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2RY001001 Después de la muerte de Ajab, Moab se rebeló contra Israel. 2RY001002 Ocozías se cayó por una ventana del piso superior de su casa en Samaría y se hirió; y envió mensajeros, diciéndoles: “Id a consultar a Baalzebub, dios de Acarón, si curaré de estas mis heridas”;' 2RY001003 pero el ángel de Yahvé dijo a Elías tisbita: “Levántate y sube al encuentro de los mensajeros del rey de Samaría y diles: ¿No hay Dios en Israel, para que vayáis a consultar a Baalzebub, dios de Acarón? 2RY001004 Por eso así dice Yahvé: No bajarás del lecho en que has subido, pues morirás,” Y Elías se fue. 2RY001005 Volvieron los mensajeros a Ocozías, y él les preguntó: “¿Cómo os habéis vuelto?” 2RY001006 Y ellos respondieron: “Ha salido a nuestro encuentro un hombre y nos ha dicho: Id y volveos al rey que os ha mandado y decidle: Así habla Yahvé: ¿No hay Dios en Israel, para que mandes tú a consultar a Baalzebub, dios de Acarón? Por eso no bajarás tú del lecho a que has subido, pues morirás.” 2RY001007 Ocozías les preguntó: “¿Qué trazas tenía el hombre que ha salido a vuestro encuentro y ha dicho eso?” 2RY001008 Ellos le respondieron: “Era un hombre vestido de pieles y con un cinturón de cuero a la cintura.” Ocozías dijo: “Es Elías tisbita.” 2RY001009 Mandó a él un quincuagenario con sus cincuenta hombres. Subió el jefe a Elías, que estaba sentado en la cumbre de la montaña, y le dijo: “Hombre de Dios, el rey dice: Baja.” 2RY001010 Elías respondió al jefe de los cincuenta: “Si soy hombre de Dios, que baje fuego del cielo y te abrase a ti y a tus cincuenta hombres.” Y bajó fuego del cielo y le devoró con sus cincuenta hombres. 2RY001011 Ocozías mandó a él a otro quincuagenario con sus cincuenta hombres. El quincuagenario habló a Elías y le dijo: “Hombre de Dios, he aquí lo que dice el rey: Baja en seguida.” 2RY001012 Elías le respondió: “Si soy hombre de Dios, que baje fuego del cielo y te devore a ti y a tus cincuenta hombres.” Y bajó del cielo fuego que le devoró a él y a sus cincuenta hombres. 2RY001013 Mandó de nuevo Ocozías, por tercera vez, a un quincuagenario con sus cincuenta hombres. Este tercero subió, y a su llegada se prosternó ante Elías suplicándole, y le dijo: “Hombre de Dios, sea preciosa a tus ojos mi vida y la vida de tus siervos. 2RY001014 Fuego del cielo ha bajado y ha devorado a los dos primeros quincuagenarios y a sus cincuenta hombres; pero ahora sea a tus ojos preciosa mi vida.” 2RY001015 El ángel de Yahvé dijo a Elías: “Baja con él. Nada temas de él.” Elías se levantó y bajó con él para dirigirse al rey;' 2RY001016 y dijo a éste: “Así habla Yahvé: Por haber mandado mensajeros para consultar a Baalzebub, dios de Acarón, como si no hubiera en Israel Dios a quien poder consultar, no bajarás del lecho a que has subido, pues morirás.” 2RY001017 Ocozías murió, según la palabra de Yahvé por medio de Elías, y le sucedió su hermano Joram, el año segundo de Joram, hijo de Josafat, rey de Judá, pues aquél no tenía hijos. 2RY001018 El resto de los hechos de Ocozías, lo que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? 2RY002001 Aconteció que, cuando quiso Yahvé arrebatar al cielo a Elías en un torbellino, salió Elías de Caígala con Elíseo, 2RY002002 y dijo a Elíseo: “Quédate aquí, te ruego, pues Yahvé me manda ir a Betel.” Elíseo respondió: “Vive Yahvé, y vives tú, que no te dejaré.” Y bajaron ambos a Betel. 2RY002003 Los hijos de los profetas que había en Betel salieron al encuentro de Elíseo y le dijeron: “¿Sabes tú que Yahvé alzará hoy a tu señor sobre tu cabeza?” El respondió: “Sí, lo sé; callad.” 2RY002004 Elías le dijo: “Elíseo, quédate aquí, te lo ruego, pues Yahvé me manda ir a Jericó.” El le respondió: “Por la vida de Yahvé y por tu vida que no te dejaré.” Y llegaron a Jericó. 2RY002005 Los hijos de los profetas que había en Jericó se acercaron a Elíseo y le dijeron: “¿Sabes tú que hoy ya a elevar Yahvé a tu señor sobre tu cabeza?” Y él les respondió: “Sí, lo sé; callad.” 2RY002006 Elías le dijo: “Quédate aquí, te lo ruego, pues Yahvé me manda ir al Jordán.” Y él le respondió: “Por la vida de Yahvé y por tu vida que no te dejaré.” Y siguieron ambos su camino. 2RY002007 Vinieron cincuenta hombres de los hijos de los profetas y se pararon enfrente, a distancia, y ellos dos siguieron, parándose a la orilla del Jordán. 2RY002008 Tomo entonces Elías su manto, lo dobló y golpeó con él las aguas, que se partieron de un lado y de otro, pasando los dos a pie enjuto. 2RY002009 Cuando hubieron pasado, dijo Elías a Elíseo: “Pídeme lo que quieras que haga por ti antes que sea apartado de ti.” Y Elíseo le dijo: “Que tenga yo dos partes en tu espíritu.” 2RY002010 Elías le dijo: “Difícil cosa has pedido. Si cuando yo sea arrebatado de ti me vieres, así será; si no, no.” 2RY002011 Siguieron andando y hablando, y he aquí que un carro de fuego con caballos de fuego separó a uno de otro, y Elías subía al cielo en el torbellino. 2RY002012 Elíseo miraba y clamaba: “¡Padre mío! ¡Carro de Israel y auriga suyo!” Y no le vio más, y, cogiendo sus vestidos, los rasgó en dos trozos, 2RY002013 y cogió el manto de Elías, que éste había dejado caer. Volvióse después, y, parándose a la orilla del Jordán, 2RY002014 tomo el manto que Elías había dejado caer, golpeó con él las aguas, diciendo: “¿Dónde está ahora Yahvé, el Dios de Elías?” Y en cuanto golpeó las aguas, se partieron éstas de un lado y de otro y pasó Elíseo. 2RY002015 Los hijos de los profetas que había en Jericó frente por frente, habiéndole visto, dijeron: “El espíritu de Elías reposa sobre Elíseo.” Y le salieron al encuentro y se prosternaron ante él rostro a tierra, 2RY002016 diciendo: “Hay entre tus siervos cincuenta hombres fuertes que, si quieres, irán en busca de tu señor; quizá el espíritu de Yahvé le ha llevado y le ha echado contra algún monte o algún valle.” El les respondió: “No, no los mandéis.” 2RY002017 Pero ellos le importunaron, hasta que por fin dijo: “Mandadlos.” Mandaron ellos a los cincuenta, que estuvieron durante tres días buscando a Elías, pero no lo hallaron. 2RY002018 Cuando estuvieron de vuelta, Elíseo, que continuaba en Jericó, les dijo: “¿No os decía yo que no fuerais?” 2RY002019 Las gentes de la ciudad dijeron a Elíseo: “El sitio de la ciudad es bueno, como lo ve mi señor; pero las aguas son malas, y la tierra, estéril.” 2RY002020 £1 les dijo: “Traedme un plato nuevo y poned sal en él.” Trajé-ronselo ellos, 2RY002021 y” yendo a la fuente de las aguas, echó en ella la sal, diciendo: “Así dice Yahvé: Yo saneo estas aguas y no saldrá de ellas en adelante ni muerte ni esterilidad”;' 2RY002022 y las aguas quedaron saneadas hasta el día de hoy, como lo había dicho Elíseo. 2RY002023 De allí subió a Betel, y, según iba por la pendiente, salieron de la ciudad unos muchachos y se burlaban de él, diciéndole: “¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!” 2RY002024 Volvióse él a mirarlos y los maldijo en nombre de Yahvé; y saliendo del bosque dos osos, destrozaron a cuarenta y dos de los muchachos.' 2RY002025 De allí subió al monte Carmel, desde donde se volvió a Samaría. 2RY003001 Joram, hijo de Ajab, comenzó a reinar sobre Israel, en Samaría, el año segundo de Joram, hijo de Josafat, rey de Judá y reinó doce años. 2RY003002 Hizo el mal a los ojos de Yahvé, no tanto, sin embargo, como su padre y su madre. Derribó los cipos dé Baal que había hecho su padre, 2RY003003 pero se dio a los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, había hzcho pecar a Israel, y no se apartó de ellos. 2RY003004 Mesa, rey de Moab, tenía muchos ganados y pagaba al rey de Israel cien mil corderos y cien mil carneros con su lana. 2RY003005 A la muerte de Ajab, el rey de Moab se rebeló contra el rey de Israel. 2RY003006 Entonces el rey Joram salió de Samaría y revistó a Israel y se puso en marcha, 2RY003007 mandando decir a Josafat, rey de Judá: “El rey de Moab se ha rebelado contra mí” ¿Quieres venir conmigo para atacar a Moab?” Josafat respondió: “Iré yo como tú, mi pueblo como tu pueblo, y mis caballos como tus caballos.” 2RY003008 Y preguntó: “¿Por qué camino subiremos?” Y Joram dijo: “Por el camino del desierto de Edom.” 2RY003009 Partieron el rey de Israel, el rey de Judá y el rey de Edom; y después de siete días de marcha faltó el agua para el ejército y para el ganado que le seguía.' 2RY003010 Entonces el rey de Israel dijo: “¡Ay! Yahvé ha reunido a tres reyes para entregarlos en manos de Moab.” 2RY003011 Pero Josafat dijo: “¿No hay aquí ningún profeta de Yahvé?” Uno de los servidores del rey de Israel dijo: “Sí, aquí está Elíseo, hijo de Safat, que es el que daba aguamanos a Elías.” 2RY003012 El rey de Judá dijo: “La palabra de Yahvé es con él.” El rey de Israel y el rey de Judá y el rey de Edom bajaron en busca suya. 2RY003013 Elíseo dijo al rey de Israel: “¿Qué tengo yo que ver contigo? Ve a los profetas de tu padre.” El rey de Israel le dijo: “No, es que ha reunido Yahvé tres reyes para entregarlos en manos de Moab.” 2RY003014 Elíseo dijo: “Vive Yahvé Sebaot, a quien sirvo, que, si no fuera por respeto al rey de Judá, a ti ni te atendería ni te miraría siquiera.” 2RY003015 “Traedme, pues, un tañedor de arpa.” Mientras el arpista tocaba el arpa, fue sobre Elíseo la mano de Yahvé, 2RY003016 y dijo: “Así habla Yahvé: Id y haced en el valle muchas zanjas. 2RY003017 Porque así dice Yahvé: No veréis viento ni veréis lluvia, y el valle se llenará de agua, y beberéis vosotros, vuestro ejército y vuestro ganado. 2RY003018 Pero todo esto es poca cosa a los ojos de Yahvé. Yahvé entregará a Moab en vuestras manos;' 2RY003019 tomaréis todas las plazas fuertes, talaréis todos los árboles frutales y cegaréis todos los manantiales de agua, y destruiréis, cubriéndola de piedras, toda la tierra fértil.” 2RY003020 Por la mañana, a la hora de la presentación de la ofrenda, vino el agua del camino del desierto de Sur por la parte de Edom, y la tierra toda se llenó de agua. 2RY003021 Entre tanto, los moabitas, sabiendo que subían los reyes a atacarlos, reunieron a cuantos estaban en edad de empuñar las armas y se pusieron en la frontera. 2RY003022 Al levantarse por la mañana y ver brillar el sol sobre las aguas, a los de Moab les parecieron las aguas desde lejos como si fueran sangre;' 2RY003023 y se dijeron: “Es sangre; los reyes se han vuelto uno contra otro, y unos a otros se han matado. ¡Hala, pues, Moab, a la presa!” 2RY003024 Mas cuando llegaron al campo de Israel, alzáronse los israelitas y destrozaron a los de Moab, que se pusieron en huida delante de ellos. Siguieron en la fuga hiriendo a los de Moab, 2RY003025 y asolaron sus ciudades, y en todas las tierras fértiles echó cada uno su piedra, llenándolas de ellas; cegaron los manantiales de aguas y talaron los árboles frutales. Sólo quedó Quir Jareset, que rodearon los honderos, arrojando sobre ella sus tiros.' 2RY003026 Viendo el rey de Moab que llevaba lo peor en la batalla, hizo una salida con setecientos hombres de guerra para ver de desbaratar al rey de Edom. No pudo conseguirlo;' 2RY003027 y entonces, tomando a su primogénito, al que había de reinar después de él, le ofreció en holocausto sobre la muralla. Se desató entonces gran cólera contra Israel, que, retirándose de allí, se volvió a su tierra. 2RY004001 Una mujer de las de los hijos de los profetas clamó a Elíseo, diciendo: “Tu siervo, mi marido, ha muerto, y bien sabes tú que mi marido era temeroso de Yahvé; ahora un acreedor ha venido para tomar a mis dos hijos y hacerlos esclavos.” 2RY004002 Elíseo le dijo: “¿Qué puedo yo hacer por ti? Dime: ¿Qué tienes en tu casa?” Ella le respondió: “Tu sierva no tiene en casa absolutamente nada más que una vasija de aceite,” 2RY004003 El le dijo: “Vete a pedir fuera a todos los vecinos vasijas vacías, y no pidas pocas. 2RY004004 Cuando vuelvas a casa, cierra la puerta tras de ti y tras de tus hijos y echa en todas esas vasijas el aceite, poniéndolas aparte conforme vayan llenándose.” 2RY004005 Entonces ella se alejó, cerró la puerta tras de sí y de sus hijos; y éstos fueron presentándole las vasijas, y ella las llenaba.' 2RY004006 Cuando estuvieron llenas todas las vasijas, dijo a su hijo: “Dame otra vasija”; pero él le respondió: “Ya no hay más.” Estacionóse entonces el aceite,' 2RY004007 y ella fue a dar cuenta al hombre de Dios, que le dijo: “Vete a vender el aceite y paga la deuda; y de lo que te quede vive tú y tus hijos.” 2RY004008 Pasaba un día Elíseo por Sunam. Había allí una mujer distinguida, que insistentemente le invitó a comer, y siempre que por allí pasaba iba a comer a su casa. 2RY004009 Ella dijo a su marido: “Yo sé que este hombre, que pasa siempre por nuestra casa, es un santo hombre de Dios. 2RY004010 Vamos a prepararle en lo alto una pequeña habitación y a ponerle allí una cama, una mesa, una silla y un candelero, para que él pueda retirarse a ella cuando venga a nuestra casa.” 2RY004011 Habiendo vuelto un día Elíseo a Sunam, se retiró a la habitación alta y se acostó. 2RY004012 Dijo a su siervo Guejazi: “Llama a esa sunamita.” Llamóla Guejazi, y ella se presentó a él. 2RY004013 Elíseo dijo a Guejazi: “Dile: Tú nos has mostrado toda esa solicitud por nosotros y este esmero; ¿qué quieres que haga por ti? ¿Necesitas que hable por ti al rey o al jefe del ejército?” Y ella respondió: “Yo habito en medio de mi pueblo.” 2RY004014 Y él dijo: “¿Qué haremos, pues, por ella?” Y Guejazi respondió: “Üvlira, no tiene hijos y su marido es viejo.” 2RY004015 Entonces dijo Elíseo: “Llámala.” La llamó, y ella se paró a la puerta. 2RY004016 El le dijo: “El año que viene, por este tiempo, abrazarás a tu hijo.” “No, por favor, mi señor; no engañes a tu sierva.” 2RY004017 La mujer quedó encinta, y al año siguiente, como se lo anunciara Elíseo, por aquel mismo tiempo dio a luz un hijo. 2RY004018 Creció el niño, y un día fue a donde estaba su padre con los segadores 2RY004019 y dijo a su padre: “¡Ay mi cabeza, ay mi cabeza!” El padre dijo a un criado: 2RY004020 “Llévalo a su madre.” El criado lo cogió y se lo llevó a su madre. El niño estuvo sobre las rodillas de su madre hasta el mediodía y luego murió. 2RY004021 Ella subió, le acostó en el lecho del hombre de Dios, cerró la puerta y se fue. 2RY004022 Llamó a su marido y le dijo: “Mándame, te ruego, un criado y una asna, que quiero ir en seguida al hombre de Dios y luego volveré.” 