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2CO001001 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, y el hermano Timoteo saludan la Iglesia de Dios que está en Corinto, y los santos que viven en toda Acaya. 2CO001002 Reciban gracia y paz de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús, el Señor. ¡Bendito Dios, del viene todo consuelo 2CO001003 Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor, Padre lleno de ternura, Dios del que viene todo consuelo. 2CO001004 El nos conforta en toda prueba, para que también nosotros seamos capaces de confortar a los que están en cualquier dificultad, mediante el mismo consuelo que recibimos de Dios. 2CO001005 Pues en la misma medida en que los sufrimientos de Cristo recaen abundantemente sobre nosotros, el consuelo de Cristo también nos llega con mayor abundancia. 2CO001006 Estas pruebas nuestras son para consuelo y salvación de ustedes, y de igual modo nuestro consuelo será consuelo para ustedes cuando tengan que soportar los mismos sufrimientos que ahora padecemos nosotros. 2CO001007 Si ustedes comparten nuestros sufrimientos, también compartirán nuestro consuelo; se lo decimos y lo esperamos con mucha firmeza. 2CO001008 Hermanos, deseamos que conozcan algo de lo que nos tocó padecer en Asia. Realmente fue tan grande el peso de esa prueba que ya habíamos perdido toda esperanza de salir con vida. 2CO001009 Sentimos en nosotros una sentencia de muerte, pero eso fue sólo para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos. 2CO001010 El nos libró de ese peligro de muerte tan grande, y nos seguirá protegiendo. En él hemos puesto nuestra esperanza y seguirá amparándonos, 2CO001011 siempre que ustedes nos ayuden con sus oraciones. Si son muchos los que piden por nosotros, serán también muchos los que darán gracias a Dios cuando nos toque recibir. 2CO001012 Hay algo de lo que nos sentimos orgullosos: nuestra conciencia nos asegura que la santidad y la sinceridad de Dios han inspirado siempre nuestra conducta en este mundo, especialmente respecto a ustedes. No nos han movido razones humanas, sino la gracia de Dios. 2CO001013 En lo que les escribimos no hay segundas intenciones, sino exactamente lo que leen y entienden, y espero que así lo entenderán para el futuro. 2CO001014 Seguramente empiezan a comprender que deben sentirse orgullosos de nosotros, como también nosotros nos sentiremos orgullosos de ustedes en el día del Señor Jesús. 2CO001015 Con esta seguridad quería ir primero a visitarlos, y esto habría sido para ustedes una segunda gracia. 2CO001016 Desde ahí pensaba recorrer Macedonia y de Macedonia volver otra vez a ustedes, para que me ayudasen a proseguir mi viaje a Judea. 2CO001017 ¿Acaso era una decisión muy apresurada? ¿O era tal vez sólo una decisión humana y en mí se daba al mismo tiempo un no y un sí? 2CO001018 Dios sabe que nuestro modo de proceder con ustedes no es sí y no, 2CO001019 al igual que el Hijo de Dios, Cristo Jesús, el que tanto yo como Silvano y Timoteo predicamos, no fue sí y no; en él no hubo más que un sí. 2CO001020 En él todas las promesas de Dios han llegado a ser un sí, y por eso precisamente decimos “Amén” en su nombre cuando damos gracias a Dios. 2CO001021 Y Dios es el que nos da fuerza, a nosotros y a ustedes, para Cristo; él nos ha ungido 2CO001022 y nos ha marcado con su propio sello al depositar en nosotros los primeros dones del Espíritu. 2CO001023 Dios sabe, y se lo juro por mi propia viada, que sólo la misericordia hacia ustedes me inspiró no volver a Corinto. 2CO001024 No pretendo controlar autoritariamente su fe, sino darles motivos de alegría, y hablando de fe, ustedes se mantienen firmes. 2CO002001 Preferí no volver a visitarlos, si iba a causar otra vez tristezas. 2CO002002 Pues si yo los aflijo, ¿quién me devolverá la alegría, sino aquel a quien he afligido? 2CO002003 Por eso les escribí: “Ojalá que cuando vaya no tenga que entristecerme a causa de los mismos que deberían ser mi alegría. Confío y estoy seguro de que todos podrán compartir mi alegría.” 2CO002004 En efecto, les escribí profundamente preocupado y afligido, y hasta con lágrimas; no quería causarles tristeza, sino que se dieran cuenta del amor inmenso que les tengo. 2CO002005 Si alguno me ha causado molestia, no es a mí a quien ha molestado, sino a todos ustedes; y tampoco quisiera exagerar. 2CO002006 Ya le basta la reprensión que recibió de la comunidad. 2CO002007 Ahora es mejor que lo perdonen y le den ánimo, no sea que la pena sea más grande de lo que puede soportar. 