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1SM001001 Había un hombre de Ramataim, un sufita de la montaña de Efraím, que se llamaba Elcaná, hijo de Ierojám, hijo de Eliú, hijo de Toju, hijo de Suf, efraimita. 1SM001002 El tenía dos mujeres: una se llamaba Ana y la otra Peniná. Peniná tenía hijos, pero Ana no tenía ninguno. 1SM001003 Este hombre subía cada año desde su ciudad, para adorar y ofrecer sacrificios al Señor en Silo. Allí eran sacerdotes del Señor, Jofní y Pinjás, los dos hijos de Elí. 1SM001004 El día en que Elcaná ofrecía su sacrificio, daba a su esposa Peniná, y a todos sus hijos e hijas, porciones de la víctima. 1SM001005 Pero a Ana le daba una porción especial, porque la amaba, aunque el Señor la había hecho estéril. 1SM001006 Su rival la afligía constantemente para humillarla, porque el Señor la había hecho estéril. 1SM001007 Así sucedía año tras año: cada vez que ella subía a la Casa del Señor, la otra la afligía de la misma manera. Entonces Ana se ponía a llorar y no quería comer. 1SM001008 Pero Elcaná, su marido, le dijo: "Ana, ¿por qué lloras y no quieres comer? ¿Por qué estás triste? ¿No valgo yo para ti más que diez hijos?". La súplica y el voto de Ana 1SM001009 Después que comieron y bebieron en Silo, Ana se levantó. Mientras tanto, el sacerdote Elí estaba sentado en su silla a la puerta del Templo del Señor. 1SM001010 Entonces Ana, con el alma llena de amargura, oró al Señor y lloró desconsoladamente. 1SM001011 Luego hizo este voto: "Señor de los ejércitos, si miras la miseria de tu servidora y te acuerdas de mí, si no te olvidas de tu servidora y le das un hijo varón, yo lo entregaré al Señor para toda su vida, y la navaja no pasará por su cabeza". 1SM001012 Mientras ella prolongaba su oración delante del Señor, Elí miraba atentamente su boca. 1SM001013 Ana oraba en silencio; sólo se movían sus labios, pero no se oía su voz. Elí pensó que estaba ebria, 1SM001014 y le dijo: "¿Hasta cuándo te va a durar la borrachera? ¡Ve a que se te pase el efecto del vino!". 1SM001015 Ana respondió: "No, mi señor; yo soy una mujer que sufre mucho. No he bebido vino ni nada que pueda embriagar; sólo me estaba desahogando delante del Señor. 1SM001016 No tomes a tu servidora por una mujer cualquiera; si he estado hablando hasta ahora, ha sido por el exceso de mi congoja y mi dolor". 1SM001017 "Vete en paz, le respondió Elí, y que el Dios de Israel te conceda lo que tanto le has pedido". 1SM001018 Ana le dijo entonces: "¡Que tu servidora pueda gozar siempre de tu favor!". Luego la mujer se fue por su camino, comió algo y cambió de semblante. El nacimiento y la consagración de Samuel 1SM001019 A la mañana siguiente, se levantaron bien temprano y se postraron delante del Señor; luego regresaron a su casa en Ramá. Elcaná se unió a su esposa Ana, y el Señor se acordó de ella. 1SM001020 Ana concibió, y a su debido tiempo dio a luz un hijo, al que puso el nombre de Samuel, diciendo: "Se lo he pedido al Señor". 1SM001021 El marido, Elcaná, subió con toda su familia para ofrecer al Señor el sacrificio anual y cumplir su voto. 1SM001022 Pero Ana no subió, porque dijo a su marido: "No iré hasta que el niño deje de mamar. Entonces lo llevaré, y él se presentará delante del Señor y se quedará allí para siempre". 1SM001023 Elcaná, su marido, le dijo: "Puedes hacer lo que mejor te parezca. Quédate hasta que lo hayas destetado, y ojalá que el Señor cumpla su palabra". La mujer se quedó, y crió a su hijo hasta que lo destetó. 1SM001024 Cuando el niño dejó de mamar, lo subió con ella, llevando además un novillo de tres años, una medida de harina y un odre de vino, y lo condujo a la Casa del Señor en Silo. El niño era aún muy pequeño. 1SM001025 Y después de inmolar el novillo, se lo llevaron a Elí. 1SM001026 Ella dijo: "Perdón, señor mío; ¡por tu vida, señor!, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti, para orar al Señor. 1SM001027 Era este niño lo que yo suplicaba al Señor, y él me concedió lo que le pedía. 1SM001028 Ahora yo, a mi vez, se lo cedo a él: para toda su vida queda cedido al Señor". Después se postraron delante del Señor. 1SM002001 Entonces Ana oró, diciendo: "Mi corazón se regocija en el Señor, tengo la frente erguida gracias a mi Dios. Mi boca se ríe de mis enemigos,porque tu salvación me ha llenadode alegría. 1SM002002 No hay Santo como el Señor, porque no hay nadie fuera de ti, y no hay Roca como nuestro Dios. 1SM002003 No hablen con tanta arrogancia, que la insolencia no les brote de la boca, porque el Señor es el Dios que lo sabe todo, y es él quien valora las acciones. 1SM002004 El arco de los valientes se ha quebrado, y los vacilantes se ciñen de vigor; 1SM002005 los satisfechos se contratanpor un pedazo de pan, y los hambrientos dejan de fatigarse; la mujer estéril da a luz siete veces, y la madre de muchos hijos se marchita. 1SM002006 El Señor da la muerte y la vida, hunde en el Abismo y levanta de él. 1SM002007 El Señor da la pobreza y la riqueza, humilla y también enaltece. 1SM002008 Él levanta del polvo al desvalido y alza al pobre de la miseria, para hacerlos sentar con los príncipes y darles en herencia un trono de gloria; porque del Señor son las columnas de la tierra y sobre ellas afianzó el mundo. 1SM002009 Él protege los pasos de sus fieles, pero los malvados desaparecerán en las tinieblas, porque el hombre no triunfa por su fuerza. 1SM002010 Los rivales del Señor quedan aterrados, el Altísimo truena desde el cielo. El Señor juzga los confines de la tierra; él fortalece a su rey y exalta la frente de su Ungido". 1SM002011 Luego Elcaná se fue a su casa en Ramá, y el niño quedó al servicio del Señor, a las órdenes del sacerdote Elí. Los abusos de los hijos de Elí 1SM002012 Los hijos de Elí eran unos canallas, que no reconocían al Señor 1SM002013 ni respetaban los deberes de los sacerdotes para con el pueblo. Cada vez que alguien ofrecía un sacrificio, venía el servidor del sacerdote con un tenedor de tres dientes en la mano, mientras se cocía la carne. 1SM002014 Entonces lo metía en la olla o el caldero, en la cacerola o el tazón, y todo lo que recogía el tenedor, se lo guardaba el sacerdote para él. Así hacían con todos los israelitas que iban a Silo. 1SM002015 Incluso antes que se quemara la grasa, venía el servidor del sacerdote y decía a la persona que ofrecía el sacrificio: "Dale al sacerdote carne para asar; él no aceptará de ti carne cocida, sino sólo cruda". 1SM002016 Y si el hombre le decía: "Primero hay que quemar la grasa; después, llévate lo que quieras", el servidor replicaba: "No, o me la das ahora mismo, o me la llevo por la fuerza". 1SM002017 El pecado de esos ayudantes era muy grave delante del Señor, porque deshonraban las ofrendas del Señor. Samuel en el Templo de Silo 1SM002018 Samuel servía en la presencia del Señor; era un niño, y llevaba ceñido el efod de lino. 1SM002019 Su madre le hacía un pequeño manto, y se lo traía cada año, cuando subía con su marido a ofrecer el sacrificio anual. 1SM002020 Entonces Elí bendecía a Elcaná y a su mujer, diciendo: "Que el Señor te conceda una descendencia de esta mujer, a cambio de aquel que fue cedido al Señor". Luego se volvían a su casa. 1SM002021 El Señor intervino en favor de Ana, y ella concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. Mientras tanto, el joven Samuel crecía junto al Señor. Los reproches de Elí a sus hijos 1SM002022 Elí era ya muy viejo, y oyó hablar de todo lo que hacían sus hijos a Israel, y cómo se acostaban con las mujeres que prestaban servicio a la entrada de la Carpa del Encuentro. 1SM002023 Entonces les dijo: "¿Por qué hacen esas cosas? Oigo hablar a todo el pueblo de las malas acciones que ustedes cometen. 1SM002024 No, hijos míos, no es nada bueno el rumor que se hace correr entre el pueblo del Señor. 1SM002025 Si un hombre peca contra otro hombre, Dios interviene como árbitro; pero si un hombre peca contra el Señor, ¿quién puede interceder por él?". Pero ellos no escucharon la voz de su padre, porque el Señor quería hacerlos morir. 1SM002026 En cambio, el joven Samuel iba creciendo, y era apreciado por Dios y por los hombres. Anuncio proféticocontra los descendientes de Elí 1SM002027 Un hombre de Dios se presentó a Elí y le dijo: "Así habla el Señor: Yo me revelé a la familia de tu padre, cuando ellos estaban en Egipto, bajo el poder de la casa del Faraón. 1SM002028 Elegí a tu padre entre todas las tribus de Israel, para que fuera mi sacerdote y subiera a mi altar, para que hiciera arder el incienso y llevara el efod en mi presencia. Y asigné a la familia de tu padre todas las ofrendas que hacen quemar los israelitas. 1SM002029 ¿Por qué entonces pisotean mi sacrificio y mi ofrenda, que yo prescribí para mi Morada? ¿Por qué honras a tus hijos más que a mí, haciéndolos engordar con lo mejor de todas las ofrendas de mi pueblo Israel? 1SM002030 Por eso, el Señor, el Dios de Israel, pronuncia este oráculo: Yo había dicho que tu familia caminaría siempre en mi presencia. Pero ahora –oráculo del Señor– ¡lejos de mí todo eso! Porque yo honro a los que me honran, pero los que me desprecian son humillados. 1SM002031 Llegan los días en que amputaré tu brazo y el de la familia de tu padre, de manera que no habrá más ancianos en tu casa. 1SM002032 Tú verás un rival en la Morada; y aunque todo le vaya bien a Israel, nunca habrá ancianos en tu casa. 1SM002033 Sin embargo, mantendré a algunos de tus descendientes cerca de mi altar, para que se consuman tus ojos y se desgaste tu vida; pero todos los vástagos de tu casa morirán en la flor de la edad. 1SM002034 Y te servirá de señal lo que les sucederá a tus hijos Jofní y Pinjás: ambos morirán el mismo día. 1SM002035 En cambio, yo me suscitaré un sacerdote fiel, que obrará conforme a mi corazón y a mis deseos. Yo le edificaré una casa duradera, y él caminará en presencia de mi Ungido todos los días de su vida. 1SM002036 Y todos los que subsistan de tu casa irán a postrarse delante de él por una moneda de plata y una miga de pan, y le dirán: Admíteme, por favor, a cualquiera de las funciones sacerdotales, para que tenga un pedazo de pan que comer". 1SM003001 El joven Samuel servía al Señor en la presencia de Elí. La palabra del Señor era rara en aquellos días, y la visión no era frecuente. 1SM003002 Un día, Elí estaba acostado en su habitación. Sus ojos comenzaban a debilitarse y no podía ver. 1SM003003 La lámpara de Dios aún no se había apagado, y Samuel estaba acostado en el Templo del Señor, donde se encontraba el Arca de Dios. 1SM003004 El Señor llamó a Samuel, y él respondió: "Aquí estoy". 1SM003005 Samuel fue corriendo adonde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy, porque me has llamado". Pero Elí le dijo: "Yo no te llamé; vuelve a acostarte". Y él se fue a acostar. 1SM003006 El Señor llamó a Samuel una vez más. Él se levantó, fue adonde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy, porque me has llamado". Elí le respondió: "Yo no te llamé, hijo mío; vuelve a acostarte". 1SM003007 Samuel aún no conocía al Señor, y la palabra del Señor todavía no le había sido revelada. 1SM003008 El Señor llamó a Samuel por tercera vez. Él se levantó, fue adonde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy, porque me has llamado". Entonces Elí comprendió que era el Señor el que llamaba al joven, 1SM003009 y dijo a Samuel: "Ve a acostarte, y si alguien te llama, tú dirás: Habla, Señor, porque tu servidor escucha". Y Samuel fue a acostarse en su sitio. 1SM003010 Entonces vino el Señor, se detuvo, y llamó como las otras veces: "¡Samuel, Samuel!". Él respondió: "Habla, porque tu servidor escucha". 1SM003011 El Señor dijo a Samuel: "Mira, voy a hacer una cosa en Israel, que a todo el que la oiga le zumbarán los oídos. 1SM003012 Aquel día, realizaré contra Elí todo lo que dije acerca de su casa, desde el comienzo hasta el fin. 1SM003013 Yo le anuncio que condeno a su casa para siempre a causa de su iniquidad, porque él sabía que sus hijos maldecían a Dios, y no los reprendió. 1SM003014 Por eso, juro a la casa de Elí: jamás será expiada la falta de su casa, ni con sacrificios ni con oblaciones". 1SM003015 Samuel se quedó acostado hasta la mañana. Después abrió las puertas de la Casa del Señor, pero no se atrevía a contar la visión a Elí. 1SM003016 Entonces Elí lo llamó y le dijo: "Samuel, hijo mío". "Aquí estoy", respondió él. 1SM003017 Elí preguntó: "¿Qué es lo que te ha dicho? Por favor, no me ocultes nada. Que Dios te castigue, si me ocultasalgo de lo que él te dijo". 1SM003018 Samuel le contó todo, sin ocultarle nada. Elí exclamó: "Él es el Señor; que haga lo que mejor le parezca". El prestigio de Samuel como profeta 1SM003019 Samuel creció; el Señor estaba con él, y no dejó que cayera por tierra ninguna de sus palabras. 1SM003020 Todo Israel, desde Dan hasta Berseba, supo que Samuel estaba acreditado como profeta del Señor. 1SM003021 El Señor continuó apareciéndose en Silo, porque era allí donde él se revelaba a Samuel. 1SM004001 (TEXTO OMITIDO) 1SM004002 Los filisteos se alinearon en orden de batalla frente a Israel, y se entabló un duro combate. Israel cayó derrotado delante de los filisteos, y unos cuatro mil hombres fueron muertos en el frente de batalla, en campo abierto. 1SM004003 Cuando el pueblo regresó al campamento, los ancianos de Israel dijeron: "¿Por qué el Señor nos ha derrotado hoy delante de los filisteos? Vayamos a buscar a Silo el Arca de la Alianza del Señor: que ella esté presente en medio de nosotros y nos salve de la mano de nuestros enemigos". 1SM004004 El pueblo envió unos hombres a Silo, y trajeron de allí el Arca de la Alianza del Señor de los ejércitos, que tiene su trono sobre los querubines. Jofní y Pinjás, los dos hijos de Elí, acompañaban el Arca. Nueva derrota de los israelitasy captura del Arca 1SM004005 Cuando el Arca de la Alianza del Señor llegó al campamento, todos los israelitas lanzaron una gran ovación y tembló la tierra. 1SM004006 Los filisteos oyeron el estruendo de la ovación y dijeron: "¿Qué significa esa estruendosa ovación en el campamento de los hebreos?". Al saber que el Arca del Señor había llegado al campamento, 1SM004007 los filisteos sintieron temor, porque decían: "Un dios ha llegado al campamento". Y exclamaron: "¡Ay de nosotros, porque nada de esto había sucedido antes! 1SM004008 ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de este dios poderoso? Este es el dios que castigó a los egipcios con toda clase de plagas en el desierto. 1SM004009 ¡Tengan valor y sean hombres, filisteos, para no ser esclavizados por los hebreos, como ellos lo fueron por ustedes! ¡Sean hombres y luchen!". 1SM004010 Los filisteos libraron batalla. Israel fue derrotado y cada uno huyó a sus campamentos. La derrota fue muy grande, y cayeron entre los israelitas treinta mil hombres de a pie. 1SM004011 El Arca del Señor fue capturada, y murieron Jofní y Pinjás, los dos hijos de Elí. La muerte de Elí 1SM004012 Un hombre de Benjamín escapó del frente de batalla y llegó a Silo ese mismo día, con la ropa desgarrada y la cabeza cubierta de polvo. 1SM004013 Cuando llegó, Elí estaba sentado en una silla al borde del camino, a la expectativa, porque su corazón temblaba por el Arca de Dios. El hombre fue a dar la noticia por la ciudad, y toda la ciudad se puso a gritar. 1SM004014 Al oír el clamor, Elí preguntó: "¿Qué significa ese tumulto?". Entonces el hombre fue rápidamente a comunicar la noticia a Elí. 1SM004015 Este tenía noventa y ocho años; había perdido la vista y no podía ver. 1SM004016 El hombre le dijo: "Vengo del frente de batalla; hoy mismo he escapado de allí". Elí le preguntó: "¿Qué ha pasado, hijo mío?". 1SM004017 El mensajero respondió: "Israel huyó delante de los filisteos, y el pueblo ha sufrido un gran desastre; han muerto tus hijos Jofní y Pinjás, y el Arca de Dios ha sido capturada". 1SM004018 Apenas el hombre mencionó el Arca de Dios, Elí cayó de su silla hacia atrás, al lado de la puerta; así se rompió la nunca y murió, porque era viejo y pesado. Había juzgado a Israel durante cuarenta años. La muerte de la nuera de Elí 1SM004019 Su nuera, la mujer de Pinjás, estaba embarazada, próxima a dar a luz. Cuando oyó la noticia de la captura del Arca de Dios, y de la muerte de su suegro y de su marido, se encorvó y dio a luz, porque le sobrevinieron los dolores del parto. 