2RY004023 El le dijo: “¿Para qué quieres ir a verle hoy? No es ni novilunio ni sábado.” Ella respondió: “Estáte tranquilo.” 2RY004024 Hizo enalbardar la borrica y dijo al criado: “Gájela y anda, y no me detengas más que cuando yo te lo diga.” 2RY004025 Partió, pues, y llegó al hombre de Dios en el monte Carmelo. Cuando el hombre de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Guejazi: “Ahí está la sunarnita.” 2RY004026 Vete corriendo a recibirla y pregúntale si está bien ella y su marido y su hijo.” Y ella contestó: “Sí, bien.” 2RY004027 Llegó luego al hombre de Dios en el monte, y, cogiéndose de sus pies, llegó Guejazi para desasirla; pero el hombre de Dios le dijo: “Déjala, que su alma está angustiada y Yahvé me lo ha ocultado y no me lo ha revelado.” 2RY004028 Ella le dijo: “¿Pedí yo a mi señor un hijo? ¿No te dije ya que no me engañaras?” 2RY004029 Entonces dijo él a Guejazi: “Cíñete los lomos, toma en tu mano mi bordón, y si a alguno encuentras, no le saludes siquiera, y si alguno te saluda, no le respondas, y pon mi bordón sobre la cara del niño.” 2RY004030 La madre del niño le dijo: “Por la vida de Yahvé y la tuya que no te dejaré.” 2RY004031 Levantóse entonces y la siguió. Guejazi había llegado antes que ellos y había puesto el bordón sobre el rostro del niño; pero éste no tenía ni voz ni sentido; así que se había vuelto para decírselo a Elíseo y se lo manifestó, diciendo: “El niño no despierta,” 2RY004032 Llegado Elíseo a la casa, el niño estaba tendido, muerto, en la cama. 2RY004033 Entró entonces él, cerró la puerta tras los dos y oró a Yahvé. 2RY004034 Subió a la cama y se acostó sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca del niño, sus ojos sobre los del niño, y sus manos sobre las manos del niño, y se tendió sobre él. La carne del niño se recalentó 2RY004035 y Elíseo se alejó, yendo y viniendo por la habitación, y luego volvió a subirse en la cama y se tendió sobre el niño. El niño estornudó siete veces y abrió los ojos. 2RY004036 Llamó entonces Elíseo a Guejazi y le dijo: “Llama a esasunamita.” Llamóla Guejazi, y ella vino a Elíseo, que le dijo: “Toma a tu hijo.” 2RY004037 Ella se echó a sus pies y se prosternó ante él rostro a tierra; tomo a su hijo y salió.' 2RY004038 Elíseo volvió a Caígala. Había gran hambre en la región y, estando los hijos de los profetas sentados ante él, dijo a su criado: “Coge la olla grande y pon a cocer un potaje para los hijos de los profetas.” 2RY004039 Salió uno de ellos al campo para coger hierbas, y encontró una vid silvestre, y cogió de ella coloquíntidas hasta llenar su vestido. Cuando estuvo de vuelta, las cortó en pedazos en la olla donde estaba el potaje, pues él no las conocía. 2RY004040 Sirvióse la comida a aquellos hombres; pero en cuanto hubieron probado el potaje, se pusieron a gritar: “La muerte está en la olla, hombre de Dios,” y no pudieron comerlo.' 2RY004041 Elíseo dijo: “Traed harina.” El la echó en la olla, y dijo: “Servid a esas gentes; que coman.” Y ya no había en la olla nada de malo.' 2RY004042 Llegó de Baalsalisa un hombre a traer al hombre de Dios el pan de las primicias, veinte panes de cebada, y espigas nuevas en su saco. Elíseo dijo: “Da a esas gentes; que coman.” 2RY004043 Su criado le contestó: “¿Cómo voy a poder dar a cien personas?” Pero Elíseo le repitió: “Da a esas gentes; que coman. Así dice Yahvé: Comerán y sobrará.” 2RY004044 Puso entonces los panes ante ellos, comieron y quedaron sobras, según la palabra de Yahvé. 2RY005001 Naamán, jefe del ejército del rey de Siria, gozaba el favor de su señor y era tenido en mucha estima, pues por medio de él había salvado Yahvé a Siria. Pero este hombre robusto y valiente era leproso. 2RY005002 Habían salido los árameos por escuadras y habían cautivado a una jovencita de tierra de Israel que estaba al servicio de la mujer de Naamán;' 2RY005003 y dijo un día a su señora: “¡Oh! si mi señor estuviese cerca de un profeta que hay en Samaría, el profeta le curaría su lepra.” 2RY005004 Fue él a su señor y le dijo: “Esto y esto ha dicho una jovencita de tierra de Israel”;' 2RY005005 y el rey de Siria dijo: “Pues anda, vete a la tierra de Israel, y y0 mandaré una carta al rey de Israel.” Partió él, llevando diez talentos de plata, seis mil siclos de oro, diez vestidos nuevos 2RY005006 y una carta para el rey de Israel, en que se decía: “Cuando recibas esta carta, sabrás que te mando a mi servidor Naamán para que le cures de la lepra.” 2RY005007 Leída la carta, el rey de Israel rasgó sus vestiduras y dijo: “¿Soy yo acaso Dios para dar la vida o la muerte, que así se dirige a mí para que yo cure a un hombre de su lepra? Sabed, pues, y ved que me busca querella.” 2RY005008 Cuando supo Elíseo que el rey de Israel había rasgado sus vestiduras, mandó a decir al rey: “¿Por qué has rasgado tus vestiduras ? Hazle venir a mí, y sabrá que hay en Israel un profeta.” 2RY005009 Vino Naamán con sus caballos y su carro, y se detuvo a la puerta de la casa de Elíseo. 2RY005010 Elíseo le mandó a decir por un mensajero: “Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne sanará y quedarás puro.” 2RY005011 Enojóse Naamán y se fue, diciendo: “¡Cómo! Yo esperaba que saldría en persona, se presentaría a mí, invocaría el nombre de Yahvé, su Dios; rne tocaría y curaría así al leproso.' 2RY005012 Los ríos de Damasco, el Abana y el Parpar, ¿no son mucho mejores que todas las aguas de Israel? ¿No podía yo lavarme allí y quedar limpio ?” Y se iba muy enojado. 2RY005013 Pero sus siervos se acercaron a él para hablarle, y le dijeron: “Padre mío: Si el profeta te hubiera mandado algo muy difícil, ¿no lo hubieras hecho? ¿Cuánto más habiéndote dicho: Lávate y quedarás limpio?” 2RY005014 Bajó él entonces y se bañó siete veces en el Jordán, según la orden del hombre de Dios; y su carne quedó como la carne de un niño, quedó limpio.' 2RY005015 Volvió Naamán al hombre de Dios con todo su séquito, y, cuando llegó, se presentó a él, diciendo: “Ahora conozco que no hay en toda la tierra Dios sino en Israel. Dígnate aceptar un presente de parte de tu siervo.” 2RY005016 Elíseo respondió: “Vive Yahvé, a quien sirvo, que no aceptaré.” Naamán insistió, pero él se negó. 2RY005017 Entonces Naamán le dijo: “Pues te niegas, permite que den a tu siervo tierra de ésta, la carga de dos mulos, pues en adelante no ofrecerá tu siervo sacrificio ni holocausto a otros dioses sino a Yahvé. 2RY005018 Yahvé perdonará a tu siervo que, cuando mi señor entre en el templo de Rimón para adorar y se apoye en mi mano, me prosterne yo también en el templo de Rimón. Perdone Yahvé a tu siervo si me prosterno en el templo de Rimón.” 2RY005019 Elíseo le dijo: “Vete en paz.” Cuando Naamán hubo dejado a Elíseo y estaba ya a cierta distancia, 2RY005020 Guejazi, el criado de Elíseo, dijo para sí: “Mi señor ha tratado demasiado bien a Naamán, ese sirio, no queriendo aceptar de él lo que traía. Vive Yahvé que voy a correr tras él a ver si me da algo.” 2RY005021 Y Guejazi echó a correr tras Naamán. Viéndole Naamán correr tras él, bajó de su carro para ir a su encuentro, y le preguntó: “¿Hay novedad?”;' 2RY005022 y él respondió: “No, todo está bien; pero me manda mi señor para decirte: Acaban de llegar a mi casa dos jóvenes de la montaña de Efraím, de los hijos de los profetas; haz el favor de darme para ellos un talento de plata y dos vestidos nuevos.” 2RY005023 Naamán dijo: “Toma dos talentos,” y los metió en dos sacos, y le dio dos vestidos, haciendo que sus criados se los llevasen a Guejazi. 2RY005024 Llegado a la altura, tomólos Guejazi de sus manos y los metió en casa, despidiendo a aquellas gentes, que se fueron. 2RY005025 Luego fue a presentarse a su señor, que le dijo: “¿De dónde vienes, Guejazi?” El le respondió: “Tu siervo no ha ido a ninguna parte.” 2RY005026 Pero Elíseo le dijo: “¿Estaba yo ausente en espíritu cuando el hombre se bajó de su carro para salirte al encuentro? Ya tienes dinero y vestidos, y luego podrás tener olivares, viñas, ovejas y bueyes, siervos y siervas, 2RY005027 pero la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre.” Y Guejazi salió de la presencia de Elíseo blanco de lepra como la nieve. 2RY006001 Los hijos de los profetas dijeron a Elíseo: “El lugar en que moramos contigo nos es demasiado estrecho. 2RY006002 Vamos a ir al Jordán, y tomaremos de allí una viga cada uno para hacernos una habitación.” Elíseo les respondió: “Id.” 2RY006003 Uno de ellos le dijo: “Ven tú también con nosotros.” El dijo: “Iré”;' 2RY006004 y partió con ellos. Llegados al Jordán, cortaron los árboles, 2RY006005 y mientras uno estaba cortándolos, el hierro fue a caer en las aguas. Se puso a clamar: “¡Ah, mi señor! Era prestado.” 2RY006006 Y el hombre de Dios le preguntó: “¿Dónde ha caído?” El le indicó el lugar, y Elíseo, cortando un trozo de madera, lo arrojó al mismo lugar, y el hierro sobrenadó. 2RY006007 Entonces le dijo: “Cógelo”; y él tendió la mano y lo cogió.' 2RY006008 El rey de Siria estaba en guerra con Israel, y en un consejo que tuvo con sus servidores, dijo: “En tal y en cual lugar acamparemos.” 2RY006009 El hombre de Dios mandó a decir al rey de Israel: “Guárdate de ir a tal lugar, porque los sirios bajarán allá.” 2RY006010 El rey de Israel mandó gentes al lugar que el hombre de Dios había señalado, para que estuvieran al acecho. Y esto sucedió no una ni dos veces solamente. 2RY006011 El de Siria se inquietó con esto, y preguntó a sus servidores: “¿No me diréis vosotros quién nos traiciona ante el rey de Israel?” 2RY006012 Uno de los servidores le dijo: “Nadie. ¡Oh rey, mi señor! Es Elíseo, el profeta que hay en Israel, que lleva al rey de Israel las palabras que tú pronuncias en tu misma alcoba.” 2RY006013 El rey le dijo: “Id y ved dónde está, y yo le haré prender.” Vinieron, pues, a decirle: “Está en Dotan.” 2RY006014 Mandó él entonces caballos y carros, una gran tropa, que llegaron de noche y cercaron la ciudad. 2RY006015 El siervo del hombre de Dios se levantó muy de mañana y vio que la ciudad estaba cercada por una tropa con caballos y carros, y dijo al hombre de Dios: “¡Ah, mi señor! ¿qué haremos?” 2RY006016 El le respondió: “Nada temas, que los que están con nosotros son más que los que están con ellos.” 2RY006017 Elíseo oró y dijo: “¡Oh Yahvé! Ábrele los ojos para que vea.” Y Yahvé abrió los ojos del siervo, y vio éste la montaña llena de caballos y carros de fuego que rodeaban a Elíseo. 2RY006018 Los sirios bajaron al valle en busca de Elíseo, y éste dirigió entonces a Yahvé esta súplica: “Dígnate herir de ceguera a esta gente,” Y Yahvé los hirió de ceguera, conforme a la súplica de Elíseo. 2RY006019 Elíseo les dijo: “No es éste el camino ni ésta la ciudad. Seguidme y yo os llevaré a donde está el hombre a quien buscáis”; y los condujo a Samaría.' 2RY006020 Entrados en Samaría, dijo Elíseo: “¡Oh Yahvé! Abre los ojos de esta gente para que vea”; y Yahvé les abrió los ojos, y vieron que estaban en medio de Samaría.' 2RY006021 El rey de Israel, viéndolos, preguntó a Elíseo: “¿Los hiero, padre mío?” 2RY006022 Y Elíseo respondió: “No los hieras, que no los has hecho tú prisioneros con tu espada y tu arco. Dales pan y agua, para que coman y beban, y que se vayan a su señor.” 2RY006023 El rey de Israel hizo que les sirvieran una gran comida, y ellos comieron y bebieron; luego los despidió para que fueran a su señor. Las tropas sirias no volvieron más a la tierra de Israel.' 2RY006024 Después de esto, Ben Hadad, rey de Siria, reunió todo su ejército y, subiendo, puso cerco a Samaría. 2RY006025 Hubo en Samaría mucha hambre, y de tal modo la apretaron, que una cabeza de asno valía ochenta siclos de plata, y el cuarto de un “cab” de palomina cinco siclos de plata. 2RY006026 Pasando el rey por la muralla, le gritó una mujer: “¡Sálvame, oh rey, mi señor!” 2RY006027 Y el rey respondió: “Si Yahvé no te salva, ¿cómo voy a salvarte yo? ¿Con algo de la era o con algo del lagar?” 2RY006028 Preguntóle luego el rey: “¿Qué te pasa?” Y ella respondió: “Esta mujer me dijo: Trae a tu hijo y lo comeremos hoy, y mañana comeremos el mío. 2RY006029 Cocimos, pues, mi hijo y lo comimos, y al día siguiente yo le dije: Trae a tu hijo para que lo comamos, pero ella ha escondido a su hijo.” 2RY006030 Cuando oyó el rey las palabras de esta mujer, rasgó sus vestiduras mientras iba por la muralla, y la gente vio que por dentro estaba vestido de saco. 2RY006031 El rey dijo: “Que esto me haga Yahvé y esto me añada si la cabeza de Elíseo, hijo de Safat, quedare hoy sobre los hombros.” 2RY006032 Estando, pues, Elíseo sentado en casa, rodeado de los ancianos que se sentaban con él, mandó el rey a uno delante de él, y antes que el mensajero llegara dijo Elíseo a los ancianos: “¿No veis cómo ese hijo de asesino manda a que me quiten la cabeza? Estad atentos: cuando llegue el mensajero, cerrad y rechazadle con la puerta; ¿no se oye ya tras él el ruido de los pasos de su amo?” 2RY006033 Todavía estaba hablándoles, cuando ya el rey llegó a él y le dijo: “De Yahvé ciertamente nos ha venido este mal. ¿Tendré yo todavía que esperar más de Yahvé?” 2RY007001 Entonces dijo Elíseo: “Oíd la palabra de Yahvé: Así dice Yahvé: Mañana a estas horas estará en las puertas de Samaría el “sea” de flor de harina a un siclo, y dos “seas” de harina de cebada a un siclo.” 2RY007002 El oficial sobre cuyo brazo se apoyaba el rey respondió al hombre de Dios: “Cuando Yahvé abra ventanas en los cielos, sucederá eso.” Y él le dijo: “Con tus ojos lo verás, pero no lo comerás.” 2RY007003 Había en la entrada de la puerta cuatro leprosos, que se decían unos a otros: “¿Por qué nos vamos a estar aquí hasta morirnos? 2RY007004 Si nos decidimos a entrar en la ciudad, moriremos por el hambre que en ella hay, y si nos quedarnos aquí, moriremos igualmente. Vamos a pasarnos al campamento de los sirios, y si nos dejan vivir, viviremos, y si nos matan, moriremos.” 2RY007005 Partieron, pues, al anochecer para el campamento de los sirios; y cuando llegaron a la entrada del campamento, no había en él nadie.' 2RY007006 El Señor había hecho oír en el campamento de los sirios estrépito de carros y estrépito de caballos, el estrépito de un gran ejército, y se habían dicho unos a otros: “Es el rey de Israel, que ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los jéteos y a los reyes de los egipcios y viene a atacarnos.” 