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2RY001001 Después de la muerte de Acab rebeláronse los moabitas contra Israel. 2RY001002 Sucedió también que Ococías cayó desde la ventana de un aposento alto del palacio que tenía en Samaria, y enfermó de la caída. Y despachó unos mensajeros, diciéndoles: Id a consultar a Belcebú, dios de Acarón, si podré convalecer de esta enfermedad. 2RY001003 Al mismo tiempo el ángel del Señor habló a Elias, tesbita, diciendo: Marcha, y sal al encuentro de los mensajeros del rey de Samaria, y diles: Pues qué, ¿no hay Dios en Israel, que vais a consultar a Belcebú, dios de Acarón? 2RY001004 Por tanto, esto dice el Señor: De la cama en que te has acostado no te levantarás, sino que morirás infaliblemente. Dicho esto, marchóse Elias. 2RY001005 Y volviéronse los mensajeros a Ococías; el cual les dijo: ¿Por qué no habéis vuelto? 2RY001006 A lo que respondieron: Hemos encontrado un hombre, y nos ha dicho: Id y volved al rey que os ha enviado, y decidle: Esto dice el Señor: ¿Acaso no hay Dios en Israel, que envías a consultar a Belcebú, dios de Acarón? Por lo mismo, pues, de la cama en que te acostaste no te levantarás, sino que morirás sin remedio. 2RY001007 Preguntóles el rey: ¿Qué figura y traje tiene ese hombre que os ha salido al encuentro y dicho esas palabras? 2RY001008 Respondieron ellos: Es un hombre cubierto de pelo, y que va ceñido con un cinto de cuero. Dijo el rey: Ese es Elias, tesbita. 2RY001009 Y destacó un capitán de cincuenta soldados, con los cincuenta que le estaban subordinados; el cual salió en busca de él; y, hallándole sentado en la cima del monte, le dijo: Varón de Dios, el rey ha mandado que bajes de ahí. 2RY001010 Elias, en respuesta, dijo al capitán de los cincuenta: Si yo soy varón de Dios, baje fuego del cielo, que te devore a ti y a tus cincuenta. Descendió, pues, fuego del cielo, y le devoró a él y a los cincuenta soldados que consigo tenía. 2RY001011 Destacó nuevamente Ococías contra él a otro capitán de cincuenta hombres con los cincuenta; el cual le dijo: Varón de Dios, el rey lo manda: baja presto. 2RY001012 Respondió Elias: Si yo soy varón de Dios, caiga fuego del cielo, y lo devoró a él y a sus cincuenta. 2RY001013 Tercera vez destacó Ococías otro capitán de cincuenta hombres con sus cincuenta; el cual, luego que llegó, se hincó de rodillas, enfrente de Elias, y suplicóle, diciendo: Varón de Dios, sálvame la vida, y salva también las de tus siervos que me acompañan. 2RY001014 Ya sé que ha bajado fuego del cielo y devorado a los dos primeros capitanes de cincuenta hombres, y a los cincuenta que cada uno mandaba. Mas ahora yo te suplico que te apiades de mí. 2RY001015 Entonces el ángel del Señor habló a Elias, diciendo: Desciende y vete con él; no temas. Levantóse, pues, y marchó con él a encontrar al rey, 2RY001016 al cual dijo: Esto dice el Señor: Por cuanto enviaste mensajeros a consultar a Belcebú, dios de Acarón, como si no hubiera Dios en Israel, a quien pudieras consultar; por esto, de la cama en que te acostaste no te levantarás, sino que morirás indefectiblemente. 2RY001017 Murió, pues, según la palabra del Señor, pronunciada por Elias; y como no tenía hijo ninguno, sucedióle en el trono su hermano Joram, en el año segundo de el otro Joram, hijo de Josafat, rey de Judá. 2RY001018 En orden a lo demás que hizo Ococías, ¿no está todo escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel? 2RY002001 Y sucedió que cuando el Señor quiso arrebatar al cielo a Elias en un torbellino de fuego, venían Elias y Eliseo caminando de Gálgala. 2RY002002 Y dijo Elias a Eliseo: Quédate aquí porque el Señor me envía a Betel. Al cual respondió Eliseo: Te juro por el Señor y por tu vida, que no te dejaré. Llegados que fueron a Betel, 2RY002003 fueron los hijos o discípulos de los profetas que estaban allí a encontrar a Eliseo, y dijéronle: ¿No sabes tú como hoy se te llevará el Señor a tu amo? Sí que lo sé, respondió él: callad. 2RY002004 Dijo nuevamente Elias a Eliseo: Quédate aquí, porque el Señor me envía hasta Jericó. Te juro por el Señor y por tu vida, le respondió, que no te dejaré. Así que llegaron a Jericó, 2RY002005 acercáronse a Eliseo los hijos de los profetas que moraban allí, y dijéronle: ¿No sabes tú que hoy el Señor se llevará a tu amo? Sí, lo sé, respondió él; pero callad. 2RY002006 Díjole otra vez Elias: Quédate aquí, porque el Señor me envía hasta el Jordán. Replicóle Elíseo: Juróte por el Señor y por tu vida, que no me apartaré de ti. Marcharon, pues, ambos a dos; 2RY002007 y fuéronles siguiendo cincuenta de los hijos de los profetas, los cuales se detuvieron a lo lejos enfrente de ellos mientras que los dos se pararon en la orilla del Jordán. 2RY002008 Entonces Elias se quitó el manto, y doblóle, e hirió con él las aguas, las cuales se detuvieron a uno y otro lado, y pasaron los dos a pie enjuto. 2RY002009 Así que hubieron pasado, dijo Elias a Elíseo: Pide lo que quieras que yo haga por ti, antes que sea de ti separado. Y Elíseo dijo: Pido que sea duplicado en mí tu espíritu. 2RY002010 Contestó Elias: Cosa difícil es la que has pedido. No obstante, si tú me vieres al tiempo que sea arrebatado de tu lado, tendrás lo que has pedido; mas si no me vieres, no lo tendrás. 2RY002011 Así proseguían su camino andando y hablando entre sí, cuando he aquí que un carro de fuego, con caballos también de fuego, separó de repente al uno del otro; y Elias subió al cielo en un torbellino. 2RY002012 Estaba Elíseo mirándole y gritaba: Padre mío, Padre mío: Carro armado de Israel, y conductor suyo. Y ya no le volvió a ver más. Entonces asió sus vestidos, y rasgólos en dos partes en señal de dolor. 2RY002013 Recogió, después, el manto, que se le había caído a Elias, y, volviéndose, se paró en la ribera del Jordán; 2RY002014 y con el manto que se le cayera a Elias hirió las aguas, las cuales no se dividieron. Por lo que dijo: ¿Dónde está ahora el Dios de Elias? Hirió nuevamente las aguas, y se dividieron a un lado y a otro; con lo que pasó Eliseo. 2RY002015 Así que vieron esto los hijos de los profetas, que habían venido de Jericó, y estaban en la orilla opuesta, dijeron: El espíritu de Elias ha reposado sobre Eliseo; y saliéndole al encuentro, le hicieron profunda reverencia, postrados en tierra, 2RY002016 y le dijeron: Aquí hay entre tus siervos cincuenta hombres robustos que pueden ir en busca de tu amo; no sea que el espíritu del Señor le haya arrebatado y arrojado sobre algún monte o en algún valle. Respondió Eliseo: No tenéis que enviarlos. 2RY002017 Tanto le importunaron que al cabo condescendió, y les dijo: Pues bien, enviadlos. Enviaron, pues, cincuenta hombres, que, habiéndole buscado durante tres días, no le hallaron. 2RY002018 Por lo que se volvieron a Eliseo, que moraba en Jericó; el cual les dijo: ¿No os respondí yo: No tenéis que enviarlos? 2RY002019 Por este tiempo dijeron también a Eliseo los vecinos de la ciudad: Bien ves que la situación de esta ciudad es bellísima, como tú mismo, señor, lo estás conociendo; pero las aguas son muy malas, y la tierra es estéril, 2RY002020 A lo que les contestó: Traedme una vasija nueva, y echad sal en ella. Habiéndosela traído, 2RY002021 se fue al manantial de las aguas, echó en él la sal, y dijo: Esto dice el Señor: Yo he hecho saludables estas aguas, y nunca más serán causa de muerte ni de esterilidad. 2RY002022 Desde entonces quedaron saludables las aguas hasta el día de hoy, conforme a la palabra pronunciada por Eliseo. 2RY002023 De aquí pasó a Betel, y cuando iba subiendo por el camino, salieron de la ciudad unos muchachuelos, y le motejaban, diciendo: Sube, ¡oh calvo!; calvo, sube. 2RY002024 Eliseo, volviéndose hacia ellos, los miró, y maldijo en nombre del Señor; y saliendo dos osos del bosque, despedazaron a cuarenta y dos de aquellos muchachos. 2RY002025 Partió en seguida Eliseo al monte Carmelo, desde donde se volvió a Samaria. 2RY003001 Joram, hijo de Acab, comenzó a reinar sobre Israel en Samaria, el año decimoctavo de Josafat, rey de Judá; y reinó doce años, 2RY003002 E hizo el mal delante del Señor; mas no como su padre y madre, pues quitó las estatuas de Baal, que había hecho su padre. 2RY003003 No obstante, imitó los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel; ni se apartó de ellos. 2RY003004 Es de saber que Mesa, rey de Moab, criaba muchos ganados, y pagaba al rey de Israel cien mil corderos y cien mil carneros con sus vellones. 2RY003005 Pero muerto Acab, rompió la alianza que tenía con el rey de Israel; 2RY003006 por cuya causa el rey Joram salió entonces de Samaria, y pasó revista a todo Israel. 2RY003007 Y envió a decir a Josafat, rey de Judá: El rey de Moab se me ha rebelado; ven conmigo a hacerle la guerra. Respondió Josafat: Iré; lo que es mío es tuyo; mi pueblo es pueblo tuyo, y mis caballos tuyos son; 2RY003008 y añadió: ¿Qué camino tomaremos? A lo que respondióle Joram: El camino del desierto de Idumea. 2RY003009 Marcharon, pues, el rey de Israel, el rey de Judá y el rey de Idumea, y anduvieron rodeando siete días de camino, y halláronse sin aguas para el ejército, y para las bestias que llevaban detrás. 2RY003010 Dijo entonces el rey de Israel: ¡Ay, ay, ay de nosotros! El Señor nos ha juntado aquí a tres reyes para entregarnos en poder de Moab. 2RY003011 Pero dijo Josafat: ¿No hay aquí algún profeta del Señor, para implorar por medio de él el socorro del Señor? A esto respondió uno de los criados del rey de Israel: Aquí está Eliseo, hijo de Safat, que daba aguamanos o servía a Elias. 2RY003012 Dijo Josafat: El Señor habló por su boca. Fueron, pues, a encontrarle el rey de Israel, y Josafat, rey de Judá, y el rey de Idumea. 2RY003013 Mas Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tienes tú que ver conmigo? Anda, ve a los profetas de tu padre y de tu madre. Dijóle el rey de Israel: ¿Por qué habrá juntado el Señor estos tres reyes para entregarlos en manos de Moab? 2RY003014 Vive el Señor de los ejércitos, en cuya presencia estoy, respondió Eliseo, que si no respetara la persona de Josafat, rey de Judá, no te hubiera atendido, ni aun siquiera mirádote a la cara. 2RY003015 Mas ahora traedme acá uno que taña al harpa. Y mientras éste cantaba al son del harpa, la virtud del Señor se hizo sentir sobre Eliseo, el cual dijo: 2RY003016 Esto dice el Señor: Cavad en la madre de este torrente, haciendo fosas y más fosas; 2RY003017 pues el Señor dice así: No veréis viento, ni lluvia, y la madre de este torrente se henchirá de aguas, y beberéis vosotros, y vuestras tropas, y vuestras bestias. 2RY003018 Y esto aún es lo de menos en los ojos del Señor; porque además entregará también a Moab en vuestras manos. 2RY003019 Y destruiréis todas las plazas fuertes, y todas las ciudades principales, y cortaréis todos los árboles frutales, y cegaréis todos los manantiales de aguas, y sembraréis de piedras todos los campos más fértiles. 2RY003020 En efecto, llegada la mañana, al tiempo que suele ofrecerse el sacrificio, ya las aguas venían corriendo por el camino de Edom; e inundóse de agua todo aquel terreno. 2RY003021 Al mismo tiempo los moabitas, todos a una, oyendo que aquellos reyes habían salido a campaña contra ellos, convocaron a todos los hombres aptos para la guerra, y vinieron a esperarlos en las fronteras. 2RY003022 Y habiéndose levantado al apuntar el día, luego que los rayos del sol brillaron sobre las aguas, les parecieron éstas rojas como sangre. 2RY003023 Por lo cual dijeron: Sangre de batalla es: los reyes han peleado contra sí. y se han acuchillado unos a otros; corre ahora, ¡oh Moab!, a. recoger la presa. 2RY003024 En efecto, corrieron al campamento de Israel; mas los israelitas, puestos sobre las armas, dieron contra los moabitas, y los pusieron en fuga. Con esto fueron tras ellos los vencedores, y destrozaron a Moab, 2RY003025 destruyendo las ciudades; llenaron de piedras, que cada uno echaba, los campos más fértiles, cegaron todos los manantiales de las aguas, y cortaron todos los árboles frutales; de suerte que solamente quedaron los muros de ladrillo o el castillo; mas la ciudad fue cercada por los honderos, y en gran parte derribada. 2RY003026 Habiendo visto, pues, el rey Moab que los enemigos prevalecían tomó consigo setecientos hombres valerosos con espada en mano, para forzar el campo del rey de Idumea, y escaparse; pero no pudo lograr su intento. 2RY003027 Y arrebatando a su hijo primogénito, que debía sucederle en el reino, lo ofreció en holocausto sobre la muralla; cosa que causó grande horror a los israelitas; y así al punto se retiraron de allí, volviendo a sus casas. 2RY004001 Vino a clamar a Eliseo la mujer de uno de los profetas, diciendo: Mi marido, siervo tuyo, ha muerto; y bien sabes que tu siervo era temeroso de Dios. Pero ahora viene su acreedor para llevarse mis dos hijos y hacerlos esclavos suyos. 2RY004002 Díjole Eliseo: ¿Qué quieres que yo haga por ti? Dime: ¿qué tienes en tu casa? Ella respondió: No tiene tu esclava otra cosa en su casa sino un poco de aceite para ungirme. 2RY004003 A la cual dijo: Anda y pide prestadas a todos tus vecinos vasijas vacías en abundancia; 2RY004004 entra después en tu casa, y cierra la puerta, en estando dentro tú y tus hijos; y echa de aquel aceite en todas estas vasijas, y cuando estuvieren llenas las pondrás aparte. 2RY004005 Fuese, pues, la mujer, y cerróse en casa con sus hijos; presentábanle éstos las vasijas, y ella las llenaba. 2RY004006 Llenas ya las vasijas, dijo a uno de los hijos: Tráeme todavía otra vasija; y respondió él: No tengo más. Entonces cesó de multiplicarse el aceite. 2RY004007 Fue luego ella, y se lo contó todo al varón de Dios, el cual dijo: Anda, vende el aceite y paga a tu acreedor; y de lo restante sustentaos tú y tus hijos. 2RY004008 Pasaba un día Elíseo por la ciudad de Sunam y había en ella una señora de gran consideración, que le detuvo a comer; y como pasase por allí frecuentemente, se detenía a comer en dicha casa. 2RY004009 Y dijo la señora a su marido: Advierto que este hombre que pasa con frecuencia por nuestra casa, es un varón santo de Dios. 2RY004010 Dispongamos, pues, para él un cuartito, y pongamos en él una cama, una mesa, y una silla, y un candelero, para que cuando viniere a nuestra casa se recoja en él. 2RY004011 En efecto, habiendo llegado cierto día, se aposentó en este cuartito, y allí reposó. 2RY004012 Y dijo a su criado Gieci: Llama a esa sunamita. Llamóla Gieci; y ella se presentó a Elíseo; 2RY004013 el cual dijo a su criado: Dile de mi parte: Veo que nos has asistido en todo con mucho esmero. ¿Qué quieres que haga por ti? ¿Tienes algún negocio, sobre el cual pueda yo hablar al rey o al general del ejército? Respondió ella: Yo vivo felizmente en medio de mis gentes. 2RY004014 ¿Qué quiere, pues, replicó Elíseo, que haga yo por ella? Respondió Gieci: No hay que preguntárselo, supuesto que no tiene hijos, y que su marido es ya viejo. 2RY004015 En consecuencia mandó que la llamase otra vez, y venido que hubo, y parándose ante la puerta por respeto al profeta, 2RY004016 le dijo Elíseo: El año que viene, en este tiempo y en esta misma hora, dándote Dios vida, llevarás un hijo en tus entrañas. A lo que respondió ella: No quieras, señor mío, no quieras por tu vida, ¡oh varón de Dios!, engañar a tu sierva. 2RY004017 Mas en efecto, la mujer concibió, y parió un hijo al tiempo y a la hora misma señalada por Elíseo. 2RY004018 El niño fue creciendo; y habiendo salido un día para ir a encontrar a su padre, que estaba con los segadores, 2RY004019 dijo a su padre: La cabeza me duele, me duele la cabeza. Dijo el padre a un criado: Tómale y llévale a su madre. 2RY004020 Habiéndole éste cogido y llevado a su madre, le tuvo ella sobre sus rodillas hasta el mediodía, en que murió. 2RY004021 Subió luego arriba, y púsole sobre la cama del varón de Dios, y cerró la puerta; y habiendo salido, 2RY004022 llamó a su marido y le dijo: Despacha conmigo, te ruego, alguno de los criados y una borrica, para ir yo corriendo al varón de Dios y volver luego. 2RY004023 Di jóle él: ¿Para qué quieres ir a visitarle? Hoy no es día de calendas, ni de sábado. Mas ella respondió: Déjame ir. 2RY004024 Hizo, pues, aparejar la borrica, y dijo al criado: Arrea, y date prisa, no me hagas detener en el camino; y haz esto que te mando. 