1SM004020 Como estaba a punto de morir, las mujeres que la asistían le dijeron: "No temas, has tenido un varón". Pero ella no respondió ni prestó atención. 1SM004021 Y puso al niño el nombre de Icabod, diciendo: "La gloria ha sido desterrada de Israel", en alusión a la captura del Arca de Dios y a la muerte de su suegro y de su marido. 1SM004022 (TEXTO OMITIDO) 1SM005001 Los filisteos capturaron el Arca de Dios y la trasladaron de Eben Ezer a Asdod. 1SM005002 Allí tomaron el Arca de Dios, la introdujeron en el templo de Dagón y la expusieron al lado de Dagón. 1SM005003 A la mañana siguiente, los asdoditas se levantaron bien temprano, y encontraron a Dagón caído en el suelo, boca abajo, ante el Arca del Señor. Lo recogieron y lo volvieron a poner en su sitio. 1SM005004 Pero a la mañana siguiente, cuando los asdoditas se levantaron, encontraron a Dagón caído en el suelo, boca abajo, ante el Arca del Señor. La cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos yacían cortadas sobre el umbral, y no le quedaba más que el tronco. 1SM005005 Por eso, hasta el día de hoy los sacerdotes de Dagón y los que entran en su templo, en Asdod, no pisan el umbral. 1SM005006 La mano del Señor se hizo sentir pesadamente sobre los asdoditas y los devastó, hiriéndolos con tumores por todo el territorio de Asdod. 1SM005007 Al ver lo que sucedía, los asdoditas dijeron: "Que el Arca del Señor no se quede entre nosotros, porque su mano es dura contra nosotros y contra Dagón, nuestro dios". 1SM005008 Entonces invitaron a todos los príncipes de los filisteos a reunirse con ellos, y dijeron: "¿Qué podemos hacer con el Arca del Dios de Israel?". Ellos respondieron: "Hay que trasladarla a Gat". Así trasladaron el Arca del Dios de Israel. 1SM005009 Pero una vez que fue trasladada, la mano del Señor se hizo sentir sobre la ciudad y cundió un pánico terrible, porque el Señor hirió a la gente de la ciudad, del más pequeño al más grande, y les brotaron tumores. 1SM005010 Entonces enviaron el Arca de Dios a Ecrón. Pero apenas el Arca llegó a Ecrón, los ecronitas gritaron: "Han trasladado aquí el Arca del Dios de Israel, para hacerme morir a mí y a mi pueblo". 1SM005011 Luego invitaron a reunirse a todos los príncipes de los filisteos, y estos decían: "Devuelvan el Arca del Dios de Israel; que regrese al lugar donde estaba, y no me haga morir a mí y a mi pueblo". Porque reinaba un pánico mortal en toda la ciudad, tal era el peso con que se hacía sentir la mano del Señor. 1SM005012 A los que no morían les brotaban tumores, y el clamor de la ciudad subía hasta el cielo. 1SM006001 El Arca del Señor permaneció siete meses en territorio filisteo. 1SM006002 Luego los filisteos convocaron a los sacerdotes y adivinos, y les preguntaron: "¿Qué haremos con el Arca del Señor? Indíquennos cómo podemos enviarla al lugar donde estaba". 1SM006003 Ellos respondieron: "Si devuelven el Arca del Dios de Israel, no la envíen sin nada, sino que deberán ofrecerle una reparación. Si así logran curarse, sabrán por qué su mano no se apartaba de ustedes". 1SM006004 "¿Qué reparación debemos ofrecerle?", preguntaron los filisteos. Ellos respondieron: "Cinco tumores de oro y cinco ratones de oro, uno por cada uno de los príncipes filisteos. Porque la misma plaga la han padecido ustedes y ellos. 1SM006005 Hagan unas imágenes de los tumores y de los ratones que devastan el país, y den gloria al Dios de Israel. Tal vez así su mano no pese tanto sobre ustedes, sobre sus dioses y sobre su país. 1SM006006 ¿Por qué se van a obstinar como lo hicieron Egipto y el Faraón? ¿No tuvieron acaso que dejarlos partir cuando el Señor se ensañó con ellos? 1SM006007 Hagan ahora mismo un carro nuevo y tomen dos vacas que estén criando y que no hayan llevado el yugo. Aten las vacas al carro, dejando a sus crías encerradas en el establo. 1SM006008 Luego tomarán el Arca del Señor y la pondrán sobre el carro. Al lado de ella, en un cofre, colocarán los objetos de oro que le ofrecen en reparación. Después, la dejarán partir. 1SM006009 Fíjense bien: si ella sube en dirección a su territorio, hacia Bet Semes, quiere decir que el Señor nos ha infligido esta gran calamidad; en caso contrario, sabremos que no fue su mano la que nos golpeó, sino que esto nos ha sucedido por casualidad". 1SM006010 Así lo hicieron: tomaron dos vacas que estaban criando y las ataron al carro, pero encerraron a sus crías en el establo. 1SM006011 Luego pusieron sobre el carro el Arca del Señor y el cofre con los ratones de oro y las imágenes de los tumores. 1SM006012 Las vacas se fueron derecho por el camino de Bet Semes; iban mugiendo, siempre por el mismo sendero, sin desviarse ni a la derecha ni a la izquierda. Y los príncipes de los filisteos las siguieron hasta la frontera de Bet Semes. El Arca en Bet Semes 1SM006013 La gente de Bet Semes estaba cosechando el trigo en el valle. Al levantar los ojos, divisaron el Arca y se alegraron de verla. 1SM006014 El carro llegó al campo de Josué de Bet Semes y se detuvo. Allí había una gran piedra. Entonces hicieron astillas la madera del carro y ofrecieron las vacas en holocausto al Señor. 1SM006015 Mientras tanto, los levitas habían bajado el Arca del Señor y el cofre que estaba con ella, donde se encontraban los objetos de oro, y los depositaron sobre la piedra grande. La gente de Bet Semes ofreció aquel día holocaustos y sacrificios al Señor. 1SM006016 Al ver esto, los príncipes de los filisteos regresaron a Ecrón aquel mismo día. 1SM006017 Los tumores de oro que los filisteos presentaron como reparación al Señor fueron uno por Asdod, uno por Gaza, uno por Ascalón, uno por Gat y uno por Ecrón. 1SM006018 Y el número de los ratones de oro correspondía al de todas las ciudades de los filisteos, gobernadas por los cinco príncipes, desde las ciudades fortificadas hasta los poblados desguarnecidos. Testigo de esto es la piedra grande sobre la que depositaron el Arca del Señor, y que hasta el día de hoy está en el campo de Josué de Bet Semes. El Arca en Quiriat Iearím 1SM006019 El Señor castigó a la gente de Bet Semes, porque habían mirado el Arca del Señor. Como él hirió a setenta hombres, el pueblo estuvo de duelo porque el Señor les había infligido un castigo tan grande. 1SM006020 Los hombres de Bet Semes dijeron: "¿Quién podrá resistir en la presencia del Señor, este Dios tan santo? ¿A quién enviársela, para que esté lejos de nosotros?". 1SM006021 En seguida mandaron unos mensajeros a los habitantes de Quiriat Iearím, para decirles: "Los filisteos han devuelto el Arca del Señor. Bajen y súbanla con ustedes". 1SM007001 Entonces llegaron los de Quiriat Iearím y se llevaron el Arca del Señor. La introdujeron en la casa de Abinadab, sobre la colina, y consagraron a su hijo Eliezer para que la cuidara. La intercesión de Samuely la victoria sobre los filisteos 1SM007002 Desde el día en que el Arca fue instalada en Quiriat Iearím pasó mucho tiempo – veinte años– y todo Israel suspiraba por el Señor. 1SM007003 Samuel dijo entonces a toda la casa de Israel: "Si ustedes se vuelven al Señor de todo corazón, dejen de lado a los dioses extraños y a las Astartés que hay en medio de ustedes; dirijan sus corazones hacia el Señor y sírvanlo sólo a él. Así el Señor los librará del poder de los filisteos". 1SM007004 Los israelitas retiraron a los Baales y las Astartés, y sirvieron sólo al Señor. 1SM007005 Luego dijo Samuel: "Reúnan a todo Israel en Mispá, y yo rogaré al Señor por ustedes". 1SM007006 Ellos se reunieron en Mispá, sacaron agua y la derramaron delante del Señor; allí ayunaron aquel día, y dijeron: "¡Hemos pecado contra el Señor!". Y Samuel juzgó a los israelitas en Mispá. 1SM007007 Los filisteos oyeron que los israelitas se habían reunido en Mispá, y sus príncipes subieron contra Israel. Al enterarse, los israelitas tuvieron miedo de los filisteos 1SM007008 y dijeron a Samuel: "No ceses de clamar por nosotros al Señor, nuestro Dios, para que nos salve del poder de los filisteos". 1SM007009 Entonces Samuel tomó un corderito y lo ofreció entero en holocausto al Señor. Luego clamó al Señor en favor de Israel, y el Señor lo escuchó. 1SM007010 Mientras Samuel ofrecía el holocausto, los filisteos se acercaron a combatir contra Israel. Pero aquel día, el Señor lanzó sus truenos con gran fragor sobre los filisteos. Así sembró la confusión entre ellos, y fueron desbaratados por Israel. 1SM007011 Los hombres de Israel salieron de Mispá, persiguieron a los filisteos y los derrotaron hasta más abajo de Betcar. 1SM007012 Samuel tomó una piedra, la colocó entre Mispá y El Diente, y la llamó Eben Ezer –que significa "Piedra del socorro"– porque dijo: "Hasta aquí nos ha socorrido el Señor". 1SM007013 Así fueron abatidos los filisteos, y ya no volvieron a incursionar en territorio de Israel. Mientras vivió Samuel, la mano del Señor se hizo sentir sobre los filisteos. 1SM007014 Las ciudades que los filisteos habían tomado a Israel fueron reconquistadas, desde Ecrón hasta Gat, e Israel libró su territorio del poder de los filisteos. También hubo paz entre Israel y los amorreos. Samuel, Juez de Israel 1SM007015 Samuel juzgó a Israel todos los días de su vida. 1SM007016 Cada año hacía un recorrido por Betel, Guilgal y Mispá, y juzgaba a Israel en todos esos sitios. 1SM007017 Luego volvía a Ramá, donde estaba su casa. Allí juzgaba a Israel, y también allí erigió un altar al Señor. 1SM008001 Cuando Samuel envejeció, puso a sus hijos como jueces de Israel. 1SM008002 Su hijo mayor se llamaba Joel, y el segundo, Abías; ambos eran jueces en Berseba. 1SM008003 Pero ellos no siguieron sus pasos, sino que se dejaron llevar por el afán de lucro, aceptaron regalos y pervirtieron el derecho. 1SM008004 Entonces se reunieron todos los ancianos de Israel y acudieron a Samuel en Ramá. 1SM008005 "Tú ya eres viejo, le dijeron, y tus hijos no siguen tus pasos. Ahora danos un rey para que nos gobierne, como lo tienen todas las naciones". 1SM008006 A Samuel le disgustó que le dijeran: "Danos un rey para que nos gobierne", y oró al Señor. 1SM008007 El Señor dijo a Samuel: "Escucha al pueblo en todo lo que ellos digan, porque no es a ti a quien rechazan: me rechazan a mí, para que no reine más sobre ellos. 1SM008008 Como se comportaron conmigo desde el día en que los hice subir de Egipto hasta el día de hoy, abandonándome a mí para servir a otros dioses, así se comportan también contigo. 1SM008009 Por eso, escucha su reclamo. Pero les harás una solemne advertencia y les explicarás cuál es el derecho del rey que reinará sobre ellos". El derecho del rey 1SM008010 Samuel comunicó todas las palabras del Señor al pueblo que le pedía un rey, 1SM008011 diciendo: "Este será el derecho del rey que reinará sobre ustedes. Él tomará a los hijos de ustedes, los destinará a sus carros de guerra y a su caballería, y ellos correrán delante de su carro. 1SM008012 Los empleará como jefes de mil y de cincuenta hombres, y les hará cultivar sus campos, recoger sus cosechas, y fabricar sus armas de guerra y los arneses de sus carros. 1SM008013 Tomará a las hijas de ustedes como perfumistas, cocineras y panaderas. 1SM008014 Les quitará a ustedes los mejores campos, viñedos y olivares, para dárselos a sus servidores. 1SM008015 Exigirá el diezmo de los sembrados y las viñas, para entregarlo a sus eunucos y a sus servidores. 1SM008016 Les quitará sus mejores esclavos, sus bueyes y sus asnos, para emplearlos en sus propios trabajos. 1SM008017 Exigirá el diezmo de los rebaños, y ustedes mismos serán sus esclavos. 1SM008018 Entonces, ustedes clamarán a causa del rey que se han elegido, pero aquel día el Señor no les responderá". 1SM008019 El pueblo se negó a escuchar la voz de Samuel, e insistió: "¡No! Habrá un rey sobre nosotros, 1SM008020 y así seremos como todas las naciones. Nuestro rey nos juzgará, saldrá al frente de nosotros y combatirá en nuestros combates". 1SM008021 Samuel escuchó todas las palabras del pueblo y las repitió en presencia del Señor. 1SM008022 El Señor dijo a Samuel: "Escúchalos y dales un rey". Entonces Samuel dijo a los hombres de Israel: "Vuelvan cada uno a su ciudad". 1SM009001 Había un hombre de Benjamín llamado Quis, hijo de Abiel, hijo de Seror, hijo de Becorat, hijo de Afiaj, hijo de un benjaminita. El hombre estaba en muy buena posición, 1SM009002 y tenía un hijo llamado Saúl, que era joven y apuesto. No había entre los israelitas otro más apuesto que él; de los hombros para arriba, sobresalía por encima de todos los demás. 1SM009003 Una vez, se le extraviaron las asnas a Quis, el padre de Saúl. Quis dijo entonces a su hijo Saúl: "Lleva contigo a uno de los servidores y ve a buscar las asnas". 1SM009004 Ellos recorrieron la montaña de Efraím y atravesaron la región de Salisá, sin encontrar nada. Cruzaron por la región de Saalém, pero no estaban allí. Recorrieron el territorio de Benjamín, y tampoco las hallaron. 1SM009005 Cuando llegaron a la región de Suf, Saúl dijo al servidor que lo acompañaba: "Volvámonos, no sea que mi padre ya no piense más en las asnas y esté inquieto por nosotros". 1SM009006 Pero el servidor le respondió: "En esta ciudad hay un hombre de Dios. Es un hombre muy respetado: todo lo que él dice sucede infaliblemente. Vamos allá; a lo mejor él nos indica el camino que debemos tomar". 1SM009007 Saúl dijo a su servidor: "Vamos, ¿pero qué podemos llevarle a ese hombre? Ya no queda pan en nuestras alforjas, y tampoco tenemos un regalo para ofrecérselo al hombre de Dios. ¿Qué tenemos?". 1SM009008 El servidor volvió a tomar la palabra, y respondió a Saúl: "Mira, aquí tengo un cuarto de siclo de plata; se lo daré al hombre de Dios, y él nos indicará el camino". 1SM009009 – Antiguamente, en Israel, cuando alguien iba a consultar a Dios, decía: "Acudamos al vidente". Porque antes se llamaba "vidente" al que hoy se llama "profeta"–. 1SM009010 Saúl dijo a su servidor: "Está bien, vamos". Y se fueron a la ciudad donde estaba el hombre de Dios. El encuentro de Saúl con Samuel 1SM009011 Mientras subían por la cuesta de la ciudad, encontraron a unas jóvenes que salían a sacar agua, y les preguntaron: "¿Está por aquí el vidente?". 1SM009012 Ellas les respondieron: "Sí, por ahí derecho, pero apúrense. Precisamente acaba de llegar a la ciudad, porque hoy se ofrece un sacrificio público en el lugar alto. 1SM009013 Apenas entren en la ciudad, lo encontrarán antes que suba al lugar alto para el banquete. El pueblo no comerá hasta que él llegue, porque a él le corresponde bendecir el sacrificio, y después comen los invitados. Suban ahora mismo, porque seguro que hoy lo encontrarán". 1SM009014 Ellos subieron a la ciudad. Mientras entraban, les salió al encuentro Samuel, que subía al lugar alto. 1SM009015 Un día antes de la llegada de Saúl, el Señor había hecho a Samuel esta revelación: 1SM009016 "Mañana, a la misma hora, te enviaré a un hombre del país de Benjamín; tú lo ungirás como jefe de mi pueblo Israel, y él salvará a mi pueblo del poder de los filisteos. Porque yo he visto la aflicción de mi pueblo, y su clamor ha llegado hasta mí". 1SM009017 Cuando Samuel divisó a Saúl, el Señor le advirtió: "Este es el hombre de quien te dije que regirá a mi pueblo". 1SM009018 Saúl se acercó a Samuel en medio de la puerta de la ciudad, y le dijo: "Por favor, indícame dónde está la casa del vidente". 1SM009019 "El vidente soy yo, respondió Samuel a Saúl; sube delante de mí al lugar alto. Hoy ustedes comerán conmigo. Mañana temprano te dejaré partir y responderé a todo lo que te preocupa. 1SM009020 Por las asnas que perdiste hace tres días, no te inquietes: ya las han encontrado. Además, ¿de quién va a ser todo lo que hay de valioso en Israel? ¿No será tuyo y de toda la casa de tu padre?". 1SM009021 Saúl respondió: "¿No soy un benjaminita, de la más pequeña entre las tribus de Israel? Y mi clan, ¿no es el menor entre todos los clanes de Benjamín? ¿Por qué me hablas así?". 1SM009022 Samuel llevó consigo a Saúl y a su servidor, los hizo entrar en la sala y les asignó un puesto especial, a la cabecera de los invitados, que eran unos treinta. 1SM009023 Samuel dijo entonces al cocinero: "Sírvele la porción que te di para que la pusieras aparte". 1SM009024 El cocinero extrajo el muslo y la cola, y los puso delante de Saúl. Samuel dijo: "Ahí, tienes servida tu ración. Come, porque la han reservado para ti, cuando yo invité al pueblo a la fiesta". Así Saúl comió con Samuel aquel día. 1SM009025 En seguida bajaron del lugar alto a la ciudad, y Samuel conversó con Saúl en la azotea. 