2CO002008 Les ruego, pues, que le demuestren cariño. 2CO002009 En realidad les escribí para comprobar si podía contar con ustedes y con su total obediencia. 2CO002010 A quien ustedes perdonen, también yo le perdono, y lo que he perdonado, si realmente tenía algo que perdonar, lo perdoné en atención a ustedes, en presencia de Cristo. 2CO002011 Así no se aprovechará Satanás de nosotros, pues conocemos muy bien sus propósitos. 2CO002012 Así, pues, llegué a Tróade para predicar el Evangelio de Cristo, y gracias al Señor se me abrió una puerta. 2CO002013 Mi espíritu, sin embargo, quedaba inquieto porque no había encontrado a mi hermano Tito, por lo que me despedí de ellos y salí para Macedonia. 2CO002014 Gracias sean dadas a Dios, que siempre nos lleva en el desfile victorioso de Cristo y que por nuestro ministerio difunde por todas partes su conocimiento cual fragancia de incienso. 2CO002015 Si Cristo es la víctima, nosotros somos la fragancia que sube del sacrificio hacia Dios, y la perciben tanto los que se salvan como los que se pierden. 2CO002016 Para los que se pierden es olor de muerte que lleva a la muerte; para los que se salvan, fragancia de vida que conduce a la vida. ¿Pero está a la altura de esta misión? 2CO002017 Se encuentran con facilidad vendedores de la palabra de Dios, pero nosotros actuamos por convicción; todo procede de Dios y lo decimos en su presencia, en Cristo. 2CO003001 Pero ¿voy a recomendarme otra vez? ¿Debería acaso llevar cartas de recomendación de ustedes o para ustedes, como hacen otros? 2CO003002 Ustedes mismos son nuestra carta de recomendación; es una carta escrita en el interior de las personas pero que todos pueden leer y entender. 2CO003003 Nadie puede negar que ustedes son una carta de Cristo, de la que hemos sido instrumentos, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; carta no grabada en tablas de piedra, sino en corazones humanos. 2CO003004 Por eso nos sentimos seguros de Dios gracias a Cristo. 2CO003005 ¿Cómo podríamos atribuirnos algo a nosotros mismos? Nuestra capacidad nos viene de Dios. 2CO003006 Incluso nos ha hecho encargados de una nueva alianza, que ya no es cosa de escritos, sino del Espíritu. Porque lo escrito da muerte, mientras que el Espíritu da vida. 2CO003007 El que entregaba las leyes grabadas en tablas de piedra sólo acarreaba muerte; y no obstante se le dio gloria, hasta tal punto que los israelitas no podían fijar su mirada en el rostro de Moisés a causa de su resplandor, aunque era fugaz. 2CO003008 ¡Qué gloria tan grande no les esperará, entonces, a los que comunican el Espíritu! 2CO003009 Si tan grande fue el ministerio que sentenciaba la condenación, ¿no lo será mucho más todavía el que procura la santidad? 2CO003010 Es algo tan glorioso bajo ese aspecto, que la gloria del otro ministerio no era nada en comparación. 2CO003011 Aquel ministerio era momentáneo y no tuvo más que momentos de gloria, mientras que el nuestro permanece, y con toda su gloria. 2CO003012 ¡Qué esperanza tan grande! ¡Y qué seguridad nos da! 2CO003013 No es como Moisés, que se cubría el rostro con un velo para que los israelitas no vieran el momento en que se apagara su resplandor. 2CO003014 Con todo, los israelitas se volvieron ciegos. El mismo velo les oculta el sentido de la antigua Alianza hasta el día de hoy, y nadie les hace ver que con Cristo ya no tiene valor. 2CO003015 Por más que lean a Moisés, el velo cubre su entendimiento hasta hoy, 2CO003016 pero al que se vuelva al Señor se le quita el velo. 2CO003017 El Señor es espíritu, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. 2CO003018 Todos llevamos los reflejos de la gloria del Señor sobre nuestro rostro descubierto, cada día con mayor resplandor, y nos vamos transformando en imagen suya, pues él es el Señor del espíritu. 2CO004001 Ese es nuestro ministerio, y como lo tenemos por gracia de Dios, no nos desanimamos. 2CO004002 No nos callamos por falsa vergüenza; no andamos con rodeos ni desvirtuamos la palabra de Dios; manifestando la verdad, merecemos ante Dios que cualquier conciencia humana nos apruebe. 2CO004003 Si a pesar de eso permanece oscuro el Evangelio que proclamamos, la oscuridad es para los que se pierden. 2CO004004 Se niegan a creer, porque el dios de este mundo los ha vuelto ciegos de entendimiento y no ven el resplandor del Evangelio glorioso de Cristo, que es imagen de Dios. 2CO004005 No nos pregonamos a nosotros mismos, sino que proclamamos a Cristo Jesús como Señor; y nosotros somos servidores de ustedes por Jesús. 