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2CR001001 Quedó, pues, Salomón, hijo de David, asegurado en su reino, y el Señor Dios suyo estaba con él, y le engrandeció en sumo grado. 2CR001002 Entonces Salomón convocó a todo Israel, a los tribunos y centuriones, y comandantes, y jueces de todo Israel, y a los cabezas de las familias, 2CR001003 y marchó con toda esta multitud al alto de Gabaón, donde estaba el Tabernáculo del Testamento de Dios, que Moisés, siervo de Dios, fabricó en el desierto. 2CR001004 En cuanto al Arca de Dios, David la había conducido a Cariatiarim al lugar que le había preparado, y donde le había erigido un tabernáculo, esto es, a Jerusalén. 2CR001005 Mas el altar de bronce, hecho por Beseleel, hijo de Uri, hijo de Hur, estaba en Gabaón delante del Tabernáculo del Señor; y Salomón, con todo aquel congreso fue allí a presentarse ante dicho altar. 2CR001006 Subió, pues, Salomón, al altar de bronce, delante del Tabernáculo de la Alianza del Señor, y ofreció en él mil víctimas. 2CR001007 Y he aquí que aquella misma noche se le apareció Dios, diciendo: Pídeme lo que quieres que te conceda. 2CR001008 Respondió Salomón a Dios: Tú usaste de gran misericordia para con David mi padre, y a mí me has constituido rey en su lugar. 2CR001009 Ahora, pues, ¡oh Señor Dios!, cúmplase la promesa que hiciste a David mi padre; y pues que Tú me has hecho rey de este pueblo tuyo tan crecido, tan innumerable como las partículas del polvo de la tierra, 2CR001010 dame sabiduría e inteligencia para poder gobernar bien a este pueblo tuyo; porque, ¿quién podrá gobernar dignamente a este pueblo, siendo como es tan grande? 2CR001011 Dijo entonces Dios a Salomón: Ya que esto es lo que ha agradado más a tu corazón, y no has pedido riquezas, ni hacienda, ni gloria, ni la muerte de aquellos que te odian, ni tampoco una larga vida, sino que has pedido sabiduría y ciencia para poder gobernar a mi pueblo, del cual Yo te he hecho rey, 2CR001012 te son otorgadas sabiduría y ciencia; y además te daré riquezas y hacienda, y gloria en tanto grado, que ninguno de los reyes ni antes ni después de ti te igualará. 2CR001013 Volvióse después Salomón a Jerusalén desde el lugar alto de Gabaón de ante el Tabernáculo del Testamento; y reinó sobre Israel. 2CR001014 Y juntó carros de guerra, y gente de a caballo, y vino a tener hasta mil cuatrocientos carros armados, y doce mil soldados de a caballo, y los alojó en las ciudades destinadas para los carros de guerra, y en Jerusalén cerca de su persona. 2CR001015 E hizo el rey que la plata y el oro en Jerusalén fuesen tan comunes como las piedras, y los cedros como los cabrahigos que con tanta abundancia se crían en los campos. 2CR001016 Conducíanle caballos de Egipto y de Coa los comisarios regios, que iban a comprarlos por su justo precio: 2CR001017 un tiro de cuatro caballos en seiscientos siclos de plata, y un caballo en ciento cincuenta; y del mismo modo se hacían semejantes compras en todos las reinos de los héteos y de los reyes de Siria. 2CR002001 Resolvió, pues, Salomón edificar el templo al nombre del Señor, y un palacio para sí. 2CR002002 A este fin destinó setenta mil peones para traer a hombros las cargas, y ochenta mil para cortar y labrar las piedras en el monte, y les puso tres mil y seiscientos sobrestantes. 2CR002003 Y envió a decir a Hiram, rey de Tiro: Así como lo hiciste con David mi padre, remitiéndole maderas de cedro para la fábrica de la casa donde él habitó, 2CR002004 hazlo conmigo, para que yo pueda edificar una casa al nombre del Señor Dios mío, y consagrársela para ofrecer incienso en su presencia, y esparcir el humo de los aromas, y tenerle presentados perpetuamente los panes, y ofrecerle los holocaustos por la mañana y por la tarde, y en los sábados y en los novilunios, y en las solemnidades del Señor Dios nuestro para siempre, como está mandado a Israel. 2CR002005 Porque la casa que yo deseo edificar ha de ser grande, pues grande es nuestro Dios sobre todos los dioses. 2CR002006 Mas, ¿quién será capaz de edificarle una casa que sea digna de Él? Si el cielo, si los cielos de los cielos no pueden abarcarle, ¿quién soy yo para poder fabricarle una casa? Mas no la hago para otra cosa, sino para ofrecer en ella incienso en su acatamiento. 2CR002007 Envíame, pues, un hombre inteligente, diestro en trabajar el oro, y la plata, y el bronce, y el hierro, y la púrpura, y la escarlata, y el jacinto, y que sepa esculpir molduras, para que trabaje juntamente con estos artífices míos que he tomado de la Judea y de Jerusalén, escogidos por mi padre David. 2CR002008 Envíame asimismo maderas de cedro, y de enebro, y de pino del Líbano; porque sé que tus siervos son prácticos en el corte de las maderas del Líbano, y mis siervos trabajarán con los tuyos, 2CR002009 para proveerme de maderas en abundancia. Pues la casa que yo deseo edificar ha de ser muy grande y suntuosa. 2CR002010 En orden a los obreros siervos tuyos, que han de trabajar en la madera, yo aprontaré para su sustento veinte mil coros, o cargas de trigo, y otras tantas de cebada, y veinte mil metretas o cántaras de vino, y asimismo veinte mil satos de aceite. 2CR002011 Hiram, rey de Tiro, en la carta con que contestó a Salomón, decía: Por lo mucho que ama el Señor a su pueblo, por eso te ha puesto a ti para que reines sobre él; 2CR002012 y añadía: Bendito sea el Señor Dios de Israel, que hizo el cielo y la tierra, el cual ha dado al rey David un hijo sabio, entendido, juicioso y prudente, a fin de que edificara un templo al Señor y un palacio para sí. 2CR002013 Envióte, pues, un hombre inteligente y peritísimo, que es Hiram, a quien honro como a mi padre, 2CR002014 hijo de una mujer de la tribu de Dan, de padre natural de Tiro, el cual sabe trabajar en oro, y en plata, en bronce, y en hierro, y en mármol, y en maderas, y asimismo en púrpura, y en jacinto, y en lino fino, y en escarlata, y que sabe igualmente hacer toda obra de entalladura e inventar ingeniosamente cuanto es menester en todas labores, y estará en compañía de tus artífices, y con aquellos de mi señor David tu padre. 2CR002015 En vista de esto, remite, señor mío, para tus siervos, el trigo, la cebada, el aceite y el vino que has prometido; 2CR002016 que nosotros haremos cortar maderas del Líbano, cuantas necesitares, y las conduciremos juntas en armadías por mar hasta Jope, y tú cuidarás de transportarlas a Jerusalén. 2CR002017 Con esto Salomón hizo tomar nota de todos los varones prosélitos que había en tierra de Israel, después del encabezamiento que había mandado hacer su padre David, y se hallaron ciento cincuenta y tres mil seiscientos; 2CR002018 de los cuales destinó setenta mil para traer las cargas a hombros, y ochenta mil para cortar y labrar las piedras en los montes, y tres mil seiscientos para sobrestantes de los trabajos de esta gente. 2CR003001 Dio, pues, Salomón principio a la fábrica del templo del Señor en Jerusalén, en el monte Moria, señalado expresamente ya a David su padre, en el lugar que tenía David preparado en la era de Ornan, jebuseo; 2CR003002 y empezó el edificio el mes segundo del año cuarto de su reinado. 2CR003003 Y éstas son las medidas de los cimientos echados por Salomón para el edificio de la casa de Dios: la longitud era de sesenta codos de la antigua medida; la latitud, de veinte codos. 2CR003004 En cuanto al pórtico, que estaba enfrente, tenía de longitud veinte codos, conforme a la medida de la anchura del templo; y la altura era de ciento veinte codos; y Salomón le hizo cubrir todo por dentro de oro finísimo. 2CR003005 La parte mayor del templo, llamada el Santo, cubrióla con tablas de madera de abeto, clavando por todas partes planchas de oro acendrado, e hizo esculpir en ella, en el artesanado, palmas, y unas como cadenillas enlazadas unas con otras. 2CR003006 El pavimento del templo le enlosó de mármoles preciosísimos, con gran primor. 2CR003007 El oro con cuyas láminas cubrió el templo y sus vigas, y los pilares, y paredes, y las puertas, era sumamente fino. En las paredes hizo entallar querubines. 2CR003008 Edificó asimismo la casa o el lugar del Sancta Sanctorum; cuya longitud era de veinte codos, como la anchura del templo, y su anchura igualmente de veinte codos; y la cubrió con planchas de oro, que pesaban al pie de seiscientos talentos; 2CR003009 aun los clavos los hizo hacer de oro, cada uno de los cuales pesaba cincuenta siclos; e igualmente cubrió de oro los artesonados del techo. 2CR003010 Hizo asimismo en la casa del Sancta Sanctorum dos estatuas de querubines, las que cubrió de oro. 2CR003011 Las alas de los querubines se extendían veinte codos; de manera que un ala tenía cinco codos, y tocaba la pared del templo, y la otra también de cinco codos, tocaba el ala del otro querubín. 2CR003012 Del mismo modo el ala del otro querubín tenía cinco codos y tocaba la pared; y la otra ala suya, de cinco codos, tocaba el ala del primer querubín; 2CR003013 de manera que las alas de ambos querubines estaban extendidas, ocupando el espacio de veinte codos. Estaban ellos de pie derecho, sus rostros mirando con dirección hacia la parte exterior del templo, 2CR003014 Hizo también un velo de jacinto, de púrpura, de escarlata, y de lino finísimo, e hizo bordar en él querubines. 2CR003015 Además, delante de las puertas del templo, erigió dos columnas, que tenían treinta y cinco codos de altura entre las dos, y cuyos capiteles eran de cinco codos. 2CR003016 También hizo unas cadenillas, como las del santuario, que colocó sobre los capiteles de las columnas, con cien granadas mezcladas con las cadenillas. 2CR003017 Estas columnas las colocó en el atrio del templo, una a la derecha y otra a la izquierda; a la de la derecha la llamó Jaquín, y a la de la izquierda Booz. 2CR004001 Hizo asimismo un altar de bronce de veinte codos de largo, veinte codos de ancho y diez de alto. 2CR004002 Y una gran concha o pila de bronce fundido, que tenía diez codos de diámetro, redonda perfectamente; cinco codos tenía de profundidad, y un cordoncillo de treinta codos abrazaba toda su circunferencia; 2CR004003 debajo de la concha había figuras de bueyes, y por diez codos en lo exterior, algunas esculturas, que, divididas en dos órdenes, daban vuelta por lo más ancho del mar; estaban los bueyes fundidos junto con la concha. 2CR004004 Y el mismo mar, o concha, estaba asentado sobre doce bueyes; de los cuales tres miraban al Norte; otros tres, al Occidente; tres, al Mediodía, y los tres restantes, al Oriente; sosteniendo el mar, el cual cargaba sobre ellos; las espaldas de los bueyes estaban hacia dentro, debajo del mar. 2CR004005 El grueso de éste era de la medida de un palmo; y su borde era como el labio de un cáliz, o de un lirio abierto; y cabían en él tres mil metretas. 2CR004006 Hizo también diez conchas, de las cuales puso cinco a la mano derecha, y las otras cinco a la siniestra, para lavar en ellas todo lo que debía ofrecerse en holocausto; los sacerdotes se lavaban en la concha grande o mar. 2CR004007 Hizo asimismo diez candeleros de oro, según la forma prescrita; y los colocó en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda. 2CR004008 Además diez mesas, y púsolas en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda; e hizo igualmente cien tazas de oro. 2CR004009 Fabricó también el atrio de los sacerdotes, y el gran pórtico, y en el pórtico las puertas, las cuales cubrió de bronce. 2CR004010 El mar le colocó al lado derecho, al Mediodía, mirando hacia el Oriente. 2CR004011 Hizo asimismo Hiram calderas, y tridentes, y jarras; y concluyó todas las obras que el rey mandó hacer en el templo de Dios; 2CR004012 es a saber, las dos columnas con sus frisos y capiteles, y unas como mallas, con tal arte, que abrazaban los capiteles de sobre los frisos. 2CR004013 Igualmente cuatrocientas granadas, y dos mallas, en tal disposición, que se juntaban dos órdenes de granadas a cada una de las mallas que abrazaban los capiteles y frisos de las columnas. 2CR004014 Hizo también las basas y conchas, las cuales asentó sobre las basas; 2CR004015 el mar y los doce tridentes o garfios, y las jarras. Todos los utensilios hizo de bronce finísimo a Salomón, Hiram su padre, para la casa del Señor. 2CR004016 2CR004017 Mandólos fundir en la ribera del Jordán, en una tierra gredosa, entre Socot y Saredata. 2CR004018 La multitud de vasos era innumerable, de suerte que no se sabía la cantidad de bronce empleada. 2CR004019 E hizo Salomón todos estos vasos de la casa de Dios, y el altar de oro, y las mesas, sobre las cuales se ponían los panes de la proposición; 2CR004020 asimismo los candeleros con mecheros de oro purísimo, para que luciesen ante el oráculo según el rito; 2CR004021 y ciertos florones, y las lamparillas, y despabiladeras dé oro; todo se hizo de oro el más puro. 2CR004022 Así como también eran de oro purísimo los braserillos de los perfumes, y los incensarios, y las navetas, y los morterillos. Las puertas del templo interior, esto es, del Sancta Sanctorum, las hizo cincelar, y las puertas del templo estaban cubiertas de oro por fuera. De esta suerte quedaron acabadas todas las obras que hizo Salomón en la casa del Señor. 2CR005001 Salomón, pues, hizo traer y guardar en los tesoros de la casa de Dios todo lo que su padre David había ofrecido: la plata y el oro y todos los vasos. 2CR005002 Después de esto convocó a los ancianos de Israel, y a todos los príncipes de las tribus, y cabezas de familia de los hijos de Israel, en Jerusalén, para trasladar el Arca del Testamento del Señor desde la ciudad de David, por otro nombre Sión. 2CR005003 Vinieron, pues, al rey todos los varones de Israel el día solemne del mes séptimo. 2CR005004 Y estando juntos todos los ancianos de Israel, llevaron el Arca los levitas, 2CR005005 y la introdujeron en el templo, con todo el aparato del Tabernáculo. Los vasos del santuario que había en el Tabernáculo los llevaron los sacerdotes con los levitas. 2CR005006 Entretanto el rey Salomón y toda la congregación de Israel, y todos los que se habían reunido delante del Arca, sacrificaban carneros y bueyes sin número: tan grande era la multitud de las víctimas. 2CR005007 En fin, los sacerdotes metieron el Arca del Testamento del Señor en su lugar, esto es, en el oráculo del templo en el Sancta Sanctorum, bajo las alas de los querubines; 2CR005008 de tal suerte, que los querubines tenían extendidas sus alas sobre el lugar en que descansaba el Arca, y cubrían la misma Arca y sus varas; 2CR005009 bien que como las varas con que se llevaba el Arca eran algo más largas, se descubrían sus remates delante del oráculo; aunque el que estuviese un poco afuera ya no podía verlas. Así quedó el Arca allí, hasta el día de hoy. 2CR005010 No había otra cosa en el Arca, sino las dos tablas puestas por Moisés en Horeb, cuando el Señor dio la ley a los hijos de Israel, después que salieron de Egipto. 2CR005011 Salidos del santuario los sacerdotes (pues todos los sacerdotes que pudieron hallarse allí se santificaron; no estando entonces hecho o puesto en práctica el repartimiento entre ellos de los turnos, y orden de sus funciones), 2CR005012 tanto los levitas como los cantores, esto es, los que estaban a las órdenes de Asaf, y los que estaban a las de Ernán, y los que estaban a las de Iditún, sus hijos y hermanos, vestidos de lino finísimo, tañían címbalos, y salterios, y cítaras, puestos en pie a la parte oriental del altar, y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban sus trompetas o clarines. 2CR005013 Así, pues, formando todos un concierto con el canto y el sonido de las trompetas, y címbalos, y órganos, y toda especie de instrumentos músicos, y alzando en alto la voz, se percibía el sonido a lo lejos. Y sucedió que cuando hubieron comenzado a cantar y decir: Alabad al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia: la casa de Dios se llenó de una nube, 2CR005014 de suerte que los sacerdotes no podían estar allí, ni ejercer sus funciones, a causa de la densa niebla. Porque la gloria del Señor había llenado la casa de Dios. 2CR006001 Entonces Salomón dijo: El Señor ha prometido que pondría su mansión en la niebla u obscuridad; 2CR006002 y yo he erigido una casa a su nombre, para que habite en ella perpetuamente. 2CR006003 Luego, volviéndose el rey hacia toda la multitud de Israel (pues toda la gente estaba en pie atenta), bendíjola, y habló así: 2CR006004 Bendito sea el Señor Dios de Israel, que ha llevado a efecto la promesa que hizo a David, mi padre, cuando le dijo: 2CR006005 Desde el día en que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto, no me escogí de todas las tribus de Israel ninguna ciudad donde se edificara una casa a mi nombre; ni elegí tampoco ningún otro hombre para que gobernase establemente a mi pueblo de Israel; 2CR006006 sino que escogí a Jerusalén para que se invoque en ella mi nombre, elegí a David para constituirle rey de mi pueblo de Israel. 2CR006007 Y como mi padre David desease edificar una casa al nombre del Señor Dios de Israel, 2CR006008 díjole el Señor: En haber tú tenido esa voluntad de edificar casa a mi nombre, ciertamente has hecho bien: ha sido bueno tu deseo. 2CR006009 Mas no serás tú el que fabricarás esa casa, sino que ha de ser tu hijo, nacido de ti, quien ha de edificar la casa a mi nombre. 2CR006010 El Señor, pues, ha cumplido la palabra que había dado, y yo he venido a suceder a mi padre David, y me he sentado en el trono de Israel, como lo dijo el Señor; y edificado la casa al nombre del Señor Dios de Israel, 2CR006011 y colocado en ella el Arca, dentro de la cual está el pacto que hizo el Señor con los hijos de Israel. 