1SM009026 Por la mañana, se levantaron de madrugada. Apenas despuntó el alba, Samuel llamó a Saúl en la azotea y le dijo: "Levántate, voy a dejarte partir". Saúl se levantó, y los dos, él y Samuel, salieron afuera. 1SM009027 Cuando habían bajado hasta las afueras de la ciudad, Samuel le dijo: "Dile al servidor que se nos adelante". Él se adelantó, y Samuel añadió: "Detente un momento, y te haré oír la palabra de Dios". 1SM010001 Samuel tomó el frasco de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl. Luego lo besó y dijo: "¡El Señor te ha ungido como jefe de su herencia! 1SM010002 Hoy mismo, cuando te hayas alejado de mí, encontrarás a dos hombres cerca de la tumba de Raquel, en territorio de Benjamín, en Selsáj. Ellos te dirán: ‘Han hallado las asnas que habías ido a buscar. Ahora tu padre ya no piensa más en ese asunto, y está inquieto por ustedes, diciendo: ¿Qué puedo hacer por mi hijo?’. 1SM010003 Más adelante, cuando llegues a la Encina de Tabor, te encontrarás con tres hombres que suben a dar culto a Dios en Betel, llevando uno tres cabritos, otro tres hogazas de pan y otro un odre de vino. 1SM010004 Ellos te saludarán y te darán dos panes, y tú los aceptarás. 1SM010005 Después llegarás a Guibeá de Dios, donde está la guarnición filistea. Apenas entres en la ciudad, tropezarás con un grupo de profetas que bajan del lugar alto, precedidos de arpas, tamborines, flautas y cítaras, en estado de trance profético. 1SM010006 Entonces te invadirá el espíritu del Señor; entrarás en trance con ellos y serás cambiado en otro hombre. 1SM010007 Cuando te hayan sucedido todas estas señales, haz todo lo que sea conveniente, porque Dios está contigo. 1SM010008 Tú bajarás a Guilgal antes que yo, y yo bajaré a unirme contigo para ofrecer holocaustos y sacrificios de comunión. Espera siete días hasta que yo llegue y te comunique lo que debes hacer". El regreso de Saúl 1SM010009 Apenas Saúl se dio vuelta para alejarse de Samuel, Dios le cambió el corazón, y aquel mismo día se cumplieron las señales. 1SM010010 Desde allí, se dirigieron a Guibeá, y se encontraron con un grupo de profetas. Entonces lo invadió el espíritu de Dios y entró en trance en medio de ellos. 1SM010011 Todos los que lo conocían de antes, al verlo en trance en medio de los profetas, se decían unos a otros: "¿Qué le ha sucedido al hijo de Quis? ¿También Saúl está entre los profetas?". 1SM010012 Uno de los presentes intervino, diciendo: "¿Quién es el padre de estos?". Así se hizo proverbial la frase: "¿También Saúl está entre los profetas?". 1SM010013 Cuando salió de su trance profético, Saúl regresó a su casa. 1SM010014 Su tío les preguntó a él y a su servidor: "¿A dónde fueron?". "A buscar las asnas, respondió; pero como no aparecían por ninguna parte, acudimos a Samuel". 1SM010015 El tío de Saúl dijo: "Cuéntame lo que les dijo Samuel". 1SM010016 Saúl respondió a su tío: "Nos dijo solamente que las asnas habían sido halladas". Pero no le contó nada de lo que había dicho Samuel sobre el asunto del reino. Saúl designado y aclamado rey 1SM010017 Samuel convocó a todo el pueblo delante del Señor en Mispá, 1SM010018 y dijo a los israelitas: "Así habla el Señor, el Dios de Israel: Yo hice subir a Israel de Egipto, y los libré a ustedes de la mano de los egipcios y de la mano de todos los reinos que los oprimían. 1SM010019 Pero ustedes han rechazado hoy a su Dios, a él, que los libra de todos sus males y angustias, y le han dicho: ‘¡No! ¡Tú nos darás un rey!’. Por eso preséntense ahora delante del Señor por tribus y por clanes". 1SM010020 Samuel hizo que se acercaran todas las tribus de Israel, y la suerte cayó sobre la tribu de Benjamín. 1SM010021 Luego hizo que se acercara la tribu de Benjamín por clanes, y la suerte cayó sobre el clan de Matrí. Después hizo que se acercara el clan de Matrí, hombre por hombre, y la suerte cayó sobre Saúl, hijo de Quis. Pero lo buscaron y no lo encontraron. 1SM010022 Entonces volvieron a consultar al Señor: "¿Ha venido aquí ese hombre?". El Señor respondió: "Está allí, escondido entre los equipajes". 1SM010023 Fueron corriendo a sacarlo de allí; y cuando se presentó en medio del pueblo, sobresalía por encima de todos, de los hombros para arriba. 1SM010024 Samuel dijo a todo el pueblo: "¿Vieron al que ha elegido el Señor? No hay nadie como él en todo el pueblo". Y todo el pueblo lanzó una ovación, gritando: "¡Viva el rey!". 1SM010025 Samuel expuso al pueblo el derecho de la realeza, y lo escribió en un libro que depositó delante del Señor. Luego Samuel despidió a todo el pueblo, y se fue cada uno a su casa. 1SM010026 También Saúl se fue a su casa, a Guibeá, y lo acompañaron los valientes a quienes Dios había tocado el corazón. 1SM010027 Pero algunos hombres ruines dijeron: "¡Qué va a salvarnos este!". Así lo despreciaron y no le ofrecieron ningún presente. 1SM011001 Cerca de un mes más tarde, Najás, el amonita, subió contra Iabés en Galaad y la sitió. Todos los hombres de Iabés dijeron a Najás: "Pacta con nosotros y te serviremos". 1SM011002 Pero Najás, el amonita, les respondió: "Pactaré con ustedes a condición de arrancarles a cada uno el ojo derecho, e infligir así un oprobio a todo Israel". 1SM011003 Los ancianos de Iabés le dijeron: "Danos una tregua de siete días para enviar mensajeros por todo el territorio de Israel. Si nadie nos socorre, nos rendiremos a ti". 1SM011004 Cuando los mensajeros llegaron a Guibeá de Saúl y comunicaron la noticia en presencia del pueblo, todos se pusieron a llorar a gritos. 1SM011005 En ese momento, Saúl volvía del campo detrás de sus bueyes, y preguntó: "¿Qué le pasa al pueblo para llorar así?". Entonces le contaron lo que habían dicho los hombres de Iabés. 1SM011006 El espíritu de Dios irrumpió sobre Saúl cuando este oyó esas palabras, y una violenta ira se apoderó de él. 1SM011007 Tomó una yunta de bueyes, los despedazó y envió los pedazos por todo el territorio de Israel, con este mensaje: "Así serán tratados los bueyes del que no salga a combatir detrás de Saúl". El terror del Señor invadió al pueblo, y todos se pusieron en marcha como un solo hombre. 1SM011008 Saúl les pasó revista en Bézec: eran trescientos mil israelitas y treinta mil hombres de Judá. 1SM011009 Luego dijo a los mensajeros que habían venido: "Así hablarán a los hombres de Iabés en Galaad: ‘Mañana, a la hora en que más calienta el sol, serán socorridos’". Los mensajeros llevaron la noticia a los hombres de Iabés, y estos se llenaron de alegría. 1SM011010 Entonces los hombres de Iabés dijeron a Najás: "Mañana nos rendiremos a ustedes, y ustedes nos tratarán como mejor les parezca". 1SM011011 A la mañana siguiente, Saúl dividió al pueblo en tres grupos. Ellos irrumpieron en medio del campo en la vigilia de la mañana, y batieron a los amonitas hasta la hora de más calor. Los sobrevivientes se dispersaron de tal manera que no quedaron dos hombres juntos. Saúl reconocido por todo el pueblo 1SM011012 El pueblo dijo a Samuel: "¿Quiénes son los que preguntaban si Saúl reinaría sobre nosotros? Entreguen a esos hombres y los mataremos". 1SM011013 Pero Saúl intervino, diciendo: "Nadie morirá en este día, porque hoy el Señor ha obtenido una victoria en Israel". 1SM011014 Y Samuel dijo al pueblo: "Vengan, vamos a Guilgal y allí renovaremos la realeza". 1SM011015 Todo el pueblo fue a Guilgal, y proclamaron rey a Saúl delante del Señor. Allí ofrecieron sacrificios de comunión, y Saúl y todos los hombres de Israel se alegraron sobremanera. 1SM012001 Samuel dijo a todo Israel: "Yo les hice caso en todo lo que me dijeron y les he dado un rey. 1SM012002 Ahora, ahí tienen al rey que marcha al frente de ustedes. En cuanto a mí, ya estoy viejo y lleno de canas, y ahí están mis hijos, como unos más entre ustedes. Yo estuve al frente de ustedes desde mi juventud hasta el día de hoy. 1SM012003 ¡Aquí me tienen! Declaren contra mí delante del Señor y delante de su ungido: ¿A quién le he quitado un buey? ¿A quién le he quitado un asno? ¿A quién lo he oprimido o perjudicado? ¿Por quién me he dejado sobornar para cerrar los ojos? Díganlo, y yo les restituiré". 1SM012004 Ellos respondieron: "Nunca nos has oprimido ni perjudicado, ni has aceptado nada de nadie". 1SM012005 Él les dijo: "El Señor es testigo contra ustedes, y también su ungido es testigo en este día, de que nunca me han sorprendido con nada en la mano". Ellos le dijeron: "¡Sí, es testigo!". 1SM012006 Samuel dijo al pueblo: "Es testigo el Señor, que suscitó a Moisés y a Aarón, e hizo subir de Egipto a los padres de ustedes. 1SM012007 Ahora, preséntense para que entable un juicio con ustedes delante del Señor, evocando los actos de justicia que el Señor hizo en favor de ustedes y de sus padres. 1SM012008 Después que Jacob llegó a Egipto, los egipcios los avasallaron, y los padres de ustedes clamaron al Señor. El Señor envió entonces a Moisés y a Aarón, que hicieron salir a sus padres de Egipto y los establecieron en este lugar. 1SM012009 Pero ellos olvidaron al Señor, su Dios, y él los entregó en manos de Sísara, el jefe del ejército de Jasor, y en manos de los filisteos y del rey de Moab, que les hicieron la guerra. 1SM012010 Ellos clamaron al Señor, diciendo: ‘Hemos pecado, porque abandonamos al Señor y servimos a los Baales y a las Astartés. ¡Líbranos ahora de las manos de nuestros enemigos, y te serviremos!’. 1SM012011 El Señor envió entonces a Ierubaal, a Bedán, a Jefté y a Samuel; así los libró de sus enemigos de alrededor, y ustedes vivieron seguros. 1SM012012 Pero cuando vieron que los atacaba Najás, el rey de los amonitas, ustedes me dijeron: ‘¡No! ¡Que reine un rey sobre nosotros!’, siendo así que tienen como rey al Señor, su Dios. 1SM012013 Ahora, ahí está el rey que se han elegido y que han pedido: ya ven que el Señor les ha dado un rey. 1SM012014 Si ustedes temen al Señor y lo sirven, si escuchan su voz y no se muestran rebeldes a las órdenes del Señor, si ustedes mismos y el rey que reina sobre ustedes siguen al Señor, todo irá bien. 1SM012015 Pero si no escuchan la voz del Señor, y si son rebeldes a sus órdenes, la mano del Señor se hará sentir sobre ustedes y sobre su rey. 1SM012016 Y ahora, preséntense para ver este gran prodigio que realizará el Señor a la vista de ustedes. 1SM012017 ¿No estamos en la época de cosechar el trigo? Yo voy a invocar al Señor y él enviará truenos y lluvia; así ustedes reconocerán y verán qué grande es el mal que han cometido a los ojos del Señor, al pedir para ustedes un rey". 1SM012018 Samuel invocó al Señor, y aquel día el Señor envió truenos y lluvia. Todo el pueblo sintió un gran temor del Señor y de Samuel. 1SM012019 Y todo el pueblo dijo a Samuel: "Ruega al Señor, tu Dios, por tus servidores, y así no moriremos; porque a todos nuestros pecados hemos añadido la maldad de pedir para nosotros un rey". 1SM012020 Pero Samuel dijo al pueblo: "¡No teman! Por más que hayan cometido todo este mal, no se aparten del Señor, y sírvanlo de todo corazón. 1SM012021 No se aparten siguiendo a dioses falsos, que ni ayudan ni pueden librar, porque no son nada. 1SM012022 No, el Señor no rechazará a su pueblo, por el honor de su gran Nombre, porque él ha querido hacer de ustedes su pueblo. 1SM012023 En lo que a mí respecta, ¡lejos de mi pecar contra el Señor, dejando de rogar por ustedes! Yo les enseñaré el camino bueno y recto. 1SM012024 Basta que teman al Señor y lo sirvan fielmente de todo corazón. Miren qué grandes cosas ha hecho el Señor con ustedes. 1SM012025 Pero si persisten en hacer el mal, perecerán ustedes junto con su rey". 1SM013001 Saúl tenía... años cuando comenzó a reinar, y reinó... años sobre Israel. 1SM013002 Saúl seleccionó a tres mil hombres de Israel: dos mil estaban con él en Micmás y en la montaña de Betel, y mil con Jonatán en Guibeá de Benjamín. Al resto del pueblo lo envió a sus campamentos. 1SM013003 Jonatán derrotó al destacamento filisteo apostado en Gueba, y los filisteos se enteraron. Entonces Saúl hizo tocar la trompeta por todo el país, diciendo: "¡Que oigan los hebreos!". 1SM013004 Cuando todo Israel oyó que Saúl había derrotado al destacamento filisteo y que hasta el nombre de Israel causaba repulsión entre los filisteos, el pueblo acudió a la convocatoria de Saúl en Guilgal. 1SM013005 Los filisteos se reunieron para combatir contra Israel: tenían tres mil carros, seis mil guerreros y una tropa numerosa como la arena que está a la orilla del mar. Luego subieron y acamparon en Micmás, al este de Bet Aven. 1SM013006 Al verse en un grave aprieto, porque estaban cercados, los hombres de Israel fueron a esconderse en las cuevas, entre los matorrales, en las peñas, en los huecos y en las cisternas. 1SM013007 Y algunos hebreos cruzaron el Jordán, hacia el país de Gad y de Galaad. Saúl estaba todavía en Guilgal, y todo el pueblo temblaba de miedo detrás de él. 1SM013008 Así esperó siete días, según el plazo fijado por Samuel. Pero Samuel no llegaba a Guilgal y el pueblo se le comenzó a desbandar. 1SM013009 Entonces Saúl dijo: "Tráiganme el holocausto y los sacrificios de comunión", y él mismo ofreció el holocausto. La ruptura de Samuel con Saúl 1SM013010 Apenas terminó de ofrecer el holocausto, llegó Samuel, y Saúl salió a su encuentro para saludarlo. 1SM013011 Pero Samuel le dijo: "¿Qué has hecho?". Saúl respondió: "Como vi que el pueblo se me desbandaba, que tú no llegabas en el plazo fijado y que los filisteos estaban reunidos en Micmás, 1SM013012 pensé: ‘Ahora los filisteos bajarán a atacarme en Guilgal, y yo no he aplacado el rostro del Señor’. Así que me vi obligado a ofrecer el holocausto". 1SM013013 Entonces Samuel replicó a Saúl: "¡Has obrado neciamente! Si hubieras observado el mandamiento que te dio el Señor, tu Dios, él habría afianzado para siempre tu reinado sobre Israel. 1SM013014 Pero ahora tu reino no subsistirá. El Señor se ha buscado un hombre según su corazón y lo ha constituido jefe de su pueblo, porque tú no has observado lo que el Señor te mandó". 1SM013015 En seguida, Samuel partió de Guilgal. Los preparativos para la guerra En Guibeá de Benjamín, Saúl pasó revista a la tropa que estaba con él: eran unos seiscientos hombres. 1SM013016 Saúl, su hijo Jonatán y la tropa que estaba con él se apostaron en Gueba de Benjamín, y los filisteos acamparon en Micmás. 1SM013017 Del campamento filisteo salió un cuerpo de asalto dividido en tres grupos: uno tomó la dirección de Ofrá, hacia el país de Sual; 1SM013018 otro se dirigió a Bet Jorón, y otro a la altura que domina el valle de las Hienas, hacia el desierto. 1SM013019 No había entonces ningún herrero en Israel, porque los filisteos decían: "Hay que evitar que los hebreos se forjen espadas y lanzas". 1SM013020 Por eso, todos los israelitas tenían que acudir a los filisteos para reparar sus azadas, sus rejas de arado, sus hachas y sus hoces. 1SM013021 Había que pagar dos tercios de siclo por las azadas y las rejas de arado, y un tercio de siclo por afilar las hachas y reparar las picanas. 1SM013022 Así, el día de la batalla de Micmás, nadie del ejército que estaba con Saúl y Jonatán tenía en la mano una espada o una lanza. Sólo la tenían Saúl y su hijo Jonatán. 1SM013023 Un destacamento de los filisteos partió para el paso de Micmás. 1SM014001 Un día, Jonatán, hijo de Saúl, dijo a su escudero: "Vamos a cruzarnos hasta la guarnición de los filisteos que está allí, al otro lado". Pero no le comunicó nada a su padre. 1SM014002 Mientras tanto, Saúl estaba sentado en las afueras de Guibeá, bajo el Granado de Migrón, y tenía con él cerca de seiscientos hombres. 1SM014003 Ajías, hijo de Ajitub, hermano de Icabod, hijo de Pinjás, hijo de Elí, el sacerdote del Señor en Silo, llevaba el efod. La tropa tampoco sabía que Jonatán había partido. 1SM014004 En uno de los desfiladeros por los que Jonatán trataba de abrirse paso hasta la guarnición de los filisteos, hay dos grandes peñascos, uno a cada lado; el primero se llama Bosés y el otro Sené. 1SM014005 Uno de esos peñascos se alza hacia el norte, frente a Micmás, y el otro hacia el sur, frente a Gueba. 1SM014006 Jonatán dijo a su escudero: "Vamos a cruzarnos a la guarnición de esos incircuncisos. Pueda ser que el Señor intervenga a favor nuestro, ya que nada le impide dar la victoria, sea con muchos o con pocos". 