2RY004025 Partió, pues, y fue a encontrar al varón de Dios en el monte Carmelo, quien al verla venir hacia él, dijo a Gieci, su criado: Mira, aquella es la sunamita: 2RY004026 sal a su encuentro y dile: ¿Lo pasáis bien tú, tu marido y tu hijo? Bien, respondió ella. 2RY004027 Mas así que llegó al monte y a la presencia del varón de Dios, se echó a sus pies, y acercándose Gieci para apartarla, dijóle el varón de Dios: Déjala, porque su alma está llena de amargura, y el Señor me lo ha ocultado, y no me ha revelado nada de eso. 2RY004028 Dijo entonces ella: ¿Por ventura, ¡oh señor mío!, te pedí yo un hijo? ¿No te dije que no me engañaras? 2RY004029 Y él dijo a Gieci: Pon aldas en cinta, y toma en tu mano mi báculo, y marcha: si te encontrares con alguno, no te pares a saludarle; si alguno te saludare, no te detengas a responderle; y pondrás mi báculo sobre el rostro del niño. 2RY004030 Sin embargo, la madre del niño dijo a Elíseo: Juróte por el Señor y por tu vida que no me iré sin ti. Con esto se puso Elíseo en camino, y la fue siguiendo. 2RY004031 Entretanto Gieci había ido delante de ellos, y puesto el báculo sobre la cara del niño, el cual ni hablaba ni sentía. Y así volvió en busca de Elíseo, y diole parte, diciendo: El niño no ha resucitado. 2RY004032 Entró, pues, Elíseo en la casa, y halló al niño muerto, y tendido sobre su cama. 2RY004033 Entrado que hubo, cerróse con el niño, e hizo oración al Señor. 2RY004034 Subió después sobre la cama y echóse sobre el niño, poniendo la boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre los ojos, y sus manos sobre las manos; y enconado así sobre el niño, la carne del niño entró en calor. 2RY004035 Tras esto, levantándose dio dos vueltas por la habitación, y subió otra vez y recostóse sobre el niño. Entonces el niño bostezó siete veces, y abrió los ojos. 2RY004036 Y llamó a Gieci y di jóle: Avisa a esa sunamita. Vino ella y se presentó a Elíseo, el cual la dijo: Toma a tu hijo. 2RY004037 Acercóse ella, y arrojóse a sus pies, y le veneró postrándose hasta el suelo; y tomando a su hijo, se salió. 2RY004038 Y Elíseo se volvió a Gálgala. Había por aquel tiempo hambre en el país; y los hijos de los profetas habitaban en su compañía. Por lo que dijo a uno de sus sirvientes: Pon una olla grande, y cuece un potaje para los hijos de los profetas. 2RY004039 En efecto, uno de ellos salió al campo a coger yerbas silvestres, y halló una como parra o vid silvestre, de que cogió unas tueras, cuantas pudo llevar en la falda de su vestido; y así que volvió las hizo rajas, y las echó en la olla del potaje, sin saber qué cosa era. 2RY004040 Sirviéronselas, pues, a los compañeros para que comiesen; mas luego que probaron aquel potaje, gritaron diciendo: La muerte está en esta olla, ¡oh varón de Dios!; y no pudieron atravesar un bocado. 2RY004041 Mas él, traedme, dijo, harina; y así que se la trajeron, la echó en la olla, y dijo: Ve repartiendo potaje a la gente para que coman; y no hubo más rastro de amargura en la olla. 2RY004042 Vino a la sazón un hombre de Baalsalisa, que traía para el varón de Dios panes de primicias, veinte panes de cebada, y espigas de trigo nuevo en su alforja. Y dijo Eliseo a su criado: Dáselo a la gente para que coma. 2RY004043 A lo que respondió el criado. ¿Qué es todo eso para ponerlo delante de cien personas? Replicó Eliseo nuevamente: Dáselo a la gente para que coma; porque esto dice el Señor: Comerán, y sobrará. 2RY004044 Finalmente, lo puso delante de la gente, y comieron todos, y sobró, según la palabra del Señor. 2RY005001 Naamán, general de los ejércitos del rey de Siria, era un hombre de gran consideración y estima para con su amo; pues por su medio había el Señor salvado la Siria; y era un varón esforzado y rico, pero leproso. 2RY005002 Habían salido de Siria guerrillas, y cautivado en tierra de Israel a una doncellita, que entró después a servir a la mujer de Naamán, 2RY005003 la cual dijo a su señora: ¡Ah, si mi amo fuera a verse con el profeta que está en Samaria! Sin duda curaría de la lepra. 2RY005004 Oído que hubo esto Naamán, entró a ver a su señor y dióle parte, diciendo: Esto y esto ha dicho una doncella de tierra de Israel. 2RY005005 El rey de Siria le respondió: Anda en hora buena; que yo escribiré al rey de Israel. Partió, pues, llevando consigo diez talentos de plata, con seis mil monedas de oro, y diez mudas de vestidos; 2RY005006 y entregó la carta al rey de Israel, escrita en estos términos: Por esta carta que recibirás, sabrás que te he enviado a Naamán, mi criado, para que le cures de su lepra. 2RY005007 Leído que hubo la carta el rey de Israel, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo por ventura Dios, que pueda quitar y dar la vida, para que éste me envíe a decir que yo cure a un hombre de la lepra? Reparad, y veréis cómo anda buscando pretextos contra mí. 2RY005008 Lo que habiendo llegado a noticia de Eliseo, varón de Dios, esto es, que había el rey de Israel rasgado sus vestidos, envió a decirle: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Que venga ese hombre a mí, y sabrá que hay profeta en Israel. 2RY005009 Llegó, pues, Naamán con sus caballos y carrozas, y paróse a la puerta de la casa de Eliseo. 2RY005010 Y envióle a decir por tercera persona: Anda y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne recobrará la sanidad, y quedarás limpio. 2RY005011 Indignado Naamán, se retiraba diciendo: Yo pensaba que él hubiera salido luego a recibirme, y que, puesto en pie, invocaría el nombre del Dios suyo, y tocaría con su mano el lugar de la lepra, y me curaría. 2RY005012 Pues qué, ¿no son mejores el Abana y el Farfar, ríos de Damasco, que todas las aguas de Israel, para lavarme en ellos y limpiarme? Como volviese, pues, las espaldas, y se retirase enojado, 2RY005013 se llegaron a él sus criados, y le dijeron: Padre, aun cuando el profeta te hubiese ordenado una cosa dificultosa, claro está que debieras hacerla; ¿pues cuánto más ahora que te ha dicho: Lávate, y quedarás limpio? 2RY005014 Fue, pues, y lavóse siete veces en el Jordán, conforme a la orden del varón de Dios, y volvióse su carne como la carne de un niño tierno, y quedó limpio. 2RY005015 Volviendo en seguida con toda su comitiva al varón de Dios, se presentó delante de él, diciendo: Verdaderamente conozco que no hay otro Dios en todo el universo, sino sólo el de Israel. Ruégote, pues, que admitas este presente de tu siervo. 2RY005016 Mas él respondió: Vive el Señor Dios, ante cuya presencia estoy, que no le recibiré. Y por más instancias que le hizo, de ningún modo quiso condescender. 2RY005017 Al fin dijo Naamán: Sea como tú quieras; pero te suplico que me permitas a mí, siervo tuyo, el llevarme la porción de tierra que cargan dos mulos; porque ya no sacrificará tu siervo de aquí en adelante holocaustos ni víctimas a dioses ajenos, sino sólo al Señor. 2RY005018 Mas una cosa hay solamente por la que has de rogar al Señor a favor de tu siervo, y es que cuando entrare mi amo en el templo de Remmón para adorarle, apoyándose sobre mi mano, si yo me inclino en el templo de Remmón, para sostenerle al tiempo de hacer él su adoración en él mismo lugar, el Señor me perdone a mí, siervo tuyo, este ademán. 2RY005019 Respondióle Eliseo: Vete en paz. Partió, pues, Naamán. y era entonces la mejor estación del año. 2RY005020 Gieci, empero, sirviente del varón de Dios, dijo: Mi amo ha andado muy comedido con este Naamán de Siria, no queriendo aceptar nada de lo que le ha traído. Vive Dios que he de ir corriendo a alcanzarle y sacar de él alguna cosa. 2RY005021 Echó, pues, a correr en seguimiento de Naamán, el cual, viéndole venir corriendo hacia sí, saltó luego del coche a su encuentro, y dijo: ¿Va todo bien? 2RY005022 Bien, contestó Gieci: Pero mi amo me envía a decirte: Acaban de llegar dos jóvenes de la montaña de Efraím, de los hijos de los profetas: dame para ellos un talento de plata y dos mudas de vestidos. 2RY005023 Dijo Naamán: Mejor es que tomes dos talentos; y le obligó a tomarlos: y poniendo y atando en dos talegos los dos talentos de plata y las dos mudas de vestidos, hizo que dos de sus siervos cargaran con ellos y que los llevasen yendo delante de Gieci. 2RY005024 Llegado que hubo, ya al anochecer, los tornó de sus manos, y los guardó en su casa, y despachó los hombres, los cuales se marcharon. 2RY005025 Entró después y púsose delante de su amo Eliseo, el cual le preguntó: ¿De dónde vienes, Gieci? Y él respondió: No ha ido tu siervo a ninguna parte. 2RY005026 Mas Eliseo replicó: ¿Pues qué, no estaba yo presente en espíritu cuando aquel hombre saltó de su coche para ir a tu encuentro? Ahora bien, tú has recibido dinero, y has recibido ropas para comprar olivares, y viñas, y ovejas, y bueyes, y esclavos, y esclavas. 2RY005027 Pero también la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre. En efecto, al salir Gieci de su presencia, estaba cubierto de lepra blanca como nieve. 2RY006001 Dijeron los hijos o discípulos de los profetas a Eliseo: Bien ves que el lugar donde habitamos en tu compañía es para nosotros angosto. 2RY006002 Vamos hasta el Jordán, y tome cada cual de nosotros maderas del bosque para edificarnos allí un lugar en que habitar. Respondió Eliseo: Id en hora buena. 2RY006003 Ven, pues, díjole uno de ellos, tú también con tus siervos; y contestó él: Iré. 2RY006004 Fuese, pues, con ellos; y habiendo llegado al Jordán, se pusieron a cortar maderas. 2RY006005 Y acaeció que mientras uno derribaba un árbol, se le cayó en el agua el hacha, y exclamó diciendo a Eliseo: ¡Ay! ¡Ay de mí Señor mío! ¡Ay, que este hacha la había tomado prestada! 2RY006006 Y dijo el varón de Dios: ¿Dónde ha caído? Y señalóle el lugar. Cortó, pues, Eliseo un palo y lo arrojó allí; y salió nadando el hierro. 2RY006007 Y díjole: Cógele; y alargó la mano y lo cogió. 2RY006008 Hacía el rey de Siria la guerra a Israel; y tenido consejo con sus criados o palaciegos, dijo: Pongamos emboscadas en tal y tal lugar, 2RY006009 Mas el varón de Dios envió a decir al rey de Israel: Guárdate de pasar por tal lugar, porque los sirios están allí emboscados; 2RY006010 por lo cual el rey de Israel destacó gente a aquel puesto, indicado por el varón de Dios, y lo ocupó de antemano, y se resguardó allí repetidas veces. 2RY006011 Turbó este suceso el ánimo del rey de Siria; y habiendo convocado a sus criados y oficiales, dijo: ¿Por qué no me descubrís quién es el que me hace traición para con el rey de Israel? 2RY006012 A lo que uno de sus criados u oficiales respondió: No es nada de eso, ¡oh rey y señor mío!; sino que el profeta Eliseo, que está en Israel, manifiesta al rey de Israel todo cuanto secreto hablas en lo más retirado de tu gabinete. 2RY006013 Dijo él entonces: Id y averiguad dónde se halla, para enviar yo a prenderle. Diéronle luego aviso, diciendo que estaba en Dotan. 2RY006014 Con esta noticia destacó allá caballos y carros de guerra y las mejores tropas de su ejército; los cuales, llegando de noche, cercaron la ciudad. 2RY006015 Y al apuntar el día, habiéndose levantado el criado del varón de Dios y salido fuera, vio el ejército alrededor de la ciudad con los caballos y carros, y fue a dar aviso a su amo, diciendo: ¡Ay! ¡Ay, señor mío! ¡Ay! ¿Qué es lo que haremos? 2RY006016 Mas él respondió: No tienes que temer; porque tenemos mucha más gente nosotros que ellos. 2RY006017 Y Eliseo, después de haber hecho oración, dijo: Señor, ábrele los ojos a éste para que vea; y abrió el Señor los ojos del criado, y miró, y vio el monte lleno de caballos y carros de fuego, que rodeaban a Eliseo. 2RY006018 En esto se acercaban hacia él los enemigos; y Eliseo hizo oración al Señor, diciendo: Ciega, te suplico, a esta gente. Y el Señor los cegó, o deslumbró para que no viesen, conforme lo había pedido Eliseo. 2RY006019 Entonces Eliseo, llegándose a ellos, les dijo: No es éste el camino, ni ésta es la ciudad; seguidme a mí, que yo os enseñaré el hombre que buscáis. Dicho esto los condujo a Samaria; 2RY006020 y entrado que hubieron en Samaria, dijo Eliseo: Señor, abre los ojos a éstos, para que vean. Y abrióles el Señor los ojos, y reconocieron que estaban en medio de Samaria, 2RY006021 Así que los vio el rey de Israel, dijo a Eliseo: Padre mío, ¿los haré morir? 2RY006022 Mas él respondió: No, de ningún modo les quitarás la vida, pues no los has hecho prisioneros con tu espada, ni con tu arco, para poder privarlos de la vida; antes bien, preséntales pan y agua, para que coman y beban, y se vuelvan a su señor. 2RY006023 Pusiéronles, pues, comida en grande abundancia, y comieron y bebieron; y dióles el rey libertad, y volvieron a su señor. Desde entonces no volvieron más las guerrillas, o partidas ligeras, de Siria a hacer correrías en las tierras de Israel. 2RY006024 Algún tiempo después de estos sucesos, Benadad, rey de Siria, juntó todas sus tropas, v fue a sitiar a Samaria. 2RY006025 Y padeció Samaria una grande hambre; y duró tanto el sitio que llegó a venderse la cabeza de un asno en ochenta monedas de plata, y un cuartillo de un cab de palomina en cinco monedas de plata. 2RY006026 Y pasando el rey de Israel por la muralla, clamó a él una mujer, diciendo: Sálvame, socórreme, ¡oh rey mi señor! 2RY006027 El cual respondió: No te salva el Señor, ¿cómo puedo yo salvarte? ¿Tengo acaso trigo en las trojes ni vino en las bodegas? ¿Qué es lo que quieres?, añadió el rey. Ella respondió: 2RY006028 Esta mujer me dijo: Da tu hijo para que le comamos hoy, que mañana comeremos el mío. 2RY006029 Cocimos, pues, mi hijo, y nos le comimos. Al día siguiente le dije yo: Da tu hijo para que nos le comamos; mas ella le ha escondido. 2RY006030 Oído esto, rasgó el rey sus vestidos, y prosiguió andando por la muralla; y vio todo el pueblo el cilicio o saco que llevaba vestido a raíz de sus carnes. 2RY006031 Dijo entonces el rey: Tráteme Dios con todo el rigor de su justicia si la cabeza de Elíseo, hijo de Safat, quedare hoy sobre sus hombros. 2RY006032 Estaba a la sazón Elíseo sentado en su casa, y estaban con él los ancianos o senadores. Despachó, pues, el rey un hombre para que fuera a cortarle la cabeza; y antes que llegase este enviado, dijo Elíseo a los ancianos: ¿No sabéis que ese hijo del homicida Acab ha enviado a cortarme la cabeza? Tened, pues, cuidado cuando llegare el enviado o ejecutor, de tener cerrada la puerta y de no dejarle entrar; porque ya estoy oyendo las pisadas de su señor que viene tras de él. 2RY006033 Aún estaba hablando con ellos cuando compareció el enviado que venía a él; y dijo: Tú ves cuántos males nos envía Dios: ¿qué tengo ya que esperar del Señor? 2RY007001 Respondió a eso Eliseo: Oíd la palabra del Señor: He aquí lo que el Señor dice: Mañana a estas horas el modio de flor de harina se venderá por un siclo, y un siclo costará dos modios de cebada en la puerta de Samaria. 2RY007002 Uno de los capitanes, que servía de bracero al rey, respondió al varón de Dios, y dijo: Aunque el Señor hiciese compuertas en el cielo, y lloviese trigo, ¿podría nunca suceder lo que tú dices? Contestóle Eliseo: Lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello. 2RY007003 Había cuatro hombres leprosos cerca de la entrada de la puerta de la ciudad, los cuales se dijeron unos a otros: ¿Para qué queremos estar aquí hasta morir? 2RY007004 Si tratamos de entrar en la ciudad, moriremos de hambre; si nos quedamos aquí moriremos también; vamos, pues, y pasémonos al campamento de los sirios; si tuvieren compasión de nosotros, viviremos; que si nos quisieren matar, de cualquier modo también habríamos de morirnos acá 2RY007005 Con esto al anochecer se pusieron en camino para pasar al campamento de los sirios, y llegados que fueron a la entrada del campo de los sirios, no hallaron allí a nadie. 2RY007006 Porque el Señor había hecho resonar en los reales de los sirios estruendo de carros falcados y de caballos, y de un numerosísimo ejército; con lo que se dijeron unos a otros: Sin duda el rey de Israel ha asalariado contra nosotros a los reyes de los héteos y de los egipcios, y se han echado sobre nosotros. 