2CR006012 Dicho esto, púsose en pie Salomón delante del altar del Señor, a vista de todo el concurso de Israel, y extendió sus manos, 2CR006013 (Es de advertir que Salomón había hecho una peana o estrado de bronce, de cinco codos de largo, cinco de ancho y tres de alto, la cual había hecho colocar en medio del atrio grande del templo, y estaba en pie sobre ella,) Y arrodillándose después en presencia de todo el concurso de Israel, y alzando las manos al cielo, 2CR006014 habló de esta manera: Señor Dios de Israel, no hay Dios semejante a Ti, ni en el cielo ni en la tierra; a Ti que guardas el pacto y usas de misericordia con tus siervos, con los que; siguen de todo su corazón tus caminos: 2CR006015 Tú que has cumplido todas las promesas que habías hecho a tu siervo David, mi padre; pues lo que de palabra le ofreciste, lo has puesto por obra, como se demuestra hoy día. 2CR006016 Cumple también ahora, ¡oh Señor Dios de Israel!, todo aquello que anunciaste a mi padre David, tu siervo, diciendo: No faltará de tu linaje quien se siente en mi presencia sobre el trono de Israel; con tal, empero, que tus hijos velen sobre sus acciones, caminando según mi ley, como tú has andado delante de Mí. 2CR006017 Ahora bien, ¡oh Señor Dios de Israel!, sea confirmada tu palabra, dada por Ti a David, siervo tuyo, 2CR006018 Pero ¿y es realmente creíble que Dios habite con los hombres sobre la tierra? Si el cielo, si los cielos de los cielos no pueden abarcarte, ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado? 2CR006019 Verdad es que ella solamente se ha hecho para que Tú, Señor Dios mío, atiendas a la oración y súplicas de tu siervo, y escuches los ruegos que expone tu siervo ante tu presencia; 2CR006020 para que tengas abiertos los ojos de día y de noche sobre esta casa, sobre este lugar en que has prometido que sería invocado tu nombre, 2CR006021 y otorgarías la petición hecha aquí por tu siervo, y despacharías las súplicas de tu siervo y de Israel, pueblo tuyo. A todo aquel que orare en este lugar, escúchale desde tu morada, esto es, desde los cielos, y muéstrate propicio. 2CR006022 Si alguno pecare contra su prójimo, y viniere dispuesto a jurar contra él, y se obligare con maldición delante del altar de esta casa, 2CR006023 Tú le escucharás desde el cielo, y harás justicia a tus siervos, haciendo caer sobre la cabeza del inicuo su misma iniquidad, y vengando al justo y remunerándole según su justicia. 2CR006024 Si tu pueblo de Israel fuere vencido por sus enemigos (porque pecare algún día contra Ti), y convertido hiciere penitencia invocando tu nombre y pidiendo perdón en este lugar, 2CR006025 Tú le escucharás desde el cielo, y perdonarás el pecado de tu pueblo de Israel; y le volverás a la tierra que le diste a él y a sus padres. 2CR006026 Si, cerrado el cielo, faltare la lluvia por causa de los pecados del pueblo, y te suplicaren en este lugar, y dando gloria a tu nombre se convirtieren de sus pecados cuando los habrás afligido, 2CR006027 escúchalos, ¡oh Señor!, desde el cielo, y perdona los pecados de tus siervos y de Israel, pueblo tuyo, y enséñales el buen camino que han de seguir, y envía la lluvia a la tierra cuya posesión diste a tu pueblo. 2CR006028 Si sobreviniere hambre en el país, o peste, o tizón, o añublo, o langosta, u oruga; si los enemigos, después de haber talado los campos, tuvieren sitiada la ciudad; o en cualquier otro azote o enfermedad que los apure, 2CR006029 cualquiera de tu pueblo de Israel que, considerando sus plagas y enfermedades, te rogare, y alzare a Ti sus manos en esta casa, 2CR006030 Tú le oirás desde el cielo, desde esa tu excelsa morada, y le serás propicio, remunerando a cada uno según sus procederes, y conforme a lo que descubras en su corazón (pues sólo Tú conoces los corazones de los hombres); 2CR006031 a fin de que te teman, y sigan tus caminos todo el tiempo que vivieren sobre la tierra dada por Ti a nuestros padres. 2CR006032 Aun al extranjero que no es de tu pueblo de Israel, si viniere de lejanas tierras, atraído de tu nombre grande, y de tu poderosa mano y de tu brazo fuerte, y te adorare en este lugar, 2CR006033 Tú le oirás desde el cielo, firmísima morada tuya, y otorgarás todas las cosas que te pidiere aquel forastero; a fin de que tu nombre sea conocido de todos los pueblos de la tierra, y te teman éstos, como hace tu pueblo de Israel, y conozcan que tu nombre es invocado en esta casa que yo he edificado. 2CR006034 Si saliendo tu pueblo a campaña contra sus enemigos, y andando por el camino por donde Tú le habrás enviado, te adorare vuelto hacia este sitio, en que se halla esta ciudad por Ti elegida, y la casa que he edificado a tu nombre, 2CR006035 Tú oirás desde el cielo sus plegarias y ruegos, y le vengarás de sus enemigos. 2CR006036 Y si los hijos de tu pueblo pecaren contra Ti (pues no hay hombre que no peque), y enojado Tú contra ellos, los entregares en manos de los enemigos, los cuales los llevaren cautivos lejos o cerca; 2CR006037 y en el país adonde fueren llevados cautivos, se convirtieren de corazón e hicieren penitencia, y en la tierra de su cautiverio te pidieren perdón, diciendo: Pecamos, procedido hemos inicuamente, injustamente hemos obrado; 2CR006038 y convertidos a Ti de todo corazón y con toda su alma, en el país de su cautividad a que fueron llevados, te adoraren vueltos hacia el camino de su tierra, que, diste a sus padres, y a la ciudad que Tú escogiste, y a la casa que he fabricado a tu nombre, 2CR006039 Tú oirás desde el cielo, desde esa firmísima morada, sus súplicas, y harás su causa, y perdonarás a tu pueblo aunque pecador. 2CR006040 Puesto que Tú eres mi Dios, suplicóte que tengas abiertos tus ojos, y atentos tus oídos a las oraciones que se harán en este lugar. 2CR006041 Ahora, pues, levántate, ¡oh Señor!, mi Dios, y ven al lugar fijo de Tu morada, tú y el Arca, por medio de la cual ostentas tu poderío. Experimenten tu socorro y protección, ¡oh Señor Dios!, tus sacerdotes, y gocen los santos con alegría tus beneficios. 2CR006042 ¡Oh Señor Dios!, no apartes tu rostro de este ungido tuyo; acuérdate de las misericordias o piedad de David, siervo tuyo. 2CR007001 Luego que Salomón acabó de hacer su plegaria, bajó del cielo fuego, que devoró los holocaustos y las víctimas; y la majestad del Señor llenó toda la casa. 2CR007002 Ni podían los sacerdotes entrar dentro del templo del Señor; por cuanto la majestad del Señor había llenado su templo. 2CR007003 Asimismo, todos los hijos de Israel estaban viendo bajar el fuego y la gloria del Señor sobre la casa, y postrándose rostro por tierra sobre el pavimento enlosado, adoraron y bendijeron al Señor, repitiendo: Porque es bueno y porque es eterna su misericordia. 2CR007004 Entretanto, el rey y todo el pueblo inmolaron víctimas delante del Señor. 2CR007005 El rey Salomón ofreció en sacrificio veintidós mil bueyes y ciento veinte mil carneros; de esta manera celebró el rey con todo el pueblo la dedicación de la casa de Dios. 2CR007006 Al mismo tiempo atendían los sacerdotes a sus ministerios; y los levitas, al son de sus instrumentos, cantaban los salmos que había compuesto el rey David para alabar al Señor, repitiendo: Porque es eterna su misericordia. Cantaban éstos los himnos de David al son de sus instrumentos; y los sacerdotes, enfrente de ellos, sonaban las trompetas, y todo Israel estaba en pie. 2CR007007 Santificó también Salomón el medio del atrio de los sacerdotes, frente del templo del Señor; porque había ofrecido allí holocaustos, y la grosura de las víctimas pacíficas: por cuanto el altar de bronce que había hecho no podía ser suficiente para tantos holocaustos y sacrificios y grosura de las víctimas pacíficas. 2CR007008 Concluida esta fiesta, celebró Salomón entonces por otros siete días la fiesta solemne de los tabernáculos, y con él todo Israel, congregado en grandísimo número, desde la entrada de Emat hasta el arroyo de Egipto. 2CR007009 El día octavo hizo la fiesta de la asamblea o reunión solemne, por haber hecho durante siete días la dedicación del altar, y celebrado por otros siete días la solemnidad de los tabernáculos. 2CR007010 En fin, el día veintitrés del mes séptimo envió a sus casas todas las gentes, alegres y llenas de júbilo por los beneficios que el Señor había hecho a David y Salomón, y a su pueblo de Israel. 2CR007011 Así que acabó Salomón el templo del Señor, y el palacio real, y cuantas cosas se había propuesto en su corazón hacer en la casa del Señor, y en su propia casa; y fue feliz. 2CR007012 Apareciósele después el Señor de noche por segunda vez, y le dijo: He oído tu oración, y me he escogido este lugar para casa de sacrificio y oración. 2CR007013 Si cerrare Yo el cielo y no lloviere, si mandare y diere orden a la langosta que devore la tierra, si enviare la peste a mi pueblo; 2CR007014 y mi pueblo, sobre el cual ha sido invocado mi nombre, convertido me pidiere perdón, y procurare aplacarme, haciendo penitencia de su mala vida, Yo también desde el cielo le escucharé, y perdonaré sus pecados, y libraré de los males su país. 2CR007015 Y mis ojos estarán abiertos, y atentos mis oídos a la oración del que me invocare en este lugar; 2CR007016 porque este lugar le he escogido Yo y santificado, para que mi nombre sea invocado en él para siempre, y estén fijos sobre él mis ojos y mi corazón en todo tiempo. 2CR007017 Tú también, si anduvieres en mi presencia, como anduvo David, tu padre, y practicares en todo y por todo lo que Yo te he ordenado, y observares mis mandamientos y leyes, 2CR007018 Yo afirmaré el trono de tu reino, como se lo prometí a David, tu padre, diciendo: No faltará jamás quien de tu linaje tenga el reino de Israel. 2CR007019 Mas si me volviereis las espaldas, y abandonareis mis mandamientos y mis preceptos que os he intimado, y fuereis a servir a dioses ajenos, y los adorareis, 2CR007020 os arrancaré de esa tierra mía que os di; y ese templo, que ha consagrado a mi nombre, le arrojaré de mi presencia, y haré que sirva de fábula y de escarmiento a todas las gentes. 2CR007021 Y será esta casa el escarnio de todos los pasajeros, los cuales dirán, asombrados: ¿Por qué motivo ha tratado así el Señor a este país y a esta casa? 2CR007022 Y les responderán: Porque abandonaron al Señor Dios de sus padres, que los sacó de la tierra de Egipto, y han abrazado dioses ajenos, y adorádolos y dádoles culto; por eso han caído sobre ellos todas estas calamidades. 2CR008001 Pasados ya veinte años después que Salomón edificó la casa del Señor, y la suya propia, 2CR008002 restauró las ciudades que Hiram le había dado o vuelto, e hizo que las habitasen los hijos de Israel. 2CR008003 Marchó también a Emat de Suba, y se apoderó de ella; 2CR008004 y reedificó a Palmira en el desierto, y en el país de Einat otras ciudades muy fuertes. 2CR008005 Restauró, asimismo, a Betorón de arriba y a Betorón de abajo, ciudades muradas, y con puertas, barras y cerraduras; 2CR008006 como también a Balaat y a 2 1 R. 9, 11. todas las ciudades fortísimas que tenía Salomón, y todas las ciudades de los carros de guerra y las de la caballería. Ejecutó Salomón todo cuanto quiso e ideó, así en Jerusalén como en el Líbano y en todo el país de su dominio. 2CR008007 A toda la gente que había quedado de los héteos, y amorreos, y fereceos, y heveos y jebuseos, los cuales no eran del linaje de Israel; esto es, 2CR008008 a los hijos y descendientes de aquellos a quienes los israelitas habían salvado la vida, Salomón los hizo tributarios, o siervos, hasta el día de hoy. 2CR008009 Mas no echó mano de los hijos de Israel para trabajar en las obras del rey: porque éstos servían en la milicia, y de ellos eran los primeros oficiales, y los comandantes de los carros armados, y de la caballería. 2CR008010 Todos los jefes del ejército del rey Salomón eran doscientos cincuenta, los cuales adiestraban al pueblo. 2CR008011 A la hija de Faraón la mudó de la ciudad de David a la casa que edificó para ella. Porque dijo el rey: No habitará mi mujer en la casa de David, rey de Israel; pues quedó esta casa santificada, por haberse hospedado en ella el Arca del Señor 2CR008012 Entonces Salomón ofreció al Señor holocaustos sobre el altar del Señor, que había erigido delante del pórtico; 2CR008013 con el fin de que se sacrificase en él, según el mandamiento de Moisés, todos los días, en los sábados, en las neomenias y en las tres festividades del año, esto es, en la solemnidad de los ázimos, en la solemnidad de las semanas o Pentecostés y en la solemnidad de los tabernáculos. 2CR008014 Distribuyó también, según las disposiciones de su padre David, las funciones de los sacerdotes en sus ministerios; y estableció el orden que debían guardar los levitas respecto al canto y al cumplimiento de sus oficios delante de los sacerdotes, según el rito de cada día; y el repartimiento de los porteros en cada una de las puertas; porque así lo había ordenado David, varón de Dios. 2CR008015 Y tanto los sacerdotes como los levitas observaron puntualmente todas cuantas órdenes les dio el rey sobre esto y sobre la custodia de los tesoros. 2CR008016 Salomón tuvo prevenidos todos los gastos, desde el día en que echó los cimientos de la casa del Señor hasta el día en que la acabó. 2CR008017 Entonces fue Salomón a Asiongaber y a Allat, a la ribera del mar Rojo, que pertenece a la Idumea: 2CR008018 adonde el rey Hiram le remitió, por medio de sus siervos, naves y marineros prácticos en el mar, que fueron con la gente de Salomón a Ofir, y trajeron de allí cuatrocientos cincuenta talentos de oro al rey Salomón. 2CR009001 Habiendo oído la reina de Saba la fama de Salomón, vino a Jerusalén a fin de hacer prueba de él por medio de preguntas difíciles y enigmáticas; trayendo consigo grandes riquezas, y camellos cargados de aromas, y muchísimo oro y piedras preciosas. Y llegada que fue a la presencia de Salomón, le propuso todas cuantas dificultades tenía en su corazón. 2CR009002 Mas Salomón le descifró todas las cosas que le propuso: ni hubo punto que no se lo declarase. 2CR009003 Habiendo, pues, ella visto la sabiduría de Salomón, y la casa que había fabricado, 2CR009004 y la manera con que era servida su mesa, y las habitaciones de sus cortesanos, y las diferentes clases de los que le servían, y la magnificencia de sus vestidos, y los coperos con sus ricos trajes, y las víctimas que se inmolaban en el templo del Señor, quedó atónita y como fuera de sí; 2CR009005 y dijo al rey: Verdadera es la fama que yo había oído en mi tierra de tus virtudes y de tu sabiduría: 2CR009006 yo no acababa de creer a los que lo contaban, hasta tanto que yo misma he venido, y visto por mis propios ojos y palpado con mis manos, que apenas se me había dicho la mitad de tu sabiduría: tus virtudes exceden a lo que de ti publica la fama. 2CR009007 Dichosas tus gentes y felices tus criados, que están siempre alrededor de ti y escuchan tu sabiduría. 2CR009008 Bendito sea el Señor Dios tuyo, que te ha colocado sobre tu trono para reinar en lugar del Señor tu Dios. Como Dios ama a Israel, y quiere conservarle para siempre, por eso te ha constituido rey suyo, para que le gobiernes y administres justicia. 2CR009009 Después regaló al rey ciento veinte talentos de oro y una cantidad increíble de aromas y de preciosísimas piedras. No se vieron jamás aromas tales como estos que dio la reina de Saba al rey Salomón. 2CR009010 Los vasallos de Hiram, con los de Salomón, trajeron también de Ofir oro y maderas de tino y piedras de gran valor. 2CR009011 De cuya madera de tino mandó el rey hacer la gradería del templo del Señor y del palacio real, como también las cítaras y los salterios para los cantores. No se vio nunca en el país de Judá madera como ésta 2CR009012 El rey Salomón, por su parte, dio a la reina de Saba todo cuanto quiso o pidió, y muchas más preciosidades que las que ella le había presentado; la cual se volvió, y regresó a su reino con sus criados. 2CR009013 Y pesaba el oro que traían a Salomón de año en año seiscientos sesenta y seis talentos, 2CR009014 sin contar la suma con que solían contribuir los diputados de diferentes naciones, y los comerciantes, y todos los reyes de Arabia, y los sátrapas de las provincias, los cuales conducían oro y plata a Salomón. 2CR009015 Hizo, pues, el rey Salomón doscientas picas de oro, cada una de las cuales llevaba el peso de seiscientos siclos de oro; 2CR009016 y asimismo trescientas rodelas o adargas de oro, cubierta cada una de trescientos siclos de oro; lo que puso el rey en la armería, que estaba situada en el palacio llamado del bosque. 2CR009017 Hizo también el rey un gran trono de marfil, y le revistió de finísimo oro; 2CR009018 asimismo seis gradas por las que se subía al trono, y una tarima de oro, y dos brazos, uno por cada parte, y dos leones arrimados a los brazos; 2CR009019 además de otros doce leoncillos puestos sobre las seis gradas del uno y del otro lado. En ningún otro reino hubo un trono semejante. 2CR009020 Asimismo, toda la vajilla de la mesa del rey era de oro, y era también de oro finísimo la vajilla de la casa o palacio del bosque del Líbano: porque la plata en aquel tiempo era reputada por nada. 2CR009021 Pues la flota del rey iba de tres en tres años a Tarsis con los siervos de Hiram, y traía de allí oro, y plata, y marfil, y monas, y pavos. 2CR009022 Salomón, pues, sobrepujó a todos los reyes de la tierra en riquezas y en gloria: 2CR009023 de suerte que todos los reyes de la tierra deseaban ver la cara de Salomón, para oír la sabiduría que Dios había infundido en su corazón; 2CR009024 y le llevaban presentes todos los años, vasos de oro y de plata, ropas preciosas y armas, y aromas, y caballos, y mulos. 2CR009025 Y tuvo Salomón en sus caballerizas cuarenta mil caballos y doce mil hombres de caballería, y los tenía en las ciudades destinadas a su alojamiento, y en Jerusalén donde él residía. 2CR009026 Y extendióse su poderío sobre todos los reyes, desde el río Eufrates hasta la tierra de los filisteos, y los confines de Egipto. 2CR009027 E hizo abundar tanto la plata en Jerusalén como las piedras, y los cedros como los cabrahigos que se crían en los campos. 2CR009028 Y traíanle caballos de Egipto y de todas las provincias. 2CR009029 Las demás acciones de Salomón, así las primeras como las postreras, están escritas en los libros de Natán, profeta, y en los de Ahías, silonita, y también en la visión de Addo, que profetizó contra Jeroboam, hijo de Nabat. 2CR009030 Reinó Salomón en Jerusalén sobre todo Israel cuarenta años. 2CR009031 Y fue a descansar con sus padres, y le sepultaron en la ciudad de David; sucediéndole en el reino su hijo Roboam. 2CR010001 En consecuencia, Roboam partió a Siquem porque había concurrido allí todo Israel para reconocerle por rey. 2CR010002 Lo cual oído por Jeroboam, hijo de Nabat, que se hallaba en Egipto (adonde se había refugiado, huyendo de Salomón), al punto dio la vuelta. 2CR010003 Y le enviaron a llamar; y uniéndose con todo Israel, fueron y hablaron a Roboam en estos términos: 2CR010004 Tu padre nos oprimió con un yugo durísimo; sea tu gobierno más suave que el de tu padre, el cual nos impuso una pesada esclavitud; alivíanos un poco la carga, si quieres que te sirvamos. 2CR010005 Respondió Roboam: Volved a mí de aquí a tres días. Retirado el pueblo, 2CR010006 tuvo consejo con los ancianos que habían estado alrededor de su padre Salomón, mientras vivía, y les dijo: ¿Qué me aconsejáis que responda al pueblo? 2CR010007 Los ancianos le contestaron: Si acaricias a este pueblo, y le aplacas con palabras dulces, ellos serán tus vasallos perpetuamente. 