1SM014007 Su escudero le respondió: "Actúa como mejor te parezca; puedes contar conmigo para lo que quieras". 1SM014008 Jonatán añadió: "Avanzaremos hasta donde están esos hombres y dejaremos que nos descubran. 1SM014009 Si nos dicen: ‘¡Alto ahí, hasta que los alcancemos!’, nos quedaremos en nuestro puesto, sin subir adonde están ellos. 1SM014010 Pero si nos dicen: ‘¡Suban!’, entonces subiremos, porque el Señor los entrega en nuestras manos. Esta será la contraseña". 1SM014011 En seguida se hicieron ver de la guarnición filistea, y los filisteos, al descubrirlos, exclamaron: "Miren, son unos hebreos que salen de las cuevas donde se habían escondido". 1SM014012 Luego, dirigiéndose a Jonatán y a su escudero, los hombres de la guarnición dijeron: "¡Suban, y les haremos saber una cosa!". Jonatán dijo a su escudero: "Sube detrás de mí, porque el Señor los ha entregado en manos de Israel". 1SM014013 Jonatán trepó valiéndose de las manos y los pies, seguido de su escudero. Y a medida que los filisteos caían bajo los golpes de Jonatán, su escudero, que iba detrás, acababa con ellos. 1SM014014 En esta primera incursión, Jonatán y su escudero ultimaron a unos veinte hombres, como quien abre un surco en media parcela de campo. 1SM014015 El pánico cundió en el campamento, en la campaña y entre todo el pueblo; la guarnición y el cuerpo de asalto también quedaron aterrorizados. Tembló la tierra, y reinó el terror de Dios. La derrota de los filisteos 1SM014016 Los centinelas de Saúl, en Guibeá de Benjamín, vieron cómo la multitud se agitaba y corría de aquí para allá. 1SM014017 Entonces Saúl dijo a la tropa que estaba con él: "Pasen revista, a ver si falta alguno de los nuestros". Pasaron revista, y faltaban Jonatán y su escudero. 1SM014018 Saúl dijo a Ajías: "Trae aquí el efod". Porque, en ese tiempo, era él quien llevaba el efod delante de Israel. 1SM014019 Mientras Saúl le hablaba al sacerdote, el tumulto crecía cada vez más en el campamento de los filisteos. Saúl dijo al sacerdote: "Retira tu mano". 1SM014020 Luego Saúl y toda la tropa que lo acompañaba se reunieron y avanzaron hacia el lugar del combate: allí los filisteos habían desenvainado la espada unos contra otros, y la confusión era total. 1SM014021 Los hebreos que antes habían estado al servicio de los filisteos, y que habían subido con ellos al campamento, también se plegaron a los israelitas que estaban con Saúl y Jonatán. 1SM014022 Y todos los hombres de Israel que estaban escondidos en la montaña de Efraím, al enterarse de la huida de los filisteos, se pusieron igualmente a perseguirlos. 1SM014023 Aquel día, el Señor dio la victoria a Israel, y el combate se extendió hasta más allá de Bet Aven. El juramento de Saúly la reacción de Jonatán 1SM014024 Los israelitas estaban exhaustos aquel día, porque Saúl había pronunciado sobre el pueblo esta imprecación: "Maldito el hombre que coma algo hasta la tarde, antes que me haya vengado de mis enemigos". Y nadie comió un solo bocado. 1SM014025 Así la gente llegó a un bosque donde había miel en el suelo. 1SM014026 Al entrar en el bosque, vieron que allí corría la miel, pero nadie se atrevió a probarla por temor al juramento. 1SM014027 Sin embargo, Jonatán no había oído cuando su padre imponía al pueblo el juramento. Por eso, alargó el bastón que tenía en la mano, hundió la punta en la miel y se la llevó a la boca. Entonces se le iluminó la mirada. 1SM014028 Pero uno de la tropa intervino, diciendo: "Tu padre ha impuesto al pueblo este juramento solemne: ‘Maldito el hombre que coma algo hoy’, y eso que la gente está agotada". 1SM014029 Jonatán replicó: "Mi padre ha traído la desgracia al país. ¡Miren cómo se han iluminado mis ojos con sólo probar un poco de esta miel! 1SM014030 Si hoy la tropa hubiera comido del botín arrebatado al enemigo, ¡cuánto mayor habría sido la derrota de los filisteos!". La transgresión de un precepto ritual 1SM014031 Aquel día, ellos derrotaron a los filisteos desde Micmás hasta Aialón, y el pueblo quedó completamente agotado. 1SM014032 La tropa se lanzó sobre el botín y tomó ovejas, bueyes y terneros; los degollaron sobre el suelo, y el pueblo los comió con la sangre. 1SM014033 Entonces le avisaron a Saúl: "El pueblo está pecando contra el Señor, porque come carne con sangre". Él replicó: "¡Ustedes son unos traidores! Hagan rodar hasta aquí, ahora mismo, una piedra bien grande". 1SM014034 Luego añadió: "Dispérsense entre el pueblo y díganle que me traiga cada uno su buey o su oveja. Degüéllenlos aquí y coman; pero no pequen contra el Señor comiendo carne con sangre". Esa noche, cada uno llevó el buey que tenía a mano y lo degollaron en aquel lugar. 1SM014035 Saúl edificó un altar al Señor, y ese fue el primer altar erigido por él. Jonatán salvado por el pueblo 1SM014036 Saúl dijo a la tropa: "Bajemos esta noche a perseguir a los filisteos; los saquearemos hasta que despunte el alba y no les dejaremos ni un solo hombre". Ellos respondieron: "Obra como mejor te parezca". Pero el sacerdote dijo: "Consultemos a Dios aquí mismo". 1SM014037 Entonces Saúl interrogó a Dios: "¿Debo bajar a perseguir a los filisteos? ¿Los entregarás en manos de Israel?". Pero Dios no le respondió nada aquel día. 1SM014038 Saúl dijo entonces: "¡Adelántense, ustedes, todos los dignatarios del pueblo! Infórmense y vean en qué consiste el pecado cometido hoy. 1SM014039 Porque, ¡por la vida del Señor, el salvador de Israel!, aunque se trate de mi hijo Jonatán, morirá seguramente". Pero nadie le respondió nada. 1SM014040 Saúl dijo a todo Israel: "Ustedes se quedarán de un lado, y yo y mi hijo Jonatán del otro". El pueblo dijo a Saúl: "Obra como mejor te parezca". 1SM014041 Saúl dijo al Señor: "Dios de Israel, danos una respuesta exacta". La suerte cayó sobre Saúl y Jonatán, mientras que el pueblo quedó libre. 1SM014042 "Ahora, añadió Saúl, echen la suerte entre mi hijo Jonatán y yo". Y la suerte cayó sobre Jonatán. 1SM014043 Saúl dijo a Jonatán: "Cuéntame lo que has hecho". Él le respondió: "Simplemente, he probado un poco de miel con la punta del bastón que tenía en la mano. Aquí estoy dispuesto a morir". 1SM014044 Saúl dijo: "¡Que Dios me castigue, si tú no mueres, Jonatán!". 1SM014045 Pero el pueblo replicó a Saúl: "¡Cómo va a morir Jonatán, que ha obtenido esta gran victoria en Israel! ¡De ninguna manera! ¡Por la vida del Señor, no caerá por tierra ni un solo cabello de su cabeza, porque él ha actuado hoy con la ayuda de Dios!". Así el pueblo libró a Jonatán, y él no murió. 1SM014046 Saúl dejó de perseguir a los filisteos, y estos se fueron a su tierra. Vista de conjuntosobre el reinado de Saúl 1SM014047 Una vez que Saúl asumió el poder real sobre Israel, hizo la guerra a todos sus enemigos de alrededor: a Moab, a los amonitas, a Edóm, a los reyes de Sobá y a los filisteos. Dondequiera que iba, salía victorioso. 1SM014048 Hizo proezas, derrotó a Amalec y libró a Israel de aquellos que lo saqueaban. 1SM014049 Sus hijos fueron Jonatán, Isví y Malquisúa. Sus dos hijas se llamaban, la mayor Merab y la menor Mical. 1SM014050 La mujer de Saúl se llamaba Ajinóam, hija de Ajimáas. El jefe de su ejército se llamaba Abner, hijo de Ner, tío de Saúl. 1SM014051 Quis, el padre de Saúl, y Ner, el padre de Abner, eran hijos de Abiel. 1SM014052 La guerra contra los filisteos fue muy encarnizada durante toda la vida de Saúl. Y siempre que él veía a un hombre valiente y aguerrido, lo incorporaba a sus filas 1SM015001 Samuel dijo a Saúl: "Fue el Señor el que me envió a ungirte rey de mi pueblo Israel. Por eso, escucha ahora las palabras del Señor. 1SM015002 Así habla el Señor de los ejércitos: Voy a pedir cuenta a Amalec de lo que hizo a Israel, al cortarle el camino cuando este subía de Egipto. 1SM015003 Ahora ve y derrota a Amalec. Conságralo al exterminio con todo lo que posee y no lo perdones, mata a hombres y mujeres, niños y pequeños, vacas y ovejas, camellos y asnos". 1SM015004 Saúl convocó al pueblo y le pasó revista en Telam: eran doscientos mil hombres de a pie y diez mil hombres de Judá. 1SM015005 Luego avanzó hasta la ciudad de Amalec y tendió una emboscada en el barranco. 1SM015006 Entonces Saúl avisó a los quenitas: "¡Vamos, retírense de en medio de los amalecitas y bajen, no sea que los trate igual que a ellos! Porque ustedes han sido benévolos con todos los israelitas, cuando bajaban de Egipto". Así los quenitas se retiraron de en medio de Amalec. La desobediencia de Saúl 1SM015007 Saúl derrotó a Amalec desde Javilá hasta la entrada de Sur, que está frente a Egipto. 1SM015008 Capturó vivo a Agag, rey de Amalec, y consagró al exterminio a todo el pueblo, pasándolos al filo de la espada. 1SM015009 Pero Saúl y el pueblo perdonaron la vida a Agag y a lo mejor del ganado mayor y menor, a los animales cebados, a los corderos y a todo lo que había de bueno, y no quisieron consagrarlos al exterminio. Exterminaron, en cambio, todo lo que era despreciable y sin valor. Saúl rechazado definitivamentepor el Señor 1SM015010 La palabra del Señor llegó entonces a Samuel en estos términos: 1SM015011 "Estoy arrepentido de haber hecho rey a Saúl, porque se ha apartado de mí y no ha cumplido mis palabras". Samuel quedó muy perturbado y pasó la noche clamando al Señor. 1SM015012 A la mañana temprano, Samuel partió al encuentro de Saúl, y le dieron esta información: "Saúl llegó a Carmel y allí se erigió una columna conmemorativa; luego dio la vuelta y siguió adelante para bajar a Guilgal". 1SM015013 Entonces Samuel se presentó ante Saúl y este le dijo: "¡Que el Señor te bendiga! Ya he cumplido la palabra del Señor". 1SM015014 Pero Samuel le preguntó: "¿Qué son esos balidos que oigo y esos mugidos que llegan a mis oídos?". 1SM015015 Saúl respondió: "Los han traído de Amalec, porque el pueblo ha perdonado lo mejor del ganado mayor y menor, para ofrecer sacrificios al Señor, tu Dios. El resto lo hemos consagrado al exterminio". 1SM015016 Entonces Samuel dijo a Saúl: "¡Basta! Voy a anunciarte lo que el Señor me dijo anoche". "Habla", replicó él. 1SM015017 Samuel añadió: "Aunque tú mismo te consideres poca cosa, ¿no estás al frente de las tribus de Israel? El Señor te ha ungido rey de Israel. 1SM015018 Él te mandó hacer una expedición y te dijo: Ve y consagra al exterminio a esos pecadores, los amalecitas; combátelos hasta acabar con ellos. 1SM015019 ¿Por qué entonces no has escuchado la voz del Señor? ¿Por qué te has lanzado sobre el botín y has hecho lo malo a los ojos del Señor?". 1SM015020 Saúl le replicó: "¡Yo escuché la voz del Señor! Hice la expedición que él me había encomendado; traje a Agag, rey de Amalec, consagré al exterminio a los amalecitas, 1SM015021 y el pueblo tomó del botín ovejas y vacas, lo mejor de lo destinado al exterminio, para ofrecer sacrificios al Señor, tu Dios, en Guilgal". 1SM015022 Samuel respondió: "¿Quiere el Señor holocaustos y sacrificios o quiere que se obedezca su voz? La obediencia vale más que el sacrificio; la docilidad, más que la grasa de carneros. 1SM015023 Como pecado de hechiceríaes la rebeldía; como crimen de idolatría es la contumacia. Porque tú has rechazadola palabra del Señor, él te ha rechazado a ti para que no seas rey". 1SM015024 Saúl dijo a Samuel: "He pecado, porque transgredí la orden del Señor y tus palabras. Tuve miedo del pueblo y escuché su demanda. 1SM015025 Pero ahora, te ruego que perdones mi pecado; vuelve conmigo, e iré a postrarme delante del Señor". 1SM015026 Samuel respondió a Saúl: "No volveré contigo, porque tú has rechazado la palabra del Señor, y él te ha rechazado a ti para que ya no seas más rey de Israel". 1SM015027 Samuel se dio vuelta para irse, pero Saúl le tomó el borde de su manto, y este se rasgó. 1SM015028 Entonces Samuel le dijo: "Hoy el Señor te ha arrebatado el poder real sobre Israel, y se lo ha conferido a otro mejor que tú". 1SM015029 –Sin embargo, el Esplendor de Israel no miente ni se arrepiente, porque él no es un hombre para arrepentirse–. 1SM015030 Saúl dijo: "He pecado, pero te ruego que me honres ante los ancianos de mi pueblo y ante Israel: vuelve conmigo, y me postraré ante el Señor, tu Dios". 1SM015031 Entonces Samuel volvió en compañía de Saúl, y este se postró delante del Señor. Muerte de Agag y partida de Samuel 1SM015032 Luego dijo Samuel: "Tráiganme a Agag, rey de los amalecitas". Agag se acercó a él muy complacido, pensando: "Seguramente, me he librado de la amargura de la muerte". 1SM015033 Pero Samuel dijo: "Como tu espada ha dejadosin hijos a tantas mujeres, así tu madre quedará sin su hijoentre las mujeres". Y descuartizó a Agag delante del Señor, en Guilgal. 1SM015034 Luego Samuel partió hacia Ramá, y Saúl se fue a su casa, en Guibeá de Saúl. 1SM015035 Samuel no vio nunca más a Saúl hasta el día de su muerte. Pero estaba de duelo por él, porque el Señor se había arrepentido de haberlo hecho rey de Israel. 1SM016001 El Señor dijo a Samuel: "¿Hasta cuándo vas a estar lamentándote por Saúl, si yo lo he rechazado para que no reine más sobre Israel? ¡Llena tu frasco de aceite y parte! Yo te envío a Jesé, el de Belén, porque he visto entre sus hijos al que quiero como rey". 1SM016002 Samuel respondió: "¿Cómo voy a ir? Si se entera Saúl, me matará". Pero el Señor replicó: "Llevarás contigo una ternera y dirás: ‘Vengo a ofrecer un sacrificio al Señor’. 1SM016003 Invitarás a Jesé al sacrificio, y yo te indicaré lo que debes hacer: tú me ungirás al que yo te diga". 1SM016004 Samuel hizo lo que el Señor le había dicho. Cuando llegó a Belén, los ancianos de la ciudad salieron a su encuentro muy atemorizados, y le dijeron: "¿Vienes en son de paz, vidente?". 1SM016005 "Sí, respondió él; vengo a ofrecer un sacrificio al Señor. Purifíquense y vengan conmigo al sacrificio". Luego purificó a Jesé y a sus hijos y los invitó al sacrificio. 1SM016006 Cuando ellos se presentaron, Samuel vio a Eliab y pensó: "Seguro que el Señor tiene ante él a su ungido". 1SM016007 Pero el Señor dijo a Samuel: "No te fijes en su aspecto ni en lo elevado de su estatura, porque yo lo he descartado. Dios no mira como mira el hombre; porque el hombre ve las apariencias, pero Dios ve el corazón". 1SM016008 Jesé llamó a Abinadab y lo hizo pasar delante de Samuel, el cual dijo: "Tampoco a este ha elegido el Señor". 1SM016009 Luego hizo pasar a Sammá; pero Samuel dijo: "Tampoco a este ha elegido el Señor". 1SM016010 Así Jesé hizo pasar ante Samuel a siete de sus hijos, pero Samuel dijo a Jesé: "El Señor no ha elegido a ninguno de estos". 1SM016011 Entonces Samuel preguntó a Jesé: "¿Están aquí todos los muchachos?". Él respondió: "Queda todavía el más joven, que ahora está apacentando el rebaño". Samuel dijo a Jesé: "Manda a buscarlo, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que llegue aquí". 1SM016012 Jesé lo hizo venir: era de tez clara, de hermosos ojos y buena presencia. Entonces el Señor dijo a Samuel: "Levántate y úngelo, porque es este". 1SM016013 Samuel tomó el frasco de óleo y lo ungió en presencia de sus hermanos. Y desde aquel día, el espíritu del Señor descendió sobre David. Samuel, por su parte, partió y se fue a Ramá. David al servicio de Saúl 1SM016014 El espíritu del Señor se había retirado de Saúl, y lo atormentaba un mal espíritu, enviado por el Señor. 1SM016015 Sus servidores le dijeron: "Un mal espíritu de Dios no deja de atormentarte. 1SM016016 Basta que nuestro señor lo diga, y los servidores que te asisten buscarán un hombre que sepa tocar la cítara. Así, cuando te asalte el mal espíritu de Dios, él tocará la cítara, y tú te sentirás aliviado". 1SM016017 Saúl respondió a sus servidores: "Sí, búsquenme un hombre que toque bien y tráiganlo". 1SM016018 Entonces intervino uno de sus servidores, diciendo: "Justamente he visto a un hijo de Jesé, el de Belén, que sabe tocar. Además, es valiente y hábil guerrero; habla muy bien, tiene buena presencia y el Señor está con él". 1SM016019 Entonces Saúl envió unos mensajeros a Jesé para decirle: "Envíame a tu hijo David, que está con el rebaño". 1SM016020 Jesé tomó un asno, pan, un odre de vino y un cabrito, y se los envió a Saúl con su hijo David. 1SM016021 David se presentó a Saúl y se puso a su servicio. Saúl le tomó un gran afecto y lo hizo su escudero. 1SM016022 Luego mandó decir a Jesé: "Que David se quede a mi servicio porque me ha caído bien". 