2RY007007 Por esto escaparon de noche, abandonando sus tiendas y caballos y asnos en el campamento; pensando solamente en salvar sus vidas con la fuga. 2RY007008 Luego, pues, que aquellos leprosos hubieron llegado a la entrada del campamento, entraron en una tienda, y comieron y bebieron, y sacaron de ella plata y oro, y vestidos, y fueron a esconderlo. Volvieron después y entraron en otra tienda, y escondieron también lo que allí pillaron. 2RY007009 Pero dijéronse unos o otros: No obramos bien, pues este día es día de albricias: si nosotros callamos y no damos aviso hasta mañana, se nos hará de esto un crimen. Ea, pues, vamos, y llevemos la nueva al palacio del rey. 2RY007010 Venidos a la puerta de la ciudad, dieron la noticia diciendo: Hemos ido al campamento de los sirios y no hemos hallado allí a nadie, sino sólo los caballos y los asnos atados, y las tiendas que están todavía en pie. 2RY007011 Fueron, pues, las guardias de la puerta y avisaron la novedad a los de dentro del palacio del rey. 2RY007012 El cual se levantó, siendo aún de noche, y dijo a sus criados: Yo os diré lo que han hecho con nosotros los sirios: saben que nos morimos de hambre, y por eso se han salido del campamento, y están escondidos por los campos, diciendo: Cuando salgan de la ciudad, los cogeremos vivos, y entonces podremos entrar en ella. 2RY007013 Mas uno de los criados le respondió: Tomemos los cinco caballos que han quedado en la ciudad (ya que sólo éstos restan de todos los que había en Israel, por haber sido consumidos los otros), y enviemos a hacer con ellos la descubierta. 2RY007014 Trajeron, pues, dos caballos, y envió el rey dos hombres al campamento de los sirios, diciendo: Id y observad lo que hay. 2RY007015 Los cuales marcharon y fueron siguiendo a los sirios hasta el Jordán, y vieron cómo todo el camino estaba lleno de vestidos y de muebles, que los sirios habían arrojado con la precipitación de la huida; y volviéndose los enviados dieron parte al rey. 2RY007016 Entonces el pueblo salió y saqueó los reales de los sirios; y de resultas un modio de flor de harina valió un siclo, y un siclo dos modios de cebada, conforme a la palabra del Señor. 2RY007017 Había puesto el rey a la puerta de la ciudad aquel capitán que le servía de bracero, al cual atropello el gentío a la entrada de la puerta, y murió conforme a lo que había predicho el varón de Dios cuando fue el rey a buscarle. 2RY007018 Con eso se cumplió la palabra del varón de Dios, que había predicho al rey: Mañana a estas horas dos modios de cebada se venderán por un siclo, y por un siclo un modio de flor de harina, en la puerta de Samaria; 2RY007019 en cuya ocasión replicó aquel capitán al varón de Dios, diciendo: Aunque Dios abra las compuertas del cielo para llover trigo, ¿podrá verificarse nunca lo que tú dices? Y le respondió Elíseo: Lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello. 2RY007020 Así le aconteció, como le estaba predicho, pues le atropello el pueblo a la puerta, y quedó muerto. 2RY008001 Habló Elíseo a la mujer sunamita, cuyo hijo había resucitado, y le dijo: Márchate con tu familia, y vete fuera de tu país a habitar donde te parezca mejor; porque Dios ha llamado al hambre, y ella se apoderará de la tierra de Israel por siete años. 2RY008002 Hizo, pues, la mujer lo que le dijo el varón de Dios, y salió con su familia fuera de su país, y permaneció largo tiempo en tierra de filisteos. 2RY008003 Terminados los siete años, regresó la mujer del país de los filisteos, y acudió al rey para que se le restituyese su casa y sus heredades. 2RY008004 Estaba entonces el rey hablando con Gieci, criado del varón de Dios, y decíale: Cuéntame todas las maravillas que ha hecho Elíseo; 2RY008005 y mientras él estaba contando al rey cómo había resucitado a un muerto, compareció la mujer, a cuyo hijo había resucitado, reclamando ante el rey su casa y sus heredades. Y dijo Gieci: Ésta es, ¡oh rey mi señor!, aquella mujer, y éste su hijo, a quien resucitó Elíseo. 2RY008006 Y preguntó el rey a la mujer, la cual se lo contó. Inmediatamente el rey envió con ella un eunuco, o ministro, a quien dijo: Haz que se le restituya todo lo que le pertenece, y todos los réditos de sus heredades, desde el día que salió de su tierra hasta el presente. 2RY008007 Vino asimismo Eliseo a Damasco a tiempo que Benadad, rey de Siria, estaba enfermo; y avisáronselo a éste diciendo: El varón de Dios ha llegado aquí. 2RY008008 Y dijo el rey a Hazael: Toma contigo unos regalos, y sal a encontrar al varón de Dios, y consulta por su medio al Señor, preguntando: ¿Si podré escapar de esta mi enfermedad? 2RY008009 Fue, pues, Hazael a encontrarle, llevando consigo presentes de todas las cosas más preciosas de Damasco, en cuarenta camellos cargados, y al llegar a su presencia, dijo: Tu hijo Benadad, rey de Siria me ha enviado a ti para saber si podrá él sanar de su enfermedad. 2RY008010 Respondióle Eliseo: Ve y dile: Tu enfermedad no es mortal; pero el Señor me ha hecho conocer que él ha de morir sin remedio. 2RY008011 Y se estuvo el varón de Dios un rato parado con él, y se conturbó hasta demudar el semblante, y se echó a llorar. 2RY008012 Díjole entonces Hazael: ¿Por qué llora mi señor? Porque sé, respondió, los males que has de hacer a los hijos de Israel. Tú entregarás a las llamas sus ciudades fuertes, y pasarás a cuchillo sus jóvenes, y estrellarás contra el suelo sus niños, y abrirás el vientre a las mujeres preñadas. 2RY008013 Replicó Hazael: Pues qué, ¿soy yo, siervo tuyo, otra cosa más que un perro muerto, para que pueda ejecutar cosas tan grandes y terribles? A lo que respondió Eliseo: El Señor me ha manifestado que tú serás rey de Siria, 2RY008014 Habiéndose separado Hazael de Eliseo, volvió a su amo; el cual le preguntó: ¿Qué te ha dicho Eliseo? Respondió él: Díjome que recobrarías la salud. 2RY008015 Llegado el día siguiente, tomó Hazael un paño acolchado, empapóle en agua, y extendióle sobre el rostro del rey: el cual murió, y reinó Hazael en su lugar. 2RY008016 Al quinto año de Joram, hijo de Acab, rey de Israel, y de Josafat, rey de Judá, entró a reinar Joram, hijo de Josafat, rey de Judá. 2RY008017 Treinta y dos años tenía cuando empezó a reinar, y ocho años reinó en Jerusalén. 2RY008018 Y siguió los pasos de los reyes de Israel, como los había seguido la casa de Acab; porque una hija de Acab era su mujer, y obró el mal en presencia del Señor. 2RY008019 Mas el Señor no quiso exterminar a Judá por amor de su siervo David, según la promesa que le había hecho de conservarle a él y a sus hijos perpetuamente una lámpara ardiente. 2RY008020 En su tiempo se rebeló la Idumea contra Judá, y eligióse un rey propio. 2RY008021 Por lo que Joram marchó contra Seira con todos sus carros de guerra, y asaltó de noche y desbarató a los idumeos que lo habían cercado, y a los comandantes de los carros de guerra; mas el pueblo huyó a sus estancias. 2RY008022 Sin embargo, la Idumea sacudió el yugo de Judá hasta hoy día. En aquel mismo tiempo se rebeló también Lobna. 2RY008023 Las otras cosas de Joram, y todo cuanto hizo, ¿no es así que se halla todo escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá? 2RY008024 En fin, Joram durmió con sus padres, y fue con ellos sepultado en la ciudad de David; y le sucedió en el reino su hijo Ococías. 2RY008025 El año duodécimo de Joram, hijo de Acab, rey de Israel, entró a reinar Ococías, hijo de Joram, rey de Judá. 2RY008026 Hallábase Ococías en la edad de veintidós años cuando comenzó a reinar, y reinó un año en Jerusalén; llamábase su madre Atalía, hija de Acab, que lo era de Amri, rey de Israel. 2RY008027 Y siguió los mismos pasos que la casa de Acab, y obró el mal en la presencia del Señor, a imitación de la casa de Acab; como quien era yerno de éste. 2RY008028 Asocióse con Joram, hijo de Acab, para hacer la guerra contra Hazael, rey de Siria, en Ramot de Galaad; e hirieron los sirios a Joram, 2RY008029 el cual se volvió a Jezrael a curarse de las heridas que le habían hecho los sirios en el sitio de Ramot cuando peleaba contra Hazael, rey de Siria. Y Ococías, hijo de Joram, rey de Judá, pasó a Jezrael a visitar a Joram, hijo de Acab, porque estaba allí enfermo. 2RY009001 Por este tiempo el profeta Elíseo llamó a uno de los hijos de los profetas, y le dijo: Recoge tus faldas, y cíñete, y toma esta redomita de óleo en tu mano, y ve a Ramot de Galaad. 2RY009002 Llegado allá irás a verte con Jehú, hijo de Josafat, hijo de Namsi, y luego que entres le llamarás aparte de sus hermanos, y le meterás en un aposento retirado. 2RY009003 Y cogiendo la redomita de óleo la derramarás sobre su cabeza, diciendo: Esto dice el Señor: Yo te he ungido rey sobre Israel. Dicho esto, abrirás la puerta, y huirás sin detenerte allí. 2RY009004 Marchó, pues, este joven, ministro del profeta, a Ramot de Galaad, 2RY009005 y entrando en el lugar de la ciudad donde estaban sentados los príncipes del ejército, dijo: Una palabra tengo que decirte, ¡oh príncipe! Preguntó Jehú: ¿A quién de todos nosotros? Y respondió él: A ti, ¡oh príncipe! 2RY009006 Al punto se levantó y entró en un aposento, y el otro derramó el óleo sobre su cabeza, diciendo: Esto dice el Señor Dios de Israel: Yo te he ungido rey del pueblo mío de Israel; 2RY009007 y exterminarás la casa de Acab, tu señor, y yo tomaré venganza de la sangre de mis siervos los profetas, y de la sangre de todos los siervos del Señor, derramada por Jezabel; 2RY009008 y extirparé toda la familia de Acab, y mataré de la casa de Acab hasta los perros; desde lo más estimado hasta lo más vil y desechado en Israel; 2RY009009 y trataré a la casa de Acab como a la casa de Jeroboam, hijo de Nabat, y como a la casa de Baasá, hijo de Ahía; 2RY009010 y a Jezabel la comerán los perros en el campo de Jezrael, sin que haya quien la entierre. Dicho esto, abrió la puerta y echó a correr. 2RY009011 Mas Jehú salió adonde estaban los oficiales de su señor, los cuales le preguntaron: ¿Va todo bien? ¿A qué ha venido a ti ese mentecato? Respondióles Jehú: Vosotros conocéis a ese hombre, y lo que puede haber dicho. 2RY009012 No es la verdad, replicaron ellos; pero sea lo que fuere, cuéntanoslo. Jehú les dijo: Tal y tal cosa es lo que me ha dicho; y ha añadido: Esto dice el Señor: Yo te he ungido por rey de Israel. 2RY009013 Levantáronse entonces a toda prisa, y, tomando cada uno su propio manto, pusiéronle debajo de los pies de Jehú en forma de tribunal, y a son de trompeta le proclamaron, diciendo: Jehú es nuestro rey. 2RY009014 Por lo tanto, se conjuró Jehú, hijo de Josafat, hijo de Namsi, contra Joram; después que éste con todo Israel tenía sitiada la plaza de Ramot de Galaad, contra Hazael, rey de Siria, 2RY009015 y se había retirado a Jezrael para curarse de las heridas que los sirios le habían hecho en el combate contra Hazael, rey de Siria. Dijo entonces Jehú: Si os parece, nadie salga ni huya de la ciudad, para que no vaya a dar la noticia en Jezrael. 2RY009016 Partió luego él, y tomó el camino de Jezrael, donde estaba enfermo Joram, a quien Ococías, rey de Judá, había ido a visitar. 2RY009017 En efecto, el atalaya que estaba sobre la torre de Jezrael, vio la comitiva de Jehú, que venía caminando, y dijo: Allá veo un pelotón de gente. Y dijo Joram a uno de los circunstantes: Toma un carro, y despacha a alguno que les salga al encuentro; y el que vaya pregúnteles: ¿Va todo bien? 2RY009018 Con esto, el que montó en el carro fue corriendo al encuentro de Jehú, y dijóle: Esto dice el rey: ¿Está todo en paz? Respondió Jehú: ¿Qué te importa a ti de la paz o de la guerra? Ponte atrás, y sigúeme. Al instante el atalaya dio aviso, diciendo: Llegó a ellos el correo, y no vuelve. 2RY009019 Por lo que despachó Joram un segundo carro de caballos, y así que llegó el correo a Jehú, dijo: Esto dice el rey: ¿Tenemos paz? Mas Jehú respondió: ¿Qué te importa a ti si hay paz? Ponte atrás, y sigúeme. 2RY009020 Luego avisó el atalaya, diciendo: Ha llegado hasta ellos, y no vuelve; y el modo de andar del que viene se parece al de Jehú, hijo de Namsi, pues camina con atropellamiento y precipitación. 2RY009021 Entonces dijo Joram: Pon el coche; pusiéronle el coche, y salió Joram, rey de Israel, en compañía de Ococías, rey de Judá, cada cual en su coche, y fueron al encuentro de Jehú, y halláronle en el campo de Nabat, jezraelita. 2RY009022 Apenas vio Joram a Jehú, dijo: ¿Tenemos paz, Jehú? ¿Qué paz puede haber, le respondió, mientras permanecen aún en su vigor las fornicaciones o idolatría de tu madre Jezabel y sus muchas hechicerías? 2RY009023 Al punto Joram volvió las riendas, y. echó a huir, diciendo a Ococías: Traición, Ococías. 2RY009024 Pero Jehú flechó su arco, y atravesó a Joram por las espaldas; de suerte que la saeta le pasó de parte a parte el corazón, y de repente cayó muerto en su coche. 2RY009025 Y Jehú dijo al capitán Badacer: Cógelo, y arrójalo al campo de Nabot, jezraelita; porque me acuerdo que cuando tú y yo, sentados en el carro de guerra, íbamos siguiendo a Acab, padre de éste, el Señor pronunció esta terrible sentencia contra él, diciendo: 2RY009026 Yo juro, dice el Señor, que en este campo tomaré venganza en ti de la sangre de Nabot y de la sangre de sus hijos, que te vi ayer derramar. Cógelo, pues, y arrójalo al campo, conforme a la palabra del Señor. 2RY009027 Al ver esto Ococías, rey de Judá, echó a huir por el camino de la casa del huerto. Y corrió Jehú tras de él, diciendo: Matad también a éste dentro de su coche. Y le hirieron en la cuesta de Gaver, junto a Jeblaam; y siguió huyendo hasta Magedo, donde murió. 2RY009028 Y pusiéronle sus criados dentro de su coche, y lleváronle a Jerusalén, y le sepultaron en la ciudad de David, en el sepulcro de sus padres. 2RY009029 Ococías había comenzado a reinar sobre Judá el año undécimo de Joram, hijo de Acab. 2RY009030 Entró, pues, Jehú en Jezrael. Jezabel, empero, informada de su llegada, se pintó los ojos con alcohol, y adornóse la cabeza, y púsose en una ventana a mirar 2RY009031 cómo entraba Jehú por la puerta de la ciudad, y dijo: ¿Es posible que pueda tener paz o prosperidad éste que, como Zambri, ha muerto a su señor?; 2RY009032 Alzó Jehú la cabeza hacia la ventana, y; preguntó: ¿Quién es ésa? Y dos o tres eunucos hicieron a Jehú una profunda reverencia; 2RY009033 a los cuales dijo él: Arrojadla de ahí abajo, Arrojáronla, y quedó la pared salpicada con su sangre; y holláronla con sus pies los caballos, 2RY009034 Y después que Jehú entró en el palacio para comer y beber, dijo a sus gentes: Id a ver aquella maldita, y dadle sepultura; que, al fin, es hija de un rey. 2RY009035 Y habiendo ido para dar le sepultura, no hallaron sino la calavera, y los pies, y las extremidades de las manos. 2RY009036 Volviendo a Jehú con la noticia, dijo éste: Eso es aquello mismo que pronunció el Señor por medio de su siervo Elias, tesbita, cuando dijo: En el campo de Jezrael comerán los perros las carnes de Jezabel; 2RY009037 y estarán las carnes o huesos de Jezabel en el campo de Jezrael, como está el estiércol sobre la haz de la tierra: de suerte que los pasajeros dirán: ¡Y ésta es aquella Jezabel! 2RY010001 Quedaban de Acab setenta hijos en Samaria. En consecuencia escribió Jehú una carta, y envióla a Samaria a los magnates, de la ciudad, y a los ancianos, y a los ayos de los hijos de Acab. Decía en ella: 2RY010002 Luego que recibáis esta carta los que tenéis a vuestra disposición los hijos de vuestro señor, y los carros de guerra, y los caballos, y las ciudades fuertes, y las armas, 2RY010003 elegid al mejor y que más os agrade entre los hijos de vuestro señor, y colocadle sobre el trono de su padre, y combatid por la casa de vuestro señor. 2RY010004 Intimidáronse ellos sobremanera, y dijeron: No han podido dos reyes hacerle frente, ¿cómo podremos resistirle nosotros? 2RY010005 Enviaron, pues, los mayordomos del palacio y magistrados de la ciudad, y los ancianos y los ayos a decir a Jehú: Vasallos tuyos somos, haremos cuanto mandares; ni pensamos en elegir rey sobre nosotros; haz todo lo que bien te pareciere. 2RY010006 Mas él volvió a escribir segunda carta, en la cual les decía: Si sois de los míos, y me prestáis obediencia, tomad las cabezas de los hijos de vuestro señor, y venid a veros conmigo mañana a estas horas en Jezrael. Eran los hijos del rey en número de setenta: los cuales se criaban en las casas de los magnates de aquella ciudad. 