2CO004006 El mismo Dios que dijo: Brille la luz en medio de las tinieblas, es el que se hizo luz en nuestros corazones, para que se irradie la gloria de Dios tal como brilla en el rostro de Cristo. 2CO004007 Con todo, llevamos este tesoro en vasos de barro, para que esta fuerza soberana se vea como obra de Dios y no nuestra. 2CO004008 Nos sobrevienen pruebas de toda clase, pero no nos desanimamos; estamos entre problemas, pero no desesperados; 2CO004009 somos perseguidos, pero no eliminados; derribados, pero no fuera de combate. 2CO004010 Por todas partes llevamos en nuestra persona la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra persona. 2CO004011 Pues a los que estamos vivos nos corresponde ser entregados a la muerte a cada momento por causa de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste en nuestra existencia mortal. 2CO004012 Y mientras la muerte actúa en nosotros, a ustedes les llega la vida. 2CO004013 Tenemos el mismo don espiritual de fe que tenía el que escribió: Creí y por eso hablé. También nosotros creemos, y por eso hablamos. 2CO004014 Sabemos que aquel que resucitó a Jesús nos resucitará también con Jesús y nos pondrá cerca de él con ustedes. 2CO004015 Y todo esto es para bien de ustedes; los favores de Dios se van multiplicando, y también se irá ampliando cada día más la acción de gracias que tantas personas rinden a Dios para gloria suya. 2CO004016 Por eso no nos desanimamos; al contrario, aunque nuestro exterior está decayendo, el hombre interior se va renovando de día en día en nosotros. 2CO004017 No se pueden equiparar esas ligeras pruebas que pasan aprisa con el valor formidable de la gloria eterna que se nos está preparando. 2CO004018 Nosotros, pues, no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve; porque las cosas visibles duran un momento, pero las invisibles son para siempre. 2CO005001 Sabemos que si nuestra casa terrena o, mejor dicho, nuestra tienda de campaña, llega a desmontarse, Dios nos tiene reservado un edificio no levantado por mano de hombres, una casa para siempre en los cielos. 2CO005002 Eso mismo nos mantiene inquietos y anhelamos el día en que nos pongan esa casa celestial por encima de la actual, 2CO005003 pero ¿quién puede saber si todavía estaremos vestidos con este cuerpo mortal o ya estaremos sin él? 2CO005004 Sí, mientras estamos bajo tiendas de campaña sentimos un peso y angustia: no querríamos que se nos quitase este vestido, sino que nos gustaría más que se nos pusiese el otro encima y que la verdadera vida se tragase todo lo que es mortal. 2CO005005 Ha sido Dios quien nos ha puesto en esta situación al darnos el Espíritu como un anticipo de lo que hemos de recibir. 2CO005006 Así, pues, nos sentimos seguros en cualquier circunstancia. Sabemos que vivir en el cuerpo es estar de viaje, lejos del Señor; 2CO005007 es el tiempo de la fe, no de la visión. 2CO005008 Por eso nos viene incluso el deseo de salir de este cuerpo para ir a vivir con el Señor. 2CO005009 Pero al final, sea que conservemos esta casa o la perdamos, lo que nos importa es agradar al Señor. 2CO005010 Pues todos hemos de comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir cada uno lo que ha merecido en la vida presente por sus obras buenas o malas. 2CO005011 Con esa visión del temor al Señor procuramos convencer a los hombres viviendo con sinceridad ante Dios, y confío que también ustedes se dan cuenta de que no disimulamos nada. 2CO005012 No queremos recomendarnos de nuevo ante ustedes, sino que deseamos darles motivo para que se sientan orgullosos de nosotros y para que sepan responder a los que están tan orgullosos de cosas superficiales pero no de lo interior. 2CO005013 Si se nos pasó la mano, es por Dios; si hemos hablado con sensatez, es por ustedes. 2CO005014 El amor de Cristo nos urge, y afirmamos que si él murió por todos, entonces todos han muerto. 2CO005015 El murió por todos, para que los que viven no vivan ya para sí mismos, sino para él, que por ellos murió y resucitó. 2CO005016 Así que nosotros no miramos ya a nadie con criterios humanos; aun en el caso de que hayamos conocido a Cristo personalmente, ahora debemos mirarlo de otra manera. 2CO005017 Toda persona que está en Cristo es una creación nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha llegado. 2CO005018 Todo eso es obra de Dios, que nos reconcilió con él en Cristo y que a nosotros nos encomienda el mensaje de la reconciliación. 