2RY007007 Y se levantaron, y al anochecer se pusieron en fuga, abandonando sus tiendas, sus caballos y sus asnos, el campamento tal cual estaba, y huyeron para salvar la vida. 2RY007008 Los leprosos, llegados al campamento, penetraron en una tienda, comieron y bebieron y se llevaron de allí plata, oro y vestidos, que fueron a esconder. Volvieron y penetraron en otra tienda y se llevaron cosas, que fueron a esconder. 2RY007009 Después se dijeron uno a otro: “No está bien lo que hacemos. Este día es un día de buena nueva, y si nosotros nos estamos callados y esperamos la luz del día, nos sucederá mal. Venid, pues, y vayamos a dar cuenta a la casa del rey.” 2RY007010 Partieron, dieron voces a los centinelas de la ciudad e hicieron este relato: “Hemos entrado en el campamento de los sirios y allí no había nadie ni se oye voz alguna de hombre; no hay más que caballos atados, asnos atados y las tiendas intactas.” 2RY007011 Los centinelas de la puerta dieron voces y transmitieron esta noticia a la casa del rey. 2RY007012 El rey se levantó de noche y dijo a sus servidores: “Voy a deciros lo que pretenden los sirios: Como saben que estamos hambrientos, se han salido del campamento para esconderse en los campos, diciéndose: Cuando salgan de la ciudad, los cogeremos vivos y entraremos en la ciudad.” 2RY007013 Uno de los servidores del rey dijo: “Que cojan cinco de los caballos que todavía quedan en la ciudad — porque también a ellos les sucede lo que a la muchedumbre, que han perecido — y mandemos a ver.” 2RY007014 Cogiere pues, dos carros con sus caballos, y el rey mandó gente que siguiera tras los sirios, diciendo: “Id y ved.” 2RY007015 Fueron tras ellos hasta el Jordán, y todo el camino estaba sembrado de vestidos y objetos que en su precipitación habían tirado los sirios. Volvieron los mensajeros y dieron cuenta al rey. 2RY007016 Salió el pueblo y saqueó el campamento de los sirios, y se puso el “sea” de flor de harina a un siclo, y a un siclo los dos “seas” de harina de ce da, según lo que había dicho Yahvé. 2RY007017 El rey había entregado “ custodia de la puerta al oficial sobre cuyo brazo se apoyaba e día antes, pero éste fue atropellado por el pueblo a la puerta, y murió, según la palabra que había pronunciado el hombre de Dios cuando el rey bajó a él. 2RY007018 El hombre de Dios había dicho al rey: “Mañana a estas horas estarán a siclo los dos “seas” de harina de cebada, y a siclo el “sea” de flor de harina”;' 2RY007019 y el oficial había respondido al hombre de Dios: “Cuando Yahvé abra ventanas en los cielos, veremos eso.” Y Elíseo le había dicho: “Con tus ojos lo verás, pero no lo comerás.” 2RY007020 Fue en verdad lo que sucedió, pues el pueblo le atropello a la puerta y murió. 2RY008001 Elíseo dijo a la mujer a cuyo hijo había resucitado: “Levántate y vete, tú y tu casa, y mora donde puedas, porque Yahvé llama al hambre y vendrá sobre la tierra por siete años.” 2RY008002 Levantóse la mujer e hizo lo que le decía el hombre de Dios, y se fue ella y su casa, y habitó siete años en tierra de filisteos. 2RY008003 Al cabo de siete años volvió la mujer de la tierra de los filisteos y fue a implorar al rey por su casa y su campo. 2RY008004 Estaba el rey hablando con Guejazi, servidor del hombre de Dios, y le decía: “Anda y cuéntame todas esas grandes cosas que ha hecho Elíseo”;' 2RY008005 y mientras estaba contando al rey cómo Elíseo había vuelto a la vida a un muerto, llegó la mujer cuyo hijo había resucitado Elíseo para implorar al rey por su casa y su campo, y dijo Guejazi: “¡Oh mi señor rey! ésa es la mujer y ése es su hijo, que Elíseo resucitó.” 2RY008006 Preguntó el rey a la mujer, y ella le hizo el relato; el rey le dio un eunuco, a quien dijo: “Haz que le sea devuelto a esta mujer todo lo que le pertenece, con todos los frutos de su campo, desde el día en que dejó la tierra hasta hoy.” 2RY008007 Fue Elíseo a Damasco. Estaba enfermo Ben Hadad, rey de Siria, y le avisaron, diciendo: “Está aquí el hombre de Dios.” 2RY008008 El rey dijo a Jazael: “Toma contigo un presente y vete a ver al hombre de Dios, y consulta por mí a Yahvé si curaré de esta enfermedad.” 2RY008009 Fue Jazael a su encuentro, llevando consigo un presente, todo lo mejor que había en Damasco, la carga de cuarenta camellos. Llegado, se presentó a él y le dijo: “Tu hijo Ben Hadad, rey de Siria, me manda a ti para preguntarte: ¿Curaré de esta enfermedad?” 2RY008010 Elíseo le respondió: “Ve y dile: Tú curarías, pero Yahvé me ha revelado que morirás.” 2RY008011 El hombre de Dios puso sus ojos sobre Jazael 2RY008012 y los fijó en él hasta hacerle enrojecer; luego se puso a llorar. El le preguntó: “¿Por qué llora mi señor?” Y Elíseo le respondió: “Porque sé el mal que vas a hacer a los hijos de Israel: incendiarás sus ciudades fuertes, pasarás a cuchillo a sus mancebos, estrellarás a sus niños y abrirás el seno a sus preñadas.” 2RY008013 Y Jazael dijo: “Pues ¿qué es tu siervo, este perro, para hacer tan grandes cosas?” Y Elíseo respondió: “Yahvé me ha revelado que serás rey de Siria.” 2RY008014 Jazael dejó a Elíseo y volvió a su señor, que le preguntó: “¿Qué te ha dicho Elíseo?” Y él respondió: “Me ha dicho: Curarás.” 2RY008015 Al día siguiente cogió una manta, la empapó en agua y la puso sobre el rostro del rey, que murió. Jazael le sucedió. 2RY008016 El año quinto de Joram, hijo de Ajab, rey de Israel, comenzó a reinar Joram, hijo de Josafat, rey de Judá. 2RY008017 Treinta y dos años tenía cuando comenzó a reinar, y reinó ocho años en Jerusalén. 2RY008018 Marchó por los caminos de los reyes de Israel, como había hecho la casa de Ajab, pues tuvo por mujer a una hija de Ajab, e hizo el mal a los ojos de Yahvé. 2RY008019 Pero Yahvé no quiso destruir a Judá por amor a David, su siervo, según la promesa que le había hecho de darle siempre una lámpara perpetuamente. 2RY008020 En su tiempo se rebeló Edom contra el dominio de Judá, y se dio un rey. 2RY008021 Joram marchó a Seír con todos sus carros. Una noche arriesgó combate con los edomitas, que le tenían cercado, y le derrotaron juntamente con los jefes de los carros, y el pueblo huyó a sus tiendas. 2RY008022 La rebelión de Edom contra el dominio de Judá dura hasta hoy. Entonces se rebeló también Libna. 2RY008023 El resto de los hechos de Joram, cuanto hizo, ¿no está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá? 2RY008024 Joram se durmió con sus padres y fue sepultado con ellos en la ciudad de David. Le sucedió su hijo Ocozías. 2RY008025 El año doce de Joram, hijo de Ajab, rey de Israel, comenzó a reinar Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá. 2RY008026 Tenía Ocozías veintidós años cuando comenzó a reinar, y reinó un año en Jerusalén. Su madre se llamaba Atalía, hija de Omri, rey de Israel. 2RY008027 Marchó por los caminos de la casa de Ajab e hizo el mal a los ojos de Yahvé, como la casa de Ajab, con la que es taba emparentado. 2RY008028 Acompañó a Joram, hijo de Ajab, en G guerra contra Jazael, rey de Siria, a Ramot Galaad. Los sirio hirieron a Joram, 2RY008029 y el rey Joram se volvió para hacerse curar en Jezrael de las heridas que los sirios le habían hecho en Ramot cuando combatía contra Jazael, rey de Siria. Ocozías, hiio de Joram, rey de Judá, bajó a Jezrael para ver a Joram, hijo de Ajab, que estaba allí herido. 2RY009001 Elíseo, profeta, llamó a uno de los hijos de los profetas y le dijo: “Cíñete los lomos, toma esta redoma de óleo y vete a Ramot Galaad. 2RY009002 Cuando llegues, busca a Jehú, hijo de Josafat, hijo de Nimsi. Le haces que se levante de entre sus compañeros y le llevas aparte, a una cámara retirada, 2RY009003 y, tomando la redoma de óleo, lo derramas sobre su cabeza, diciéndole: “Así habla Yahvé i Yo te unjo por rey de Israel.” Abres luego la puerta y huyes sin detenerte.” 2RY009004 El joven servidor del profeta partió para Ramot Galaad;' 2RY009005 y cuando llegó, estaban los jefes del ejército reunidos, y dijo: “Jefe, tengo que decirte una cosa.” Jehú le preguntó: “¿A quién de nosotros?” El respondió: “A ti, ¡oh jefe!” 2RY009006 Levantóse Jehú y entró en casa, y el joven derramó sobre su cabeza la redoma de óleo, diciéndole: “Así habla Yahvé, Dios de Israel: Yo te unjo rey de Israel, del pueblo de Yahvé. 2RY009007 Tú herirás a la casa de Ajab, tu señor, y vengarás en Jezabel la sangre de mis siervos, los profetas, y la sangre de todos los siervos de Yahvé. 2RY009008 Toda la casa de Ajab perecerá; yo exterminaré a todos cuantos pertenecen a Ajab, al esclavo y al libre de Israel,' 2RY009009 y haré la casa de Ajab semejante a la casa de Jeroboam, hijo de Nabat, y a la casa de Basa, hijo de Ajiya. 2RY009010 Los perros comerán a Jezabel en el campo de Jezrael, y no habrá nadie que le dé sepultura.” Después, el hombre abrió la puerta y huyó. 2RY009011 Cuando salió Jehú para reunirse con los servidores de su señor, le dijeron éstos: “¿Va todo bien? ¿Por qué ha venido a ti ese loco?” Jehú respondió: “Sguramente conocéis al hombre y sabéis lo que me ha dicho.” 2RY009012 Ellos respondieron: “No es verdad. Explícanos lo que ha dicho.” El entonces dijo: “Esto y esto es lo que ha dicho: Así habla Yahvé: Yo te unjo por rey de Israel.” 2RY009013 En seguida tomaron todos sus mantos y los pusieron debajo de él en las gradas, y, haciendo sonar las trompetas, gritaron: “¡Jehú, rey!” 2RY009014 Así conspiró Jehú, hijo de Josafat, hijo de Nimsi, contra Joram. Joram defendía con todo Israel a Ramot Galaad contra Jazael, rey de Siria;' 2RY009015 pero el rey Joram había tenido que volverse para curarse en Jezrael de las heridas que los sirios le habían hecho cuando combatía centra Jazael, rey de Siria. Jehú dijo: “Pues que lo queréis, sea; pero que no salga de la ciudad nadie que pueda llevar la noticia a Jezrael.” 2RY009016 Jehú subió a su carro y partió para Jezrael, pues Joram estaba allí en cama, y Ocozías, rey de Judá, había bajado a verle. 2RY009017 El centinela que estaba en la torre de Jezrael vio venir a la tropa de Jehú y dio la noticia: “Veo venir una tropa.” Joram dijo: “Manda que salga a su encuentro uno de a caballo para saber si es de paz.” 2RY009018 Salió el jinete, se presentó a Jehú y preguntó: “Así habla el rey: ¿Es la paz?” Jehú respondió: “¿Qué te importa a ti la paz? Vuélvete detrás de mí.” El centinela dio luego el aviso, diciendo: “El mensajero ha llegado hasta ellos, pero no vuelve.” 2RY009019 Entonces se mandó otro a caballo, que, llegado a ellos, preguntó: “Así habla el rey: ¿Hay paz?” Y Jehú respondió: “¿Qué te importa a ti la paz? Vuélvete detrás de mí.” 2RY009020 El centinela volvió a decir: “También éste ha llegado a ellos y no vuelve; mas, al parecer, por la marcha, el que viene es Jehú, hijo de Nimsi, porque viene con mucho ímpetu.” 2RY009021 Entonces Joram dijo: “Engancha”; y enganchado que fue su carro, salió Joram, rey de Israel, y Ocozías, rey de Judá, cada uno en su carro. Salieron al encuentro de Jehú, a quien hallaron en la heredad de Nabot de Jezrael.' 2RY009022 En cuanto vio Joram a Jehú le preguntó: “¿Hay paz, Jehú?” Y éste respondió: “¿Qué paz mientras duren las prostituciones de Je-zabel, tu madre, y sus muchas hechicerías?” 2RY009023 Entonces Joram, volviendo grupas, huyó y dijo a Ocozías; “¡Traición, Ocozías !” 2RY009024 Pero Jehú tendió su arco e hirió a Joram entre las espaldas, saliéndole la flecha por el corazón, y Joram cayó en su carro. 2RY009025 Jehú dijo a su oficial Bidcar: “ Tomalo y tírale en el campo de Nabot de Jezrael, pues me acuerdo de que, cuando yo y tú íbamos juntos a caballo detrás de Ajab, su padre, Yahvé pronunció contra él la sentencia, diciendo: 2RY009026 Yo he visto ayer la sangre de Nabot y de sus hijos, dice Yahvé, y yo te daré su merecido en esta misma heredad. Tomalo pues, y tírale a ese campo, según la palabra de Yahvé.” 2RY009027 Ocozías, rey de Judá, que vio esto, huyó por el camino de Bet Ganim; pero Jehú le persiguió, diciendo: “También a él.” Y le hirieron en el carro en la subida de Gur, cerca de Jibleam; él siguió hasta Megid-do, pero allí murió.' 2RY009028 Sus servidores le trasladaron en un carro a Jerusalén y le sepultaron en la sepultura de sus padres, en la ciudad de David. 2RY009029 Ocozías había comenzado a reinar el año once de Joram, hijo de Ajab. 2RY009030 Jehú entró en Jezrael. Sabiéndolo Jezabel, se pintó los ojos, se peinó y se puso a mirar a una ventana. 2RY009031 Al pasar Jehú por la puerta, le gritó: “¿Le salió bien la cosa a Zimbri, asesino de su señor?” 2RY009032 El alzó el rostro hacia la ventana y preguntó: “¿Quién eres tú para que quieras contender conmigo?” Entonces miraron por la ventana dos o tres eunucos, 2RY009033 y él les mandó: “Echadla abajo”; y ellos la echaron, y su sangre salpicó los muros y los caballos; Jehú la pisoteó con sus pies,' 2RY009034 y después entró, comió, bebió y dijo: “Id a ver a esa maldita y enterradla, que al fin es hija de rey.” 2RY009035 Fueron para enterrarla; pero no hallaron de ella más que el cráneo, los pies y las palmas de las manos.' 2RY009036 Volvieron a dar cuenta a Jehú, que dijo: “Es la amenaza que había hecho Yahvé por su siervo Elías tisbita, diciendo: Los perros comerán la carne de Jezabel en el campo de Jezrael, 2RY009037 y el cadáver de Jezabel será como estiércol sobre la superficie del campo, en el campo de Jezrael, de modo que nadie podrá decir: Esta es Jezabel.” 2RY010001 Había en Samaría setenta hijos de Ajab. Jehú escribió cartas, que mandó a Samaría, a los príncipes de la ciudad. En ellas decía: 2RY010002 “En cuanto recibáis esta carta, pues que tenéis con vosotros a los hijos de vuestro señor y, además, carros y caballos, ciudades fortificadas y armas, 2RY010003 ved cuál de los hijos de vuestro señor queréis mejor y os conviene poner en el trono de su padre, y combatid por la casa de vuestro señor.” 2RY010004 Ellos se llenaron de miedo, y se dijeron: “Dos reyes no han podido resistirle, ¿cómo vamos a resistirle nosotros?” 2RY010005 Y el mayordomo de palacio, los ancianos y los ayos mandaron a decir a Jehú: “Nosotros somos servidores tuyos y haremos cuanto tú nos digas. No elegiremos a ninguno por rey. Haz tú lo que bien te parezca.” 2RY010006 Entonces les escribió Jehú una segunda carta, en que les decía: “Si estáis por mí y dispuestos a obedecerme, tomad las cabezas de esos hombres, hijos de vuestro señor, y venid a mí mañana a estas horas a Jezrael.” 