1SM016023 Y cuando un espíritu de Dios asaltaba a Saúl, David tomaba la cítara y tocaba. Saúl se calmaba y se sentía aliviado, y el mal espíritu se retiraba de él. 1SM017001 Los filisteos reunieron sus fuerzas para el combate. Se concentraron en Socó de Judá y acamparon entre Socó y Azecá, en Efes Damím. 1SM017002 También Saúl y los hombres de Israel se reunieron y acamparon en el valle del Terebinto, y se dispusieron en orden de batalla frente a los filisteos. 1SM017003 Estos filisteos estaban apostados en un monte, y los israelitas en el del lado opuesto, con el valle de por medio. 1SM017004 Entonces salió del campo filisteo un luchador llamado Goliat, de Gat, que medía casi tres metros de altura. 1SM017005 Llevaba en la cabeza un casco de bronce e iba cubierto con una coraza escamada, también de bronce, que pesaba más de medio quintal. 1SM017006 Tenía unas canilleras de bronce en las piernas y una jabalina de bronce a la espalda. 1SM017007 El asta de su lanza era gruesa como el palo de un telar y el hierro de la punta pesaba unos seis kilos. Su escudero iba delante de él. 1SM017008 El filisteo se detuvo y gritó a las filas de Israel: "¿Para qué salen a presentar batalla? ¿No soy yo el filisteo y ustedes los esclavos de Saúl? Elijan a un hombre, y que baje a enfrentarme. 1SM017009 Si él es capaz de combatir conmigo y me derrota, seremos esclavos de ustedes. Pero si yo puedo más que él y lo derroto, ustedes serán nuestros esclavos y nos servirán". 1SM017010 Y el filisteo añadió: "Hoy lanzo un desafío a las filas de Israel. Preséntenme un hombre y nos batiremos en duelo". 1SM017011 Saúl y todo Israel, al oír estas palabras del filisteo, quedaron espantados y sintieron un gran temor. David en el frente de batalla 1SM017012 David era hijo de aquel Efrateo de Belén de Judá, llamado Jesé, que tenía ocho hijos. En tiempos de Saúl, Jesé era ya un hombre viejo, de edad avanzada, 1SM017013 y sus tres hijos mayores habían ido a la guerra detrás de Saúl. El mayor de estos tres hijos se llamaba Eliab, el segundo Abinadab y el tercero Sammá; 1SM017014 David era el más pequeño. Los tres mayores habían seguido a Saúl, 1SM017015 mientras que David solía ir al campamento de Saúl y luego volvía a Belén, para apacentar el rebaño de su padre. 1SM017016 Mientras tanto, el filisteo se adelantaba por la mañana y por la tarde, y así se presentó durante cuarenta días. 1SM017017 Jesé dijo a su hijo David: "Toma esta bolsa de grano tostado y estos diez panes, y corre a llevárselos a tus hermanos al campamento. 1SM017018 Estos diez quesos se los entregarás al comandante. Fíjate bien cómo están tus hermanos y trae algo de ellos como prenda. 1SM017019 Saúl está con ellos y con todos los hombres de Israel en el valle del Terebinto, combatiendo contra los filisteos". 1SM017020 David se levantó de madrugada, dejó el rebaño al cuidado de un guardián y partió con su carga, como se lo había mandado Jesé. Cuando llegó al cerco del campamento, el ejército avanzaba en orden de batalla, lanzando el grito de guerra. 1SM017021 Israelitas y filisteos se alinearon frente a frente. 1SM017022 Entonces David dejó las cosas que traía en manos del encargado del equipaje, corrió hacia las filas y fue a saludar a sus hermanos. 1SM017023 Mientras estaba hablando con ellos, subió del frente filisteo el luchador llamado Goliat, el filisteo de Gat. Pronunció las mismas palabras, y David lo escuchó. 1SM017024 Todos los israelitas, apenas vieron al hombre, huyeron despavoridos delante de él. 1SM017025 Un hombre de Israel dijo: "¿Han visto a ese hombre que sube? ¡Él viene a desafiar a Israel! Al que lo derrote, el rey lo colmará de riquezas, le dará su hija como esposa y eximirá de impuestos a su casa paterna en Israel". 1SM017026 David preguntó a los hombres que estaban con él: "¿Qué le harán al hombre que derrote a ese filisteo y ponga a salvo el honor de Israel? Porque ¿quién es ese filisteo incircunciso para desafiar a las huestes del Dios viviente?". 1SM017027 La gente le repitió lo mismo: "Al que lo derrote le harán tal y tal cosa". 1SM017028 Pero Eliab, su hermano mayor, al oírlo hablar así con esos hombres, se irritó contra él y exclamó: "¿Para qué has bajado aquí? ¿Y con quién has dejado esas pocas ovejas en el desierto? Ya sé que eres un atrevido y un mal intencionado: ¡tú has bajado para ver la batalla!". 1SM017029 David replicó: "Pero ¿qué he hecho? ¿O ni siquiera se puede hablar?". 1SM017030 En seguida se apartó de él y, dirigiéndose a otro, le hizo la misma pregunta. Y la gente le respondió lo mismo que antes. 1SM017031 Los que habían oído las palabras que dijo David se las comunicaron a Saúl, y este lo mandó llamar. 1SM017032 David dijo a Saúl: "No hay que desanimarse a causa de ese; tu servidor irá a luchar contra el filisteo". 1SM017033 Pero Saúl respondió a David: "Tú no puedes batirte con ese filisteo, porque no eres más que un muchacho, y él es un hombre de guerra desde su juventud". 1SM017034 David dijo a Saúl: "Tu servidor apacienta el rebaño de su padre, y siempre que viene un león o un oso y se lleva una oveja del rebaño, 1SM017035 yo lo persigo, lo golpeo y se la arranco de la boca; y si él me ataca, yo lo agarro por la quijada y lo mato a golpes. 1SM017036 Así he matado leones y osos, y ese filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha desafiado a las huestes del Dios viviente". 1SM017037 Y David añadió: "El Señor, que me ha librado de las garras del león y del oso, también me librará de la mano de ese filisteo". Entonces Saúl dijo a David: "Ve, y que el Señor esté contigo". El combate de David con Goliat 1SM017038 Saúl vistió a David con su propia indumentaria, le puso en la cabeza un casco de bronce y lo cubrió con una coraza. 1SM017039 Después, David se ciñó la espada de Saúl por encima de su indumentaria, e hizo un esfuerzo para poder caminar, porque no estaba entrenado. Entonces David dijo a Saúl: "No puedo caminar con todas estas cosas porque no estoy entrenado". Y David se las quitó. 1SM017040 Luego tomó en la mano su bastón, eligió en el torrente cinco piedras bien lisas, las puso en su bolsa de pastor, en la mochila, y con la honda en la mano avanzó hacia el filisteo. 1SM017041 El filisteo se fue acercando poco a poco a David, precedido de su escudero. 1SM017042 Y al fijar sus ojos en David, el filisteo lo despreció, porque vio que era apenas un muchacho, de tez clara y de buena presencia. 1SM017043 Entonces dijo a David: "¿Soy yo un perro para que vengas a mí armado de palos?". Y maldijo a David invocando a sus dioses. 1SM017044 Luego le dijo: "Ven aquí, y daré tu carne a los pájaros del cielo y a los animales del campo". 1SM017045 David replicó al filisteo: "Tú avanzas contra mí armado de espada, lanza y jabalina, pero yo voy hacia ti en el nombre del Señor de los ejércitos, el Dios de las huestes de Israel, a quien tú has desafiado. 1SM017046 Hoy mismo el Señor te entregará en mis manos; yo te derrotaré, te cortaré la cabeza, y daré tu cadáver y los cadáveres del ejército filisteo a los pájaros del cielo y a los animales del campo. Así toda la tierra sabrá que hay un Dios para Israel. 1SM017047 Y toda esta asamblea reconocerá que el Señor da la victoria sin espada ni lanza. Porque esta es una guerra del Señor, y él los entregará en nuestras manos". 1SM017048 Cuando el filisteo se puso en movimiento y se acercó cada vez más para enfrentar a David, este enfiló velozmente en dirección al filisteo. 1SM017049 En seguida metió la mano en su bolsa, sacó de ella una piedra y la arrojó con la honda, hiriendo al filisteo en la frente. La piedra se le clavó en la frente, y él cayó de bruces contra el suelo. 1SM017050 Así venció David al filisteo con la honda y una piedra; le asestó un golpe mortal, sin tener una espada en su mano. 1SM017051 David fue corriendo y se paró junto al filisteo; le agarró la espada, se la sacó de la vaina y lo mató, cortándole la cabeza. Al ver que su héroe estaba muerto, los filisteos huyeron. 1SM017052 Inmediatamente, los hombres de Israel y de Judá lanzaron el grito de guerra y persiguieron a los filisteos hasta la entrada de Gat y hasta las puertas de Ecrón. Muchos filisteos cayeron heridos de muerte por el camino de Dos Puertas, hasta Gat y Ecrón. 1SM017053 Después, los israelitas volvieron de su encarnizada persecución contra los filisteos y saquearon su campamento. 1SM017054 David tomó la cabeza del filisteo y la llevó a Jerusalén, pero dejó las armas en su propia carpa. La presentación de David a Saúl 1SM017055 Al ver que David salía al encuentro del filisteo, Saúl le había preguntado a Abner, el jefe del ejército: "Abner, ¿de quién es hijo ese muchacho?". "¡Por tu vida, rey, no lo sé!", respondió Abner. 1SM017056 Entonces el rey dijo: "Averigua de quién es hijo ese muchacho". 1SM017057 Cuando David volvió de matar al filisteo, Abner lo llevó a la presencia de Saúl con la cabeza del filisteo en la mano. 1SM017058 Saúl le preguntó: "¿De quién eres hijo, muchacho?". David respondió: "Soy hijo de tu servidor Jesé, el de Belén". 1SM018001 Apenas David terminó de hablar con Saúl, Jonatán se encariñó con él y llegó a quererlo como a sí mismo. 1SM018002 Saúl lo hizo quedar con él aquel día y no lo dejó volver a la casa de su padre. 1SM018003 Y Jonatán hizo un pacto con David, porque lo amaba como a sí mismo. 1SM018004 Él se despojó del manto que llevaba puesto y se lo dio a David, y lo mismo hizo con su indumentaria y hasta con su espada, su arco y su cinturón. 1SM018005 Siempre que salía de campaña, enviado por Saúl, David tenía éxito. Entonces Saúl lo puso al frente de sus hombres de guerra. David era bien visto por todo el pueblo y también por los servidores de Saúl. Los celos de Saúl contra David 1SM018006 A su regreso, después que David derrotó al filisteo, las mujeres de todas las ciudades de Israel salían a recibir al rey Saúl, cantando y bailando, al son jubiloso de tamboriles y triángulos. 1SM018007 Y mientras danzaban, las mujeres cantaban a coro: "Saúl ha matado a milesy David a decenas de miles". 1SM018008 Saúl se puso furioso y muy disgustado por todo aquello, pensó: "A David le atribuyen los diez mil, y a mí tan sólo los mil. ¡Ya no le falta más que la realeza!". 1SM018009 Y a partir de ese día, Saúl miró con malos ojos a David. 1SM018010 Al día siguiente, un mal espíritu que venía de Dios se apoderó de Saúl, y él se puso a delirar en medio de su casa. David tocaba su instrumento como los otros días, y Saúl tenía su lanza en la mano. 1SM018011 De pronto, Saúl empuñó la lanza, pensando: "Voy a clavar a David contra la pared". Pero David esquivó el golpe una y otra vez. 1SM018012 Entonces Saúl le tuvo miedo, porque el Señor estaba con David y, en cambio, se había retirado de él. 1SM018013 Por eso lo apartó de su lado, constituyéndolo jefe de un millar de hombres. Así David iba y venía al frente de las tropas. 1SM018014 El éxito lo acompañaba en todas sus empresas y el Señor estaba con él. 1SM018015 Al ver que todo le salía bien, Saúl le tuvo miedo, 1SM018016 pero todos en Israel y en Judá amaban a David, porque él iba y venía al frente de ellos. Los planes de Saúlpara deshacerse de David 1SM018017 Saúl dijo a David: "Ahí tienes a Merab, mi hija mayor; te la voy a dar por esposa, pero tendrás que servirme valerosamente y combatir en las guerras del Señor". En realidad, Saúl pensaba: "Que sean los filisteos, y no yo, los que pongan su mano sobre él". 1SM018018 Pero David respondió a Saúl: "¿Quién soy yo y quién es mi estirpe, el clan de mi padre en Israel, para que yo sea el yerno del rey?". 1SM018019 Y cuando llegó el momento en que David debía casarse con Merab, la hija de Saúl, se la dieron como esposa a Adriel de Mejolá. 1SM018020 Mientras tanto, Mical, la otra hija de Saúl, se había enamorado de David. Cuando se lo contaron a Saúl, este recibió con agrado la noticia, 1SM018021 porque pensó: "Se la daré para tenerlo atrapado, y así caerá en manos de los filisteos". Entonces Saúl dijo a David por segunda vez: "Hoy vas a ser mi yerno". 1SM018022 Además, dio esta orden a sus servidores: "Díganle a David confidencialmente: ‘El rey te aprecia y todos sus servidores te quieren; ahora es el momento de convertirte en yerno del rey’". 1SM018023 Los servidores del rey repitieron estas palabras a David, pero él les respondió: "¿Les parece poca cosa ser yerno del rey? Yo soy un hombre pobre y de condición humilde". 1SM018024 Cuando los servidores informaron a Saúl de lo que había dicho David, 1SM018025 Saúl les dijo: "Háblenle así a David: ‘Como único precio a cambio de su hija, el rey quiere cien prepucios de filisteos, para vengarse de sus enemigos’". De esta manera, Saúl pensaba lograr que David cayera en manos de los filisteos. El matrimonio de David con la hija de Saúl 1SM018026 Los servidores comunicaron estas palabras a David, y a él le agradó la idea de convertirse en yerno del rey. Antes que se cumpliera el plazo fijado, 1SM018027 David partió con sus hombres y mató a doscientos filisteos. Luego trajo los prepucios y presentó ante el rey el número completo, para poder ser su yerno. Entonces Saúl le dio como esposa a su hija Mical. 1SM018028 Saúl, al ver esto, comprendió que el Señor estaba con David y que su hija Mical lo amaba. 1SM018029 Por eso creció el miedo que le tenía a David y fue su enemigo toda la vida. 1SM018030 Los jefes de los filisteos solían hacer incursiones, y cada vez que salían, David tenía más éxito que todos los servidores de Saúl. Así su nombre se hizo célebre. 1SM019001 Saúl habló a su hijo Jonatán y a todos sus servidores de su proyecto de matar a David. Pero Jonatán, hijo de Saúl, quería mucho a David, 1SM019002 y lo puso sobre aviso, diciéndole: "Mi padre Saúl intenta matarte. Ten mucho cuidado mañana por la mañana; retírate a un lugar oculto y no te dejes ver. 1SM019003 Yo saldré y me quedaré junto con mi padre en el campo donde tú estés; le hablaré de ti, veré qué pasa y te lo comunicaré". 1SM019004 Jonatán habló a su padre Saúl en favor de David, y le dijo: "Que el rey no peque contra su servidor David, ya que él no ha pecado contra ti. Al contrario, sus acciones te reportan grandes beneficios. 1SM019005 Él se jugó la vida cuando derrotó al filisteo, y el Señor dio una gran victoria a todo Israel. Si tanto te alegraste al verlo, ¿por qué vas a pecar con sangre inocente, matando a David sin motivo?". 1SM019006 Saúl hizo caso a Jonatán y pronunció este juramento: "¡Por la vida del Señor, no morirá!". 1SM019007 Jonatán llamó a David y lo puso al tanto de todo. Luego lo llevó a la presencia de Saúl, y David quedó a su servicio como antes. Nuevo atentado de Saúl contra David 1SM019008 Al reanudarse la guerra, David salió a combatir contra los filisteos; les infligió una gran derrota y ellos huyeron ante él. 1SM019009 Entonces, un mal espíritu del Señor se apoderó de Saúl. Mientras él estaba sentado en su casa, con la lanza en la mano, y David tocaba su instrumento, 1SM019010 Saúl trató de clavarlo contra la pared con la lanza. Pero David esquivó el golpe de Saúl, y la lanza se clavó en la pared. En seguida David huyó y se puso a salvo. David salvado por su esposa Mical Aquella misma noche, 1SM019011 Saúl envió unos emisarios a la casa de David, para vigilarlo y darle muerte a la mañana. Pero Mical, su esposa, le advirtió: "Si no salvas tu vida esta noche, mañana estarás muerto". 1SM019012 Mical ayudó a David a bajar por la ventana, y él huyó para ponerse a salvo. 1SM019013 Luego, Mical tomó el ídolo familiar y lo colocó sobre la cama; puso en la cabecera un cuero de cabra y lo cubrió con una manta. 1SM019014 Saúl envió emisarios para que detuvieran a David, pero Mical les dijo: "Está enfermo". 1SM019015 Saúl los mandó de nuevo a ver a David, con esta orden: "¡Tráiganmelo con cama y todo, para que yo lo mate!". 1SM019016 Pero cuando los emisarios entraron, no encontraron en la cama más que el ídolo, con el cuero de cabra en la cabecera. 1SM019017 Saúl dijo a Mical: "¿Qué manera de engañarme es esta? ¡Has dejado escapar a mi enemigo!". Mical le respondió: "Él me dijo: ‘O me dejas partir o te mato’". Saúl y David con el profeta Samuel 1SM019018 Una vez que huyó y se puso a salvo, David se presentó a Samuel en Ramá y le contó todo lo que le había hecho Saúl. Luego, él y Samuel fueron a alojarse en Naiot. 1SM019019 Cuando informaron a Saúl de que David estaba en Naiot, en Ramá, 1SM019020 aquel envió emisarios para que detuvieran a David. Ellos vieron a la comunidad de profetas, con Samuel a la cabeza, en estado de trance profético. Entonces el espíritu del Señor invadió a los emisarios de Saúl, y también ellos entraron en trance. 