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BAR001001 Estas son las palabras del libro de Baruc, hijo de Nerías, descendiente de Maasías, de Sedecías, de Sedeí, de Helcías. BAR001002 Lo escribió en Babilonia el año quinto, el día siete del mes, desde que los caldeos se apoderaron de Jerusalén y la incendiaron. BAR001003 Baruc leyó las palabras de este libro en presencia de Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y delante de todo el pueblo que acudía a oírlas. BAR001004 Estaban todos los personajes de la familia real, los ancianos y el pueblo, desde el más pequeño hasta el más grande, cuantos habitaban en Babilonia junto al río Sud. BAR001005 Entonces lloraron, ayunaron y rezaron BAR001006 e hicieron una colecta de dinero, de acuerdo a las posibilidades de cada uno. BAR001007 Enviaron a Baruc a Jerusalén, hacia Joaquím, hijo de Helcías, hijo de Salón, sacerdote, a los sacerdotes y a todo el pueblo que se hallaba con él en Jerusalén. BAR001008 Antes de partir, el día diez del mes de Siván, había tomado los vasos del Templo del Señor que habían sido robados, para devolverlos a la tierra de Judá. Eran los vasos de plata que había hecho Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá, BAR001009 cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, aprisionó a Jeconías y a los príncipes, a todos los ricos y al pueblo y los llevó de Jerusalén a Babilonia. BAR001010 Y les dijeron: “Les mandamos dinero para que compren holocaustos y ofrendas por el pecado e incienso, y para que ofrezcan sacrificios en el altar del Señor nuestro Dios, BAR001011 rueguen por la vida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y por la vida de Baltasar, su hijo, para que en todo tengan éxito. Así el Señor nos concederá a nosotros fortaleza y salud, BAR001012 viviremos bajo la protección de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y de su hijo Baltasar, los serviremos por largo tiempo y nos tratarán bien. BAR001013 Rueguen también por nosotros al Señor, nuestro Dios, porque lo hemos ofendido y hasta el día de hoy el enojo y la cólera del Señor no se han apartado de nosotros. BAR001014 Finalmente, lean este libro que les mandamos para que sea leído en el Templo del Señor en día de fiesta y en los días que conviene. BAR001015 Dirán: Que todos reconozcan la justicia del Señor, nuestro Dios. En cambio, a nosotros nos corresponde la vergüenza y también a los habitantes de Judá y de Jerusalén, BAR001016 a nuestros reyes y nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, nuestros profetas y nuestros padres, BAR001017 porque hemos pecado delante del Señor. BAR001018 Le hemos desobedecido, no hemos escuchado su voz ni hemos caminado de acuerdo con las órdenes que el Señor nos puso delante. BAR001019 Desde el día en que el Señor sacó a nuestros padres de Egipto hasta hoy, hemos sido desobedientes con él y nos hemos rebelado en vez de escuchar su voz. BAR001020 Por eso nos sobrevinieron calamidades y la maldición que el Señor dijo a su siervo Moisés el día que sacó a nuestros padres de Egipto para darnos una tierra que destila leche y miel. Vivimos entre desgracias hasta el día de hoy. BAR001021 No escuchamos la voz del Señor, según lo que decían los profetas que nos envió; BAR001022 y todos nos fuimos, según las inclinaciones de nuestro perverso corazón, a servir a otros dioses y a hacer lo que desagrada al Señor. BAR002001 Por eso el Señor cumplió la palabra que había pronunciado en contra nuestra, contra nuestros gobernantes que gobernaron a Israel, contra nuestros reyes y nuestros jefes, tanto en Israel como en Judá. BAR002002 Bajo la inmensidad del cielo jamás se produjo nada semejante a lo que él hizo en Jerusalén, de acuerdo a lo que está escrito en la Ley de Moisés: BAR002003 llegamos a comer la carne de nuestros hijos e hijas. BAR002004 