2RY010007 Cuando éstos recibieron la carta, cogieron a los hijos del rey, setenta hombres; los degollaron y pusieron sus cabezas en canastillas, y se las mandaron a Jehú a Jezrael.' 2RY010008 Vino uno a informarle, diciendo: “Han traído las cabezas de los hijos del rey”; y él dijo: “Ponedlas en dos montones a la entrada de la puerta hasta mañana.” 2RY010009 Por la mañana salió, y, presentándose ante el pueblo todo, dijo: “Vosotros sois justos. Yo he conspirado contra mi señor y le he dado muerte. Pero ¿quién ha matado a todos éstos? 2RY010010 Sabed, pues, que no caerá por tierra ni una de las palabras que Yahvé ha pronunciado contra la casa de Ajab. Yahvé cumple lo que declaró por medio de su siervo Elías.” 2RY010011 Y Jehú mató a todos cuantos de la casa de Ajab quedaban en Jezrael, a todos sus parientes, a sus familias y a sus sacerdotes, sin dejar escapar a uno solo. 2RY010012 Después se levantó para ir a Samaría, y, llegado a un albergue de pastores que había en el camino, 2RY010013 encontró a los hermanos de Ocozías, rey de Judá, y les preguntó: “¿Quiénes sois vosotros?” Y ellos le dijeron: “Somos los hermanos de Ocozías, que hemos venido a saludar a los hijos del rey y a los hijos de la reina.” 2RY010014 Jehú dijo: “Cogedlos vivos.” Cogiéronlos vivos y los degollaron, en número de cuarenta y dos, en la cisterna del albergue. Jehú no dejó escapar ni a uno solo. 2RY010015 Partido de allí, encontró a Jonadab, hijo de Recab, que venía a su encuentro; le saludó y le dijo: “¿Es sincero conmigo tu corazón, como lo es el mío contigo?” Y Jonadab le respondió: “Sincero.” “Si es así —replicó Jehú —, dame la mano.” Jonadab le dio la mano, y Jehú le hizo subir a su carro junto a él,' 2RY010016 y dijo: “Ven conmigo, y verás mi celo por Yahvé.” Llevólo, pues, en su carro;' 2RY010017 y cuando llegó a Samaría, mató a cuantos de Ajab quedaban en Samaría, exterminándolos del todo, según la palabra que Yahvé había dicho a Elías. 2RY010018 Después reunió a todo el pueblo y le dijo: “Ajab sirvió poco a Baal; Jehú le servirá más.' 2RY010019 Llamad, pues, a mí a todos los profetas de Baal, a todos los sacerdotes, sin que quede ni uno solo, porque quiero ofrecer a Baal un gran sacrificio. El que falte no vivirá.” Jehú obraba arteramente, para exterminar a los servidores de Baal. 2RY010020 Dijo, pues: “Promulgad una fiesta en honor de Baal.” Promulgáronla, 2RY010021 enviando mensajeros por todo Israel, y llegaron todos los servidores de Baal, sin que ni uno dejara de venir, y entraron en la casa de Baal, que se llenó de bote en bote. 2RY010022 Jehú dijo al que estaba al cuidado del vestuario: “Saca vestiduras para todos los siervos de Baal.” El las sacó, 2RY010023 y fue Jehú con Jonadab a la casa de Baal y dijo a los servidores de Baal: “Mirad y ved si por acaso hay aquí entre vosotros algún servidor de Yahvé o si están sólo los servidores de Baal.” 2RY010024 Y entró Jehú para ofrecer sacrificios y holocaustos. Había apostado fuera a ochenta hombres, diciéndoles: “Cualquiera que dejare escapar a alguno de estos que yo pongo en vuestras manos, me responderá de su vida con la suya.” 2RY010025 Cuando hubo acabado de preparar los sacrificios y holocaustos, Jehú dijo a los de su guardia y a los oficiales: “Entrad y matadlos, sin que ni uno quede.” Los de la guardia y los oficiales pasáronlos a todos a cuchillo. Penetraron luego en el templo de Baal, 2RY010026 sacaron fuera el altar de Baal y lo quemaron. 2RY010027 Destrozaron los cipos de Baal y, derribando el templo, hicieron de él una cloaca, que todavía subsiste hoy. 2RY010028 Así exterminó Jehú a Baal de en medio de Israel. 2RY010029 Con todo, no se apartó Jehú de los pecados con que Jero-boam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel, y dejó en pie los becerros de oro que había en Betel y Dan. 2RY010030 Yahvé dijo a Jehú: “Por haber hecho lo que es recto a mis ojos, haciendo desaparecer a la casa de Ajab, conforme a mi voluntad, tus hijos se sentarán en el trono de Israel hasta la cuarta generación. 2RY010031 Pero Jehú no se cuidó de andar con todo su corazón en la Ley de Yahvé, Dios de Israel, ni se apartó de los pecados con que Jeroboam había hecho pecar a Israel. 2RY010032 En aquellos días comenzó Yahvé a cercenar el territorio de Israel, y los hirió Jazael en toda la frontera de Israel, 2RY010033 desde el Jordán, a oriente, toda la tierra de Galaad, de Gad, de Rubén y de Manases, desde Aroer, que está junto al torrente del Arnón, hasta Galaad y Basan. 2RY010034 El resto de los hechos de Jehú, cuanto hizo, sus hazañas, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? 2RY010035 Jehú se durmió con sus padres, y fue sepultado en Samaría. Le sucedió Joacaz, su hijo. 2RY010036 Había reinado Jehú veintiocho años sobre Israel en Samaría. 2RY011001 Atalía, madre de Ocozías, viendo que había muerto su hijo, levantóse y exterminó a toda la descendencia real. 2RY011002 Pero Josaba, hija del rey Joram y hermana de Ocozías, cogió a Joás, hijo de Ocozías, y le sacó furtivamente de entre los hijos del rey cuando los estaban asesinando, ocultándole de Atalía, a él y a su nodriza, en la cámara dormitorio, y así pudo aquél escapar a la muerte. 2RY011003 Seis años estuvo oculto con Josaba en la casa de Yahvé, y entre tanto reinó Atalía en la tierra. 2RY011004 El año séptimo, Joyada mandó a llamar a los centuriones de los cereteos y la guardia y los introdujo en la casa de Yahvé. Hizo pacto con ellos, juramentándolos en la casa de Yahvé, y les mostró el hijo del rey, 2RY011005 dándoles esta orden: “He aquí lo que habéis de hacer: 2RY011006 La tercera parte de vosotros, que monta la guardia en el palacio real, 2RY011007 más las otras dos partes de vosotros, que montan la guardia en el templo de Yahvé, 2RY011008 con las armas en la mano, formaréis en torno del rey y mataréis a cualquiera que pretenda penetrar en las filas. Estaréis junto al rey dondequiera que vaya.” 2RY011009 Cumplieron les capitanes las órdenes que les había dado el sacerdote Joyada. 2RY011010 Tomó cada uno sus gentes, las que hacían el servicio el sábado, y se fueron al sacerdote Joyada. Este les entregó las lanzas y los escudos del rey David, que se hallaban en la casa de Yahvé, 2RY011011 y cuando los soldados de la guardia, todos con las armas en la mano, desplegaron desde el lado sur al lado norte, entre el altar y el templo, 2RY011012 sacó al rey, púsole la diadema y los brazaletes y le ungió. Todos entonces palmotearon y gritaron: “¡Viva el rey!” 2RY011013 Cuando oyó Atalía el estrépito del pueblo, se vino a donde estaba la gente reunida en la casa de Yahvé 2RY011014 y miró. Y estaba el rey sobre el estrado, según costumbre, y cerca de él los jefes y las trompetas, y todo el pueblo daba muestras de gran júbilo, mientras sonaban las trompetas. Atalía rasgó sus vestiduras y clamó: “¡Traición! ¡Traición!” 2RY011015 Entonces el sacerdote Joyada dio orden a los capitanes, que estaban a la cabeza de las tropas: “Sacadla de las filas y matad a quienquiera que la siga.” 2RY011016 Pues el sacerdote había dicho: “Que no la maten en la casa de Yahvé.” Pusieron sobre ella las manos, y cuando llegó al palacio real, por la puerta de los caballos, allí la mataron. 2RY011017 Joyada intervino en la alianza que con Yahvé hicieron el rey y el pueblo, de ser el pueblo de Yahvé. 2RY011018 Todo el pueblo penetró en el templo de Baal y lo demolió, destruyendo del todo su altar y sus estatuas; y al sacerdote de Baal, Matan, le dieron muerte delante del altar.' 2RY011019 Después, dejando una guardia en el templo de Yahvé, tomó a los jefes de los cereteos y a los guardias y a todo el pueblo, y llevaron al rey desde el templo de Yahvé al palacio real, donde entró por la puerta de la guardia•Sentose allí sobre el trono real, 2RY011020 y todo el pueblo estaba lleno de alegría, y la ciudad se quedó tranquila. Atalía había sido muerta en el palacio real. 2RY011021 Tenía Joás siete años cuando comenzó a reinar. 2RY012001 Comenzó a reinar Joás el séptimo año de Jehú, y reinó cuarenta años en Jerusalén. Su madre se llamaba Sibia, de Berseba. 2RY012002 Hizo Joás lo que era recto a los ojos de Yahvé todo el tiempo que le dirigió el sacerdote Joyada;' 2RY012003 pero no desaparecieron los altos, y seguía el pueblo sacrificando y quemando perfumes en ellos. 2RY012004 Joás dijo a los sacerdotes: “Todo el dinero que como ofrenda sagrada ha entrado en el templo de Yahvé, el dinero del rescate de personas según estimación y el que voluntariamente se ofrece a la casa de Yahvé, 2RY012005 tómenlo los sacerdotes y empléenlo en reparar la casa de Yahvé, en todo lo que necesite reparación.” 2RY012006 Pero sucedió que, el año veintitrés del reinado de Joás, los sacerdotes no habían hecho las reparaciones necesarias en la casa. 2RY012007 Llamó entonces el rey al sacerdote Joyada y a los otros sacerdotes y les dijo: “¿Por qué no habéis reparado lo que había que reparar en la casa? En adelante no seréis vosotros los que dispongáis del dinero del pueblo, sino que lo entregaréis para que se haga la reparación de la casa.” 2RY012008 Los sacerdotes asintieron a no ser ellos los que recogieran el dinero del pueblo para hacer las reparaciones de la casa” 2RY012009 Entonces el sacerdote Joyada tomó un cofre, hizo en su tapa un agujero y le puso al lado del altar, a la derecha, en el paso para la entrada en la casa de Yahvé. Los sacerdotes de guardia metían allí todo el dinero que se traía a la casa de Yahvé;' 2RY012010 y cuando se veía que en el cofre había bastante dinero, subía el secretario del rey con el gran sacerdote y contaban el dinero que había en la casa de Yahvé. 2RY012011 Iban entregando a los encargados de las obras de reparación lo necesario para pagar a los carpinteros y demás obreros que trabajaban en la casa de Yahvé, 2RY012012 a los albañiles y a los canteros, para el pago de las maderas y el tallado de las piedras necesarias para las reparaciones. 2RY012013 Pero con todo lo que entraba en la casa de Yahvé no hubo para hacer ni fuentes de plata, ni cuchillos, ni copas, ni trompetas; en suma, nada de oro ni de plata,' 2RY012014 sino que hubo que emplearlo todo en la reparación de la casa. 2RY012015 No se tomaban cuentas a los que recibían el dinero para entregarlo a los que hacían las obras, porque eran personas de fidelidad. 2RY012016 El dinero por el delito y el dinero por los pecados no entraba en la casa de Yahvé, porque era de los sacerdotes. 2RY012017 Entonces subió Jazael, rey de Siria, y atacó a Gat y la tomó. Jazael tenía el designio de subir contra Jerusalén. 2RY012018 Joás, rey de Judá, tomó todas las cosas consagradas, lo que habían consagrado Josafat, Joram y Ocozías, sus padres, reyes de Judá, y lo que él mismo había consagrado, y todo el oro que había en el tesoro de la casa de Yahvé y en el del real palacio, y enviólo todo a Jazael, rey de Siria, que desistió de subir contra Jerusalén. 2RY012019 El resto de los hechos de Joás, cuanto hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? 2RY012020 Sus servidores conspiraron contra él, y, rebelándose, le mataron cuando bajaba a la casa del terraplén. 2RY012021 INFORMACIÓN OMITIDA 2RY013001 El año veintitrés de Joás, hijo de Ocozías, rey de Judá, comenzó a reinar Joacaz, hijo de Jehú, en Samaría, y reinó diecisiete años. 2RY013002 Hizo el mal a los ojos de Yahvé y siguió los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, con que hizo pecar a Israel, y no se apartó de ellos. 2RY013003 Encendióse el furor de Yahvé contra Israel, y los entregó en manos de Jazael, rey de Siria, y en manos de Ben Hadad, hijo de Jazael, todo el tiempo que estos reyes vivieron. 2RY013004 Joacaz imploró a Yahvé, y Yahvé le oyó, pues vio la opresión en que los reyes de Siria tenían a Israel. 2RY013005 Se. paró a Israel un libertador, que les sacó de las manos de los sirios, y habitaron en sus tiendas como antes;' 2RY013006 pero no se apartaron de los pecados de la casa de Jeroboam, que había hecho pecar a Israel, sino que se dieron a ellos, y aún una “asera” quedaba erigida en medio de Samaría. 2RY013007 De todo el ejército que tenía Joacaz no le dejó Yahvé más que cincuenta caballeros, diez carros y diez mil infantes, porque el rey de Siria los había aniquilado, como si los redujera a polvo. 2RY013008 El resto de los hechos de Joacaz, cuanto hizo, sus hazañas, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? 2RY013009 Joacaz se durmió con sus padres y fue sepultado en Samaría. Le sucedió Joás, su hijo. 2RY013010 El año treinta y siete de Joás, rey de Judá, comenzó a reinar Joás, hijo de Joacaz, en Israel, en Samaría, y reinó dieciséis años. 2RY013011 Hizo el mal a los ojos de Yahvé, y no se apartó de ninguno de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que había hecho pecar a Israel, sino que se dio a éstos como él. 2RY013012 El resto de los hechos de Joás, cuanto hizo, sus hazañas, y la guerra contra Amasias, rey de Judá, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? 2RY013013 Joás se durmió con sus padres, y le sucedió Jeroboam. Joás fue sepultado en Samaría con los reyes de Israel. 2RY013014 Enfermó Elíseo de la enfermedad de que murió, y Joás, rey de Israel, bajó a verle, lloró sobre él, y dijo: “¡Padre mío, padre mío! ¡Carro de Israel y su auriga!” 2RY013015 Elíseo le dijo: “Toma tu arco y unas flechas.” El tomó arco y flechas. 2RY013016 Luego dijo Elíseo al rey de Israel: “Pon tus manos en el arco.” Y él las puso, y puso Elíseo las suyas sobre las del rey. 2RY013017 Luego añadió: “Abre la ventana que da al oriente.” Abrióla, y Elíseo le dijo: “Dispara”; y disparó. Elíseo exclamó: “Es una flecha de liberación de Yahvé; es una flecha de liberación contra Siria. Tú batirás a los sirios en Afee hasta exterminarlos.” 2RY013018 Elíseo le dijo nuevamente: “ Toma las flechas.” El las tomó, y Elíseo le mandó: “Hiere la tierra”; y el rey la hirió tres veces, y se detuvo.' 2RY013019 El hombre de Dios se irritó contra él, y le dijo: “Debieras haber herido cinco o seis veces, y entonces hubieras llegado a batir a los sirios hasta la exterminación; ahora sólo tres veces los batirás.” 