2CO005019 Pues en Cristo Dios estaba reconciliando el mundo con él; ya no tomaba en cuenta los pecados de los hombres, sino que a nosotros nos entregaba el mensaje de la reconciliación. 2CO005020 Nos presentamos, pues, como embajadores de Cristo, como si Dios mismo les exhortara por nuestra boca. En nombre de Cristo les rogamos: ¡déjense reconciliar con Dios! 2CO005021 Dios hizo cargar con nuestro pecado al que no cometió pecado, para que así nosotros participáramos en él de la justicia y perfección de Dios. 2CO006001 Somos, pues, los ayudantes de Dios, y ahora les suplicamos que no hagan inútil la gracia de Dios que han recibido. 2CO006002 Dice la Escritura: En el momento fijado te escuché, en el día de la salvación te ayudé. Este es el momento favorable, éste es el día de la salvación. 2CO006003 Nos preocupamos en toda circunstancia de no dar a otro ningún pretexto para criticar nuestra misión; 2CO006004 al contrario, de mil maneras demostramos ser auténticos ministros de Dios que lo soportan todo: las persecuciones, las privaciones, las angustias, 2CO006005 los azotes, las detenciones, las oposiciones violentas, las fatigas, las noches sin dormir y los días sin comer. 2CO006006 Se ve en nosotros pureza de vida, conocimiento, espíritu abierto y bondad, con la actuación del Espíritu Santo y el amor sincero, 2CO006007 con las palabras de verdad y con la fuerza de Dios, con las armas de la justicia, tanto para atacar como para defendernos. 2CO006008 Unas veces nos honran y otras nos insultan; recibimos tanto críticas como alabanzas; pasamos por mentirosos, aunque decimos la verdad; 2CO006009 por desconocidos, aunque nos conocen. Nos dan por muertos, pero vivimos; se suceden los castigos, pero no somos ajusticiados; 2CO006010 nos tocan mil penas, y permanecemos alegres. Somos pobres, y enriquecemos a muchos, no tenemos nada, y lo poseemos todo. 2CO006011 Corintios, les hablo con franqueza; les abro mi corazón. 2CO006012 En mí no falta lugar para acogerlos, pero en ustedes todo es estrecho. 2CO006013 Páguennos con la misma moneda. Les hablo como a hijos; sean más abiertos. 2CO006014 No se junten con los que rechazan la fe: es cosa absurda. ¿Podrían unirse la justicia y la maldad? ¿Podrían convivir la luz y las tinieblas? 2CO006015 ¿Podría haber armonía entre Cristo y Satanás? ¿Qué unión puede haber entre el que cree y el que ya no cree? 2CO006016 ¿Qué tiene que ver el Templo de Dios con los ídolos? Nosotros el Templo del Dios vivo. Dios lo dijo: Habitaré y viviré en medio de ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. 2CO006017 Por eso, salgan de en medio de ellos y apártense, dice el Señor. No toquen nada impuro y yo los miraré con agrado. 2CO006018 Yo seré un padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos e hijas, dice el Señor, Dueño del universo. 2CO007001 Teniendo, pues, tales promesas, queridos míos, purifiquémonos de toda mancha del cuerpo y del espíritu, haciendo realidad la obra de nuestra santificación en el temor de Dios. 2CO007002 Hágannos un lugar entre ustedes: a nadie hemos perjudicado, a nadie hemos rebajado, a nadie hemos estafado. 2CO007003 No les estoy acusando; ya les dije que los llevamos en nuestro corazón, para vivir unidos y morir juntos. 2CO007004 Yo sé que puedo contar con ustedes, y estoy realmente orgulloso de ustedes; esto me conforta y me llena de alegría en todas estas amarguras. 2CO007005 Les decía que, al llegar a Macedonia, no tuve descanso alguno, sino más bien toda clase de dificultades; por fuera enfrentamientos, y por dentro temores. 2CO007006 Pero Dios, que consuela a los humildes, me confortó con la llegada de Tito. 2CO007007 No solamente porque ya lo tenía a mi lado, sino también porque ustedes le habían dado una excelente acogida. Me comentó que ustedes me echaban de menos, que lamentaban lo ocurrido y que estaban muy preocupados por mí, con lo cual me alegré mucho. 2CO007008 Si les causé tristeza con mi carta, no lo siento. Y si antes lo pude sentir, pues esa carta por un momento les causó pesar, 2CO007009 ahora me alegro, no por su tristeza, sino porque esa tristeza los llevó al arrepentimiento. Esa tristeza venía de Dios, de manera que ningún mal les sobrevino por causa nuestra. 2CO007010 La tristeza que viene de Dios lleva al arrepentimiento y realiza una obra de salvación que no se perderá. Por el contario, la tristeza que inspira el mundo provoca muerte. 