2RY010007 Luego que recibieron esta carta, cogieron a los setenta hijos del rey y los mataron; y metieron sus cabezas en unas canastas, y se las remitieron a Jezrael. 2RY010008 Llegó, pues, un mensajero, y dio a Jehú el aviso, diciendo: Han traído las cabezas de los hijos del rey. A lo que respondió Jehú: Ponedlas en dos montones a la entrada de la puerta, hasta la mañana. 2RY010009 Y luego que amaneció, salió él, y puesto en pie dijo a todo el pueblo: Vosotros que sois justos, decidme: Si yo he conspirado contra mi señor, y le he quitado la vida, ¿quién ha degollado a todos éstos? 2RY010010 Por lo tanto, considerad ahora cómo no ha caído en tierra una sola palabra de las que habló el Señor contra la casa de Acab, y cómo ha ejecutado el Señor lo que predijo por medio de Elias, su siervo. 2RY010011 Hizo, pues, matar Jehú a cuantos habían quedado de la familia de Acab en Jezrael, y a todos sus magnates, y familiares, y sacerdotes, sin dejar ninguno con vida. 2RY010012 De aquí partió para Samaria, y al llegar a la casa esquileo que está junto al camino, 2RY010013 se encontró con los hijos de los hermanos de Ococías, rey de Judá, y preguntóles: ¿Quién sois vosotros? Los cuales respondieron: Somos hermanos de Ococías y venimos a saludar a los hijos del rey y de la reina. 2RY010014 Dijo Jehú: Prendedlos vivos. Presos que fueron vivos, los degollaron junto a una cisterna vecina a la casa esquileo, en número de cuarenta y dos hombres, sin perdonar a ninguno. 2RY010015 Pasando adelante halló a Jonadab, hijo de Recab, que le salía al encuentro; y Jehú le saludó y dijo: ¿Es tu corazón recto y propenso hacia mí, como lo es mi corazón hacia el tuyo? Sí, por cierto, respondió Jonadab. Si lo es, replicó Jehú, dame tu mano; y él le dio la mano. E hízole Jehú subir en su coche, 2RY010016 diciéndole: Ven conmigo, y verás mi celo por el Señor. Y así que le tuvo en el coche, 2RY010017 llevóle a Samaria, donde acabó de matar a cuantos habían quedado allí de la casa de Acab, sin dejar uno siquiera, conforme a la palabra del Señor pronunciada por Elias. 2RY010018 Juntó también Jehú todo el pueblo, y le dijo: Acab tributó algún culto a Baal; pero yo se lo tributaré mayor. 2RY010019 Ahora, pues, convocadme a todos los profetas de Baal, y a sus adoradores todos, y a todos sus sacerdotes; ninguno deje de venir; porque voy a hacer un sacrificio grandioso a Baal; todo aquel que faltare, morirá. Mas Jehú trazaba astutamente todo esto para acabar con todos los adoradores de Baal. 2RY010020 Y así es que dijo: Promulgad una fiesta solemne a Baal; y echó un bando, 2RY010021 y se hizo publicar en todos los términos de Israel. Con esto acudieron todos los ministros de Baal; no quedó ni uno siquiera que no asistiese. Y entraron en el templo de Baal, y llenóse la casa de Baal de cabo a cabo. 2RY010022 Dijo también a los que tenían el cargo de las vestiduras: Sacad vestiduras para todos los ministros de Baal, y sacáronles las vestiduras. 2RY010023 Después de esto, entrando Jehú con Jonadab, hijo de Recab, en el templo de Baal, dijo a los adoradores de Baal: Registrad bien, y mirad que no haya con vosotros ninguno de los siervos del Señor, sino solos los siervos de Baal. 2RY010024 Entraron, pues, para ofrecer las víctimas y holocaustos. Mas Jehú tenía dispuestos afuera ochenta hombres, a quienes había dicho: Cualquiera que dejare escapar alguno de estos hombres que yo entrego en vuestras manos, pagará con su vida la vida del que escapare. 2RY010025 Concluido que fue el holocausto, dijo Jehú a sus soldados y capitanes: Entrad dentro, y matadlos; que ninguno escape. Y los soldados y capitanes los pasaron a cuchillo, arrojando fuera los cadáveres. De aquí marcharon a la ciudad del templo de Baal, 2RY010026 y sacaron fuera del templo la estatua de Baal, y la quemaron y redujeron a cenizas. 2RY010027 Destruyeron asimismo el templo de Baal, e hicieron en su lugar letrinas, que permanecen hasta hoy día. 2RY010028 Así, Jehú exterminó del país de Israel a Baal. 2RY010029 Mas con todo eso no se apartó de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel, ni abandonó los becerros de oro que subsistían en Betel y en Dan. 2RY010030 Por lo demás, el Señor dijo a Jehú: Por cuanto has ejecutado con celo lo que era justo y agradable a mis ojos, y cumplido todo lo que tenía resuelto en mi corazón contra la casa de Acab, tus hijos, hasta la cuarta generación, ocuparán el trono de Israel. 2RY010031 Empero, Jehú no tuvo cuidado de caminar con todo su corazón por la ley del Señor Dios de Israel; puesto que no se apartó de los pecados de Jeroboam, el cual había hecho pecar a Israel. 2RY010032 En aquellos días comenzó el Señor a indignarse contra Israel; y así Hazael lo derrotó, y devastó en todos los confines, 2RY010033 desde el Jordán hacia el Oriente, arruinando toda la tierra de Galaad, de Gad, y de Rubén, y de Manases; desde Aroer, situada junto al torrente de Arnón, hasta Galaad y Basan. 2RY010034 Las otras cosas de Jehú y todo cuanto hizo, y sus proezas de valor, ¿acaso no están ya escritas en el libro de los anales de los reyes de Israel? 2RY010035 Al fin durmió Jehú con sus padres, y fue sepultado en Samaria, y su hijo Joacaz le sucedió en el reino. 2RY010036 El tiempo que reinó Jehú sobre Israel en Samaria fue de veintiocho años. 2RY011001 Por otra parte, Atalía, madre de Ococías, viendo muerto a su hijo, se alzó con el mando, y mató toda la prosapia real. 2RY011002 Bien que Josaba, hija del rey Joram, hermana de Ococías, sacando a Joás, hijo de Ococías, de en medio de los demás hijos del rey, al tiempo que los iba matando, lo robó, sacándolo del dormitorio con su ama de leche, y le escondió de la furia de Atalía para que no fuese muerto. 2RY011003 Y estuvo por espacio de seis años oculto con su ama de leche en la casa del Señor; mientras tanto reinó Atalía en el país de Judá. 2RY011004 Pero a los siete años Joyada, convocando a los centuriones y soldados, los introdujo consigo en el templo del Señor, e hizo liga con ellos; y juramentándolos en la casa del Señor, les mostró el hijo del rey, 2RY011005 y dioles orden diciendo: He aquí lo que debéis hacer: 2RY011006 La tercera parte de vosotros que entre de semana, esté atenta en centinela hacia la habitación de! rey; otra tercera parte guarde la puerta del sur, y la última tercera parte cuide de la puerta que cae detrás de la habitación de los escuderos o guardias, y haréis la guardia a la casa de Mesa. 2RY011007 Finalmente, de todos los que saliereis de semana, dos terceras partes estaréis de guardia en la casa del Señor, cerca de la persona del rey, 2RY011008 y lo rodearéis teniendo las armas en vuestras manos; que si alguno intenta entrar en el recinto del templo para insultarle, sea muerto; y estaréis al lado del rey, ora entre, ora salga. 2RY011009 Ejecutaron los centuriones puntualmente todo lo que les había ordenado el sumo sacerdote Joyada, y, tomando cada uno sus gentes, así los que entraban de semana como los que salían, se presentaron al sumo sacerdote Joyada, 2RY011010 el cual les dio las lanzas y armas o escudos del rey David, que se guardaban en la casa del Señor. 2RY011011 Y apostáronse todos con las armas en la mano desde la derecha del templo, alrededor del rey. 2RY011012 Entonces Joyada sacó fuera al hijo del rey, y púsole la diadema sobre la cabeza, y el libro de la Ley, e hiciéronle rey, y le ungieron; y dando palmadas le proclamaron, diciendo: Viva el rey. 2RY011013 En esto oyó Atalía las voces del pueblo que corría, y acudiendo al tropel de gente que estaba en el templo del Señor, 2RY011014 vio al rey colocado sobre el trono, según se acostumbraba, y a los cantores y trompetas junto a él, y a toda la gente del país llena de regocijo, tocando los clarines; por lo que rasgó sus vestidos y gritó: ¡Traición, traición! 2RY011015 Mas Joyada dio orden a los centuriones que mandaban la tropa, diciéndoles: Sacadla fuera del recinto del templo, y cualquiera que la siga, sea pasado a cuchillo. Pues había dicho el Sumo Sacerdote: No sea muerta en el templo del Señor. 2RY011016 Con esto se apoderaron de ella, y la llevaron a empellones por la calle de la entrada de los caballos, junto al palacio, y allí fue muerta. 2RY011017 Después asentó Joyada el pacto del Señor con el rey y con el pueblo, de que sería pueblo del Señor; y asimismo un tratado entre el rey y el pueblo. 2RY011018 E inmediatamente entró todo el pueblo de la tierra en el templo de Baal, y derribaron sus aras, e hicieron añicos sus imágenes, y delante del mismo altar mataron a Matan, sacerdote de Baal. Y el Sumo Sacerdote puso guardias en la casa del Señor. 2RY011019 Y capitaneando a los centuriones y a las legiones de cereteos y feleteos, y a todo el pueblo de la tierra, condujeron al rey desde el templo del Señor, y por el camino de la puerta de los escuderos le llevaron a palacio, donde se sentó sobre el trono de los reyes de Judá. 2RY011020 Y todo el pueblo de la tierra se regocijó, y quedó en reposo la ciudad; después que Atalía pereció a filo de espada en la casa del rey, 2RY011021 Siete años tenía Joás cuando entró a reinar. 2RY012001 El año séptimo del reinado de Jehú en Israel, entró a reinar Joás, y reinó cuarenta años en Jerusalén. Llamábase su madre Sebia, y era de Bersabee. 2RY012002 Procedió Joás rectamente delante del Señor todo el tiempo que tuvo por director al Sumo Sacerdote Joyada. 2RY012003 Verdad es que no quitó el sacrificar a Dios en los lugares altos; porque todavía el pueblo sacrificaba y ofrecía incienso en las alturas. 2RY012004 Y Joás había dicho a los sacerdotes: Todo el dinero de cosas sagradas que fuere presentado en el templo del Señor por los forasteros que pasaren, y el que se ofrece por rescate de la persona, y el que voluntariamente y al arbitrio de su corazón trae cada cual al templo del Señor, 2RY012005 lo han de recibir los sacerdotes según su turno para reparar las quiebras de la casa del Señor, según vieren que necesite repararse alguna cosa. 2RY012006 Sin embargo, los sacerdotes no habían cuidado hasta el año veintitrés del reinado de Joás de hacer los reparos del templo. 2RY012007 Entonces llamó el rey Joás al pontífice Joyada y a los sacerdotes, y les dijo: ¿Por qué no habéis hecho los reparos en la fábrica del templo? No tenéis, pues, que recibir de aquí en adelante el dinero, en vuestros turnos o semanas, sino dejadle para reparar el templo; 2RY012008 y así se prohibió a los sacerdotes el continuar recibiendo del pueblo el dinero, y el cuidar de la fábrica y reparos de la casa. 2RY012009 Entonces el pontífice Joyada mandó hacer un arca, y abrir encima de ella un agujero; y colocóla cerca del altar, a mano derecha de los que entraban en la casa del Señor. Y los sacerdotes que estaban de guardia en las puertas echaban en ella todo el dinero que se ofrecía al templo del Señor. 2RY012010 Y cuando veían que había mucho dinero en el arca, venía un secretario del rey, y con el pontífice sacaban y contaban el dinero, que se hallaba en la casa del Señor, 2RY012011 y entregábanlo con su cuenta y razón en mano de los sobrestantes de los obreros de la casa del Señor, quienes pagaban con él a los carpinteros y albañiles que trabajaban en la casa del Señor, 2RY012012 y hacían los reparos, y a los que labraban las piedras; y asimismo compraban con él la madera y piedra que se labraba; a fin de que fuese perfectamente restaurada la casa del Señor en todas las partes que necesitaban de algún gasto para repararla. 2RY012013 Pero de este dinero, que se ofrecía al templo del Señor, no se hacían los cántaras o vasijas, ni los tridentes, ni los incensarios, ni las trompetas, ni vaso alguno de oro y plata; 2RY012014 porque todo era empleado en los que trabajaban en restaurar el templo del Señor; 2RY012015 ni se tomaban cuentas a aquellos hombres que recibían el dinero para distribuirle a los obreros, sino que le manejaban sobre su buena fe. 2RY012016 Es de advertir que no se metía en el templo del Señor el dinero ofrecido por los delitos, o por los pecados, pues éste era propio de los sacerdotes. 2RY012017 En aquel tiempo Hazael, rey de Siria, salió a campaña, y poniendo sitio a Get la tomó, y enderezó su mira contra Jerusalén. 2RY012018 Por cuya razón Joás, rey de Judá, tomó todas las ofrendas sagradas que habían ofrecido Josafat, y Joram, y Ococías, reyes de Judá, sus mayores, y las que él mismo había ofrecido, y toda la plata que se pudo hallar en los tesoros del templo del Señor, y en el palacio real y lo envió al rey de Siria, Hazael, que con eso se retiró de Jerusalén. 2RY012019 Las demás cosas de Joás, y todos sus hechos, ¿no es así que están escritos en el libro de los anales de los reyes de Judá? 2RY012020 Por último, subleváronse unos criados u oficiales de Joás, y, formando entre sí una conjuración, le mataron en la casa o palacio de Meló, a la bajada de Sella. 2RY012021 Los criados que le quitaron la vida fueron Josacar, hijo de Semaat, y Jozabad, hijo de Somer, y muerto que fue sepultáronle con sus padres en la ciudad de David, sucediéndole en el reino su hijo Amasias. 2RY013001 El año veintitrés del reinado de Joás, hijo de Ococías, rey de Judá, reinó Joacaz, hijo de Jehú, sobre Israel en Samaria por espacio de diecisiete años. 2RY013002 E hizo el mal en la presencia del Señor, y siguió los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat (el cual hizo pecar a Israel), y no se arrepintió de ellos. 2RY013003 Con lo que se encendió el furor del Señor contra Israel, y lo entregó por mucho tiempo en poder de Hazael, rey de Siria, y en poder de Benadab, hijo de Hazael. 2RY013004 Mas Joacaz hizo sus plegarias ante la presencia del Señor, y lo oyó el Señor, vista la angustia de Israel, destrozado por el rey de Siria; 2RY013005 y envió el Señor a Israel un salvador que le libró del poder del rey de Siria; de suerte que los hijos de Israel pudieron vivir en sus habitaciones con tranquilidad, como en los tiempos anteriores. 2RY013006 Mas no por eso se desviaron de los pecados con que la casa de Jeroboam hizo pecar a Israel, sino que los imitaron; tanto que aun el bosque de Samaria quedó en pie. 2RY013007 A Joacaz no le habían quedado de la gente de guerra más que cincuenta soldados de a caballo, y diez carros de guerra, y mil hombres de a pie; puesto que el rey de Siria los había pasado a cuchillo y deshecho como el polvo de la era en que se trilla. 2RY013008 Las otras cosas de Joacaz, y todos sus hechos, y su valor, ¿no está escrito todo esto en el libro de los anales de los reyes de Israel? 2RY013009 En fin, Joacaz durmió con el sueño de la muerte con sus padres, y le dieron sepultura en Samaria; sucediéndole en el trono su hijo Joás. 2RY013010 El año treinta y siete del reinado de Joás, rey de Judá, comenzó a reinar, asociado a su padre, Joás, hijo de Joacaz, sobre Israel en Samaria, y reinó por espacio de diez y seis años. 2RY013011 E hizo el mal en la presencia del Señor; ni se apartó de ninguno de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat (que hizo pecar a Israel), sino que los imitó. 2RY013012 Las demás cosas de Joás, y todos sus hechos, y su valor, y cómo hizo guerra contra Amasias, rey de Judá, ¿no está todo escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel? 2RY013013 Joás fue a descansar en el sepulcro con sus padres; y Jeroboam ocupó su trono, después que fue Joás sepultado en Samaria con los demás reyes de Israel. 2RY013014 Y sucedió antes, que estando Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió, pasó a visitarle Joás, rey de Israel; y, llorando delante de él, decía: Padre mío, padre mío, carro armado de Israel y conductor suyo. 2RY013015 Y dijóle Eliseo: Trae acá un arco y unas flechas; y habiéndole traído un arco y flechas, 2RY013016 dijo al rey de Israel: Pon tu mano en el arco. Cuando tuvo puesta la mano, puso Eliseo sus manos sobre las del rey, 2RY013017 y dijo: Abre la ventana que cae al Oriente. Luego que la abrió, dijo Eliseo: Dispara una saeta; la disparó. Y dijo Eliseo: Saeta es ésta de salvación por el Señor, y saeta de salvación contra la Siria; porque tú derrotarás la Siria en Afec hasta consumirla. 