1SM019021 Al enterarse de esto, Saúl envió otros emisarios, pero también ellos entraron en trance. Por tercera vez, Saúl volvió a enviar emisarios, y también ellos entraron en trance. 1SM019022 Entonces fue él personalmente a Ramá. Al llegar a la gran cisterna que está en Secú, Saúl preguntó: "¿Dónde están Samuel y David?". "Están en Naiot, cerca de Ramá", le respondieron. 1SM019023 De allí se dirigió a Naiot, en Ramá, y el espíritu del Señor se apoderó de él, de manera que fue caminando en estado de trance hasta Naiot, en Ramá. 1SM019024 También él se despojó de su ropa y estuvo en trance delante de Samuel. Luego cayó rendido, y estuvo desnudo todo aquel día y aquella noche. Por eso se suele decir: "¿También Saúl está entre los profetas?". 1SM020001 David huyó de Naiot, en Ramá, y se presentó ante Jonatán. "¿Qué hice yo?, le dijo. ¿Cuál es mi falta o mi pecado contra tu padre, para que me persiga a muerte?". 1SM020002 Jonatán le respondió: "¡Ni pensarlo! ¡Tú no morirás! Mira, mi padre no hace absolutamente nada sin comunicármelo. ¿Por qué entonces me habría de ocultar este asunto? ¡No hay nada de eso!". 1SM020003 Pero David insistió: "Tu padre sabe muy bien que yo te he caído en gracia, y habrá pensado: ‘Que Jonatán no se entere, no sea que se entristezca’. Sin embargo, ¡por la vida del Señor y por tu propia vida, estoy a un paso de la muerte!". 1SM020004 Jonatán dijo a David: "Estoy dispuesto a hacer por ti lo que tú me digas". 1SM020005 David le respondió: "Mañana es la luna nueva, y tendré que compartir la mesa con tu padre. Tu me dejarás partir, y yo me ocultaré al descampado hasta pasado mañana por la tarde. 1SM020006 Si tu padre nota mi ausencia, tú le dirás: ‘David me insistió para que lo dejara ir de una corrida hasta Belén, su ciudad, porque allí se celebra el sacrificio anual de toda la familia’. 1SM020007 Si él dice: ‘Está bien’, tu servidor podrá sentirse tranquilo. Pero si se pone furioso, sabrás que él ha decidido mi ruina. 1SM020008 Sé leal con tu servidor, ya que le has hecho contraer contigo un pacto en nombre del Señor. Si en algo he faltado, mátame tú mismo. ¿Para qué me harás comparecer ante tu padre?". 1SM020009 "¡Ni lo pienses!, le dijo Jonatán. Si supiera realmente que mi padre está decidido a infligirte algún mal, seguro que te lo comunicaría". 1SM020010 David le preguntó: "¿Quién me avisará si tu padre te responde duramente?". 1SM020011 Jonatán dijo a David: "Vamos al campo". Y los dos salieron al campo. El pacto de David con Jonatán 1SM020012 Jonatán dijo a David: "¡El Señor, el Dios de Israel, es testigo! Mañana o pasado mañana, a esta misma hora, trataré de averiguar las intenciones de mi padre. Si todo marcha bien para ti y no te mando a nadie que te avise, 1SM020013 ¡que el Señor me castigue una y otra vez! Y en caso de que mi padre quiera hacerte algún mal, te avisaré también y te dejaré partir. Así podrás irte en paz, y que el Señor esté contigo como lo estuvo con mi padre. 1SM020014 Si entonces vivo todavía, tú me demostrarás la fidelidad que el Señor exige. Y si estoy muerto, 1SM020015 seguirás siendo leal con mi casa para siempre, aun cuando el Señor haya extirpado de la superficie del suelo a cada uno de los enemigos de David". 1SM020016 Y Jonatán concluyó un pacto con la casa de David, en estos términos: "Que el Señor pida cuenta de esto a los enemigos de David". 1SM020017 Jonatán hizo prestar otra vez juramento a David, a causa del amor que le tenía, porque lo quería como a sí mismo. La intervención de Jonatánen favor de David 1SM020018 Jonatán dijo a David: "Mañana es la luna nueva. Se advertirá tu ausencia, porque notarán que tu puesto está vacío, 1SM020019 y lo mismo sucederá pasado mañana. Por eso, desciende bien abajo, al lugar donde estuviste escondido la otra vez, y quédate junto a aquel montón de piedras. 1SM020020 Yo, por mi parte, lanzaré tres flechas en esa dirección, como quien tira al blanco. 1SM020021 Luego mandaré al servidor a buscar la flecha. Si yo le digo: ‘La tienes más acá, recógela’, entonces ven; puedes estar tranquilo y no hay ningún inconveniente, ¡por la vida del Señor! 1SM020022 Pero si yo digo al muchacho: ‘La tienes más allá’, entonces vete, porque el Señor quiere que te vayas. 1SM020023 En cuanto a la palabra que nos hemos dado mutuamente, el Señor está entre tú y yo para siempre". 1SM020024 David se escondió en el descampado. Al llegar la luna nueva, el rey se sentó a la mesa para comer. 1SM020025 Como lo hacía habitualmente, ocupó su asiento contra la pared, Jonatán se puso enfrente y Abner se sentó al lado de Saúl; pero el puesto de David quedó vacío. 1SM020026 Ese día Saúl no dijo nada, porque pensó: "Debe ser una casualidad; seguramente no se ha purificado y se encuentra en estado de impureza". 1SM020027 Pero al día siguiente de la luna nueva, el segundo día, el puesto de David aún estaba vacío. Saúl dijo a su hijo Jonatán: "¿Por qué el hijo de Jesé no ha venido al banquete ni ayer ni hoy?". 1SM020028 Jonatán respondió a Saúl: "David me insistió para que lo dejara ir hasta Belén. 1SM020029 ‘Por favor, me dijo, déjame partir, porque se celebra el sacrificio familiar en la ciudad y mi propio hermano me ha ordenado que vaya. Ahora, si quieres hacerme un favor, iré de una escapada a ver a mis hermanos’. Por eso él no ha venido a la mesa del rey". 1SM020030 Saúl se enfureció contra Jonatán y le dijo: "¡Hijo de una mala mujer! ¿Acaso yo no sé que tú estás de parte del hijo de Jesé, para vergüenza tuya y deshonra de tu madre? 1SM020031 Porque mientras el hijo de Jesé viva sobre la tierra, no habrá seguridad ni para ti ni para tu reino. Manda ahora mismo que me lo traigan, porque merece la muerte". 1SM020032 Pero Jonatán replicó a su padre Saúl: "¿Por qué va a morir? ¿Qué ha hecho?". 1SM020033 Saúl empuñó la lanza para atacarlo, y entonces Jonatán comprendió que su padre ya tenía resuelto matar a David. 1SM020034 Jonatán se levantó de la mesa muy enojado, y no comió nada el segundo día de la luna nueva, porque estaba afligido a causa de David, a quien su padre había injuriado. 1SM020035 A la mañana siguiente, Jonatán salió al campo en compañía de un joven servidor, según lo convenido con David, 1SM020036 y dijo a su servidor: "Corre a buscar las flechas que voy a tirar". El servidor fue corriendo, y Jonatán lanzó la flecha más allá de él. 1SM020037 Cuando el niño llegó al lugar donde estaba la flecha que había tirado Jonatán, este gritó detrás de él: "Ahí la tienes, más allá". 1SM020038 Luego gritó otra vez detrás de él: "¡Rápido, apúrate, no te quedes parado!". El servidor recogió la flecha y volvió adonde estaba su señor, 1SM020039 sin darse cuenta de nada; sólo Jonatán y David estaban al tanto de la cosa. 1SM020040 Luego Jonatán entregó sus armas al niño y le dijo: "Ve y lleva esto a la ciudad". La despedida de David y Jonatán 1SM020041 Cuando el servidor partió, David subió del lado del sur y se postró tres veces con el rostro en tierra. Después, uno y otro se abrazaron llorando, hasta que la pena de David creció más todavía. 1SM020042 Entonces Jonatán dijo a David: "Vete en paz, ya que los dos nos hemos hecho un juramento en nombre del Señor, diciendo: ‘Que el Señor esté entre tú y yo, entre mi descendencia y la tuya para siempre’". En seguida David partió, y Jonatán volvió a la ciudad. David en el santuario de Nob. 1SM021001 David llegó a Nob, donde estaba el sacerdote Ajimélec. Este salió a su encuentro muy asustado y le dijo: "¿Por qué estás tú solo, sin nadie que te acompañe?". 1SM021002 David respondió al sacerdote Ajimélec: "El rey me dio un encargo y me dijo: ‘Que nadie sepa nada de la misión que te encomiendo ni de la orden que te di’. En cuanto a los demás muchachos, les he dado cita en tal lugar. 1SM021003 Si tienes a mano cinco panes, o lo que sea, dámelos ahora mismo". 1SM021004 El sacerdote respondió a David: "No tengo a mano pan común; sólo hay pan consagrado, con tal que los muchachos se hayan abstenido de tener relaciones con mujeres". 1SM021005 "¡Seguro que sí!, respondió David al sacerdote; las mujeres nos han estado vedadas, como siempre que yo salgo de campaña. Si los muchachos mantienen puros sus cuerpos aún en una expedición profana, ¡con mayor razón tendrán hoy sus cuerpos en estado de pureza!". 1SM021006 Entonces el sacerdote le dio pan consagrado, porque allí no había otro pan que el de la ofrenda, el que se retira de la presencia del Señor cuando se lo reemplaza por pan fresco. 1SM021007 Aquel día, estaba obligado a quedarse allí, delante del Señor, uno de los servidores de Saúl, llamado Doeg, el edomita, que era el jefe de los pastores de Saúl. 1SM021008 David dijo a Ajimélec: "¿No tienes a mano una lanza o una espada? Porque yo no he traído ni mi espada ni mis armas, debido a la urgencia de la misión encomendada por el rey". 1SM021009 El sacerdote respondió: "La espada de Goliat, el filisteo que tú derrotaste en el valle del Terebinto, está allí, envuelta en un paño, detrás del efod. Tómala, si quieres, porque aquí no hay otra". "No hay otra espada igual a esa, respondió David: ¡dámela!". David entre los filisteos de Gat 1SM021010 Ese mismo día, David partió y huyó lejos de Saúl, y llegó adonde estaba Aquís, rey de Gat. 1SM021011 Los servidores de Aquís dijeron al rey: "¿Este no es David, el rey del país? ¿No es este aquel por quien cantaban y danzaban, diciendo: Saúl ha matado a milesy David a decenas de miles?". 1SM021012 David se tomó muy a pecho esas palabras y tuvo miedo de Aquís, rey de Gat. 1SM021013 Entonces se hizo pasar por loco públicamente y se puso a divagar delante de ellos: arañaba las puertas y dejaba correr la saliva por su barba. 1SM021014 Aquís dijo a sus servidores: "¿Pero no ven que se ha vuelto loco? ¿A qué me lo han traído? 1SM021015 ¿Acaso me faltan locos para que encima me traigan a este a hacer aquí sus locuras? ¿Cómo va a entrar en mi casa un hombre así?". 1SM022001 David partió de allí y se puso a salvo en la caverna de Adulám. Al enterarse, sus hermanos y toda la casa de su padre bajaron a unirse con él. 1SM022002 Además, se le juntaron todos los que estaban en algún aprieto, cargados de deudas o descontentos de la vida. Así llegó a ser jefe de unos cuatrocientos hombres. 1SM022003 De allí David se fue a Mispé de Moab y dijo al rey de Moab: "Deja que mi padre y mi madre vivan entre ustedes, hasta que yo sepa lo que Dios va a hacer conmigo". 1SM022004 Luego los llevó a la presencia del rey de Moab, y ellos se quedaron con él todo el tiempo que David estuvo en el refugio. 1SM022005 El profeta Gad dijo a David: "¡No te quedes en el refugio! Entra en el país de Judá". Entonces David partió y entró en el bosque de Járet. La masacre de los sacerdotes de Nob 1SM022006 Saúl se enteró de que David y sus compañeros habían sido descubiertos. Él se encontraba entonces en Guibeá, sentado debajo del tamarisco del lugar alto; tenía su espada en la mano y todos sus servidores estaban de pie en torno de él. 1SM022007 Saúl dijo a sus servidores: "¡Escuchen, benjaminitas! ¿Acaso el hijo de Jesé también les dará a todos ustedes campos y viñas, y los hará a todos jefes de mil y de cien hombres, 1SM022008 para que hayan conspirado contra mí? Nadie me avisa nada cuando mi hijo pacta con el hijo de Jesé. Ninguno de ustedes se conduele conmigo, ni me revela que mi hijo sublevó contra mí a mi esclavo, para que me tienda asechanzas, como sucede en el día de hoy? 1SM022009 Entonces intervino Doeg, el edomita, que estaba de pie junto a los servidores de Saúl, y dijo: "Yo vi al hijo de Jesé cuando llegó a Nob, a ver a Ajimélec, hijo de Ajitub. 1SM022010 Ajimélec consultó por él al Señor, le dio provisiones y le entregó la espada de Goliat, el filisteo". 1SM022011 El rey mandó llamar al sacerdote Ajimélec, hijo de Ajitub, y a toda su casa paterna, los sacerdotes de Nob. Todos ellos comparecieron ante el rey, 1SM022012 y Saúl dijo: "¡Escucha bien, hijo de Ajitub!". "A tus órdenes, rey", respondió él. 1SM022013 Saúl añadió: "¿Por qué han conspirado contra mí, tú y el hijo de Jesé? Tú le has dado pan y una espada, y has consultado a Dios por él, para que se subleve contra mí y me tienda asechanzas, como sucede en el día de hoy". 1SM022014 Ajimélec respondió al rey: "¿Hay entre todos tus servidores alguien tan de confianza como David? Él es yerno del rey, es jefe de tu guardia personal y todos lo honran en tu casa. 1SM022015 ¿O acaso es esta la primera vez que consulto a Dios por él? ¡No, lejos de mí! Que el rey no levante ningún cargo contra su servidor ni contra toda su casa paterna, porque tu servidor no sabía absolutamente nada de este asunto". 1SM022016 Pero el rey replicó: "¡Morirás sin remedio, Ajimélec, tú y toda tu casa paterna!". 1SM022017 Luego el rey dijo a los de su escolta, que estaban apostados junto a él: "¡Vuélvanse y maten a los sacerdotes del Señor, porque también ellos están de parte de David! Aun sabiendo que él huía, no me lo denunciaron". Pero los servidores del rey no quisieron extender su mano para ultimar a los sacerdotes del Señor. 1SM022018 Entonces el rey dijo a Doeg: "Vuélvete y mátalos tú". Doeg se volvió y acometió contra los sacerdotes: así mató aquel día a ochenta y cinco hombres que vestían el efod de lino. La huida de Abiataral campamento de David 1SM022019 En Nob, la ciudad de los sacerdotes, Saúl pasó al filo de la espada a hombres y mujeres, niños y pequeños, bueyes, asnos y ovejas. 1SM022020 Sólo pudo escapar un hijo de Ajimélec, hijo de Ajitub, llamado Abiatar, que huyó a reunirse con David 1SM022021 y le contó que Saúl había dado muerte a los sacerdotes del Señor. 1SM022022 David dijo a Abiatar: "Ya sabía yo aquel día que Doeg, el edomita, estaba allí presente y que no dejaría de informar a Saúl. Yo hice que las cosas se volvieran contra toda tu casa paterna. 1SM022023 Pero quédate conmigo y no temas. El que atenta contra tu vida, atenta contra la mía. Junto a mí, estarás bien protegido". 1SM023001 A David le llegó esta noticia: "Los filisteos están combatiendo contra Queilá y saqueando las eras". 1SM023002 Entonces David preguntó al Señor: "¿Debo ir a atacar a esos filisteos?". El Señor dijo a David: "Sí, ve; derrotarás a los filisteos y salvarás a Queilá". 1SM023003 Pero los hombres de David le dijeron: "Si nosotros tenemos miedo aquí, en Judá, ¡cuánto más sí vamos a Queilá contra los escuadrones filisteos!". 1SM023004 David interrogó de nuevo al Señor, y el Señor le respondió, diciendo: "Baja ya mismo a Queilá, porque yo entrego a los filisteos en tus manos". 1SM023005 David fue a Queilá con sus hombres; atacó a los filisteos, se llevó sus rebaños y les infligió una gran derrota. Así salvó David a los habitantes de Queilá. 1SM023006 Abiatar, hijo de Ajimélec, que había ido a refugiarse junto a David, bajó a Queilá con el efod en la mano. 1SM023007 Y cuando informaron a Saúl que David había entrado en Queilá, pensó: "Dios lo ha entregado en mis manos. Porque él mismo se ha cortado la retirada, metiéndose en una ciudad con puertas y cerrojos". 1SM023008 Luego convocó a todo el pueblo a las armas, para bajar a Queilá y sitiar a David y a sus hombres. 1SM023009 Al saber que Saúl tramaba su ruina, David ordenó al sacerdote Abiatar: "Presenta el efod". 1SM023010 Luego dijo: "Señor, Dios de Israel, tu servidor ha oído que Saúl intenta venir a Queilá, para destruir la ciudad por causa mía. 1SM023011 ¿Es verdad que Saúl bajará, como tu servidor ha oído decir? Señor, Dios de Israel, dígnate comunicárselo a tu servidor". El Señor respondió: "Sí, él bajará". 1SM023012 David continuó diciendo: "Y los señores de Queilá, ¿me entregarán a mí y a mis hombres en manos de Saúl?". "Sí, respondió el Señor; ellos te entregarán". 1SM023013 David partió con sus hombres, que eran unos seiscientos; salieron de Queilá y anduvieron a la ventura. Y cuando informaron a Saúl que David había escapado de Queilá, él desistió de su expedición. El encuentro de David y Jonatánen el desierto de Judá 1SM023014 David anduvo por el desierto, en los sitios bien protegidos, y se estableció en la zona montañosa, en el desierto de Zif. Durante todo ese tiempo, Saúl trató de encontrarlo, pero Dios no lo puso en sus manos. 