2CR010008 Mas Roboam no hizo caso del consejo de los ancianos; y comenzó a tratar la cosa con los jóvenes que se habían criado con él, y le hacían la corte; 2CR010009 y les dijo: ¿Qué os parece? ¿Y qué debo yo responder a este pueblo, que me ha venido a decir: Aligéranos el yugo que nos impuso tu padre? 2CR010010 Pero ellos, como mozos y criados con él entre delicias, le respondieron, diciendo: A ese pueblo que te ha dicho: Tu padre agravó nuestro yugo, aligéranosle tú; le has de hablar así y darle esta respuesta: Mi dedo meñique es mucho más grueso que los lomos de mi padre. 2CR010011 Mi padre cargó sobre vosotros un yugo pesado, pues yo añadiré mayor peso; mi padre os azotó con varas, y yo os azotaré con escorpiones. 2CR010012 Volvió, pues, Jeroboam con todo el pueblo al tercer día a Roboam, como éste se lo había mandado. 2CR010013 Y el rey, desechado el consejo de los ancianos, les respondió con dureza; 2CR010014 y les dijo conforme al parecer de los jóvenes: Mi padre cargó sobre vosotros un yugo pesado, y yo le agravaré más; mi padre os azotó con varas, mas yo he de azotaros con escorpiones, 2CR010015 Y no quiso condescender con los ruegos del pueblo; por ser voluntad de Dios que se cumpliese su palabra, anunciada por boca de Ahías, silonita, a Jeroboam, hijo de Nabat. 2CR010016 Entonces todo el pueblo, al oír la respuesta tan dura del rey, le habló así: Nosotros nada tenemos que ver con la casa de David; ni nada que esperar del hijo de Isaí. Retírate, ¡oh Israel!, a tus habitaciones; y tú, Roboam, hijo de David, rige tu casa. Y retiróse Israel a sus habitaciones. 2CR010017 Y Roboam quedó reinando sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de la tribu de Judá. 2CR010018 Envió después el rey Roboam a Aduram, superintendente de los tributos. Mas los hijos de Israel lo apedrearon, y fue muerto. En vista de lo cual el rey Roboam montó apresuradamente en su carroza y huyóse a Jerusalén. 2CR010019 Desde entonces se separó Israel de la casa de David; como lo está en el día de hoy. 2CR011001 Vuelto Roboam a Jerusalén, convocó de toda la tribu de Judá y de la de Benjamín ciento ochenta mil combatientes escogidos, para pelear contra Israel y reducirle a su dominio. 2CR011002 Pero el Señor habló a Semeías, varón de Dios, diciéndole: 2CR011003 Dile a Roboam, hijo de Salomón, rey de Judá, y a todo Israel, que se halla en Judá y en Benjamín: 2CR011004 Esto dice el Señor: No marcharéis ni pelearéis contra vuestros hermanos; vuélvase cada uno a su casa; pues se ha hecho esta división por voluntad mía. Así que oyeron ellos la palabra del Señor, se retiraron, y no pasaron adelante contra Jeroboam. 2CR011005 Y Roboam habitó en Jerusalén, y edificó ciudades para servir de fortalezas en el país de Judá; 2CR011006 y fortificó a Belén, y a Etam, y a Tecué, 2CR011007 y a Betsur, y Soco, y Odollam, 2CR011008 como también a Get, y Maresa, y Cif, 2CR011009 y Aduram, y Laquis, y Aceca, 2CR011010 e igualmente a Saraa, y Ayalón, y Hebrón, que estaban parte en el país de Judá y parte en el de Benjamín, todas ciudades muy fuertes. 2CR011011 Y habiéndolas cercado de muros, puso en ellas gobernadores, y almacenes de víveres, esto es, de aceite y vino. 2CR011012 Hizo además de esto en cada una de las ciudades una armería de escudos y de picas, y las fortificó con sumo esmero, y reinó sobre las tribus de Judá y Benjamín. 2CR011013 Por otra parte, los sacerdotes y levitas que había por todo Israel, se vinieron a Roboam de todos los lugares de su residencia, 2CR011014 abandonando sus ejidos y todos sus bienes, y pasándose a la parte de Judá y Jerusalén, por haberlos echado Jeroboam y sus sucesores, para que no ejerciesen las funciones del sacerdocio del Señor. 2CR011015 E instituyó Jeroboam sacerdotes de los lugares altos, y de los ídolos y de los becerros que había fabricado. 2CR011016 Pero de todas las tribus de Israel vinieron a Jerusalén a ofrecer sus sacrificios delante del Señor Dios de sus padres, cuantos hablan resuelto en su corazón seguir al Señor Dios de Israel. 2CR011017 Con lo que fortificaron el reino de Judá y afianzaron el trono de Roboam, hijo de Salomón, por tres años; porque solamente por tres años siguieron los caminos de David y de Salomón. 2CR011018 Roboam se casó con Mahalat, hija de Jerimot, hijo de David, y también con Abihail, hija de Eliab, hijo de Isaí; 2CR011019 de la cual tuvo a Jehús, y a Somerías, y a Zoom. 2CR011020 Después de ésta se casó con Maaca, hija de Absalón, la cual le dio a luz a Abía, a Etai, a Ciza y a Salomit. 2CR011021 Amó Roboam a Maaca, hija o nieta de Absalón, más que a todas sus mujeres principales y de segundo orden; siendo así que tuvo diez y ocho esposas y sesenta mujeres secundarias, y de ellas veintiocho hijos y sesenta hijas. 2CR011022 Pero diole a Abía, hijo de Maaca, la preferencia, poniéndole por cabeza de todos sus hermanos; por cuanto tenía el designio de darle el reino; 2CR011023 pues era el más sabio y el más valeroso de todos sus hijos; a cuyo fin esparció a éstos por los términos de Judá y de Benjamín, en todas las ciudades fortificadas; donde les dio alimentos en abundancia y les procuró muchas mujeres. 2CR012001 Fortalecido Roboam y asegurado en el reino, abandonó la ley del Señor, e hizo lo mismo todo Israel a su ejemplo. 2CR012002 Por tanto, el año quinto del reinado de Roboam (por haber pecado los israelitas contra el Señor), vino Sesac, rey de Egipto, contra Jerusalén, 2CR012003 con mil doscientos carros armados y sesenta mil hombres de a caballo; siendo además innumerable la gente que le seguía desde Egipto, es a saber, los de Libia y los trogloditas y los etíopes. 2CR012004 Y se apoderó de las ciudades más fuertes de Judá, y se adelantó hasta Jerusalén. 2CR012005 Entonces Semeías, profeta, se presentó ante Roboam, y los príncipes de Judá, que se habían congregado en Jerusalén huyendo de Sesac, y les dijo: Esto dice el Señor: Vosotros me abandonasteis, pues Yo también os abandono a vosotros en poder de Sesac. 2CR012006 A lo que respondieron consternados, así el rey como los príncipes de Israel: Justo es el Señor. 2CR012007 Pero viendo el Señor que se habían humillado, habló a Semeías, diciendo: Ya que se han humillado, no los acabaré, antes bien les daré un poquito de socorro, y no se derramará mi furor sobre Jerusalén por mano de Sesac. 2CR012008 Sin embargo, quedarán sujetos a él, para que conozcan la diferencia que va entre servirme a Mí y servir a los reyes de la tierra. 2CR012009 Así, pues, Sesac, rey de Egipto, se retiró de Jerusalén, llevándose consigo los tesoros del templo del Señor y del palacio real, y los broqueles de oro hechos por Salomón; 2CR012010 en lugar de los cuales mandó el rey hacer otros de bronce, entregándolos a los capitanes de los guardias que guardaban el atrio, o las puertas de palacio; 2CR012011 y cuando el rey había de ir al templo del Señor, venían los guardias y tomaban los broqueles y los volvían después a poner en la armería. 2CR012012 Mas, en fin, por haberse humillado, calmó la ira del Señor contra ellos y no fueron enteramente destruidos, a causa de que aun se hallaron buenas obras en Judá. 2CR012013 Con esto se alentó Roboam y continuó reinando en Jerusalén. Cuarenta y un años tenía cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén, ciudad escogida por el Señor entre todas las tribus de Israel para establecer en ella el culto de su nombre. Llamábase su madre Naama, y era amonita. 2CR012014 Roboam obró el mal y no dirigió su corazón en busca del Señor. 2CR012015 Sus acciones primeras y postreras están escritas en los libros de Semeías, profeta, y del profeta Addo, que las refieren exactísimamente. Roboam y Jeroboam tuvieron entre sí perpetua guerra. 2CR012016 Al fin, pasó Roboam a descansar con sus padres, y le enterraron en la ciudad de David; sucediéndole en el reino su hijo Abía. 2CR013001 El año decimoctavo del reinado de Jeroboam, entró a reinar en Judá Abía. 2CR013002 Tres años reinó en Jerusalén. Su madre se llamó Micaía, hijo de Uriel, de Gabaa. Y había guerra entre Abía y Jeroboam. 2CR013003 Saliendo, pues, Abía a campaña con cuatrocientos mil hombres, gente muy valerosa y escogida, se le opuso Jeroboam, presentando ochocientos mil hombres escogidos también y de gran valor para pelear. 2CR013004 Abía hizo alto sobre el monte Semerón, situado en la tribu de Efraím, y dijo: Escucha tú, ¡oh Jeroboam!, con todo Israel: 2CR013005 ¿Ignoráis acaso que el Señor Dios de Israel dio para siempre el reino de Israel a David y a sus hijos con pacto perpetuo? 2CR013006 ¿Y que Jeroboam, hijo de Nabat, siervo de Salomón, hijo de David, se levantó y se rebeló contra su señor? 2CR013007 ¿Y que se coligaron con él unos hombres vanísimos, e hijos de Belial, y prevalecieron contra Roboam, hijo de Salomón; por cuanto era Roboam inexperto y de corazón medroso, y no pudo resistirlos? 2CR013008 Ahora bien, vosotros decís que tenéis fuerza para resistir al reino del Señor, que posee él o gobierna por medio de los hijos de David; y tenéis una gran muchedumbre de gente, y los becerros de oro que os ha hecho Jeroboam para que sean dioses vuestros; 2CR013009 y habéis echado los sacerdotes del Señor, hijos de Aarón, y los levitas, y os habéis instituido otros sacerdotes a la manera de los demás pueblos de la tierra; cualquiera que se presente y consagre su mano inmolando un novillo y siete carneros queda hecho sacerdote de aquellos que no son dioses. 2CR013010 Pero el Señor nuestro es el Dios verdadero, a quien nosotros no hemos abandonado; y los sacerdotes del linaje de Aarón son los que sirven al Señor, como también los levitas en sus ministerios; 2CR013011 y los que ofrecen holocaustos al Señor cada día, mañana y tarde, y perfumes preparados según lo prescrito en la Ley, y ponen los panes encima de la mesa limpísima; y está en nuestro poder el candelero de oro con sus mecheros, que se encienden siempre a la tarde; en suma, nosotros observamos los mandamientos del Señor Dios nuestro, a quien vosotros habéis abandonado. 2CR013012 Por lo tanto, el caudillo de nuestro ejército es Dios, y sus sacerdotes son los que tocan los clarines, los que dan la señal contra vosotros. ¡Oh hijos de Israel!, no queráis pelear contra el Señor Dios de vuestros padres, porque no os tiene cuenta. 2CR013013 Mientras él hablaba así, Jeroboam le armaba asechanzas por la espalda. Y manteniéndose al frente de los enemigos, iba cercando con sus tropas a Judá, sin que éste lo advirtiese. 2CR013014 Mas volviendo Judá los ojos, vio que le acometían de frente y por las espaldas, y clamó al Señor, y los sacerdotes empezaron a tocar las trompetas. 2CR013015 Alzaron el grito todos los soldados de Judá, y he aquí que al estruendo de sus voces aterró Dios a Jeroboam y a todo Israel, que tenían cercados a Abía y a Judá, 2CR013016 Y los hijos de Israel volvieron las espaldas a Judá, en cuyas manos les abandonó Dios. 2CR013017 Con esto, Abía y su gente hicieron en ellos gran destrozo; tanto, que cayeron heridos quinientos mil valientes por parte de Israel. 2CR013018 Asi quedaron entonces abatidos los hijos de Israel, y los de Judá cobraron grandísimos bríos, por haber puesto su esperanza en el Señor Dios de sus padres. 2CR013019 Abía fue persiguiendo a Jeroboam en su fuga, y le tomó varias ciudades, a Betel con sus aldeas, a Jesana con las suyas y a Efrón también con las suyas. 2CR013020 Ni pudo Jeroboam alzar ya cabeza mientras vivió Abía; e hirióle el Señor y murió. 2CR013021 Después que se aseguró Abía en el trono, tomó catorce mujeres, y de ellas tuvo veintidós hijos y diez y seis hijas. 2CR013022 Las demás acciones de Abía, su proceder y sus obras están escritas exactamente en el libro del profeta Addo. 2CR014001 Pasó, en fin, Abía a descansar con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David; sucedióle en el reino su hijo Asá, en cuyo tiempo estuvo el país en paz por diez años. 2CR014002 Hizo Asá lo que era bueno y agradable a los ojos de su Dios, y derribó los altares de culto extranjero, y los adoratorios profanos de los lugares altos, 2CR014003 y quebró las estatuas, y taló los bosques sacrilegos, 2CR014004 y ordenó a Judá que siguiese al Señor Dios de sus padres, y practicase la Ley y todos los mandamientos, 2CR014005 y quitó de todas las ciudades de Judá los altares y los adoratorios, y reinó en paz. 2CR014006 Restauró también las ciudades fuertes de Judá; porque vivía con sosiego, y no se movió guerra ninguna en su tiempo, concediéndole el Señor la paz. 2CR014007 Entonces dijo a Judá: Reparemos estas ciudades y cerquémoslas de 'muros, y fortifiquémoslas con torres, y puertas, y cerraduras, ahora que por todas partes respiramos libres de guerras, por haber buscado al Señor Dios de nuestros padres y habernos dado Él paz por todo el contorno. Pusieron, pues, manos a la obra, sin que hubiese ningún estorbo que impidiese la restauración. 2CR014008 Tenía Asá en su ejército trescientos mil hombres de Judá, armados de broqueles y picas, y de Benjamín doscientos ochenta mil de rodela y aljaba, todos ellos gente valerosísima. 2CR014009 Contra éstos salió a campaña Zara, rey de Etiopía, con su ejército de un millón de hombres y trescientos carros de guerra, y avanzó hasta Maresa. 2CR014010 Asá, empero, marchó contra él, y le presentó la batalla en el valle de Sefata, que está junto a Maresa; 2CR014011 e invocó al Señor Dios, diciendo: Señor, para Ti lo mismo es dar socorro por medio de pocos que de muchos; ayúdanos, ¡oh Señor Dios nuestro!, pues que confiamos en Ti y en tu nombre hemos venido contra esta muchedumbre de gente. Señor, Tú eres nuestro Dios; no prevalezca el hombre contra Ti. 2CR014012 Con efecto, el Señor aterró a los etíopes a la vista de Asá y de Judá, y echaron a huir. 2CR014013 Les persiguió Asá con su gente hasta Gerara, y fueron los etíopes destrozados hasta no quedar hombre con vida, exterminados por el Señor, que los hería y por su ejército que peleaba. Cogieron, pues, un gran botín, 2CR014014 y destruyeron todas las ciudades al contorno de Gerara; porque se había apoderado de todos un grande terror, y las ciudades fueron saqueadas y se sacaron de ellas muchos despojos. 2CR014015 Asimismo destruyeron las majadas de las ovejas, y se llevaron infinita multitud de ganado menor y de camellos, y regresaron a Jerusalén. 2CR015001 Entonces Azarías, hijo de Obed, movido del espíritu de Dios, 2CR015002 fue a encontrar a Asá, y le dijo: Escuchadme, tú, ¡oh Asá!, y pueblos todos de Judá y de Benjamín: El Señor ha estado con vosotros en la batalla, porque vosotros habéis permanecido adictos a Él. Si vosotros lo buscareis, lo hallaréis; mas si lo abandonareis, os abandonará. 2CR015003 Mucho tiempo pasará Israel sin el verdadero Dios, sin sacerdote, sin doctor y sin ley. 2CR015004 Y cuando en medio de su angustia se convirtieren al Señor Dios de Israel y le buscaren, le hallarán. 2CR015005 Durante aquel tiempo no habrá seguridad para ir y venir, sino que por todos lados asaltarán terrores a todos los habitantes de la tierra; 2CR015006 porque una nación se levantará contra otra, y una ciudad contra otra ciudad, pues el Señor los conturbará con toda suerte de aflicciones. 2CR015007 Vosotros, entretanto, armaos de valor, y no desmayen vuestros brazos, puesto que habéis de recibir la recompensa de vuestras fatigas. 2CR015008 Oyendo Asá las palabras y profecías de Azarías, hijo de Obed, profeta, cobró aliento y quitó los ídolos de todo el país de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que había conquistado en la montaña de Efraím, y dedicó, o restableció el altar del Señor, que estaba colocado ante el pórtico del templo del Señor. 2CR015009 Y convocó a todo Judá y Benjamín, y con ellos a los forasteros de Efraím y de Manases, y de Simeón; pues se iban acogiendo a él muchos de Israel, viendo cuánto le favorecía el Señor su Dios. 2CR015010 Y venidos a Jerusalén el mes tercero del año decimoquinto del reinado de Asá, 2CR015011 inmolaron al Señor en aquel día setecientos bueyes y siete mil carneros, de los despojos y botín que había traído. 2CR015012 Entró después, según costumbre, a ratificar el pacto o promesa de que seguirían al Señor Dios de sus padres con todo el corazón y con toda su alma. 2CR015013 Y si alguno, dijo, no siguiere al Señor Dios de Israel, muera sin excepción, sea pequeño o grande, varón o mujer. 2CR015014 Y juraron al Señor en alta voz y con júbilo y al son de trompetas y clarines, 2CR015015 todos los que estaban en Judá, echándose imprecaciones, pues hicieron este juramento de todo su corazón, y buscaron al Señor con plena voluntad, y así es que lo hallaron; y dioles el Señor paz con todos sus vecinos. 2CR015016 Depuso también el rey a su madre Maaca de la augusta autoridad que gozaba, porque había colocado en un bosque el ídolo de Priapo; el cual rompió Asá, haciéndole mil pedazos, y le quemó en el torrente Cedrón. 2CR015017 No obstante, quedaron lugares altos de Israel; si bien el corazón de Asá fue perfecto todo el tiempo de su vida. 2CR015018 Entregó también al templo del Señor las cosas que su padre y él tenían ofrecidas en voto, el oro y la plata, y diferentes especies de vasos o utensilios. 2CR015019 Finalmente, no hubo guerra hasta el año treinta y cinco del reinado de Asá. 2CR016001 Pero el año treinta y seis del reinado de Asá entró Baasa, rey de Israel, en el país de Judá, y empezó a fortificar a Rama, para que ninguno del reino de Asá pudiese entrar y salir libremente. 2CR016002 Entonces sacó Asá la plata y el oro de los tesoros del templo del Señor y de los tesoros del rey, y envióselo a Benadad, rey de Siria, que tenía su corte en Damasco, diciéndole: 2CR016003 Hay alianza entre nosotros dos, al modo que la hubo entre mi padre y el tuyo; por lo tanto, te remito ese oro y plata, para que rompiendo el tratado que tienes hecho con Baasa, rey de Israel, le obligues a retirarse de mi país. 2CR016004 En vista de esta demostración despachó Benadad los generales de sus ejércitos contra las ciudades de Israel; los cuales batieron las ciudades de Ahión, de Dan, de Abelmaín, y todas las ciudades muradas de Neftalí. 2CR016005 Lo que sabido por Baasa, cesó de fortificar a Rama, y dejó la obra sin acabar. 2CR016006 Entretanto, el rey Asá tomó consigo toda la gente de Judá, y trajeron de Rama todas las piedras y maderas acopiadas por Baasa para la fábrica, y con ellas fortificó a Gabaa y a Masfa. 2CR016007 En aquel tiempo se presentó el profeta Hanani a Asá, rey de Judá, y le dijo: Por cuanto has puesto la confianza en el rey de Siria, y no en el Señor tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria se ha escapado de tus manos. 2CR016008 Pues qué, ¿no eran en mucho mayor número los etíopes y los de la Libia, con sus carros de guerra y caballería y tropas innumerables, y, no obstante, los entregó el Señor en tus manos, por haber puesto en Él tu confianza? 