Además nos sometió al poder de todas las naciones que nos rodean, para que fuéramos maldecidos y humillados entre los pueblos de los alrededores en que el Señor nos dispersó. BAR002005 Fuimos sometidos en vez de dominar, porque habíamos ofendido al Señor, al no escuchar su voz. BAR002006 Que todos reconozcan la justicia del Señor, pero nosotros hoy y nuestros padres no merecemos sino vergüenza. Todas estas calamidades que nos han sobrevenido, BAR002007 el Señor las había pronunciado en contra nuestra. BAR002008 No hemos suplicado al Señor para que nos hiciera volver de nuestros perversos pensamientos. BAR002009 Entonces el Señor mandó estas calamidades sobre nosotros, porque es justo en todo lo que nos manda hacer, BAR002010 y nosotros no escuchamos su voz, que nos mandaba caminar según sus órdenes. BAR002011 Y ahora, Señor, Dios de Israel, tú que sacaste a tu pueblo de Egipto con firme mano, con señales y milagros, con gran poderío y brazo fuerte, haciendo así famoso tu Nombre hasta el día de hoy, BAR002012 hemos pecado, hemos sido impios e injustos, Señor, descuidando todos tus mandamientos. BAR002013 Que tu cólera se aparte de nosotros, puesto que quedamos poquísimos entre las naciones en que nos dispersaste. BAR002014 Señor, escucha nuestra oración y nuestra súplica, líbranos por tu honor y concédenos el favor de los que nos desterraron. BAR002015 Que la tierra entera sepa que tú eres el Señor, Dios nuestro, ya que Israel y su raza lleva tu Nombre. BAR002016 Señor, mira desde tu santa Morada y piensa en nosotros, inclina tu oído y escucha. BAR002017 Señor, abre los ojos y considera: no son los muertos que yacen en el sepulcro, los que celebrarán tu justicia y tu gloria después que se les arrebató el aliento del pecho; BAR002018 más bien te celebrará el alma llena de aflicción del que camina inclinado y sin fuerzas, con los ojos desfallecidos y el alma hambrienta. Esos reconocerán tu gloria y justicia, Señor. BAR002019 Nosotros no nos apoyamos en los méritos de nuestros padres y de nuestros reyes para depositar nuestra súplica en tu presencia, Señor Dios. BAR002020 Porque tú mandaste sobre nosotros tu cólera y tu furor, como lo habías declarado por el ministerio de tus servidores los profetas, en estos términos: BAR002021 Así habla el Señor: “Sométanse y sirvan al rey de Babilonia; entonces permanecerán en el país que di a sus padres. BAR002022 Pero si ustedes no escuchan la invitación del Señor de servir al rey de Babilonia, BAR002023 haré cesar en las ciudades de Judá y en Jerusalén el canto de gozo y de alegría, el canto del esposo y de la esposa, y todo el país llegará a ser una desolación, sin habitantes.” BAR002024 Pero nosotros no escuchamos tu invitación de servir al rey de Babilonia; entonces tú cumpliste las palabras que habías pronunciado por ministerio de tus siervos los profetas: los huesos de nuestros reyes y los de nuestros padres serían sacados de su lugar. BAR002025 Y fueron expuestos al calor del día y al frío de la noche, después que murieron en medio de terribles miserias: hambre, espada y peste. BAR002026 Y de esta casa que lleva tu Nombre tú hiciste lo que hoy vemos, a causa de la maldad de la gente de Israel y de la gente de Judá. BAR002027 Sin embargo, Señor, has obrado con nosotros según toda tu indulgencia y tu inmensa ternura, BAR002028 como lo habías declarado por ministerio de tu servidor Moisés el día en que tú le mandaste que escribiera la Ley en presencia de los hijos de Israel, en estos términos: BAR002029 “Si no escuchan mi voz, con toda seguridad esta inmensa y ruidosa muchedumbre será reducida a un pequeño número entre las naciones donde los dispersaré, BAR002030 porque sé que no me escucharán; es un pueblo de cabeza dura. Pero el país de su destierro entrarán sí mismos BAR002031 y conocerán que yo soy el Señor