2CO007011 Aquella tristeza era según Dios, y miren lo que ha producido en ustedes: ¡qué preocupación tan grande por mí y cuántas disculpas!, ¡qué indignación, temor, exigencias, y qué deseo de desagraviarme y hacerme justicia! En todo han demostrado que eran inocentes en este asunto. 2CO007012 Yo mismo, al escribirles, no pensaba en el ofensor ni tampoco en el ofendido; más bien quería que ustedes tomaran conciencia ante Dios de la preocupación que tienen por mí. 2CO007013 Por eso me sentí confortado.De este consuelo, me alegró mucho ver a Tito tan contento de cómo ustedes lo tranquilizaron. 2CO007014 No quedé defraudado por lo bien que le había hablado de ustedes. Siempre digo las cosas como son, y también en esta oportunidad se confirmó el elogio que de ustedes hice a Tito. 2CO007015 El ahora, al recordar la obediencia de todos y el respeto lleno de humildad con que lo recibieron, siente mucho más cariño por ustedes. 2CO007016 Me alegro, pues, de poder confiar totalmente en ustedes. 2CO008001 Ahora queremos darles a conocer una gracia de Dios con que fueron favorecidas las Iglesias de Macedonia. 2CO008002 A pesar de que han sido tan probadas y perseguidas, su gozo y su extrema pobreza se han convertido en riquezas de generosidad. 2CO008003 Puedo atestiguar que lo hicieron según sus medios, e incluso por encima de sus medios; espontáneamente 2CO008004 nos recordaban, y con mucha insistencia, esa iniciativa generosa y ese compartir que es la ayuda a los santos. 2CO008005 Superaron todas nuestras expectativas, y Dios quiso que se pusieran ellos mismos a disposición nuestra y del Señor. 2CO008006 Por eso rogué a Tito que, habiendo él comenzado entre ustedes esta obra de caridad, la llevara también a cabo. 2CO008007 Y ustedes que sobresalen en todo: en dones de fe, de palabra y de conocimiento, en entusiasmo, sin hablar del amor que me profesan, traten de sobresalir también en esta obra de generosidad. 2CO008008 No es una orden, sino que sólo me baso en la generosidad de otros para ver si ustedes aman de verdad. 2CO008009 Ya conocen la generosidad de Cristo Jesús, nuestro Señor, que, siendo rico, se hizo pobre por ustedes para que su pobreza los hiciera ricos. 2CO008010 Les hago notar esto: les conviene que se muevan, pues hace ya un año que empezaron, e incluso el proyecto procedió de ustedes. 2CO008011 Concluyan, pues, esa obra; lo que se ha decidido con entusiasmo debe ser llevado a cabo según las propias posibilidades. 2CO008012 Si hay entusiasmo, cada uno es bien recibido con lo que tenga, y a nadie se le pide lo que no tiene. 2CO008013 No se trata de que otros tengan comodidad y que a ustedes les falte, sino de que haya igualdad. 2CO008014 Ustedes darán de su abundancia lo que a ellos les falta, y ellos, a su vez, darán de lo que tienen para que a ustedes no les falte. Así reinará la igualdad. 2CO008015 Lo dice la Escritura: Al que tenía mucho no le sobraba y al que tenía poco no le faltaba. 2CO008016 Den gracias a Dios que inspira a Tito el mismo interés por ustedes. 2CO008017 Apenas recibió esta invitación, partió adonde ustedes con todo agrado. 2CO008018 Con él enviamos a ese hermano que se ganó el aprecio de todas las Iglesias en la labor del Evangelio, 2CO008019 y que es además el que han designado las Iglesias para acompañarnos en esta obra bendita que organizamos para gloria del Señor, y también por convicción personal. 2CO008020 Así lo dispusimos, para que nadie tenga sospechas respecto a estas sumas importantes que estamos manejando. 2CO008021 Pues procuramos que todo sea limpio, no sólo ante Dios, sino también ante los hombres. 2CO008022 Por eso enviamos con ellos a otro hermano, que nos dio en muchas ocasiones numerosas pruebas de su celo y que ahora se siente más entusiasta por la gran confianza que tiene en ustedes. 2CO008023 Ahí tienen, pues, a Tito, mi compañero y ayudante cerca de ustedes, y con él tienen a hermanos nuestros, delegados de las Iglesias, personas que son la gloria de Cristo. 2CO008024 Demuéstrenles que aman a sus hermanos y confirmen ante las Iglesias todo lo bien que les hablé de ustedes. 2CO009001 En cuanto a la ayuda a los santos, a nuestros hermanos, no es necesario que se la recomiende, 2CO009002 pues conozco su buena disposición, y lo dije con orgullo ante los macedonios: “En Acaya están preparados para la colecta desde el año pasado.” Y el entusiasmo de ustedes fue un estímulo para la mayoría de ellos. 