2RY013020 Elíseo murió y fue sepultado. Por entonces hacían incursión en la tierra, un año y otro, las tropas de Moab;' 2RY013021 y sucedió que, mientras estaban unos sepultando a un muerto, vieron de pronto venir una de estas tropas, y arrojaron al muerto en el sepulcro de Elíseo y se fueron; y en cuanto el muerto llegó a tocar los huesos de Elíseo, resucitó y se puso en pie.' 2RY013022 Jazael, rey de Siria, afligió a Israel todo el tiempo de la vida de Joacaz. 2RY013023 Pero Yahvé tuvo misericordia de ellos y los miró por amor de su alianza con Abraham, Isaac y Jacob, y no quiso destruirlos del todo, y no los arrojó de ante sí. 2RY013024 Murió Jazael, rey de Siria, y le sucedió su hijo Ben Hadad. 2RY013025 Joás, hijo de Joacaz, reconquistó de manos de Ben Hadad, hijo de Jazael, las ciudades conquistadas por Jazael a Joacaz, su padre, durante la guerra. Joás batió tres veces a los sirios y recobró las ciudades de Israel. 2RY014001 El año segundo de Joás, hijo de Joacaz, rey de Israel, comenzó a reinar Amasias, hijo de Joás, rey de Judá. 2RY014002 Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén. Su madre se llamaba Joadán, de Jerusalén. 2RY014003 Hizo lo recto a los ojos de Yahvé; no, sin embargo, como David, su padre. Obró enteramente como había obrado Joás, su padre.' 2RY014004 No desaparecieron los altos, y el pueblo siguió ofreciendo sacrificios y perfumes en ellos. 2RY014005 Cuando hubo afirmado en sus manos el reino, castigó a los servidores que habían matado al rey, su padre;' 2RY014006 pero no hizo morir a los hijos de los asesinos, según lo que está escrito en el libro de la Ley de Moisés, donde manda Yahvé: “No se hará morir a los padres por los hijos ni se hará morir a los hijos por los padres, sino que se hará morir a cada uno por su pecado.” 2RY014007 Batió a diez mil edomitas en el valle de la Sal. Conquistó en la guerra Sela, y la llamó Joctel, nombre que conserva hoy todavía. 2RY014008 Entonces mandó Amasias mensajeros a Joás, hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel, para decirle: “Ven que nos veamos las caras.” 2RY014009 Joás, rey de Israel, hizo decir a Amasias: “El cardo del Líbano mandó a decir al cedro del Líbano: Dame tu hija por mujer para mi hijo. Las fieras del Líbano pasaron y pisotearon el cardo. 2RY014010 Tú has batido a los edomitas, y tu corazón se ha envanecido. Goza tu gloria y quédate en casa. ¿Para qué meterte en una empresa desafortunada, que será tu ruina y la de Judá?” 2RY014011 Pero Amasias no le escuchó, y Joás, rey de Israel, subió y se vieron las caras él y Amasias, rey de Judá, en Betsamés, que está en Judá. 2RY014012 Judá fue batido por Israel, y cada uno huyó a su tienda. 2RY014013 Joás, rey de Israel, cogió prisionero en Betsamés a Amasias, rey de Judá, hijo de Joás, hijo de Ocozías, y vino a Jerusalén e hizo una brecha de cuatrocientos codos en la muralla de Jerusalén, desde la puerta de Efraím hasta la puerta de la Esquina. 2RY014014 Se apoderó de todo el oro y plata y de los vasos que había en la casa de Yahvé y en el tesoro del palacio real, y, tomando rehenes, retornó con ellos a Samaría. 2RY014015 El resto de los hechos de Joás, cuanto hizo, sus hazañas y la guerra que hizo a Amasias, rey de Judá, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? 2RY014016 Joás se durmió con sus padres, y fue sepultado en Samaría con los reyes de Israel. Le sucedió Jero-boam, su hijo. 2RY014017 Amasias, hijo de Joás, rey de Judá, vivió quince años después de la muerte de Joás, hijo de Joacaz, rey de Israel. 2RY014018 El resto de los hechos de Amasias, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? 2RY014019 Se tramó contra él una conjuración en Jerusalén, y huyó a Laquis; pero le persiguieron hasta Laquis, y allí le dieron muerte.' 2RY014020 Le trajeron en caballos, y fue sepultado en Jerusalén con sus padres, en la ciudad de David. 2RY014021 Todo el pueblo de Judá tomó a Azarías, hijo de Amasias, y le puso sobre el trono, a la edad de dieciséis años, en lugar de Amasias, su padre. 2RY014022 Azarías reedificó a Elat y la restituyó al dominio de Judá después de dormirse el rey con sus padres. 2RY014023 El año quince de Amasias, hijo de Joás, rey de Judá, comenzó a reinar sobre Israel en Samaría Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel, y reinó cuarenta y un años. 2RY014024 Hizo el mal a los ojos de Yahvé. No se apartó de ninguno de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que había hecho pecar a Israel. 2RY014025 Recobró el territorio de Israel, desde la entrada de Jamat hasta el mar del Araba, según la palabra que había dicho Yahvé, Dios de Israel, por medio de su siervo Joñas, profeta, hijo de Amitai, de Gat Jefer. 2RY014026 Porque había visto Yahvé la amarga aflicción de Israel, a la que todos, esclavos y libres, habían sido reducidos, sin que hubiera quien pudiera socorrer a Israel. 2RY014027 No había resuelto Yahvé todavía raer el nombre de Israel de debajo del cielo, y le libró por medio de Jeroboam, hijo de Joás. 2RY014028 El resto de los hechos de Jeroboam, cuanto hizo, sus hazañas en la guerra y cómo restituyó al dominio de Israel Damasco y Jamat, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? 2RY014029 Jeroboam se durmió con sus padres los reyes de Israel, y le sucedió Zacarías, su hijo. 2RY015001 El año veintisiete de Jeroboam, rey de Israel, comenzó a reinar Azarías, hijo de Amasias, rey de Judá. 2RY015002 Tenía dieciséis años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y dos años en Jerusalén. Su madre se llamaba Jolía, de Jerusalén. 2RY015003 Hizo lo que es recto a los ojos de Yahvé, enteramente como lo había hecho Amasias, su padre;' 2RY015004 pero los altos no desaparecieron, y el pueblo seguía ofreciendo sacrificios y perfumes en ellos. 2RY015005 Yahvé hirió de lepra al rey, y leproso estuvo hasta el día de su muerte, y moraba en su casa aislada. Jotam, su hijo, estaba a la cabeza del palacio y juzgaba al pueblo. 2RY015006 El resto de los hechos de Azarías, cuanto hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? 2RY015007 Azarías se durmió con sus padres, y fue sepultado con ellos en la ciudad de David. Le sucedió Jotam, su hijo. 2RY015008 El año treinta y ocho de Azarías, rey de Judá, comenzó a reinar sobre Israel, en Samaría, Zacarías, hijo de Jeroboam, y reinó seis meses. 2RY015009 Hizo lo que era malo a los ojos de Yahvé, como lo habían hecho sus padres, y no se apartó de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que había hecho pecar a Israel. 2RY015010 Selum, hijo de Jabes, conspiró contra él, y le hirió en Jebleam, dándole muerte. El le sucedió, 2RY015011 El resto de los hechos de Zacarías escrito está en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. 2RY015012 Así se cumplió lo que Yahvé había declarado a Jehú diciendo: “Tus hijos se sentarán en el trono de Israel hasta la cuarta generación.” 2RY015013 Selum, hijo de Jabes, comenzó a reinar el año treinta y nueve de Ozías (Azarías), rey de Judá, y reinó un mes en Samaría. 2RY015014 Menajem, hijo de Gadí, subió de Tirsa a Samaría; hirió a Selum, hijo de Jabes, matándole, y le sucedió.' 2RY015015 El resto de los hechos de Selum y la conspiración que tramó está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. 2RY015016 Entonces Menajem castigó a Tapuaj y cuanto en ella había, con su territorio, desde Tirsa, porque no había querido abrirle sus puertas, y abrió el vientre de todas las mujeres encinta. 2RY015017 El año treinta y nueve de Azarías, rey de Judá, comenzó a reinar en Israel Menajem, hijo de Gadí, y reinó diez años en Samaría. 2RY015018 Hizo lo malo a los ojos de Yahvé, y no se apartó, mientras vivió, de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que había hecho pecar a Israel. 2RY015019 Ful, rey de Asiría, vino a Israel, y Menajem le dio a Ful mil talentos de plata para que le ayudase a consolidar el reino en sus manos. 2RY015020 Menajem, para obtener esta cantidad, hizo una derrama sobre todos los que en Israel eran ricos, imponiendo a cada uno cincuenta siclos de plata, para dárselos al rey de Asiría. El rey de Asiría se volvió, y por entonces no se quedó en la tierra. 2RY015021 El resto de los hechos de Menajem, cuanto hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? 2RY015022 Menajem se durmió con sus padres, y le sucedió Pecajya, su hijo. 2RY015023 El año cincuenta de Azarías, rey de Judá, comenzó a reinar en Israel, en Samaría, Pecajya, hijo de Menajem, y reinó dos años. 2RY015024 Hizo lo malo a los ojos de Yahvé, y no se apartó de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel. 2RY015025 Pecaj, hijo de Romelía, su oficial, conspiró contra él, y le hirió en Samaría, en la torre del palacio del rey, en unión de Argob y Arie y de cincuenta hombres de entre los hijos de Galaad que le seguían. Así dio muerte a Pecajya, y le sucedió. 2RY015026 El resto de los hechos de Pecajya, cuanto hizo, escrito está en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. 2RY015027 El año cincuenta y dos de Azarías, rey de Judá, comenzó a reinar en Israel, en Samaría, Pecaj, hijo de Romelía, y reinó veinte años. 2RY015028 Hizo lo malo a los ojos de Yahvé, y no se apartó de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que había hecho pecar a Israel. 2RY015029 En tiempo de Pecaj, rey de Israel, Teglatfalasar, rey de Asiría, vino y tomó lyyón, Abel Bet Maaca, Janoaj, Quedes y Jasor, Galay y la Galilea, todo el territorio de Neftalí, y llevó a sus habitantes cautivos a Asiría. 2RY015030 Oseas, hijo de Ela, conspiró contra Pecaj, hijo de Romelía, y le hirió, dándole muerte y sucediéndole el año veinte de Jotam, hijo de Ozías (Azarías)' 2RY015031 El resto de los hechos de Pecaj, cuanto hizo, escrito está en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. 2RY015032 El año segundo de Pecaj, hijo de Romelía, rey de Israel, comenzó a reinar Jotam, hijo de Ozías (Azarías), rey de Judá. 2RY015033 Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén. Su madre se llamaba Jerusá, hija de Sadoc. 2RY015034 Hizo lo recto a los ojos de Yahvé, enteramente como lo había hecho Ozías (Azarías), su padre;' 2RY015035 pero no desaparecieron los altos, y el pueblo seguía ofreciendo sacrificios y perfumes en ellos. Jotam edificó la puerta superior de la casa de Yahvé. 2RY015036 El resto de los hechos de Jotam, cuanto hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? 2RY015037 En este tiempo comenzó a mandar Yahvé contra Judá a Rasín, rey de Siria, y a Pecaj, hijo de Romelía. 2RY015038 Jotam se durmió con sus padres y fue sepultado con ellos en la ciudad de David, su padre. Le sucedió Ajaz, su hijo. 2RY016001 El año diecisiete de Pecaj, hijo de Romelía, comenzó a reinar Ajaz, hijo de Jotam, rey de Judá;' 2RY016002 tenía Ajaz veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén. No hizo lo recto a los ojos de Yahvé, su Dios, como lo había hecho David, su padre. 2RY016003 Marchó por el camino de los reyes de Israel, y hasta hizo pasar a su hijo por el fuego, según las abominaciones de las gentes que Yahvé había expulsado ante los hijos de Israel. 2RY016004 Ofrecía sacrificios y perfumes en los altos, en los collados y bajo cualquier árbol frondoso. 2RY016005 Entonces Rasín, rey de Siria, y Pecaj, hijo de Romelía, rey de Israel, subieron contra Jerusalén para atacarla, y sitiaron a Ajaz, pero no pudieron vencerle. 2RY016006 En el mismo tiempo, el rey de Edom sometió a Elat al dominio de Edom, expulsando de ella a los judíos, y los edomitas se establecieron en Elat, y allí habitan hasta el día de hoy. 2RY016007 Ajaz mandó mensajeros a Teglatfalasar, rey de Asiría, para decirle: “Tu siervo soy y tu hijo. Sube y líbrame de las manos del rey de Siria y de las del rey de Israel, que se alzan contra mí.” 2RY016008 Ajiz tomo la plata y el oro que había en la casa de Yahvé y en el tesoro del palacio del rey y se lo mandó en presente al rey de Asiría. 2RY016009 El rey de Asiría le dio oídos, y subió contra Damasco, la tomó y llevó a sus habitantes cautivos a Quir, y dio muerte a Rasín. 2RY016010 El rey Ajaz fue a Damasco para ver a Teglatfalasar, rey de Asiría, y, habiendo visto el altar que había en Damasco, mandó luego al sacerdote Urías el modelo y la forma exacta del altar. 2RY016011 El sacerdote Urías construyó uno, ajustándose al modelo enviado de Damasco por el rey Ajaz, acabándole antes de que Ajaz volviese de Damasco. 2RY016012 Llegado de Damasco, vio el rey el altar, y, acercándose, subió a él;' 2RY016013 hizo quemar en él su ofrenda y su holocausto, y libó en el sus libaciones y derramó en él la sangre de sus sacrificios eucarísticos. 2RY016014 Quitó de ante la casa el altar de bronce que había ante Yahvé, para que no estuviese entre el nuevo altar y la casa de Yahvé, y le puso cerca del nuevo altar, hacia el norte. 2RY016015 El rey Ajaz dio al sacerdote Urías esta orden: “Quema en el gran altar el holocausto de la mañana y la ofrenda de la tarde, el holocausto del rey y su ofrenda, el holocausto de todo el pueblo y sus ofrendas; derrama en él sus libaciones y la sangre de todos los holocaustos y todos los sacrificios. Del altar de bronce ya dispondré yo.” 2RY016016 El sacerdote Urías hizo en todo conforme a lo que el rey Ajaz le había mandado, 2RY016017 y el rey Ajaz rompió los tableros de las basas y quitó las fuentes que había sobre ellas. Quitó el mar de encima de los toros de bronce, que estaban debajo, y le colocó sobre un solado de piedra;' 2RY016018 y para agradar al rey de Asiría, mudó de la casa de Yahvé el pórtico del sábado que se había construido en ella, y la entrada exterior del rey. 2RY016019 El resto de los hechos de Ajaz, cuanto hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? 2RY016020 Ajaz se durmió con sus padres y fue sepultado con ellos en la ciudad de David. Le sucedió Ezequías, su hijo. 2RY017001 El año doce de Ajaz, rey de Judá, comenzó a reinar en Israel, en Samaría, Oseas, hijo de Ela, y reinó nueve años” 2RY017002 Hizo lo malo a los ojos de Yahvé, aunque no tanto como los reyes de Israel que le precedieron. 2RY017003 Subió contra él Salmanasar, rey de Asiría, y Oseas se le sometió y le pagó tributo;' 2RY017004 pero el rey de Asiría descubrió luego una conspiración que tramaba Oseas, que había mandado embajadores a So, rey de Egipto, y había dejado de pagar el tributo anual al rey de Asiría, y el rey de Asiría le hizo encarcelar y encadenar en una prisión. 