2CR016009 Ello es así que los ojos del Señor están contemplando toda la tierra, y dan fortaleza a los que creen en Él con perfecto corazón. Luego tú has procedido neciamente; y por eso desde aquí adelante se levantarán guerras contra ti. 2CR016010 Airado Asá contra el profeta, mandóle poner en un cepo, indignado sobremanera de esto que le había dicho; y en aquel tiempo quitó la vida a muchísimos del pueblo. 2CR016011 Mas los hechos de Asá, desde el principio hasta el fin, se hallan escritos en el libro de los anales de los reyes de Judá y de Israel. 2CR016012 Cayó, finalmente, enfermo Asá el año treinta y nueve de su reinado de un dolor de pies agudísimo, y ni aun en su dolencia recurrió al Señor, sino que confió más en el saber de los médicos. 2CR016013 Fue, pues, a descansar con sus padres, habiendo muerto el año cuarenta y uno de su reinado; 2CR016014 y le sepultaron en el sepulcro que había mandado abrir para sí en la ciudad de David, y lo pusieron sobre su lecho cubierto de aromas y de ungüentos exquisitos, preparados con arte por los perfumeros, y quemáronlos sobre él con pompa extraordinaria. 2CR017001 Sucedióle en el reino Josafat, su hijo, el cual prevaleció siempre contra Israel. 2CR017002 Y estableció compañías de soldados en todas las ciudades de Judá, cercadas de murallas, y puso guarniciones en tierra de Judá y en las ciudades de Efraím, conquistadas por su padre, Asá. 2CR017003 Y el Señor estuvo con Josafat, porque siguió los pasos primeros de David, su padre, y no puso confianza en los ídolos, 2CR017004 sino en el Dios de su padre, siguiendo el camino de sus mandamientos, y apartándose de los pecados de Israel. 2CR017005 Con esto le aseguró el Señor en la posesión del reino, y todo Judá ofrecía presentes a Josafat; de suerte que vino a tener inmensas riquezas y mucha gloria. 2CR017006 Y encendido su corazón en celo por la observancia de las leyes del Señor, quitó del país de Judá también los adoratorios de los lugares excelsos y los bosques profanos. 2CR017007 Asimismo el año tercero de su reinado dio comisión entre los magnates de su corte a Benhail y a Obdías, y a Zacarías, y a Natanael, y a Miqueas, para que enseñasen en las ciudades de Judá; 2CR017008 enviando con ellos a los levitas Semeías, y Natanías, y Zabadías, y Asael, y Semiramot, y Jonatán, y Adonías, y Tobías, y Tobadonías, levitas todos, acompañados de los sacerdotes Elisama y Joram; 2CR017009 los cuales adoctrinaban al pueblo de Judá, llevando consigo el libro de la ley del Señor; y recorrían todas las ciudades de Judá instruyendo al pueblo. 2CR017010 Con esto el terror del nombre del Señor se derramó por todos los reinos circunvecinos de Judá, y no se atrevían a mover guerra contra Josafat. 2CR017011 Y aun los mismos filisteos ofrecían presentes a Josafat y le pagaban un tributo en dinero; los árabes también le traían ganadas, siete mil setecientos carneros y otros tantos machos cabríos. 2CR017012 Fue, pues, Josafat haciéndose poderoso y creciendo en grandeza hasta lo sumo, y edificó en Judá alcázares a manera de torres, y ciudades muradas, 2CR017013 e hizo muchas obras en las ciudades de Judá. Tenía también en Jerusalén varones aguerridos y esforzados, 2CR017014 de los cuales ésta era la enumeración según sus casas y familias. En Judá los jefes del ejército eran el general Ednas, que tenía a sus órdenes trescientos mil hombres de gran valor; 2CR017015 y a éste le seguía Johanán, jefe que mandaba doscientos ochenta mil hombres. 2CR017016 Después venía Amasias, hijo de Cecri, consagrado al Señor, que tenía bajo su mando doscientos mil valientes. 2CR017017 Inmediato a éste venía el valiente campeón Eliada, que tenía a sus órdenes doscientos mil, armados de arco y broquel. 2CR017018 Tras éste venía Jozabad, y a sus órdenes ciento ochenta mil soldados de tropa ligera. 2CR017019 Todos éstos estaban prontos a las órdenes del rey, sin contar aquellos que había puesto de guarnición en las ciudades muradas por todo el país de Judá. 2CR018001 Fue, pues, Josafat muy rico, y adquirió mucha gloria, y emparentó con Acab. 2CR018002 Al cabo de algunos años pasó a visitar a éste en Samaria, por cuya llegada hizo matar Acab muchísimos carneros y bueyes para él y para la gente que con él había venido; y persuadióle a que fuese con él contra Ramot de Galaad. 2CR018003 Dijo, pues, Acab, el rey de Israel, a Josafat, rey de Judá: Tú y yo somos una misma cosa; y una misma cosa tu pueblo y el mío; y así iremos contigo a la guerra. 2CR018004 Añadió Josafat al rey de Israel: Ruégote que consultes en este lance qué es lo que dice el Señor. 2CR018005 Juntó, pues, el rey de Israel cuatrocientos profetas, y les dijo: ¿Debemos ir a atacar a Ramot de Galaad o estarnos quedos? Respondieron ellos: Marcha; que Dios entregará esa ciudad en poder del rey. 2CR018006 Replicó Josafat: ¿No hay aquí algún profeta del Señor, para que también le consultemos? 2CR018007 Dijo el rey de Israel a Josafat: Aquí hay un hombre por quien podemos inquirir la voluntad del Señor, mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino siempre desdichas; este tal es Miqueas, hijo de Jemla. Y respondió Josafat: No hables, ¡oh rey!, de esa manera. 2CR018008 Llamó, pues, el rey de Israel a uno de los eunucos o camareros, y díjole: Llama luego a Miqueas, hijo de Jemla. 2CR018009 Entretanto el rey de Israel y Josafat, rey de Judá, vestidos de traje real, estaban entrambos sentados en tronos; el sitio donde estaban era una plaza, junto a la puerta de Samaria; y todos aquellos profetas iban vaticinando en su presencia. 2CR018010 Sedecías, empero, hijo de Canaana, se hizo unas astas de hierro, y dijo: Esto dice el Señor: Con éstas voltearás tú a la Siria, hasta hacerla añicos. 2CR018011 Y todos aquellos profetas vaticinaban del mismo modo, diciendo: Sal contra Ramot de Galaad, tendrás próspero suceso; el Señor la entregará en poder del rey. 2CR018012 Por lo que el mensajero que había ido a llamar a Miqueas, previno a éste: Mira que todos los profetas a una voz anuncian al rey felices sucesos; por lo que te ruego que tu lenguaje sea conforme al suyo, y anuncies cosas favorables. 2CR018013 Respondióle Miqueas: Vive el Señor, que todo aquello que mi Dios me dijere, eso hablaré. 2CR018014 Presentóse, pues, al rey; el cual le dijo: Miqueas, ¿debemos mover guerra contra Ramot de Galaad o estarnos quietos? Respondióle Miqueas: Id; porque todo os saldrá felizmente y los enemigos serán entregados en vuestras manos. 2CR018015 Replicó el rey: En nombre del Señor te conjuro una y otra vez que no me hables sino la verdad. 2CR018016 Entonces dijo Miqueas: He visto a todo Israel disperso por los montes, como ovejas sin pastor; y ha dicho el Señor: Éstos no tienen quien los mande; que se vuelva cada uno en paz a su casa. 2CR018017 Y dijo el rey de Israel a Josafat: ¿No te dije yo que éste no me anunciaría cosa buena, sino sólo desdichas? 2CR018018 Pero Miqueas replicó: Pues oíd aún la palabra del Señor: He visto yo al Señor sentado en su trono, y a toda la milicia celestial en torno de Él a la diestra y a la siniestra. 2CR018019 Y ha dicho el Señor: ¿Quién engañará a Acab, rey de Israel, a fin de que salga a campaña y perezca en Ramot de Galaad? Y diciendo quién una cosa, y quién otra, 2CR018020 sobrevino cierto espíritu, y presentándose ante el Señor, dijo: Yo lo engañaré. Preguntóle el Señor: ¿Cómo lo engañarás tú? 2CR018021 Iré, respondió él, y seré un espíritu mentiroso en la boca de todos sus profetas. Y el Señor le contestó: Le engañarás, y te saldrás con ello; anda y hazlo así. 2CR018022 En consecuencia, ya ves cómo el Señor ha puesto o permitido el espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas; y el Señor mismo ha pronunciado contra ti desastres. 2CR018023 Entonces Sedecías, hijo de Canaana, se acercó y dio a Miqueas un bofetón, diciendo: ¿Por qué camino se ha ido de mí el espíritu del Señor, para ir a hablarte a ti? 2CR018024 Respondió Miqueas: Tú mismo lo verás en aquel día en que irás huyendo de aposento en aposento para esconderte. 2CR018025 Pero el rey de Israel dio una orden, diciendo: Prended a Miqueas, y conducidle a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo de Amelec. 2CR018026 Y les diréis: Esto manda el rey: metedle en la cárcel, y dadle un pedazo de pan y un poquito de agua, hasta mi feliz regreso. 2CR018027 A lo que dijo Miqueas: Si regresares tú felizmente, no será verdad que el Señor haya hablado por mi boca. Y añadió, Oíd, pueblos todos. 2CR018028 Sin embargo, el rey de Israel y Josafat, rey de Judá, marcharon contra Ramot de Galaad. 2CR018029 Mas el rey de Israel dijo a Josafat: Yo mudaré de traje y entraré de este modo en batalla; tú lleva tus vestidos. En efecto, el rey de Israel entró disfrazado en el combate. 2CR018030 Había dado el rey de Siria esta orden a los capitanes de su caballería: No peleéis contra nadie, chico ni grande, sino tan solamente contra el rey de Israel. 2CR018031 Y así luego que los comandantes de la caballería vieron a Josafat, dijeron: el rey de Israel es ése; y rodeándole cargaron sobre él. Pero él invocó a gritos al Señor, el cual le socorrió, y los desvió de su persona. 2CR018032 Porque habiendo visto los capitanes de la caballería que no era el rey de Israel, le dejaron. 2CR018033 Entretanto, sucedió que uno de la tropa, tirando sin objeto particular una saeta, hirió al rey de Israel entre el cuello y la espalda; por lo que dijo el rey a su cochero: Vuelve atrás, y sácame del combate, porque estoy herido. 2CR018034 Con esto se acabó en aquel día la guerra. El rey de Israel se mantuvo en su coche hasta la tarde, enfrente a los sirios, y murió al ponerse el sol. 2CR019001 Pero Josafat, rey de Judá, regresó a su palacio en Jerusalén, sano y salvo; 2CR019002 a cuyo encuentro vino Jehú, profeta, hijo de Hanani, y le dijo: Tú das socorro a un impío, y te estrechas en amistad con gente que aborrece al Señor; por lo tanto, merecerías experimentar la ira del Señor. 2CR019003 Mas se han hallado en ti buenas obras; pues arrancaste los bosques idolátricos de la tierra de Judá; y has convertido tu corazón en busca del Señor Dios de tus padres. 2CR019004 Habitó, pues, Josafat en Jerusalén, y salió de nuevo a visitar a su pueblo desde Bersabee hasta la montaña de Efríam, y redujo sus vasallos al Señor Dios de sus padres. 2CR019005 Puso además jueces en todas las ciudades fuertes de Judá, y en todas partes. 2CR019006 Y dando sus órdenes a los jueces: Mirad, les dijo, mirad lo que hacéis; porque ejercéis las veces, no de un hombre, sino del Señor, y cualquiera sentencia que diereis, recaerá sobre vosotros. 2CR019007 Esté con vosotros el temor del Señor; y haced todas las cosas con exactitud; pues en Dios nuestro Señor no cabe injusticia, ni aceptación de personas, ni codicia de dones. 2CR019008 Josafat estableció también en Jerusalén levitas, y sacerdotes, y príncipes o cabezas de las familias de Israel, para que hiciesen justicia a sus moradores y juzgasen las causas del Señor; 2CR019009 e intimóles sus órdenes, y dijo: Debéis portaros con fidelidad, y con sincero corazón en el temor del Señor. 2CR019010 En cualquier pleito entre familia y familia de vuestros hermanos que habitan en sus ciudades, que viniere a vuestro tribunal, siempre que se trate de la Ley, de los mandamientos, de las ceremonias o de los preceptos, los instruiréis, para que no pequen contra el Señor; a fin de que no descargue su ira sobre vosotros y sobre vuestros hermanos; obrando así no pecaréis. 2CR019011 A este fin Amarías, vuestro sacerdote y pontífice, presidirá en todo aquello que concierne a Dios; y Zabadías, hijo de Ismael, príncipe de la casa de Judá, presidirá en todo los negocios pertenecientes al servicio del rey; tenéis también entre vosotros los levitas, los cuales os servirán de maestros; cobrad ánimo y cumplid exactamente vuestros deberes, que el Señor os colmará de bienes. 2CR020001 Después de esto, se coligaron los hijos de Moab y los hijos de Ammón, y con ellos algunos amonitas contra Josafat, para hacerle la guerra. 2CR020002 Y llegaron unos mensajeros a avisar a Josafat, diciendo: Viene contra ti una gran muchedumbre de gente de los países de la otra parte del mar Muerto, y de la Siria; y ahora están acampados en Asasontamar, por otro nombre Engaddi. 2CR020003 Con esto, Josafat, atemorizado, se dedicó todo a suplicar al Señor, e intimó un ayuno a todo el pueblo de Judá. 2CR020004 Y juntóse el pueblo de Judá para implorar el socorro del Señor, y toda la gente venía desde sus ciudades a presentarle sus ruegos. 2CR020005 Y puesto Josafat en medio del concurso de Judá y de Jerusalén, en el templo del Señor, delante del atrio nuevo, 2CR020006 dijo: Señor Dios de nuestros padres, Tú eres el Dios del cielo, y el dueño de todos los reinos de las naciones; en tus manos están la fortaleza y el poder, y nadie puede resistirte. 2CR020007 ¿No es así, que Tú, ¡oh Dios nuestro!, acabaste con todos los moradores de esta tierra delante de Israel tu pueblo, y se la diste para siempre a los descendientes de tu amigo Abraham? 2CR020008 Los cuales la han habitado, y erigido en ella un santuario a tu nombre, diciendo: 2CR020009 Si descargaren males sobre nosotros, la espada vengadora, o peste, o hambre, nos presentaremos en tu acatamiento dentro de esta casa en que ha sido invocado tu nombre, y clamaremos a Ti en nuestras tribulaciones, y Tú nos oirás y nos salvarás. 2CR020010 Ahora, pues, los hijos de Ammón, y los de Moab, y los de la montaña de Seir, por cuyas tierras no permitiste que pasase Israel al salir de Egipto, antes se desvió Israel de ellos, y no los mató; 2CR020011 he aquí que proceden al contrario, y hacen todo esfuerzo para arrojarnos del país, cuya posesión nos diste. 2CR020012 ¡Oh Dios nuestro! ¿Y no castigarás Tú a esas gentes? En nosotros ciertamente no hay tanta fuerza que podamos resistir a esa multitud que nos acomete. Mas no sabiendo lo que debemos hacer, no nos queda otro recurso que volver a ti nuestros ojos. 2CR020013 Estaba a la sazón todo Judá delante del Señor con los niños, mujeres e hijos. 2CR020014 Hallábase allí Jehaziel, hijo de Zacarías, hijo de Banaías, hijo de Jehiel, hijo de Matanías, levita, de la familia de Asaf, y entró en él el espíritu del Señor en medio de aquel concurso, 2CR020015 y dijo: Atención, ¡oh pueblo de Judá!, y vosotros, habitantes de Jerusalén, y tú ¡oh rey Josafat!: Esto os dice el Señor: No tenéis que temer ni acobardaros a vista de esa muchedumbre, porque el combate no está a cargo vuestro, sino de Dios. 2CR020016 Mañana marcharéis contra ellos, pues han de subir por la cuesta llamada Sis, y los encontraréis en la extremidad del torrente que corre hacia el desierto de Jeruel. 2CR020017 No tendréis vosotros que pelear; manteneos solamente a pie firme con confianza, y veréis, ¡oh habitantes de Judá y Jerusalén!, el socorro del Señor sobre vosotros: no tenéis que temer ni acobardaros; mañana saldréis contra ellos, y el Señor estará con vosotros. 2CR020018 Al oír esto Josafat, y el pueblo de Judá, y los habitantes todos de Jerusalén, se postraron rostro por tierra ante el Señor, y lo adoraron. 2CR020019 Al mismo tiempo los levitas del linaje de Caat y del linaje de Coré cantaban alabanzas al Señor Dios de Israel con grandes voces que llegaban hasta el cielo. 2CR020020 Y a la mañana siguiente, poniéndose en movimiento tomaron el camino del desierto de Tecué; y comenzada la marcha, Josafat, puesto en medio de ellos, dijo: Oídme, ¡oh varones de Judá!, y vosotros, habitantes todos de Jerusalén: Confiad en el Señor vuestro, y estaréis seguros: creed a sus profetas, y todo irá felizmente. 2CR020021 Hizo después sus advertencias al pueblo, y señaló cantores del Señor, para que, distribuidos en coros, cantasen sus alabanzas, y, precediendo al ejército, dijesen todos a una voz: Glorificad al Señor, porque es eterna su misericordia. 2CR020022 Luego que dieron principio al canto, convirtió el Señor contra ellos mismos las estratagemas de los enemigos, es decir, de los amonitas, y de los moabitas, y de los pueblos de la montaña de Seir, que habían venido para pelear contra Judá, y quedaron derrotados. 2CR020023 Porque los amonitas y moabitas se levantaron contra los moradores de la montaña de Seir, y los destrozaron, y acabaron con ellos; y ejecutado esto, volviendo luego las armas contra sí mismos, se mataron unos a otros a cuchilladas. 2CR020024 Los de Judá, así que llegaron a la altura desde donde se descubre el desierto, vieron a lo lejos todo aquel espacioso campo cubierto de cadáveres, y que ni uno siquiera había escapado de la mortandad. 2CR020025 Llegó, pues, Josafat con todo su ejército para coger los despojos de los muertos; y hallaron entre los cadáveres muchas alhajas y vestidos, y vasos preciosísimos, y lo cogieron todo; siendo tanto el botín, que no sabían cómo llevarlo, ni pudieron en tres días recoger todos los despojos. 2CR020026 Finalmente, al cuarto día se reunieron en el valle de la bendición: pues por haber ellos bendecido allí al Señor, dieron a aquel lugar el nombre de valle de la bendición, que se conserva hasta hoy día. 2CR020027 Desde donde toda la tropa de Judá y los habitantes de Jerusalén regresaron a esta ciudad, precedidos de Josafat, alegres sobremanera por haberles concedido el Señor el triunfo de sus enemigos. 2CR020028 Y entraron en Jerusalén y en la casa del Señor al son de salterios, y de cítaras, y de trompetas. 2CR020029 Y derramóse el terror del Señor sobre todos los reinos comarcanos, así que oyeron cómo el Señor había peleado contra los enemigos de Israel. 2CR020030 Con esto quedó en paz el reino de Josafat, y diole el Señor tranquilidad por todas partes. 2CR020031 De esta suerte reinó Josafat sobre Judá; siendo de treinta y cinco años cuando comenzó a reinar; y reinó veinticinco años en Jerusalén; su madre se llamó Azuba, hija de Sehali. 2CR020032 E imitó a su padre Asá, sin degenerar de él en cosa alguna, haciendo lo que era acepto a los ojos del Señor. 2CR020033 Aunque no quitó los lugares excelsos, y el pueblo no había aún enderezado bien su corazón al Señor Dios de sus padres. 2CR020034 Los demás hechos de Josafat, desde el principio al fin, están escritos en el libro de Jehú, hijo de Henani, que los insertó en el libro de los reyes de Israel. 2CR020035 Al cabo Josafat, rey de Judá, muerto Acab, contrajo amistad con Ococías, rey de Israel, cuyas obras fueron sumamente impías. 2CR020036 Y se unió a él para construir naves que hiciesen el viaje a Tarsis, y formaron una armada en Asiongaber. 2CR020037 Mas Eliecer, hijo de Dodau dé Maresa, profetizó a Josafat, diciendo: Por cuanto has hecho liga con Ococías, el Señor ha destruido tus designios. En efecto, las naves dieron al través, y no pudieron hacer el viaje a Tarsis. 