1SM023015 David advirtió que Saúl se había puesto en campaña para atentar contra su vida. Por ese entonces, él se encontraba en el desierto de Zif, en Jorsa. 1SM023016 Jonatán, hijo de Saúl, se puso en camino y fue a verlo allí. Lo reconfortó en nombre de Dios, 1SM023017 y le dijo: "No temas, porque la mano de mi padre Saúl no te alcanzará. Tú reinarás sobre Israel, y yo seré tu segundo. Hasta mi padre Saúl lo sabe muy bien". 1SM023018 Los dos hicieron un pacto delante del Señor, y David se quedó en Jorsa, mientras que Jonatán se fue a su casa. David traicionado por la gente de Zif 1SM023019 Unos hombres de Zif subieron a Guibeá, donde estaba Saúl, y le dijeron: "David está escondido entre nosotros, en los refugios de Jorsa, sobre la colina de Jaquilá, al sur de la estepa. 1SM023020 Por eso, rey, baja si es que así lo deseas, y nosotros nos encargaremos de ponerlo en tus manos". 1SM023021 Saúl les respondió: "¡Que el Señor los bendiga, por haberse compadecido de mí! 1SM023022 Pero vayan, se lo ruego, y asegúrense bien. Fíjense por dónde anda y quién lo ha visto por allí, porque me han dicho que es muy astuto. 1SM023023 Observen y reconozcan todos los escondites donde podría ocultarse. Cuando estén bien seguros, vuelvan a verme, y yo iré con ustedes. Y si está en el país, registraré todos los clanes de Judá hasta encontrarlo". 1SM023024 Ellos se dirigieron hacia Zif, precediendo a Saúl. Mientras tanto, David y sus hombres estaban en el desierto de Maón, en la depresión al sur de la estepa. 1SM023025 Saúl y sus hombres salieron a buscarlo; pero alguien avisó a David, y él bajó a la Roca que está en el desierto de Maón. Saúl se enteró y se lanzó en persecución de David por el desierto de Maón. 1SM023026 Saúl iba por un lado de la montaña, y David con sus hombres por el lado opuesto. David apresuró la marcha para escapar de Saúl. Y cuando Saúl y sus hombres estaban a punto de cercar a David y a los suyos para capturarlos, 1SM023027 un mensajero fue a decir a Saúl: "Ven en seguida, porque los filisteos están incursionando por el país". 1SM023028 Saúl dejó entonces de perseguir a David y partió al encuentro de los filisteos. Por eso aquel lugar fue llamado "Roca de las Separaciones". 1SM023029 David subió de allí y se estableció en los sitios bien protegidos de Engadí. 1SM024001 Cuando Saúl volvió de perseguir a los filisteos, le dieron esta noticia: "David está en el desierto de Engadí". 1SM024002 Entonces reunió a tres mil hombres seleccionados entre todo Israel y partió en busca de David y sus hombres, hacia las Peñas de las Cabras salvajes. 1SM024003 Al llegar a los corrales de ovejas que están junto al camino, donde había una cueva, Saúl entró a hacer sus necesidades. En el fondo de la cueva, estaban sentados David y sus hombres. 1SM024004 Ellos le dijeron: "Este es el día en que el Señor te dice: ‘Yo pongo a tu enemigo en tus manos; tú lo tratarás como mejor te parezca’". Entonces David se levantó y cortó sigilosamente el borde del manto de Saúl. 1SM024005 Pero después le remordió la conciencia, por haber cortado el borde del manto de Saúl, 1SM024006 y dijo a sus hombres: "¡Dios me libre de hacer semejante cosa a mi señor, el ungido del Señor! ¡No extenderé mi mano contra él, porque es el ungido del Señor!". 1SM024007 Con estas palabras, David retuvo a sus hombres y no dejó que se abalanzaran sobre Saúl. Así Saúl abandonó la cueva y siguió su camino. La recriminación de David a Saúl 1SM024008 Después de esto, David se levantó, salió de la cueva y gritó detrás de Saúl: "¡Mi señor, el rey!". Saúl miró hacia atrás, y David, inclinándose con el rostro en tierra, se postró 1SM024009 y le dijo: "¿Por qué haces caso a los rumores de la gente, cuando dicen que David busca tu ruina? 1SM024010 Hoy has visto con tus propios ojos que el Señor te puso en mis manos dentro de la cueva. Aquí se habló de matarte, pero yo tuve compasión de ti y dije: ‘No extenderé mi mano contra mi señor, porque es el ungido del Señor’. 1SM024011 ¡Mira, padre mío, sí, mira en mi mano el borde de tu manto! Si yo corté el borde de tu manto y no te maté, tienes que comprender que no hay en mí ni perfidia ni rebeldía, y que no he pecado contra ti. ¡Eres tú el que me acechas para quitarme la vida! 1SM024012 Que el Señor juzgue entre tú y yo, y que él me vengue de ti. Pero mi mano no se alzará contra ti. 1SM024013 ‘La maldad engendra maldad’, dice el viejo refrán. Pero yo no alzaré mi mano contra ti. 1SM024014 ¿Detrás de quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién estás persiguiendo? ¡A un perro muerto! ¡A una pulga! 1SM024015 ¡Que el Señor sea el árbitro y juzgue entre tú y yo; que él examine y defienda mi causa, y me haga justicia, librándome de tu mano!". 1SM024016 Cuando David terminó de dirigir estas palabras a Saúl, este exclamó: "¿No es esa tu voz, hijo mío, David?", y prorrumpió en sollozos. 1SM024017 Luego dijo a David: "La justicia está de tu parte, no de la mía. Porque tú me has tratado bien y yo te he tratado mal. 1SM024018 Hoy sí que has demostrado tu bondad para conmigo, porque el Señor me puso en tus manos y tú no me mataste. 1SM024019 Cuando alguien encuentra a su enemigo, ¿lo deja seguir su camino tranquilamente? ¡Que el Señor te recompense por el bien que me has hecho hoy! 1SM024020 Ahora sé muy bien que tú serás rey y que la realeza sobre Israel se mantendrá firme en tus manos. 1SM024021 Júrame, entonces, por el Señor, que no extirparás mi descendencia después de mí, ni borrarás el nombre de mi familia". 1SM024022 Así se lo juró David a Saúl, y este se fue a su casa, mientras David y sus hombres subían a su refugio. 1SM025001 Mientras tanto, murió Samuel. Todo Israel se reunió y estuvo de duelo por él, y lo sepultaron en su casa, en Ramá. David, por su parte, bajó al desierto de Parán. El pedido de David a Nabal 1SM025002 Había en Maón un hombre que tenía su hacienda en Carmel. Era un hombre muy rico; tenía tres mil ovejas y mil cabras, y estaba esquilando su rebaño en Carmel. 1SM025003 Su nombre era Nabal, del clan de Caleb, y su mujer se llamaba Abigail. La mujer era inteligente y atractiva, pero él era rudo y de mal carácter. 1SM025004 David oyó en el desierto que Nabal estaba esquilando su rebaño, 1SM025005 y envió a diez jóvenes con este encargo: "Suban a Carmel, preséntense a Nabal, y salúdenlo de mi parte. 1SM025006 Díganle: ‘¡Salud! ¡Paz para ti, paz para tu casa y para todos tus bienes! 1SM025007 Acabo de oír que te están esquilando el rebaño. Ahora bien, cuando tus pastores estuvieron con nosotros, nunca los hemos molestado, ni se les perdió nada durante todo el tiempo que estuvieron en Carmel. 1SM025008 Pregunta a tus servidores y ellos te informarán. Que estos muchachos reciban de ti una buena acogida, ya que llegamos en un día de fiesta. Dales, te lo ruego, lo que tengas a mano, para tus servidores y para tu hijo David’". 1SM025009 Los jóvenes fueron a decir a Nabal todas estas cosas de parte de David, y se quedaron esperando. 1SM025010 Pero Nabal respondió a los servidores de David: "¿Quién es David y quién es el hijo de Jesé? Hoy en día hay muchos esclavos que se evaden de su dueño. 1SM025011 ¿Voy a tomar mi pan, mi agua y los animales que maté para mis esquiladores, y se los voy a dar a gente que ni siquiera sé de dónde viene?". 1SM025012 Los jóvenes de David reanudaron la marcha y se fueron de vuelta. Al llegar, transmitieron a David todas estas palabras. 1SM025013 Entonces David dijo a sus hombres: "Que cada uno se ciña su espada". Ellos se ciñeron cada uno su espada, y también David se ciñó la suya. Luego, unos cuatrocientos hombres subieron detrás de David, y los otros doscientos se quedaron con el equipaje. La actitud de Abigailcon respecto a David 1SM025014 Uno de sus servidores le avisó a Abigail, la esposa de Nabal: "Mira que David envió a unos emisarios desde el desierto, para saludar a nuestro patrón, y él se abalanzó sobre ellos. 1SM025015 Sin embargo, esos hombres han sido muy buenos con nosotros. Nunca nos molestaron, ni perdimos nada durante todo el tiempo que anduvimos con ellos, cuando estábamos en campo abierto. 1SM025016 Ellos fueron para nosotros una muralla, de día y de noche, mientras estuvimos con ellos apacentando el rebaño. 1SM025017 Ahora piensa bien lo que debes hacer, porque es cosa decidida la ruina de nuestro patrón y de toda su casa. En cuanto a él, ¡no es más que un miserable, al que ni siquiera se le puede hablar!". 1SM025018 Sin pérdida de tiempo, Abigail tomó doscientos panes, dos odres de vino, cinco carneros adobados, cinco bolsas de grano tostado, cien racimos de pasas de uva y doscientas tortas de higo, y los cargó sobre unos asnos. 1SM025019 Luego dijo a sus servidores: "Adelántense ustedes, y yo iré detrás". Pero no le avisó nada a su esposo Nabal. 1SM025020 Mientras Abigail, montada en su asno, bajaba por un recodo de la montaña, David y sus hombres bajaban en dirección a ella. 1SM025021 Entre tanto, David pensaba: "En vano he protegido todo lo que este tenía en el desierto, sin que se le perdiera ninguno de sus bienes. Él me ha devuelto mal por bien. 1SM025022 ¡Que Dios castigue a David una y otra vez, si dejo con vida hasta el alba a uno solo de sus hombres!". 1SM025023 Apenas vio a David, Abigail bajó inmediatamente del asno, y cayó ante él con el rostro en tierra. 1SM025024 Y postrada a sus pies, exclamó: "¡Que la falta recaiga sobre mí, señor! ¡Pero permite que tu servidora hable en tu presencia! ¡Escucha sus palabras! 1SM025025 Que mi señor no le haga caso a ese miserable de Nabal, porque su nombre dice lo que él es: él se llama Nabal, que significa "insensato", y la insensatez lo acompaña. Pero yo, tu servidora, no había visto a los jóvenes que había enviado mi señor. 1SM025026 Y ahora, ¡por la vida del Señor y por tu propia vida! es el mismo Señor el que te impide derramar sangre y hacerte justicia por tu mano. ¡Que tus enemigos y todos los que tratan de hacerte mal corran la misma suerte que Nabal! 1SM025027 Con respecto a este obsequio que le he traído a mi señor, que lo repartan entre tus seguidores. 1SM025028 Perdona, te lo ruego, la falta de tu servidora. Porque el Señor te hará seguramente una casa perdurable, ya que tú has combatido en las guerras del Señor y en toda tu vida no se encuentra en ti nada malo. 1SM025029 Y si un hombre se alza para perseguirte y atentar contra tu vida, la vida de mi señor estará bien guardada en la bolsa de los vivientes, junto al Señor, tu Dios, mientras que él revoleará con su honda la vida de tus enemigos. 1SM025030 Cuando el Señor te haga todo el bien que te ha prometido y te ponga como jefe en Israel, 1SM025031 que no tengas que sentir turbación ni remordimiento de conciencia, por haber derramado sangre sin motivo y por haberte hecho justicia por ti mismo. Y cuando el Señor te colme de bienes, acuérdate de tu servidora". 1SM025032 Entonces David dijo a Abigail: "¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, que hoy te envía a mi encuentro! 1SM025033 ¡Bendito sea tu buen tino, y bendita también tú, que hoy me has impedido derramar sangre y hacerme justicia por mí mismo! 1SM025034 ¡Por la vida del Señor, el Dios de Israel, que me ha impedido hacerte daño, si no te hubieras apresurado a venir a mi encuentro, juro que antes de brillar el alba no le habría quedado vivo a Nabal ni un solo hombre!". 1SM025035 Luego David tomó lo que la mujer le había traído y le dijo: "Sube a tu casa en paz. He escuchado tu demanda y la tendré en cuenta". La muerte de Nabal 1SM025036 Cuando Abigail llegó a su casa, Nabal estaba celebrando un regio banquete. Nabal desbordaba de alegría; y como estaba completamente borracho, ella no le dijo ni una sola palabra antes del alba. 1SM025037 Pero a la mañana, cuando a Nabal ya se le había pasado la embriaguez, su mujer lo puso al tanto de lo sucedido. Entonces él tuvo un ataque al corazón y quedó paralizado. 1SM025038 Al cabo de unos diez días, el Señor hizo morir a Nabal. 1SM025039 Cuando David supo que Nabal había muerto, exclamó: "¡Bendito sea el Señor, que ha defendido mi causa contra la afrenta que recibí de Nabal y ha preservado del mal a su servidor! ¡El Señor hizo que la maldad de Nabal recayera sobre él mismo!". El matrimonio de David con Abigail Luego David mandó decir a Abigail que quería tomarla por esposa. 1SM025040 Los servidores de David se presentaron a Abigail en Carmel y le dijeron: "David nos ha mandado a verte para tomarte por esposa". 1SM025041 Ella se puso de pie, se postró con el rostro en tierra, y respondió: "Aquí está tu esclava, dispuesta a lavar los pies de los servidores de mi señor". 1SM025042 Abigail se levantó rápidamente y montó en un asno, seguida de cinco de sus esclavas. Luego partió detrás de los enviados de David y él la tomó por esposa. 1SM025043 David también se había casado con Ajinóam de Izreel, y tuvo a las dos por esposas. 1SM025044 Saúl, por su parte, había dado a su hija Mical, la esposa de David, a Paltí, hijo de Lais, que era de Galím. 1SM026001 Unos hombres de Zif se presentaron a Saúl, en Guibeá, para decirle: "David está escondido en la colina de Jaquilá, frente a la estepa". 1SM026002 Entonces Saúl bajó al desierto de Zif con tres mil hombres, lo más selecto de Israel, para buscar a David en el desierto. 1SM026003 Saúl acampó junto al camino, en la colina de Jaquilá, que está frente a la estepa, y David estaba en el desierto. Al advertir que Saúl venía a perseguirlo en el desierto, 1SM026004 David envió unos espías y así supo que Saúl había llegado realmente. 1SM026005 Luego fue al lugar donde acampaba Saúl y observó el sitio donde estaban acostados Saúl y Abner, hijo de Ner, el jefe de su ejército: Saúl estaba acostado en el centro, y la tropa acampaba alrededor de él. 1SM026006 David preguntó a Ajimélec, el hitita, y a Abisai, hijo de Seruiá, y hermano de Joab: "¿Quién quiere bajar conmigo hasta el campamento de Saúl?". Abisai respondió: "Yo bajaré contigo". 1SM026007 David y Abisai llegaron de noche, mientras Saúl estaba acostado, durmiendo en el centro del campamento. Su lanza estaba clavada en tierra, a su cabecera, y Abner y la tropa estaban acostados alrededor de él. Saúl perdonado otra vez por David 1SM026008 Abisai dijo a David: "Dios ha puesto hoy a tu enemigo en tus manos. Déjame clavarlo en tierra con la lanza, de una sola vez; no tendré que repetir el golpe". 1SM026009 Pero David replicó a Abisai: "¡No, no lo mates! ¿Quién podría atentar impunemente contra el ungido del Señor?". 1SM026010 Y añadió: "¡Por la vida del Señor, ha de ser el mismo Señor el que lo hiera, sea cuando le llegue la hora de morir, o cuando baje a combatir y perezca! 1SM026011 ¡Líbreme el Señor de atentar contra su ungido! Ahora toma la lanza que está a su cabecera y el jarro de agua, y vámonos". 1SM026012 David tomó la lanza y el jarro de agua que estaban a la cabecera de Saúl, y se fueron. Nadie vio ni se dio cuenta de nada, ni se despertó nadie, porque estaban todos dormidos: un profundo sueño, enviado por el Señor, había caído sobre ellos. El reproche de David a Saúl 1SM026013 Luego David cruzó al otro lado y se puso en la cima del monte, a lo lejos, de manera que había un gran espacio entre ellos. 1SM026014 Y empezó a gritar a la tropa y a Abner, hijo de Ner: "Abner, ¿vas a responderme?". Abner respondió: "¿Quién eres tú, que gritas al rey?". 1SM026015 David dijo a Abner: "¿No eres todo un hombre? ¿Quién hay como tú en Israel? ¿Por qué entonces no has custodiado al rey, tu señor? Porque uno del pueblo ha venido a matar al rey, tu señor. 1SM026016 ¡No te has comportado nada bien! ¡Por la vida del Señor, ustedes merecen la muerte, porque no han custodiado a su señor, el ungido del Señor! ¡Fíjate ahora dónde está la lanza del rey y el jarro de agua que él tenía a su cabecera!". 1SM026017 Saúl reconoció la voz de David y exclamó: "¿No es esa tu voz, David, hijo mío?". "Sí, dijo David, es mi propia voz, rey, mi señor". 1SM026018 Y en seguida añadió: "¿Por qué mi señor persigue así a su servidor? ¿Qué hice yo? ¿Qué hay de malo en mis manos? 1SM026019 Que mi señor, el rey, se digne escuchar ahora las palabras de su servidor: Si es el Señor el que te instiga contra mí, que le sea aceptable el aroma de una oblación. Pero si son los hombres, ¡malditos sean delante del Señor!, porque hoy me expulsan y me impiden participar de la herencia del Señor, diciéndome: ‘¡Ve a servir a otros dioses!’. 