2RY017005 Recorrió el rey de Asiría todo el territorio y subió contra Samaría, que tuvo asediada durante tres años. 2RY017006 El año noveno de Oseas, el rey de Asiría tomó a Samaría y llevó cautivos a sus habitantes a Asiría, haciéndolos habitar en Calac y Jabor, junto al río Gozan, y en las ciudades de la Media. 2RY017007 Los hijos de Israel habían pecado contra Yahvé, su Dios, que los había sacado de la tierra de Egipto, de bajo el dominio de Faraón, rey de Egipto, temiendo a los dioses ajenos. 2RY017008 Siguieron las costumbres de las gentes que Yahvé había expulsado ante los hijos de Israel y las que habían introducido los reyes de Israel. 2RY017009 Los hijos de Israel hicieron contra Yahvé ocultamente cosas detestables, edificaron altos en todas sus ciudades desde la torre de atalaya hasta la ciudad murada. 2RY017010 Se alzaron cipos y “aseras” en todo collado alto y bajo todo árbol frondoso, 2RY017011 y quemaron perfumes en todos los altos, como las gentes que Yahvé había expulsado ante ellos, e hicieron maldades, con las que irritaron a Yahvé. 2RY017012 Sirvieron a los ídolos, de quienes había dicho Yahvé: “No haréis tal.” 2RY017013 Yahvé advertía a Israel y a Judá por todos sus profetas, por todos sus videntes, y les decía: “Convertios de vuestros perversos caminos y guardad mis leyes y mis mandamientos, siguiendo fielmente la Ley que yo prescribí a vuestros padres y os he inculcado por medio de mis siervos los profetas.” 2RY017014 Pero ellos no le escucharon y endurecieron su cerviz, como lo habían hecho sus padres, que no creyeron en Yahvé, su Dios. 2RY017015 Rechazaron sus leyes, y la alianza que había hecho con sus padres, y las amonestaciones que les había hecho. Se fueron tras las vanidades, y cayeron así ellos mismos en la vanidad como los pueblos que los rodeaban, y a quienes Yahvé les había prohibido imitar. 2RY017016 Traspasaron todos los mandamientos de Yahvé, su Dios, y se hicieron imágenes fundidas, dos becerros, “aseras,” y se postraron ante todo el ejército de los cielos, y sirvieron a Baal. 2RY017017 Hicieron pasar por el fuego a sus hijos y a sus hijas, se dieron a la adivinación y a los encantamientos y se entregaron a cuanto era malo a los ojos de Yahvé, para irritarle, 2RY017018 Por eso Yahvé se irritó fuertemente contra Israel, y le arrojó de su presencia, y no quedó más que la tribu de Judá. 2RY017019 Pero tampoco Judá guardó los mandamientos de Yahvé, su Dios, y ha imitado las costumbres de Israel. 2RY017020 Por eso arrojó Yahvé de sí a toda la descendencia de Israel, la humilló y la entregó en manos de salteadores, hasta arrojarla de su presencia. 2RY017021 Israel se separó de la casa de David y se dio por rey a Jeroboam, hijo de Nabat, que los apartó de Yahvé e hizo cometer a Israel un gran pecado 2RY017022 Los hijos de Israel se dieron a todos los pecados de Jeroboam, que él comenzó, y no se apartaron de ellos 2RY017023 hasta que Yahvé arrojó a Israel lejos de su presencia, como lo había anunciado por todos sus siervos los profetas. E Israel ha sido llevado cautivo lejos de su tierra, a Asiría, donde está hasta el día de hoy. 2RY017024 El rey de Asiría mandó gentes de Babilonia, de Cuta, de Avá, de Jamat y de Sefarvaím, y las estableció en las ciudades de Samaría en lugar de los hijos de Israel. Se posesionaron de Samaría y habitaron en sus ciudades. 2RY017025 Cuando comenzaron a habitar allí, no temían a Yahvé, y Yahvé mandó contra ellos leones, que los devoraban. 2RY017026 Dijeron, pues, al rey de Asiría: “Las gentes que tú has trasladado, para establecerlas en las ciudades de Samaría, na conocen el modo de servir al dios de aquella tierra, y éste ha mandado contra ellas leones, que los devoran porque no saben el modo de servir al dios de la tierra.” 2RY017027 El rey de Asiría dio esta orden: “Mandad que vaya allá uno de los sacerdotes que de allí habéis traído en cautividad, que vaya a establecerse allí y les enseñe el modo de servir al dios de aquella tierra.” 2RY017028 Vino, pues, a establecerse en Betel un sacerdote de los que habían sido llevados cautivos a Samaría, y les enseñó cómo habían de servir a Yahvé. 2RY017029 Pero las gentes aquellas se hicieron cada una sus dioses en las ciudades que habitaban, y los pusieron en los altos edificados por los de Samaría. 2RY017030 Las gentes de Babilonia se hicieron su Sucot Benot; las de Cuta, su Nergal;' 2RY017031 las de Jamat, su Asima; las de Avá, su Nibján y Tar-tac, y las de Sefarvaím pasaban a sus hijos por el fuego en honor de Adarmelec y Anamelec, dioses de Sefarvaím.' 2RY017032 También servían a Yahvé, y se dieron sacerdotes de los altos de entre todo el pueblo; estos sacerdotes ofrecían por ellos sacrificios en los templos de los altos.' 2RY017033 Así que temían a Yahvé y le servían al mismo tiempo que a sus dioses, según la costumbre de las gentes de que provenían. 2RY017034 Todavía hoy siguen haciendo como hicieron al principio. Ni temen a Yahvé ni se conforman con sus leyes y mandamientos, dados por Yahvé a los hijos de Jacob, a quien dio el nombre de Israel. 2RY017035 Yahvé había hecho alianza con ellos y les había dado este mandato: “No temeréis a otros dioses, ni os prosternaréis ante ellos, ni les serviréis, ni les ofreceréis sacrificios. 2RY017036 Temeréis a Yahvé, que os ha sacado de la tierra de Egipto con gran poder y brazo tendido. Sólo a El temeréis, sólo ante El os prosternaréis y sólo a El ofreceréis sacrificios. 2RY017037 Guardaréis y pondréis por obra las leyes y mandamientos, los estatutos y decretos que El ha escrito para vosotros, y no serviréis a otros dioses. 2RY017038 No olvidaréis la alianza que yo he hecho con vosotros, y no temeréis a otros dioses, 2RY017039 sino que temeréis a Yahvé, vuestro Dios, y El os librará de las manos de todos vuestros enemigos.” 2RY017040 Ellos no le han obedecido y siguen sus antiguas costumbres;' 2RY017041 estas gentes temen a Yahvé y sirven a sus ídolos, y sus hijos y los hijos de sus hijos han seguido haciendo siempre hasta hoy como hicieron sus padres. 2RY018001 El año tercero de Oseas, hijo de Ela, rey de Israel, comenzó a reinar Ezequías, hijo de Ajaz, rey de Judá. 2RY018002 Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén. Su madre se llamaba Abí, hija de Zacarías. 2RY018003 Hizo lo que es recto a los ojos de Yahvé, enteramente como lo había hecho David, su padre. 2RY018004 Hizo desaparecer los altos, rompió los cipos, derribó las “aseras” y destrozó la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque los hijos de Israel hasta entonces habían quemado incienso ante ella, dándole el nombre de Nejustán. 2RY018005 Puso su confianza en Yahvé, Dios de Israel, y de todos los reyes de Judá que le sucedieron o le precedieron no hubo ninguno semejante a él. 2RY018006 Se allegó a Yahvé y no se apartó de El, guardó todos los mandamientos que Yahvé había prescrito a Moisés. 2RY018007 Yahvé fue con Ezequías, que salió bien en todas sus empresas. Se rebeló contra el rey de Asiría y no le estuvo sujeto. 2RY018008 Batió a los filisteos hasta Gaza y devastó su tierra desde las torres de atalaya hasta las ciudades fuertes. 2RY018009 El año cuarto del rey Ezequías, que era el año séptimo de Oseas, hijo de Ela, rey de Israel, Salmanasar, rey de Asiría, subió contra Samaría y la asedió. 2RY018010 La tomó al cabo de tres años; el año sexto de Ezequías, que era el año noveno de Oseas, rey de Israel, fue tomada Samaría.' 2RY018011 El rey de Asiría llevó cautivo a Israel a Asiría y los estableció en Cala, en Cabor, junto al río Gozan, y en las ciudades de Media, 2RY018012 porque no habían escuchado la voz de Yahvé, su Dios, y habían roto su alianza, y no habían obedecido y puesto por obra todo lo que Yahvé había mandado a Moisés, su siervo. 2RY018013 El año catorce del rey Ezequías, Senaquerib, rey de Asiría, subió contra todas las ciudades fuertes de Judá y se apoderó de ellas. 2RY018014 Ezequías, rey de Judá, mandó decir al rey de Asiría, a Laquis: “He pecado; déjame y haré todo lo que me impongas.” El rey de Asiría impuso a Ezequías, rey de Judá, trescientos talentos de plata y treinta talentos de oro.' 2RY018015 Ezequías entregó toda la plata que había en la casa de Yahvé y en el tesoro del palacio real. 2RY018016 Fue entonces cuando Ezequías destruyó las puertas del templo de Yahvé y los dinteles, que el mismo Ezequías, rey de Judá, había cubierto con láminas de oro, para entregárselas al rey de Asiría. 2RY018017 El rey de Asiría mandó desde Laquis a Ezequías al copero mayor con un fuerte ejército a Jerusalén. Pusiéronse en marcha, y cuando se acercaron a Jerusalén, hicieron alto en el acueducto del estanque superior, en el camino del campo del Batanero, 2RY018018 y preguntaron por el rey. Vino entonces Eliaquín, hijo de Helcías, mayordomo del rey, con Sobna, el secretario, y Joaj, hijo de Asaf, cronista;' 2RY018019 y el copero mayor les habló, diciendo: “Decid a Ezequías: Así habla el rey grande, el rey de Asiría: ¿Qué confianza es esa que manifiestas? 2RY018020 ¿Crees tú que las meras palabras son prudencia y fuerza para la guerra? ¿En quién realmente confías para querer rebelarte contra mí? 2RY018021 ¿Confías en Egipto, en esa caña rota que pincha y hiere la mano de quienquiera que en ella se apoya? Así les sucede con el Faraón, rey de Egipto, a cuantos confían en él. 2RY018022 Y si me decís: Confiamos en Yahvé, nuestro Dios, ¿no ha hecho desaparecer Ezequías sus altos y sus altares, diciendo a Judá y a Jerusalén: Ante este altar de Jerusalén habéis de ofrecer? 2RY018023 Haz, pues, un convenio con mi señor el rey de Asiría, y yo te daré dos mil caballos, si estás en condiciones para proveerlos de caballeros. 2RY018024 ¿Cómo podrás resistir ni a un solo jefe de los menores entre los siervos de mi señor? ¿Confías en que Egipto te mandará carros y caballeros ? 2RY018025 Y, además, ¿ha sido sin la voluntad de Yahvé como he subido yo a este lugar para destruirlo ? Es Yahvé quien me ha dicho: Sube contra esa tierra y destruyela.” 2RY018026 Eliaquín, hijo de Helcías; Sobna y Joaj dijeron al copero mayor: “Habla a tus siervos en arameo, que lo entendemos; no nos hables en judío delante de todo el pueblo que está en las murallas.” 2RY018027 Entonces el copero mayor respondió: “¿Acaso es a tu señor y a ti a quienes mi señor me ha mandado decir estas palabras, y no más bien a la gente que hay en la muralla, para comerse sus propios excrementos y beberse su propia orina?” 2RY018028 Entonces se acercó el copero mayor y gritó en alta voz, en judío: “Escuchad la palabra del rey grande, del rey de Asiría: 2RY018029 Así habla el rey de Asiría: No os dejéis engañar de Ezequías, que no podrá libraros de mi mano. 2RY018030 Que no os haga confiar tampoco Ezequías en Yahvé, diciendo: Yahvé nos librará, y esta ciudad no será entregada en manos del rey de Asiría. 2RY018031 No deis oídos a Ezequías, porque así habla el rey de Asiría: Haced paces conmigo, rendios a mí, y cada uno de vosotros comerá de su viña y de su higuera y beberá el agua de su cisterna, 2RY018032 hasta que yo venga y os lleve a otra tierra como la vuestra, a una tierra de trigo y de vino, tierra de pan y de viñas, de olivos, de aceite y de miel, y allí viviréis y no moriréis. No escuchéis a Ezequías; no hace más que engañaros cuando dice: Yahvé nos librará.' 2RY018033 ¿Han librado los dioses de los pueblos a su tierra del poder del rey de Asiría? 2RY018034 ¿Dónde están los dioses de Jamat y de Arfad? ¿Dónde los dioses de Sefarvaím, Ana y Avá? ¿Dónde están los dioses de la tierra de Samaría? ¿Han librado a Samaría de mi poder? 2RY018035 ¿Qué dios de éstos ha librado a su tierra de mi poder, para que pueda Yahvé librar de mi mano a Jerusalén?” 2RY018036 El pueblo estuvo callado y no dijo una sola palabra, porque el rey había dado esta orden: “No les respondais.” 2RY018037 Eliaquín, hijo de Helcías, mayordomo del palacio; Sobna, secretario, y Joaj, hijo de Asaf, cronista, vinieron a Ezequías, rasgadas las vestiduras, y le refirieron las palabras que el copero mayor había dicho.' 2RY019001 Cuando Ezequías lo oyó, rasgó sus vestiduras, se cubrió de saco y fue a la casa de Yahvé. 2RY019002 Mandó a Eliaquín, mayordomo del palacio del rey; a Sobna, secretario, y a los sacerdotes más ancianos, cubiertos de saco, al profeta Isaías, hijo de Amos,' 2RY019003 para que le dijeran: “Así habla Ezequías: Hoy es día de angustia, de castigo y de oprobio, como si los hijos estuvieran para salir del seno de sus madres y no hubiera fuerza para el alumbramiento. 2RY019004 ¿No habrá oído Dios las palabras del copero mayor, que el rey de Asiría, su señor, ha mandado para insultar al Dios vivo, y dejará Yahvé, tu Dios, de castigar las palabras que ha oído? Haz, pues, subir a El una plegaria por el resto que aún queda.” 2RY019005 Los servidores del rey Ezequías fueron a Isaías, 2RY019006 e Isaías les dijo: “He aquí lo que diréis a vuestro señor: Así habla Yahvé: No te asusten las palabras que has oído, con las que los servidores del rey de Asiría me han ultrajado. 2RY019007 Yo voy a paner sobre él un espíritu tal, que, al oír una noticia que recibirá, se volverá luego a su tierra, y allí, en su tierra, yo le haré morir a espada.” 2RY019008 El copero mayor se retiró y se vio con el rey de Asiría, que estaba atacando a Libna, pues se le dijo que se había retirado de Laquis. 2RY019009 Diéronle noticia de Taraca, rey de Etiopía, diciendo: “Se ha puesto en marcha para atacarte.” El rey de Asiría mandó entonces de nuevo mensajeros a Ezequías, diciendo: 2RY019010 “Hablad así a Ezequías, rey de Judá: Que tu Dios, en quien confías, no te engañe, diciendo: Jerusalén no será entregada en manos del rey de Asiría. 2RY019011 Bien sabéis lo que los reyes de Asiría han hecho con todos los pueblos y cómo los han destruido, ¿y vas a librarte tú? 2RY019012 Los dioses de los pueblos que mis padres han destruido, ¿los libraron en Gozan, Harán, Resef, y libraron a los hijos de Edén, que habitan en Telasar? 2RY019013 ¿Dónde están el rey de Jamat, el rey de Arfad y el rey de la ciudad de Sefarvaím, de Ana y de A va?” 2RY019014 Ezequías tomó las cartas de manos de los mensajeros y las leyó. Luego subió a la casa de Yahvé, y las desplegó ante Yahvé, 2RY019015 a quien hizo esta plegaria: “Yahvé Dios de Israel, que te sientas sobre los querubines; tú, que eres el solo Dios de todos los reinos de la tierra; tú, que has hecho los cielos y la tierra, ¡oh Yahvé!' 