2CR021001 Pasó, en fin, Josafat a descansar con sus padres, y fue sepultado con ellos en la ciudad de David; sucedióle en el reinado su hijo Joram. 2CR021002 Cuyos hermanos, hijos de Josafat, fueron Azarías, y Jahiel, y Zacarías, y Azarías, y Miguel, y Safatías; todos hijos de Josafat, rey de Judá. 2CR021003 Y dioles su padre muchas sumas de oro y de plata, y preciosidades, y ciudades muy bien pertrechadas en Judá; pero el reino entregóselo a Joram, por ser el primogénito. 2CR021004 Tomó, pues, Joram posesión del reino de su padre; y asegurado en su trono, pasó a cuchillo a todos sus hermanos, y a algunos de los principales de Israel. 2CR021005 Treinta y dos años tenía Joram cuando comenzó a reinar; y reinó ocho años en Jerusalén. 2CR021006 Y siguió los pasos de los reyes de Israel, como lo había hecho la casa de Acab; pues tenía por mujer a una hija de éste, y así hizo lo malo en la presencia del Señor. 2CR021007 Mas el Señor no quiso destruir la casa de David, a causa del pacto hecho con él, y por haberle prometido que le dejaría a él y a sus hijos una lámpara en todo tiempo. 2CR021008 Por aquellos días se rebeló la Idumea, sacudiendo el yugo de Judá y creóse rey propio, 2CR021009 Y pasando a ella Joram con sus capitanes y con toda la caballería que consigo tenía, salió de noche y derrotó a los idumeos, y a todos los capitanes de su caballería, que le habían cercado. 2CR021010 Con todo eso la Idumea se mantuvo rebelde, sustrayéndose del dominio de Judá, como está hoy día. También en este tiempo se separó la ciudad de Lobna, negándole la obediencia, por haber Joram abandonado al Señor Dios de sus padres; 2CR021011 además de que erigió adoratorios en los lugares altos de las ciudades de Judá, e hizo idolatrar a los habitantes de Jerusalén, y prevaricar a Judá. 2CR021012 Entonces le entregaron una carta del profeta Elias, en la cual estaba escrito: Esto dice el Señor Dios de tu padre David: Ya que tú no has seguido las pisadas de Josafat, tu padre, ni las pisadas de Asá, rey de Judá, 2CR021013 sino que has andado por el camino de los reyes de Israel, y has hecho idolatrar a Judá, y a los habitantes de Jerusalén, imitando la impiedad de la casa de Acab, además de haber muerto a tus hermanos, estirpe de tu padre, harto mejores que tú, 2CR021014 he aquí que te castigará el Señor con un terrible azote a ti y a tu pueblo, y a tus hijos y mujeres, y a todas tus cosas. 2CR021015 Tú en particular enfermarás de una dolencia de vientre tan maligna, que irás echando las entrañas poco a poco un día tras otro. 2CR021016 Suscitó, pues, el Señor contra Joram el espíritu de los filisteos y de los árabes, confinantes con los etíopes. 2CR021017 Y entraron en la tierra de Judá, y la, devastaron, y saquearon cuanto había en el palacio del rey, llevándose además sus hijos y mujeres; sin que le quedase otro hijo que Joacaz, el cual era el menor de todos. 2CR021018 Y además de esto, hirióle el Señor con una enfermedad incurable de vientre. 2CR021019 De suerte que, sucediéndose unos a otros los días y estaciones, se pasaron dos años; hasta que, consumido lentamente de la podredumbre, tanto que arrojaba sus mismas entrañas, acabó juntamente de penar y de vivir. Muerto que fue de una tan horrible enfermedad, el pueblo no le celebró las exequias, quemándose perfumes, como a sus antecesores, según costumbre. 2CR021020 Treinta y dos años tenía cuando comenzó a reinar, y ocho años reinó en Jerusalén. Su proceder no fue recto. Le sepultaron en la ciudad de David, mas no en el sepulcro de los reyes. 2CR022001 Los habitantes de Jerusalén alzaron luego por rey, en lugar de Joram, a Ococías, el menor de sus hijos; porque los mayores de edad habían sido todos muertos por las guerrillas árabes que habían invadido el campamento; reinó, pues, Ococías, hijo de Joram, rey de Judá. 2CR022002 Cuarenta y dos años contaba Ococías cuando entró a reinar, y un año reinó en Jerusalén; llamábase su madre Atalía, hija de Acab, hijo de Amrí. 2CR022003 Pero también éste comenzó luego a seguir los pasos de la casa de Acab; porque su madre le precipitó en la impiedad. 2CR022004 Hizo, pues, lo malo en la presencia del Señor, como la casa de Acab; de la cual escogió sus consejeros, después de la muerte de su padre, para perdición suya. 2CR022005 Y se gobernó por sus consejos. Y salió con Joram, hijo de Acab, rey de Israel, a la guerra contra Hazael, rey de Siria, en Ramot de Galaad, donde los sirios hirieron a Joram; 2CR022006 el cual se retiró a Jezrael para curarse de sus heridas; pues fueron muchas las que recibió en aquella batalla. Por lo que Ococías, hijo de Joram, rey de Judá, bajó a visitar a Joram, hijo de Acab, que se hallaba enfermo en Jezrael; 2CR022007 porque fue voluntad de Dios, irritado contra Ococías, que éste pasase a visitar a Joram; y que, después de llegado, saliese con él contra Jehú, hijo de Namsi, a quien ungió el Señor para exterminar la casa de Acab. 2CR022008 Estando, pues, Jehú destruyendo la casa de Acab, se encontró con varios príncipes de Judá, y con los hijos de los hermanos de Ococías que estaban a su servicio, y les quitó la vida. 2CR022009 Y andando en busca del mismo Ococías, que se había escondido en Samaria, se apoderó de él: y traído a su presencia, le hizo quitar la vida; y le dieron sepultura en Jerusalén, por ser hijo o nieto de Josafat, el cual había seguido al Señor con todo su corazón; ni quedó ya esperanza alguna de que pudiese reinar nadie de la estirpe de Ococías. 2CR022010 Porque Atalía, su madre, viendo muerto a su hijo, se alzó con el reino, y mató toda la estirpe real de la casa de Joram. 2CR022011 Pero Josabet, hija del rey, cogió a Joás, hijo de Ococías, robándole de entre los demás hijos del rey, cuando los mataban, y le escondió juntamente con su nodriza en el templo, en la estancia del dormitorio de los sacerdotes y levitas. Esta Josabet que le escondió, y evitó que Atalía le matase, era hija del rey Joram, mujer del pontífice Joyada y hermana de Ococías. 2CR022012 Conservóse, pues, escondido en su compañía, en el templo del Señor, los seis años que duró el reinado de Atalía sobre el país. 2CR023001 Pero al séptimo año animóse Joyada; y uniéndose con los centuriones, es a saber, con Azarías, hijo de Jeroam, e Ismael, hijo de Joanán, y Azarías, hijo de Obed, y Maasías, hijo de Adaías, y Elisafat, hijo de Cecri, se coligó con ellos. 2CR023002 Los que recorriendo el país de Judá, juntaron los levitas de todas sus ciudades, y los príncipes de las familias de Israel, y vinieron a Jerusalén. 2CR023003 Y todo este congreso se coligó con el rey en el templo del Señor, y díjoles Joyada: Ved aquí al hijo del rey, él es el que reinará, como el Señor lo tiene predicho de los hijos de David. 2CR023004 Lo que vosotros debéis ejecutar es: 2CR023005 La tercera parte de vosotros, así sacerdotes y levitas como porteros que entráis de semana, estará en las puertas; otra tercera parte en la habitación del rey; y la otra tercera en la puerta llamada del fundamento; el resto de la gente esté en los patios del templo del Señor. 2CR023006 Nadie entre en la casa del Señor sino los sacerdotes y levitas que están de servicio; éstos sólo entren, por estar consagrados, y todo el resto de la gente esté de centinela ante la casa del Señor. 2CR023007 Los levitas estarán alrededor del rey, todos armados (a cualquier otro que entre en el templo, quítesele la vida), y acompañen al rey cuando entre y salga. 2CR023008 Los levitas, pues, y todo Judá ejecutaron puntualmente las órdenes del pontífice Joyada. tomó cada uno los hombres que tenía a su mando, así que los que venían según el turno para hacer la semana, como los que, cumplida su semana, debían salir; porque el pontífice Joyada no había permitido que se marchasen 11 2 R. 11, 12. las compañías de levitas, que al fin de la semana se sucedían unas a otras. 2CR023009 Y dio luego el Sumo Sacerdote Joyada a los centuriones las lanzas, y escudos, y rodelas, consagradas al templo del Señor por el rey David; 2CR023010 y apostó toda la gente, armada de dagas, desde la parte derecha del templo, hasta la izquierda delante del altar y del templo, alrededor del rey. 2CR023011 En seguida sacaron al hijo del rey, y le ciñeron la corona, y el testimonio, y le pusieron en la mano el libro de la Ley, y le proclamaron rey. Y el pontífice Joyada, asistido de sus hijos, le ungió; y aclamáronle, diciendo: Viva el rey. 2CR023012 Mas habiendo oído Atalía el alboroto del pueblo, que iba corriendo y vitoreando al rey, se presentó al pueblo en el templo del Señor; 2CR023013 y viendo, así que entró, al rey puesto sobre el estrado o trono, y a los príncipes y tropas que le rodeaban, y al pueblo todo haciendo fiesta, y tocando las trompetas, y cantando al son de varios instrumentos; y oídas sus aclamaciones, rasgó sus vestiduras, y dijo: ¡Traición, traición! 2CR023014 Pero el pontífice Joyada, acercándose a los centuriones y comandantes del ejército, les dijo: Sacadla de dentro del recinto del templo, y allá fuera degolladla; con lo que precavió el Sumo Sacerdote que fuese muerta dentro de la casa del Señor. 2CR023015 Ellos asiéronla del cuello; y así que hubo entrado por la puerta de los caballos de la casa real, allí pusieron fin a su vida. 2CR023016 Hizo después Joyada pacto entre él, y el pueblo todo con el rey, de que serían pueblo del Señor. 2CR023017 Por lo que todo el pueblo entró en el templo de Baal, y le destruyeron, e hicieron pedazos sus altares, y simulacros; y a Matan, sacerdote de Baal, le degollaron ante sus aras. 2CR023018 Joyada estableció prefectos de la casa del Señor, los cuales estaban subordinados a los sacerdotes y levitas, que habían sido distribuidos por David para el servicio del templo del Señor, para ofrecer al Señor los holocaustos, según está escrito en la Ley de Moisés, con cánticos de alegría, conforme a lo dispuesto por David. 2CR023019 Puso asimismo porteros en las puertas del templo del Señor, para que no entrase en él ninguno que por cualquiera causa fuese inmundo. 2CR023020 Y juntando consigo a los centuriones, y a los soldados más valientes, y a los príncipes del pueblo y toda la gente del país, dispusieron que bajase el rey de la casa del Señor, y le introdujeron por la puerta superior en el palacio del rey, y colocáronle en el real solio. 2CR023021 Con eso todo el pueblo del país celebró fiestas, y la ciudad quedó sosegada, habiendo perecido Atalía al filo de la espada. 2CR024001 De siete años era Joás cuando comenzó a reinar; y cuarenta años reinó en Jerusalén; llamábase su madre Sebia, y era natural de Bersabee. 2CR024002 E hizo Joás lo que es bueno delante del Señor, mientras vivió el sacerdote Joyada. 2CR024003 Quien le casó con dos mujeres, de quienes tuvo hijos e hijas. 2CR024004 Después de esto quiso Joás restaurar e! templo del Señor; 2CR024005 a cuyo fin, convocando los sacerdotes y levitas, díjoles: Salid por las ciudades de Judá y recoged de todo Israel el dinero para los reparos anuales del templo de vuestro Dios; y hacedlo presto. Pero los levitas obraron con negligencia. 2CR024006 Por lo que llamó el rey al príncipe de los sacerdotes Joyada, y le dijo: ¿Cómo no has tenido cuidado de obligar a los levitas a que recogiesen de Judá y de Jerusalén la contribución impuesta por Moisés, siervo del Señor, a todo el pueblo de Israel para la fábrica del Tabernáculo de la Alianza? 2CR024007 Porque la impiísima Atalía y sus hijos habían arruinado la casa de Dios, y se sirvieron de todas las cosas consagradas al templo del Señor para adornar el templo de Baal. 2CR024008 Mandó, pues, el rey que se hiciese un arca; la que colocaron junto a la puerta del templo del Señor, por la parte de afuera; 2CR024009 y se pregonó en Judá y en Jerusalén que cada cual trajese al Señor la contribución señalada por Moisés, siervo de Dios, a todo Israel en el desierto. 2CR024010 Alegráronse de esto todos los príncipes y el pueblo todo, y acudieron a echar en el Arca del Señor el dinero, de suerte que la llenaron. 2CR024011 Así que llegaba el tiempo de llevar el arca a la presencia del rey por manos de levitas (cuando veían que había mucha cantidad de dinero), venían el secretario del rey con un comisario elegido por el Sumo Sacerdote, y sacaban el dinero que había en el arca, la cual volvían a su sitio. Así lo hacían todos los días; y se recogió infinito dinero. 2CR024012 El cual entregaron al rey y Joyada a los sobrestantes de las obras del templo del Señor; y éstos pagaban con él a los canteros, y a los varios artífices que trabajaban para reparar la casa del Señor; e igualmente a los que trabajaban en hierro y en bronce, para asegurar lo que amenazaba ruina, 2CR024013 Y estos obreros trabajaban con esmero repararon las hendiduras de las paredes, restituyendo el templo del Señor a su antiguo estado y consolidándole perfectamente. 2CR024014 Acabadas todas las obras, presentaron al rey y a Joyada el sobrante del dinero, del cual se hicieron los vasos para el servicio del templo, y para los holocaustos, como las tazas y demás vasos de oro y de plata. Y mientras vivió Joyada se ofrecían continuamente holocaustos en la casa del Señor. 2CR024015 Pero Joyada, envejecido y cargado de días, vino a morir, siendo de edad de ciento y treinta años; 2CR024016 y fue sepultado en la ciudad de David con los reyes, por el bien que había hecho a Israel y a su casa. 2CR024017 Mas después de muerto Joyada entraron los príncipes de Judá a postrarse a los pies del rey; el cual, halagado con sus obsequios y lisonjeras razones, se dejó llevar de ellos. 2CR024018 Y así fue que abandonaron el templo del Señor Dios de sus padres, y dieron culto a los simulacros y bosques a ellos consagrados; pecado que acarreó la ira sobre Judá y Jerusalén. 2CR024019 Entretanto, el Señor les enviaba profetas para que se convirtiesen a Él; pero por más intimidaciones que les hacían, no eran escuchadas. 2CR024020 Por último, revistió Dios de su espíritu al Sumo Sacerdote Zacarías, hijo de Joyada; y presentándose delante del pueblo, les habló de esta manera: Esto dice el Señor Dios: ¿Por qué buscáis vuestra ruina traspasando los mandamientos del Señor, y le habéis abandonado para ser de Él abandonados? 2CR024021 Mas ellos, aunados contra Zacarías, lo apedrearon por orden del rey, en el atrio del templo del Señor. 2CR024022 Y no se acordó el rey Joás de los beneficios que le había hecho Joyada, padre de Zacarías, sino que mató a este hijo suyo; el cual dijo al morir: Véalo el Señor, y haga justicia. 2CR024023 Al cabo de un año salió a campaña contra él el ejército de Siria; entró en el país de Judá y en Jerusalén, y mató a todos los príncipes del pueblo, y remitieron todos los despojos a su rey, a Damasco. 2CR024024 A la verdad, aunque los sirios habían venido en cortísimo número, el Señor entregó en sus manos una multitud inmensa de hijos de Israel, por haber abandonado al Señor Dios de sus padres. También Joás fue maltratado por ellos de un modo ignominioso; 2CR024025 y al partirse le dejaron en grandes dolores; finalmente, sus propios criados se conjuraron contra él para vengar la sangre del hijo de Joyada, Sumo Sacerdote, y le asesinaron en su misma cama, y quedó muerto; y le enterraron en la ciudad de David, mas no en los sepulcros de los reyes. 2CR024026 Los que se conjuraron contra él fueron Zabad, hijo de Semmaat, amonita, y Jozabad, hijo de Semarit, moabita. 2CR024027 En orden a sus hijos, y a la suma del dinero que se recogió en su reinado, y al modo con que fue restaurada la casa de Dios, todo está escrito por menor en el libro de los reyes. Sucedióle en el reino su hijo Amasias. 2CR025001 De veinticinco años era Amasias cuando comenzó a reinar, y veintinueve años reinó en Jerusalén; llamóse su madre Joadán, natural de Jerusalén. 2CR025002 Y obró lo que es bueno en la presencia del Señor; mas no con un corazón perfecto. 2CR025003 Y luego que vio asegurado su imperio, hizo degollar a los criados que habían asesinado al rey, su padre; 2CR025004 pero no mató a sus hijos, conformándose con lo que está escrito en el libro de la Ley de Moisés, donde el Señor mandó expresamente: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres, sino que cada uno morirá por su pecado personal. 2CR025005 Congregó después Amasias a Judá, y según la distribución de familias, puso tribunos y centuriones en todo Judá y Benjamín; e hizo el censo de su población desde veinte años arriba, y halló trescientos mil mozos hábiles para la guerra, y el manejo de lanza y broquel. 2CR025006 Tomó también a su sueldo cien mil valientes de Israel, por cien talentos de plata. 2CR025007 Entonces vino a encontrarle un varón de Dios, y le dijo: ¡Oh rey!, no vaya contigo el ejército de Israel, porque el Señor no está con Israel, ni con ninguno de los hijos de Efraím; 2CR025008 y si piensas que en las guerras pende todo de la fuerza del ejército, Dios hará que tú seas vencido de los enemigos, porque en mano de Dios está el dar auxillio o poner en fuga. 2CR025009 Respondió Amasias al varón de Dios: ¿Pues y los cien talentos que he dado a los soldados de Israel? Replicóle el varón de Dios: Tiene el Señor de donde poder darte mucho más que eso. 2CR025010 Separó, pues, Amasias el ejército que le había venido de Efraím, para que se volviese a su país; y regresaron estas tropas a su tierra, muy irritadas contra Judá. 2CR025011 Amasias, lleno de confianza, puso en movimiento su gente, y se dirigió al valle de las salinas, donde derrotó a diez mil de los hijos de Seir o idumeos. 2CR025012 Los hijos de Judá hicieron prisioneros a otros diez mil hombres, y los condujeron a la cima de un despeñadero, desde cuya altura los precipitaron, reventando todos ellos. 2CR025013 Pero aquel ejército que había despedido Amasias por no llevarlo consigo a la guerra, se derramó por las ciudades de Judá, desde Samaria hasta Betorón; y habiendo pasado a cuchillo a tres mil presonas, recogió mucho botín. 2CR025014 Empero, Amasias, después de la derrota de los idumeos, trayéndose consigo los dioses de los hijos de Seir, los tomó por dioses suyos, y los adoraba y ofrecía incienso. 2CR025015 Por lo cual, enojado el Señor contra Amasias, envióle un profeta que le dijese: ¿Cómo has adorado tú a unos dioses que no han podido librar a su pueblo de tus manos? 2CR025016 Y diciéndole esto el profeta, le respondió Amasias: ¿Eres tú, por ventura, consejero del rey? Calla, si no quieres que te mande quitar la vida. Mas el profeta dijo al partirse: Sé que Dios ha decretado hacerte morir a ti por esa maldad que has cometido, y porque además no has dado oídos a mis consejos. 