueyes de Arauná por medio kilo de plata. 2SM024025 Construyó allí un altar al Señor, ofreció holocaustos y sacrificios de comunión, el Señor se aplacó con el país y cesó la mortandad en Israel.
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