2RY013018 Dijo más: Toma saetas; y habiéndolas tomado, dijóle de nuevo: hiere la tierra con un dardo; y habiéndola herido tres veces, cesó de tirar. 2RY013019 E irritóse contra él el varón de Dios, y dijo: Si hubieses tirado cinco, o seis, o siete veces, hubieras herido a la Siria hasta exterminarla; mas ahora la vencerás por tres veces, 2RY013020 Murió, al fin, Eliseo, y sepultáronle. Aquel mismo año entraron por el país los guerrilleros o tropas ligeras de Moab. 2RY013021 Y unos hombres que iban a enterrar a un muerto, viendo a los guerrilleros, echaron el cadáver en el sepulcro de Eliseo, y al punto que tocó los huesos de Eliseo, el muerto resucitó y se puso en pie. 2RY013022 Hazael, pues, rey de Siria, tuvo acosado a Israel en todo el reinado de Joacaz. 2RY013023 Mas al cabo el Señor se compadeció de ellos, y volvió hacia ellos sus ojos, a causa del pacto que tenía hecho con Abraham, e Isaac, y Jacob; y no quiso enteramente perderlos, ni abandonarlos del todo hasta el tiempo presente. 2RY013024 Finalmente, murió Hazael, rey de Siria, y sucedióle Benadab, su hijo. 2RY013025 Entonces Joás, hijo de Joacaz, recobró del poder de Benadab, hijo de Hazael, las ciudades o plazas que había éste tomado a su padre Joacaz por derecho de guerra. Tres veces le derrotó Joás; y restituyó a Israel aquellas ciudades. 2RY014001 En el segundo año de Joás, hijo de Joacaz, rey de Israel, entró a reinar Amasias, hijo de el otro Joás, rey de Judá. 2RY014002 Veinticinco años tenía cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén, Llamábase su madre Joadán, natural de Jerusalén. 2RY014003 E hizo lo que era justo en la presencia del Señor, mas no como David su padre, En todo imitó el proceder de su padre Joás; 2RY014004 aunque tampoco quitó los lugares excelsos; pues todavía sacrificaba el pueblo, y quemaba incienso en las alturas. 2RY014005 Luego que entró en posesión del reino, hizo quitar la vida a sus criados, que habían muerto al rey, su padre; 2RY014006 aunque no mató a los hijos de los que le habían muerto, conforme a lo que se halla escrito en el libro de la Ley de Moisés, según el precepto del Señor, que dice: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres; sino que cada uno morirá por su pecado personal 2RY014007 Este mismo derrotó diez mil idumeos en el valle de las salinas, y tomó a viva fuerza a Petra, a la cual llamó Jecteel, nombre que conserva hasta hoy día. 2RY014008 Entonces envió Amasias embajadores a Joás, hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel, diciendo: Ven, y véamenos las caras. 2RY014009 Y Joás, rey de Israel, envió a Amasias, rey de Judá, esta respuesta: El cardo del Líbano envió a decir al cedro que está en el Líbano: Da tu hija por mujer a mi hijo. Mas las bestias salvajes que habitan en el Líbano, pasaron y pisotearon el cardo orgulloso. 2RY014010 Como tú has vencido y derrotado a los idumeos, por esto se ha engreído tu corazón. Conténtate con esa gloria, y estáte quedo en tu casa; ¿a qué fin quieres acarrearle males para perderte tú y Judá contigo? 2RY014011 Pero Amasias no quiso aquietarse. Por lo cual Joás, rey de Israel, salió a campaña, y encontrándose él y Amasias, rey de Judá, junto a Betsamés, ciudad de Judá, 2RY014012 fue el ejército de Judá derrotado por el de Israel, y cada cual huyó a su casa. 2RY014013 Y Joás, rey de Israel, hizo prisionero en la batalla de Betsamés a Amasias, rey de Judá, hijo de Joás, hijo de Ococías, y llevóle a Jerusalén; y abrió una brecha de cuatrocientos codos en la muralla de Jerusalén desde la puerta de Efraím hasta la puerta de la esquina. 2RY014014 Y tomó todo el oro y plata, y todas las alhajas que se hallaron en el templo del Señor, y en los tesoros del rey, y los rehenes; y volvióse a Samaria. 2RY014015 Las demás acciones de Joás, y el valor con que peleó contra Amasias, rey de Judá, ¿todo eso no está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel? 2RY014016 Finalmente, Joás pasó a descansar con sus padres y fue sepultado en Samaria con los reyes de Israel, sucediéndole en el reino su hijo Jeroboam segundo. 2RY014017 Mas Amasias, hijo de Joás, rey de Judá, vivió quince años después de la muerte de Joás, hijo de Joacaz, rey de Israel. 2RY014018 Lo restante, empero, de las acciones de Amasias, ¿no está todo escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá? 2RY014019 Contra éste se suscitó una conjuración en Jerusalén, por causa de la cual huyó a Laquis; pero destacaron gentes a Laquis, y allí le mataron. 2RY014020 Transportáronle después de allí en un carro tirado de caballos, fue sepultado en Jerusalén con sus padres en la ciudad de David. 2RY014021 Luego todo el pueblo de Judá cogió a Azarías, que era de diez y seis años, y proclamóle rey en lugar de Amasias, su padre. 2RY014022 Éste reedificó a Elat, y la restituyó a Judá, después que el rey pasó a descansar con sus padres. 2RY014023 El año decimoquinto del reinado de Amasias, hijo de Joás, rey de Judá, entró a reinar en Samaria Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel, y reinó cuarenta y un años. 2RY014024 Y obró el mal delante del Señor; en nada se apartó de todos los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel. 2RY014025 Restableció en el primitivo estado los límites del reino de Israel, reconquistando desde la entrada de Emat hasta el mar del desierto, conforme a la palabra del Señor Dios de Israel, pronunciada por su siervo el profeta Jonás, hijo de Amati, natural de Get, ciudad situada en Ofer. 2RY014026 Porque vio el Señor la amarguísima aflicción de Israel, y que habían perecido a filo de espada hasta los que estaban en la cárcel, y los más desvalidos, y que no había quien socorriese a Israel. 2RY014027 Ni había decretado el Señor borrar el nombre de Israel de debajo del cielo; y así los libertó por mano de Jeroboam, hijo de Joás. 2RY014028 Las demás cosas de Jeroboam, y todo cuanto hizo, y el valor con que combatió, y cómo restituyó a Israel las ciudades de Damasco y Emat, que habían sido de Judá, ¿no está todo eso escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel? 2RY014029 En fin, Jeroboam pasó a descansar con sus padres los reyes de Israel, y sucedióle en el reino su hijo Zacarías. 2RY015001 El año veintisiete del reinado de Jeroboam, rey de Israel, entró a reinar Azarías, hijo de Amasias, rey de Judá. 2RY015002 Dieciséis años tenía cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y dos años en Jerusalén. Llamábase su madre Jecelía, natural de Jerusalén. 2RY015003 E hizo lo que era agradable al Señor, imitando en todo y por todo a su padre Amasias. 2RY015004 Verdad es que no demolió los lugares excelsos; pues todavía el pueblo sacrificaba y quemaba inciensos a Dios en las alturas. 2RY015005 Mas el Señor castigó al rey; el cual estuvo leproso hasta el día de su muerte, y habitó separado en una casa aislada. Mientras tanto, Joatán, hijo del rey, gobernaba el palacio, y administraba justicia al pueblo de aquella tierra. 2RY015006 Las demás cosas de Azarías, y todos sus hechos, ¿no están escritos en el libro de los anales de los reyes de Judá? 2RY015007 Pasó, en fin, Azarías a descansar con sus padres, y fue sepultado con sus antepasados en la ciudad de David, sucediéndole en el reino su hijo Joatán. 2RY015008 El año treinta y ocho del reinado de Azarías, rey de Judá, reinó Zacarías, hijo de Jeroboam, sobre Israel, en Samaria, por espacio de seis meses; 2RY015009 e hizo el mal delante del Señor, así como lo habían hecho sus padres. No se desvió de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel. 2RY015010 Conjuróse contra él Sellum, hijo de Jabes, y acometiéndole en público, le mató, y reinó en su lugar. 2RY015011 Las demás cosas de Zacarías, ¿no están todas escritas en el libro de los anales de los reyes de Israel? 2RY015012 Ésta es la palabra que dio el Señor a Jehú, diciendo: Tus hijos hasta la cuarta generación se sentarán en el trono de Israel; y así se cumplió. 2RY015013 Sellum, pues, hijo de Jabes, se apoderó del reino el año trigésimo nono de Azarías, rey de Judá, y su reinado duró tan sólo un mes, en Samaria. 2RY015014 Porque Manahem, hijo de Gadi, marchó desde Tersa, y fue a Samaria, e hiriendo a Sellum, hijo de Jabes, lo mató, y reinó en su lugar. 2RY015015 Las demás acciones de Sellum, y la conjuración que tramó engañosamente, ¿no está ya escrito esto en el libro de los anales de los reyes de Israel? 2RY015016 Entonces fue cuando Manahem se apoderó de Tapsa y mató a todos sus moradores, y devastó su territorio desde Tersa; porque no quisieron abrirle las puertas, y mató a todas las mujeres preñadas, a las cuales hizo rasgar el vientre. 2RY015017 El año trigésimo nono del reinado de Azarías, rey de Judá, comenzó a reinar pacíficamente en Samaria, sobre Israel, Manahem, hijo de Gadi, y reinó diez años; 2RY015018 e hizo lo que era malo delante del Señor; no se apartó de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel en todo el tiempo de su reinado. 2RY015019 Ful, rey de los asirios, vino entonces a esta tierra, y dio Manahem a Ful mil talentos de plata para que le ayudase y le asegurase en el trono. 2RY015020 E hizo pagar Manahem este dinero a todos los poderosos y ricos de Israel, a razón de cincuenta siclos de plata por cabeza para darlo al rey de los asirios. Con eso el rey de los asirios se retiró y no se detuvo en el país. 2RY015021 Las demás cosas de Manahem y todas sus acciones, ¿no están ellas escritas en el libro de los anales de los reyes de Israel? 2RY015022 En fin, Manahem fue a descansar con sus padres; y su hijo Facela entró a reinar en su lugar. 2RY015023 El año quincuagésimo del reinado de Azarías, rey de Judá, comenzó a reinar Facela, hijo de Manahem, sobre Israel, en Samaria, y reinó dos años. 2RY015024 E hizo lo que era malo a los ojos del Señor: no se apartó de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel. 2RY015025 Conjuróse contra él Facea, hijo de Romelía, general suyo; el cual le acometió con cincuenta hombres, naturales de Galaad, en Samaria, en la torre de la casa real, cerca de Argob y de Arie; y quitóle la vida, y reinó en su lugar. 2RY015026 Las demás cosas de Facela, y todas sus acciones, ¿no es así que están ya escritas en el libro de los anales de los reyes de Israel? 2RY015027 El año quincuagésimosegundo del reinado de Azarías, rey de Judá, ocupó el trono Facea, hijo de Romelía, el cual reinó sobre Israel, en Samaria, por espacio de veinte años. 2RY015028 E hizo lo malo en la presencia del Señor: no se apartó de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel. 2RY015029 En el reinado de Facea, rey de Israel, vino Teglatfalasar, rey de Assur, y se apoderó de Aión, y de Abelcasa de Maaca, y de Janoé, y de Cedes, y de Asor, y de Galaad, y de Galilea, y de todo el país de Neftalí, y transportó sus habitantes a la Asiría. 2RY015030 Mas Osee, hijo de Ela, formó una conjuración contra Facea, hijo de Romelía, y armóle asechanzas, e hirióle, y le mató, y reinó, en su lugar, en el año vigésimo de Joatam, hijo de Ocias. 2RY015031 Las demás cosas de Facea, y todo cuanto hizo, ¿no está todo escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel? 2RY015032 En el año segundo de Facea, hijo de Romelía, rey de Israel, ocupó el trono Joatam, hijo de Ocias, rey de Judá. 2RY015033 Veinticinco años tenía cuando comenzó a reinar; y reinó dieciséis años en Jerusalén. Llamábase su madre Jerusa, hija de Sadoc. 2RY015034 Hizo lo que era agradable a los ojos del Señor, y se condujo en todo conforme se había conducido su padre Ocias. 2RY015035 Verdad es que no arruinó los lugares excelsos: todavía siguió el pueblo sacrificando y ofreciendo incienso a Dios en las alturas. Edificó la puerta más alta de la casa del Señor. 2RY015036 Las demás cosas de Joatam, y todos sus hechos, ¿no están ya escritos en el libro de los anales de los reyes de Judá? 2RY015037 En aquellos días comenzó el Señor a enviar contra Judá a Rasín, rey de Siria, y a Facea, hijo de Romelía. 2RY015038 Pasó Joatam a descansar con sus padres, y fue sepultado con ellos en la ciudad de David, su padre; sucediéndole en el reino su hijo Acaz. 2RY016001 En el año decimoséptimo de Facea, hijo de Romelía, subió al trono Acaz, hijo de Joatam, rey de Judá. 2RY016002 Veinte años tenía Acaz cuando comenzó a reinar, y dieciséis años reinó en Jerusalén. No hizo lo que era agradable a los ojos del Señor Dios suyo, como David su padre; 2RY016003 sino que siguió las huellas de los reyes de Israel; y además de eso, consagró su propio hijo, haciéndole pasar por el fuego, según la idolatría de las naciones que disipó el Señor delante de los hijos de Israel. 2RY016004 Asimismo sacrificaba víctimas y quemaba incienso en las alturas, y en los collados, y debajo de cualquier árbol frondoso. 2RY016005 Entonces Rasín, rey de Siria, y Facea, hijo de Romelía, rey de Israel, subieron a sitiar a Jerusalén; y después de haber tenido cercado a Acaz, no pudieron vencerle. 2RY016006 Por aquel tiempo Rasín, rey de Siria, volvió a incorporar a Aila con la Siria; y arrojó de Aila a los judíos; y vinieron los idumeos a ocuparla, y han habitado en ella hasta el día de hoy. 2RY016007 Entonces Acaz despachó embajadores a Teglatfalasar, rey de los asirios para que le dijesen: Siervo tuyo soy, y tu hijo; ven y sálvame de las manos del rey de Siria y de las manos del rey de Israel, que se han coligado contra mí. 2RY016008 Y habiendo recogido cuanta plata y oro pudo hallarse en la casa del Señor, y en los tesoros del rey, remitióselo como presente al rey de los asirios; 2RY016009 el cual condescendió con sus deseos. Marchó, pues, el rey de los asirios contra Damasco, y destruyóla. Transportó sus moradores a Cirene; y a Rasín le quitó la vida. 2RY016010 Entonces el rey Acaz fue a Damasco a recibir a Teglatfalasar, rey de los asirios; y viendo el altar de Damasco, envió el rey Acaz al Sumo Sacerdote Urías un modelo de él, que representaba exactamente sus labores; 2RY016011 y el Sumo Sacerdote Urías fabricó un altar, conforme en todo a las órdenes que le había comunicado el rey Acaz desde Damasco. Hízolo esto el Sumo Sacerdote Urías, ínterin que el rey Acaz volvía de Damasco. 2RY016012 Y el rey, llegado que hubo de Damasco, vio aquel altar, y le veneró, y subió a ofrecer en él holocaustos, y su sacrificio. 2RY016013 E hizo las libaciones y derramó la sangre de las víctimas pacíficas sacrificadas sobre el altar. 2RY016014 Trasladó el altar de bronce, que estaba en la presencia del Señor, desde la fachada del templo, y de su sitio y lugar propio en el templo del Señor, y colocóle a un lado de aquel altar, al Septentrión. 2RY016015 Además, dio el rey Acaz al Sumo Sacerdote Urías esta orden: Ofrecerás sobre este altar grande el holocausto de la mañana, el sacrificio de la tarde, y el holocausto del rey con su sacrificio, y el holocausto de todo el pueblo de la tierra con sus sacrificios y libaciones; y has de derramar sobre este altar toda la sangre de los holocaustos, y toda la sangre de las víctimas; en cuanto al altar de bronce estará pronto a disposición mía. 2RY016016 Hizo, pues, el Sumo Sacerdote Urías todo cuanto el rey Acaz le había mandado. 2RY016017 Quitó también el rey Acaz las basas entalladas, y las conchas puestas encima de ellas, y la gran concha o mar la quitó igualmente de encima de los bueyes de bronce que la sostenían, y dejóla sobre el pavimento enlosado. 2RY016018 Asimismo quitó el musac del sábado, fabricado en el templo; y, por causa del rey de los asirios hizo en la parte interior del templo del Señor el pasadizo para ir a él desde su palacio que antes estaba en la parte de afuera. 2RY016019 Las otras cosas que hizo Acaz, ¿no están ellas escritas en el libro de los anales de los reyes de Judá? 2RY016020 En fin, Acaz pasó a descansar con sus padres, y fue sepultado con ellos en la ciudad de David, sucediéndole en el reino su hijo Ezequías. 2RY017001 El año duodécimo del reinado de Acaz, rey de Judá, comenzó a reinar pacíficamente sobre Israel, en Samaria, Osea, hijo de Ela, y reinó nueve años. 2RY017002 E hizo el mal delante del Señor, aunque no tanto como los reyes de Israel, sus predecesores. 2RY017003 Contra éste vino Salmanasar, rey de los asirlos, y Osea se hizo su feudatario, y le pagaba tributo. 