2CR025017 Tomó, pues, Amasias, rey de Judá, una pésima resolución, y envió a decir a Joás, hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel, como desafiándole: Ven y nos veremos las caras. 2CR025018 Mas éste le volvió a enviar los mensajeros, diciendo: El cardo que se cría en el Líbano envió a decir al cedro del Líbano: Da tu hija por mujer a mi hijo; y he aquí que las bestias que había en los bosques del Líbano pasaron y hollaron el cardo. 2CR025019 Tú has dicho: Yo he derrotado a los idumeos, y con esto se ha engreído y ensoberbecido tu corazón; estáte quieto en tu casa; ¿a qué propósito provocas contra ti los desastres para perderte tú y Judá contigo? 2CR025020 No quiso escuchar Amasias; porque era disposición del Señor que fuese entregado en manos de sus enemigos, a causa de los dioses de Edom que adoraban. 2CR025021 Con esto salió a campaña Joás, rey de Israel, y se hallaron los dos, uno enfrente del otro. Estaba acampado Amasias, rey de Judá, en Betsamés de Judá; 2CR025022 y se amilanó Judá a la vista de Israel, y huyó a sus estancias. 2CR025023 Y Amasias, rey de Judá, hijo de Joás, hijo de Joacaz, fue hecho prisionero en Betsamés por Joás, rey de Israel, quien le llevó a Jerusalén: cuya muralla derribó por espacio de cuatrocientos codos, desde la puerta de Efraím hasta la puerta del ángulo. 2CR025024 Y llevóse a Samaria todo el oro y la plata, y cuantos vasos halló en la casa de Dios, y en la habitación de Obededom, y en los tesoros de la casa real, y asimismo los hijos de los que estaban en rehenes. 2CR025025 Vivió Amasias, rey de Judá, hijo de Joás, quince años después de la muerte de Joás, rey de Israel, hijo de Joacaz. 2CR025026 Las demás acciones de Amasias, desde el principio al fin, están escritas en el libro de los reyes de Judá y de Israel. 2CR025027 Después que se apartó del Señor, tramaron una conjuración contra él en Jerusalén; y habiéndose huido a Laquis, despacharon gentes para que allí le asesinasen, como lo hicieron. 2CR025028 Y transportando el cadáver en caballos, le sepultaron con sus padres en la ciudad de David. 2CR026001 Después todo el pueblo de Judá proclamó por rey en lugar de Amasias a su hijo Ocias, de edad de diez y seis años. 2CR026002 Éste reedificó a Ailat, habiéndola restituido al dominio de Judá, después que el rey Amasias fue a descansar con sus padres. 2CR026003 Diez y seis años tenía Ocias cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y dos años en Jerusalén; llamábase su madre Jequelia, natural de Jerusalén. 2CR026004 E hizo lo que era recto a los ojos del Señor, imitando en todo a su padre Amasias. 2CR026005 Buscó con ansia al Señor mientras vivió Zacarías, varón prudente y profeta del Señor; y el Señor, a quien él buscaba, lo encaminó bien en todas las cosas. 2CR026006 En fin, salió a campaña, y peleó contra los filisteos, y derribó los muros de Gea, y los de Jabnia, y los de Azoto; edificó asimismo castillos en Azoto, y en tierra de los filisteos; 2CR026007 ayudóle Dios contra los filisteos, y contra árabes, habitantes de Gurbaal, y contra los amonitas. 2CR026008 Los amonitas pagaban tributo a Ocias, cuyo nombre se hizo célebre, a causa de sus continuas victorias, hasta la entrada de Egipto. 2CR026009 Edificó también Ocias torres en Jerusalén sobre las puertas del ángulo, y sobre la puerta del valle, y otras en el mismo lado del muro, y las fortificó. 2CR026010 Levantó también torres y cortijos en el desierto, e hizo muchísimas cisternas, pues tenía muchos ganados, así en las campiñas, como en el vasto país del desierto, Tuvo igualmente viñas y viñadores en los montes, y especialmente en el Carmelo; porque era hombre muy dado a la agricultura. 2CR026011 El ejército de sus guerreros, que salía a campaña, estaba bajo el mando de Hehiel, secretario, y de Maasías, doctor de la ley, y de Hananías, uno de los generales del rey. 2CR026012 El número total de los príncipes o jefes de familia varones esforzados, ascendía a dos mil seiscientos. 2CR026013 Éstos tenían a su mando todo el ejército, compuesto de trescientos siete mil quinientos hombres hábiles para la guerra, y que combatían contra los enemigos del rey. 2CR026014 A todo este ejército le proveyó Ocias de broqueles, y lanzas, y de yelmos, y corazas, y de areos, y de hondas para tirar piedras. 2CR026015 Además construyó en Jerusalén máquinas de varias especies, que colocó en las torres, y en los ángulos de los muros para disparar saetas y piedras grandes; y extendióse muy lejos la gloria de su nombre, porque el Señor le asistía y daba vigor. 2CR026016 Mas al verse tan poderoso, engrióse su corazón para ruina suya, y despreció a su Señor Dios; y habiendo entrado en el templo del Señor, quiso ofrecer allí incienso sobre el altar de los perfumes. 2CR026017 Al instante entró en pos de él Azarías, Sumo Pontífice, acompañado de ochenta sacerdotes del Señor, hombres de gran firmeza; 2CR026018 y se opusieron al rey, y le dijeron: ¡Oh Ocias!, no te pertenece a ti el ofrecer incienso al Señor, sino a los sacerdotes, esto es, a los hijos de Aarón que han sido consagrados para este ministerio. Sal del santuario; no quieras despreciar nuestro consejo; porque no será esa acción gloriosa para ti delante del Señor, sino criminal. 2CR026019 Pero Ocias, arrebatado de cólera, y teniendo en la mano el incensario para ofrecer el incienso, amenazaba a los sacerdotes. Y de repente apareció la lepra en su frente, a la vista de los sacerdotes, en la casa del Señor, junto al altar de los perfumes. 2CR026020 Y habiéndole mirado Azarías, Sumo Sacerdote, y todos los demás sacerdotes, echaron de ver la lepra en su frente, y a toda prisa le hicieron salir fuera. Y él mismo, despavorido, se apresuró a salir, porque había sentido de repente el castigo que le había enviado el Señor. 2CR026021 Estuvo, pues, el rey Ocias leproso hasta su muerte, y habitó en una casa separada, cubierto de lepra, por motivo de la cual había sido echado del templo del Señor. Entretanto, su hijo Joatán tomó el gobierno de la casa real, y administraba justicia al pueblo. 2CR026022 Los demás hechos primeros y postreros de Ocias los escribió el profeta Isaías, hijo de Amos. 2CR026023 Al fin fue Ocias a descansar con sus padres, y le sepultaron en el campo dejos reales sepulcros; fuera de ellos, porque era leproso. Sucedióle en el reino su hijo Joatán. 2CR027001 Veinticinco años tenía Joatán cuando comenzó a reinar, y diez y seis años reinó en Jerusalén; llamábase su madre Jerusa, hija de Sadoc. 2CR027002 Y procedió con rectitud en la presencia del Señor, conforme a todo lo que había hecho su padre Ocias, salvo que no se entremetió en el templo del Señor; pero el pueblo seguía todavía en los desórdenes. 2CR027003 Joatán fue el que fabricó la puerta altísima del templo del Señor, e hizo muchas obras en los muros de. la torre Ofel. 2CR027004 También edificó ciudades en las montañas de Judá, y castillos y torres en los bosques. 2CR027005 Éste hizo guerra al rey de los amonitas, a los cuales sujetó; por lo que le dieron por entonces los amonitas cien talentos de plata, y diez mil coros, o cargas, de trigo, y otros tantos de cebada; esto mismo le dieron los amonitas el segundo y tercer año. 2CR027006 Joatán, pues, se hizo poderoso, por haber procedido rectamente en los ojos del Señor suyo. 2CR027007 Los demás hechos de Joatán y todas sus batallas y empresas están escritas en el libro de los reyes de Israel y de Judá. 2CR027008 De veinticinco años era cuando entró a reinar; y reinó diez y seis años en Jerusalén. 2CR027009 Finalmente, Joatán fue a descansar con sus padres, y le sepultaron en la ciudad de David; sucedióle en el trono su hijo Acaz. 2CR028001 Veinte años tenía Acaz cuando comenzó a reinar; y diez y seis años reinó en Jerusalén. No se portó bien en la presencia del Señor, como su padre David; 2CR028002 sino que siguió los senderos de los reyes de Israel; y además fundió estatuas a los baales, o ídolos. 2CR028003 Éste es aquel que ofreció incienso en el valle de Benennom, e hizo pasar sus hijos por el fuego, según el rito idolátrico de las naciones exterminadas por el Señor al arribo de los hijos de Israel. 2CR028004 Asimismo ofrecía sacrificios, y quemaba perfumes en las alturas, y en los collados, y debajo de todo árbol frondoso. 2CR028005 Por eso el Señor Dios suyo le entregó en poder del rey de Siria, el cual le derrotó, y cogió un gran botín de su reino, y se lo llevó a Damasco. También fue entregado en manos del rey de Israel, que hizo gran destrozo en su gente. 2CR028006 Pues Facee, hijo de Romelia, mató en un solo día ciento veinte mil hombres de Judá, todos ellos bravos soldados; porque habían abandonado al Señor Dios de sus padres. 2CR028007 Por el mismo tiempo Cecri, hombre poderoso de Efraím, mató a Maanías, hijo del rey, y a Ezrica, su mayordomo, como también a Elcana, que tenía el segundo lugar después del rey. 2CR028008 Y los hijos de Israel hicieron cautivos de sus hermanos doscientos mil, mujeres, niños y niñas, y cogieron infinitos despojos, y los condujeron a Samaria. 2CR028009 Había allí en aquella sazón un profeta del Señor, llamado Oded, el cual, saliendo al encuentro del ejército que venía a Samaria, les dijo: Habéis visto que el Señor Dios de vuestros padres, irritado contra los hijos de Judá, los ha entregado en vuestras manos; mas vosotros les habéis quitado la vida atrozmente: tanto que vuestra crueldad ha subido hasta el cielo. 2CR028010 Además de esto, queréis subyugar a los hijos de Judá y de Jerusalén como a esclavos y a esclavas, cosa que de ninguna manera debéis hacer; pues en esto pecáis contra el Señor Dios vuestro. 2CR028011 Oíd, pues, ahora mi consejo: Volved a enviar a sus casas esos prisioneros hermanos vuestros que habéis traído acá; porque el furor grande del Señor está para caer sobre vosotros. 2CR028012 Con esto algunos de los príncipes de los hijos de Efraím, o de Israel, Azarías, hijo de Johanán; Baraquías, hijo de Mesollamot; Ezequías, hijo de Sellum, y Amasa, hijo de Adalí, se opusieron a pie firme a los que venían de la batalla, 2CR028013 y les dijeron: No introduciréis acá esos cautivos; porque pecaríamos contra el Señor. ¿Cómo pretendéis aumentar vuestros pecados, y colmar la medida de los antiguos delitos, puesto que es ése un gran pecado y la terrible ira del Señor va a descargar sobre Israel? 2CR028014 Con eso los soldados soltaron los despojos y todo cuanto habían cogido delante de aquellos príncipes y de todo el pueblo; 2CR028015 y los varones antes mencionados, tomando a los cautivos y a todos los desnudos, los vistieron de los despojos; y después de haberlos vestido y confortado con comida y bebida, y ungido para aliviarlos del cansancio, y cuidádolos con mucho esmero, montaron en jumentos a los que no podían andar y eran de cuerpo débil y los condujeron a Jericó, ciudad de las palmas, a sus hermanos, y después se volvieron a Samaria. 2CR028016 En aquel tiempo envió el rey Acaz a pedir socorro al rey de los asirlos. 2CR028017 Entretanto, entraron los idumeos en el país de Judá, y mataron mucha gente, y cogieron un gran botín. 2CR028018 Asimismo, los filisteos se derramaron por las ciudades de la llanura, y por la parte meridional de Judá, y se apoderaron de Betsamés y de Ayalón, y de Gaderot, como también de Soco y de Tamnán, y de Gamzo con sus aldeas, y se establecieron en ellas. 2CR028019 Porque el Señor había humillado a Judá por los pecados de Acaz, rey de Judá, a quien dejó sin amparo por su desprecio del Señor. 2CR028020 El cual hizo mover contra él a Teglatfalasar, rey de los asirios, que también le afligió, y taló el país sin hallar resistencia alguna. 2CR028021 Acaz, pues, despojando el templo del Señor, y el palacio real, y las casas de los príncipes, ofreció dones al rey de los asirios, y, sin embargo, de nada le sirvió. 2CR028022 Sobre todo esto, en el mismo tiempo de su angustia aumentó las ofensas contra el Señor; de suerte que el mismo rey Acaz en persona 2CR028023 inmoló víctimas a los dioses de Damasco que creía sus enemigos, diciendo: Los dioses de los reyes de Siria son los que los protegen: yo los aplacaré, pues, con sacrificios y se pondrán de mi parte; cuando, al contrario, ellos fueron la causa de su ruina y la de todo Israel. 2CR028024 Acaz, pues, habiendo quitado todos los vasos de la casa de Dios y hediólos pedazos, cerró las puertas del templo de Dios y erigióse altares en todas las esquinas de Jerusalén, 2CR028025 Asimismo los erigió en todas las ciudades de Judá para quemar sobre ellos incienso, provocando la indignación del Señor Dios de sus padres. 2CR028026 Las demás cosas suyas, y todas sus obras primeras y postreras, están escritas en el libro de los reyes de Judá y de Israel. 2CR028027 En fin, pasó Acaz a descansar con sus padres, y le sepultaron en la ciudad de Jerusalén, pues no quisieron colocarle en los sepulcros de los reyes de Israel o Judá. Sucedióle en el reino su hijo Ezequías. 2CR029001 Comenzó, pues, a reinar Ezequías a la edad de veinticinco años; y reinó veintinueve en Jerusalén; su madre se llamó Abía, hija de Zacarías. 2CR029002 E hizo lo que era acepto a los ojos del Señor, siguiendo en todo el proceder de su padre David. 2CR029003 En el primer año y mes de su reinado abrió las puertas del templo del Señor y las renovó. 2CR029004 E hizo volver los sacerdotes y levitas, y juntándolos en la plaza oriental, 2CR029005 les dijo: Escuchadme, ¡oh levitas!: Purificaos; limpiad la casa del Señor Dios de vuestros padres, y quitad del santuario toda inmundicia. 2CR029006 Pecaron nuestros padres y cometieron la maldad en presencia del Señor Dios nuestro, abandonándole: apartaron sus rostros del Tabernáculo del Señor, y volviéronle la espalda. 2CR029007 Cerraron las puertas del atrio y apagaron las lámparas; dejaron de quemar el incienso, y de ofrecer los holocaustos en el santuario al Dios de Israel. 2CR029008 Por eso la ira del Señor se ha encendido contra Judá y Jerusalén, y los ha abandonado a la turbación, y a la ruina, y al escarnio; como vosotros mismos lo estáis viendo con vuestros ojos. 2CR029009 Ved cómo vuestros padres han perecido al filo de la espada, y nuestros hijos e hijas y nuestras mujeres han sido llevadas cautivas por esa maldad. 2CR029010 Ahora, pues, yo deseo que hagamos alianza con el Señor Dios de Israel, a fin de que aparte de nosotros el furor de su ira. 2CR029011 Hijos míos, no seáis negligentes; a vosotros os ha escogido el Señor para que asistáis en su presencia, y le sirváis y deis culto, y le ofrezcáis incienso. 2CR029012 Al punto se presentaron los levitas: del linaje de Caat, Mahat, hijo de Amasaí, y Joel, hijo de Azarías; del linaje de Merari, Cis, hijo de Abdi, y Azarías, hijo de Jalaleel; del linaje de Gersom, Joah, hijo de Cemma, y Edem, hijo de Joah; 2CR029013 del linaje de Elisafán, Samri y Jahiel; del linaje de Asaf, Zacarías y Matanías. 2CR029014 Asimismo del linaje de Hernán, Jahiel y Semeí, y del linaje de Iditún, Semeías y Ociel. 2CR029015 Los cuales congregaron a sus hermanos y se purificaron, y entraron, conforme a la orden del rey y al mandamiento del Señor, en la casa de Dios para purificarla. 2CR029016 Igualmente los sacerdotes, habiendo entrado en el santuario del templo del Señor para purificarle, sacaron al atrio de la casa del Señor todas las inmundicias que hallaron dentro, y de allí las cogieron los levitas y lleváronlas fuera, al torrente de Cedrón. 2CR029017 El día primero del primer mes, llamado Nisán, principiaron a limpiar, y el día octavo del mismo mes entraron en el pórtico del templo del Señor, y por ocho días estuvieron purificando el templo; y a los dieciséis del dicho mes acabaron la obra comenzada. 2CR029018 Presentáronse luego al rey Ezequías, y le dijeron: Hemos purificado toda la casa del Señor, y el altar de los holocaustos y sus instrumentos, como también la mesa de la proposición con todos sus utensilios, 2CR029019 y todas las alhajas del templo, profanadas por el rey Acaz durante su reinado, después que prevaricó; y he aquí que están todas puestas en orden delante del altar del Señor. 2CR029020 En consecuencia, el rey Ezequías, levantándose muy de mañana, congregó a todos los príncipes o magnates de la ciudad y subió al templo del Señor, 2CR029021 Y ofrecieron todos juntos siete toros, y siete carneros, y siete corderos, y siete machos cabríos por la expiación del pecado, por el reino o delitos del rey, por la profanación del santuario y por los pecados de todo Judá; y dijo a los sacerdotes, hijos de Aarón, que los ofreciesen sobre el altar del Señor. 2CR029022 Sacrificaron, pues, los sacerdotes los toros, y recibieron la sangre, y derramáronla sobre el altar; como también los carneros, y asimismo los corderos, cuya sangre derramaron igualmente sobre el altar. 2CR029023 En cuanto a los machos cabríos ofrecidos por el pecado, los hicieron arrimar delante del rey y de todo el pueblo, y pusieron sus manos sobre ellos, 2CR029024 y los inmolaron los sacerdotes, y con su sangre rociaron el altar por la expiación de los pecados de todo Israel; porque el rey había mandado que se ofreciese holocausto por todo Israel, y por el pecado. 2CR029025 Estableció también levitas en el templo del Señor con sus címbalos, y salterios, y cítaras, según la disposición del rey David, y de Gad, profeta, y del profeta Natán: porque éste fue un mandamiento del Señor, intimado por medio de sus profecías. 2CR029026 Y estos levitas asistieron con los instrumentos músicos de David, y los sacerdotes con las trompetas. 2CR029027 Entonces ordenó Ezequías que se ofreciesen los holocaustos sobre el altar; y mientras que los holocaustos se ofrecían, comenzaron a cantar las alabanzas del Señor, y a tocar las trompetas, y a acompañar el canto con los varios instrumentos músicos, dispuestos por David, rey de Israel. 2CR029028 Entretanto, mientras todo el pueblo adoraba al Señor, los cantores y los que tenían las trompetas hacían su oficio, hasta que fue consumido el holocausto. 2CR029029 Concluida la ofrenda, el rey y todos los que con él estaban, postrándose, adoraron al Señor. 2CR029030 En fin, Ezequías y los príncipes mandaron a los levitas que alabasen al Señor con los cánticos de David y del profeta Asaf; e hiciéronlo con grande alegría, y dobladas las rodillas en tierra adoraron al Señor. 2CR029031 Añadió todavía Ezequías: Vosotros habéis sido consagrados al Señor: venid, pues, y ofreced víctimas y alabanzas en la casa del Señor. Y toda la muchedumbre ofreció víctimas y alabanzas y holocaustos con devoto corazón. 2CR029032 El número de los holocaustos ofrecidos por el pueblo fue éste: Setenta toros, cien carneros y doscientos corderos. 2CR029033 Además consagraron al Señor seiscientos bueyes y tres mil ovejas. 