2RY019016 inclina tu oído y escucha. Abre, ¡oh Yahvé! tus ojos y mira. Oye las palabras que Senaquerib ha mandado a decir para insultar al Dios vivo. 2RY019017 Es verdad, ¡oh Yahvé! que los reyes de Asiría han destruido pueblos y asolado tierras 2RY019018 y que han quemado sus dioses; pero ésos no eran dioses, eran obra de la mano del hombre, leño y piedra, y ellos los aniquilaron.' 2RY019019 Líbranos, pues, Yahvé, Dios nuestro, líbranos de la mano de Senaquerib, y que todos los reinos de la tierra sepan que sólo tú eres Dios, ¡oh Yahvé!” 2RY019020 Entonces Isaías, hijo de Amos, mandó a decir a Ezequías: “Así habla Yahvé, Dios de Israel: He escuchado la plegaria que tú me has dirigido a causa de Senaquerib, rey de Asiría. 2RY019021 He aquí la palabra que Yahvé ha pronunciado contra él: Te desprecia y se burla de ti, virgen hija de Sión; Detrás de ti El mueve la cabeza, hija de Jerusalén.' 2RY019022 ¿A quién has insultado y ultrajado tú? ¿Contra quién has alzado tu voz? ¿Contra quién alzaste tus ojos? ¡Contra el Santo de Israel! 2RY019023 Por tus mensajeros has ultrajado al Señor y has dicho: Con el poder de mis carros subo yo a las altas montañas, a las cimas del Líbano; Derribo los altos cedros, los selectos cipreses; Penetro en los más remotos lugares, en los más espesos bosques.' 2RY019024 Yo alumbro las aguas extranjeras para refrescarme con ellas. Y con la planta de mi pie seco todos los ríos de Egipto. 2RY019025 ¿No lo has oído tú? Desde mucho ha lo he preparado yo; Desde muy antiguo lo he planeado yo, y ahora lo realizo; Que sirva para reducir a montones de ruinas las ciudades fortificadas.' 2RY019026 Sean sus habitantes reducidos a la impotencia, aterrorizados y confusos. Como la hierba de los campos, como la hierba tierna, Como las hierbas de los tejados, como el pasto quemado por el viento solano. 2RY019027 Yo sé muy bien cuándo te levantas y cuándo te sientas, y cuándo vienes y cuándo vas. 2RY019028 Porque te has enfurecido contra mí y han llegado a mis oídos tus bravatas, Por eso yo pondré mi anillo en tus narices y mi freno en tus labios. Y te haré volver por el camino que has traído. 2RY019029 Y he aquí lo que te servirá de señal: Este año se comerá lo que retoñe, y el año que viene lo que de sí brote. Pero al tercer año sembrarás, y cosecharás; plantaréis viñas, y comeréis su fruto,' 2RY019030 Pues el resto de la casa de Judá que se salve y quede echará raíces por debajo y dará frutos por arriba. 2RY019031 Porque saldrá de Jerusalén un resto, y de la montaña de Sión los escapados, Y el celo de Yahvé hará esto. 2RY019032 Por eso, así dice Yahvé del rey de Asiría: No entrará él en esta ciudad, ni meterá en ella una mecha, Ni la acordonará con escudos, ni alzará contra ella empalizadas. 2RY019033 Se volverá por el camino por donde ha venido. No entrará en esta ciudad. Palabra de Yahvé. 2RY019034 Yo protegeré esta ciudad y la salvaré por amor de mí y por amor de David, mi siervo.” 2RY019035 Aquella misma noche salió el ángel de Yahvé e hirió en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil hombres; y al levantarse por la mañana, todos eran muertos.' 2RY019036 Entonces Senaquerib, rey de Asiría, levantó el campo y partió; se volvió y se quedó en Nínive.' 2RY019037 Mientras estaba prosternado en el templo de Nisroc, su dios, Adramelec y Sarasar, sus hijos, le hirieron con la espada y huyeron a la tierra de Ararat. Su hijo Asaradón reinó en su lugar. 2RY020001 Por entonces enfermó de muerte Ezequías, y el profeta Isaías, hijo de Amos, vino a él y le dijo: “Así dice Yahvé: Dispon de tu casa, porque vas a morir y no vivirás más.” 2RY020002 Ezequías volvió su rostro con la pared y oró a Yahvé, diciendo: 2RY020003 “¡Oh Yahvé! Ten en cuenta que he andado ante ti fielmente y con corazón íntegro y que he hecho lo que es bueno a tus ojos.” Y Ezequías lloraba con gran llanto. 2RY020004 Isaías había salido; pero antes que llegase al atrio central, recibió palabra de Yahvé, que le dijo:' 2RY020005 “Vuelve a Ezequías, jefe de mi pueblo, y dile: Así habla Yahvé, el Dios de David, tu padre: He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas. Te curaré. Dentro de tres días subirás a la casa de Yahvé. 2RY020006 Te añadiré otros quince años a tus días y te libraré a ti y a esta ciudad de la mano del rey de Asiría, y protegeré a esta ciudad por amor de mí y por amor de David, mi siervo.” 2RY020007 Isaías dijo: “Tomad una masa de higos.” Tomáronla y se la pusieron sobre la úlcera, y Ezequías sanó. 2RY020008 Ezequías había preguntado a Isaías: “¿En qué señal conoceré yo que Yahvé me curará y que al tercer día subiré a la casa de Yahvé?” 2RY020009 Isaías le respondió: “He aquí la señal por la que conocerás que Yahvé cumplirá la palabra que ha pronunciado: La sombra avanzará diez grados o retrocederá diez grados.” 2RY020010 Y Ezequías dijo: “Poca cosa es que avance diez grados; no así que retroceda diez grados.” 2RY020011 Entonces Isaías, profeta, invocó a Yahvé, que hizo retroceder diez grados la sombra en el reloj de Ajaz. 2RY020012 Por este tiempo, Merodacbaladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, mandó una carta y un presente a Ezequías, pues había tenido noticia de su enfermedad. 2RY020013 Ezequías dio audiencia a los mensajeros y les enseñó todos sus tesoros, la plata, el oro, los aromas y el aceite refinado, el arsenal y todo cuanto de precioso había en el tesoro. Nada hubo que Ezequías no les enseñara, en la casa y en todas sus dependencias. 2RY020014 Isaías, profeta, vino luego a Ezequías y le dijo: “¿Qué han dicho esas gentes que han venido a ti?” Ezequías contestó: “Vienen de tierra lejana, de Babilonia.” 2RY020015 Isaías añadió: “¿Qué es lo que han visto de tu casa?” Ezequías respondió: “Han visto todo cuanto hay en la casa; les he enseñado todo mi tesoro, sin dejar nada.” 2RY020016 Entonces Isaías le dijo a Ezequías: “Escucha la palabra de Yahvé: 2RY020017 Tiempo vendrá en que será llevado a Babilonia todo cuanto hay en esta casa, todo cuanto atesoraron tus padres hasta hoy, sin quedar nada. 2RY020018 Y de los hijos que de ti saldrán, de los engendrados por ti, tomarán para hacer de ellos eunucos del palacio del rey de Babilonia.” 2RY020019 Ezequías respondió a Isaías: “Buena es la palabra de Yahvé que has pronunciado. Que durante mi vida haya paz.” 2RY020020 El resto de los hechos de Ezequías, todas sus hazañas, cómo hizo el estanque y el acueducto y trajo las aguas a la ciudad ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? 2RY020021 Ezequías se durmió con sus padres, y le sucedió Manases, su hijo. 2RY021001 Doce años tenía Manases cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y cinco años en Jerusalén. Su madre se llamaba Jafsiba. 2RY021002 Hizo el mal a los ojos de Yahvé, según todas las abominaciones de las gentes que Yahvé había arrojado ante los hijos de Israel. 2RY021003 Reedificó los altos que Ezequías, su padre, había destruido; alzó altares a Baal, levantó una “asera,” como había hecho Ajaz, rey de Israel, y se prosternó ante todo el ejército de los cielos y le sirvió.' 2RY021004 Alzó altares en la casa de Yahvé, de la que Yahvé había dicho: “Pondré mi nombre en Jerusalén.” 2RY021005 Alzó altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de Yahvé. 2RY021006 Hizo pasar a su hijo por el fuego; se dio a la observación de las nubes y de las serpientes, para obtener pronósticos, e instituyó evocadores de los espíritus y adivinadores del porvenir. Hizo enteramente lo que es malo a los ojos de Yahvé, para irritarle.' 2RY021007 También alzó en la casa de Yahvé la “asera,” en la casa de que Yahvé había dicho a David y a Salomón, su hijo: “En esta casa, en Jerusalén, que he elegido entre todas las tribus de Israel, yo pondré para siempre mi nombre. 2RY021008 No haré errar más el pie de Israel fuera de la tierra que yo he dado a sus padres, siempre que ellos cuiden de poner por obra los mandamientos y las leyes que yo he prescrito a mi siervo Moisés.” 2RY021009 Pero ellos no obedecieron, y Manases fue causa de que se descarriaran e hicieran el mal, más todavía que las gentes que Yahvé había destruido ante los hijos de Israel. 2RY021010 Entonces Yahvé habló por medio de sus siervos los profetas, diciendo: 2RY021011 “Por haber cometido Manases, rey de Judá, todas esas abominaciones, por haber obrado peor que antes de él obraron los amorreos, por haber hecho pecar a Judá con sus ídolos, 2RY021012 he aquí lo que dice Yahvé, Dios de Israel: Voy a echar sobre Jerusalén y sobre Judá males que a quien los oyere le retiñirán los oídos. 2RY021013 Yo echaré sobre Jerusalén la cuerda de Samaría y la plomada de la casa de Ajab, y fregaré a Jerusalén como se friega un plato, volviéndolo de un lado y de otro, 2RY021014 Abandonaré el resto de mi heredad y se lo entregaré a sus enemigos; y serán la presa y el botín de todos sus enemigos,' 2RY021015 por haber hecho lo malo a mis ojos y haberme irritado desde el día en que sus padres salieron de Egipto hasta hoy.” 2RY021016 Derramó también Manases mucha sangre inocente, hasta llenar a Jerusalén de un cabo al otro, sobre los pecados que él cometió y que hizo cometer a Judá, haciendo el mal a los ojos de Yahvé. 2RY021017 El resto de los hechos de Manases, cuanto hizo, los pecados a que se entregó, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? 2RY021018 Manases se durmió con sus padres, y fue sepultado en el jardín de su casa, en el jardín de Uza. Le sucedió Amón, su hijo. 2RY021019 Veintidós años tenía Amón cuando comenzó a reinar, y reinó dos años en Jerusalén. Su madre se llamaba Mesulemet, hija de Jarus, de Yotbá. 2RY021020 Hizo el rnal a los ojos de Yahvé, como lo había hecho Manases, su padre, 2RY021021 y siguió en todo el camino que había seguido su padre. Sirvió a los ídolos a que había servido su padre y se prosternó ante ellos, 2RY021022 apartándose de Yahvé, Dios de sus padres, y no siguiendo sus caminos. 2RY021023 Los servidores de Amón conspiraron contra él y mataron al rey en su casa;' 2RY021024 pero el pueblo castigó a todos los que habían conspirado contra el rey Amón, y puso por rey a Josías, su hijo, en lugar suyo. 2RY021025 El resto de los hechos de Amón, lo que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá ? 2RY021026 Fue sepultado en su sepulcro en el jardín de Uza, y le sucedió Josías, su hijo. 2RY022001 Ocho años tenía Josías cuando comenzó a reinar, y reinó treinta y un años en Jerusalén. Su madre se llamaba Jedida, hija de Adaya, de Boscat. 2RY022002 Hizo lo que es recto a los ojos de Yahvé y siguió en todo el camino de David, su padre, sin apartarse ni a la derecha ni a la izquierda. 2RY022003 El año dieciocho del reinado de Josías mandó el rey a la casa de Yahvé a Safan, secretario, hijo de Asalía, hijo de Mesulam, diciéndole: 2RY022004 “Sube a Helcías, sumo sacerdote, y que reúna el dinero que haya en la casa de Yahvé y que han recaudado del pueblo los guardias de la puerta, 2RY022005 y lo entregue a los encargados de hacer las obras en la casa de Yahvé, empleándolo en pagar a los que trabajan en las obras de reparación de la casa de Yahvé, 2RY022006 a los carpinteros, a los maestros y albañiles, y en pagar la madera y las piedras talladas para la reparación de la casa. 2RY022007 Pero que no se les exijan cuentas del dinero que se les entregue, por ser gente de probidad.” 2RY022008 Entonces Helcías, el sumo sacerdote, dijo a Safan, secretario: “He encontrado en el templo de Yahvé el libro de la Ley.” Helcías dio el libro a Safan, y Safan, escriba, lo leyó;' 2RY022009 y fue luego a dar cuenta al rey, y le dijo: “Tus siervos han reunido el dinero'que había en el templo y se lo han entregado a los encargados de hacer las obras en la casa de Yahvé.” 2RY022010 Y añadió: “El sacerdote Helcías me ha entregado este libro”; y lo leyó delante del rey.' 2RY022011 Cuando oyó el rey las palabras del libro de la Ley, rasgó sus vestiduras, 2RY022012 y dio esta orden al sacerdote Helcías, a Ajicán, hijo de Safan; a Acbor, hijo de Miqueas; a Safan, secretario, y a Asaya, ministro del rey:' 2RY022013 “Id a consultar a Yahvé por mí, por el pueblo y por todo Judá, respecto de las palabras del libro que se ha encontrado, porque seguro que es grande la cólera de Yahvé contra nosotros por no haber obedecido nuestros padres las palabras de este libro y no haber puesto por obra cuanto en él se nos manda.” 2RY022014 El sacerdote Helcías, Ajicam, Acbor, Safan y Asaya fueron a la profetisa Jolda, mujer de Salum, hijo de Tecua, hijo de Jarjam, guardarropa que moraba en Jerusalén, en el otro barrio de la ciudad. Una vez que le hablaron, 2RY022015 les dijo ella: “Así habla Yahvé, Dios de Israel: Decid al que a mí os ha enviado: 2RY022016 Así dice Yahvé: Yo voy a hacer venir sobre este lugar y sus habitantes los males de que habla este libro que el rey de Judá ha leído;' 2RY022017 porque me han dejado y han quemado perfumes a otros dioses, irritándome con la obra de sus manos, y mi cólera se ha encendido contra este lugar, y no se apagará;' 2RY022018 pero diréis al rey de Judá, que os envía para consultar a Yahvé: Así dice Yahvé, Dios de Israel: Acerca de las palabras de este libro que tú has oído, 2RY022019 por haberse conmovido tu corazón y haberte humillado ante Yahvé al oír lo que yo he anunciado contra este lugar y contra sus habitantes, que serán objeto de espanto y de execración; por haber rasgado tus vestiduras y haber llorado ante mí, yo también te he oído a ti, dice Yahvé,' 2RY022020 y por eso yo te recogeré a tus padres y serás sepultado en paz, y no verán tus ojos todos los males que yo haré venir sobre este lugar.” Ellos llevaron al rey esta respuesta. 2RY023001 El rey hizo reunir junto a él a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén, 2RY023002 y subió luego a la casa de Yahvé con todos los hombres de Judá y todos los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, desde el más pequeño hasta el más grande; y leyó delante de ellos todas las palabras del libro de la alianza que se había encontrado en la casa de Yahvé.' 2RY023003 Estaba el rey en pie junto a la columna; e hizo alianza con Yahvé, de seguir a Yahvé y guardar sus mandamientos, sus preceptos y sus leyes, con todo su corazón y toda su alma, poniendo por obra las palabras de esta alianza escritas en el libro. Todo el pueblo confirmó esta alianza.' 