2RY017004 Mas como descubriese el rey de los asirios que Osea había enviado embajadores a Sua, rey de Egipto, con intención de rebelarse contra el rey de los asirios, y no pagarle el acostumbrado y anual tributo: habiéndole cogido prisionero, le encerró en una cárcel. 2RY017005 Porque Salmanasar comenzó haciendo correrías por todo el país, y al fin, acercándose a Samaria, la tuvo sitiada tres años; 2RY017006 hasta que el año nono del reinado de Osea, fue tomada Samaria por el rey de los asirios, y trasladados a Asiría los israelitas, los cuales colocó en Hala y en Habor, ciudades de la Media, junto al río Gozan. 2RY017007 La causa fue porque los hijos de Israel habían pecado, adorando dioses ajenos, contra el Señor Dios suyo que los había sacado de la tierra de Egipto, del poder de Faraón, rey de Egipto; 2RY017008 y siguiendo los ritos o prácticas de las naciones que el Señor había destruido delante de los hijos de Israel, y los ritos o costumbres de los reyes de Israel, que habían hecho lo mismo. 2RY017009 Habían, pues, los hijos de Israel ofendido al Señor Dios suyo con su mal proceder; y habíanse erigido altares en los lugares altos de todas sus ciudades, desde las torres de guardas hasta las plazas fuertes o grandes ciudades. 2RY017010 Y habían plantado bosques o arboledas, y levantado estatuas en todo collado alto, y debajo de todo árbol frondoso; 2RY017011 quemando allí incienso sobre los altares, a imitación de las naciones que había dispersado el Señor así que entraron en aquella tierra; y habían cometido acciones muy criminales, provocando la ira del Señor. 2RY017012 Adoraron las inmundicias o ídolos, contra el precepto con que se lo había prohibido el Señor. 2RY017013 Sobre el cual no cesó el Señor de amonestarlos, así en Israel como en Judá, por medio de todos los profetas y videntes, diciendo: Convertios de vuestras pésimas costumbres, observad mis preceptos y ceremonias, conforme a todas las leyes que promulgué a vuestros padres, y como os lo he enviado a decir, por medio de mis siervos, los profetas. 2RY017014 Mas ellos no dieron oídos; antes endurecieron su cerviz o se obstinaron imitando la dureza de sus padres, los cuales no quisieron obedecer al Señor Dios suyo 2RY017015 Y desecharon sus leyes, y el pacto que habían concertado con sus padres; despreciando las amonestaciones con que los reconvino; y siguiendo las vanidades o ídolos, se infatuaron, e imitaron a las naciones circunvecinas, sobre las cuales les había prevenido el Señor que no hicieran lo que ellas hacían, 2RY017016 Y abandonaron todos los preceptos del Señor Dios suyo, y formáronse dos becerros de fundición, y bosques, y adoraron a toda la milicia o constelaciones del cielo; y dieron culto a Baal; 2RY017017 y consagraron a sus hijos e hijas por medio del fuego; y se ocuparon en adivinaciones y agüeros; en suma, se abandonaron a toda maldad delante del Señor, provocándole a ira. 2RY017018 Por lo tanto, el Señor se indignó altamente contra Israel, y le arrojó de delante de Sí, y no quedó sino la sola tribu de Judá. 2RY017019 Mas ni aun la misma tribu de Judá observó los mandamientos del Señor Dios suyo; antes bien imitó los extravíos o errores en que había incurrido Israel. 2RY017020 Y así el Señor desechó a todo el linaje de Israel, y lo castigó y lo entregó en manos de sus opresores, hasta que lo arrojó enteramente de su presencia. 2RY017021 Enojado ya desde aquel tiempo en que Israel, separándose de la casa de David, eligió por rey suyo a Jeroboam, hijo de Nabat; pues Jeroboam apartó del Señor a Israel, y le hizo cometer el pecado grande de idolatría. 2RY017022 Imitaron los hijos de Israel todas las maldades de Jeroboam, ni jamás se apartaron de ellas, 2RY017023 hasta tanto que el Señor arrojó de su presencia a Israel, como lo tenía predicho por medio de todos los profetas, sus siervos. Y fue Israel transportado de su tierra a la Asiría, en donde se halla hasta hoy día. 2RY017024 Y en lugar de los hijos de Israel hizo venir el rey de los asirios gentes de Babilonia, y de Cuta, y de Ava, de Emat, y de Sefarvaím, y las puso en las ciudades de Samaria, y estas gentes poseyeron la Samaria, y habitaron en sus ciudades. 2RY017025 Mas cuando comenzaron a morar en ellas, no temían al Señor ni le adoraban; por lo que el Señor envió contra dichas gentes leones que las iban despedazando. 2RY017026 Dieron aviso de esto al rey de los asirios y le dijeron: Las gentes que tú has transportado para poblar las ciudades de Samaria, ignoran el culto del Dios de aquel país; y el Señor ha enviado contra ellas leones, que las van despedazando, por cuanto no saben ellas el culto del Dios en aquella tierra. 2RY017027 En consecuencia, el rey de los asirios dio orden diciendo: Llevad allá uno de los sacerdotes que se han traído de allí cautivos, y vaya a habitar con ellas, y enséñeles el culto del Dios de aquel país. 2RY017028 Habiendo, pues, ido uno de los sacerdotes que habían sido traídos cautivos de Samaria, habitó en Betel, y les enseñaba la manera de honrar al Señor. 2RY017029 Con todo eso, cada uno de dichos pueblos se fabricó su dios, que colocaron en los adoratorios de las alturas, que habían erigido los de Samaria; cada nación puso el dios suyo en las poblaciones donde habitaba. 2RY017030 Porque los babilonios pusieron a su dios Socotbenot, y los cúteos a Nergel, y los de Emat a Asima. 2RY017031 Los neveos pusieron a Nebahas, y a Tartac. Mas los que eran de Sefarvaím quemaban sus hijos en honor de Adramalec y de Anamelec, dioses de Sefarvaím; 2RY017032 y no obstante, todos estos pueblos adoraban al Señor. Crearon del bajo pueblo sacerdotes para los lugares altos, y colocábanlos en los adoratorios de las alturas. 2RY017033 Y adorando al Señor, servían juntamente a sus dioses, según el rito de las naciones de donde habían sido transportados a Samaria. 2RY017034 Hasta el día presente perseveran en la costumbre antigua; no temen al Señor, ni observan sus ceremonias, ni los ritos, leyes, ni mandamientos intimados por el Señor a los hijos de Jacob, a quien puso el sobrenombre de Israel; 2RY017035 con quienes había firmado el pacto, y a quienes había dado este precepto, diciendo: No temáis, ni reverenciéis a dioses ajenos; no los adoréis, ni les deis culto ninguno, ni les ofrezcáis sacrificios; 2RY017036 sino al Señor Dios vuestro, que os sacó de la tierra de Egipto con grande fortaleza y con el poder de su brazo, a Ése habéis de temer, a Ése adorar y a Ése ofrecer sacrificios. 2RY017037 Observad asimismo y cumplid constantemente las ceremonias y los ritos, y leyes, y mandamientos que os dio por escrito, y no temáis a los dioses extranjeros. 2RY017038 Y no echéis en olvido el pacto que hizo con vosotros, ni tributéis culto a dioses ajenos; 2RY017039 sino temed al Señor Dios vuestro, y Él os librará de las manos de todos vuestros enemigos. 2RY017040 Mas ellos no hicieron caso de eso, sino que procedieron según su antigua costumbre. 2RY017041 Recibieron, pues, dichas gentes el culto del Señor; pero continuaron como antes en servir a sus ídolos; y lo que hicieron sus padres, eso mismo hacen hasta hoy día sus hijos y nietos. 2RY018001 El año tercero del reinado de Osea, hijo de Ela, rey de Israel, comenzó a reinar Ezequías, hijo de Acaz, rey de Judá. 2RY018002 Veinticinco años tenía cuando subió al trono, y reinó veintinueve años en Jerusalén. Llamábase su madre Abi, hija de Zacarías. 2RY018003 Hizo Ezequías lo que era bueno y agradable a los ojos del Señor, imitando en todo a su padre David. 2RY018004 Destruyó los lugares altos, quebró las estatuas, taló los bosques de los ídolos e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés; porque hasta aquel tiempo le quemaban incienso los hijos de Israel, y llamóla Nohestán. 2RY018005 Puso su esperanza en el Señor Dios de Israel; y así, no tuvo semejante en todos los reyes de Judá, sus sucesores, como ni tampoco en los que le precedieron. 2RY018006 Mantúvose unido al Señor, y no se apartó de sus sendas; sino que observó los mandamientos que el Señor dio a Moisés. 2RY018007 Por eso también el Señor estaba con él, y portábase Ezequías sabiamente en cuanto emprendía. Asimismo sacudió el yugo del rey de los asirios, y no quiso ser tributario suyo. 2RY018008 Arruinó a los filisteos, hasta Gaza, y taló todo su país desde las torres o atalayas de los guardas hasta las ciudades fuertes. 2RY018009 El año cuarto del reinado de Ezequías, que era el séptimo del reinado de Osea, hijo de Ela, rey de Israel, vino Salmanasar, rey de los asirios, contra Samaria, y la sitió, 2RY018010 y se apoderó de ella. Pues Samaria fue tomada después de un sitio de tres años, el año sexto del reinado del rey Ezequías, esto es, el nono del de Osea, rey de Israel. 2RY018011 Y el rey de los asirios transportó a los israelitas a la Siria, y los colocó en Hala, y en Habor, ciudades de la Medía, junto al río Gozan; 2RY018012 porque no quisieron obedecer a la voz del Señor Dios suyo, sino que violaron el pacto, y no escucharon ni practicaron nada de cuanto les tenía mandado Moisés, siervo del Señor. 2RY018013 El año decimocuarto del reinado del rey Ezequías, subió Senaquerib, rey de los asirios, a la conquista de todas las ciudades de Judá, y se apoderó de ellas. 2RY018014 Entonces Ezequías, rey de Judá, envió a decir por medio de embajadores al rey de los asirios, que se hallaban en Laquis: He faltado a lo que debía; pero retírate de mis tierras, que yo sufriré todo lo que me impusieres. En vista de esto, el rey de los asirios echó de contribución a Ezequías, rey de Judá, trescientos talentos de plata y treinta talentos de oro. 2RY018015 Diole, pues, Ezequías toda la plata que se hallaba en la casa del Señor y en los tesoros reales; 2RY018016 y entonces fue cuando Ezequías mandó arrancar de las puertas del templo del Señor las planchas de oro con que él mismo las había guarnecido, y diolas al rey de los asirios. 2RY018017 Mas el rey de los asirios, faltando a lo prometido, envió desde Laquis a Jerusalén, contra el rey Ezequías, a Tartán, y a Rabsaris, y a Rabsaces con mucha tropa; los cuales, poniéndose en camino, vinieron a Jerusalén, e hicieron alto cerca del acueducto del estanque superior, situado sobre el camino del campo del Batanero, 2RY018018 y llamaron al rey. Pero salieron a verse con ellos Eliacim, hijo de Helcías, mayordomo mayor; Sobna, secretario o doctor de la ley, y Joahe, hijo de Asaf, canciller. 2RY018019 A los cuales dijo Rabsaces: Decid a Ezequías: Esto dice el gran rey, el rey de los asirios: ¿Qué confianza es esa en que estáis? 2RY018020 ¿Has acaso formado el designio de prepararte para el combate? ¿En qué apoyas tu esperanza para que así te atrevas a oponerte a mí? 2RY018021 ¿Por ventura esperas en Egipto, que es un bastón de caña quebrada, sobre el cual si un hombre se apoyare, rompiéndose se le hincará en la mano y se la horadará? Tal es Faraón, rey de Egipto, para todos los que confían en él. 2RY018022 Y si me decís: Nosotros la esperanza la tenemos en el Señor Dios nuestro, ¿no es Ése el mismo Dios cuyos lugares altos y altares ha destruido Ezequías, intimando a Judá y Jerusalén esta orden: Desde hoy habéis de adorar a Dios en Jerusalén, y sólo delante de este altar? 2RY018023 Ahora, pues, venid adonde está el rey de los asirios, mi señor, y yo os daré dos mil caballos, y ved si tan siquiera podéis hallar quien los monte. 2RY018024 Mas, ¿cómo podréis resistir ni a uno de los más pequeños sátrapas o capitanes que sirven a mi señor? ¿Confías acaso en Egipto por sus carros armados y su caballería? 2RY018025 Pues qué, ¿he venido sin la voluntad del Señor a este país para arruinarlo? Marcha contra ese país, me dijo el Señor, y arrásale. 2RY018026 Entonces Eliacim, hijo de Helcías, y Sobna, y Joahe dijeron a Rabsaces: Rogárnoste que nos hables a nosotros tus siervos en siríaco, pues entendemos esa lengua, y no en lengua hebrea, la cual entiende el pueblo que está sobre la muralla. 2RY018027 Respondióles Rabsaces, diciendo: Pues qué, ¿acaso mi señor me ha enviado para deciros estas cosas a tu señor y a ti, y no más bien decirlas a esas gentes que están sobre el muro, expuestas a tener que comer junto con vosotros sus excrementos, y a beber sus propios orines? 2RY018028 En seguida, puesto en pie, gritó en alta voz, diciendo en hebreo: Oíd las palabras del gran rey, del rey de los asirios: 2RY018029 Esto dice el rey: Cuidado no os engañe Ezequías; pues él no ha de poder libraros de mis manos. 2RY018030 Ni os inspire confianza en el Señor, diciéndoos: Sin falta nos librará el Señor, y no caerá esta ciudad en poder del rey de los asirios. 2RY018031 No queráis dar oídos a Ezequías; porque he aquí lo que os dice el rey de los asirios: Capitulad conmigo lo que os tiene cuenta, y salid a rendiros a mí; y con esto comerá cada cual el fruto de su viña y de su higuera, y beberéis del agua de vuestras cisternas; 2RY018032 hasta tanto que yo vaya y os traslade a un país semejante al vuestro, a una tierra fructífera y abundante de vino, tierra de pan llevar y de viñas, y de olivares, tierra de aceite y de miel. Con eso viviréis en paz y no moriréis. No queráis escuchar a Ezequías, que os engaña diciendo: El Señor nos librará. 2RY018033 ¿Por ventura los dioses de las gentes han libertado su tierra del poder del rey de los asirios? 2RY018034 ¿Dónde está el dios de Emat y de Arfad? ¿Dónde el dios de Sefarvaím, de Ana y de Ava? ¿Libraron acaso a Samaria de caer en mi poder? 2RY018035 ¿Cuáles son entre todos los dioses de la tierra los que han salvado su región de caer en mis manos, para que el Señor pueda librar a Jerusalén de caer en las mismas? 2RY018036 A todo esto calló el pueblo, y no le respondió palabra; pues habían tenido orden del rey de no dar ninguna respuesta. 2RY018037 Después de esto Eliacim, hijo de Helcías, mayordomo mayor de palacio, y Sobna, secretario y Johae, hijo de Araf, canciller, volvieron a Ezequías, rasgados sus vestidos, y refiriéronle las palabras de Rabsaces. 2RY019001 Así que lo oyó el rey Ezequías, rasgó sus vestiduras, y cubrióse de un saco, y se fue a la casa del Señor. 2RY019002 Y envió a Eliacim, su mayordomo mayor, y a Sobna, su secretario, y a los más ancianos de los sacerdotes cubiertos de sacos a hablar a Isaías, profeta, hijo de Amos, 2RY019003 los cuales le dijeron: Esto dice Ezequías: Día es éste de tribulación y de amenazas y de blasfemias; llegaron los hijos hasta el punto de nacer; pero la que está de parto no tiene fuerzas para darlos a luz. 2RY019004 Mas el Señor Dios tuyo habrá, sin duda, oído todas las palabras de Rabsaces, enviado de su amo el rey de los asirios a ultrajar al Dios vivo, y a llenarle de denuestos con las palabras que acaba de escuchar el Señor tu Dios; haz, pues, oración por estos pocos israelitas que han quedado. 2RY019005 Fueron, pues, con este mensaje los ministros del rey Ezequías a Isaías. 2RY019006 Y díjoles Isaías: Esto diréis a vuestro amo: Así habla el Señor: No tienes que intimidarte por las palabras que has oído, con las cuales han blasfemado contra mí los criados del rey de los asirios. 2RY019007 Yo voy a enviarle cierto espíritu, y oirá una nueva, y se volverá a su país, donde le haré perecer al filo de la espada. 2RY019008 Entretanto Rabsaces, habiendo sabido que el rey de los asirios se había ido de Laquis, volvióse, y hallóle que estaba batiendo a Lobna. 2RY019009 Mas Senaquerib, habiendo oído que Taraca, rey de Etiopía, había salido a campaña contra él, al tiempo de marchar contra este rey envió embajadores a Ezequías, diciéndoles: 2RY019010 Esto diréis a Ezequías, rey de Judá: No te dejes engañar del Señor Dios tuyo, en quien pones tu confianza; y no digas: Jerusalén no será entregada en poder del rey de los asirios; 2RY019011 ya que tú mismo has oído lo que han hecho los reyes de los asirios en todos los demás países, y cómo los han asolado. ¿Serás, por ventura, tú solo el que podrás librarte? 2RY019012 ¿Acaso los dioses de las naciones libraron a alguna de aquellas que fueron exterminadas por mis padres; es a saber, a Gozan y Harán y Reser, y a los hijos de Edén que estaban en Telasar? 