2CR029034 Pero los sacerdotes eran pocos, y no bastaban por sí solos para desollar las reses de los holocaustos; por cuyo motivo les ayudaron los levitas sus hermanos, hasta que se acabó la función, y se hubieron purificado más sacerdotes; porque los levitas se purifican con menos ceremonias que los sacerdotes. 2CR029035 Así fueron muchísimos los holocaustos, y las grosuras de las víctimas pacíficas, y las libaciones de los holocaustos; y quedó restablecido el culto del templo del Señor. 2CR029036 De lo que manifestaron gran gozo Ezequías y todo el pueblo, viendo la restauración del culto del Señor. Porque semejante resolución había sido tomada de improviso. 2CR030001 Envió, pues, Ezequías por todo Israel y Judá, y en particular escribió cartas a Efraím y a Manases, convidándolos a venir al templo del Señor en Jerusalén para celebrar la pascua al Señor Dios de Israel. 2CR030002 Pues habiendo tenido consejo el rey con los príncipes o magistrados y con toda la sinagoga de Jerusalén, determinaron celebrar la pascua en el mes segundo; 2CR030003 visto que no habían podido celebrarla a su tiempo por cuanto no estaban purificados bastantes sacerdotes, y el pueblo no se había podido reunir todavía en Jerusalén. 2CR030004 Fue esta resolución muy del agrado de] rey y de toda la muchedumbre. 2CR030005 Por lo que determinaron enviar mensajeros por todo Israel desde Bersebee hasta Dan, convidando a los pueblos a venir a celebrar la pascua del Señor Dios de Israel en Jerusalén; pues muchos no la habían celebrado tiempo había, a pesar de lo ordenado por la ley. 2CR030006 En efecto, salieron correos de orden del rey y de sus magnates con cartas circulares para todo Israel y Judá; en las cuales, conforme a lo mandado por el rey se decía: Hijos de Israel, convertios al Señor Dios de Abraham, y de Isaac, y de Israel, y Él acogerá las reliquias que han escapado del poder del rey de los asirios. 2CR030007 No queráis imitar a vuestros padres y hermanos, que se alejaron del Señor Dios de sus padres, y el Señor los abandonó a la perdición, como vosotros mismos estáis viendo. 2CR030008 No endurezcáis vuestros corazones, como vuestros padres; rendios al Señor, y venid a su santuario, que santificó para siempre; servid al Señor Dios de vuestros padres, y se apartará de vosotros su furor e indignación. 2CR030009 Porque si vosotros os convertís al Señor, vuestros hermanos e hijos hallarán compasión en sus amos, que los llevaron cautivos, y volverán a esta tierra; puesto que piadoso y clemente es el Señor vuestro Dios, y no ha de torcer su rostro si os volviereis a Él. 2CR030010 Iban, pues, corriendo los correos de ciudad en ciudad por el país de Efraím y de Manases hasta el de Zabulón; mas estos pueblos se reían y mofaban de ellos. 2CR030011 Sin embargo, algunos varones de Aser, de Manases y de Zabulón, abrazando el consejo, vinieron a Jerusalén. 2CR030012 Al contrario, en Judá obró la mano del Señor, dándoles a todos un mismo corazón para obedecer la palabra del Señor, conforme a la intimación del rey y de los príncipes. 2CR030013 Con esto se congregaron en Jerusalén muchos pueblos para celebrar la fiesta de los ázimos o la pascua en el mes segundo; 2CR030014 e inmediatamente destruyeron los altares que había en Jerusalén; y todos los parajes donde se ofrecía incienso a los ídolos los arruinaron, y arrojáronlo todo en el torrente Cedrón. 2CR030015 Y sacrificaron el cordero pascual el día 14 del mes segundo. También los sacerdotes y levitas, que, por fin, se habían purificado, ofrecieron holocaustos en el templo del Señor; 2CR030016 y ejercieron sus funciones conforme a lo expuesto en la Ley de Moisés, varón de Dios. Recibían los sacerdotes de manos de los levitas la sangre que se debía derramar: 2CR030017 porque, como muchisima gente no estaba todavía purificada, por eso los levitas degollaron el cordero pascual por aquellos padres de familia que no habían acudido a tiempo para purificarse delante del Señor. 2CR030018 Y aun gran parte del pueblo de Efraím, y de Manases, y de Isacar, y de Zabulón, que no estaba purificada, comieron el cordero, no según la Escritura. Mas Ezequías hizo oración por ellos, diciendo: El Señor, que es infinitamente bueno, se apiadará 2CR030019 de todos aquellos que de corazón buscan al Señor Dios de sus padres; y no les imputará la falta de no estar bien purificados. 2CR030020 Con efecto, oyóle benigno el Señor, y perdonó al pueblo. 2CR030021 De esta manera los hijos de Israel que se hallaron en Jerusalén celebraron con grande alegría la solemnidad de los ázimos por espacio de siete días, cantando cada día alabanzas al Señor, y asimismo los levitas y sacerdotes con los instrumentos músicos correspondientes a su oficio. 2CR030022 Ezequías, por su parte, dio las gracias a todos los levitas, los cuales tenían mucho conocimiento en las cosas del Señor, y los alentó; y los siete días que duró la solemnidad comieron de las víctimas pacíficas que ofrecían, alabando al Señor Dios de sus padres, 2CR030023 Y todo aquel concurso acordó hacer fiesta aún otros siete días, como lo ejecutaron con sumo gozo. 2CR030024 Porque Ezequías, rey de Judá, había dado para aquel gentío mil toros y siete mil ovejas; para lo cual los príncipes o magnates habían añadido mil toros y diez mil ovejas: por lo que se purificó un gran número de sacerdotes. 2CR030025 Así, pues, rebosaba de alegría toda la gente de Judá, junto con los sacerdotes y levitas, no menos que todo el concurso que había acudido de Israel, como también los prosélitos, tanto los del país de Israel como los que habitaban en tierra de Judá. 2CR030026 En suma, fue grande esta solemnidad que se celebró en Jerusalén, y cual no se había visto semejante en aquella ciudad desde el tiempo de Salomón, hijo de David, rey de Israel. 2CR030027 Finalmente, los sacerdotes y levitas, puestos en pie, bendijeron al pueblo; y fue oída su voz por el Señor; y su oración penetró hasta la morada santa del cielo. 2CR031001 Concluidas todas las ceremonias de la fiesta, salieron todos los israelitas que moraban en las ciudades de Judá, e hicieron pedazos los ídolos, y cortaron los bosques a ellos dedicados, y derribaron los aclaratorios de los lugares altos, y destruyeron los altares, no sólo en todo el país de Judá y de Benjamín, sino también de Efraím y Manases; ni pararon hasta no dejar rastro de ellos; y después de esto se volvieron todos los hijos de Israel a sus posesiones y ciudades. 2CR031002 Y Ezequías restableció las clases de los sacerdotes y levitas según sus turnos, poniendo a cada uno, así de los sacerdotes como de los levitas, en su propio oficio, para que ofreciesen los holocaustos y las víctimas pacíficas, a fin de que sirviesen y glorificasen, a Dios, y cantasen en las puertas del campamento o atrios de la casa del Señor. 2CR031003 Corría de cuenta del rey suministrar el holocausto perpetuo, que siempre se ofrece mañana y tarde: como también los que se ofrecen en los sábados y calendas, y demás fiestas solemnes, como está escrito en la Ley de Moisés. 2CR031004 Mandó, asimismo, al pueblo avecindado en Jerusalén que diese a los sacerdotes y levitas sus porciones, a fin de que pudiesen ocuparse en las cosas de la ley del Señor. 2CR031005 Promulgado el edicto al pueblo, al instante los hijos de Israel ofrecieron gran cantidad de primicias de trigo, de vino y de aceite, y también de miel; y ofrecieron el diezmo de cuanto produce la tierra. 2CR031006 Del mismo modo los hijos de Israel y de Judá que habitaban en las ciudades de Judá, ofrecieron el diezmo de los bueyes y de las ovejas, y el diezmo de las cosas consagradas, que tenían ofrecidas con voto al Señor Dios suyo; y trayendo todas estas cosas, formaron de ellas grandes acopios. 2CR031007 El mes tercero comenzaron a formar estos acopios, y acabaron el séptimo. 2CR031008 Y entrando allí Ezequías y sus cortesanos, al ver los montones, bendijeron al Señor y elogiaron al pueblo de Israel. 2CR031009 Y preguntó Ezequías a los sacerdotes y levitas por qué estaban allí por tierra aquellos montones. 2CR031010 Respondióle Azarías, del linaje de Sadoc, primer sacerdote, diciendo: Desde que comenzaron a ofrecerse las primicias en la casa del Señor, hemos comido de ellas hasta saciarnos; pero es muchísimo lo que ha sobrado, porque el Señor ha echado la bendición sobre su pueblo; y esta abundancia que ves es de lo que sobró. 2CR031011 Mandó, pues, Ezequías que dispusiesen almacenes en la casa del Señor; lo cual ejecutado, 2CR031012 metieron en ellos fielmente tanto las primicias como los diezmos y las ofrendas por voto. Encargóse la superintendencia o custodia de todo esto a Conemías, levita, y en segundo lugar a Semeí, su hermano; 2CR031013 y después de éste a Jahiel, y a Azarías, y a Nahat, y a Asael, y a Jerimot, y a Jozabad, y a Eliel, y a Jesmaquías, y a Mahat, y a Banaías, que fueron los administradores bajo las órdenes de Conemías y de Semeí, su hermano, por mandado del rey Ezequías y de Azarías, pontífice de la casa de Dios, a quienes se daba cuenta de todo. 2CR031014 Por otra parte, Coré, hijo de Jemma, levita, y ostiario de la puerta oriental, estaba encargado de los dones que se ofrecían voluntariamente al Señor, y de las primicias para uso del Sancta Sanctorum. 2CR031015 Estaban bajo sus órdenes Edén y Benjamín, Jesué, y Semeías, y Amarías, y Sequenías en las ciudades sacerdotales para distribuir fielmente las porciones a sus hermanos, así pequeños como grandes; 2CR031016 y (además de los varones de tres años arriba) a todos aquellos que tenían entrada en el templo del Señor; y, en fin, para proveer diariamente de todo lo conducente a los diferentes ministerios y oficios según sus clases. 2CR031017 Igualmente a los sacerdotes y levitas de veinte años arriba, según sus familias, clase y número, 2CR031018 y a toda la multitud, así de sus mujeres como de sus hijos de ambos sexos, se suministraban fielmente alimentos de las cosas que habían sido ofrecidas. 2CR031019 Asimismo, de los hijos de Aarón había algunos que estaban distribuidos por la campiña y arrabales de cada ciudad para repartir las raciones a todos los hijos varones de la estirpe sacerdotal y levítica. 2CR031020 Hizo, pues, Ezequías todas estas cosas que hemos dicho en todo el reino de Judá; y obró lo que era bueno, recto y justo delante del Señor Dios suyo 2CR031021 en todo aquello que exigía el ministerio de la casa del Señor, según la ley y las ceremonias, deseoso de complacer a su Dios con todo su corazón: hízolo así, y todo le salió prósperamente. 2CR032001 Después de estas cosas, y de tanta fidelidad de Ezequías, sobrevino Senaquerib, rey de los asirios; y entrándose por las tierras de Judá, puso sitio a las ciudades fuertes para apoderarse de ellas. 2CR032002 Lo cual visto por Ezequías, es a saber, que Senaquerib se acercaba, y que todo el ímpetu de la guerra se dirigía contra Jerusalén, 2CR032003 celebrado consejo con sus magnates, y con los hombres más valerosos, y conviniendo todos en el dictamen de cegar los manantiales de las fuentes que había fuera de la ciudad, 2CR032004 reunió grandísimo número de gente y cegaron todas las fuentes y el arroyo Cedrón que corría por medio del territorio, diciendo: Con eso, si vienen los reyes de los asirios, no hallarán abundancia de agua. 2CR032005 Al mismo tiempo reparó con gran diligencia todas las partes del muro que estaban ya arruinadas, y fabricó torres encima, y otro muro exterior; y restauró la fortaleza de Meló, en la ciudad de David, o monte Sión, e hizo provisión de todo género de armas y escudos; 2CR032006 nombró también generales de las tropas, y los convocó a todos en la plaza de la puerta de la ciudad; y hablóles al alma, diciendo: 2CR032007 Portaos con valor y cobrad bríos: no temáis, ni hayáis miedo del rey de los asirios, ni de todo el gentío que viene con él; porque mucho más están por nuestra parte que por la suya. 2CR032008 Pues él tiene consigo un brazo de carne; pero con nosotros está el Señor Dios nuestro, el cual es nuestro defensor y pelea por nosotros. Al oír el pueblo estas palabras de Ezequías, rey de Judá, cobró gran aliento. 2CR032009 Pasadas estas cosas, Senaquerib, rey de los asirios (estando con todo su ejército sitiando a Laquis), envió sus mensajeros a Jerusalén a decir a Ezequías, rey de Judá, y a todo el pueblo que se hallaba en la ciudad: 2CR032010 Esto dice Senaquerib, rey de los asirios: ¿En quién ponéis vuestra confianza para manteneros así cercados en Jerusalén? 2CR032011 ¿Acaso os tiene engañados Ezequías para dejaros morir de hambre y de sed, con aseguraros que el Señor vuestro Dios os librará de las manos del rey de los asirios? 2CR032012 Pues qué, ¿no es ese Ezequías el que destruyó sus adoratorios en las alturas, y sus altares; e intimó a los habitantes de Judá y de Jerusalén, diciendo: Delante de un solo altar habéis de adorar y en él sólo quemar el incienso? 2CR032013 ¿Ignoráis, por ventura, lo que yo y mis padres hemos hecho con todos los pueblos de la tierra? ¿Acaso los dioses de las naciones y de todos los países han tenido poder para librar de mis manos a sus regiones? 2CR032014 ¿Cuál es el Dios entre todos los dioses de las naciones exterminadas por mis padres, que haya podido salvar a su pueblo de mis manos, para que creáis que pueda también libraros vuestro Dios? 2CR032015 No os dejéis, pues, engañar por Ezequías, ni seducir con vanas persuasiones, y no le deis crédito; porque si ninguno de los dioses de las naciones, ni de los otros reinos, pudo librar a su pueblo de mis manos ni de las manos de mis padres, es consiguiente que tampoco vuestro Dios podrá libertaros de caer en las mías. 2CR032016 Otras muchas cosas hablaron también los mensajeros de Senaquerib contra el Señor Dios y contra Ezequías, su siervo. 2CR032017 Escribió igualmente unas cartas llenas de blasfemias contra el Señor Dios de Israel, diciendo contra Él: Así como los dioses de las demás naciones no pudieron librar a sus pueblos de caer en mis manos, tampoco podrá el Dios de Ezequías salvar a su pueblo del poder mío. 2CR032018 Sobre todo a grandes voces gritaba en lengua hebrea contra el pueblo que estaba sobre los muros de Jerusalen, a fin de aterrarlo y apoderarse de la ciudad. 2CR032019 Y hablaba del Dios de Jerusalén, como de los dioses de otras naciones de la tierra que son obra de las manos del hombre. 2CR032020 Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amos, hicieron oración contra este blasfemador, y alzaron sus clamores hasta el cielo; 2CR032021 y envió el Señor un ángel que mató a todos los hombres fuertes y belicosos, y al general del ejército de Senaquerib, rey de los asirios; el cual se volvió a su tierra cubierto de ignominia. Y habiendo entrado en el templo de su dios, le atravesaron con la espada sus propios hijos. 2CR032022 De esta suerte salvó el Señora Ezequías, y a los habitantes de Jerusalén, de las manos de los demás enemigos, y dioles paz por todas partes. 2CR032023 Y muchos ofrecían también víctimas para los sacrificios del Señor en Jerusalén, y presentes a Ezequías rey de Judá, el cual de allí en adelante gozó de gran consideración entre las naciones todas. 2CR032024 Por aquel tiempo cayó Ezequías enfermo de muerte, e hizo oración al Señor; el cual le oyó, y diole una señal de ello. 2CR032025 Pero Ezequías no correspondió a los beneficios recibidos, porque su corazón se envaneció; por lo cual la ira del Señor se encendió contra él, y contra Judá, y contra Jerusalén. 2CR032026 Mas después se humilló, arrepentido de haberse ensoberbecido en su corazón, tanto él como los habitantes de Jerusalén: por cuya razón no descargó sobre ellos la ira del Señor mientras vivió Ezequías. 2CR032027 Como quiera, Ezequías fue muy rico y esclarecido, y juntó grandes tesoros de plata y oro, y piedras preciosas, y aromas, y todo género de armas, y de alhajas, de gran valor, 2CR032028 Formó asimismo almacenes de granos, de vino y de aceite, y establos para toda especie de jumentos, y apriscos para ganados; 2CR032029 y edificó para sí ciudades o poblaciones; porque tenía innumerables rebaños de ovejas y ganados mayores; por haberle dado el Señor bienes inmensos. 2CR032030 Éste es aquel Ezequías que tapó el manantial o fuente alta de las aguas de Gihón y las encaminó por un conducto subterráneo hacia el poniente de la ciudad de David. En todas sus empresas salió felizmente, a medida de su deseo. 2CR032031 Verdad es que de resultas de haberle sido enviados por embajadores magnates de Babilonia para que se informaran del prodigio que por ocasión suya había acaecido en la tierra, el Señor le dejó de su mano; a fin de probarle, y hacer patente todo cuanto tenía en su corazón. 2CR032032 Por lo que toca a las otras acciones de Ezequías, y sus obras de misericordia, se hallan escritas en la visión del profeta Isaías, hijo de Amos, y en el libro de los reyes de Judá y de Israel, 2CR032033 Al fin, Ezequías fue a descansar con sus padres, y le sepultaron en un lugar elevado sobre los sepulcros de los hijos de David, sus predecesores; y celebró sus exequias todo el reino de Judá, con todos los moradores de Jerusalén; y sucedióle en el trono su hijo Manases. 2CR033001 Doce años tenía Manases, cuando entro a reinar, y reinó cincuenta y cinco en Jerusalén. 2CR033002 Pero obró mal en la presencia del Señor, imitando las abominaciones de las gentes exterminadas por el Señor al arribo de los hijos de Israel; 2CR033003 y restableció otra vez los adoratorios en los lugares altos, demolidos por su padre Ezequías; y erigió altares a los Baal o ídolos, y plantó arboledas en honor suyo, y adoró a toda la milicia del cielo, y rindióle culto. 2CR033004 Fabricó también altares en la casa del Señor, de la cual tenía el Señor dicho: En Jerusalén se invocará mi nombre eternamente. 2CR033005 Y estos altares los erigió a todo el ejército del cielo en los atrios del templo del Señor. 2CR033006 E hizo pasar por el fuego a sus hijos en el valle de Benennom. Observaba los sueños, consultaba agüeros, valíase de artes mágicas, y tenía consigo hechiceras y encantadores, y cometió muchos pecados delante del Señor, provocándole a ira. 2CR033007 Colocó asimismo un ídolo de fundición en la casa del Señor, de la cual habló Dios a David y a Salomón, su hijo, diciendo: En esta casa y en Jerusalén, elegida por mí de entre todas las tribus de Israel, estableceré Mi nombre eternamente. 2CR033008 Y haré que Israel no mueva el pie de la tierra que Yo di a sus padres; con tal, empero, que procure cumplir lo que tengo mandado, toda la ley, y ceremonias, y ordenanzas publicadas o promulgadas por medio de Moisés. 2CR033009 Manases, pues, sedujo a Judá y a los habitantes de Jerusalén para que hicieran mayores males que todas las gentes que había el Señor exterminado de la presencia de los hijos de Israel. 