su Dios. Les daré un corazón y unos oídos que escuchen BAR002032 y me alabarán el país de su destierro y se acordarán de mi nombre; BAR002033 se arrepentirán de su cabeza dura y de sus malas acciones, recordando la suerte de sus padres, que pecaron delante del Señor. BAR002034 Entonces los devolveré al país que con juramento prometí a sus padres, Abraham, Isaac y Jacob, y lo poseerán; BAR002035 ahí los multiplicaré y ya no serán disminuidos; BAR002036 con ellos estableceré una alianza eterna, seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Yo no arrojaré más a mi pueblo Israel del país que les di. BAR003001 Señor todopoderoso, Dios de Israel, un alma angustiada, un espíritu turbado es quien te clama. BAR003002 Señor, escucha y apiádate, porque hemos pecado contra ti. BAR003003 Tú reinas para siempre, y nosotros perecemos para siempre, Señor todopoderoso. BAR003004 Dios de Israel, escucha, pues, la súplica de los muertos de Israel. Somos los hijos de los que pecaron en contra de ti y no escucharon la voz del Señor, su Dios; de ahí las calamidades que se nos han apegado. BAR003005 No te acuerdes de las injusticias de nuestros padres, sino acuérdate en esta hora de tu poder y de tu Nombre. BAR003006 Sí, tú eres el Señor, nuestro Dios, y nosotros queremos alabarte, Señor. BAR003007 Por eso pusiste en nuestros corazones tu temor para que invoquemos tu Nombre. Queremos alabarte en nuestro destierro, ya que hemos alejado de nuestro corazón toda la malicia de nuestros padres que pecaron delante de ti. BAR003008 Aquí estamos, todavía hoy, en este destierro en que nos dispersaste para ser despreciados, maldecidos y condenados, después de todas las faltas de nuestros padres que se alejaron del Señor Dios nuestro. BAR003009 Escucha, Israel, los mandatos de la vida, pon para que puedas discernir. BAR003010 Israel, ¿por qué te encuentras en tierra de enemigos? y en un país extraño BAR003011 donde te manchas con hombres impuros, y cuentan entre los que van al abismo? BAR003012 Es que dejaste la fuente de la sabiduría. BAR003013 Si hubieras seguido el camino de Dios, sería paz tu morada para siempre. BAR003014 Aprende dónde está la prudencia, la y la inteligencia, para dónde están vida y largos días, tiempos y paz. BAR003015 ¿Quién ubicará la sabiduría y a la bodega de sus tesoros? BAR003016 ¿Dónde están ahora los soberanos que hasta las bestias del campo BAR003017 y jugaban con las aves del cielo, los acumulaban plata y oro, que en ellos y nunca se cansaban de acumularlos? BAR003018 Por muchos que fueran sus tesoros y grandes sus obras, BAR003019 desaparecieron, bajaron al lugar de los muertos y tomaron sus puestos. BAR003020 Una nueva generación goza la luz del día y ocupa la tierra, BAR003021 pero no conocen los caminos de la ciencia ni se preocupan por ella. Sus hijos tampoco han dado con ella, ni han logrado alcanzarla. BAR003022 De ella no se oyó en Canaán ni vista en Temán. BAR003023 No la encontraron los árabes inquietos, los de Madián y Temán, los de fábulas ni los filósofos; no el camino de la sabiduría ni sus senderos. BAR003024 ¡Oh Israel, qué grande es la casa de Dios y lugar de su dominio! BAR003025 Alto y ancho, no tiene límites ni medidas. BAR003026 Allí nacieron los antiguos y famosos gigantes, fuertes entendidos en el arte de la guerra, BAR003027 pero Dios no los eligió ni enseñó el camino de la sabiduría. BAR003028 Murieron por carecer de prudencia, perecieron por su locura. BAR003029 ¿Quién fue al cielo y la trajo? ¿Quién bajó desde las nubes? BAR003030 ¿Quién atravesó el mar y la encontró? ¿Quién comprará a precio de oro? BAR003031 No hay quien conozca su camino, nadie sus senderos. BAR003032 La conoce el que todo lo sabe, la con su inteligencia el arregló la tierra para siempre, y llenó de animales. BAR003033 El que envía la luz, y la luz