2RY019013 ¿Dónde está el rey de Emat, y el rey de Arfad, y el rey de la ciudad de Sefarvaím, y de Ana, y de Ava? 2RY019014 Luego que Ezequías recibió la carta de mano de los embajadores, y la hubo leído, se fue al templo del Señor, y extendióla delante del Señor, 2RY019015 y oró en su acatamiento, diciendo: Señor Dios de Israel que estás sentado sobre los querubines, Tú eres el solo Dios de todos los reyes de la tierra; Tú criaste el cielo y la tierra; 2RY019016 inclina tus oídos, y escucha; abre, ¡oh Señor!, tus ojos, y mira; oye todas las palabras blasfemas de Senaquerib, el cual ha enviado a blasfemar entre nosotros del Dios vivo. 2RY019017 Cierto es, Señor, que los reyes de los asirios han desolado las gentes y todas sus tierras, 2RY019018 y han arrojado al fuego a sus dioses, y destruídolos; porque no eran dioses, sino obras de la mano del hombre, hechas de madera y de piedra. 2RY019019 Ahora, pues, ¡oh Señor Dios nuestro!, ¡sálvanos de la mano de éste; para que sepan todos los reinos de la tierra que Tú eres el Señor, el solo Dios. 2RY019020 Entonces Isaías, hijo de Amos, envió a decir a Ezequías: Esto dice el Señor Dios de Israel: He oído la plegaria que me has hecho acerca de Senaquerib, rey de los asirios. 2RY019021 He aquí la sentencia que contra él ha pronunciado el Señor: La virgen, hija de Sión, te ha menospreciado y escarnecido; detrás de ti ha meneado su cabeza la hija de Jerusalén. 2RY019022 ¿A quién piensas que has insultado tú, y de quién has blasfemado? ¿Contra quién has levantado la voz, y alzado en alto tus ojos insolentes? Contra el Santo de Israel. 2RY019023 Por la boca de tus siervos has denostado al Señor, y has dicho: Con la muchedumbre de mis carros armados he subido sobre los montes encumbrados, a la cima del Líbano, y he cortado sus altos cedros y sus mejores abetos o hayas; he penetrado hasta sus últimos extremos, y las frondosas selvas de su Carmelo 2RY019024 yo las he cortado. Yo he bebido las aguas ajenas, y con mi tránsito he agotado todas las aguas encerradas. 2RY019025 Pues qué, ¿no has oído decir tú lo que Yo hice desde el principio?. Desde antes de los siglos primeros tengo Yo ideado esto para castigo tuyo, y ahora lo ejecuto; las ciudades fuertes por sus valerosos combatientes, quedarán reducidas a unas colinas desiertas. 2RY019026 Y los que las habitaban, quedando faltos de fuerza en sus brazos, temblaron y se amilanaron; y vinieron a quedar como el heno del campo y como la hierba verde de los tejados, que se seca antes de llegar a la sazón. 2RY019027 Yo desde el principio previ también tu habitación, tus salidas y tus entradas, y tu marcha, y el furor con que te alzarías contra Mí; 2RY019028 tú has enloquecido contra Mí, ha llegado hasta mis oídos el ruido de tu soberbia. Yo te pondré, pues, un anillo en tus narices, y una mordaza en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste. 2RY019029 Empero, a ti, ¡oh Ezequías!, te doy esta señal: Come este año lo que hallares, y el año siguiente lo que por sí mismo naciere; pero al tercer año sembrad y segad; plantad viñas y comed sus frutos. 2RY019030 Y todo lo que restare de la casa de Judá, echará otra vez hondas raíces, y afuera producirá frutos; 2RY019031 porque de Jerusalén saldrán unos restos de pueblo, y de ese monte Sión saldrá la gente que se ha de salvar. Todo esto es lo que hará por su pueblo el celo del Señor de los ejércitos. 2RY019032 Por lo cual he aquí lo que acerca del rey de los asirlos dice el Señor: No pondrá el pie en esta ciudad, ni disparará contra ella saeta alguna, ni el soldado cubierto con su broquel la saltará, ni la cercará con trincheras; 2RY019033 por el camino que ha venido se volverá, y no entrará en la ciudad, dice el Señor. 2RY019034 Pues Yo ampararé a esta ciudad, y la salvaré por amor de Mí, y por amor de David, siervo mío. 2RY019035 En efecto, aquella noche vino el ángel del Señor, y mató en el campamento de los asirlos a ciento y ochenta y cinco mil hombres. Y levantándose muy de mañana el rey de los asirlos, Senaquerib, vio todos aquellos cuerpos muertos, y levantó el campo y se marchó; 2RY019036 y volvióse a Nínive, donde fijó su asientos. 2RY019037 Y mientras que estaba adorando en el templo a su dios Nesroc, le mataron a puñaladas, sus hijos Adramalec y Sarasar, y huyéronse a tierra de los armenios, reinando en su lugar su hijo Asaraddón. 2RY020001 Por aquel tiempo enfermó de muerte Ezequías, y vino a visitarle Isaías, profeta hijo de Amos, y díjole: Esto dice el Señor Dios: Dispon tus cosas; porque vas a morir, va a tener fin tu vida. 2RY020002 Entonces Ezequías volvió su rostro hacia la pared, e hizo oración al Señor, diciendo: 2RY020003 ¡Ah Señor!, acuérdate, te suplico, que yo he andado delante de Ti con sinceridad y rectitud de corazón, haciendo lo que es agradable a tus ojos. Y derramó Ezequías abundancia de lágrimas. 2RY020004 Mas antes que Isaías hubiese pasado la mitad del atrio, hablóle el Señor, diciendo: 2RY020005 Vuelve y di a Ezequías, caudillo de mi pueblo: Esto dice el Señor Dios de tu padre David: Oído he tu corazón, y visto tus lágrimas; Yo te doy la salud; de aquí a tres días subirás al templo del Señor. 2RY020006 Y alargaré quince años tu vida; además de eso te libraré del poder del rey de los asirlos a ti y a esta ciudad; a la cual protegeré por amor mío, y por amor de David, mi siervo. 2RY020007 Y dijo Isaías: Traedme una masa de higos; traída que fue, y aplicada sobre la úlcera del rey, quedó éste curado. 2RY020008 Había dicho antes Ezequías a Isaías: ¿Cuál será la señal de que el Señor me dará la salud, y de que dentro de tres días he de subir al templo del Señor? 2RY020009 Respondióle Isaías: He aquí la señal que dará el Señor de que cumplirá la palabra que ha pronunciado: ¿Quieres que la sombra en ese reloj solar se adelante diez líneas, o que retroceda otros tantos grados? 2RY020010 A lo cual respondió Ezequías: Fácil es que la sombra se adelante diez líneas; no deseo yo que suceda esto, sino que vuelva atrás diez grados. 2RY020011 Entonces el profeta Isaías invocó al Señor, e hizo retroceder la sombra de línea en línea por los diez grados que había ya andado en el reloj de Acaz. 2RY020012 En aquel tiempo Berodac Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y presentes a Ezequías, por haber entendido que había estado enfermo. 2RY020013 Tuvo gran contento Ezequías con la venida de los embajadores, y mostróles la casa o fábrica de los perfumes, y el oro y la plata, y las varias confecciones aromáticas, y los ungüentos o aceites de olor, y la pieza de sus alhajas y armas, y todo cuanto tenía en sus tesoros. No hubo cosa en su palacio, ni de cuanto poseía, que Ezequías no se la mostrase 2RY020014 Mas el profeta Isaías vino a ver al rey Ezequías, y le preguntó: ¿Qué han dicho esos hombres? ¿Y de dónde han venido a verte? Al cual contestó Ezequías: Han venido a mí de lejanas tierras de Babilonia. 2RY020015 Díjole entonces Isaías: ¿Qué han visto en tu casa? Respondió Ezequías: Han visto todo cuanto hay en palacio; nada hay en mis tesoros que no les haya yo mostrado. 2RY020016 Dijo entonces Isaías a Ezequías: Escucha la palabra del Señor: 2RY020017 He aquí que vendrá tiempo en que todas esas cosas que hay en tu casa, y cuantas han atesorado tus padres hasta el día presente, serán transportadas a Babilonia; no quedará cosa alguna, dice el Señor; 2RY020018 y aun tus mismos hijos que saldrán de ti engendrados, serán llevados cautivos, y vendrán a ser eunucos o cortesanos en el palacio del rey de Babilonia. 2RY020019 Respondió Ezequías a Isaías: Justa es la sentencia del Señor pronunciada por tu boca; reine a lo menos durante mi vida la paz y la verdad. 2RY020020 En orden a los demás hechos de Ezequías, y su gran fortaleza, y cómo fabricó el estanque, y el acueducto con que introdujo las aguas en la ciudad, ¿no está todo esto escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá? 2RY020021 En fin, Ezequías fue a reposar con sus padres; sucediéndole en el reino su hijo Manases. 2RY021001 De doce años era Manases cuando comenzó a reinar, y cincuenta y cinco años reinó en Jerusalén; llamábase su madre Hafsiba. 2RY021002 E hizo el mal en la presencia del Señor, venerando los ídolos de las naciones que el Señor exterminó en presencia de los hijos de Israel. 2RY021003 Y volvió a reedificar los lugares excelsos, derribados por su padre Ezequías, y erigió altares a Baal, y plantó bosques en honor suyo, como había hecho Acab, rey de Israel, y adoró los astros del cielo y les rindió culto. 2RY021004 Y erigió altares profanos en la casa del Señor, de la cual el Señor había dicho: Estableceré mi nombre en Jerusalén; 2RY021005 y en los dos atrios del templo del Señor edificó altares a todos los astros del cielo. 2RY021006 E hizo pasar por el fuego a su propio hijo; y se dio a adivinaciones y a observar los agüeros y estableció pitones, o nigrománticos, y multiplicó los adivinos, haciendo el mal delante del Señor, e irritándole. 2RY021007 Además, el ídolo del bosque que había plantado le colocó en el templo del Señor, templo del cual el Señor dijo a David y a Salomón, su hijo: En este templo y en Jerusalén, ciudad que tengo escogida entre todas las tribus de Israel, estableceré mi nombre para siempre; 2RY021008 y no permitiré que en adelante haya de mover Israel su pie de la tierra que di a sus padres; con tal que guarde todos mis mandamientos, y la ley toda que le intimó mi siervo Moisés. 2RY021009 Él, empero, no quiso obedecer, sino que se dejó engañar de Manases para obrar el mal, o idolatrar, aún más que las naciones exterminadas por el Señor a la vista de los hijos de Israel. 2RY021010 Y así habló el Señor por boca de sus siervos los profetas, diciendo: 2RY021011 Por cuanto Manases, rey de Judá, ha cometido estas horrendas abominaciones, que sobrepujan a todas cuantas hicieron antes de él los amorreos, y ha hecho también pecar a Judá con sus inmundicias, o idolatrías; 2RY021012 por lo tanto, esto dice el Señor Dios de Israel: Sabed que Yo lloveré sobre Jerusalén y Judá tales calamidades, que a cualquiera que las oyere contar le retiñirán de terror ambas orejas; 2RY021013 y mediré a Jerusalén con la misma cuerda que he medido a Samaria, y con la misma plomada que a la casa de Acab; y raeré a Jerusalén como suele raerse las tablillas de escribir, pasando y repasando el mango del punzón repetidas veces por encima de ellas, a fin de que nada quede. 2RY021014 Abandonaré los restos de mi heredad, entregándolos en manos de sus enemigos, y serán saqueados y hechos presa de todos sus adversarios 2RY021015 por haber obrado el mal en mi presencia y haberse obstinado en irritarme desde el día en que salieron sus padres de Egipto hasta el día de hoy. 2RY021016 Además de esto, Manases derramó arroyos de sangre inocente, hasta inundar a Jerusalén: sin contar los otros pecados con que indujo a pecar a Judá para que hiciera lo malo delante del Señor. 2RY021017 Las demás acciones de Manases, y todo cuanto hizo y el pecado que cometió, ¿todo esto no está escrito ya en el libro de los anales de los reyes de Judá? 2RY021018 Al fin, pasó Manases a descansar con sus padres, y fue sepultado en el jardín de su casa, llamado jardín de Oza; y sucedióle en el reino su hijo Amón. 2RY021019 Veintidós años tenía Amón cuando comenzó a reinar, y reinó dos años en Jerusalén. Llamóse su madre Mesalemec, hija de Harús, de Jeteba. 2RY021020 E hizo lo malo en la presencia del Señor, como lo había hecho Manases, su padre, 2RY021021 y siguió en todo y por todo el proceder de su padre, y sirvió a los ídolos inmundos, como los había servido su padre, y los adoró. 2RY021022 Y abandonó al Señor Dios de sus padres, y no anduvo por las sendas del Señor. 2RY021023 Unos criados suyos le armaron asechanzas, y asesináronle en su casa. 2RY021024 Mas el pueblo del país mató a todos los que habían conjurado contra el rey Amón; y proclamaron por rey en su lugar a Josías, hijo suyo. 2RY021025 Las demás acciones de Amón, ¿no están ya escritas en el libro de los anales de los reyes de Judá? 2RY021026 Y fue sepultado en su sepulcro en el huerto de Oza, y sucedióle en el trono su hijo Josías. 2RY022001 De edad de ocho años era Josías cuando entró a reinar, y reinó treinta y un años en Jerusalén. Llamóse su madre Idida, hija de Hadaíla, de Besecat. 2RY022002 E hizo lo que era agradable a los ojos del Señor y siguió las sendas de David, su padre, sin desviarse a la derecha ni a la siniestra. 2RY022003 Y en su año decimoctavo envió el rey Josías a Safan, hijo de Asía, hijo de Mesulam, escribano o secretario del templo del Señor, dándole esta orden: 2RY022004 Ve a Helcías, Sumo Sacerdote, y dile que mande recoger el dinero que ha entrado en el templo del Señor, que han recibido del pueblo los porteros del templo. 2RY022005 y se dé a los obreros por mano de los sobrestantes de la casa del Señor; a fin de que vayan pagando a los que trabajan en el templo del Señor para repararle: 2RY022006 es a saber, a los carpinteros y albañiles, y a los que recomponen lo que se halla ya gastado o destrozado; y para que se compren maderas y piedras de cantería, a fin de reparar el templo del Señor. 2RY022007 Pero no se les pida cuenta del dinero que reciban, sino que le tengan a su disposición y sobre su conciencia. 2RY022008 Con esta ocasión dijo el Sumo Pontífice Helcías a Safan, secretario: He hallado en el templo del Señor el libro de la Ley. Y entregó Helcías aquel volumen a Safan; el cual lo leyó. 2RY022009 Volvió el secretario Safan al rey, y dióle cuenta de lo que había hecho en cumplimiento de las órdenes recibidas, diciéndole: Tus siervos han recogido todo el dinero que se ha hallado en la casa del Señor, y le han entregado a los sobrestantes de la fábrica del templo del Señor para que le distribuyan entre los obreros. 2RY022010 El secretario Safan dijo, además, al rey: El pontífice Helcías me ha dado este libro. Y le leyó Safan en presencia del rey; 2RY022011 quien al oír las palabras del libro de la Ley del Señor rasgó sus vestiduras, 2RY022012 y dio esta orden al pontífice Helcías, y a Ahicam, hijo de Safan; y a Acobor, hijo de Mica; y a Safan, secretario, y a Asaías, ministro del rey: 2RY022013 Id, y consultad al Señor acerca de mí, y acerca del pueblo y de todo Judá, sobre las palabras de este libro que se ha hallado; porque grande es la cólera del Señor que se ha encendido contra nosotros: visto que nuestros padres no escucharon las palabras de este libro, ni pusieron en ejecución lo que nos estaba prescrito. 2RY022014 Fueron, pues, el pontífice Helcías, y Ahicam, y Acobor, y Safan, y Asaías a casa de Holda, profetisa, mujer de Sellum, hijo de Tecua y nieto de Araas, jefe del guardarropa, la cual habitaba en Jerusalén en la parte llamada Segunda, y hablaron con ella. 2RY022015 Y Holda les respondió: Esto es lo que dice el Señor Dios de Israel: Decid al varón que os ha enviado a mí: 2RY022016 Esto dice el Señor: He aquí que Yo descenderé sobre este lugar y sobre sus habitantes las calamidades que el rey de Judá ha leído en ese libro de la Ley: 2RY022017 porque me han abandonado a Mí, y ofrecido sacrificios a los dioses ajenos, provocándome a ira en todas sus obras; y encenderáse mi furor contra este lugar, y no se apagará. 2RY022018 Y al rey de Judá que os ha enviado a consultar al Señor, diréisle así: Esto dice el Señor Dios de Israel: Por cuanto has escuchado las palabras de este libro, 2RY022019 y se ha atemorizado tu corazón, y te has humillado delante del Señor, oídas las amenazas contra este lugar y sus moradores, es a saber, que vendrían a ser objeto de pasmo y execreción; y rasgaste tus vestidos, y lloraste en mi presencia, Yo también te he escuchado, dice el Señor, 2RY022020 Por eso Yo te reuniré con tus padres, y haré que vayas a descansar en paz en tu sepulcro, a fin de que no vean tus ojos todos los males que Yo voy a llover sobre este lugar. Volvieron, pues, a referir al rey lo que había dicho la profetisa. 2RY023001 El cual dio luego orden y se congregaron en su presencia todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. 2RY023002 Y subió el rey al templo del Señor, acompañado de todos los varones de Judá, y de los moradores de Jerusalén, de los sacerdotes y profetas, y de todo el pueblo, chicos y grandes, y leyó delante de ellos todas las palabras del libro de la alianza hallado en la casa del Señor, 2RY023003 Y puesto el rey en pie sobre su tribuna o trono, hizo pacto o alianza delante del Señor, de que todos seguirían al Señor y guardarían sus preceptos y amonestaciones y ceremonias con todo el corazón y con toda el alma, y restablecerían en su observancia las palabras de esta alianza escritas en aquel libro, y ratificó el pueblo este pacto o promesa. 