2CR033010 Y amonestóle el Señor, así a él como a su pueblo; mas no quisieron escucharle; 2CR033011 por eso hizo que viniesen sobre ellos los generales del ejército del rey de los asirios, los cuales hicieron prisionero a Manases, y atado con cadenas y grillos le llevaron a Babilonia. 2CR033012 Donde viéndose en la opresión, oró al Señor su Dios, y concibió un vivísimo arrepentimiento delante del Dios de sus padres, 2CR033013 y le rogó y suplicó intensamente, y el Señor oyó su oración, y le restituyó a Jerusalén en su reino; y acabó de conocer Manases que el Señor es el solo Dios. 2CR033014 Después de esto edificó el muro exterior de la ciudad de David, al occidente de Gihón, en el valle, desde la entrada de la puerta del pescado alrededor, hasta Ofel, y alzóle muy alto; y puso comandantes del ejército en todas las ciudades fuertes de Judá; 2CR033015 y quitó del templo del Señor los dioses extranjeros, y el simulacro, como también los altares que había erigido en el monte Sión de la casa del Señor, y Jerusalén, y lo hizo arrojar todo fuera de la ciudad. 2CR033016 Y restableció el altar del Señor, e inmoló sobre él víctimas y hostias pacíficas y de acción de gracias; y mandó a Judá que sirviese al Señor Dios de Israel. 2CR033017 Sin embargo, el pueblo ofrecía aún sacrificios al Señor su Dios en lugares altos. 2CR033018 Los demás hechos de Manases, y la súplica que hizo a su Dios, como también las palabras de los profetas, que le hablaban en nombre del Señor Dios de Israel, se contienen en los libros de los reyes de Israel. 2CR033019 Asimismo su oración, y cómo fue oído, y todos sus pecados, y apostasía: los lugares altos que fundó, los bosques o arboledas profanas que plantó, y las estatuas que levantó antes de hacer penitencia, se describen en los libros de Hozai. 2CR033020 Pasó, en fin, Manases a descansar con sus padres, y fue sepultado en su casa; sucediéndole en el reino su hijo Amón. 2CR033021 Veintidós años tenía Amón cuando comenzó a reinar, y dos años reinó en Jerusalén. 2CR033022 E hizo lo malo en la presencia del Señor como lo había hecho Manases su padre, y sacrificó y dio culto a todos los ídolos que había sacrificado Manases. 2CR033023 Y no se humilló en la presencia del Señor, como lo hizo Manases su padre, antes bien cometió delitos mucho mayores. 2CR033024 Pero conjurados contra él sus criados, le quitaron la vida en su casa. 2CR033025 Entonces todo el resto del pueblo, ajusticiados aquellos que habían muerto a Amón, proclamó por rey en su lugar a Josías, su hijo. 2CR034001 Ocho años tenía Josías cuando entró a reinar; y reinó treinta y un años en Jerusalén. 2CR034002 E hizo lo que era recto a los ojos del Señor, y siguió los pasos de su padre David, sin torcer ni a la derecha ni a la izquierda. 2CR034003 Al octavo año de su reinado, siendo todavía jovencito, comenzó a buscar al Dios de su padre David; y al año duodécimo de reinar, limpió el país de Juda y a Jerusalén de los lugares altos y bosques profanos, y de los ídolos y simulacros. 2CR034004 E hizo destruir en presencia suya los altares de Baal, y hacer pedazos los ídolos colocados encima; quitó también sus bosques, y desmenuzó las estatuas, cuyos pedazos esparció sobre los sepulcros de los que solían ofrecer sacrificios. 2CR034005 Además los huesos de los sacerdotes de los ídolos los quemó sobre los altares de los mismos ídolos; y purificó a Juda y a Jerusalén: 2CR034006 Igualmente destruyó todas estas cosas abominables en las ciudades de las tribus de Manases, y Efraím, y Simeón hasta Neftalí. 2CR034007 Destruidos los altares y los bosques, y hechos pedazos los ídolos, y demolidos todos los templos por todo el país de Israel, regresó a Jerusalén. 2CR034008 Con lo que el año dieciocho de su reinado, purificado ya el país y el templo del Señor, envió a Safan, hijo de Eselía, y a Maasías, príncipe o magnate de la ciudad, y al canciller Toha, hijo de Toacaz, para que cuidase de la restauración del templo del Señor Dios suyo; 2CR034009 los cuales vinieron a Helcías, Sumo Sacerdote, y recibiendo de él el dinero depositado en la casa del Señor, y que los levitas y porteros habían recogido de las tribus de Manases, y Efraím, y de todo el resto de Israel, como también de todo Juda, y de Benjamín, y de los moradores de Jerusalén, 2CR034010 le entregaron en manos de los sobrestantes de los que trabajaban en la casa del Señor para la restauración del templo y reparación de todas sus quiebras. 2CR034011 Éstos le dieron a los artífices y albañiles para comprar piedras de cantería, y madera para las trabazones de la obra, y para el tablaje de los edificios destruidos por los reyes de Juda. 2CR034012 Ejecutábanlo éstos todo fielmente. Los sobrestantes de los obreros eran Jahat y Abdías, de los descendientes de Merari; Zacarías y Mesollam, de la estirpe de Caat; los cuales daban prisa a la obra; todos levitas diestros en tañer instrumentos. 2CR034013 Sobre los que acarreaban lo necesario para diferentes usos, vigilaban los escribas y los porteros mayores de entre los levitas. 2CR034014 Al tiempo de sacar el dinero depositado en el templo del Señor, encontró el pontífice Helcías el libro de la Ley del Señor escrita por mano de Moisés; 2CR034015 y dijo a Safan, secretario; He hallado en la casa del Señor el libro de la Ley; y entregóselo. 2CR034016 Llevó éste el libro al rey; y dándole cuenta, dijo: Todo lo que has encargado al cuidado de tus siervos, se va concluyendo. 2CR034017 La plata encontrada en la casa del Señor se ha fundido, y se ha entregado a los sobrestantes de los artífices y obreros de diferentes labores. 2CR034018 Además de esto me ha entregado Helcías, Sumo Sacerdote, este libro. Y habiéndole él leído en presencia del rey, 2CR034019 y oído éste las palabras de la Ley, rasgó sus vestiduras; 2CR034020 y dio orden a Helcías, y a Ahicam, hijo de Safan, y a Abdón, hijo de Mica, y a Safan, secretario, y a Asaas, criado o ministro del rey, diciendo: 2CR034021 Id y orad o consultad al Señor por mí y por las reliquias de Israel y de Juda, acerca de todas las palabras de este libro que se ha encontrado; porque grande es el furor o azote del Señor que está para descargar sobre nosotros; por cuanto no han guardado nuestros padres las palabras del Señor, ni cumplido todo cuanto está escrito en este libro. 2CR034022 Fue, pues, Helcías, junto con los enviados del rey, a encontrar a Oída, profetisa, mujer de Sellum, hijo de Tecua, hijo de Hasra, guardarropa; la cual moraba en Jerusalén, en la segunda ciudad, y le refirieron las palabras que arriba mencionamos. 2CR034023 Ella les respondió, Esto dice el Señor Dios de Israel: Decid a la persona que os ha enviado a mí: 2CR034024 Así ha hablado el Señor: He aquí que Yo enviaré sobre este lugar y sobre sus moradores las calamidades y todas las maldiciones escritas en este libro que se ha leído delante del rey de Judá; 2CR034025 por cuanto me han abandonado a Mí, y han ofrecido sacrificios a los dioses extranjeros, provocándome a ira con todas las obras de sus manos; por cuyo motivo lloverá mi furor sobre este lugar, y no cesará. 2CR034026 Empero, al rey de Judá, que os ha enviado para que yo ruegue al Señor, le diréis: Esto dice el Señor Dios de Israel: Ya que por haber oído las palabras del libro, 2CR034027 se ha enternecido tu corazón, y te has humillado en el acatamiento de Dios, con motivo de lo que en él hay escrito contra este lugar, y contra los habitantes de Jerusalén; y temblando de mi majestad, has rasgado tus vestidos, y llorado en mi presencia, Yo también te he oído, dice el Señor. 2CR034028 Porque bien presto te reuniré con tus padres, y serás colocado en paz en tu sepulcro; y no verán tus ojos todos los males que Yo descargaré sobre este lugar y sobre sus habitantes. Volviéronse, pues, y dieron cuenta al rey de todo cuanto ella había dicho. 2CR034029 Entonces el rey, convocando a todos los ancianos o senadores de Judá y de Jerusalén, 2CR034030 subió al templo del Señor, acompañado de todos los varones de Judá, y de los moradores de Jerusalén, de los sacerdotes y levitas, y de todo el pueblo, grandes y pequeños. Y estando todos con atención en el templo del Señor, leyó el rey el libro, palabra por palabra; 2CR034031 y puesto en pie en su estrado o solio, hizo pacto o prometió delante del Señor de caminar en pos de Él, y de observar sus preceptos, y leyes, y ceremonias, con todo su corazón y con toda su alma, y de hacer todas las cosas escritas en el libro que acababa de leer; 2CR034032 e hizo jurar lo mismo a todos los que se hallaban en Jerusalén y en Benjamín; y los habitantes de Jerusalén confirmaron el pacto del Señor Dios de sus padres. 2CR034033 Extirpó, pues, Josías, todas las abominaciones de todo el país de los hijos de Israel; e hizo que cuantos quedaron habitando en Israel sirviesen al Señor Dios suyo. Mientras él vivió, no abandonaron al Señor Dios de sus padres. 2CR035001 Celebró asimismo Josías en Jerusalén la pascua del Señor, la cual fue inmolada en el día catorce del mes primero. 2CR035002 Para lo cual hizo que los sacerdotes ejerciesen sus funciones, y los exhortó al cumplimiento de su ministerio en la casa del Señor. 2CR035003 Dijo también a los levitas, por cuyas instrucciones se santificaba todo Israel para el culto del Señor: Colocad otra vez el Arca en el santuario del templo, edificado por Salomón, hijo de David, rey de Israel; porque ya no la tendréis que llevar más de una a otra parte. Ahora, pues, servid al Señor Dios vuestro y a su pueblo de Israel; 2CR035004 y estad apercibidos casa por casa, y familia por familia, según la distribución hecha por cada uno de vosotros, así como lo ordenó David, rey de Israel, y dejó por escrito su hijo Salomón. 2CR035005 Y ejerced vuestras funciones en el santuario, observando la distribución de familias y de las clases levíticas; 2CR035006 y después de haberos santificado, inmolad el cordero pascual y disponed también a vuestros hermanos purificándolos, para que le puedan inmolar, conforme mandó el Señor por boca de Moisés. 2CR035007 Demás de esto, Josías dio a todo el pueblo que se halló allí en la solemnidad de la pascua corderos y cabritos de los rebaños, y otras reses, hasta treinta mil, y asimismo tres mil bueyes; todo esto lo dio el rey de su hacienda. 2CR035008 También sus oficiales o magnates presentaron lo que espontáneamente habían ofrecido, tanto al pueblo como a los sacerdotes y levitas. Además, Releías, Sumo Sacerdote, y Zacarías, y Jahiel, principales de la casa del Señor, dieron a los sacerdotes para celebrar la pascua, entre unas y otras, dos mil seiscientas reses menores y trescientos bueyes. 2CR035009 Igualmente, Conemías, y Semeías, y Natanael con sus hermanos, y Hasabías, y Jehiel, y Jozabad, príncipes de los levitas, dieron a los otros levitas para la celebración de la pascua cinco mil reses menores y quinientos bueyes. 2CR035010 Preparado todo lo necesario para la función, los sacerdotes estuvieron prontos a su oficio; e igualmente los levitas divididos en sus compañías, conforme al mandamiento del rey. 2CR035011 Inmolóse, pues, la pascua; y los sacerdotes derramaban con sus manos la sangre, y los levitas desollaban las víctimas. 2CR035012 Separáronlas luego para repartirlas casa por casa, y familia por familia, a fin de que fuesen ofrecidas al Señor, del modo que está escrito en el libro de Moisés; e hicieron lo mismo con los bueyes. 2CR035013 Y asaron los corderos pascuales al fuego, conforme está escrito en la Ley. En cuanto a las víctimas pacíficas, las cocieron en calderos, marmitas y ollas; e inmediatamente las distribuían a toda la plebe. 2CR035014 Y para sí y para los sacerdotes las hicieron cocer después; porque los sacerdotes estuvieron ocupados hasta la noche en la ofrenda de los holocaustos y de las grosuras; por cuyo motivo los levitas no las prepararon para sí y para los sacerdotes hijos de Aarón hasta después de todos. 2CR035015 Entretanto los cantores, hijos de Asaf, estaban en su coro, conforme a lo dispuesto por David, y por Asaf, y Hernán, e Iditún, profetas del rey: y los porteros estaban de guardia en cada una de las puertas, sin apartarse ni por un instante de su ministerio; por eso sus hermanos los levitas les aparejaron también la comida. 2CR035016 De esta suerte se cumplió, según rito, con todo el culto del Señor en aquel día, celebrando la pascua y ofreciendo los holocaustos sobre el altar del Señor, conforme a la orden del rey Josías. 2CR035017 Así, pues, los hijos de Israel que se hallaron allí, celebraron entonces la pascua y la fiesta de los ázimos por siete días. 2CR035018 No hubo pascua semejante a ésta en Israel desde el tiempo del profeta Samuel; 2CR035019 ni hubo ninguno de todos los reyes de Israel que como Josías celebrase una tal pascua con los sacerdotes y levitas y con todo Judá y cuantos se hallaron allí de Israel, y con los habitantes de Jerusalén. Celebróse esta pascua el año decimoctavo del reinado de Josías. 2CR035020 Después de haber Josías restaurado el templo, Necao, rey de Egipto, salió a campaña para sitiar a Carearais, contigua al Eufrates; y Josías marchó contra él. 2CR035021 Pero Necao envió a decirle por sus embajadores: ¿Qué motivo hay de disensión entre nosotros dos, oh rey de Judá? Yo no vengo ahora a pelear contra ti, sino contra otra casa, contra la cual Dios me ha mandado salir a toda prisa; deja, pues, de oponerte a Dios, el cual está conmigo; no sea que el Señor te quite la vida. 2CR035022 No quiso Josías retirarse, sino que se preparó para darle batalla, sin querer escuchar las palabras de Necao, que eran de Dios; y avanzó para venir a las manos en el campo de Magedo. 2CR035023 Allí fue herido por los flecheros, y dijo a sus criados: Sacadme fuera del combate, pues estoy gravemente herido. 2CR035024 Ellos le pasaron de su coche a otro, que le seguía según estilo de los reyes, y le llevaron a Jerusalén, donde murió; y fue sepultado en el panteón de sus padres. Lloráronle todo Judá y Jerusalén, 2CR035025 sobre todo Jeremías, cuyas lamentaciones sobre Josías repiten todos los cantores y cantoras hasta hoy día; tanto que ha venido a ser este uso como una ley en Israel. Se hallan escritas estas cosas entre las lamentaciones. 2CR035026 Las demás acciones de Josías y sus buenas obras, según lo que está prescrito en la ley del Señor, 2CR035027 sus hechos, digo, desde el principio al fin, está todo escrito en el libro de los reyes de Judá y de Israel. 2CR036001 Entonces el pueblo de la tierra tomó a Joacaz, cuarto hijo de Josías, y le alzó por rey en Jerusalén en lugar de su padre. 2CR036002 De veintitrés años era Joacaz cuando comenzó a reinar; y tres meses reinó en Jerusalén. 2CR036003 Porque el rey de Egipto, viniendo a Jerusalén, le depuso, y multó al país con cien talentos de plata y un talento de oro; 2CR036004 y en lugar de él estableció por rey sobre Judá y Jerusalén a su hermano Eliaquín, primogénito de Josías, cambiándole el nombre en el de Joaquín; y se llevó consigo a Joacaz, y le condujo a Egipto. 2CR036005 Veinticinco años tenía Joaquín cuando entró a reinar, y once reinó en Jerusalén; e hizo el mal en la presencia del Señor su Dios. 2CR036006 Contra éste vino Nabucodonosor, rey de los caldeos, y le condujo atado con cadenas a Babilonia, 2CR036007 adonde transportó también los vasos del Señor, y los colocó en su templo. 2CR036008 Las otras acciones de Joaquín, y las abominaciones que cometió, y las maldades que se hallaron en él se contienen en el libro de los reyes de Judá y de Israel. Sucedióle en el reino su hijo Joaquín. 2CR036009 De ocho años era Joaquín (Jeconías) cuando entró a reinar, y tres meses y diez días reinó en Jerusalén; e hizo el mal en la presencia del Señor. 2CR036010 Corriendo el año, envió el rey Nabucodonosor sus gentes a prenderle, y le condujeron a Babilonia, transportando al mismo tiempo los vasos más preciosos del templo del Señor. E hizo rey de Judá y de Jerusalén a Sedecías, su tío paterno. 2CR036011 Veintiún años tenía Sedecías cuando em pezó a reinar, y once años reinó en Jerusalén. 2CR036012 E hizo el mal delante de los ojos del Señor Dios; ni respetó la persona de Jeremías, profeta, que le hablaba de parte del Señor 2CR036013 Rebelóse, además, contra el rey Nabucodonosor, que le había hecho prestar juramento de fidelidad en el nombre de Dios; y endureció su cerviz y su corazón, para no convertirse al Señor Dios de Israel. 2CR036014 Igualmente, todos los príncipes de los sacerdotes y el pueblo prevaricaron también impíamente, imitando todas las abominaciones de los gentiles, y profanaron el templo del Señor, que Él se había consagrado para sí en Jerusalén. 2CR036015 Entretanto, el Señor Dios de sus padres les hacía hablar por medio de sus enviados los profetas, amonestándoles sin cesar de día y de noche; pues quería perdonar a su pueblo y a la mansión suya. 2CR036016 Sin embargo, ellos se mofaban de los enviados de Dios, y no hacían caso alguno de sus palabras, e insultaban a los profetas, hasta que descargó el furor del Señor sobre su pueblo, y no hubo ya remedio. 2CR036017 Porque trajo contra ellos al rey de los caldeos, que pasó a cuchillo a sus jóvenes en la casa de su santuario. No tuvo compasión del mancebo, ni de la virgen, ni del anciano, ni aun del decrépito; a todos los entregó Dios en sus manos. 2CR036018 Y transportó a Babilonia todos los vasos de la casa del Señor, tanto los grandes como los pequeños, y los tesoros del templo, y del rey, y de los magnates. 2CR036019 Los enemigos pegaron fuego a la casa de Dios, y demolieron los muros de Jerusalén; quemaron todas las torres y destruyeron todo cuanto había precioso. 2CR036020 Si alguno pudo escapar del cuchillo, llevado a Babilonia fue esclavo del rey de sus hijos, hasta que tuvo el imperio Ciro, el rey de los persas, 2CR036021 y llegó el cumplimiento de la palabra del Señor, pronunciada por Jeremías, y la tierra hubo celebrado sus sábados; pues todo el tiempo de su desolación estuvo en un sábado o descanso continuo, hasta que se cumplieron los setenta años. 2CR036022 Mas en el año primero de Ciro, rey de los persas, en cumplimiento de la palabra del Señor, pronunciada por boca de Jeremías, movió el Señor el corazón de Ciro, rey de los persas; el cual mandó publicar en todo su reino, también por escrito, este decreto: 2CR036023 Esto dice Ciro, rey de Persia: El Señor Dios del cielo me ha dado todos los reinos de la tierra, y Él mismo me ha mandado edificarle una casa en Jerusalén, ciudad de Judea: ¿quién hay entre vosotros que pertenezca a su pueblo? El Señor Dios suyo sea con él, y póngase en camino para su tierra.
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