2RY023004 El rey mandó al sumo sacerdote, Helcías; a los sacerdotes de segundo orden y a los que hacían la guardia a la puerta, que sacaran del templo de Yahvé todos los enseres que habían sido hechos para Baal, para Asera y para toda la milicia del cielo, y los quemó fuera de Jerusalén, en el valle de Cedrón, e hizo llevar las cenizas a Betel.' 2RY023005 Expulsó a los sacerdotes de los ídolos, puestos por los reyes de Judá para quemar perfumes en los altos, en las ciudades de Judá y en los alrededores de Jerusalén; a los que ofrecían perfumes a Baal, al Sol, a la Luna, al Zodíaco y a toda la milicia de los cielos.' 2RY023006 Sacó a “Asera” fuera de la casa de Yahvé, fuera de Jerusalén, al valle de Cedrón, y la quemó allí, reduciéndola a ceniza, que hizo arrojar a la sepultura común del pueblo. 2RY023007 Derribó los lugares de prostitución idolátrica del templo de Yahvé, donde las mujeres tejían tiendas para “Asera.” 2RY023008 Hizo venir de las ciudades de Judá a todos los sacerdotes, profanó los altos donde los sacerdotes quemaban perfumes, desde Gueba hasta Berseba; derribó los altos de los sátiros que había delante de la puerta del gobernador Josué, a mano izquierda de la puerta de la ciudad.' 2RY023009 Sin embargo, los sacerdotes de los altos no subían al altar de Yahvé en Jerusalén, pero comían panes ácimos con sus hermanos. 2RY023010 El rey profanó el Tofet del valle de los hijos de Hinón, para que nadie hiciera pasar a su hijo o su hija por el fuego en honor de Moloc. 2RY023011 Hizo desaparecer de la entrada de la casa de Yahvé los caballos que los reyes de Judá habían dedicado al sol, cerca de la habitación del camarero Natanmelec, en el atrio. Quemó los carros del sol, 2RY023012 demolió los altares que había en la terraza de la cámara alta de Ajaz, que habían alzado los reyes de Judá, y los altares que había hecho Manases en los dos atrios de la casa de Yahvé; y después de destrozarlos y quitarlos de allí, arrojó el polvo al valle de Cedrón.' 2RY023013 Profanó el rey los altos que había al oriente de Jerusalén, al mediodía del monte de los Olivos, que Salomón, rey de Israel, había erigido a Astarté, la abominación de los sidonios; a Gamos, la abominación de los moabitas, y a Milcom, la abominación de los amonitas.' 2RY023014 Destrozó los cipos, derribó las “aseras” y llenó los lugares donde estaban de huesos humanos. 2RY023015 Derribó también el altar de Betel, el alto que había hecho Jeroboam, hijo de Nabat, que había hecho pecar a Israel; destrozó sus piedras y las redujo a polvo, y quemó la”asera.” 2RY023016 Cuando Josías se volvía de allí, vio los sepulcros que había en la montaña, y mandó sacar de ellos los huesos y los quemó sobre el altar, profanándolo conforme a la palabra de Yahvé pronunciada por el hombre de Dios que había anunciado esto. 2RY023017 preguntó: “¿Qué monumento es aquel que veo allí?” Los habitantes de la ciudad le respondieron: “Es el sepulcro del hombre de Dios que vino de Judá y anunció estas cosas que tú has hecho con el altar de Betel,” 2RY023018 Entonces dijo él: “Dejadle en paz. Que nadie remueva sus huesos.” Así se conservaron intactos sus huesos, juntos con los del profeta que procedía de Samaría. 2RY023019 Josías hizo también desaparecer todos los templos de los altos de las ciudades de Samaría, que habían hecho los reyes de Israel para irritar a Yahvé; hizo con ellos enteramente como había hecho con Betel.' 2RY023020 Inmoló sobre los altares a todos los sacerdotes de los altos que había allí, y quemó huesos humanos en el sitio donde habían sido elevados. Después se volvió a Jerusalén. 2RY023021 Luego mandó Josías a todo el pueblo: “Celebradla pascua en honor de Yahvé, vuestro Dios, como está escrito en el libro de esta alianza.” 2RY023022 Ninguna pascua semejante a ésta se había celebrado desde el tiempo en que los jueces juzgaban a Israel ni durante todo el tiempo de los reyes de Israel y de los reyes de Judá. 2RY023023 El año dieciocho del reinado de Josías se celebró esta pascua en honor de Yahvé en Jerusalén. 2RY023024 Además, hizo Josías desaparecer a los evocadores de los espíritus y a los adivinos, los “terafim,” los ídolos y todas las abominaciones que se veían en la tierra de Judá y en Jerusalén, para poner por obra las palabras de la Ley escritas en el libro que el sacerdote Helcías había encontrado en la casa de Yahvé. 2RY023025 Antes de Josías no hubo rey que como él volviera a Yahvé con todo su corazón, y con toda su alma, y con todas sus fuerzas, conforme a toda la Ley de Moisés; y después de él no le ha habido tampoco semejante.' 2RY023026 Pero, con todo, no desistió Yahvé del ardor de su gran cólera, encendida contra Judá por todo lo que había hecho Manases para irritarle. 2RY023027 Yahvé dijo: “Quitaré también de mi presencia a Judá, como lo he hecho con Israel, y rechazaré a esta ciudad de Jerusalén, que yo había elegido, y la casa de que yo dije: Allí estará mi nombre.” 2RY023028 EL resto de los hechos de Josías, cuanto hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? 2RY023029 En su tiempo, el faraón Necao, rey de Egipto, subió contra el rey de Asiría hacia el río Eufrates. El rey Josías le salió al paso, y el faraón le mató en Megiddo en cuanto le vio. 2RY023030 Sus servidores le llevaron muerto en el carro, trayéndolo de Megiddo a Jerusalén, y le sepultaron en su sepulcro. El pueblo tomó a Joacaz, hijo de Josías, y le ungió rey en lugar de su padre. 2RY023031 Veintitrés años tenía Joacaz cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. Su madre se llamaba Jamutal, hija de Jeremías de Libna. 2RY023032 Hizo el mal a los ojos de Yahvé, enteramente como lo habían hecho sus padres. 2RY023033 El faraón Necao le encadenó en Ribla, en tierra de Jamat, y le destronó, e impuso a las gentes de la tierra una contribución de cien talentos de plata y un talento de oro. 2RY023034 El faraón Necao puso por rey a Eliaquim, hijo de Josías, en lugar de Josías, su padre, y le mudó el nombre, poniéndole el de Joaquim. Cogió a Joacaz y lo llevó a Egipto, donde murió. 2RY023035 Joaquim entregó al faraón la plata y el oro; mas para reunir este dinero, según la imposición del faraón, hubo de sacarlo al pueblo, determinando lo que cada uno había de dar para entregarlo al faraón Necao.' 2RY023036 Veinticinco años tenía Joaquim cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. Su madre se llamaba Sebida, hija de Pedaya, de Ruma. 2RY023037 Hizo el mal a los ojos de Yahvé, enteramente como lo habían hecho sus padres. 2RY024001 En su tiempo, Nabucodonosor, rey de Babilonia, se puso en campaña. Joaquim le había estado sujeto durante tres años pero luego se volvió y se rebeló contra él. 2RY024002 Entonces mandó Yahvé contra Joaquim tropas caldeas, tropas de los sirios, tropas de los moabitas y de los amonitas; las envió contra Judá para destruirle, según la palabra que Yahvé había pronunciado por sus siervos los profetas.' 2RY024003 No sucedió esto sino por orden de Yahvé, que quería arrojar a Judá de su presencia a causa de los pecados cometidos por Manases 2RY024004 y de la sangre inocente derramada por Manases, que había llenado a Jerusalén, que no quiso Yahvé perdonar. 2RY024005 El resto de los hechos de Joaquim, cuanto hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? 2RY024006 Joaquim se durmió con sus padres, y le sucedió Joaquín, su hijo. 2RY024007 El rey de Egipto no salió ya más de su tierra, porque el rey de Babilonia se había apoderado de cuanto era del rey de Egipto, desde el torrente de Egipto hasta el Eufrates. 2RY024008 Dieciocho años tenía Joaquín cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. Su madre se llamaba Nejusta, hija de Elnatán, de Jerusalén. 2RY024009 Hizo el mal a los ojos de Yahvé, enteramente como lo había hecho su padre. 2RY024010 En este tiempo subieron contra Jerusalén los servidores de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y la ciudad fue asediada, 2RY024011 Nabucodonocor, rey de Babilonia, llegó a la ciudad mientras sus servidores la asediaban. 2RY024012 Entonces Joaquín, rey de Judá, salió al rey de Babilonia con su madre, sus servidores, sus jefes y sus eunucos. El rey de Babilonia le prendió el octavo año de su reinado. 2RY024013 Sacó de allí todos los tesoros del templo de Yahvé y los tesoros del palacio real; rompió todos los utensilios que Salomón, rey de Israel, había hecho para el templo de Yahvé, conforme a lo que Yahvé había anunciado.' 2RY024014 Llevó cautiva a toda Jerusalén, a todos los jefes y a todos los hombres de importancia, en número de diez mil, con todos los carpinteros y herreros, no dejando más que a la gente pobre de la tierra. 2RY024015 Deportó a Joaquín a Babilonia, y llevó cautivos, de Jerusalén a Babilonia, a la madre del rey, a las mujeres del rey, a sus eunucos, a los grandes de la tierra;' 2RY024016 a todos los hombres de armas, en número de siete mil, y a los carpinteros y herreros, en número de mil. A todos los hombres de valer, aptos para la guerra, el rey de Babilonia los llevó cautivos a Babilonia. 2RY024017 Luego puso por rey, en lugar de Joaquín, a Matanías, su tío, mudándole el nombre en el de Sedecías. 2RY024018 Veintiún años tenía Sedecías cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. Su madre se llamaba Jamutai, hija de Jeremías, de Libna. 2RY024019 Hizo el mal a los ojos de Yahvé, enteramente como lo había hecho Joaquín, 2RY024020 por la cólera de Yahvé contra Jerusalén y contra Judá, que Yahvé quería arrojar de su presencia. Sedecías se rebeló contra el rey de Babilonia. 2RY025001 El año noveno del remado de Sedecías, el día diez del mes décimo, Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino con todo su ejército contra Jerusalén, acampó ante ella, y levantaron contra ella ingenios en derredor. 2RY025002 La ciudad estuvo cercada hasta el año undécimo del reinado de Sedecías. 2RY025003 El día nueve del cuarto mes del año undécimo de Sedecías era grande el hambre en la ciudad y no había ya pan para la gente del pueblo. 2RY025004 Entonces abrieron brecha en la ciudad, y toda la gente de guerra huyó de noche por el camino de la puerta entre los muros, cerca del jardín del rey, mientras los caldeos tenían cercada la ciudad. Los huidos tomaron el camino del Araba;' 2RY025005 pero el ejército de los caldeos persiguió al rey y le dio alcance en los llanos de Jericó, y todo su ejército se dispersó, dejándole. 2RY025006 Apresaron al rey y le llevaron al rey de Babilonia, a Ribla, y le sentenciaron. 2RY025007 Los hijos de Sedecías fueron degollados en su presencia; a Sedecías le sacaron los ojos, y, cargado de cadenas de bronce, le llevaron a Babilonia.' 2RY025008 El día séptimo del quinto mes — era el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor en Babilonia —, Nebuzardán, jefe de la guardia, servidor del rey de Babilonia, entró en Jerusalén, 2RY025009 quemó el templo de Yahvé, el palacio real y todas las casas de Jerusalén. 2RY025010 Todo el ejército de los caldeos, que estaba con el jefe de la guardia, demolió las murallas que rodeaban a Jerusalén. 2RY025011 Nebuzardán, jefe de la guardia, llevó cautivos a los que habían quedado en la ciudad, de los que se rindieron al rey de Babilonia, y al resto de la gente, 2RY025012 fuera de algunos pobres que dejó, como viñadores y labradores. 2RY025013 Los caldeos rompieron las columnas de bronce que había en la casa de Yahvé, las basas, el mar de bronce que había en la casa de Yahvé, y se llevaron el bronce a Babilonia. 2RY025014 Cogieron los ceniceros, las tenazas, las palas, los cuchillos, las tazas y todos los utensilios de bronce con que se hacía el servicio. 2RY025015 El jefe de la guardia cogió también los braseros y las copas y todo cuanto era de oro y cuanto era de plata. 2RY025016 Las dos columnas, el mar, las basas que Salomón había hecho para la casa de Yahvé; todos los utensilios de bronce tenían un peso incalculable.' 2RY025017 La altura de una columna era de dieciocho codos, y tenía encima un capitel de bronce de tres codos de altura, y en derredor del capitel había trenzados y granadas, todo de bronce; y lo mismo la otra columna.' 2RY025018 El jefe de la guardia cogió a Sarayas, el sumo sacerdote; a Sofonías, el segundo sacerdote, y a los tres guardias del atrio;' 2RY025019 y de la ciudad, a un eunuco, que tenía a sus órdenes la gente de guerra; a cinco hombres de los consejeros del rey, que fueron encontrados en la ciudad; al secretario del jefe del ejército encargado del alistamiento y a sesenta más del pueblo que se hallaban en la ciudad.' 2RY025020 Nebuzardán, jefe de la guardia, los cogió y los llevó a Ribla, al rey de Babilonia. 2RY025021 El rey de Babilonia les dio muerte en Ribla, en tierra de Jamat. Así fue llevado cautivo Judá lejos de su tierra. 2RY025022 Nabucodonosor puso el resto del pueblo que quedaba en la tierra bajo el gobierno de Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safan. 2RY025023 Cuando los jefes de las tropas supieron, ellos y sus hombres, que Godolías había sido puesto por el rey de Babilonia como gobernador del territorio, vinieron a Godolías, a Misfa, Ismael, hijo de Netanía; Jojanán, hijo de Careaj; Sarayas, hijo de Tanjumet, de Neftoa, y Jazanía, hijo de un macateo, con sus gentes.' 2RY025024 Godolías les juró a ellos y a sus hombres, diciéndoles: “No temáis nada de parte de los caldeos; quedaos en la tierra, servid al rey de Babilonia, y os irá bien.” 2RY025025 Pero el séptimo mes, Ismael, hijo de Netanía, hijo de Elisama, de sangre real, vino acompañado de diez hombres, e hirieron mor-talmente a Godolías, así como a los judíos y caldeos que estaban con él en Misfa. 2RY025026 Entonces todo el pueblo, pequeños y grandes, los jefes y sus tropas, se levantaron y se fueron a Egipto por temor de los caldeos. 2RY025027 El año treinta y siete de la cautividad de Joaquín, rey de Judá, el día veintisiete del duodécimo mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, el año primero de su reinado, alzó la cabeza de Joaquín, rey de Judá, y le sacó de la prisión. 2RY025028 Le habló con benevolencia, y puso su trono por encima de los tronos de los reyes que con él estaban en Babilonia. 2RY025029 Le hizo quitar sus vestidos de preso, y ya siempre comió a su mesa todo el tiempo de su vida. 2RY025030 El rey proveyó constantemente a su mantenimiento todo el tiempo de su vida.
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