2RY023004 Al mismo tiempo mandó el rey al pontífice Releías y a los sacerdotes del segundo orden, y a los porteros que arrojasen del templo del Señor todos los vasos o alhajas consagradas a Baal, y al ídolo del bosque, y a todos los astros del cielo, y los quemó fuera de Jerusalén en el valle de Cedrón, e hizo llevar las cenizas a Betel. 2RY023005 Y exterminó los agoreros, instituidos por los reyes de Judá en las ciudades de Judá y alrededores de Jerusalén para sacrificar en los lugares altos; y a aquellos que quemaban incienso a Baal y al sol, a la luna y a los doce signos del zodíaco, y a todos los astros del cielo. 2RY023006 Hizo también sacar el ídolo del bosque de la casa del Señor y llevarlo fuera de Jerusalén, al valle Cedrón, donde le quemó, y redujo a cenizas, que hizo esparcir sobre los sepulcros del pueblo. 2RY023007 Asimismo, destruyó las casillas o pabellones de los afeminados, que se habían formado en la casa del Señor, para quienes las mujeres tejían unos como pabellones al servicio del ídolo del bosque. 2RY023008 Recogió también a todos los sacerdotes de las ciudades de Judá y profanó los lugares altos, donde sacrificaban los sacerdotes, desde Gabaa hasta Bersabee; y derribó los altares de las puertas de Jerusalén, situados a la entrada de la casa o puerta de Josué, príncipe de la ciudad, que habitaba a mano izquierda de la puerta de la ciudad; 2RY023009 ni de allí en adelante los sacerdotes que habían sacrificado en las alturas subieron al altar del Señor en Jerusalén; sólo se les permitía el comer los panes ázimos en compañía de sus hermanos. 2RY023010 Profanó, asimismo, el lugar de Tofet, situado en el valle del hijo de Ennón, a fin de que nadie consagrara su hijo o su hija a Moloc, haciéndolos pasar por el fuego. 2RY023011 Quitó también los caballos que los reyes de Judá tenían consagrados al sol, a la entrada del templo del Señor, junto a la vivienda del eunuco Natanmelec; la cual estaba en Farurin; y los carros del sol los entregó a las llamas. 2RY023012 Destruyó igualmente el rey los altares colocados sobre el terrado del cuarto o habitación de Acaz, erigidos por los reyes de Judá; como también los altares puestos por Manases en los dos atrios del templo del Señor; y desde aquí fue corriendo a esparcir la ceniza de ellos en el torrente de Cedrón. 2RY023013 Además, profanó el rey los lugares altos de junto a Jerusalén, que estaban a la derecha del monte Olívete, llamado del escándalo, erigido por Salomón, rey de Israel, al ídolo de los sidonios Astarot, y a Camos, escándalo de Moab; y a Melcom, oprobio de los hijos de Ammón. 2RY023014 y destrozó las estatuas, y taló los bosques sacrilegos, y llenó aquellos lugares de huesos de muertos. 2RY023015 A más de esto, el altar que había en Betel, y el lugar excelso, formado por Jeroboam, hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel, uno y otro lo destruyó, y abrasó, y redujo a cenizas; y quemó también el bosque. 2RY023016 Y volviendo los ojos Josías, vio los sepulcros que había en el monte, y envió a sacar los huesos de los sepulcros, y quemólos sobre el altar, con lo que le profanó, según la palabra del Señor, pronunciada por el varón de Dios que había predicho estas cosas. 2RY023017 Y añadió: ¿De quién es aquel túmulo o monumento que veo? Respondiéronle los vecinos de aquella ciudad: Es el sepulcro del varón de Dios que vino de Judá y profetizó estas cosas que acabas de ejecutar sobre el altar de Betel. 2RY023018 Y dijo el rey: Dejadle, ninguno mueva sus huesos; y así quedaron intactos sus huesos con los del profeta venido de Samaria. 2RY023019 Finalmente, quitó Josías todos los adoratorios de las alturas que había en las ciudades de Samaria, fabricados por los reyes de Israel para irritar al Señor, y ejecutó con ellos lo mismo que había hecho en Betel. 2RY023020 Y degolló a todos los sacerdotes de las alturas, que estaban allí encargados de los altares, y quemó sobre estos altares huesos humanos, y volvióse a Jerusalén. 2RY023021 Por último, dio esta orden a todo el pueblo: Celebrad la pascua al Señor Dios vuestro conforme se halla escrito en este libro de la alianza. 2RY023022 Jamás se celebró pascua igual desde el tiempo de los jueces que gobernaron a Israel, ni en todo el tiempo de los reyes de Judá, 2RY023023 como fue esta pascua que se celebró en honor del Señor en Jerusalén el año décimooctavo del rey Josías. 2RY023024 Extirpó igualmente Josías a los pitones o magos y a los adivinos, y las figuras de ídolos, y las inmundicias y abominaciones que habían quedado en el país de Judá y de Jerusalén, a fin de restablecer en su vigor las palabras de la ley, que están escritas en aquel libro hallado por Helcías, Sumo Sacerdote, en el templo del Señor. 2RY023025 No hubo entre sus predecesores ningún rey que del modo que éste se convirtiese al Señor con todo el corazón, y con toda su alma. y con todas sus fuerzas, siguiendo en todo la Ley de Moisés, ni después de él nació otro que le fuese semejante. 2RY023026 Sin embargo de eso, no depuso el Señor su terrible enojo y grande indignación contra Judá por los ultrajes con que le había provocado Manases. 2RY023027 Y así, dijo el Señor: Yo arrojaré de mi presencia también a Judá, como arrojé a Israel; y desecharé a Jerusalén, esa ciudad que Yo había escogido, y el templo, del cual dije: Aquí es donde mi nombre será invocado. 2RY023028 En cuanto a las demás acciones de Josías y todas las cosas que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá? 2RY023029 En su reinado, Faraón Necao, rey de Egipto, se puso en marcha hacia el río Eufrates para batir al rey de los asirios, y salió contra él el rey Josías, que al primer encuentro quedó muerto en Magedo. 2RY023030 Y sus criados lleváronle muerto desde Magedo, y le transportaron a Jerusalén, y sepultáronle en su sepulcro. Entonces el pueblo de la tierra tomó a Joacaz, hijo de Josías, al cual ungieron y proclamaron rey en lugar de su padre. 2RY023031 Veintitrés años tenía Joacaz cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén; su madre se llamaba Amital, hija de Jeremías, de Lobna. 2RY023032 E hizo Joacaz el mal en presencia del Señor, imitando todo el proceder de sus padres. 2RY023033 Y el rey Faraón Necao le puso en cadenas en Rebla, situada en tierra de Emat, privándole del reino de Jerusalén; y echó al país una contribución de cien talentos de plata y un talento de oro. 2RY023034 Después de esto Faraón Necao estableció rey a Eliacim, hijo de Josías, en lugar de Josías, su padre, mudándole el nombre en el de Joaquín. Pero a Joacaz se lo llevó consigo, y condújole a Egipto, donde murió. 2RY023035 Joaquín dio la plata y el oro a Faraón, habiendo impuesto a todo el país un tributo personal para sacar la suma ordenada por Faraón, exigiendo de cada uno de sus vasallos, así la plata como el oro, a proporción de su posibilidad, para dárselo a Faraón Necao. 2RY023036 Veinticinco años tenía Joaquín cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén; llamábase su madre Cebida, y era hija de Fadaia, natural de Ruma. 2RY023037 E hizo el mal delante del Señor, a imitación de todo lo que habían hecho sus padres, o abuelos. 2RY024001 En tiempo de éste, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia; y Joaquín estuvo sujeto a él por tres años, después de los cuales se le rebeló. 2RY024002 Entonces el Señor envió contra él cuadrillas de tropa ligera de caldeos, cuadrillas de sirios, y cuadrillas de moabitas, y cuadrillas de amonitas; a los cuales envió contra Judá, a fin de destruirle, conforme lo había predicho el Señor por boca de sus siervos los profetas. 2RY024003 Esto sucedió en cumplimiento de la palabra que el Señor había pronunciado, de que arrojaría de su presencia a Judá, a causa de todos los pecados cometidos por Manases, 2RY024004 y de la sangre inocente que derramó, inundando a Jerusalén con la sangre de personas inocentes; por cuya razón no quiso el Señor aplacarse. 2RY024005 Las otras cosas de Joaquín, y todos sus hechos, ¿no está todo escrito en el libro délos anales de los reyes de Judá? En fin, Joaquín pasó a descansar con sus padres; 2RY024006 y sucedióle en el reino Joaquín, su hijo. 2RY024007 Ni de allí en adelante intentó el rey de Egipto salir de su tierra, por cuanto el rey de Babilonia se había alzado con todo lo que había sido del rey de Egipto, desde el río de Egipto hasta el río Eufrates. 2RY024008 Dieciocho años tenía Joaquín cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén; llamábase su madre Nohesta, hija de Elnatán, de Jerusalén. 2RY024009 E hizo Joaquín lo malo delante del Señor, siguiendo en todo el proceder de su padre. 2RY024010 Por aquel tiempo vinieron contra Jerusalén los capitanes de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y cercaron la ciudad con trincheras, 2RY024011 Vino también Nabucodonosor, rey de Babilonia, al sitio de la ciudad con sus oficiales para batirla. 2RY024012 Entonces Joaquín, rey de Judá, salió a verse con el rey de Babilonia, en compañía de su madre y criados, y de sus príncipes, y de sus eunucos o validos; y recibióle el rey de Babilonia el año octavo de su reinado. 2RY024013 Y tomó Nabucodonosor todos los tesoros del templo del Señor y los tesoros de la casa real, e hizo pedazos todos los vasos de oro que había hecho Salomón, rey de Israel, para el templo del Señor, como el Señor lo tenía predicho. 2RY024014 y llevóse cautiva toda la corte de Jerusalén, todos sus príncipes, y toda la fuerza del ejército, en número de diez mil, y a todos los artífices y maquinistas, sin dejar más que la ínfima plebe. 2RY024015 Transportó, asimismo, a Babilonia a Joaquín, y a su madre, y a sus mujeres, y a los eunucos o validos; y llevó igualmente cautivos de Jerusalén a Babilonia a los jueces del país. 2RY024016 Además, a todos los varones robustos, en número de siete mil, y mil artífices e ingenieros; en suma, todos los nombres valerosos y aguerridos; condújolos el rey de Babilonia cautivos a dicha ciudad. 2RY024017 Y en lugar de Joaquín puso a Matanías, su tío paterno, a quien impuso el nombre de Sedecías. 2RY024018 Veintiún años tenía Sedecías cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén; llamábase su madre Amital, hija de Jeremías, de Lobna. 2RY024019 E hizo el mal en la presencia del Señor, ni más ni menos que Joaquín. 2RY024020 Porque la ira del Señor iba creciendo contra Jerusalén y contra Judá, hasta tanto que los arrojara de su presencia. Y rebelóse Sedecías contra el rey de Babilonia. 2RY025001 Pero el noveno año del reinado de Sedecías, el mes décimo, a los diez días del mes, vino el mismo Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército, sobre Jerusalén, y la puso sitio y levantó trincheras alrededor de ella. 2RY025002 Con lo que la ciudad quedó cerrada y cincunvalada hasta el año undécimo del reinado de Sedecías, 2RY025003 y día nueve del mes cuarto; y fue creciendo el hambre en la ciudad, de modo que faltó el pan o alimento a la gente del pueblo. 2RY025004 Al cabo quedó abierta una brecha en la ciudad; y toda la gente de guerra huyó de noche por el camino de la puerta, que está entre los dos muros, junto al jardín del rey, mientras los caldeos estrechaban el cerco de la ciudad. Huyó, pues, Sedecías por el camino que va a las llanuras del desierto. 2RY025005 Mas el ejército de los caldeos fue persiguiéndole, y le alcanzó en la llanura de Jericó, y todos los soldados que le acompañaban fueron dispersados y le abandonaron. 2RY025006 Hecho prisionero el rey, le condujeron a Reblata, al rey de Babilonia; el cual pronunció sentencia contra él. 2RY025007 E hizo matar a los hijos de Sedecías a la presencia de éste, y después sacarle los ojos, y atado con cadenas le llevó consigo a Babilonia. 2RY025008 El mes quinto, a los siete del mes, corriendo el año diecinueve del rey de Babilonia, Nabuzardán, vasallo de este rey y general de su ejército, entró en Jerusalén. 2RY025009 Y puso fuego al templo del Señor, y al palacio del rey, y a las casas de Jerusalén, y entregó a las llamas todos los edificios. 2RY025010 Y todo el ejército de los caldeos, que seguía a su general, arrasó por todos los lados los muros de Jerusalén. 2RY025011 Al resto del pueblo que había quedado en la ciudad, y a los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia, y a la ínfima plebe, los transportó Nabuzardán, general del ejército, a otra parte; 2RY025012 dejando solamente gentes pobres del país para cultivar las viñas y los campos. 2RY025013 Mas los caldeos, haciendo trozos las columnas de bronce que había en el templo del Señor, las basas y el mar de bronce colocado en la casa del Señor, trasladaron todo este metal a Babilonia. 2RY025014 Asimismo se llevaron las ollas de cobre, y las jarras, y los tridentes, y las copas, y los morterillos, y todas las vasijas de cobre que se usaban en el ministerio. 2RY025015 Llevóse también el general del ejército los incensarios y las ampollas, tanto los vasos de oro como los de plata, 2RY025016 juntamente con las dos columnas, el mar o la concha y las basas que había hecho Salomón para el templo del Señor: el peso del bronce de todos los vasos era inmenso. 2RY025017 Cada una de las columnas tenía dieciocho codos de altura, y un capitel de bronce encima, de tres codos de alto; y en torno del capitel de la columna una como red, con granadas, todo de bronce: el adorno de las demás columnas era el mismo. 2RY025018 Además se llevó el general del ejército a Saraías, primer sacerdote, y a Sofonías, segundo sacerdote, y a tres porteros. 2RY025019 Y también a un eunuco de la ciudad, bajo cuya inspección estaba la gente de guerra, y a cinco señores del servicio doméstico del rey, hallados en la ciudad; y a Sofer, inspector del ejército, que amaestraba a los soldados bisónos del país, y a sesenta varones del pueblo que se hallaron en la ciudad: 2RY025020 todos los cuales condujo consigo Nabuzardán, general del ejército, a Reblata, a presencia del rey de Babilonia, 2RY025021 el cual, en la misma Reblata, territorio de Emat, les hizo quitar la vida. Y la tribu de Judá fue transportada fuera de su tierra. 2RY025022 Para gobernar la gente que había quedado en el país de Judá, por disposición de Nabucodonosor, rey de Babilonia, nombró a Godolías, hijo de Ahicam, hijo de Saftán. 2RY025023 Lo cual sabido por todos los oficiales del ejército y la gente que estaba con ellos, esto es, que el rey de Babilonia había dado el gobierno a Godolías, acudieron luego a éste en Masfa, Ismael, hijo de Natanías, y Joanán, hijo de Caree, y Saraías, hijo de Taneumet, netofatita, y Jezonías, hijo de Maacati, así ellos como sus compañeros. 2RY025024 Y Godolías les aseguró con juramento, a ellos y a sus compañeros, diciendo: No temáis de estar sujetos a los caldeos: quedaos en el país, y obedeced al rey de Babilonia, y lo pasaréis bien. 2RY025025 Pero al séptimo mes sobrevino Ismael, hijo de Natanías y nieto de Elisama, de la estirpe real, acompañado de diez hombres, los cuales hirieron a Godolías, que murió de las heridas, juntamente con los judíos y caldeos que estaban con él en Masfa. 2RY025026 De resultas de esto, todo el pueblo, chicos y grandes, y los oficiales del ejército, huyeron a Egipto por temor a los caldeos. 2RY025027 A los treinta y siete años de transmigración de Joaquín, rey de Judá, el día veintisiete del mes duodécimo, sucedió que Evilmerodac, rey de Babilonia, el mismo año en que comenzó a reinar, levantó a Joaquín del estado de abatimiento en que yacía, y sacóle de la cárcel; 2RY025028 y hablóle con amor, y le puso un trono o asiento superior al de los demás reyes subyugados que tenía consigo en Babilonia, 2RY025029 y le hizo mudar los vestidos que había usado en su prisión, y comía siempre a su mesa todo el tiempo que vivió. 2RY025030 Le señaló asimismo alimentos para siempre en adelante, los cuales le daba el rey diariamente todos los días de su vida.
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