1SM026020 Que ahora mi sangre no caiga en tierra lejos del rostro del Señor, porque el rey de Israel se ha puesto en campaña para buscar a una pulga, como quien persigue una perdiz en las montañas". 1SM026021 Saúl exclamó entonces: "¡He pecado! ¡Vuelve, David, hijo mío! Ya no te haré ningún mal, porque hoy mi vida ha sido preciosa a tus ojos. ¡Sí, he sido un necio, me he equivocado por completo!". 1SM026022 David respondió, diciendo: "¡Aquí está la lanza del rey! Que cruce uno de los muchachos y la recoja. 1SM026023 El Señor le pagará a cada uno según su justicia y su lealtad. Porque hoy el Señor te entregó en mis manos, pero yo no quise atentar contra el ungido del Señor. 1SM026024 Hoy yo he mostrado un gran aprecio por tu vida: ¡que el Señor muestre el mismo aprecio por la mía y me libre de todo peligro!". 1SM026025 Entonces Saúl le dijo: "¡Bendito seas, David, hijo mío! Sí, tú harás grandes cosas y seguro que triunfarás". Luego David siguió su camino, y Saúl regresó a su casa. 1SM027001 Sin embargo, David pensó: "A pesar de todo, Saúl terminará por matarme cualquier día de estos. Es mejor que me ponga a salvo en el país de los filisteos. Así Saúl perderá las esperanzas con respecto a mí: ya no me buscará por todo el territorio de Israel, y habré escapado de sus manos". 1SM027002 Luego David, con los seiscientos hombres que lo acompañaban, cruzó la frontera y se presentó a Aquís, hijo de Maóc, rey de Gat. 1SM027003 David y sus hombres se quedaron con Aquís, en Gat, cada uno con su familia, y David, con sus dos mujeres: Ajinóam, de Izreel, y Abigail, la esposa de Nabal, el de Carmel. 1SM027004 Saúl fue informado de que David había huido, y ya no lo buscó más. 1SM027005 David dijo a Aquís: "Si quieres hacerme un favor, di que me asignen un lugar en alguna población de campaña, para instalarme allí. ¿Cómo tu servidor va a residir contigo en la ciudad real?". 1SM027006 Aquel mismo día, Aquís le asignó Siquelag. Por eso Siquelag ha pertenecido a los reyes de Israel hasta el día de hoy. 1SM027007 David permaneció en la región de los filisteos un año y cuatro meses. Las incursiones de David 1SM027008 David subía con sus hombres, y atacaban por sorpresa a los guesuritas, los guirzitas y los amalecitas, porque esa gente ocupaba el territorio que va de Telam en dirección a Sur y hasta el país de Egipto. 1SM027009 David arrasaba el país, sin dejar a nadie con vida, ni hombre ni mujer; se llevaba ovejas, vacas, asnos, camellos y ropa, y luego volvía a presentarse ante Aquís. 1SM027010 Cuando Aquís le decía: "¿Contra quién han incursionado hoy?", David le respondía: "Contra el Négueb de Judá"; o bien: "Contra el Négueb de los ierajmelitas"; o bien: "Hacia el Négueb de los quenitas". 1SM027011 David no dejaba que ningún hombre ni mujer fuera llevado con vida a Gat, porque decía: "No vaya a ser que nos denuncien, diciendo lo que ha hecho David". Este fue su modo de proceder todo el tiempo que estuvo en la región de los filisteos. 1SM027012 Pero Aquís confiaba en él, porque pensaba: "Se ha hecho odioso a su pueblo Israel y será mi servidor para siempre". 1SM028001 En aquellos días, los filisteos concentraron sus fuerzas para entrar en batalla y combatir contra Israel. Aquís dijo a David: "Tienes que saber que irás conmigo al frente, tú y tus hombres". 1SM028002 "De acuerdo, le respondió David; ahora sabrás lo que hará tu servidor". "Muy bien, dijo Aquís a David; yo te haré para siempre jefe de mi guardia personal". Saúl y la nigromante de Endor 1SM028003 Samuel había muerto. Todo Israel había estado de duelo por él y lo habían sepultado en Ramá, en su ciudad. Saúl, por su parte, había expulsado del país a los nigromantes y adivinos. 1SM028004 Los filisteos se reunieron y fueron a acampar en Suném. Saúl concentró a todo Israel y acamparon en Gelboé. 1SM028005 Pero al divisar el campamento filisteo, tuvo miedo y se estremeció su corazón. 1SM028006 Luego interrogó al Señor, pero él no le respondió ni por sueños, ni por el Urím, ni por los profetas. 1SM028007 Entonces Saúl dijo a sus servidores: "Búsquenme una nigromante, para que yo vaya a verla y la consulte". Sus servidores le dijeron: "Precisamente hay una nigromante en Endor". 1SM028008 Saúl se disfrazó, poniéndose otra ropa, y partió en compañía de dos hombres. Llegaron de noche, y Saúl dijo a la mujer: "Predíceme el futuro evocando a un muerto, y haz que se aparezca el que yo te diga". 1SM028009 Pero la mujer le respondió: "Tú sabes bien lo que hizo Saúl, cómo extirpó del país a nigromantes y adivinos. ¿Por qué me tiendes una trampa para hacerme morir?". 1SM028010 Entonces Saúl le juró por el Señor: "¡Por la vida del Señor, nadie te inculpará a causa de esto!". 1SM028011 La mujer le dijo: "¿Quién quieres que se te aparezca?". "Que se me aparezca Samuel", respondió él. 1SM028012 La mujer vio a Samuel y lanzó un fuerte grito. Luego dijo a Saúl: "¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl!". 1SM028013 Pero el rey le dijo: "No temas. Dime qué has visto". La mujer respondió a Saúl: "Vi un dios que subía de lo profundo de la tierra". 1SM028014 "¿Qué forma tiene?", preguntó él. Ella respondió: "Es un anciano que sube, y está envuelto en un manto". Saúl comprendió entonces que era Samuel, y se postró con el rostro en tierra. 1SM028015 Samuel dijo a Saúl: "¿Por qué me has perturbado, haciéndome subir?". "Es que estoy en un grave aprieto, respondió Saúl; los filisteos me hacen la guerra, y Dios se ha apartado de mí: ya no me responde, ni por medio de los profetas ni en sueños. Por eso te llamé para que me indiques lo que debo hacer". 1SM028016 Samuel replicó: "Si el Señor se ha apartado de ti y se te ha vuelto hostil, ¿por qué me interrogas a mí? 1SM028017 El Señor ha obrado contigo conforme a lo que predijo por mi intermedio: él ha arrancado de tu mano la realeza, para dársela a otro, a David. 1SM028018 Porque tú no escuchaste la voz del Señor y no diste libre curso a su ira contra Amalec, por eso, el Señor te ha tratado de esta manera en el día de hoy. 1SM028019 Y junto contigo, el Señor entregará también a Israel en manos de los filisteos. Mañana, tú y tus hijos estarán conmigo, y también al ejército de Israel el Señor lo entregará en manos de los filisteos". 1SM028020 Al instante, Saúl se desplomó en tierra cuan largo era, aterrorizado por lo que había dicho Samuel. Además, estaba sin fuerzas porque no había comido nada en todo el día y toda la noche. 1SM028021 La mujer se acercó a Saúl y, al verlo tan abatido por el terror, le dijo: "Ya ves que tu servidora te ha hecho caso. Yo arriesgué mi vida y obedecí la orden que me diste. 1SM028022 Ahora tú tienes que hacerme caso: deja que te sirva un pedazo de pan y come. Así tendrás fuerza cuando vayas por el camino". 1SM028023 Pero él rehusó, diciendo: "¡No comeré!". Sus servidores, y también la mujer, le insistieron, y al fin Saúl les hizo caso; se levantó del suelo y se sentó en el catre. 1SM028024 La mujer tenía en casa un ternero cebado. En seguida lo mató, tomó un poco de harina, la amasó e hizo cocer unos panes sin levadura. 1SM028025 Después sirvió todo eso a Saúl y a sus servidores. Ellos comieron y se pusieron en camino aquella misma noche. 1SM029001 Los filisteos concentraron todas sus fuerzas en Aféc, y los israelitas acamparon junto a la fuente que está en Izreel. 1SM029002 Los príncipes de los filisteos avanzaban al frente de divisiones de cien y de mil, mientras que David y sus hombres marchaban a la retaguardia con Aquís. 1SM029003 Entonces los jefes filisteos preguntaron: "¿Qué hacen aquí esos hebreos?". Aquís les respondió: "¿No ven que es David, el servidor de Saúl, rey de Israel? Ya hace uno o dos años que está conmigo, y no lo he sorprendido en ninguna falla, desde que se pasó a mi servicio hasta el día de hoy". 1SM029004 Pero los jefes filisteos se irritaron contra Aquís y le dijeron: "¡Despide a ese hombre! Que se vuelva al lugar que le has asignado y no baje a combatir con nosotros, no sea que lo tengamos como adversario en pleno combate. ¿Con qué va a congraciarse con su señor sino con la cabeza de estos hombres? 1SM029005 ¿No es él acaso ese David de quien decían, cantando y bailando: ‘Saúl ha matado a miles y David a decenas de miles’?". 1SM029006 Entonces Aquís llamó a David y le dijo: "¡Por la vida del Señor, tú eres un hombre derecho! Me gusta verte actuar conmigo en el ejército, porque no te he sorprendido en nada malo, desde que te presentaste a mí hasta el día de hoy. Pero tú no eres persona grata a los príncipes. 1SM029007 Por eso, vuélvete en paz, y así no harás nada que desagrade a los príncipes de los filisteos". 1SM029008 David dijo a Aquís: "¿Qué he hecho? ¿Has sorprendido a tu servidor en alguna falla, desde que entré a tu servicio hasta hoy, para que no pueda ir a combatir contra los enemigos de mi señor, el rey?". 1SM029009 Aquís respondió a David: "Sí, ya lo sé. Tú eres tan grato a mis ojos como un ángel de Dios. Pero los jefes filisteos han dicho que no subas con nosotros al combate. 1SM029010 Levántate entonces mañana bien temprano, tú y los servidores de tu señor que vinieron contigo, y váyanse de aquí apenas aclare". 1SM029011 David y sus hombres se levantaron bien temprano, para partir de madrugada y regresar al país de los filisteos. Estos, por su parte, subieron a Izreel. 1SM030001 Al tercer día, cuando David y sus hombres llegaron a Siquelag, los amalecitas habían incursionado por el Négueb y contra Siquelag. Habían arrasado y prendido fuego a Siquelag, 1SM030002 llevándose cautivas a las mujeres y también a todos los que había allí, del más pequeño al más grande. Pero no habían matado a nadie, sino que se los habían llevado a todos, prosiguiendo luego su camino. 1SM030003 Al llegar a la ciudad, David y sus hombres vieron que había sido incendiada, y que sus mujeres, sus hijos y sus hijas habían sido llevados cautivos. 1SM030004 Entonces prorrumpieron en sollozos, hasta que se quedaron sin fuerzas para llorar. 1SM030005 Las dos mujeres de David –Ajinóam de Izreel y Abigail, la esposa de Nabal, el de Carmel– también habían sido capturadas. La campaña de Davidcontra los amalecitas 1SM030006 David se vio en un grave aprieto, porque la tropa amenazaba con apedrearlo, ya que todos estaban llenos de amargura por sus hijos y sus hijas. Pero David retomó coraje gracias al Señor, su Dios, 1SM030007 y dijo al sacerdote Abiatar, hijo de Ajimélec: "Por favor, preséntame el efod". Abiatar presentó el efod a David, 1SM030008 y David interrogó al Señor, en estos términos: "¿Debo perseguir a esa banda? ¿La alcanzaré?". El Señor le respondió: "Persíguela. Seguro que la alcanzarás y librarás a los cautivos". 1SM030009 David partió con los seiscientos hombres que lo acompañaban, y llegaron al torrente Besor, donde se quedaron los rezagados. 1SM030010 Entonces continuó la persecución con cuatrocientos hombres; doscientos se habían detenido, por estar demasiado extenuados para cruzar el torrente Besor. 1SM030011 En pleno campo encontraron a un egipcio, y se lo llevaron a David. Le dieron pan para comer y agua para beber, 1SM030012 y también le ofrecieron un trozo de torta de higos y dos racimos de pasas de uva. Con la comida él se reanimó, porque en tres días y tres noches no había comido ni bebido nada. 1SM030013 Luego David le preguntó: "¿De quién eres y de dónde vienes?". Él respondió: "Soy un muchacho egipcio, esclavo de un amalecita. Mi dueño me abandonó hace tres días, porque caí enfermo. 1SM030014 Hicimos una incursión por el Négueb de los quereteos, contra el Négueb de Judá y contra el Négueb de Caleb. También incendiamos Siquelag". 1SM030015 David le preguntó: "¿Quieres llevarme adonde está esa banda?". Él respondió: "Júrame por Dios que no me matarás ni me entregarás en manos de mi dueño, y yo te llevaré adonde está esa banda". 1SM030016 El muchacho lo guió, y encontraron a los amalecitas desparramados por toda la comarca, comiendo, bebiendo y festejando por el gran botín que habían recogido en el país de los filisteos y en el país de Judá. 1SM030017 David los masacró desde el alba hasta la tarde del día siguiente, y no escapó ni uno solo, con excepción de cuatrocientos jóvenes que huyeron montados en camellos. 1SM030018 David salvó todo lo que le habían arrebatado los amalecitas y, en especial, libró a sus dos mujeres. 1SM030019 No les faltó nadie, ni grande ni pequeño, ni hijos ni hijas, ni nada del botín y de todo lo que les habían quitado los amalecitas: David lo recuperó todo. 1SM030020 Se adueñó además de ovejas y vacas, y los que iban delante, acarreando ese ganado, decían: "¡Este es el botín de David!". El reparto del botín 1SM030021 David llegó al lugar donde estaban los doscientos hombres que no lo habían seguido, por estar demasiado extenuados, y se habían quedado atrás, junto al torrente Besor. Estos salieron al encuentro de David y de la tropa que lo acompañaba. David se acercó con la tropa y los saludó. 1SM030022 Pero entre los que estaban con David había unos hombres mezquinos, que levantaron la voz y dijeron: "¡Por no haber venido con nosotros, no les daremos nada del botín que hemos recuperado, salvo a cada uno su mujer y sus hijos! ¡Que se los lleven y se vayan!". 1SM030023 Pero David dijo: "No se comporten así, hermanos míos, con lo que nos ha dado el Señor. Él nos ha protegido y ha puesto en nuestras manos a esa banda que vino a atacarnos. 1SM030024 ¿Quién puede estar de acuerdo con lo que ustedes proponen? Porque la parte que le toca al que baja a combatir le tocará también al que cuida el equipaje: juntos participarán del botín". 1SM030025 A partir de aquel día, David hizo de esto un precepto y una costumbre para Israel, que sigue en vigencia hasta el día de hoy. David y los ancianos de Judá 1SM030026 Al llegar a Siquelag, David envió parte del botín a los ancianos de Judá y a sus amigos, con este mensaje: "Ahí tienen un obsequio del botín arrebatado a los enemigos del Señor". Se lo envió 1SM030027 a los de Betul, a los de Ramot del Négueb y a los de Iatir; 1SM030028 a los de Aroer, a los de Sifmot y a los de Estemoa; 1SM030029 a los de Racal, a los de las ciudades de Ierajmel y a los de las ciudades de los quenitas; 1SM030030 a los de Jormá, a los de Borasán y a los de Atac; 1SM030031 a los de Hebrón y a los de todos los lugares que David y sus hombres habían recorrido. 1SM031001 Los filisteos entablaron combate con Israel. Los hombres de Israel huyeron ante ellos y cayeron heridos de muerte en el monte Gelboé. 1SM031002 Los filisteos persiguieron de cerca a Saúl, y mataron a Jonatán, Abinadab y Malquisúa, los hijos de Saúl. 1SM031003 El peso del combate recayó entonces sobre Saúl. Los arqueros lo descubrieron, y fue herido gravemente por ellos. 1SM031004 Saúl dijo a su escudero: "Saca tu espada y traspásame, no sea que esos incircuncisos vengan a traspasarme, para vergüenza mía". Pero su escudero no quiso hacerlo, porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl tomó la espada y se dejó caer sobre ella. 1SM031005 Al ver que Saúl estaba muerto, también su escudero se echó sobre su espada y murió junto a él. 1SM031006 Así murieron juntos, aquel día, Saúl, sus tres hijos y su escudero. 1SM031007 Los hombres de Israel que estaban al otro lado del valle y los que estaban al otro lado del Jordán, al ver que los israelitas huían y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron las ciudades y se dieron a la fuga. Luego vinieron los filisteos y se establecieron allí. 1SM031008 Al día siguiente, cuando llegaron los filisteos para despojar a las víctimas, encontraron a Saúl y a sus tres hijos tendidos sobre el monte Gelboé. 1SM031009 Entonces cortaron la cabeza de Saúl y lo despojaron de sus armas. Luego enviaron mensajeros por todo el país de los filisteos, para dar la buena noticia en los templos de sus ídolos y a todo el pueblo. 1SM031010 Depositaron las armas de Saúl en el templo de Astarté y colgaron su cadáver en los muros de Betsán. 1SM031011 Cuando los habitantes de Iabés de Galaad oyeron lo que los filisteos habían hecho a Saúl, 1SM031012 todos los hombres valientes emprendieron la marcha y, después de caminar toda la noche, retiraron de los muros de Betsán el cadáver de Saúl y los cadáveres de sus hijos; luego volvieron a Iabés y allí los quemaron. 1SM031013 Después recogieron sus huesos, los sepultaron bajo el Tamarisco de Iabés, y ayunaron siete días.
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