2CO009003 Ahora, pues, les envío a estos hermanos nuestros. ¡Ojalá que todo lo bueno que he hablado de ustedes al respecto no quede desmentido! Como les digo, estén preparados, 2CO009004 no sea que, al llegar conmigo los de Macedonia, los encuentren desprevenidos. ¡Sería para mí una vergüenza, por no decir para ustedes! 2CO009005 Por eso me pareció necesario rogar a nuestros hermanos que se me adelantaran y fueran a verlos para organizar esa largueza que se había acordado. Bien preparada, demostrará ser una largueza y no una limosna. 2CO009006 Miren: el que siembra con mezquindad, con mezquindad cosechará, y el que siembra sin calcular, cosechará también fuera de todo cálculo. 2CO009007 Cada uno dé según lo que decidió personalmente, y no de mala gana o a la fuerza, pues Dios ama al que da con corazón alegre. 2CO009008 Y poderoso es Dios para bendecirles de mil maneras, de modo que nunca les falte nada y puedan al mismo tiempo cooperar en toda obra buena. 2CO009009 La Escritura dice: Repartió, dio a los que tenían hambre; sus méritos permanecen para siempre. 2CO009010 Si Dios proporciona la semilla al que siembra y el pan que va a comer, les dará también a ustedes la semilla y la multiplicará, y hará crecer los brotes de sus virtudes. 2CO009011 Sean ricos en todo, y den con generosidad, y nosotros lo transformaremos en acciones de gracias a Dios. 2CO009012 Pues este servicio de carácter sagrado, no sólo proporcionará a los hermanos lo que necesitan, sino que de él resultarán incontables acciones de gracias a Dios. 2CO009013 Este servicio será para ellos una prueba concreta: darán gracias a Dios porque ustedes son consecuentes con el evangelio de Cristo y saben compartir generosamente con ellos y con todos. 2CO009014 Rogarán a Dios por ustedes y les tendrán cariño por la maravillosa gracia que derramó sobre ustedes. 2CO009015 Sí, ¡gracias sean dadas a Dios por su don, que nadie sabría expresar! 2CO010001 Soy yo, Pablo en persona, quien les suplica por la mansedumbre y bondad de Cristo; ¡ese Pablo tan humilde entre ustedes y tan intrépido cuando está lejos! 2CO010002 No me obliguen, cuando esté ante ustedes, a actuar con autoridad, como estoy decidido y como me atreveré a hacerlo con algunos que piensan que yo no quiero crearme problemas. 2CO010003 Humana es mi condición, pero no lo es mi combate. 2CO010004 Nuestras armas no son las humanas, pero tienen la fuerza de Dios para destruir fortalezas: todos esos argumentos 2CO010005 y esa soberbia que se oponen al conocimiento de Dios. Todo pensamiento tendrá que rendirse a nosotros y someterse a Cristo, 2CO010006 y estamos dispuestos a castigar toda desobediencia, en cuanto contemos con la total obediencia de ustedes. 2CO010007 Miren las cosas cara a cara. Si alguien cree pertenecer a Cristo, piense lo siguiente: si él es de Cristo, lo soy también yo. 2CO010008 Y aunque parezca demasiado seguro del poder que el Señor me dio para edificarlos, no para destruirlos, no me avergonzaré de haberlo dicho. 2CO010009 ¿Creen que sólo soy capaz de asustarlos con cartas? 2CO010010 “Las cartas son duras y fuertes, dicen algunos, pero tiene poca presencia y es un pobre orador.” 2CO010011 Que lo sepan: lo que mis cartas dicen desde lejos, lo haré cuando vaya. 2CO010012 ¿Cómo me atrevería a igualarme o a compararme con esa gente que proclama sus propios méritos? ¡Tontos! No tienen otro modelo ni usan otro criterio que ellos mismos. 2CO010013 Nosotros, en cambio, no pasaremos la medida cuando defendamos nuestra autoridad, pues respetaremos la medida que nos fijó Dios, -que todo lo mide bien-, al hacernos llegar hasta ustedes. 2CO010014 No nos entrometemos entre ustedes como aquellos que no han sabido cómo llegar, pues somos los que les llevamos el Evangelio de Cristo. 2CO010015 No llegamos con grandes pretensiones adonde otros han trabajado. Al contrario, esperamos que mientras más crezca su fe, también crezcamos nosotros gracias a ustedes, según nuestra propia pauta. 2CO010016 Quiero decir que llevaremos el Evangelio más allá de ustedes en vez de buscar fama donde el trabajo ya está hecho, que es la pauta de los otros. 2CO010017 El que se gloríe, gloríese en el Señor. 2CO010018 Pues no queda aprobado el que se recomienda a sí mismo, sino aquel a quien el Señor recomienda. 2CO011001 ¡Ojalá me aguantaran algunas tonterías! ¡Claro que las aguantan! 2CO011002 Estoy celoso de ustedes, y son celos de Dios, pues los he ofrecido a Cristo como una joven virgen a la que yo he desposado con el único esposo. 