llega, el la llama y vuelve temblorosa: BAR003034 brillan los astros en su puesto de guardia llenos alegría. BAR003035 Los llama él y responden: ¡Aquí estamos! y alegres a su Creador. BAR003036 Este es nuestro Dios, ningún se puede comparar a él. BAR003037 Recorrió todos los caminos de la ciencia, y la dio a su servidor Jacob, a hijos de Israel, sus predilectos. BAR003038 Después apareció la sabiduría en la tierra BAR004001 y vino a convivir con los hombres. Ella es el libro de mandamientos, y Ley de Dios que permanece para siempre. Todos los que la conservan alcanzarán la vida; pero los que la abandonan, morirán. BAR004002 Vuelve, Jacob, y abrázala, camina la claridad de su luz, nación privilegiada. BAR004003 No cambies por la de otro pueblo la que sólo tú tienes. BAR004004 ¡Felices somos, Israel, pues nosotros lo que gusta al Señor! BAR004005 Valor, pueblo mío, tú que conservas el nombre de Israel. BAR004006 Fuiste vendido a las naciones, pero no para tu destrucción. Por haber provocado la cólera de Dios fuiste entregado a tus enemigos. BAR004007 porque irritaste a tu Creador ofreciendo sacrificios a los demonios y no a Dios. BAR004008 olvidaste al Dios eterno que te crió, llenaste de tristeza también a Jerusalén, tu nodriza. BAR004009 La ciudad santa vio caer la cólera de Dios sobre ustedes, y dijo: Ciudades vecinas de Sión, escuchen, Dios me ha mandado un gran dolor. BAR004010 He visto el cautiverio de mis hijos y de mis hijas, a que los llevó el Eterno. BAR004011 Yo los había criado con gozo; con llanto y tristeza los vi partir. BAR004012 Que nadie goce en verme viuda y abandonada por tantos; sufrí la soledad por los pecados de mis hijos, porque se apartaron de la Ley de Dios. BAR004013 Desconocieron sus preceptos, no caminaron por los caminos de sus mandamientos, ni han seguido los senderos de disciplina de su verdad. BAR004014 Vengan las ciudades vecinas de Sión y recuerden el cautiverio de mis hijos e hijas a que el Eterno los llevó. BAR004015 Porque él hizo venir contra ellos una nación lejana, prepotente, de lengua desconocida. BAR004016 No respetaron al anciano ni tuvieron piedad de los niños; se llevaron al hijo único de la viuda, le quitaron sus hijas y la dejaron sola. BAR004017 Y ahora, hijos míos, ¿cómo puedo ayudarlos? BAR004018 El que les mandó estas calamidades los arrancará de manos de sus enemigos. BAR004019 Vamos, hijos míos, sigan su camino. Yo me quedo abandonada y solitaria. BAR004020 Me saqué el manto de paz y me vestí del saco de penitencia; quiero clamar hacia el Eterno mientras viva. BAR004021 Valor, hijos míos, clamé hacia Dios; él los librará de la violencia de sus enemigos. BAR004022 Sí, yo esperaba que el Eterno les vendría a salvar y el Santo me ha consolado; me alegro por la misericordia que pronto les mostrará. BAR004023 Porque con lágrimas y duelo los vi partir, pero Dios me los devolverá, tendré gozo y alegría para siempre. BAR004024 Y así como sus vecinos los han visto cautivos, así pronto verán la salvación que llega de parte de Dios cuando se manifieste la gloria inmensa y el esplendor del Eterno. BAR004025 Hijos míos, soporten con paciencia el castigo que Dios les ha mandado. Tu enemigo te ha perseguido, pero pronto verás su ruina y pondrás tu pie sobre su cuello. BAR004026 Mis hijos predilectos caminaron por difíciles senderos, arrebatados como un rebaño robado por el enemigo. BAR004027 Valor, hijos míos, clamen a Dios; él, que los desterró, se acordará de ustedes. BAR004028 Así como ustedes se alejaron de Dios, vuelvan ahora a él y búsquenlo con redoblado amor. BAR004029 Pues él, que les envió estas calamidades, les traerá la salvación y la dicha perpetua. BAR004030 Jerusalén, ten valor. El que te dio tu nombre te consolará. BAR004031 ¡Malditos sean los que te maltrataron y se alegraron de tu caída! BAR004032 ¡Malditas sean las ciudades en que tus hijos fueron esclavos! Maldición a la ciudad que los cautivó BAR004033 y se alegró de tu caída y estuvo feliz con tu ruina, porque se verá afligida a su vez y destruida. BAR004034 Yo le quitaré su alegría de ciudad muy populosa, su orgullo se cambiará en duelo. BAR004035 Por largos días caerá fuego sobre ella de parte del Eterno, será por mucho tiempo morada de demonios. BAR004036 Jerusalén, mira al oriente y contempla la alegría que te viene de Dios. BAR004037 Vuelven, están aquí los hijos que viste partir; vuelven reunidos de oriente y occidente a la voz del Santo, gozosos de la gloria de Dios. BAR005001 Jerusalén, quítate tu vestido de duelo y desdicha y vístete para siempre con el esplendor de la gloria de Dios. BAR005002 Reviste cual un manto la justicia de Dios, ponte como corona la gloria del Eterno; BAR005003 porque Dios mostrará tu grandeza a todo lo que hay bajo el cielo. BAR005004 Dios te llamará para siempre: “Paz en la justicia y gloria en el temor de Dios.” BAR005005 Levántante, Jerusalén, ponte en lo alto, mira al oriente y ve a tus hijos reunidos del oriente al poniente por la voz del Santo, felices porque Dios se acordó de ellos. BAR005006 Salieron a pie escoltados por los enemigos, pero Dios te los devuelve, traídos con gloria, como hijos de rey. BAR005007 Porque Dios ha ordenado que todo cerro elevado y toda cuesta interminable sean rebajados, y rellenados los valles hasta aplanar la tierra, para que Israel camine seguro bajo la gloria de Dios. BAR005008 Hasta los bosques y todo árbol oloroso les darán sombra por orden de Dios. BAR005009 Porque él guiará a Israel en la alegría y a la luz de su gloria, escoltándolos con su misericordia y justicia.” BAR006001 “Por los pecados que han cometido en la presencia de Dios, serán llevados cautivos a Babilonia por Nabucodonosor, rey de los babilonios. BAR006002 Llegados, pues, a Babilonia, estarán allí muchísimos años y por muy largo tiempo, hasta siete generaciones, después cual los sacaré de allí en paz. BAR006003 Ahora bien, ustedes verán en Babilonia dioses de oro, de plata, de piedra y de madera, llevados a hombros, que causan un temor respetuoso a las gentes. BAR006004 Guárdense, pues, ustedes de imitar lo que hacen los extranjeros, de modo que vengan a temerlos. BAR006005 Cuando vean, pues, detrás y delante de ellos la turba que los adora, digan allá en su corazón: ¡Oh Señor, sólo a ti se debe adorar! BAR006006 Porque mi ángel está con ustedes y yo mismo tendré cuidado de sus almas. BAR006007 Puesto que la lengua de los ídolos fue pulida por el artífice, son un mero engaño, e incapaces de poder hablar aunque estén dorados y plateados. BAR006008 Y al modo que se hace un adorno para una muchacha que gusta engalanarse, así, echando mano del oro, los adornan con esmero. BAR006009 A la verdad, los dioses de ellos tienen puestas en la cabeza coronas de oro; oro que, después, juntamente con la plata, les arrebatan los sacerdotes a fin de gastarlo para sí mismos BAR006010 y aún lo hacen servir para engalanar a los prostitutas de su casa. Visten a estos dioses como a hombres, aunque son de oro, plata y madera, BAR006011 pero estos dioses no saben librarse del orín ni de la polilla. BAR006012 Y después que los han revestido de púrpura, les limpian el rostro con motivo del muchísimo polvo que hay en sus templos. BAR006013 Tiene también el ídolo un cetro en la mano, como lo tiene el que gobierna el país; mas él no puede quitar la vida al que lo ofende. BAR006014 Tiene igualmente en la mano la espada y el hacha; pero no se puede librar a sí mismo de la guerra ni de los ladrones; por todo lo cual pueden ver que no son dioses. BAR006015 Por eso no tienen que temerlos; porque los tales dioses son como una vasija hecha pedazos, que para nada sirve. BAR006016 Una vez