2CO011003 Y mi temor es que la serpiente que sedujo a Eva con astucia, podría también pervertirles la mente a ustedes, para que dejen de ser sinceros con Cristo. 2CO011004 Ahora vienen a predicarles a otro Jesús, no como se lo predicamos, y les proponen un espíritu diferente del que recibieron, y un evangelio diferente del que abrazaron. ¡Y lo aceptan sin dificultad! 2CO011005 Sin embargo, no creo ser inferior en nada a esos superapóstoles. 2CO011006 ¿Que mi oratoria deja mucho que desear? Tal vez; pero no mi conocimiento, como se lo he probado ya de mil maneras y en cualquier asunto. 2CO011007 ¿No habrá sido mi pecado el haberme rebajado para que ustedes crecieran? Yo les he entregado el Evangelio sin cobrarles nada. 2CO011008 A otras Iglesias despojé, recibiendo de ellas el sustento para servirlos a ustedes. 2CO011009 Cuando me encontraba entre ustedes y estuve necesitado, no molesté a nadie, sino que los hermanos venidos de Macedonia me dieron lo necesario. Me cuidé de ser un peso para ustedes, y todavía me cuidaré: 2CO011010 ahí está mi desafío, y se lo digo por la verdad de Cristo que está en mí, nadie en la tierra de Acaya me igualará en este punto. 2CO011011 ¿Por qué? ¿Acaso porque no los amo? ¡Dios lo sabe! 2CO011012 Pero lo hago y lo seguiré haciendo, para quitar toda posibilidad a los que buscan cómo competir conmigo y pasar por iguales a mí. 2CO011013 En realidad, son falsos apóstoles, engañadores disfrazados de apóstoles de Cristo. 2CO011014 Y no hay que maravillarse, pues si Satanás se disfraza de ángel de luz, 2CO011015 no es mucho que sus servidores se disfracen también de servidores del bien. Pero su fin será el que se merecen sus obras. 2CO011016 Una vez más les digo que no me tomen por loco; pero si me toman por tal, acepten que lo sea y que cante un poco mis propias alabanzas. 2CO011017 No hablaré el lenguaje del Señor, pues sería locura creer en mis propios méritos. 2CO011018 Por eso, si tanta gente hace valer sus méritos en forma tan humana, yo también lo haré. 2CO011019 Dicho sea de paso, ustedes, que son tan inteligentes, aguantan bastante bien a los locos. 2CO011020 Les gusta que los traten como esclavos, que los exploten, les roben, los traten con desprecio y les golpeen en la cara. 2CO011021 Empiezo ya a sentir vergüenza: nosotros fuimos demasiado blandos. Pero otros son tan atrevidos, hablo como un loco, ¿por qué yo no? 2CO011022 ¿Son hebreos? También yo lo soy. ¿Son israelitas? También yo. ¿Son descendientes de Abrahán? También yo. ¿Son ministros de Cristo? 2CO011023 Empiezo a hablar como un loco: yo lo soy más que ellos. Más mis numerosas fatigas, más el tiempo pasado en cárcel, mucho más los golpes recibidos, y muchas veces me encontré en peligro de muerte. 2CO011024 Cinco veces fui condenado los judíos a los treinta y nueve azotes; 2CO011025 tres veces fui apaleado; una vez fui apedreado; tres veces naufragué; y una vez pasé un día y una noche perdido en alta mar. 2CO011026 Viajes frecuentes; peligrosos de ríos; peligros de bandidos; peligros por parte de mis compatriotas; peligros por parte de los paganos; peligros en la ciudad; peligros en lugares despoblados; peligros en el mar; peligros entre falsos hermanos. 2CO011027 Trabajos y agotamiento, con noches sin dormir, con hambre y sed, con muchos días sin comer, con frío y sin abrigo. 2CO011028 Además de estas y otras cosas, pesa sobre mí la preocupación por todas las Iglesias. 2CO011029 ¿Quién vacila que yo no vacile con él? ¿Quién se viene abajo sin que un fuego me devore? 2CO011030 Si hay que alabarse, me gloriaré de las ocasiones en las que me sentí débil. 2CO011031 El Dios y Padre de Jesús el Señor, ¡bendito sea por todos los siglos!, sabe que no miento. 2CO011032 En Damasco, el gobernador del rey Aretas hizo vigilar la ciudad con intención de apresarme, 2CO011033 y tuve que ser descolgado por una ventana muralla abajo, metido en un canasto. Así escapé de sus manos. 2CO012001 De nada sirve alabarse; pero si hay que hacerlo, iré a las visiones y revelaciones del Señor. 2CO012002 Sé de un cierto creyente, el cual hace catorce años fue arrebatado hasta el tercer cielo. Si fue con el cuerpo o fuera del cuerpo, eso no lo sé, lo sabe Dios. 2CO012003 Y sé que ese hombre, -sea con cuerpo o fuera del cuerpo, no lo sé, Dios lo sabe- 2CO012004 fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras no habladas y que nadie sabría expresar. 2CO012005 Podría sentir orgullo pensando en ese, pero en cuanto a mí, sólo me gloriaré de mis debilidades. 