colocados en un templo, sus ojos se cubren luego del polvo que levantan los pies de los que entran. BAR006017 Y al modo que encierran detrás de muchas puertas al que ofendió al rey, como se practica con un muerto que se lleva al sepulcro, así los sacerdotes aseguran las puertas con cerraduras y cerrojos para que los ladrones no despojen a sus dioses. BAR006018 Encienden también delante de ellos lámparas, incluso más numerosas que para sí mismos, pero no pueden ver ninguna de ellas; BAR006019 estos dioses son como las vigas de una casa que están roídas por dentro; la polilla se los come a ellos y sus vestiduras sin que ellos se den cuenta. BAR006020 Negras se vuelven sus caras con el humo que hay en su casa. BAR006021 Sobre su cuerpo y sobre su cabeza vuelan las lechuzas, las golondrinas y otras aves, y también los gatos andan sobre ellos. BAR006022 Por donde pueden conocer que no son dioses; y, por lo mismo, no los teman. BAR006023 Además de esto, si el oro que tienen como adorno no lo limpia alguno del orín, ya no relucirá. Ni aun cuando los estaban fundiendo sintieron nada. BAR006024 Y a pesar de que no hay en ellos espíritu alguno, fueron comprados a gran precio. BAR006025 Son llevados a hombros, ya que no tienen pies, demostrando así a los hombres su vergonzosa impotencia. Avergonzados sean también los que los adoran. BAR006026 Por eso, si caen a tierra no se levantan por sí mismos; ni por sí mismos se echarán a andar si alguno los pone de pie; y les tienen que poner delante las ofrendas como a los muertos. BAR006027 Estas ofrendas las venden y aprovechan sus sacerdotes, también sus mujeres las salan y no dan nada de eso al enfermo ni al mendigo. BAR006028 Las mujeres embarazadas y las que están impuras por sus reglas comen los sacrificios de ellos. Conociendo, pues, por todas estas cosas que no son dioses, no tienen que temerlos. BAR006029 Mas ¿por qué los llaman dioses? Las mujeres presentan dones a esos dioses de plata, de oro y de madera; BAR006030 los sacerdotes están sentados en los templos de ellos, llevando rasgadas sus túnicas y rapado el cabello y la barba, y con la cabeza descubierta, BAR006031 y rugen dando gritos en la presencia de sus dioses, como se practica en un banquete fúnebre. BAR006032 Con los vestidos que quitan a sus ídolos visten a sus mujeres y a sus hijos. Y a los ídolos se les haga algún bien, no pueden premiar o castigar en ningún caso. No pueden poner a un rey ni quitarlo. BAR006033 Y tampoco pueden dar riquezas, BAR006034 ni siquiera una monedita. Si alguno les hace un voto y no lo cumple, ni de esto se quejan. BAR006035 No pueden librar a un hombre de la muerte ni amparar al débil contra el poderoso. BAR006036 No restituyen la vista a ningún ciego ni sacarán de la miseria a nadie. BAR006037 No se compadecerán de la viuda ni serán bienhechores de los huérfanos. BAR006038 Son semejantes a las piedras del monte esos dioses de madera, de piedra, de oro, de plata. Los que los adoran serán confundidos. BAR006039 ¿Cómo, pues, puede pensarse o decirse que son dioses? BAR006040 Incluso los mismos caldeos los desprecian. Cuando ven que uno no puede hablar, porque es mudo, lo presentan a Bel, rogándole que lo haga hablar; como si fuera capaz de entender. BAR006041 Ellos, que piensan, no son capaces de rechazar a dioses que no tienen entendimiento. BAR006042 Las mujeres, ceñidas de cordones, se sientan en los caminos quemando afrechillo, como si fuera incienso. BAR006043 Y si alguna de ellas, atraída por algún pasajero, ha dormido con él, reprocha a su compañera por no haber sido escogida como ella y porque no ha sido roto su cinto. BAR006044 Todo lo que se hace en honor de estos dioses es engaño. ¿Cómo, pues, podrá nunca juzgarse o decirse que ésos sean dioses? BAR006045 Han sido fabricados por carpinteros y por plateros, y no son