2CO012006 Si quisiera gloriarme, no sería locura, pues diría la verdad. Pero me abstendré, para que nadie se forme de mí una idea superior a lo que ve u oye decir de mí. 2CO012007 Y precisamente para que no me pusiera orgulloso después de tan extraordinarias revelaciones, me fue clavado en la carne un aguijón, verdadero delegado de Satanás, cuyas bofetadas me guardan de todo orgullo. 2CO012008 Tres veces rogué al Señor que lo alejara de mí, 2CO012009 pero me dijo: “Te basta mi gracia; mi mayor fuerza se manifiesta en la debilidad”. Mejor, me preciaré de mis debilidades, para que me cubra la fuerza de Cristo. 2CO012010 Por eso acepto con gusto lo que me toca sufrir por Cristo: enfermedades, humillaciones, necesidades, persecuciones y angustias. Pues si me siento débil, entonces es cuando soy fuerte. 2CO012011 He dicho tonterías, pero ustedes me obligaron. Ustedes debían haber hecho mis elogios, pues en nada me ganan los superapóstoles, aunque nada soy. 2CO012012 Cuando estuve entre ustedes, les hice ver todas las señales del verdadero apóstol: paciencia a toda prueba, señales, milagros y prodigios. 2CO012013 ¿En qué pudieron ustedes sentirse inferiores a las demás Iglesias? Solamente en que no he sido una carga para ustedes. ¡Perdónenme esta ofensa! 2CO012014 Ahora por tercera vez me preparo para visitarlos, y tampoco seré para ustedes una carga, pues no me intereso por lo que tienen, sino por ustedes mismos; y no son los hijos los que deben juntar dinero para sus padres, sino los padres para sus hijos. 2CO012015 Por mi parte, de buena gana gastaré lo que tengo y hasta me entregaré entero por todos ustedes. Amándolos más, ¿seré yo menos amado? 2CO012016 Está claro que no fui una carga para ustedes, pero ¿no habrá sido para así estafarlos mejor? 2CO012017 Díganme: ¿cuál de mis enviados les ha sacado dinero? 2CO012018 Rogué a Tito que fuera a verlos y con él envié a otro hermano. Pues bien, ¿les sacó dinero Tito? ¿No hemos actuado ambos con el mismo espíritu y no hemos seguido la misma pauta? 2CO012019 Tal vez les parecerá que de nuevo tratamos de justificarnos ante ustedes. Pero no; hablamos en Cristo y delante de Dios, y todo esto, amados, es por ustedes, para su provecho espiritual. 2CO012020 Temo que, si voy a verlos, no los encuentre como quisiera y que ustedes, a su vez, no me encuentren a mí como desearían. Quizá haya rivalidades, envidias, rencores, disputas, calumnias, chismes, soberbia, desórdenes. 2CO012021 Temo que en esa visita mi Dios me humille otra vez ante ustedes y tenga que lamentarme por muchos que anteriormente vivieron en el pecado, al ver que no han dejado aún las impurezas, la mala conducta y los horrores que cometían entonces. 2CO013001 Esta es la tercera vez que voy a verlos, y todo asunto se decidirá por declaración de dos o tres testigos. 2CO013002 Ya se lo dije, y ahora que estoy lejos se lo repito como la segunda vez que estuve allá: cuando vuelva a visitarlos no tendré piedad. Que lo sepan tanto los que vivieron en el pecado como los demás. 2CO013003 Así podrán comprobar que Cristo habla por mí. El no se muestra débil con ustedes, sino que más bien actúa con poder. 2CO013004 Si bien su debilidad lo llevó a la cruz, ahora vive por la fuerza de Dios. Así también nosotros compartimos su debilidad, pero viviremos con él por el poder de Dios que actúa en ustedes. 2CO013005 Examínense y vean si permanecen en la fe. Pruébense a sí mismos. ¿Están seguros de que Cristo Jesús está en ustedes? ¿Y qué, si no superan la prueba? 2CO013006 Espero que reconozcan que nosotros no estamos reprobados. 2CO013007 Pedimos a Dios que no hagan mal alguno, no para quedar bien nosotros, sino por ustedes, para que hagan el bien, aunque quedemos mal nosotros. 2CO013008 Pues no tenemos poder alguno contra la verdad, sino sólo a favor de ella, 2CO013009 y nos alegramos cada vez que nos sentimos débiles y ustedes fuertes. Y pedimos a Dios que ustedes lleguen a la perfección. 2CO013010 Todo esto se lo digo desde lejos, para no tener que mostrarme duro entre ustedes con la autoridad que el Señor me dio para edificar y no para destruir. 2CO013011 Finalmente, hermanos, estén alegres; sigan progresando; anímense; tengan un mismo sentir y vivan en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con ustedes. 2CO013012 Salúdense los unos a los otros con el beso santo. Les saludan todos los santos. 2CO013013 La gracia de Cristo Jesús, el Señor, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.
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