otra cosa que lo que quisieron sus artífices. BAR006046 Los artífices mismos de los ídolos duran poco tiempo; ¿podrán, pues, ser dioses las cosas que ellos mismos se fabrican? BAR006047 No dejan a sus descendientes sino mentira y oprobio. BAR006048 Porque, si sobreviene alguna guerra o desastre, los sacerdotes andan discurriendo dónde refugiarse con sus dioses. BAR006049 ¿Cómo no entienden entonces que no son dioses los que no pueden librarse de la guerra ni sustraerse de las calamidades? BAR006050 Porque siendo, como son, cosa de madera, dorados y plateados, conocerán finalmente todas las naciones y reyes que son un engaño; reconocerán que no son dioses, sino obra de las manos de los hombres, y que nada hacen en prueba de que son dioses. BAR006051 Pero, ¿y cómo se conoce que no son dioses, sino obra de las manos de los hombres, y que no hacen nada que sea propio de dioses? BAR006052 Ellos no pueden nombrar a rey alguno en ningún país ni pueden dar la lluvia a los hombres. BAR006053 No decidirán, ciertamente, los pleitos ni librarán de la opresión al que sufre injusticias, porque nada pueden; BAR006054 son como las golondrinas que se quedan entre cielo y tierra. Porque se incendia el templo de esos dioses de madera, de plata y de oro, seguramente que sus sacerdotes huirán y se pondrán a salvo; pero ellos se quemarán dentro, lo mismo que las vigas. BAR006055 No opondrán resistencia a un rey o a un ejército. BAR006056 ¿Cómo, pues, puede creerse o admitirse que sean dioses? BAR006057 No se librarán de ladrones ni de salteadores esos dioses de madera y de piedra, dorados y plateados; seguramente aquéllos pueden más que ellos, y les quitarán el oro, y la plata, y el vestido de que están cubiertos, y se marcharán sin que los ídolos puedan defenderse a sí mismos. BAR006058 De manera que vale más un rey que muestra su poder, o cualquier mueble útil en una casa, del cual se precia el dueño, o la puerta de la casa, que guarda lo que hay dentro de ella, que los falsos dioses. BAR006059 Ciertamente que el sol, la luna y las estrellas, que están puestas para alumbrarnos y sernos provechosos, obedecen a Dios. BAR006060 Asimismo, el relámpago se deja ver cuando aparece, y el viento que sopla por todas las regiones. BAR006061 Igualmente, las nubes, cuando Dios les manda recorrer todo el mundo, ejecutan lo que se les ha mandado. BAR006062 El fuego, también enviado de arriba para abrasar los cerros y los bosques, cumple lo que se le ha ordenado. Mas estos ídolos no se parecen a ninguna de esas cosas ni en la belleza ni en la fuerza. BAR006063 Y así, no debe pensarse ni decirse que sean dioses, ya que no pueden ni hacer justicia ni proporcionar bien alguno a los hombres. BAR006064 Sabiendo, pues, que ellos no son dioses, no tienen que temerlos. BAR006065 No envían maldición ni bendición a los reyes; BAR006066 no muestran tampoco a los pueblos señales en el cielo, ni lucen como el sol, ni alumbran como la luna. BAR006067 Más que ellos valen las bestias, que pueden huir o refugiarse bajo cubierto y valerse a sí mismas. BAR006068 De ninguna manera son dioses, como es evidente; por lo tanto no tienen que temerlos. BAR006069 Porque así como no es buen guardián de un melonar un espantapájaros, así son sus dioses de madera, de plata y de oro. BAR006070 Son como la zarza de un huerto, sobre la cual vienen a posarse toda clase de pájaros. También estos dioses de madera, dorados y plateados, se asemejan a un cadáver que yace en la oscuridad. BAR006071 Al ver que la púrpura y escarlata se apolillan sobre ellos, conocerán claramente que no son dioses. Ellos mismos son devorados al fin por la polilla, y pasan a ser la vergüenza de su país. BAR006072 Más vale el varón justo que no tiene ídolos, porque no tendrá que temer esta deshonra.
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